Hola a todos! Agradezco mucho el recibimiento que tiene esta historia, recomiendo discreción por favor a cada capítulo. Tsubasa23 y yo sí que nos hemos lucido con esta historia por lo que por favor pedimos respeto. Ya puestos en ello vieron los avances y el nuevo capítulo? Nos esperan muchas sorpresas y algunas no tan agradables. Dado el caso y sin más qué decir además que Thomas Astruc fue quien metió la pata con un ship ChatRouge que no estaría ni en mil años… COMENZAMOS!

…..

Capítulo 4.

Baile al desastre.

Todo estaba oscuro a su alrededor, era como una bruma que no le permitía ver más allá. Ladybug buscó por el lugar algo o alguien que le dijese qué lugar era ese, hasta que encontró a Chat Noir que le daba la espalda.

-¡Chaton!- corrió hacia él pero este apenas se volvió a ella y la bruma lo cubrió por completo desapareciendo al atravesarla.- ¡Chat! ¡Chat Noir!- lo llamó sin obtener una respuesta.

Una risa ronca se escuchó a sus espaldas y vio de frente a Hawk Moth que iba acompañado de Mayura. Sacó su yoyo y lo giró lista para pelear aunque fuera sola, más una presencia se hizo presente a sus espaldas. Frío… de repente sintió mucho frío, y al girar, aquella mujer estaba allí, Mort Rouge se veía tan imponente, tan grande que cuando esta la miró notó que su cara era la de un demonio de brillantes ojos rojos y sonrisa amplia.

-¿Cuánto dolor podrás soportar?- y tras decir esas palabras su capa roja la cubrió y su grito fue ahogado por esta…

Despertó bañada en sudor. Por un momento sintió el deseo de vomitar pero supo controlarse, aun así se levantó con cuidado y fue a su lavabo para lavarse la cara. Agradeció que ningún kwami se hubiese despertado. Compartía habitación con Marinette, pero como sus juguetes estaban en la sala eso hacía que no estuviese tanto tiempo en el cuarto y los kwamis podían estar en el lugar si gustaban, claro, siendo cuidadosos. Tikki sí se dio cuenta de su despertar y voló hasta ella cuando Bridgette se echaba agua en la cara.

-Te ves pálida. ¿Tuviste una pesadilla?

-¿Eh? Algo… Algo así.- tocó su brazo y cerró los ojos. Nunca antes había sufrido un daño así, al menos no como Ladybug. Por supuesto no era invencible y lo sabía, sentía los golpes pero estos no eran tan fuertes y podía seguir luchando como si nada. Pero esta vez, fue la primera vez que se sintió… vulnerable.

Tikki notó que su portadora no estaba bien y se acurrucó en su mejilla.

-No te preocupes Bridgette. La próxima vez no dejaré que te pase nada. Aun cuando tenga que usar todo mi poder en protegerte.

-Pero si ya lo haces, Tikki.- la acurrucó en su mano y sonrió.- No tienes que esforzarte de más. La próxima vez usaré un miraculous como apoyo, ya que si gastas energía en mí la transformación no durará lo suficiente.- la puso entre sus manos y le dio un beso en su cabeza.- La próxima vez voy a estar preparada.

Tikki le sonrió y asintió sintiendo que Bridgette volvía a levantar su ánimo, de esa forma en la que ella solo sabía. Estaba tan feliz de tener a una portadora así. Bridgette volvió a la cama con Tikki, miró el techo de su habitación y… se le dificultó dormir el resto de la noche.

Félix estuvo pensativo en todo el desayuno. No quería ver las noticias, donde se podía ver lo que Mort Rouge les había hecho. Todavía podía escuchar el sonido de sus costillas romperse y el grito de Ladybug ante su brazo roto. Apretó el tenedor y partió la fruta de su plato como si así pudiese desquitarse. No iba a permitir que algo así pasara de nuevo.

-¿Félix?- le llamó Adrien que notó su ceño fruncido.- ¿Estás bien?

-Ah, sí Adrien. Nada más estoy pensando en el evento que haremos en mi escuela.

-Yo tengo día feriado ese día. ¿Puedo ir?

-Eso depende de padre. Pero no creo que diga que no aunque veremos.

