Hola a todos! He aquí comenzamos con una nueva historia. Esta tiene categoría T, ya que tratará temas delicados. Aviso de antemano, habrá muertes, sangre, traumas, y tendrás ganas de llorar o hasta de asesinar a alguien. Esta historia la hice en colaboración con Tsubasa23 quien me dio las ideas para realizarla, ya pues sin más qué decir además que espero con ansias los siguientes capítulos de la temporada… COMENZAMOS!
…..
Capítulo 1.
Vistazo del futuro.
Un nuevo día comenzaba en Paris y Félix Agreste despertaba por el molesto sonido de su despertador para comenzar con sus actividades. Se estiró en su cama y se levantó monótono arrastrándose hacia el baño. Plagg se encontraba sobre su cabeza roncando y babeando, y a pesar que su portador se cepillaba los dientes, el kwami no dejaba de lamer su cabello, acicalándolo tal y como haría un gato más Félix estaba igual de adormilado para darse cuenta de la travesura de su kwami. Sin embargo, cuando entró en la ducha el kwami gritó y salió de esta.
-¡Podrías haber avisado! No me toca baño hasta la próxima semana.
Félix le ignoró y se concentró en lavar su cabello. Sonriendo ante la sensación del agua caliente sobre su piel y recordando la noche anterior en la que patrulló con su lady, el solo pensamiento le sacó una sonrisa. Tenía un buen presentimiento de ese día. Salió con una toalla envolviendo su torso completamente seguro de que su predicción se cumpliría con o sin mala suerte.
-Hoy será un buen día.- dijo tras tomar su ropa y Plagg fue a por su desayuno.
-¿Por qué lo dices? No me digas que es por lo que pasó anoche. Se te nota en la tonta sonrisita que tienes.
-Puede ser.- respondió no cayendo en las usuales provocaciones del kwami.- Porque es obvio que mi lady ya empieza a sentir algo por mí.- mientras se abotonaba la camisa abrió su cajón y de este sacó un pañuelo rosa con delicados bordes de encaje. Acercó un poco su nariz a este y sonrió.- Aun huele a ella…
-¡Puaj! Y me dices que yo soy el raro.
-Tú hueles queso apestoso todo el día. No compares eso con el aroma de mi lady.- se guardó el pañuelo en el bolsillo de su pantalón sintiendo que este era un amuleto de la buena suerte. A Plagg le parecía que su portador era un ridículo enamorado pero él no era nadie para juzgar, al menos no de la manera convencional, ya lo picaría después.
Tocaron a la puerta y Plagg se escondió. Natalie se asomó y miró a Félix terminando de arreglarse.
-Félix, el desayuno está listo.
-Gracias. Enseguida bajo.- cuando ella se fue tomó sus útiles y Plagg se escondió en su mochila para seguir con su desayuno.- Siento que hoy será un buen día.- repitió con una mediana sonrisa y salió de su habitación, sin tener una idea de que ese día todo su mundo daría un giro extremo.
…
En un punto desolado de Paris, el portal del tiempo se abrió dentro del cementerio del Père-Lachaise y de esta salió un Chat Noir adulto, su traje ya no portaba el cascabel característico, las largas botas se habían reemplazado por otras más cortas, la parte de arriba no tenía mangas pero estas eran reemplazadas por guantes largos apenas dejando ver algo de piel en el hombro, pero el rasgo más característico a notar en esa versión además de una oreja de gato maltrecha, era gran el parche negro que cubría su ojo izquierdo. Bunnix salió detrás de él.
-Hemos llegado.
Chat Noir miró el lugar, el cielo azul y los verdes árboles. A pesar de las tumbas y el silencio ante sus ojos ese escenario era lo más alegre que había visto en años y pudo divisar la tumba de su madre que se alzaba sobre otras con la figura de un ángel. Bunnix se acercó por detrás dándole un leve empujón.
-Hey, no hay tiempo para admirar el paisaje. Ahora te toca a ti. Tienes dos semanas para evitar esta tragedia. No permitas que nuestro futuro termine de esa forma Chat.- en su voz se escuchó un ruego desesperado y Chat Noir asintió.
-Ese es el plan. No debemos…- en ese momento el filo de una espada atravesó a la heroína del tiempo frente a sus ojos.- ¡BUNNIX!
-Pensaron que podrían escapar de mí. Vaya estupidez.- del portal apareció una mujer cuyos cabellos oscuros cubrían su rostro y su traje rojo con puntos negros combinado con el miraculous del dragón la hacía ver más atemorizante. El filo de la espada se enterró más hasta quedar la empuñadura muy cerca de la espalda de la joven portadora del conejo.- Una lástima de verdad. Su plan fue casi perfecto.- alzó su rostro, mostrando a la villana sin una máscara y sus ojos azules reflejaban la locura en su alma.- Pero yo siempre estaré dos pasos por delante de ustedes, eso es un hecho.
