*Es día especial, así que publico un fragmento más de este capitulo.*
— Entiendo lo que quieren hacer… pero la escalera no es precisamente silenciosa. — La voz masculina tiene un tono aburrido, un pujido se escuchó mientras el chico se levanta.
— ¿Quién eres? — Kiyama preguntó entrando en la habitación.
— Dragón Negro. — Dijo Touma dándose la vuelta para encarar a la doctora. — La psicópata les puso las cosas difíciles ¿No? — Dijo con calma y una sonrisa amable.
— ¡Ah Tú! — La Railgun gritó y apuntó al pelinegro desde la puerta.
— Ni se te ocurra activar tu habilidad aquí; Fue muy difícil reprogramar estas máquinas para que despierten a esos niños, tus chispas pueden alterar eso. — Touma la interrumpió en sus intenciones con la advertencia.
— ¿Lo conoces, Onee-sama? — la chica de coletas preguntó a la castaña.
— ¡Ah! ¡Tú eres el novio de la Reina de Tokiwadai! — La chica con el vate de tugsteno exclamó apuntando al pelinegro, ella tiene ojos verde azul y cabello largo negro con una pequeña flor blanca en su lado izquierdo de la cabeza; complexión promedio para una chica de 14… Ah, no, que tiene 13… apoco, también es la más alta del grupo.
— Soy Ruiko Saten, un gusto. — Ella se acercó animada a Touma extendiendo la mano.
— Touma Kamijou, El gusto es mío. — Touma respondió el apretón de manos.
— Oh~; Bueno, ella es Kazari Uiharu, — Saten señaló a la chica pequeña de pelo negro corto con una diadema de flores y ojos café claro, la chica de 13, que parece de 12 por su complexión, saludó con una reverencia. — Kuroko Shirai, — La chica de cabello castaño-salmón atado en dos coletas rizadas que parecen tentáculos; ojos claros y cuerpo promedio para una chica de 13. — Y Mikoto Misaka. — Señaló finalmente a la Railgun; la chica de 14 con complexión infantil y actitud similar, ojos y cabello castaño corto adornado con dos pequeñas flores blancas.
— ¿Qué hace un civil en este lugar? — Preguntó Kuroko a Touma.
— Ciertamente puedes decir que soy un civil… — Comentó Touma más para sí mismo. — Como dije, estoy aquí para asegurarme que los niños de Kiyama despierten. —
— ¿Cómo lo has logrado? — Kiyama preguntó en su tono apagado, La alta mujer con cabello castaño oscuro largo y ondulado, lo más llamativo de ella son sus bolsas debajo de sus ojos color ámbar apagado; vestida en un traje formal verde oscuro.
— Personas impresionantes hicieron posible que esto funcionara, — Touma comenzó dándose la vuelta a un monitor que muestra a los niños. — Ellas reprogramaron todo para despertar a los niños, yo solo abrí paso y he estado defendiendo el lugar… También logre robar el cristal de la psicópata para usarlo aquí mismo. — Touma apuntó al monitor, donde algunos niños temblaron o se movieron.
— Me parece que ellos querrán ver a su maestra cuando despierten. — Touma giró hacia hacia la doctora con una expresión amable.
Todos salieron de la habitación siguiendo a Touma hacia un elevador de mercancía. — Oye, ¿Cómo conociste a la reina de Tokiwadai? — Preguntó Saten.
— Hemm, bueno. — Touma se sobó el cuello algo incómodo. — La conocí hace como dos años, ambos estábamos pasando por una depresión… éramos arrogantes en aquel entonces, y esa necesidad de demostrar que éramos mejor que el otro nos sacó de aquella depresión… pero… — Touma se dió un respiro, no quiere dar más datos de los necesarios.
— Antes de tener una relación formal, cosas desagradables sucedieron y yo perdí todo recuerdo relacionado a ella, tampoco podía crear nuevas memorias. — Touma dió otra pausa. — Éste año, mejor dicho, en este mes, se logró una solución para mí problema de amnesia, y lo demás es historia. — Una verdad a medias.