-¡Sí!- Natalie entró al comedor y vio a los chicos desayunar.

-Buenos días, terminen pronto su desayuno o se les hará tarde. Félix, hoy reanudas la sesión con Lila Rossi.

-Entiendo.

-Adrien, tienes lecciones de piano hoy. Que no se te olvide.

-Natalie, ¿papá sigue enojado?- todos sabían a qué se refería el pequeño Agreste, la noticia de la tumba de su madre era algo delicado. Natalie casi quiso darle una palmadita en la cabeza pero refrenó ese acto casi a último momento, cosa que Félix notó.

-Es mejor que no se acerquen a su padre hoy tampoco. Y no hablen de eso, ya nos estamos haciendo cargo de los medios.

Los hermanos asintieron y se prepararon para ir a la escuela. Sin embargo, Natalie tenía un sentimiento extraño. Quizás porque había tenido el miraculous del pavo real presentía más cosas de lo normal y ese nuevo personaje no le dejaba en paz. Se reprendió a sí misma, pensando que quizás era el sentimiento de celos porque ya no era tan útil para Gabriel y ahora que aparecía esta mujer ¿sentía que podría desplazarla? Decidió mejor enfocarse en su trabajo, por el que sí le pagaban, y luego tomarse un descanso. No podía tomarse a la ligera su salud. Cuando los chicos se fueron revisó atenta los mensajes a responder, y hubo uno que llamó su atención.

-¿Por qué la señorita Lila Rossi se está comunicando por correo?- de repente recordó que Gabriel no había atendido el teléfono en todo el día de ayer.- Oh, cierto. Veamos qué dice…- una lectura rápida la hizo arquear la ceja.

Muy buen día.

He intentado comunicarme por teléfono pero creo que su línea está mal. Quería advertirle sobre Bridgette Dupain-Cheng, ha estado cerca de Félix y le ha dicho que mi modelo ganador es de ella. No le crea a nada de lo que diga, sus celos están fuera de control. Incluso si nuestros dibujos son similares ella no tiene el talento necesario. Cuando abra la fecha para el nuevo concurso le mostraré mi libreta y allí usted verá quién es la mentirosa.

Natalie fue a su escritorio. Por suerte no se había deshecho todavía de los modelos rechazados. Encontró con relativa facilidad el modelo que supuestamente presentó la señorita Dupain-Cheng y comparó el dibujo con el de la señorita Rossi, luego lo comparó con modelos anteriores tomando el del dibujo del bombín que entregó cuando fue modelado por Félix. Era obvio que el trazo hecho en el diseño del bombín y el diseño del modelo de la señorita Rossi fueron hechos por la misma mano, mientras que el supuesto diseño presentado por la joven franco-china no tenía nada que ver con el trazo. La trampa era obvia. Detestaba ese tipo de gente. Tenía que decirle a Gabriel apenas y se desocupara de sus asuntos aunque no sabía si de verdad descalificaría a Lila Rossi. Había buscado casi con desesperación akumatizar a Bridgette Dupain-Cheng y esta sería una oportunidad perfecta. Pero Félix sabía de la trampa y no creía que fuese a dejarlo así. Y si era honesta consigo misma, ella tampoco quería eso. La señorita Rossi era una herramienta útil que podían usar en cualquier momento, pero sería malo para la empresa si alguien se enterase, y la señorita Dupain-Cheng conocía a mucha gente importante: Jagged Stone, Clara Nightingale, Nadya Chamack, Thomas Astruc estaban en su lista de conocidos y todos eran muy poderosos en los medios. Tomó una decisión, apenas y esa libreta llegara a sus manos, iba a dársela a Félix para que la entregara a su legitima dueña.

Se despidió de los niños y fue a ver a su jefe que seguía en su guarida.

-Ah, Natalie. ¿Ya se fueron los niños?

-Se acaban de ir. Debo decirle que están preocupados por lo sucedido con las noticias de ayer.

-No deben de preocuparse por ello. ¿Ya localizaste a quien dio la noticia?

-Sigo en eso, pero todos están pasando el balón y es difícil saber quién fue el primero en enterarse.

-Sigue investigando. La fuente deberá aparecer tarde o temprano y cuando lo haga húndelo para que no vuelva siquiera a escribir una miserable letra.