-¡Déjala Bridgette!- gritó el héroe al ver a la que alguna fue la gran heroína ahora convertida en una villana, pero Bunnix sacó su reloj de su bolsillo y lo lanzó a Chat Noir.
-Renuncio a ti, Fluff.- el portal de tiempo se cerró y Alix regresó a su estado civil, sujetó el filo con sus manos desnudas y empujó a la villana contra una lápida para darle al menos unos segundos al héroe.- ¡Vete! ¡Queda todo en tus manos!
Chat Noir atrapó el reloj y tomó la difícil decisión de huir. Tenía que hacerlo o todo el plan por el que habían trabajado sería en vano.
-Oh, vaya. El gato huye con la cola entre las patas.- retorció la espada y Alix escupió sangre.- Como si no lo hubiese hecho antes. ¿Cuál es su plan? ¿Matarme en este tiempo?
-N-No somos como tú…- logró decir Alix.- No somos unos monstruos.- sus palabras sorprendieron a Bridgette por un segundo borrando, pero sus labios se estiraron en una sonrisa temblorosa y lanzó una carcajada al aire.
-¿No son unos monstruos? ¡Qué buena broma!- retorció la más espada y Bridgette susurró a su oído.- No pueden negar lo que ustedes son. Porque gracias a ustedes me convertí en lo que soy ahora.- alzó a Alix sobre su cabeza quedando su cuerpo flácido empalado, haciendo que pudiera ver por última vez la sonrisa cruel de la que alguna vez llamó amiga.- ¡Un demonio que llevará al mundo al mismo infierno!
Lanzó su cuerpo hacia una de las tumbas, quedando sobre la estatua de un ángel que le sostenía con sus alas de roca. Bridgette quitó su transformación como Ladydragón quedando solo como Ladybug y en su yoyo guardó el miraculous del dragón. Su traje había cambiado más, con un escote de corazón con unos tirantes estilo griego, guantes largos y una pequeña capa, teniendo como detalle que sus dedos eran color negro así como las entrepiernas pareciendo que portaba botas largas. Pero su sello se encontraba en una cicatriz que iba desde su clavícula y subía hasta su mentón del lado izquierdo. Hizo girar su yoyo.
-Veamos si el gatito puede jugar a las escondidas conmigo.- lanzó su yoyo y se marchó de allí, dejando el cuerpo de Alix bañar en su sangre las alas del ángel en medio del cementerio, en la tumba que pertenecía a Emilie Agreste.
…
-Buen día Félix.- su buen humor se desvaneció al ver quién le recibía. Bridgette con una amplia sonrisa como de costumbre y esa aura tan brillante que le hacía entrecerrar los ojos.- Adivina qué, tengo boletos para una exposición de películas, ¿te gustaría venir?
-No en esta vida.- dijo pasándola de lado sabiendo que la chica se desanimó por completo pero importándole poco. Pensaba que a estas alturas ya debía saber que no estaba interesado. Alya y Allegra se acercaron a la chica.
-Al menos lo intentaste.- le felicitó Allegra pero sintiendo pena por ella.
-Tal vez debiste esperar a más tarde.- dijo Alya.
-No… creo que hubiese sido el mismo resultado.
-Bueno… tal vez si dejases de ser un poco invasiva.
-¿Cómo?
-No lo tomes a mal, es sólo que a veces pareces esas chicas de anime que persiguen a los chicos y…- Allegra le hacía un gesto a Alya que se callara, pero fue demasiado tarde, el ánimo de Bridgette se hundió más y suspiró con pesar.
-Tal vez tengas razón. Siempre intento con todas las fuerzas hacer que Félix me note. Sé que él no es malo, pero cómo me gustaría que me viera…
Al llegar al salón, Félix se encontró con sus amigos jugando un video juego, Claude no paraba de decirle a Nino qué saltara mientras el moreno presionaba frenético los botones hasta que perdió. Lo saludaron y este saludó de regreso.
-Hey, Félix, ¿quieres intentarlo?- preguntó Nino pasándole la consola y Félix sonrió. Antes no hubiese pensado en que esos dos serían sus mejores amigos, o siquiera que tuviese amigos. La vida le sonreía mucho desde que entró a la escuela.
-Félix, buenos días.- saludó Lila que se puso a su lado. Bueno, no siempre.
-Lila.- respondió con sequedad. La chica era un dolor de muelas, tanto así como Chloe, pero esta era diez veces más ponzoñosa.
-Quería recordarte que tenemos ensayo de pasarela esta tarde. El gran desfile se acerca y sabes que a tu padre no le gustaría que cometiésemos un error el día más importante del año.- hablaba con tanta naturalidad de su padre que le causaba cierto repelús, más decidió ignorar su tono ligeramente meloso y concentrarse en la consola.
-Natalie tiene mi agenda. Le avisaré que me recordaste.- en ese momento entró Bridgette con sus amigas, apenas y recuperándose del rechazo cuando Lila se acercó a ella para rematar su mañana.