— Si sabes que ella te está controlado con su- —
— Calla, sé que tienes un odio personal hacia ella. — Touma interrumpió a Misaka con el tono menos tajante posible. — Eso es asunto tuyo, pero no intentes obligar tus ideas en mi. Serás una nivel 5, pero eso no te da derecho a decidir por mí, ni por nadie, una manera de pensar o ver las cosas; si es así. — El tono del pelinegro se tornó severo. — Eres peor que la telépata a la que tanto te esfuerzas en odiar. —
Para fortuna de las chicas, el ascensor abrió sus puertas; en la habitación, lo primero que vieron fue una cápsula con la amiga de ellas, Erii Haruue. A la chica de cabello oscuro corto apenas más alta que Uiharu, a ella no le costó despertar por la voz de su amiga Uiharu, ahogada por la cápsula; en el desnivel de la habitación, todos los críos de Kiyama están dormidos en sus cápsulas. — Pronto los salvaré… —
— En eso tiene razón, ellos deberían despertar por su cuenta en unos 40 minutos. —
— Gracias. — Una pequeña pero amable sonrisa apareció en el rostro cansado de la mujer.
Touma devolvió la sonrisa, no hay nada que agradecer, después de todo, él se involucró por cuenta propia; con que los niños despierten sanos y salvos es suficiente. Un ruido desagradable y agudo se hizo presente en la instalación afectando a las Esper, solo Kiyama, Saten y Touma están libres de la influencia. — Eso es… —
— El Capacity Down. — Uiharu continuó. — Hay que subir para apagarlo… —
— ¡Malditas escolares! — La voz seca de la Kihara se escuchó en la entrada de la habitación. — ¡Las elimi-! —
— ¡Therestina Kihara! — Touma gritó el nombre de la mujer en armadura futurista con desdén. — Tú y tu pútrida familia han causado demasiada tragedia en esta ciudad. Pagarás por tus pecados. — El tono severo de Touma detuvo cualquier acción de la Kihara, eso a su vez, le dió a Saten un espacio para detener el Capacity Down que está sonando.
— ¡Ja, Tú eres un simple nivel 0 si el Capacity Down no te afecta! — La Kihara se preparó para embestir a Touma. — ¡Qué puede hacer un simple nivel 0! —
La Kihara se impulsó a gran velocidad, que para Touma no era tan rápida, para embestirlo con una especie de lanza de acero, como las usadas en la justa equina. La mueca en el chico se retorció, dándole un aspecto algo macabro, la Kihara rebotó, como si una fuerza invisible protegiera al pelinegro, la lanza de la Kihara se estropeó y voló lejos de la científica por el impacto. — ¿Es eso, lo mejor que un Kihara puede hacer? —
— ¡Te destruiré-! — Touma apareció frente a la Kihara interrumpida por la impresión.
De una patada, la Kihara fue arrastrada hasta el otro lado de la habitación, perdiendo una parte de la armadura en el proceso. — ¿Has escuchado hablar del Proyecto Alfa? ¿No? Bueno no importa, le preguntaré a alguien más. — Touma se encogió de hombros restándole importancia a la situación, o tal vez a ella, para sacarla aún más de sus casillas.
—¡¿Quién carajos eres?! —
— Dragón Negro, mucho gusto. — Contestó Touma en tono más calmado pero frío, mientras se truena los nudillos. — Yo soy el sujeto de prueba que los Kihara no pudieron eliminar; quizá eso te suene más. —
La Kihara se levantó con aún más rabia, decir eso de su familia merece la muerte. Touma se disparó contra la psicópata y la lanzó inconsciente fuera de su armadura con un par de golpes, seguramente un par de huesos se rompieron en el cuerpo de la Kihara. La doctora Kiyama comenzó a trabajar en reclamar autoridad sobre las cápsulas que albergan a sus estudiantes en el servidor que está en el desnivel, pegado a la pared entre las escaleras; mientras Saten desbarata la habitación de control, un sentimiento de tristeza apareció en Touma por la ironía que la habitación que defendía hace pocos minutos, está siendo destruida para deshabilitar el Capacity Down. — Desgracia. — Fue su murmullo.
— ¡Tú! ¿Cómo hiciste eso? — Misaka vociferó al pelinegro.
— Entrenamiento. —
— ¡¿Qué clase de entrenamiento puede hacer eso?! ¡¿Finalmente dejarás de decir que eres un Nivel 0?! — Railgun exasperada, La última vez que lo conoció incluso se burló de ella al no enfrentarla seriamente… y esta demostración lo prueba.
— Un entrenamiento tan pesado que he envejecido dos años… No te daré detalles… fue una tortura. — Touma respondió con un suspiro corto y seco al final.