-Entendido. ¿Qué planes tiene hoy?

-Intentaré akumatizar a alguien. Espero tener suerte hoy con nuestra nueva aliada.- Natalie asintió y se dio la vuelta. Mort Rouge era un personaje oscuro y misterioso al que su jefe estaba depositando demasiada confianza… y eso no le gustaba.

Bridgette llegó a la escuela temprano, incluso sus tíos le preguntaron si estaba enferma pero ella lo negó y hasta aprovechó para llevar a Marinette a su colegio. Y la primera persona que le recibió apenas puso un pie en la acera del instituto fue Claude.

-¡BRIDGETTE!

-¡AAAAAH!- había aparecido tan de repente que le asustó a morir, incluso su puño fue a su cara tirándolo al suelo.- ¡Ay mi madre! ¿Te di fuerte?- pero su amigo se levantó como si nada, ya estaba acostumbrado a sus golpes.

-¡¿Estás bien?! ¿Te hizo daño? ¿Cuántos dedos ves?- el miedo fue suplantado por el alivio y ella sonrió.

-C-Claude, calma.- al ver que llamaban la atención lo llevó dentro de la escuela justo cuando Félix llegaba y veía la escena curioso.

Lo llevó a la biblioteca, ya que a esas horas casi nadie estaba allí.

-Estoy bien, mi poder arregló todo y no tengo nada.

-Bridgette, ¿qué pasó ayer? Te he visto golpearte de cara, salir por los pelos de una explosión y hasta estrellarte con los panorámicos de Félix, ¿qué fue eso?- Bridgette apretó los labios y suspiró llevando su mano a su brazo.

-Esta persona… tiene más poder de lo que parece. Tikki me explicó que esta mujer, Mort Rouge, tiene un poder similar al mío.

-¿Qué? ¿Cómo es posible eso?

-No lo sabemos. Pero su poder es mucho mayor y que por eso logró hacernos daño.

-¿Y estás bien?- preguntó nuevamente y ella le sonrió como pudo.

-Por supuesto que estoy bien. Y la próxima vez estaré preparada.

Claude suspiró preocupado. Había visto la escena por televisión así como muchos otros, fue horrible. Prácticamente había salido de su casa como Kid Mime para ayudarla, por algo ella le había dado el miraculous de la imaginación de forma permanente. Fue impulsivo, sí, más su amiga era más importante que su identidad. Pero al llegar ya todo había terminado y la prensa estaba vuelta loca. No había podido localizarse con ella en todo el resto del día.

-Nada más prométeme que te cuidarás.

-Te lo prometo.- le dijo con una sonrisa más sincera.

-Hola chicos.- ante esa voz femenina Claude se tensó y al girar vio a la chica de sus sueños sonreírles.

-Ho-Hola Juliet, te ves tan linda, digo, ¿cómo estás?- Bridgette sonrió ampliamente intentando aguantar la risa.

-Yo estoy bien, estoy ayudando a acomodar los libros de la biblioteca.

-Oh, hablando de libros, me gustaría llevarme uno.- pidió Bridgette juntando las manos.- ¿Tienes una copia del libro que tenías ayer?

En el salón de clases todos hablaban de lo mismo, Félix entró aparentando normalidad y Nino se acercó a él.

-Viejo, ¿viste lo que pasó?

-Lo vi. Creo que todo el mundo lo vio.

-Cielos, espero que Chat Noir y Ladybug estén bien.

«Estamos bien. Nada más con un trauma y el orgullo herido»

Pensó amargamente. Alya se acercó a ellos con el celular en mano.

-Nunca había visto que algo así pasara. Espero que la próxima vez hagan pedazos a esa villana.

-¡Ja! Por favor.- Chloe entró con Sabrina detrás, escuchando las múltiples charlas.- Después de lo de ayer seguro que ese par ha de estar bajo una piedra temblando de miedo.

-¿Cómo puedes decir eso?- preguntó Allegra molesta alzándose de su lugar.

-Nada más digo la verdad. Al fin alguien les hace frente a ese par de inútiles, la ciudad no necesita a héroes de pacotilla como ellos.

