Hola a todos! Muchas gracias por el recibimiento que le han dado a esta historia. Actualizo capítulos cada 7 a 10 días así que no desesperen. Advierto que a futuro pueden pasar muchas cosas que podría hacerlos estremecer de miedo así que desde ahora advierto, este fic es algo fuerte, lean bajo su propio riesgo. Y ya sin más qué decir… COMENZAMOS!
…
Capítulo 2.
Advertencia.
Félix despertó con un horrible dolor de cabeza. Pasó su mano por su cabeza hasta la nuca y se levantó con pesadez de su cama.
-¿Qué rayos pasó?
-Hasta que al fin despiertas, chico.- le dijo Plagg mirándolo desde su cómoda con un pedazo de queso entre sus manos.- Azotaste y tu cabeza hizo un sonido hueco, debo admitir que fue muy gracioso.
-Mmm, tuve un sueño de lo más extraño.- gruñó.- Soñé que llegaba de la escuela y que una versión de mí del futuro me decía que Ladybug era la villana de su tiempo y que a la vez era Bridgette. Voy a decirle a padre que esa nueva dieta me está haciendo tener alucinaciones, necesito comer algo más consistente.
-Lo mismo pensé yo.- dijo una voz profunda desde la ventana y al volverse vio de nuevo a esa versión suya, con el cabello cubriendo su ojo izquierdo y vestido con una camisa blanca y pantalones y saco oscuros.- Traje algo de comer, lo siento, tome algo de dinero de tu cartera ya que no creo que admitan el dinero de mi época.- le mostró la bolsa de comida rápida y la puso en la mesa de centro. Félix se pegó a la pared como si este fuese un espectro maldito que vino a atormentarlo, aunque no se equivocaba.
-No, no, esto no puede ser verdad.- pasó sus manos por su rostro y el otro Plagg miró a la versión joven de su portador como si le fuese a dar una crisis nerviosa.
-Deberías explicarle al chico con más calma o necesitará un tanque de oxígeno.
-Hey, debes calmarte.- dijo el adulto con paciencia pero Félix negó con la cabeza.
-No, ¡no lo haré! De seguro eres un akuma, o un sentimonstruo creado por Shadow Moth que quiere mi miraculous.- la versión adulta comenzó a acercarse.
-Debes tranquilizarte.
-¡No te me acerques! ¡Esto es una broma de mal gusto! Porque además, no puedo creer esa tontería de que Ladybug sea la atolondrada y loca de Bridgette Dupain-Cheng.- un puño chocó en la pared, casi a nada de haberlo golpeado en la cabeza. Félix no pudo moverse, ni siquiera notó cuando recortó la distancia entre ellos en un segundo.
El adulto se inclinó para estar a su altura y mirarlo con su único ojo, hablando con un tono de voz gélido como el de su padre.
-Si lo fuera ya te lo hubiese quitado, muchacho idiota. Y no vuelvas a hablar así de ella, ¿estamos claros?- Félix asintió con temor, ¿ese de verdad era él? El Félix adulto se retiró y caminó de vuelta al sofá y a la comida controlando su humor.- Ven, siéntate. Hay mucho de lo que debemos hablar.
Obedeció sin dudar, mirando detalladamente a esa versión suya comer primero una patata frita. Lo observó detalladamente, el largo cabello que cubría su ojo, las cicatrices que se notaban por debajo de la ropa, el kwami cuya oreja parecía haber sido mutilada… Se dejó caer en el sillón sin poder creer lo que veía.
-¿Qué fue lo que te pasó?- el adulto sonrió con amargura.
-Come algo y te lo platicaré con calma. No he comido bien en días.
-¿Días?
-Semanas en realidad. Es difícil comer cuando estás a cargo de proteger a los ciudadanos restantes y de un equipo de héroes internacionales.- tomó una gran hamburguesa y le dio una enorme mordida, saboreando sin importarle que algo de salsa de tomate resbalara de sus labios.- ¡Dios! Esto es tan bueno.- el joven comenzó a comer, a pesar de que normalmente estaría más que entusiasmado con la idea de comer algo fuera de su dieta se sentía tan preocupado y perturbado que un nudo en el estómago le dificultaba comer. Jugó con una papa frita antes de comerla y luego mirar a su yo adulto.
-Dime qué pasó. Cómo es posible que me digas que ella es Ladybug y por consecuente nuestra enemiga en el futuro. Si lo que dices es cierto… ¿cómo?- dijo sin ser capaz de ver, tanto a Ladybug como a Bridgette, como una villana capaz de aterrorizar Paris. Ni siquiera podía verla como un akuma.
-Fue porque la rompimos. Todo el mundo la traicionó y eso la hizo pedazos.- dijo con vergüenza y dolor.
