Secretos familiares.
-Di Li-ly. –La pequeña niña de cabello blanco colocó su manita sobre la nariz de su tía.
-Lli-lly –dijo la pequeña niña jalando el cabello de su tía.
A Lily se le endulzó el corazón al ver a su sobrina intentar decir sus primeras palabras. Esperaba que Lucy no le molestara que fuese su nombre y no "mamá". Aunque no podía hacerlo, al fin de cuentas, no es como si su hermana pasara mucho tiempo con ellas. De hecho, no tenía dos días que había llegado a casa. Habían pasado tres meses con el señor Sebastián.
Era algo que le molestaba a Lily; que su hermana fuera bastante irresponsable y despreocupada. Si Lisa estuviera aquí es probable que ya le hubiera dicho algo, o simplemente fuera lo mismo. Según Lucy, Lisa siempre se desconectaba de la realidad cuando se trataban de sus estudios. Ella no sabía que tan mentira o verdad era.
Pero era posible Lucy hiciera lo mismo que Lisa. Aunque nunca hablaba sobre lo que hacía, y porque no estaba en casa, tampoco de donde salió el señor Sebastián, apareció unas horas después de que su hermana fue a ese viaje de dos meses. Lo que Lily pensaba es que tenía un trabajo de esos que no podía decirle a su familia para no meterlos. Porque, además de todo, siempre tenía dinero y le compraba todo lo que le pedía.
A pesar de que Lily tenía ocho años, entendía perfectamente que hay cosas que no se les debía decir a los niños para no corromper su inocencia. Es posible que se debiera a Lisa, y los libros raros que le enviaba. A temprana edad Lily sabia de dónde venían los bebes, que santa Claus no existe, o porque algunas mujeres sangran a cierta edad.
Era algo embarazoso, pero igual se enteraría al pasar los años. Y tampoco es que le importara lo temprano que descubrió las cosas. No le gustaba como era, sin embargo, aunque así funcionaba. Alunas cosas que descubrió en estos días que estuvo sola, fue lo malvadas que eran las personas, o lo mal que algunas llegaban actuar, y lo peor es que muchas justifican con cinismo su actitud.
No odiaba a nadie. Pero odiaba la maldad o la actitud de esas personas; pensaban que por simplemente tener poder y verlo divertido hacían lo que hacían. Lo veía en los ojos de las personas; cada rastro de maldad, y las cosas que realizaban para "ser felices".
Si eran tan felices, ¿Por qué nadie más que ellos eran los que mostraban tal felicidad? O como en la escuela veía a su maestro con ganas de hacerle las cosas que hacen los adultos para hacer bebes. Hubo una ocasión que le envió una carta al director, no por ella, si no por su prima, Liberty. Tuvo la sensación de que algo le pasaría. Cuando hizo eso, citaron al maestro y tía Myriam fue por ellas junto con Sebastián para que no ocurriera nada "extraño".
Nadie se enteró quien envió la carta, aunque hace una semana le confesó la verdad a Liberty, quien solo la abrazó y le dijo que en ese tipo de situaciones le dijera primera a ella sobre ese tipo de cosas. Pero Lily le dejó en claro que no iba permitir que les llegara a pasar algo a su familia, ni mucho menos a ella. Liberty estaba de acuerdo con eso. Aunque le dijo que lo mejor era guardar ese tipo de cosas entre ella y Tía Myriam.
-Fui a la escuela –dijo Lucy, mirándola con indiferencia.
-¿Ah, sí? ¿Por qué?
-Ya sabes, por qué te dejó mucho tiempo sola, porque cuidas a Lupa. Quería saber cómo era tu rendimiento escolar y me entere que despidieron a un maestro que le daba clases a Liberty. Y apenas me entere de la carta que le mandaron al director, me di cuenta que tú lo causaste.
Ambas se miraron. Lily vio a través de sus cabellos. Ya sabía todo.
-Ya entiendo, imagino que quieres saber porque lo hice.
-Más o menos. –Lucy la miró. La cargó y le dio un beso en su mejilla –. Hiciste bien. No te preocupes, ese tipo no le hará daño a nadie. Por estas cosas es que no me gusta dejarte sola, Lily. Pero hay cosas que debo hacer si quiero que salgas adelante. No es que sean más importantes que tú, y que prefiero poner lo que hago por encima de ti. Es solo que… bueno, lo sabrás en su momento.
Lily se dio cuenta que nada de eso era mentira. Se sintió mal por pensar de que su hermana hacia cosas malas. Aunque no podía evitar sentir que si las hacía.
-No pensé eso es solo… –Se quedó callada al ver la mirada seria de Lucy. No importaba.