-Te recuerdo que como Queen Bee tú diste pena ajena.- dijo Alya de brazos cruzados y todos le apoyaron.

-Y ahora nadie se acuerda de ella.- dijo Kim y Alix asintió riéndose de Chloe.

-Cierto, todos ahora adoran a Vesperia, ella sí que es una heroína.- Chloe apretó los dientes y puños, furiosa por los desplantes a su persona.

-¡Esa copia barata no me llega a los talones!

-Eso dices tú pero todo el mundo piensa lo contrario.- se burló Allegra y todos comenzaron a reír. Y Chloe rechinó los dientes y pateó el suelo.

-¡Ya me las pagarán! ¡Ustedes y esa idiota!- salió del salón empujando a Bridgette que llevaba el libro en mano, la chica intentó mantener el equilibrio pero para su sorpresa un fuerte brazo la sujetó antes de caer. Había sido Félix.

-Félix…- este no respondió, la había visto casi entrar y su cuerpo se movió tal como hacía Chat Noir al atrapar a su lady. Podía sentir su calidez junto a él, el suave aroma a lavanda y fresas en ella, y sus grandes y brillantes ojos de abundantes pestañas le miraban con sorpresa y anhelo. Fue una tortura separarse de ella, al menos unos centímetros.

Cuando Bridgette se dio cuenta que no había dicho nada más intentando esconder su sonrojo.

-¿C-Chloe está haciendo su berrinche matutino?- preguntó Bridgette apretando el libro en su pecho.

-Es ya la rutina habitual.- respondió Félix que le dio un vistazo al libro y sintió un leve escalofrío al leer el título.- ¿Historias extraordinarias?

-Oh, sí. E-Es que me entró algo de curiosidad y me lo sugirieron mucho.- intentó justificarse. Félix arqueó la ceja al notar su nerviosismo, aunque por dentro estaba encantado al ver lo adorable que se veía. De nuevo vio el libro y a su memoria vino la historia de La Muerte Roja.

-Es una lectura interesante aunque en mi opinión algo plana en algunas partes. Si no entiendes algo puedes preguntarme, con gusto te explicaré esta.

Bridgette se pasmada, no sabiendo que decir, ni siquiera cómo moverse, pero su rostro se tornó rojo hasta las orejas, su mechón se movió incontrolable y casi sintió vapor salir de entre su ropa.

-V-V-Voy a-a-al… al baño… con permiso.- se dio la vuelta de forma mecánica y después corrió a los lavabos para refrescarse y gritar como una loca, asustando a las chicas que estaban usando el resto de los lavabos y dejándola sola.- ¡No estoy soñando! ¡Por Dios, de verdad no estoy soñando! ¿O sí? Tikki, ¡pellízcame para decirme que no estoy soñando!

-Vale, tú lo pediste.- desde afuera del baño se escuchó un grito y luego una risa tonta que asustó a las chicas que iban a entrar.

Lila regresó de su hogar tras comprar algo más "comible" que el pobre desayuno que su madre le dejó. Miró con asco al vagabundo que estaba en la acera y lo pasó sin dejar una moneda de las tantas que le dieron para el cambio. El vagabundo apenas y movió su cabeza y Félix alzó apenas la vista viéndola partir. Plagg no parecía nada contento.

-Puaj, odio que vistas de esta forma. Esta cosa tiene demasiados agujeros que apenas y puedo poner mi queso en un bolsillo.

-Bien, el aroma de tu queso es tan fuerte que la gente de verdad cree que soy alguien de la calle.- se levantó y caminó hasta un callejón, Plagg salió al fin tras ver que no había nadie.

-¿Qué es lo que vas a hacer? ¿Vas a vigilar a esa chiquilla y a los ciegos amigos que tiene?

-No, no a todos al menos.- se quitó el viejo sombrero que tenía y mesó su cabello.- Parece ser que por el momento no está interesada en Lila. Pero deberé seguir vigilando, no sé cuál vaya a ser su próximo movimiento.

-Ya lo has anticipado antes, sabes cómo piensa.

-Ese es el problema, sé cómo piensa y lo de ayer de seguro la ha descolocado y por eso ha atacado. Temo que vaya a hacer algo más drástico contra ellos, pero a la vez sé que intentará mantener un perfil bajo. Necesitará de un aliado.