-¿Qué quieres decir? ¿Fue culpa Shadow Moth?- su yo adulto le miró y luego se dejó caer en el respaldo del sofá, parecía de repente tan cansado que el Plagg del futuro fue a con él y se acurrucó en su hombro.
-No sólo fue él. Fuimos todos. En el pasado, lo que será en los próximos días en este tiempo, Bridgette perderá la confianza de sus amigos y compañeros, será acusada de robo, fraude, violencia, será expulsada del instituto, y también arrestada por intento de homicidio, terminando en prisión durante los siguientes 15 años y regresando como una persona sedienta de venganza contra quienes se atrevieron a darle la espalda, siendo su primera víctima la principal persona que arruinó su vida. Lila Rossi.
-¿Lila? ¿Qué fue lo que le hizo? ¿Cómo que víctima?- el adulto de repente se quedó tan callado que su silencio le dio miedo, pero este pasó su mano por su cara, repeliendo una visión horripilante de lo que quedó del cuerpo de Lila Rossi.
-Te lo contaré cuando no estés comiendo.- eso hizo temer más al joven, pero logró controlar su estómago ante cualquier posible visión y miró serio a su versión adulta.
-Quiero saber más. ¿Qué ocurrió con Shadow Moth? ¿Y los miraculous?
-Antes de ser enjuiciada, Bridgette escondió la caja y su miraculous en un lugar seguro. Shadow Moth siguió atacando pero al ya no aparecer Ladybug dejó de lado el ataque y sus planes de akumatizar a Bridgette.
-¿Akumatizarla?- preguntó asustado.
-Shadow Moth jugó también una parte en lo que sufrió Bridgette. Pero esta no cedió a sus provocaciones, su corazón era fuerte y puro. Y cuando Ladybug no apareció en un largo tiempo este decidió renunciar, ya que no le servía el anillo sin los aretes, olvidándose de ella por completo.
-No lo puedo creer… ¿y tú? ¿Yo? ¿Qué hice? ¿Acaso no la ayudé?- el adulto soltó una risilla ronca, y respondió con una acidez en su voz que le dio justo en la cara.
-No. En realidad me alegré al comprobar lo demente que podría estar. Yo creí en lo que vi… y no me molesté en investigar. Incluso como Chat Noir le di la espalda.
Había tenido suficiente… Había sido un error ir allí, ya no quería escuchar sus excusas y nada más fue para intentar comprender a la chica que había cometido casi un asesinato en su nombre. Quería irse pero sintió sus manos tomar su brazo, mientras le veía llorosa y con los ojos rojos.
-Por favor, Chat Noir. Debes creerme. Yo no hice nada malo.- pero el héroe se la quitó de encima como si su toque fuese algo asqueroso y la miró con profundo odio y rencor. No podía creer que de verdad fuese capaz de dañar a otros con tal de acercarse a él.
-No me toques. Te mereces todo eso. Pensé que eras una buena persona pero de verdad estás enferma. Eres una loca fanática de Félix Agreste y lo mejor es que te encierren por la seguridad de todos.
-Chat Noir…- ella quiso detenerlo pero el gato esquivó su agarre nuevamente.
-¡Que no me toques!- le gritó furioso.- Ahora veo tu verdadera cara. ¿Y te preguntabas por qué Félix Agreste nunca te correspondió? ¡Mírate! Capaz de armar un plan tan vil por una persona cercana a él. Me arrepiento tanto de haberte considerado mi amiga o confidente. Hasta nunca.
-¡Chat!- este saltó por las azoteas de Paris, alejándose de ese lugar con un profundo sentimiento de traición en su corazón, y para qué negarlo, se sintió roto y defraudado. Ignorando las súplicas y ruegos de aquella muchacha que lloró en el suelo, destrozada y sin saber a quién acudir.
Cuando Félix escuchó eso se sintió vacío. Debería sentirse molesto por lo que su otro yo hizo a Bridgette, pero eso era justamente lo que él hubiese hecho… porque era él.
El Félix adulto apretó los labios de sólo recordar lo nefasto que fue con ella. Importándole poco aun cuando decía amar su otra parte, volviéndose tan hipócrita. ¿Cuántos años no buscó a su Ladybug cuando estaba en prisión sufriendo todo tipo de vejaciones? ¿Cuántos años no miró la luna preguntándose si ella la estaba mirando con él cuando ella lloraba adolorida en su celda con una diminuta ventana que miraba en efecto esa luna? Miró su versión joven, esperando que le ayudase a que ese cruel futuro no ocurriese.