— ¡Entonces enfréntame debidamente! ¡Ya no tienes excusa ahora! —
— ¡No! — La Railgun no quiere ceder. — ¿Qué vas a ganar con eso? Nada. ¿Qué quieres? ¿Que digan como alguien catalogado como nivel 0 te derrotó? O prefieres un ¿Cómo tú derrotaste a un nivel 0? —
Cuando Saten regreso al ultimo piso, llegó apenas a tiempo para ver a los estudiante de Kiyama despertar de uno por uno, bastante antes de lo previsto. — Buen trabajo Saten-san. — Touma comentó desde el nivel superior de la habitación, al de ella.
— Eh, eje, no fue nada. — Dijo sobándose la cabeza.
— Bueno… Me retiro, — Touma se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia la Kihara inconsciente. — Debo llevar a esa psicópata a Anti-Skill. Cuídense. —
— Espera, ¿No te quedaras a verlos levantarse? — Preguntó Saten algo preocupada.
— Me basta con saber que están bien. — Dijo Touma levantando a la Kihara sobre su hombro. — Cuídate Sat- —
— Ruiko… Llámame Ruiko. — Saten se vió algo triste por la decisión del pelinegro.
— Está bien, Ruiko-san, — El rostro de la chica se iluminó. — Cuídate. —
Ruiko, feliz de por fin lograr que alguien la llame por su nombre en lugar de su apellido, descendió el desnivel hacia sus amigas. De a poco, los niños y niñas comenzaron a reconocer a su profesora, la escuálida y cansada mujer no pudo aguantar el llanto; años de trabajo y desvelo finalmente terminaron; finalmente sus niños están despiertos.
Afuera, Touma deja a la Kihara en manos de Anti-Skill. — Involucrándote en cosas chungas otra vez. — Aiho comentó a su alumno cuando se alejaron lo suficiente del grupo.
'¿Otra vez? Supongo que sí' — Perdón por eso… Aiho. — La sonrisa amable pero picara de Touma sacó un quejido de la oficial, que se siente diferente después de esa llamada.
— Recibí una llamada de una tal Shokuhou. — Touma palideció. — Te importa explicar qué es eso de Gran Familia… — Una boca del inconsciente sonrió.
Touma se esperaba un insulto y un golpe, o por lo menos un grito por parte de Aiho cuando explicó la situación y el acuerdo al que llegó con Misaki, la Reina de Tokiwadai y telépata nivel 5. Touma no se esperaba un zape, algo fuerte, pero él está acostumbrado a golpes bastante más terribles. — Lo hablaremos en la cena. — Eso fue todo lo que dijo la oficial antes de regresar al grupo. 'Será mejor que avise a Index, y le pida ayuda a Maika para velar por la mocosa esta noche'
Yomikawa habló con fuerza al llegar al fondo del recinto, su tono fuerte fue para desquitar un poco su frustración y asustar a las presentes. Anti-Skill escoltó a los críos a un centro de rehabilitación y a Kiyama al hospital. Mientras arrestan a los inconscientes y mueven a los críos junto a la doctora a las ambulancias, Aiho recibe un mensaje de texto.
— ¿Casual o formal? — Una corta burla sale de Aiho ante el mensaje, por un momento se sintió adolescente.
— Casual, pero no tardes, te quiero a las 6. —
— Echo. —
Ciudad Academia, hora 7:12 pm, apartamento de Aiho Yomikawa
— … No, sí; entiendo… — Yomikawa está aún estupefacta por la condición tan peculiar de la chica Misaki, pero aún más de que Touma haya aceptado tan fácilmente.
— Perdón — Touma suspiró su respuesta.
— Ha~ Touma. — Aiho suspiró pasando su mano por su cabeza. — En los líos que te metes tú solo. — Si bien es cierto que la idea de meterse con Touma, quien a su vez está con otra chica más acorde a él, suena bastante excitante; No es correcta, y si Komoe se entera…
El silencio inundó el departamento de Aiho por unos minutos. — Y ¿No dirás nada? — La voz de Aiho no mostraba algún rencor, pero el tono seco es una advertencia, y Touma no quiere conocer el lado malo de la mujer.
— Tu cocina es sabrosa, te ves linda cuando usas tus uniformes, pero eres preciosa cuando usas ropa aparte de los uniformes… Eres hermosa Aiho, no lo olvides. —
— Adulador… — El silencio que apareció entre ellos fue tranquilo, amable con ellos.