-¿Crees que tu padre ya la ha contactado?

-Es lo más seguro, me apostaría mi otro ojo. Sin embargo, ella necesitará a alguien más al que pueda manipular a su antojo.

-Esto no me gusta, no me gusta nada.- Félix le acarició la cabeza, conociendo el sentir del kwami que estaba preocupado por su contraparte así como él.

-A mí tampoco, Plagg. Parece ser que necesitaremos un poco de ayuda.

-Muy bien, vamos a decidir qué es lo que vamos a hacer en el evento.- dijo Bridgette estando al frente del salón con Alya. Félix no dejaba de verla, tomar el liderazgo en la clase de la misma forma que en batalla era algo que le dejaba embelesado y Nino ya le había llamado un par de veces tras notarlo un poco extraño.- El director nos ha dado las especificaciones de lo que quiere que hagamos. Será un puesto que pueda ofrecer productos o servicios que se puedan cobrar y el dinero se enviará a una organización benéfica que nosotros escojamos.

-Ugh, ¿entonces cuál es el mérito de ello?- preguntó Chloe con desinterés, molestando a más de uno con su comentario despectivo. Alya fue la que respondió.

-Bueno, el director nos anunció que quien logre juntar la mayor cantidad de dinero ganará un premio.

-¿Qué tipo de premio?- preguntó Alix.

-Ojala sea una comida completa.- deseó Iván y Nathaniel suspiró.

-O una salida a un lugar interesante.

-Algo así.- dijo Bridgette.- Nos darán unos cuantos puntos por sobre la calificación que queramos, y también iremos a las piscinas ¡con pizza incluida!- todos gritaron de emoción, incluso la señorita Bustier a la que ya se le estaba notando su embarazo rio ante tal entusiasmo, pero una voz se alzó sobre todas.

-¿Pizza? ¡Qué horror!- exclamó Chloe.- Nada más a ustedes les gustaría atiborrarse de comida grasienta y mojarse.- Alix la miró con mofa.

-Cierto, puedes mojarte en tu jacuzzi y comer tu sushi caro en tu hotel.- todos rieron a lo bajo pero Chloe se sintió ofendida.

-Pues eso es mucho mejor que su patético premio.

Todos rodaron los ojos y decidieron ignorarla, pero Bridgette suponía que Chloe igual necesitaría esos puntos ya que si bien Sabrina le hacía las tareas, los exámenes eran un asunto aparte. Así que siguió con la explicación.

-Tenemos que entregar una propuesta original para que no se repita junto con otros grupos. No se puede tener más de un puesto de lo mismo.

-¿Y qué tal si vendemos dulces?- propuso Rose y Alya iba anotando todo en su tableta.

-¿Y si hacemos un taller de arte para niños? Después de todo es a puertas abiertas.- propuso Nathaniel y varios parecieron interesados.

-¿Y si hacemos peleas con espadas de espuma?- propuso Mylene y Kim pareció más interesado.

-¡Sí! ¡Suena divertido!

-Pero qué ideas tan mediocres.- gruñó Chloe, incluso Sabrina se había emocionado con las ideas pero se guardó su emoción al ver la expresión hosca de Chloe. Por primera vez, Félix habló.

-¿Y qué es lo que propones? ¿O nada más vas a quejarte en tu lugar?- la rubia sonrió y se levantó de su lugar pasando al frente.

-Propongo que se haga un desfile de modas.

-¿Disculpa?- Nino parecía tan sorprendido como todos.

-¡Sí! Un desfile donde se puedan lucir prendas hermosas y accesorios bellos y caros.

-¿Y tú te crees que tenemos presupuesto para hacer eso?- preguntó Bridgette.

-Ustedes quieren ganar dinero, ¿no? Mientras más caro y fino mejor.- Félix tenía ganas de golpearse la frente, Chloe podría tener la intención de ganar más dinero que nadie, pero ella pensaba que todos portaban una tarjeta dorada en la cartera.

-No creo que haya gente que pueda pagar por un brazalete de oro o una blusa de seda en un puertas abiertas, Chloe.- explicó este y Chloe alzó la barbilla.