-Bridgette terminará en prisión donde sufrirá toda clase de horrores mandadas a hacer por Lila que adquirirá cierto poder, y eso la transformará en lo que la peor pesadilla de toda Paris. Es por eso que necesito de tu ayuda. Podemos cambiar el futuro y liberar a la ciudad y a Bridgette de un futuro que no merecía y que viva feliz. Es nuestra única oportunidad de salvar al mundo entero, porque créeme... Todo el mundo se va a ir al demonio si no la ayudamos.
Las manos del joven temblaron un momento, apenas imaginando un futuro en el que dañaba a Ladybug, Bridgette, y luego esta regresaba para clamar por su venganza. Apretó sus puños terminando con el temblor y asintió decidido. Iba a hacer lo que fuera para salvar a Ladybug. No importaba si era Bridgette… o al menos tenía que hacerse a la idea, pero no dejaría que nada malo le pasara.
-Dime lo que tengo que hacer y cuándo sucederá para impedirlo.
-Así me gusta. Pero antes que nada quiero decirte una cosa más. Ella me siguió, la Ladybug de mi tiempo vino detrás de Bunnix y de mí a este tiempo, así que debemos ser cuidadosos.
-¡¿Cómo?! ¿Bunnix está aquí?- el adulto bajó la mirada.
-Estaba…- dijo mostrándole el miraculous del conejo.- Ella… se sacrificó para que yo escapara. Era la única manera.- Félix sintió su estómago hundirse al escuchar eso.
-¿Q-Qué le pasó?... No… ¿L-La mato?- el otro asintió y Félix dejó caer al suelo lo que quedaba de la papa frita de entre sus dedos.- ¿La mató?- volvió a preguntar aun sabiendo que él no mentía. No podía creerlo, no quería.- ¿Ladybug mató a alguien? No… es imposible. Ella tiene el miraculous de la creación, ella no destruye, ella crea, yo soy el portador de la destrucción.
-Lo ha hecho, hazte a la idea. Ha matado a muchos en mi tiempo.- admitió al recordar a los caídos.- Esto no será una pelea sin cuartel contra un akuma, eso será una situación de vida o muerte.- el joven apretó los puños sobre sus rodillas, aun sin poder imaginar lo que estaba diciéndole.- No sé cómo es que ella atacará, pero sea como sea me mantendré en las sombras y seré cuidadoso. Tú vas a encargarte de lo difícil que será lidiar con las trampas de Lila y sus manipulaciones.
-Me encargaré de ella, no le hará nada a Bridgette.- respondió con resolución y el adulto sonrió de alivio.
-Bien. Ahora, escucha bien porque esto es lo que pasará de ahora en adelante.
…
Bridgette tenía su cabeza hundida en la almohada, de repente estaba tan cansada como si hubiese combatido a Shadow Moth por toda una semana seguida.
-Anímate, Brid. Ya verás que todo se solucionará a tu favor.
-Es que no sabes la impotencia que me da Tikki.- dijo dándose la vuelta para ver el techo y los kwamis se acercaron a ver a su guardiana.- No sólo Lila me ha robado a mis amigos, sino que también mi libreta de diseños y temo que vaya a hacer algo con ella. Ya me robó el vestido para ese concurso. Son mis diseños, y no quiero que alguien como ella se tome el crédito.
-Con mucho gusto haré puré de banana su cabeza.- expresó Xuppu molesto y Bridgette lo tomó entre sus manos antes de que fuera a hacer una tontería.
-Ato ahí.- se sentó en la cama.- No puedes hacer eso, ninguno de ustedes.- los kwamis se desanimaron ante la orden de no poder saciar sus deseos de venganza, incluso Longg ya había encendido una pequeña antorcha y la apagó, cosa que a ella le pareció adorable.- Tranquilos. Siempre hay una solución para todo, recuerden eso. No voy a dejar que Lila me desanime. Intentaré probar que se robó mi libreta y así limpiar mi nombre. Y además, podría haberme robado mis diseños, pero no mi talento. Incluso haré una nueva libreta, y será mejor que la anterior.
Todos los kwamis le celebraron dispuestos a ayudarle. Tikki abrazó su mejilla orgullosa de que su portadora se comportara a la altura de la situación a pesar de todo.
-Eres una chica maravillosa, te mereces mucho Bridgette, mucho.
-Gracias, Tikki. Te prometo que pase lo que pase voy a seguir adelante.