-¿Quieres ir ver a Lisa? –Preguntó de repente. Lily se sorprendió cuando escuchó su pregunta. ¿Hablaba enserio?
-¿Cómo es que podemos ver a Lisa?
-La liberaron. Al parecer cumplió su condena cuando descubrieron los grandes avances que hizo dentro de la cárcel.
-¿Va a trabajar para el gobierno?
-No; nada de eso. Va trabajar para otra empresa.
-Supongo que está bien.
-Tía Myriam y Liberty van ir a verla también.
Eso iluminó un poco la cara de Lily. Convivir con Liberty era algo que le encantaba. Podían hablar de muchas. Además que jugaban durante horas y horas algún videojuego o hablaban de algún comic de Ace Savvy. Era como su hermana, a pesar de que solo fuera su prima. Sentía, además, que le llegaba a recordar a alguien importante de su vida.
-Iremos mañana a Nueva York.
-Está bien.
Lily subió a preparar sus cosas. Por lo que creía, se quedarían al menos todo el fin de semana con ella. No llevaría mucha ropa. Suponía que Liberty tampoco.
Ambas caminaban diariamente de regresó a casa, y llegaban a quedarse en casa de tía Myriam o en la de sus abuelos. Ellas se mudaron poco después de la desaparición del abuelo. Pero no interferían en sus vidas, muy a pesar de que deberían hacerlo y en varias ocasiones tía Myriam demostró que podía cuidarlas. Aunque Sally prefería que no lo hiciera, al menos no por ahora.
En un inicio fue algo que a su tía no le gusto. Pero algo ocurrió. No sabía con exactitud qué, solo que desde, fuera lo que fuera, no se metió tanto. A menos que ella o Lucy se lo pidieran. Lo peor es hasta Liberty sabía de lo que hablaron.
…
-Ace Savvy salva el día de nuevo –dijo Liberty, al mismo tiempo que Lily se colocaba de pie y hacia una pose heroica. Liberty se puso de pie y observó afuera; era una ciudad bastante grande y bella, no le sorprendida que hubiera muchos turistas del diario. Pero le molestaba que su madre no la dejara ir con Lily. Tenía trece años, edad suficiente para cuidarla –. Desearía poder dar una vuelta.
-Y yo desearía saber porque te pusiste roja cuando te pregunte que era ese paquete que llevabas el otro día que te vi saliendo de la farmacia.
Lily sintió un coscorrón en la cabeza. Al parecer seguía sin hacerle gracia que le preguntara sobre eso.
-¡Te dije que no preguntaras! –dijo, aun con el puño cerrado dispuesta a darle otro golpe.
-No es como si no pudiera preguntarle a Lisa. –Miró afuera de la habitación como sus hermanas y su tía Myriam hablaban –. Sabes que ella no tiene pudor para hablar de estas cosas.
Liberty se puso un poco más roja por eso y comenzaron a darse varios puñetazos, algunas mordidas y jalarse el cabello, levantando un poco de polvo mientras seguían peleando.
-Niñas, pueden venir un momento.
Se detuvieron en seco. Las iban a regañar por estar peleando.
-Fue culpa de Lily. Me está preguntando sobre…
-No es de eso.
Liberty giró la cabeza por la confusión.
-¿Qué pasa, mama? –preguntó Liberty.
-Puedes ir con Lily a caminar a la ciudad –espetó. Liberty levantó una ceja por la confusión –. Solo no vayan a lugares con poca o nada de gente y no vayan con desconocidos.
Por un momento Liberty iba preguntar qué estaba pasando. Pero lo entendió al ver sus caras. Era mejor no preguntar, al menos no por el momento, era delicado.
-Lleva esto contigo, Liberty. –Lucy le extendió una mochila –. Recuerdan que si tiembla o de repente hay un cambio brusco de temperatura, deben regresar de inmediato.
-Supongo que está bien –dijo Liberty, entendiendo a que se refería Lucy –. Vamos Lily, podemos ir al centro comercial o a uno de esos restaurantes de lujo.
Ambas salieron del departamento de Lisa. Esperaron unos segundos hasta que estuvieron seguras de que habían salido del edificio. No les preocupada Liberty, Lily sí. Ella era importante, era como Lucy, quizás peor o mejor. Ninguna de sus hermanas, a pesar de sus conocimientos, entendía del todo que era Lily.
-¿Qué les diste?
-La tarjeta para que compraran lo que quisieran, la cobija, el encendedor y el arma –le respondió a Myriam.