-¡Bridgette! Buenos días, quería decirte que lamento mucho que el señor Agreste no eligiera tu modelo. Pero si necesitas ánimos o un consejo de moda estoy aquí para ti.- Bridgette se tensó de tal forma que fue notorio a la vista de todos. Apretó sus dientes y dio un paso atrás.
-Gracias, pero voy a estar bien. Esto me sirve para aprender y mejorar en la próxima vez.- habló elocuente intentando controlarse.
-Por supuesto. Admiro tu confianza, más cuando el señor Agreste dijo que tu diseño fue lo más aberrante que había visto en su vida.- la boca de la franco-china se tensó y Lila tapó su propia boca.- Ups. Lo siento, no quiso decirlo, aunque esas fueron sus palabras yo pienso que tienes talento y que en unos años podrías abrir tu propia boutique. Que esta mala experiencia te sirva para impulsarte.- todos miraron conmovidos la escena, pero Claude se levantó de su lugar y se acercó a su amiga.
-Brid, oye, ¿quieres ir a por una limonada? Esta vez yo te invito.- la sacó del lugar casi a rastras porque parecía a punto de explotar y el mechón de su cabello se había puesto en plan de mecha.
Félix no dijo nada, siguió concentrado en el juego hasta que perdió la partida.
La lata de limonada cayó y Claude se la pasó a Bridgette que la tomó y abrió resignada.
-Muchas gracias, Claude. No sabes lo que necesitaba esto.
-No digas nada. Fue desagradable ver cómo Lila removía de esa forma la herida. Y todavía que nadie dijese nada.
-Todos creen que lo hace de buena fe, pero bien sé que no es así.- dijo molesta y dio unos sorbos a la dulce y fría bebida.
-Tómatelo con calma. No creo que el padre de Félix haya dicho esas cosas. Es decir, quizás no fuiste seleccionada pero no creo que dijese algo así de horrible.
-Oh, en realidad fui seleccionada.- dijo para sorpresa del este.- Pero mi diseño terminó con el nombre de otra persona.
-¿Qué? ¿De quién?
-¿No adivinas?- el castaño tardó unos momentos en entender y frunció el ceño.
-Lila. Por eso escuché a algunos decir que tenía talento para la moda así como modelar.
-Exacto. Mi diseño fue a parar en su carpeta. Y lo peor es que no puedo probar que lo hizo.
-¿Por qué? Es tu diseño. ¿No tienes borradores de este?
-No tuve la precaución. Ese fue mi error y Lila lo sabía. Mi libreta también desapareció y no la he podido encontrar, temo que use más de mis diseños a futuro y yo no pueda hacer nada.- el castaño apretó la lata, no podía creer lo que escuchaba y que todavía esa bruja se saliera con la suya.
-No importa lo que pase te voy a apoyar. Y también te voy a ayudar en lo que necesites enana.
-Aww, Claude. Me alegro tener amigos como tú.- dijo conmovida y entonces fue que vio a su amigo quedarse tieso tras mirar algo tras de ella, al voltearse vio la razón de su reacción. Una chica de cabello rizado color miel entraba hablando con Marc y Zoe. Bridgette rio entre dientes.- Deberías decirle pronto que te gusta.
-¿C-Cómo dices?- el sonrojo llegaba hasta sus orejas y Bridgette rodó los ojos.
-Por favor, es tan obvio. Zoe y ella van a la misma clase, podría darte ese pequeño empujón.
-¿Y arriesgarme a la humillación pública? Ya me he humillado lo suficiente.
-Claude, sino lo intentas ¿cómo ella sabrá lo que sientes? Podrás meter la pata, pero así sabrás si ella es la correcta para ti. Deberá aceptarte aún con tus frases cursis, y si no lo hace entonces no es la chica para ti.
-Tal vez eso es lo que me da miedo. Pero sabes, deberías usar ese consejo en ti. Me duele cada vez que Félix te rechaza, ¿por qué sigues insistiendo a pesar de sus rechazos?- ella le sonrió amplio y llena de confianza.
-Porque Félix no sabe que yo le gusto. Sabes que no sabe expresarse así que debo ser más insistente y seguir hasta traspasar esa barrera que siempre pone.- su amigo le sonrió, no sabiendo si aquello era bueno o malo pero estaría allí en caso de que algo pasase. En ese momento la alarma akuma se hizo presente. Un akuma atacaba cerca de la escuela y el altavoz con la voz del director se escuchó fuerte.
Todos los alumnos favor de ir a los refugios correspondientes. Dejen sus cosas y vayan en orden y sin correr.
Todos obedecieron pero Bridgette le dedicó un vistazo a Claude que asintió dispuesto a cubrirla, para que ella aprovechara la confusión para ir a otra dirección en los baños. Tal y como esperaba el sitio estaba vacío y cerró la puerta. Tikki salió de su bolso.
-Muy bien, Tikki. Hora de la acción. ¡Tikki, Transfórmame!- en un par de segundos se había transformado en la heroína Ladybug. Salió de la escuela y no tardó en unírsele Chat Noir que corrió a su lado.- Hola, chaton. Bueno verte.