Lo que ninguna sabía era que el futuro les deparaba algo distinto…
La Bridgette adulta estaba enfrente del edificio, la cafetería Dupain-Cheng. Observó la que antiguamente fue su hogar y recordando con tristeza la visita que realizó después de salir de prisión, encontrando el lugar lleno de tablas y grafiti, con un viejo letrero de venta en este. Sin rastro de su familia…
-Ya te digo, y luego le dije que desapareciera de mi vista.- dijo Chloe que venía calle abajo con Sabrina cargando sus cosas, algunas cosas nunca cambiaban, sin importar cuántos años pasaran… la mujer no se movió, y tal como esperaba Chloe chocó contra ella y lejos de disculparse la miró con desprecio.
-¡Hey! ¡Fíjese por donde va! ¿O es que está ciega?
Chloe se fue a la siguiente tienda sin siquiera haberse enterado que su cartera había sido robada, tenía una cantidad aceptable de efectivo y una cantidad infame de tarjetas, obviamente todas de sus padres, pero esas no le servirían así que las rompió y las tiró al basurero. Cuando Chloe se diera cuenta de que le faltaba la cartera, ya se habría probado media tienda.
-Disfruta mientras puedas princesita mimada. Porque no te durará el gusto.
Al entrar al local casi sintió ganas de llorar ante los aromas que la golpearon de lleno y que le hicieron recordar momentos felices con sus tíos y su pequeña prima Marinette. Momentos llenos de risas, felicidad e infinito amor que creyó que serían eternos. Por unos segundos la imagen se distorsionó a un lugar abandonado y lleno de ratas y después regresó a ser la colorida cafetería-panadería más famosa de Paris. Claro… no existía eso de "Vivieron felices para siempre". Se acercó a caja al notar a la pequeña niña de 9 años que la atendía.
-Hola, bienvenida a la cafetería Dupain-Cheng. ¿En qué puedo ayudarla?- preguntó la pequeña Marinette y Bridgette sonrió enternecida. Tenía ganas de darle un abrazo fuerte, ya que después de lo sucedido no la volvió a ver en su vida. No quiso que la viera en prisión y pidió a sus tíos que nunca la llevaran. Se preguntó muchas veces qué fue de su familia y más que nada de ella.
-Hola, soy nueva por aquí y quería saber qué puedo pedir.
-Oh, pues bienvenida a la ciudad. Y si busca algo fresquito para eso tenemos una variedad de zumos naturales y mezclas, además de malteadas y batidos, también tenemos comidas variadas y almuerzos, nuestra especialidad son los quiches. Y de postres tenemos pasteles, macarrones, ecléirs, choix, pain de chocolatte y los mejores croissants de toda Francia, puede pedir para llevar.- la adulta miró cada pieza de pan como si de joyas valiosas se tratasen, ¿cuánto había esperado por volver a probar una pieza de pan de sus tíos?- Nosotros hacemos toda la pastelería.- agregó Marinette.- También tenemos baguettes por si gusta.
-No me digas más. Me has convencido, todo se ve delicioso. Eres una buena niña.- Marinette sonrió amplio, mostrando sus dientecitos de los que le faltaba uno por aun estar mudando los dientes de leche. Fue entonces que Sabine apareció, mirando a la joven que hablaba con su hija.
-Buen día, ¿en qué puedo ayudarla?
-¿Es usted su madre?- preguntó ante lo obvio y le sonrió a la mujer que fue una madre para ella.- Tiene una niña muy mona y muy amable. Me gustaría un pedido de pan para llevar y la comida del día también.
-Por supuesto.- sonrió Sabine encantada.
Le puso en una caja todo lo que ella pidió además de ponerle en una bolsa dos grandes baguettes. Ya en otra caja le puso el quiché de jamón y queso del día con su porción de verduras y espárragos envueltos en tocino a un lado. Bridgette veía a su tía trabajar diligente, siempre admiró eso de ella, incluso cuando la encerraron se mantuvo firme y siempre le dio esperanza aún cuando no la había… de repente notó la mirada de Marinette en ella, mirándola con grandes ojos y por instinto puso su mano en su cuello, donde la cicatriz que corría desde su clavícula hasta su barbilla se asomaba.
-Muchas gracias. Esperemos que vuelva pronto.
-Así lo haré. À bientôt.- se marchó en dirección al parque y Marinette se volvió a su madre.
-Era una mujer muy guapa, ¿verdad mamá?
-Sí, así lo vi. Pero no es bueno quedarse viendo a las personas así.
-¿Por qué no?
-Es una falta de respeto. Luego te lo explico.- dijo esta tras notar como la joven había escondido su cicatriz del ojo de su hija. Ya le pediría disculpas después.
-Se parecía mucho a Bridgette. Seguro que cuando Bridgette crezca más se va a parecer a esa señora o va a ser más bonita.
-Eso de seguro.- rio Sabine sonriendo a su hija, sabiendo que su sobrina, la chica que veía como su segunda hija, crecería para convertirse en una mujer bella y de bien.