-Me preocupa que, aun así, hayan salido a la calle –suspiró preocupadamente. Colocó a Lupa en sus piernas. Le hizo una cara graciosa, eso hizo que la niña le jalara los cachetes, soltando unas risitas –. Siento que fue muy rápido. Aun eras una niña cuando tuviste a Lupa.
-Y no es como que muchas chicas hoy en día no fueran madres a los catorce años.
-¿Lily no te pregunta por el padre?
Aquí iban de nuevo. Lucy odiaba que su tía preguntara sobre quién era el padre de Lupa. Era una respuesta privada. O quizás no lo era. Muy en el fondo sabía que era ella la madre y el padre. Algo que Lisa no entendió; pero era fácil de entender; el amor de su vida. Aunque Lucy tampoco podía entender, no sabía si era ella o era Lincoln; e incluso puede que Luan o Lynn.
El padre de su hijo era las personas que más amaba, y realmente no sabía a quién amaba más de sus tres hermanos favoritos. No había explorado mucho sobre la vida, por lo que no tenía un concepto bien definido sobre a quién amaba de verdad. Sabía que lo del hermano de Rusty, Rocky, fue algo inocente, y ese chico que conoció en la funeraria dejó de gustarle al conocerlo mejor.
¡Y por supuesto! Lisa había intentado sacarle pruebas de ADN a su hija sin obtener un resultado, sin embargo. Pero tenía células de un ser vivo que no existía en este mundo, pero ese ser vivo era humano y a la vez no. Esa fue la razón por la que no investigo más, así que lo dejó como algo que no tiene explicación.
-No –respondió secamente.
-Ahora que mencionas a Lily, ¿Qué te paso en los ojos?
Lucy la miró sorprendida, a pesar de su poca expresión emocional, incluso abrió un poco su boca.
-¿Cómo lo sabes?
-Lily lo sabe y me dijo que te revisara. –Lisa rió un poco –. No entiendo cómo es que se dio cuenta. Si no me hubiera dicho es posible que no lo hubiera notado… pero, viendo detenidamente, se te nota que llevas un parche en tu ojo izquierdo.
Así era. Lucy llevaba un parche, no era porque se hubiera quedado tuerta, era porque algo le había ocurrido. No tenía una infección, no; al contrario, había sido bendecido. Pero era algo que no podía entender con palabras.
Levantó su cabello, luego levantó el parche dejando al descubierto sus ojos. Su ojo izquierdo era de color gris, algo extraño para Myriam y Lisa, ellos recordaban que sus ojos eran azules. Y su ojo derecho era de color avellana.
-Con el ojo izquierdo parche puedo ver la maldad de cada ser vivo y las cosas que pueden llegar hacer; con el derecho puedo ver la falsedad de cada ser vivo, un poco los acontecimientos que ocurrirán, quienes y porque. –Volvió a cubrirlo –. Me puse un parche porque aún no puedo soportar lo que veo… las personas están locas –dijo, dándole un golpe a la mesa –. Y pensar que apenas llevo setenta objetos.
-Cálmate, Lucy.
-Vi a un tipo que dice que su hija desapareció, pero en realidad se la comió.
Myriam hizo una mueca. Le provocó nauseas esa exclamación. Lo peor es que Lucy no mentía, en el tiempo que llevaba de conocerla nunca había dicho una mentira.
-Ojala no ocurra nada afuera –comentó Lisa, cambiando el tema –. ¿No han notado que se detuvo?
-Oh… no tienes de que preocuparte, si pasa algo, saldré rápidamente a buscarlas –dijo –. Ahora, debemos halar de ti, Lisa. ¿Qué harás?
-Oh, sí. –Lisa se rió un poco –. Solo tengo que crear algo para que puedan contenerlos, no es muy difícil. Primero empezare con lo básico. Al menos hasta que me consideren un miembro devoto a la fundación.
…
Se habían divertido mucho. Dieron varias vueltas por distintos edificios que mostraban cosas que a Lily le resultaron atractivas. También fueron al parque, donde había múltiples personas haciendo de todo. Era increíble esa ciudad. En Royal Woods, al ser una ciudad pequeña, se hacían eventos donde había mucha gente pocas veces al año.
Las veces que pasaba Lily lo disfrutaba mucho, porque podía ver a las personas ser felices. No sabía con exactitud porque le complacía ver a las personas felices. El sentimiento que ella experimentaba era compartido; si ellos estaban felices, ella estaba feliz. Era por eso que siempre ayudaba a los demás, incluso a costa de su propia felicidad, si es que llegaban a pedírselo.
Recordaba hace poco había dejado entrar a un vagabundo a la casa. Sebastián casi lo mataba, saco esa espada de color blanco que le dio Lucy y estuvo a punto de partirlo a la mitad. Pero Lily no lo dejó, así que Sebastián decidió ayudar a ese señor con algo de dinero, comida y ropa. Algo que a ella le hizo sentirse feliz por la expresión del vagabundo.