-Milady, sabes que siempre llego a tiempo para pelear.
-¿Y cómo sigue tu alergia?
-¿Mi qué?
-Ya sabes. Lo de ayer. Por algo estabas estornudando en la patrulla, por eso te di mi pañuelo.
-Ah… claro. Estoy mejor.- respondió con una sonrisa tensa.
-Me alegro. Vamos a acabar con esto rápido.- dijo adelantándose. Chat Noir se desilusionó un poco. ¡Había sido por su alergia! Bueno, al menos no tendría que devolver el pañuelo. Ella no se lo pidió… ¿verdad?
-¿Quién dijo que soy anticuada? ¡Rococo Mimi está lista para alzar a Paris en la moda rococó!- dijo la mujer con un vestido antiguo del siglo XVIII color lila con estampado de mariposas negras, holanes morados y un gran peinado blanco similar a los peluquines antiguos con perlas oscuras y su cara estaba cargado con un pesado maquillaje de sombras oscuras y mejillas sonrojadas.
-Todos en esta ciudad son críticos.- se burló Chat Noir y Ladybug giró su yoyo.
-Hora de comenzar la pasarela.
-Estoy listo para ello.
Los dos héroes se lanzaron contra la villana.
No muy lejos, Chat Noir adulto dejó su transformación en un callejón, mostrando su cabello cubrir su ojo y caminar en su camisa blanca y unos pantalones negros. Eso no le serviría para ocultarse. Vio a un hombre de la calle caminar a los refugios y lo tomó del abrigo metiéndolo al callejón.
-¿No le interesa hacer un cambio?
En poco el hombre vestía ropa de marca y Félix un horrible y sucio abrigo con pantalones, un gorro rojo, y una camiseta de rayas… se veía como el guardián de un faro y eso le iba perfecto. Se acercó con cuidado de no ser visto, a sabiendas que ella debía estar cerca.
-¡Cuidado!- escucho el grito de Ladybug, la joven Ladybug desvió unas pelotas con holanes de encaje que iban contra su versión más joven. Sintió su corazón saltar al ver a la joven salvarle y luego ir los dos contra el akuma para usar el Lucky Charm que bien recordaba fue un corcho. Aun recordaba la batalla como si hubiese sido ayer. Se mantuvo oculto entre las sombras. De seguro la otra estaría a una distancia segura. Observando a que él hiciese algo. Por supuesto… de seguro ella esperaba lo peor de él como siempre… y no la culpaba.
Tras desplegar el plan Felix miró a los presentes reunidos alrededor de una maltrecha mesa.
-¿Ya lo han entendido? No debe haber fallos o ella lo averiguará y vamos a perderlo todo.- Kagami se levantó de su sitio, una capa la cubría del frío invierno.
-Me gustaría volver a ser Ryuko para esta misión.
-Kagami…- Luka se levantó preocupado pero la japonesa alzó su mano izquierda interrumpiendo lo que iba a decir.
-Yo soy la única que puede mantenerla más tiempo ocupada. Y si algo sale mal, Luka. Tú eres el único que puede regresarnos al punto inicial. Me he entrenado mucho para esta situación, no lo digo porque sí.- Félix frunció el ceño pensativo y otra persona se levantó abruptamente.
-Entonces yo también me ofrezco.- dijo Alya alzando su mano.
-Tu no.- dijo Félix tajante sin necesidad de pensarlo.- Ya sabemos que no serías capaz de seguir el plan. Déjalo ya, Alya.- los ojos de la morena se oscurecieron y le miraron con resentimiento.
-¡¿Cómo puedes dejarme fuera de esto?! ¡Esto es una estupidez!- golpeó la mesa con sus manos.- En vez de ir a tratar de salvarla, lo mejor sería acabarla así como ella ha acabado con quienes queremos. ¡No se lo merece!
De repente, Claude que estaba a su lado la tomó de cuello de su blusa y la alzó hasta su rostro.
-¿Quieres repetirlo Lahiffe? Nada más sale de tu boca mierda.
-¡Claude!- todo el mundo los separó, Zoe incluso tuvo que subirse encima de él y Alya no dejaba de gritar y lanzar golpes hasta que alguien más golpeó la mesa.
-¡A CALLAR!- gritó Alix y Alya se calló al fin.- Alya, ni siquiera deberías pensar en eso. No cuando bien sabes que fuimos responsables de lo ocurrido y tú tienes más responsabilidad que otros.- la morena se quedó callada con lágrimas cayendo por su rostro.- Apoyo este plan… regresaremos y evitaremos que los sucesos que la llevaron a convertirse en eso no ocurran. Se lo debemos, porque… ella también merecía un futuro brillante.
-¡Miraculous Ladybug!- las mariquitas arreglaron el daño y la brillante sonrisa de la joven al chocar los puños con su compañero le hicieron sentir una dolorosa nostalgia al mismo tiempo que su decisión aumentaba.
-Te salvaré mi lady. Te prometo no abandonarte esta vez.- dijo antes de alzar el cuello de su abrigo y alejarse de allí.