-¿Y quién dice que le venderemos a la chusma? Podemos adaptarlo a gente cercana a nuestro nivel.

-Chloe, es un evento a PUERTAS ABIERTAS, no una especie de gala o fiesta para celebridades.- explicó Bridgette.- Me parece que tu idea no es…

-¡Es perfecta!- exclamó para sorpresa de todos Claude.

-¿Claude de acuerdo con Chloe?- preguntó Nino.- ¿En qué clase de mundo paralelo estamos?

-Mierda, ya temo mi futuro.- musitó Félix ante esa posible señal del fin.

-No me refiero al glamour, si me dejan explicar.- la profesora le invitó al frente y Claude aprovechó.- Verán, de seguro muchos van a buscar vender comida o incluso realizar algunos juegos. Nosotros podemos hacer un desfile más práctico. Hacer accesorios que nosotros hagamos y venderlos para que la gente también modele.

-¿Qué quieres decir?- preguntó Sabrina curiosa y Chloe exclamó.

-¡¿Cómo?!- exclamó Chloe.

-Tenemos dinero más que suficiente para comprar lo que hallemos en la Rue de Marais, donde venden las cosas para los turistas entr euros. Y lo demás podemos comprarlo en tiendas para hacer brazaletes de cuencas y collares entre otras cosas. Las chicas pueden traer maquillaje y otras cosas, y así podemos hacer una pasarela para que no sólo nosotros mostremos lo que tenemos.

-¡Podemos hasta sacar fotografías!- exclamó Rose alzando su mano con entusiasmo.- Y luego publicarlas en la página del evento.

-Haríamos que la gente se sienta como los modelos profesionales.- dijo Mylene y Claude asintió.

-Exacto, nada más necesitaremos un escenario con algo de fondo y esos extraordinarios accesorios que todos podemos hacer.

-Muy bien, la incluiré para la votación.- aceptó la señorita Bustier. Todos parecieron aceptar gustosos la idea, aunque Claude tenía un propósito en mente, hacer que Bridgette fuese reconocida nuevamente como la diseñadora estrella y dejar a Lila como la farsa que era.

El sonido de las crueles risas le causaba escalofríos. Le patearon el estómago tantas veces, la cara, aprovechando que estaba en el suelo, siempre era así, siempre intentaba defenderse pero le superaban en número. Nunca la dejaban tranquila. El sabor de su sangre ya era algo normal para ella, pero tenía esperanza, una pequeña e ínfima esperanza cada vez que venían a verla.

-¿Qué pasa? ¿Ya no te puedes levantar? ¡Arriba!- gritó el guardia que hizo a un lado a las internas y la sujetó de lo que le quedaba de cabello, ya que se lo habían cortado en mechones desiguales.- Que aún no he acabado contigo.- ella miró al reloj de la pared, esperando con ansias la hora de la visita.- ¿Qué tanto miras? ¿El reloj?... Oh, ya veo.- sonrió este cruel.- Lamento decirte primor que nadie va a venir a verte más.

-¿C-Cómo?- preguntó cómo pudo con sus labios hinchados y llenos de sangre.

-Sí, al parecer alguien les informó que moriste ayer. Un intento de fuga, triste, muy triste.- ella no quería creerlo, no podía ser, más al ver su expresión sus ojos se llenaron de lágrimas al confirmar la verdad.- Podemos hacer lo que queramos contigo y nadie va a intervenir.- la tiró al frío e irregular suelo y las internas la sujetaron de los brazos y abrieron sus piernas.- Déjame darte tu bienvenida al infierno.- dijo al bajar el cierre de su pantalón y cernirse sobre de ella…

Despertó con una nausea que casi la hace vomitar. Fue al baño dejando que Tikki siguiera durmiendo a un lado de su almohada y se miró en el espejo de aquel pequeño baño del cuarto que alquiló a la dulce viejecita de abajo. Repasó con cuidado cada cicatriz, cada una con una historia diferente, en sus brazos, sus piernas, luego su vientre… cerró los ojos al no querer recordar esta. Pero la que sí quería recordar, la única que no le gustaba esconder era la cicatriz que iba de su clavícula hasta debajo de su labio. Había sido un corte profundo, casi muere, sin embargo no había estado allí para morir, sino para sufrir por órdenes de una persona… Lila Rossi. Recordó cuando la atrapó fuera de su lujoso departamento, las torturas a la que la sometió, todo de la misma forma en la que ella sufrió y más, la hizo confesar, pero aun así Lila siguió arrogante hasta casi sus últimos momentos.