-Esta ciudad es muy grande.
-Ni que lo digas.
Liberty se sentó en un banco. Las personas seguían caminando tranquilamente mientras hablaban entre ellos o simplemente veían sobre lo que debían comprar. A Liberty no le gustaban las grandes cantidades de gente. Sabía que era un poco más seguro eso que estar en soledad, o no, en realidad aún no estaba en la situación que Lucy le había comentado. Y si era sincera, le aterraba. Y solo era cuestión de tiempo para que algo así pasara; podía ser ahora o de regreso a casa.
Desearía poder estar tranquila. Poder jugar con Lily, y esperar algo malo. A veces se sentía un poco paranoica. Sobre todo ahora con el "accidente" de su maestro.
-¿Quieres jugar ir al árcade? –preguntó Liberty a Lily.
-Oh, vamos –dijo, mirándola –. No eres muy buena con los videojuegos.
-¿Estas segura de eso o tienes miedo de perder?
Ella entrecerró los ojos por su respuesta. Ambas sabían que eso era mentira. Las veces que llegaban a jugar en su consola de videojuegos ella siempre perdía.
-De acuerdo, entonces juguemos –dijo –. Pero vamos a apostar algo: si yo gano me dirás a qué edad me crecerán los pechos, y si…
Liberty le dio un coscorrón a Lily mientras el color rojo le invadía las mejillas.
-¡¿Cómo porque dices eso en público?!
Se lanzó contra ella aplicándole una llave en el cuello. Lily hizo un esfuerzo por respirar mientras le daba un par de golpes, los cuales se los regresó Liberty. Eso causó que comenzaran a pelear y levantaran una nube de polvo.
-Ahora –comenzó Lily, mordiendo a su prima en la cabeza –la gente nos está viendo gracias a ti.
Liberty se detuvo en secó. En efecto, la gente las miraba, cosa que la puso mucho más roja que un tomate. ¡¿Habrán escuchado la parte de los pechos?! ¡Oh Dios! Le aterró pensar que hubieran escuchado lo que le dijo Lily.
Pero las personas no la miraron. Miraban a la nada. Su mirada se dirigía al cielo o al suelo. Liberty se confundió. Miró hacia Lilly y ella empezó a llorar fuertemente. En ese momento fue cuando todos las miraron. No era por la pelea o los llantos de Lily. Sus miradas eran vacías. Sus ojos reflejaban un vacío. No podía explicarlo con exactitud, pero era lo que Liberty sentía, fue en ese momento cuando un escalofrió recorrió su espalda, porque ya sabía perfectamente que era.
-Mierda –espetó, acercándose corriendo a su prima mientas las personas se acercaban hacia ella como una parvada de buitres que ven carne muerta –. Tranquila, Lily. No pasa nada. Yo estoy contigo. –Liberty colocó la mochila enfrente de ella para sacar las cosas, en ese momento comenzó a temblar. –Mierda. Mierda. Mierda. Mierda.
Lily seguía llorando fuertemente. Liberty no sabía realmente del llanto. Aunque era por lo que ahora veía de las personas; odio, miedo, tristeza y caos. Hasta podía oler a putrefacción. Lo que Lily sentía como sus mentes iban a un vacío sin salida. Perdían la felicidad, la luz que iluminaba su camino y los impulsaba a vivir.
¿Por qué les estaba pasando eso? Odiaba que las personas estuvieran de ese modo. Cuando ellas lloraban, ella lo sentía, compartía parte de ese dolor y por eso odiaba que se sintieran así. Quería que parara esa tristeza. Debería ir con ellos para intentar sacarlos de ahí.
El temblor se hizo más fuerte mientras Liberty alcanzaba a oler a carne quemada y podrido. Abrió la mochila, en efecto, la cobija estaba ahí, el revólver y el encendedor.
Liberty las cubrió con la cobija. La luz del sol aún se alcanzaba ver, pero poco a poco, o eso parecía, comenzó apagarse al igual que un foco que esta fundido. Lucy le dijo que esa era una de las cosas que ocurrían cuando "eso" aparecía. Eso explicaba porque Lucy le dio el encendedor. La cobija los protegería contra cualquier mal. El revolver mataría lo que ella quisiera. Había pensado en las posibilidades.
Los llantos de Lily habían aumentado. Los ruidos se hacían mucho más fuertes.
-¿Por qué lloras, Lily? –preguntó, abrazándola –. No pasa nada. Yo estoy contigo. Te protegeré.