-/ ¡Bien hecho!/- celebraron los héroes y Ladybug suspiró de alivio.
-Siento que cada vez los akumas son más difíciles.
-Ya, pero somos un equipo gatástico. Y nadie puede con nosotros.
-Eso es cierto.- dijo la joven haciendo sonar su cascabel.- Bien, debo irme. Tengo cosas que hacer. Nos vemos pronto, chaton.-la joven lanzó su yoyo pero algo la detuvo. Un incómodo sentimiento de ser observada. Se volvió un poco para ver a su izquierda, nada más encontrando techos vacíos con alguna que otra paloma.- Cuida tu paso de regreso chaton. No queremos encontrarnos con sorpresas.- Chat Noir miró a la misma dirección y asintió. Ladybug se fue cuidando sus espaldas. Desde lo del maestro Fu tenían cuidado con que Mayura o Shadow Moth les diese por seguirlos, así que siempre tomaban precauciones en sus huidas. Rutas estratégicas que cambiaban a cada tanto.
Cuando Chat Noir se fue, nadie notó a la figura detrás de la chimenea que se encontraba sentada, con una pierna estirada y la otra cerca de su pecho. Un sentimiento golpeó su pecho después de ver aquello. La nostalgia, el recuerdo de los años dorados. Su transformación se quitó revelando un atiendo de jeans oscuros, botines cafés, una blusa de cuello negra sin mangas, y una chaqueta roja. Tikki la miró con pena al observar como cubría su boca, pensando que estaba llorando.
-Bridgette, por favor.- rogó la kwami a lo bajo.- No sigas con esto. Por favor… sabes que puedes aun arreglarlo.
-Tikki…- la portadora logró decir apenas su nombre y luego dejó salir una risa amarga.- Así que eso planearon. ¡Vaya patéticos imbéciles!- rio pasando su mano por su cabello.- Queriendo arreglar sus errores con buenas acciones, pero no les dejaré.- rio entre dientes y la kwami la miró con absoluta tristeza.- Parece ser que deberé hacer algunas modificaciones a mi apariencia. Hace mucho que no uso un antifaz.- Tikki bajó la cabeza y Bridgette puso su dedo con delicadeza para que alzara su mirada.- No llores, Tikki. Sabes que detesto ver que llores.- con ágiles movimientos la joven bajó del techo al igual que si estuviera transformada. Y caminó entre los ciudadanos de Paris que regresaban a sus rutinas diarias sin saber que sus días estarían contados.
…
Bridgette regresó a la escuela y salió del baño de chicas. Suspirando de alivio al notar que nadie la seguía, pensando que empezaba a ser paranoica.
-¿Estás bien, Bridgette?- preguntó la kwami desde su bolso y Bridgette asintió.
-Sí. Tuve por un segundo la sensación de ser observada pero al parecer fue cosa de mi imaginación.
-Es bueno ser extra cuidadoso, no es la primera vez que intentan seguirlos. Imagínate que ocurra algo como con lo del maestro.
-Lo sé. Y es por eso que me mantengo alerta en todo momento.- apenas y entró al salón se encontró envuelta en miradas desaprobatorias. Todos estaban a lado de una llorosa Lila que no dejaba de hipar.- ¿Y ahora qué pasa?
-¿Que qué pasa? Eso bien lo sabes.- replico Alix.
-¿Qué?
-Tiraste a Lila cuando comenzó la alarma akuma. La pobre cayó sobre su muñeca.
-¿Perdón?- en esos momentos Rose y Mylene llegaban y la pequeña rubia le dio a Lila una bolsa de hielo.
-Toma, Lila. En la cafetería me dieron hielo para que no se te inflame.
-Y me dieron en la enfermería un medicamento.- dijo Mylene y Lila les sonrió.
-Muchas gracias… no saben cómo me duele ahora.
-Bridgette, ¿cómo pudiste?- preguntó Alya.
-Pero yo no hice nada. Ni siquiera me la topé.
-¿Y dónde te escondiste?- preguntó Nino intentando verificar su versión.
-Yo… fui a los baños a revisar que nadie estuviera allí, pero cuando quise salir la puerta estaba atorada.
-Menuda excusa.- replicó Sabrina y Chloe rio.
-Hasta yo haría una mejor excusa que esa.
-¡Es verdad! Estuve encerrada en el baño hasta que todo acabó.- Félix llegó en esos momentos y rodó los ojos al escuchar lo que todos decían. Miró a Bridgette que le miró en busca de un pequeño apoyo pero el rubio pasó a su lugar sin decir palabra. No quería meterse en eso, no era su asunto.
-Por favor, ya basta.- suplicó Lila.- Tal vez… me lo merecía. Después de todo tal vez me vi demasiado arrogante al decirte lo del concurso. Debí saber que estarías enojada conmigo. Te pido una disculpa… ¡Qué mala amiga soy!
Todos comenzaron a consolar a Lila y a renegar de la joven de coletas.