…
El joven Félix estaba al lado de su versión mayor mientras escribía en un diario lo que pasaría y a veces deteniéndose para explicar algunos puntos. La cicatriz de su ojo lo perturbaba a pesar de que estaba cubierta por su cabello. No quería preguntar cómo pasó, mucho menos si eso se lo hizo Ladybug.
Ladybug era Bridgette, Bridgette era Ladybug.
Todavía no se hacía a la idea pero por alguna razón ya no le molestaba tanto como al principio, aunque seguía pareciéndole un absurdo.
-Aquí. Pon atención.- le dijo para que dejase sus ensoñaciones.- Lila ya ha presentado su diseño e intentará presentar la libreta de diseño de Bridgette para el siguiente concurso de jóvenes promesas que hará padre y los Bourgeois apenas tenga la oportunidad. Allí vas a intervenir y hablar con padre.- el joven le miró como si hubiese dicho la tontería más grande del mundo.
-Disculpa, ¿quieres que hable con padre?
-¿Algún problema?
-No, ninguno. Pero creo que se te ha olvidado que padre no es el hombre más accesible del mundo.
-Por algo tienes a Natalie de tu parte.- le recordó.- Dile a ella que la libreta que Lila va a presentar se la robó a "tu amiga".- dijo haciendo énfasis en las comillas.- Que has vistos sus diseños y que cuando Lila se la dé te la pase a ti y así tú se la regresas a Bridgette.
-¿No debería decir lo del diseño robado?
-Por supuesto. Pero a estas alturas y con el desfile encima no creo que la vayan a expulsar, aunque guarda aquello como un comodín para usar y ponerla nerviosa.
-Entendido.
-Lo siguiente será el robo del dinero para el evento escolar. Eso será mañana, y como Bridgette es la presidenta deberá de hacer la recolección y en algún momento de ese día Lila lo robará. Culpará a Bridgette de haberlo gastado en un curso y diseños y así sacarla de su puesto para ocuparlo ella. Necesitarás un testigo contigo cuando la descubras con el dinero en las manos.
-Ya me doy una idea de lo que voy a hacer.- el mayor sonrió de lado y asintió.
-El siguiente suceso será su suspensión. En mi época Lila se hizo daño para fingir un ataque, pero eso no es todo. Bridgette también fue lastimada aunque no hubiese estado cerca de ella, siendo que fueron unos chicos bajo las órdenes de Lila.
-Esa maldita…- Félix no necesitaba ser un genio para saber lo que sucedería, de seguro las heridas que sufriría Bridgette las harían ver como si Lila se hubiese defendido del ataque y no al contrario. Apretó los puños al saber que dejaría que todas esas injusticias le pasarían.
No es como si me interesara.
Ella es Bridgette. Estará bien, siempre está bien.
Despejó su cabeza de todos esos comentarios hirientes. Arreglaría su actitud con Bridgette así como su futuro.
-Pero eso no será todo, ya que lo que terminará de hacer que todos en la escuela la odien y su expulsión tiene que ver con la señorita Bustier y…
-¡Félix!- una vocecita hizo que el mayor cayera pecho tierra ocultándose bajo el sofá y los kwamis desaparecieran en algún lugar de la habitación. Félix suspiró y fue a abrir la puerta.
-¿Qué pasa, Adrien?- preguntó viendo a su pequeño hermano menor de nueve años.
-No veo a papá ni a Natalie. Tengo hambre.
-Ah, cierto…- miró a Gorila que había recogido a Adrien de sus clases de esgrima y asintió a este para que fuese a descansar y así él hacerse cargo de su hermanito.- Deja aviso al chef para que te haga algo de comer.- Adrien olfateó el aire y al instante miró en reproche a Félix.
-Hueles a hamburguesas y papas fritas.- se tensó frente al pequeño, a veces no podía comprender el agudo olfato de su hermano.
-Es tu imaginación…
-¡No es cierto!
-… Vale. Te prometo comprarte una la próxima vez, ¿bien?
-¿Y un helado?
-Y un helado.
-Promesa de meñique.- dijo el pequeño Adrien alzando su meñique.
-Promesa de meñique. Ve a tu cuarto y lávate.
-¡Eres el mejor Fé!- se fue a su habitación a lavarse. Félix suspiró y se dio la vuelta para ver a su contraparte salir de debajo sofá y acomodarse la ropa. El otro Plagg se ocultó en un bolsillo de la camisa.
-Debo irme. Hablaremos otro momento, por ahora estudia esto y no dejes que nada le suceda a Bridgette.- dejó el diario en la mesa y su versión joven se acercó a él.
-¿Y qué vas a hacer?