Lily hundió su cabecita contra su regazo. Eso era que ella sabía, pero…
-Las personas sufren. Odio que sufran –sollozó.
Liberty se arrancó un trozo de su falda y la encendió con el encendedor. No saco humo. Y ella sabía perfectamente que no quemaría la cobija.
-Lo sé –dijo –, pero solo es momentáneo.
-Tengo miedo de que te pase algo.
-Oye… se supone que yo soy quien debe protegerte. ¿Lo olvidas, tontita? –Le pegó con la punta de sus dedos en su frente.
-Tengo miedo que te pase lo mismo que le paso a mis hermanos…
Así que lo sabía.
Realmente no sabía que les paso a sus hermanos. Lucy no hablaba de eso. Sally mucho menos, a ella llegaba a molestarle incluso.
-No te pasara nada. –Le dedicó una sonrisa sincera –. Yo te protegeré. Recuerda que alguna vez me dijiste que era como tu hermana mayor. ¿Y qué hacen las hermanas mayores? Así es, proteger a los menores.
-¿En serio?
Lily parecía calmarse poco a poco. Eso podía deberse a que iba dormir. Lucy le dijo que si llegaba a pasar por esta situación que no se preocupara si ella caía dormida.
-Claro que sí.
La pequeña comenzó a dormitar. Era muy cómodo cuando Liberty la abrazaba. Siempre le relajaba que la cargaran. Además, esa cobija siempre era muy cómoda. La habían tenido mucho tiempo, no parecía tener pisca de ser vieja o descoserse de los bordes. Esperaba que Liberty no le molestara que durmiera en su regazo.
Ya sea había dormido.
Liberty dejo de cargarla. La cobija era lo suficientemente grande para protegerlas. Incluso si fuera su tía (que era un poco pasada de peso) la podría cubrir sin ningún problema.
Ahora no sabía qué hacer. ¿Esperar a Lucy? Afuera solo parecía haber pura oscuridad. La oscuridad estaba sobre toda la ciudad. No terminaría hasta que arrastraran a Lily hacia ese mar de negrura. Odiaba que Lily estuviera bajo esa amenaza. Lucy les contó todo esto la situación y porque Lily debía estar a salvo, al parecer era algo que se conocía como un ser de luz. Liberty la amaba con todas sus fuerzas y por eso es que se decidió a protegerla a costa de su vida.
Se quitó la cobija de encima. Todo estaba oscuro, pero podía llegar a ver algunas sombras paradas frente de ella. Sabía que eran las personas que se quedaron paralizadas cuando la oscuridad llegó. Posiblemente muchas de ellas terminarían suicidándose o, si no lo lograban, maldiciéndose.
Podría llevarse a Lily en su espalda cubriéndola con la cobija mientras ella caminaba, eso sería suficiente para que no le pasara nada si las atacaban. Con el revolver podía defenderse bien, al menos hasta que encontrara a Lucy.
El sonido de un burbujeó le hizo pegar un brinco. Dudó un momento si debía mirar afuera. Odiaba ser curiosa. Se destapó y entre toda la oscuridad pudo observarlo, eso causó que profiriera un gritó por aquel monstruo que estaba mirándola. ¡Dios!, la palabra le quedaba tan corta para ser llamada de ese modo. Estaba cubierto de lo que parecían ramas, o huesos, ¿Cómo iba saberlo de todos modos?
Sin dudarlo, disparó el revólver. Le rozó parte del brazo, sin embargo, volvió a disparar cuando esa cosa comenzó acercarse lentamente hacia ella, el segundo disparó le impactó de lleno en el pecho, haciendo que reventara, pero esos trozos de carne, huesos o ramas se retorcieron y hacían sonidos extraños para comenzar a extenderse para alcanzarlas. Volvió a disparar hacia esa cosa, haciéndala retroceder un poco. No importaba. Esa cosa volvía a extenderse.
Se cubrió de nuevo con la cobija y, gracias a la flama, pudo ver que esa cosa se dejó caer todo sobre ellas. Agradecía que esa cobija tuviera esa habilidad, y como le dijo: " A veces algo tan pequeño puede protegerte de los miedos más grandes". Aquella cosa parecía revolverse como una serpiente sobre la cobija.
Mierda. ¡Tenía que salir de ahí! ¡Ahora mismo tenía que irse!
Pero el departamento quedaba lejos. Mejor dicho, realmente no lo sabía. Habían ido por el metro para llegar al centro de la ciudad y no tenía idea de donde se encontraba. Su celular estaba apagado. Aunque era más seguro irse que quedarse, sobre todo, porque poco a poco esa cosa podría hacer que se volviera loca.