-Ya basta todos.- dijo Claude molesto recién llegando, poniéndose del lado de su amiga.- Yo estuve con Bridgette y puedo dar fe a su palabra. Todos iban corriendo y empujando cuando dieron las alarmas y el akuma estaba cerca. Lila, ¿estás segura que fue a Bridgette? Porque yo la vi ir al baño tal y como cuenta y entrar. Y estabas rodeada por muchas personas. Tal vez la confundiste.- Lila apretó los labios y luego murmuró.
-T-Tal vez me esté confundiendo pero…
-Allí está. Si no estás segura ¿por qué apuntas a Bridgette? Pudo haber sido otra chica de otro grupo, hay muchas chicas que se parecen a Brid.
-¡Sentí cómo me empujaron! Y estoy segura de haber visto a Bridgette a mi lado, no creo haberme confundido.
-Serás…
Claude iba a decir algo más pero Bridgette no quería que él tuviese problemas con los demás. Justo en ese momento la profesora Mendeleiev entró.
-¿Qué ocurre aquí?- preguntó con ceño fruncido.- Lila abrió la boca pero Claude se le adelantó.
-Lila está culpando a Bridgette de que la empujó cuando nos fuimos a refugiar pero no es cierto.
-¡No es cierto! Señorita Mendeleiev, estoy segura que me empujó y caí sobre mi muñeca lastimada.
-Señorita.- habló Claude solemne sabiendo que a la profesora no le gustaban los escándalos.- Yo vi a Brid ir a los baños a revisar que nadie más estaba allí. Y Lila estaba rodeada de mucha gente y muy lejos. Puedo dar fe de ello.
-¡Yo no miento! ¡Me duele!- exclamó la italiana ganándose una mirada desaprobatoria de la profesora.
-¿Y qué hace aquí entonces si le duele tanto? Ande, vaya a la enfermería de la escuela.- ocultando su rabia Lila se levantó de su lugar y salió del salón, escuchando a la profesora reprender a los alumnos.- Y todos ustedes deben aprender a comportarse. He visto como corren y empujan a otros, luego existen estos malentendidos. Que esto sea una lección para ustedes. Ahora a sus puestos.- todos fueron a sus lugares y Bridgette notó a Alya que ni siquiera le miró, claramente molesta y sin creer a Claude. La profesora suspiró frotando por unos momentos su frente antes de hablar de nuevo.- Bueno, como ustedes saben tendremos un evento importante la próxima semana. El festival el 1° de Mayo.- todos se quejaron y Kim habló.
-Pero muchos se toman el día libre.
-Ya, pero en el caso de ustedes jóvenes, será un día de eventos culturales, diversión y todo lo que el director tenga pensado. Yo también quisiera tomarme ese día libre.- musitó a lo bajo.- El dinero recolectado será enviado a una organización benéfica que escojan, y quienes ayuden a con este se llevarán tres puntos completos sobre la calificación que gusten y un premio más.- eso le interesó a Bridgette. Necesitaba esos tres puntos porque sus calificaciones iban un poco en picada desde que era la guardiana.- Tienen para este miércoles para inscribirse y decidir qué van a hacer. Se los dejó a sus presidentas de clase.- todos torcieron la boca y giraron en dirección contrario a Bridgette que sintió el vacío que le hacían sus compañeros por culpa de Lila.
Al salir de clase Félix pasó a un lado de Bridgette que no dejaba de intentar excusarse con Alya y Allegra que no le dejaban en paz sobre cómo era que Claude la estaba cubriendo y que debía ir a disculparse con Lila. Yéndose las dos y dejándola regresar a casa sola. Poco le importaba en realidad, otro malentendido que tarde o temprano se aclararía. Nino y Claude se acercaron para despedirse de él.
-Nos vemos mañana, Félix.
-Hasta mañana, Nino.
-Oye, Agreste. ¿No crees que deberías decir algo?- dijo señalando por donde Bridgette que entró a la cafetería de su familia.
-¿Cómo qué?
-Tu sabes… sobre ya sabes qué.- intentó no ver a Nino, habían acordado no revelar las mentiras de esa doble cara de Lila pero le molestaba que Félix dejara que se saliese con la suya en algunas cosas.- Yo te vi cerca cuando iba con Bridgette. Estoy seguro que también viste que entró al baño cuando supuestamente empujó a Lila.
-¿Es eso cierto?- preguntó Nino y Félix respondió de mala gana al ver lo que Claude quería que hiciera.
-Es cierto. Pero no dije nada porque no me acordaba.
-Viejo, eso fue una pieza clave de la investigación. No sirves para testigo.- Félix suspiró y miró a Claude que seguía molesto por su falta de acción.
-Supongo que tengo la cabeza en otras cosas. Tengo que irme.
-Nos vemos, y suerte en tu ensayo con Lila.- se despidió el moreno yéndose primero y Claude se despidió.
-Hasta mañana…
-Sabes que no me gusta verme involucrado en este tipo de asuntos. No quiero volver a mentir en algo así.