— Gracias. — Continuó Touma comiendo su último bocado de pasta moño. — Aiho. No tienes que unirte a nosotros, nadie te culpará sin importar lo que decidas. — Touma tomó la mano izquierda de Aiho con su mano derecha. — Eres bienvenida. Si tienes a alguien en mente, podemos ayudarte con esa persona también. —
Aiho soltó un suspiro ante el silencio que apareció en la habitación por tercera vez, continuaron así por otro minuto, disfrutando de la presencia del otro, Aiho apretó la mano de Touma por un segundo para que la soltara. La mujer caminó hacia el refrigerador, dejando los platos en el fregadero. Del refri sacó dos cervezas, le entregó una a Touma, que se detuvo del otro lado de la barra.
— Tomaré tu palabra entonces. — Dijo Aiho bebiendo su cerveza. — Si… hay alguien… Pero tratándose de un compañero de trabajo… —
— Si una relación florece entre ustedes, el que sean compañeros de trabajo debería ayudarlos en su relación. — Touma respondió abriendo la otra lata. — El primer paso no es acercaré, el primer paso es hacer presencia; que la persona te note, luego es el contacto visual, y sólo después es una conversación que no tenga que ver con el trabajo… — Tener a un Dragón tan antiguo como la humanidad respaldándote, es una gran trampa. — Una cena como esta puede marcar el comienzo de algo entre ustedes. —
La noche continuó en una plática bastante casual antes de que ambos se despidieran, Index no es precisamente la mocosa más paciente y tranquila que el pelinegro conoce. — ¿Estás seguro de esto Touma? — Misaki preguntó a su novio mientras él camina de regreso a su departamento por la ruta de los mercados.
'También lo sentiste ¿No?' Él respondió a través de la conexión mental. 'Ella realmente quiere intentarlo, Yo soy quien más quiere que todos sean felices, Aiho se lo merece… Al igual que nosotros'
— Hay~ amor… Sigues siendo cursi… Está bien. Esto significa que puedo monopolizarte un poco más~. — Touma solo puede reír por eso.
Index dentro de una camisa blanca a modo de pijama, se abalanzó sobre el pelinegro en cuanto escuchó la puerta cerrarse con seguro y un paso; Lo bueno de haber perdido el brazo derecho ante Aureolus, es que su piel se endureció como la de un dragón después de que aquél ser lo mordiera. Lo que significa que los dientes de Index no duelen… pero son molestos, con un suspiro Touma se disculpó y dejó una bolsa de víveres en la barra antes de quedarse en bóxers y caer sobre la cama.
Al estar acostado, él pudo ver la pequeña y linda entrepierna de Index cuando ella saltó sobre la cama, ¿Por qué ella no usa bragas si tiene suficientes? Es una de las preguntas de las que no quiere respuesta. El pelinegro simplemente empujó esa imagen fuera de su mente, junto a todas las posibles implicancias de pedofilia. Pensamientos que fueron casi implantados por Aogami y sus constantes adoraciones por niñas chiquitas y Komoe-sensei.
Entonces Touma empujó su mente en el sueño, un sueño con una cama para dos personas, Misaki bebiendo vino en un sillón café, su cuerpo iluminado por la luz de la lámpara, vestida con unos ligeros blancos sensuales y un camisón casi transparente. Sentada en el sillón contiguo, una chica de cabello chocolate esponjoso, vestida con un conjunto de ropa interior lila bastante erótico, apenas iluminada por la misma lámpara, parece disfrutar de la escena. En la cama está una linda joven de… ¿Ruiko Saten?, esperando y deseando a Touma, vestida con ropa interior que deja ver sus pezones y labios íntimos. Arriba, en lo que se supone que es el techo, Infinidad de ojos y bocas se retuercen sobre un negro profundo.
'Ah~ Así es como se siente el miedo…'
En un cuarto de hospital, la habitación adjunta a la de Touma, Kiyama observa con lágrimas de felicidad el agradecimiento que sus ex-alumnos están transmitiendo por uno de los dirigibles que vuelan alrededor de Ciudad Academia. Finalmente sus estudiantes son libres de continuar sus recuperadas vidas; finalmente ella puede relajarse. Aunque aún tiene las ojeras marcadas, el cansancio acumulado de años la está dejando, por fin un peso se ha ido. Ah, También es su cumpleaños…