El fuego de ese encendedor no se apagaría a menos que ella lo quisiera. Miró dentro de su mochila. Nada. No había algo sólido que pudiera quedarse encendido por varios minutos.
- Mami, ¿Dónde estás? –Algo se golpeó contra la cobija –. ¿Quién anda ahí? ¿Me puedes ayudar?
Liberty sintió un nudo en la garganta. No importa cuántas veces Lucy le hiciera vivir la experiencia de lo que pasaría si ayudaba a alguien en una situación de ese modo, siempre dudaría. Pero no era tonta. Se tapó los oídos.
Lo único que sintió fueron más golpes a la cobija que se hacían más intensos acompañado de algunos temblores. No se quitó las manos hasta que todo se calmó.
-¡La cosa que proteges voy a hacerla trocitos y hare que…!
Se tapó los oídos de nuevo. Estuvo así unos minutos más hasta que al quitárselos no escuchó nada. Era probable que se ocultaran entre la oscuridad o desaparecieron simplemente porque no dudo.
Colocó a Lily sobre su espalda mientras sus brazos se sostenían fuertemente a su cuello. No se soltaría. Puede que fuera un instinto. Se colocó de pie. Arrojó el trozo de su falda encendida al frente iluminando un poco el camino; todo era rojo y había unos cráneos humanos regados por el suelo junto con un rio de sangre que era decorado por lo que parecían ser serpentinas.
Le dieron ganas de vomitar por aquel espectáculo.
Encendió el encendedor y caminó entre los cráneos; escuchó perfectamente el crujido y los golpes a la carne que daba con cada paso. El encendedor iluminaba un poco por donde iba. Finalmente encontró algunos trozos de madera. Agarró un trozo un poco grande, al encenderla la luz alumbró un poco más, dio un paso hacia atrás al ver a un niño con las cuencas vacías y la boca abierta de la cual se movía algo.
Tembló del miedo mientras su estómago parecía moverse. Agitó su cabeza antes de dar media vuelta y caminar rápidamente para alejarse ahí. Sin embargo, el niño apareció nuevamente enfrente de ella, la cosa que estaba dentro de su boca se hizo más grande. Liberty disparó, volteándose rápidamente para que no la salpicara. Iba volver a caminar, pero vio que en suelo algo se estiraba como la goma.
Volvió a caminar.
Seguirá sin un rumbo hasta que encontrara a Lucy. No sabía cuánto tiempo le tomaría. Era imposible saberlo. La oscuridad era tan inmensa que Liberty sintió que era infinita. No se detendría, ni siquiera cuando comenzaron las alucinaciones donde se veía a ella estrangulando a Lily o violándola. Se dio un golpe fuerte, tenía que alejar esos pensamientos.
-Dame a la niña… yo sé que la odias. Vamos evita todo esto y dame a la niña.
Liberty se mordió el brazo derecho hasta enterrar sus dientes dentro de su carne. Eso la ayudó a despejar un poco su cabeza. No había estado tanto tiempo ahí y las alucinaciones se hicieron presentes.
Miró a sus lados, habían aparecido varios rostros tan espeluznantes que le hicieron recordar muchas cosas; desde la aquella vez que lloró cuando tenía un año al tropezarse con uno de sus juguetes ; o aquella que a sus seis años mojó la cama por una pesadilla con la cosa que se deslizaba por el suelo. Su mente comenzó a llenarse de recuerdos de ese tipo. Tanto que empezó a gritar del miedo que le provocaban.
¡Quería que parara!
-La niña. Dámela.
Leso le hizo reaccionar un poco. Disparó el arma por todos lados. Y se tapó con la cobija. Sintió como algo intentaba quitarla, pero ella la sostuvo fuertemente a pesar del dolor de cabeza.
Lucy se lo advirtió, y ciertamente era la primera vez que sentía algo así. Ellos nunca se acercaban si Lily no estaba con su hermana.
-Te abandone porque siempre me diste asco. –Liberty vio a su padre enfrente de ella; era una miniatura, pero era el mismo – . Pero… ¿Qué tal si matas a tu prima y vienes conmigo? –sonrió de un modo grotesco a pesar del odio en sus ojos, sin embargo, con su mano acarició la cara de Liberty –. Serás la hija de papi. ¿Qué dices?
Su cabeza comenzó a llenarse de oscuridad absoluta. Pero aun había algo de luz, estaba cerca de ella. Era muy brillante y molestaba, era todo lo contrario a la oscuridad. ¿Por qué protegía a Lily de la oscuridad?