-¿Pero dejas que Lila lo haga? No te interesa nadie más que no seas tú.- le reclamó molesto por la indiferencia que mostraba, siendo lo que Bridgette dijo sobre él temprano.- A todos los demás que nos den, ¿no? Pero Bridgette no es de acero, Félix. Ella siente y no es justo que le hagas el vacío.- sin decir nada Félix subió a su auto, más las palabras de su amigo le hicieron pensar un poco para luego desechar el pensamiento. ¡Hablaban de Bridgette! La chica más alegre y molesta del mundo. Para mañana todo estaría bien. No debía preocuparse.
…
En el cementerio el cuidador y el encargado miraban la escena horrorizados mientras el forense y los oficiales resguardaban la zona. Por primera vez desde su autoimpuesto encierro, Gabriel Agreste hizo acto de presencia junto con Natalie en un evento que no tenía nada que ver con su empresa. Caminando por el cementerio hasta los dos insignificantes hombres.
-Quiero saber qué ha ocurrido.- dijo intentando ver más allá de la cinta amarilla pero un oficial le detuvo el paso.- ¡Exijo saber qué ha pasado!
-Mon-Monsieur… le juramos que no tenemos ideas lo que pasó… nosotros…
-Monsieur Agreste.- le llamó el capitán Raincomprix que pasó la línea amarilla.- Una disculpa pero tenía que avisarle de lo acontecido.
-¿Qué fue lo que pasó? ¡Dígame!
-Una mujer fue encontrada muerta sobre la estatua de la tumba de su esposa.- señaló al ángel cubierto de sangre, cosa que hizo que el diseñador se pusiera primero pálido y luego enfureciera poniéndose casi color granate.
-¿Cómo? ¿Quién demonios hizo eso?
-No tenemos idea. Sé que esto debe ser difícil para usted pero necesitamos conservar la escena del crimen hasta que encontremos pistas… Por Dios, incluso pareciera como si no tuviésemos bastante con Hawk Moth.- sacaron la bolsa que contenía el cadáver y la llevaron en camilla a la camioneta.- Queremos que nos ayude a identificar el cadáver. Esto podría ser una coincidencia, algún psicópata que ni siquiera se fijó en el nombre de la tumba, o tal vez una venganza en su contra. Si pudiese ayudarnos…
-Haré lo que sea necesario, pero quiero que la tumba de mi esposa quede impoluta terminando esto.
-Haremos lo posible.- respondió un poco molesto por la indiferencia de este hacia quien fuese la víctima. Nada más esperaba encontrar quién era y qué le ocurrió a esa joven. Entre tanto, Natalie pensaba que no sería buena idea mantener el ángel. La sangre había goteado hasta las faldas de este y manchando el nombre de la señora Agreste. Quizás sería bueno retirar todo y comprar una nueva lápida. De repente le pareció ver por el rabillo del ojo algo moverse, el lente de una cámara. Un oficial detuvo al paparazzi escondido y eso llamó la atención de los presentes. Gabriel gruñó a lo bajo.
-Natalie, procura que esto no salga de aquí. No quiero que hagan de esto un circo mediático.
-Entendido. Capitán, pido que se cierre el lugar por completo con un radio de una calle para evitar este tipo de cosas.
-Así lo haré. Pero este es el tercer fotógrafo que atrapan mis hombres, no sé si ya alguno ha tomado una foto incluso antes de eso.
-Esperemos que no.- respondió la mujer deseando que de verdad no fuese así, y que los chicos no se enterasen de eso.
…
Cuando Félix llegó a su casa recibió un mensaje de Natalie. Le decía que estaría fuera todo el día y que el ensayo de pasarela se cancelaría. Eso le daba todo el día libre si es que su padre no le daba por mandarle a hacer algo. Al entrar a su habitación se llevó una gran sorpresa al ver al pie de su cama un cambio de ropa de pantalones de vestir grises y camisa blanca. Las prendas eran grandes y escuchó el sonido de la regadera le decía que alguien estaba dentro. Plagg asomó curioso.
-Parece que alguien aprovecha que no estás en casa para hacer de las suyas.
-No todos son como tú. Es mi padre. Tal vez su regadera se descompuso.
-Ah sí. Tu padre y sus problemas estomacales son ya legendarios.- se burló el kwami y Félix se sentó en su escritorio.
-Al menos eso me da tiempo libre y voy a aprovecharlo al máximo.- Plagg olfateó el aire.
-Algo apesta.
-De seguro son tus quesos.- en ese momento otro mensaje de Natalie llegó.
Tu padre tampoco va a estar. Surgió algo urgente. Cenen bien.
En ese momento kwami y portador se miraron y luego miraron hacia el baño. Félix se levantó enseguida pensando que algún empleado estaba usando su baño.
-Esto es inaudito. ¿Quién rayos ha entrado a mi baño?- abrió la puerta y encontró un montón de apestosa ropa vieja y sucia en el suelo apenas visible por el vapor del agua caliente, ahora seguro que eso fue lo que olfateó Plagg. El vapor no dejaba ver al intruso que parecía no haberlo escuchado, pero Félix estaba convencido que debía de ser un vagabundo que se coló a su casa, menuda seguridad que tenía.
