Dentro del cuarto de vestuario, hay tres condones usados y amarrados para que no derramen su contenido en la alfombra que tapiza la habitación entera, una Reynare extasiada y sin aliento, recarga su espalda en un pilar al fondo de la habitación, sus piernas flexionadas con las rodillas sobre los hombros de Touma, aferrándose con todas sus fuerzas a los brazos del pelinegro. Un Touma cansado y sudoroso sostiene a Reynare por sus bien desarrollados senos, mientras embiste con fuerza la cérvix de la chica.
Por una hora y algo, los chicos han estado teniendo sexo sin que nadie los interrumpa, solo encontraron tres condones en la habitación, y creían que no los usarían, pero se abrió uno y se uso con torpeza, el segundo se usó con ritmo, el tercero se usó con fuerza. Cuando terminaron, la mente borrosa de una lujuriosa Ángel Caída, le dio la pauta para lamer y limpiar el pene del humano encendiendo el deseo de nuevo y continuar con una cuarta sesión de placer carnal.
La sensación de los pliegues viscosos y suaves de la vagina de Reynare robaron el poco autocontrol que le quedaba a Touma, durante 40 minutos la pareja desató su deseo, se aferraron el uno al otro compartiendo el sudor de sus cuerpos y mezclando sus fluidos. Finalmente Reynare y Touma llegaron a su límite, él quería sacarlo, pero el sabor de la vagina de la Caída se lo impedía y empujaba tan adentro como podía, obligando a la cérvix de Reynare a abrirse; ella apretaba el pene de Touma y lo succionaba en anticipación de su carga, de igual manera intenta flexionar sus piernas y se aferra a sus brazos para trabar al humano y que no se aleje.
El momento llegó, la última embestida de Touma se hizo con fuerza y la ya abierta cérvix de la Caída succiono la punta del pene del humano dentro de su útero, Reynare exigió un beso del chico con una voz extasiada y demandante. Él besó a la chica revolcando la lengua del otro en sus bocas, dejándose llevar por la sensación del caliente semen llenando su útero; el beso continuó un poco más hasta que la necesidad de aire los separó, una línea de saliva aun conecta sus bocas mientras una sonrisa decora los labios de ambos.
Ambos salieron a hurtadillas hacia la habitación de Reynare y tomaron un baño juntos, prácticamente cayeron agotados sobre la cama, ninguno se molestó en acudir al comedor para cenar y tampoco se molestaron en siquiera ponerse ropa interior.
— ¿Está seguro de esto Sr. Azazel? — Penemue preguntó a su comandante.
— Está bien Penemue, Touma es alguien de confianza, y será de gran ayuda en el futuro. — Azazel contestó con calma, sabeindo que su pequeña invención surtió efecto en los dos jóvenes aislados en el salón del sastre.
— Sí lo "ocurrido", según lo que encontramos, con el llamado "Bio-Hacker" es indicio… — La mirada inquisitiva del líder de los Caídos calló cualquier queja de la curvilínea mujer, quien regresó a lo que parece una oficina con el ceño ligeramente fruncido.
El día siguiente fue ajetreado; El nuevo uniforme de Touma, junto a un Yukata tradicional azul marino con bordes delgados en blanco para hombre, esperaban al pelinegro en un banco dentro de la habitación de Reynare. La Caída se presentó con su nombre falso: Yuuma Amano, y finalmente logró conocer el nombre de su hombre; ambos se vistieron, el pelinegro con su uniforme escolar y Reynare en un vestido rosa y blanco. Durante el desayuno Touma logró esquivar a Index con el apoyo de Azazel, y ambos amigos acordaron estar en contacto.
Así, Touma e Index comenzaron su regreso a Ciudad Academia, llegando a su departamento cerca de la una de la tarde. Cuando Kalawarner se dispuso a llevarlos al aeropuerto, por orden de Azazel, ambos lograron escuchar que las tres chicas, Mittelt, Kalawarner y Reynare, están obligadas a cumplir ciertos trabajos molestos; ni Touma, ni Index escucharon de qué se trataba, pero conociendo a Azazel, serán labores que cada una de ellas especialmente detestan.