Ambas podían unirse a ella y vivir eternamente en… ¿Qué más daba? Esa boca, y lo que le decía, parecía ser cariñosa y bondadosa. Lo único que tenía que hacer era apagar la luz, era algo fácil; colocó su mano encima y se apagó. Ahora solo tenía que quitarse la cobija para que las abrazaran.
Así lo hizo.
Pero algo se colocó en medio de ellas. Lucy llevaba una espada junto con un escudo. Aunque ambos objetos parecían pesarle demasiado.
-Hija, oh por Dios, ¿no te lastimaron?
-¿Mamá…? –Liberty habló tan bajo que no la escuchó, lo único que hizo fue darle un abrazo a su madre mientras sostenía a Lily.
-Cúbrete bien –dijo Lisa, alzando un escudo –. Ahí viene…
Lisa levantó el escudo y una buena cantidad de luz las cubrió completamente.
Lucy levantó la espada. Hizo un corte limpió de esa cosa. No iban a lastimarla mientras no mostrara cobardía. Y no lo haría, le daba más miedo sufrir el castigo del "portador" si mostraba cobardía que morir.
Se quitó el parche de su ojo, fue cuando pudo verla. Esquivo el siguiente golpe. Se cubrió con el siguiente que venía de arriba. No dudó que lo podía detenerlo, y así fue, los tentáculos de la parte de arriba hizo un par de grietas en el suelo.
-No retrocedas… muestra miedo, o llegas a tener piedad solo porque no mancharte las manos de sangre, entonces te mató.
La voz del portador. La paz y el valor necesitan fuerza. Lucy dejó caer la espada, ella hizo un movimiento de hacia atrás y arrojó la espada hacia ella. Esa cosa pareció chillar, o gruñir, no lo sabía, así que fue rápidamente hacia esa cosa. Los tentáculos que salían de esa cosa se lanzaron hacia ella, pero en ese momento se cubrió con el escudo.
Siempre mostraría que tenía valor, que tenía el " Corazón de león". Ese escudo solo aparecía cuando hacía algo de valor. Los tentáculos intentaron quitarle el escudo, la sacudieron un poco, golpearon su cuerpo contra el suelo.
Llegó a donde estaba la espada; en el centro de esa cosa. Empujó con el escudo los tentáculos y sacó la espada. Luego volvió a golpear el centro con todas sus fuerzas.
Repitió la misma acción haciendo con el escudo cortes en esa cosa. Sus ojos le mostraron que intentaba escapar.
-Tercer anillo, fuerza de oso. Elemento de tierra. –Apretó sus manos y lanzó un puñetazo al aire; lo que intentaba escapar salió del suelo. Esa cosa volvió arrojarle más tentáculos –. Cuarto anillo, protección de tortura. Elemento de metal. –Varios trozos de metal se lanzaron contra esa cosa, y otros la protegieron.
-¡Hija de puta!
Lucy observó los pulsos magnéticos de las personas que lanzó hacia ella.
-¿Crees que puedes detenerme? –preguntó, protegiéndose. Los cuerpos de esas personas explotaron como un globo de agua, cubriéndola de sangre –. Primer anillo, purificación. Elemento de agua. –Lucy hizo un círculo con sus manos haciendo que esa cosa quedara encerrada –. Segundo anillo, furia de tigre. Elemento del fuego.
Su espada se encendió y se lanzó contra ella, pero el golpe fue suficiente para atravesar su pecho.
La luz volvió de golpe. La chica cayó al suelo. Guardó la espada en su pecho, pero sacó una de color negro. Podía matarla con esa espada definitivamente. No uso la espada del " trueno" porque no creía que valiera la pena.
Esa chica que había asesinado a sus padres solo para ver si el niño que llevaba en su vientre viviría o moriría. Fue cuando la oscuridad comenzó a invadirla. Imaginó que Zalgo quería usarla para probar su fuerza ahora que no estaba oculta. O puede que incluso fuera " Él", quien intentaba detenerla.
Lisa dejó de cubrirse con el escudo.
-¿Qué harás con ella? –preguntó Lisa, cargando a Lupa. Myriam llevaba Liberty, que seguía abrazada de Lily.
-Deberías estudiarla.
Lisa la miró sorprendida. Lucy no era de las que apoyaran los experimentos que realizaba en humanos.
-No me interesa realmente. Además, es posible que te den un ascenso por esto; aún conserva algunas habilidades.
-¿Estás bien?
-Yo sí. –Lucy cayó al suelo mientras su nariz comenzaba a sangrar. No mostró debilidad, pero la fuerza que aún no poseía le costaba un poco, a pesar de que era inmortal. Debía ir por el " Portador de la resistencia y la fuerza" para no sentirse débil. Era probable que varios de sus huesos estuvieran rotos –. Solo necesito descansar un poco.