-Moverme. No tengo idea de lo que hará la Bridgette de mi tiempo pero prefiero no esperar para averiguarlo. Estaré cerca de ustedes, no te preocupes.
-No me la pones fácil.- vio al adulto sonreír de lado y se dio la vuelta para saltar por la ventana como si fuese Chat Noir, pero sin necesidad del traje.
-Las buenas cosas nunca se consiguen fácil. Nos vemos.- dicho aquello saltó y desapareció de su vista. Suspiró y guardó el diario, ya revisaría cada punto con detalle. Ahora iba a intentar disfrutar de una comida con su hermano o mejor aún, darle la hamburguesa que él no se atrevió a comer.
…
Caminaba por las calles de Paris como si esta fuese la hija del presidente, aunque aspiraba a algo mejor. Tenía en su bolso el boleto que la llevaría al estrellato y no podía aguardar para mostrárselo al señor Agreste y que este la tomara bajo su ala, la libreta de la estúpida de Bridgette. Sus diseños eran aceptables aunque ella les podría dar un poco más de glamour y brillo. Había reemplazado el cursi forro rosa por uno más acorde a ella de color naranja y blanco. Soltó una risita satisfecha. Ya tenía el plan perfecto para dejar a Bridgette Dupain-Cheng en el fango. Sus amigos estaban en la palma de su mano y ahora quedaba ejecutar el resto de su plan para sacarla definitivamente de su vida. Estaba harta de su presencia, su amabilidad, su estupidez, y esa dulzura empalagosa que no hacía más que darle nauseas. Pronto ella sería famosa, rica, la favorita de todo el mundo, no sólo de esa patética escuela, sino también de Paris entera y quizás del mundo. Y todo sería en ese desfile que la llevaría al estrellato y a ella al olvido...
Un escalofrío le recorrió la espalda. Se detuvo mirando alrededor a los peatones que iban y venían ocupados en lo suyo. Por un segundo, había sentido una mirada intensa sobre de ella pero no había nadie que le prestase atención, o al menos no por ahora.
Suspiró pensando que era su imaginación y caminó hasta llegar a su casa que ya estaba a pocos pasos. La persona que estaba entre la gente, la mujer con las bolsas de pan, la miró desde la otra esquina hasta que desapareció de su vista. Una sonrisa torcida se formó en sus labios y caminó calle arriba dándole a la kwami un macarrón.
-Come bien, Tikki. Tenemos trabajo esta noche.
-Bridgette, ¿qué piensas hacer?
-Un pequeño juego nada más. No tienes que preguntar. Come bien, por favor.- a pesar de todo Bridgette no era de las que trataban mal a los kwamis, para ella eran sus amigos, sin importar que estos le temiesen por sus acciones.
-Deberías reconsiderarlo. Puedes cambiar el futuro, cambiar tu destino, y así que todo lo que te pasó no pasé y…- Bridgette sonrió con pena a su kwami, pensando lo inocente que era Tikki.
-Hay algunas cosas que tienen que ser, Tikki. Yo tengo mis planes, no te preocupes más.
-Pero…- Bridgette cerró su bolso para no escuchar más. No quería ordenarle que se callara a sabiendas que eso haría que su boca desapareciera y no disfrutara de su macarrón. Caminó hasta llegar a la televisora y sonrió de lado.
-Hora de jugar.
…
Esa noche Chat Noir ya se encontraba en el punto de encuentro. Su cerebro todavía procesaba lo que sabía del futuro y su estómago se retorcía en rabia, impotencia y vergüenza, sabiendo que si esa parte de él no hubiese venido a revelar lo que pasaría él hubiese dejado que esas injusticias pasaran. No se sentía merecedor de estar al lado de la heroína de rojo y negro, ¿cómo la vería a la cara? ¿Cómo vería a la cara a Bridgette? Tenía mucho que hacer y reparar, y también salvar su alma de ese abismo en el que peligraba sin saberlo.
Había estudiado las notas incompletas de su yo adulto y todo lo que pasó a este, y lo que pasará, lo llenó de horror y desesperación. ¿Cómo era posible que todo ello pasase a una persona tan buena? ¿Y que todavía dudara de ella? Sintió lágrimas caer cuando terminó de leer todo. Y estaba decidido a salvar a Bridgette y no dejar que nadie le hiciese daño, ni siquiera él.
-Buenas noches, chaton.- el susurro en su oreja lo hizo gritar del susto, sonrojándose de la vergüenza y haciéndola reír con total libertad.- ¡Deberías ver tu cara!- era increíble como el saber quién era alguien revelaba muchas cosas que antes no notaba, como ese color azul tan intenso de sus ojos, sus labios color rosa, el sonido de su voz, y hasta ese mechón inconfundible. La magia de los miraculous era impresionante.- Te lo mereces por la última vez que intentaste asustarme.