-¿Quién es y por qué rayos está usando mi baño?
La regadera se cerró y el intruso tomó la toalla que colgaba a un lado, silbando como si tuviese todo el tiempo del mundo mientras se secaba el cabello, luego la envolvió en su cadera con una calma que hizo que Félix se irritase más.
-¿No me escucha? Voy a contar hasta tres y si aún no ha salido de mi baño llamaré a mi guardaespaldas y allí sí tendrá un problema. Uno… Dos…- en ese momento el extraño salió veloz, aun envuelto en vapor que escondía sus rasgos y atrapó a Félix, sacándolo del baño y tirándolo en el suelo cubriendo su boca.
Félix -Ah… no recuerdo que era tan ruidoso.- dijo el adulto y el joven abrió los ojos sorprendido de verle.- ¿Qué pasa? ¿Sorprendido de verme?- retiró su mano y le dejó levantarse. Plagg abrió la boca sorprendido de ver ante él una versión adulta de su portador, pero cuando lo vio bien sintió que su estómago se encogió al ver la cantidad de cicatrices que tenía en su cuerpo. Félix también lo miró de arriba abajo y no se convenció hasta que otro Plagg con la oreja derecha cortada de la punta apareció y se posó sobre el hombro del adulto.
-Jeje, vaya se ven en verdad pálidos.- sonrió el kwami mayor y su versión adulta sonrió también.
-Era de esperarse.
-T-Tú eres… ¿yo?- logró decir el joven.
-Soy tú. Vine del futuro gracias a Bunnix.
-Del futuro… ¿Y qué haces aquí? ¿Dónde está Ladybug?
-Ella… no sé cómo decirte esto pero… ella...- intentó hablar con claro pesar en su voz y el joven Félix se temió lo peor.
-No… ella… ¿murió? ¿Acaso Hawk Moth nos derrotó en el futuro?- el mayor negó con la cabeza.
-No. Hawk Moth nunca nos derrotó. Pero del futuro en el que vengo, Ladybug ya no es nuestra aliada.
-¿Qué quieres decir?
-En mi futuro, Ladybug desaparece y regresa años después para aniquilar a todo Paris y a quienes alguna vez la traicionaron, incluyéndome. La ciudad que conoces ahora desaparecerá, la mitad será arrasada hasta las cenizas, y todo por nuestra culpa.
-¿Q-Qué? ¿Cómo es posible? No puede ser…
-Por supuesto que lo es.- retiró su cabello mostrando su ojo cerrado con una cicatriz horrible que cruzaba en su parpado.- Y para evitar ese futuro he venido para evitar los sucesos que llevaron a Ladybug a convertirse en la villana más grande de todos los tiempos. Y para eso necesito de tu ayuda.
-Haría lo que fuera para salvar a mi lady. Lo que fuera.- respondió sin vacilación y con la decisión brillando en sus ojos.
-Bien dicho.- dijo este con una sonrisa apoyando su mano en su hombro antes de darle un fuerte golpe en el estómago.- Lo siento, pero te lo merecías por lo que le hiciste hoy.
-¿Q-Qué dices?- preguntó recobrando algo de su aliento.
-Hay que corregir los errores. Y si quieres salvarla es mejor que lo sepas, porque ya has lastimado a Ladybug lo suficiente con tus acciones e indiferencia.
-¿C-Cómo?- preguntó con grandes ojos.
-En este momento vale una mierda lo de las identidades secretas por el bien del mundo que conocemos. Así que pon atención y más te vale que esto te entre en la cabeza o lo haré a golpes…- amenazó llegando a asustar un poco a su joven yo.- Ladybug, nuestra lady, y la que podría convertirse en la villana más grande y poderosa de todas es nada más que Bridgette Dupain-Cheng, nuestra pequeña y dulce acosadora.
En ese momento el suelo bajo sus pies desapareció, no sintió su cuerpo desfallecer y todo se puso negro…
-¡Rápido! ¡Que alguien le dé un boca a boca para que reaccione! ¡Dónde puse el quesillo de emergencia!- gritó el joven Plagg buscando por todas partes algo para volver a la vida a su joven portador ante la mirada de las dos versiones mayores.
-Nah, esperaba un ataque de histeria.
-Me debes un quesillo, y quiero de los buenos.
…
Y… espero que les haya gustado! Si quieren saber por qué Alya no sabe nada es que decidimos desde antes que ella siguiera en su ignorancia, aunque tras la revelación pensé que lo mejor era que Claude fuese quien supiera su secreto, siendo tan amigos para mí fue lo mejor. Muchas sorpresas se vienen, algunos no tan buenas, así que sin más qué decir además de que no me lancen de tomatazos y dejen review… UN ABRAZO! UN GUSTAZO! Y HASTA LA SIGUIENTE!