-Ya nos habías dicho que al no tener tanto poder tu cuerpo no soporta las grandes cantidades de energía que emitían varios objetos.
-Así es…
-¿Por qué no usaste este escudo? –preguntó Myriam, mientras Lisa le daba el escudo.
-Está hecho de luz. –Lisa alzó una ceja confundida. Myriam se limitó a quedarse callada –. " Él" intentó usar oscuridad para destruirlos a ellos, así que lo único que combate la oscuridad es la luz, fue por eso que hicieron ese escudo de la primera luz que iluminó al universo.
…
Lily se despertó de golpe. ¿Qué había pasado? No recordaba nada, solo que todo era negro en totalidad. Antes de que intentara recordar un poco más, Liberty la abrazó sin que ella notara que estaba ahí. Parecía estar llorando, lo cual comenzó a hacer que ella sintiera tristeza de repente, algo que Liberty notó. Fue cuando se limpió las lágrimas.
-Tranquila, Lily –dijo, sonriendo –. No llores. Es solo que me pegue hace unos momentos.
-Deberías tener más cuidado, pero, ¿Qué paso? Recuerdo que estábamos en el centro sentadas en un banco.
-Tampoco lo recuerdo. Pero supongo que estamos bien.
-Recuerdo que todo se volvió negro y las personas…
-No pasó nada, Lily, ¡entiende! –interrumpió, un poco alterada.
Lily la miró como si estuviera examinándola. Se sintió como cuando tenía cuatro años y se orinó enfrente de la clase. Todos la miraron entre una mezcla de asco y burla. Y ella se sentía sucia, culpable, porque había mojado sus pantalones cuando su padre le había enseñado a usar el inodoro. Esa era la sensación que la invadía cuando Lily la miró fijamente a los ojos: sucia y culpable. Quizás Lily sabía que le había dicho mentiras.
-No hagas preguntas de las que no quieres recibir respuesta.
Liberty dio un brincó del susto al escuchar a su prima detrás de ella.
-Pero yo…
-Hubo un eclipse solar y te quedaste dormida. Eso fue todo –dijo, fríamente –. No te enojes con Liberty, después de todo, ella no quiere recordar el número que hicieron sobre sus pechos pequeños.
Liberty le dio un coscorrón Lily al recordarlo.
-Gracias por mencionarlo, Lucy.
-De nada –respondió, un tanto sarcásticamente –. Supongo que deberíamos irnos.
Lily abrazó a Liberty antes de decir otra cosa.
-¿Me puedo quedar contigo?
-Por supuesto –respondió, con una sonrisa, cargándola.
-No veremos en mucho tiempo a Lisa, Lily, así que despídete.
-¿Qué? ¿Por qué?
-Trabajo. –Lily supo que eso no era una mentira.
Había escuchado varias veces a sus hermanas hablar algo sobre que condenaron a Lisa por "crímenes" que cometió. A Lily no le importaba en absoluto que muchos consideraran a Lisa un monstruo, ella siempre seria su hermana. Esperaba que fueran a visitarla mas seguido o que ella lo hiciera.
-Espero verte de nuevo –dijo, dándole un fuerte abrazo –Te quiero, Lisa.
-No te preocupes. Iré a verte. No sé cuándo, pero lo hare. Te lo prometo.
Lisa la cargo, y, después de mucho tiempo para Lucy, la vio mostrar emociones.
Su familia salió de su departamento. Lisa se sintió sola de nuevo. No era como otras veces donde, a pesar de encerrarse en su habitación, sabía que no estaba sola por todo el ruido en la casa.
No era el momento de pensar en su otra vida, era momento de trabajar. No sabía del todo como iba ascender en la fundación. Ya se le ocurriría algo.
Lucy ya era más agresiva y fuerte.
Ya había comenzado.
Fue al armario que estaba junto a su habitación, ahí estaba la chica.
-Ahora me hablaras de como rayos entraste ahí sin morir.
…
NA: Primera actualización del año. Se siente bien publicar y escribir después de mucho tiempo.
Espero que con esto haya quedado un poco más explicado que va pasar y el futuro de cada personaje que usare dentro de esta historia.
Para el personaje de Liberty me inspire un poco del autor "Fabijosh" y de los comics de "Jump-Jump", eso incluye a la "Tía Myriam", que es un personaje que hizo ella.
Sé que aún quedan algunos cabos sueltos sobre que es Lucy, respuesta que no responderé porque sería mucho. Pero en cuanto a las motivaciones de las hermanas, denle tiempo a la historia.
Saludos a todos. Y a darle a las historias.