-Oye, que bien recuerdo me lanzaste.
-Vale, lo siento, tienes razón. ¿Comenzamos la patrulla?
-Eh… estaba pensando en que en vez de separarnos podríamos hacerla juntos esta vez.
-¿Y eso por qué?
-Bueno… es que casi no nos vemos además de cuando aparecen los akumas y sentimonstruos, y me gustaría pasar más tiempo contigo.- ella sonrió y asintió sin dudar.
-Tienes razón, de vez en cuando debemos pasar tiempo juntos como amigos.- dijo poniendo su mano sobre su hombro, Chat sintió sus mejillas calentarse ante ese mínimo toque. ¿Qué era lo que le pasaba?
-S-Sí, e-es cierto.- ella le miró extrañada.
-¿Estás balbuceando?- preguntó confundida ya que su compañera siempre era tan seguro.
-Claro que no. Adelante bichito, que tenemos mucho por hacer.
-¡Que no me digas bichito!
Recorrieron Paris saltando sobre los techos, Ladybug parecía divertirse y Chat Noir se ponía a la par de ella. Piruetas y acrobacias que fascinaban a los transeúntes que lograron captarlos en las todavía llenas calles de Paris. Las luces de la ciudad les prodigaban los reflectores para hacerlos brillar y las sombras para hacerlos desaparecer de los ojos de todos. Ladybug rio y Chat Noir le sonrió, aunque de vez en cuando miraba alrededor en busca de aquella a la que le temía su yo adulto.
Ladybug se detuvo y vieron a André, sin dudarlo bajó hacia este que estaba más que complacido de dar un helado a los héroes de Paris. Esa sonrisa radiante que le regaló a Chat Noir provocó que el corazón del felino latiera casi de forma incontrolable. ¿Por qué sentía eso? ¿Acaso era porque sabía quién estaba bajo la máscara? ¿Qué sentimientos tenía entonces por Bridgette?
Subieron hasta los techos para disfrutar de su helado, viendo la enorme pantalla del centro en el que a esa hora pasaban el noticiero con Nadja Chamack.
-Así deberían ser todas las noches.- dijo Ladybug.- Sin akumas o sentimonstruos que ataquen. Me pregunto si Shadow Moth duerme siquiera.- notó la mirada de su compañero sobre ella y le miró confusa.- Eh… ¿Chat Noir?
-¡¿SÍ?!- preguntó con una octava más alta en su voz haciéndola reír, era tan fácil hacerla reír…
-¿Qué te pasa? Parece que algo te tiene distraído.- Chat Noir no quería mentirle, pero era por su bien y su yo adulto le dijo que no debía decirle palabra.
-No.- respondió de inmediato el Félix adulto.
-¿Por qué no? Ella tiene derecho a saber.
-Bridgette no debe saberlo por su propia seguridad, conociéndola de seguro irá tras su yo del futuro y eso crearía un desastre mayor, ya me lo advirtió Bunnix, la joven Bridgette no podrá asimilar lo que en el futuro hará… es demasido para cualquiera. Así que olvida esa idea y concéntrate en el plan.
Este debía tener más experiencia que él pero igual la idea no le gustaba.
-No pasa nada, es que yo…
La pantalla de la televisión sufrió de una interrupción estática que no era normal. Sucedió en todos los canales, interrumpiendo cada programa y transmisión en línea. La pantalla se volvió oscura y después de un color rojo intenso. Una voz femenina se escuchó entre la leve estática.
-Gente de Paris, soy Mort Rouge, y desde hoy les digo que disfruten de lo que les queda de paz. Porque eso va a terminar muy pronto.
Un video apareció en la pantalla. Calles ardiendo, gente corriendo y escapando por sus vidas, gritos de terror, y una visión de media Paris desvanecida incluyendo la Torre Eiffel, o lo que quedaba de ella envuelta en llamas. Las imágenes eran perturbadoras, todo el mundo las estaba viendo, incluyendo Gabriel Agreste que miró la pantalla de su tableta con interés. El Félix del futuro veía las escenas junto con un grupo de personas en la calle. Su futuro estaba allí plasmado, al igual que las suplicas de las víctimas que ella aterrorizaba.
-He allí su futuro Paris queridos ciudadanos, creado por el egoísmo y el odio que ustedes sembraron. La ciudad próspera y resguardada caerá. Y no importa lo que hagan, no importa a quienes envíen, y mucho menos si intentan limpiar sus pecados… el futuro está escrito en piedra con su sangre y así es como será.- las imágenes se detuvieron y en la pantalla apareció la Ladybug del futuro, pero los puntos habían desaparecido del traje y llevaba un antifaz que lucía como los ojos de un esqueleto.- Y las tinieblas, y la corrupción, y la Muerte Roja lo dominaron todo. Adelante… intenten detenerme. Pero el reloj ya corre y las campanadas ya resuenan anunciando mi paso.