Ciudad Academia, hora 1:48 pm, Dormitorios sin nombre
Ya en el departamento, Touma llamó a su maestra Komoe pidiendo una sesión de estudios para, una vez más, recuperar la semana que perdió apoyando a su amigo. Komoe acordó verlo en su departamento a las 6pm. Touma no lo sabía, pero el tono severo de Komoe fue para ocultar la emoción de escuchar la voz de su querido alumno. Así, Touma se vió obligado a recuperar una semana de tareas y ejercicios en tres días, mas los que se acumulen en el camino… Por ahora, hagamos la comida.
Después de lavar los trastes, Touma salió a reponer víveres con Index andando muy cerca intentando conseguir tanta botana como podía. En el camino de regreso Touma dejó las bolsas con la pseudo-monja y corrió dentro de un callejón tras escuchar un grito, un chico de apenas 12 años fue acorralado por un grupo de Skill-Out, como se les llama a los grupos de nivel 0 de la ciudad. Shinka Kanou, un chico cabello castaño hasta los hombros vestido en shorts oscuros, blusa cían, botas rojizas, y una chaqueta con orejas de oso en el gorro que según perteneció a su madre "Lain Iwakura".
Ya en la tarde, Komoe llegó a los apartamentos de los estudiantes a comenzar la primera sesión de estudios "lindos" de Touma, tampoco es que Index tuviera algo mejor que hacer además de ver Magical Powered Kanamin, pero por algún motivo el vecino estuvo muy callado durante toda la sesión de estudios.
— ¡Finalmente apareces, Kami-yan! — La voz de Tsuchimikado retumbó en el pasillo de los departamentos cuando ambos salieron de sus respectivos cuartos. — Estás… mas alto… —
— Gracias. Estuve ayudando a un viejo amigo. — Respondió Touma saludando a su vecino.
— Nya ¿Un amigo que no conozco? —
— Y no te lo presentaré. — Dijo el pelinegro golpeando suavemente su hombro. — Vamos, que ya he perdido mucho tiempo y no quiero a Sensei triste porque llegué tarde. —
Ambos continuaron su camino a la preparatoria, Tsuchimikado algo incómodo ya que es la primera vez, desde que conoció al pelinegro, que Touma tiene un secreto que él desconoce; como espía que es, eso es una vergüenza. Al llegar a la escuela, otro miembro de la Fuerza Delta, Aogami, los recibió con su actitud usual, tachando a Touma de traidor por perderse durante una semana con chicas de alas negras; el cambio en el pelinegro no pasó desapercibido por el peliazul, aunque decidió no comentarlo.
Finalmente el resto del grupo llegó al salón, creando un alboroto por la repentina aparición del estudiante maldecido. Touma respondió con el simple "ayude a un viejo amigo" cerrando cualquier discusión. — ¿Con qué ayudaste a un amigo? — Fukiyose, la Iron-Wall, se dirigió con severidad al pelinegro.
— No fastidies Fukiyose, estoy aquí y eso es lo que importa — contestó Touma irritado. — Hice lo que consideré correcto y no diré más, tampoco debería importarte. — Finalizó él sin interés, ganándose un golpe de la chica, aunque el puño jamás conectó con Touma; eso frustró más a Fukiyose y sorprendió a todos los estudiantes sin excepción. Nunca antes alguien la había hecho frente a la Iron-Wall; y Touma se dió cuenta muy tarde del error que cometió al detener el golpe… ya no importa.
Cuando Komoe-sensei llegó, ella no hizo el alboroto que los demás alumnos esperaban por el regreso de su preferido, y la clase comenzó con normalidad. Pero hoy es jueves, eso significa que Yomikawa-sensei los hará correr, el problema no es ese, el problema es no mirar el cuerpo de la maestra y mantener cierto asunto tranquilo. Quizá su gloriosa experiencia con Reynare despertó un lado de Touma que él estuvo ignorando. Claro que ciertas reacciones por parte del pelinegro no fueron ignoradas por la maestra y oficial de Anti-Skill, así que Yomikawa lo llamó al salón de profesores al terminar las clases.
— Disculpa, ¿Para qué me ocupan? — Preguntó Touma entrando en el cuarto de profesores, en el que solo Yomikawa y Komoe se encuentran.
— Sí, Kamijou. — Empezó Yomikawa. — Antes que nada, bienvenido de vuelta. ¿Dónde estuviste todo este tiempo? Por poco y faltas dos semanas. —
— Como le dije a Komoe-sensei ayer, estuve ayudando a un amigo. —
— Pero estabas dentro de la ciudad, ¿Que pudo ser tan importante que faltaste a clase? —
— Nunca dije que estaba dentro de la ciudad. — Resaltó Touma confiado. — Como ya habrán notado, me veo más alto, también tiene que ver con mi amigo. —
Yomikawa soltó un gruñido y abrió un poco los ojos al darse cuenta de ese aspecto, ciertamente notaba algo diferente en Touma, pero no podía decir el qué. — ¿Y no puedes hablarnos sobre ese amigo tuyo? —
— Por seguridad de él y su gente, no puedo decir más. —
— Ten cuidado con quién te juntas, Kamijou… ¿Y qué hay de tus clases perdidas? —
— Ayer tuvimos una sesión exhaustiva sobre lo visto la semana pasada, — Dijo Komoe desde el asiento contiguo. — Hoy y mañana tendremos otra sesión para que se regularice. — La voz de Komoe se escuchó orgullosa.
— ¿Les molesta si me uno a la sesión de hoy? — Preguntó Yomikawa a Komoe.
— No, para nada. — Komoe contestó animada de tener a su amiga ayudándola.
Ciudad Academia, hora 5:03 pm, Departamentos sin nombre
Un Kamijou malencarado por tener que lidiar con un grupo de delincuentes que lo culparon por derramar la bebida que uno de ellos llevaba, finalmente llegó a la cuadra de su departamento, aunque eso no es realmente suficiente para hacer enojar al pelinegro, el problema ocurrió cuando rompieron la docena de huevos que compró en especial. En fin, él toma una inhalación profunda para calmarse; mientras que afuera del edificio de su departamento, se encuentra con Yomikawa en ropa más casual, no la típica jersey verde que usa durante la escuela, tampoco era su uniforme de Anti-Skill.
Pantalón mezclilla recto que abraza sus muslos tonificados, y camisa blanca de mangas cortas que resalta su gran busto. — Kamijou Touma. — Yomikawa lo llamó desde la entrada hacia la escalera.
— Yomikawa-sensei. — Dijo Touma algo nervioso, sin saber muy bien a dónde mirar. — ¿Qué hace aquí? aún falta una hora para que llegue Komoe-sensei. —
— Tranquilo, solo quiero saber unas cosas antes de que llegue. — Touma intentó decir algo, pero ella no lo dejó. — ¿Por qué estás viviendo con una niña en tu departamento? ¿Tienes esa clase de gustos? —
— ¿¡Qué!? ¡No, para nada! — Contestó el pelinegro rápidamente. — La verdad tampoco estoy muy seguro del cómo, pero me nombraron como guardián de Index, una especie de monja en entrenamiento. — Concluyó con un suspiro pesado.
— ¿Te gustan pequeñas? — Yomikawa dio un paso hacia Touma presionando su respuesta, Ella puede ver que algo está mal en la situación entre Index y Touma, pero lo dejará pasar.
— NO. — Un tentáculo barrió la realidad.
— Enserio… ¿Cual es tu tipo de mujer? — Yomikawa dio otro paso.
— ¿Por qué me pregunta eso sensei? — Reclamó Touma cediendo la mirada.
— Note que me mirabas mucho durante la clase. ¿Por qué? —