Las pantallas se volvieron a oscurecer y la estática regresó dejando la programación habitual, aunque quienes estaban en directo parecían no saber cómo reaccionar.
-Vamos, Chat Noir.- dijo Ladybug que lanzó su yoyo para ir a la televisora.
Chat Noir podía sentir el desconcierto y el miedo que ahora reinaba en la ciudad, a sabiendas de quién era esa mujer. Y un escalofrío pasó por su espalda.
-¿Crees que esto sea obra de Shadow Moth?
-No lo sé. Pero debemos ser cuidadosos.- llegaron a la televisora donde Nadja ya estaba esperando afuera junto con todos los demás que evacuaron el edificio.
-Nos alegra tanto que estén aquí.- dijo con alivio la reportera.- Alguien accionó la alarma contra incendios y todos salimos.
-¿Sabe en qué pido fue donde se originó la transmisión?- preguntó Chat Noir.
-El noveno es el único piso que está en remodelación.
-Bien. Aléjense o podría pasar algo.- dijo Ladybug antes de ir a con su compañero al interior.
A lo lejos las sirenas de las policías se escucharon, pero los héroes entraron primero. Llegaron al noveno piso que estaba por completo oscuro. Chat Noir con su visión nocturna encendió la luz y lo único que encontraron fue un gran charco rojo en el suelo. Ladybug miró con horror la escena pero el fuerte olor a químicos les hizo saber que se trataba de pintura.
-Menuda bienvenida más macabra.- musitó Chat Noir que había sido el primero en darse cuenta de la farsa y señalar una esquina del lugar, donde se veía el dibujo de sus escudos tachados con pintura negra. Ladybug se acercó a tocarlo, la pintura estaba seca pero encontró otro mensaje en rojo más perturbador sobre el techo.
La próxima vez no será pintura.
Chat Noir tragó saliva, con deseos de proteger a Ladybug que apretó sus puños para mantener el control.
-Quien sea quien hizo esto no parece estarse de bromas.- miró a su compañero que la miraba con la misma seriedad.- Parece ser que tenemos a un nuevo enemigo.
-Y este parece ser más peligroso que Shadow Moth. Hay que registrar el lugar, quizás siga por aquí.
-No lo parece.- aseguró al tocar la pintura de nuevo.- Ni siquiera está fresca. Accionó la alarma para salir con todos después de transmitir su video.- dijo yendo a la sala de control y ahí había una memoria todavía conectada al panel de control. La tomó y se la mostró a Chat Noir.- Sea quien sea ya debe estar lejos de aquí.
Y no se equivocaba. La Bridgette adulta se alejó del sitio, perdiéndose entre los callejones oscuros sin ser vista por nadie. Mientras tanto, el Félix adulto caminó a toda prisa intentando perderse. Ella lo había dejado en claro en ese mensaje, no iba a cambiar nada, ni siquiera iba a intentar salvar a su yo joven. Ella dejaría que las cosas siguieran su curso, y así que su yo joven e inocente fuera corrompido para que ella pudiese existir y crear esa pesadilla viviente...
…
En su guarida, Shadow Moth podía sentir el miedo y la confusión entre los ciudadanos de Paris. Natalie se acercó a él desde atrás, con cierta duda en su mirada.
-¿Qué opina señor?
-No tengo idea de quién pueda ser, pero podría usar esto para hacerme de los miraculous con mayor facilidad.
-¿No cree que este nuevo enemigo pueda intervenir en sus planes?
-Eso ya lo veremos. Mientras tanto disfrutemos del caos que provoca y que pueda facilitarme crear más akumas y amoks.
Por alguna razón Natalie no estaba tranquila. Ese nuevo personaje no le gustaba ni un poco. ¿Qué clase de persona prometía la destrucción de una ciudad? La amenaza y las imágenes tan realistas le hicieron temer aunque no quisiera admitirlo en voz alta con Gabriel. Y no quería que Adrien ni Félix fuesen puestos en peligro.
….
Y… espero que les haya gustado! Gracias a todos por leer. Oh, y para quienes tengan dudas, estoy combinando los personajes del PV y de la serie y un OC que muchos conocen, así que dejen review, nada de tomatazos, acepto bebidas de temporadas o imágenes de Chat Noir o Viperion, y sin más qué decir… UN ABRAZO! UN GUSTAZO! Y HASTA LA SIGUIENTE!