¡Yo gane! No importa qué más me hagas yo gane al final. Mírate, nunca has sido nada. Gane y puedo morir con eso.

Por supuesto, esas palabras fueron antes de someterla a peores torturas en las cuales rogó por su vida e intentó culpar a otros de sus desgracias. Pero a pesar que al final logró romper su maldita arrogancia esas palabras le amargaron la existencia. Lila no fue la única culpable de llevarla a ese estado, todos los demás tuvieron que ver y quería verlos destruidos.

Fue una prueba dura, pero que le ayudó a entender la realidad detrás de su mundo rosa. Se estaba haciendo un favor a sí misma, la gente alrededor era veneno, y muy pocos eran los que merecían vivir, los de corazón puro. Todos debían pasar esa prueba de fuego. Así cuando su otro yo pasase por lo mismo, entendería su visión del mundo y que todo fue por una razón, quitarle la venda de los ojos.

-¿Brid?- habló la pequeña kwami detrás de ella y Bridgette la tomó de entre sus manos y la acurrucó.

-Está bien Tikki, estaré bien.- ambas juntaron sus frentes, la pequeña kwami podía sentir la enorme herida que estaba dentro de ella.- Vamos a salir un momento, necesito algo de aire.

Bridgette estaba ocupada en caja y al mismo tiempo dibujando algunos accesorios en un block de notas. Su tía se acercó por detrás y le sonrió.

-Qué bonito es ese. Me gusta mucho.- señaló un accesorio de plumas y perlas.

-Gracias tía. Es para vender en el evento que será el día del trabajo. Vamos a hacer incluso una pequeña pasarela.

-Si van a hacer los accesorios con tus bocetos seguro que todo será un éxito.- acarició su mejilla y se fue a atender mesas. Sin embargo, no solamente estaba enfocándose en los accesorios, debajo del block de notas, tenía algunas hojas sueltas con modelos nuevos que quería adjuntar a una nueva libreta. Tikki que asomó estaba orgullosa de su portadora, era cierto lo que dijo, Lila pudo haber robado sus diseños pero no su talento.

La campanilla de la puerta sonó y para sorpresa de Bridgette vio entrar a su hermanita con el pequeño Agreste y su guardaespaldas detrás.

-Hola niños. ¿Cómo la pasaron en la escuela?

-Más o menos. Bridi, Adrien está triste porque hay niños que dicen cosas malas de su familia.

-¿Y eso?

-Es por algo malo que pasó. Hasta papá está molesto.

-¿Por qué?

-Oh, cielos, Bridi, ven acá un momento.- le llamó su tía y Tom se acercó a los niños y al guardaespaldas mientras su esposa explicaba a Bridgette lo que había sucedido en las noticias.

-Oh cielos…- tras unos momentos recobró la compostura y se acercó a ellos.- Bueno, no importa.- puso su mano sobre Adrien.- La gente puede decir lo que quiera, pero al final tendrás el apoyo de los que te quieren.- Adrien le sonrió, era tan tierno, se preguntó si Félix alguna vez le sonreiría así.- Y para levantar el ánimo nada mejor que algo dulce.

-¡Así se habla!- exclamó su tío.- Cortesía de la casa.- Bridgette se dio a la tarea y tomó una caja mediana y puso unos écleirs de sus tres sabores, un par de macarrones, y un par de madalenas. Cerró la caja y se la dio al guardaespaldas, con sin antes darle a este también un pequeño pastel.

-Esto es para usted, muchas gracias por traer a mi hermanita.- el hombre asintió con una sonrisa y se dio la vuelta con Adrien.

-Hasta mañana Mari.

-Nos vemos, Adrien.- se despidieron los niños y Bridgette suspiró.

-Qué bonito es ser pequeño. Me pregunto cómo habría sido Félix de pequeño.- dijo imaginándose a un pequeño más serio que los demás pero con una sonrisa traviesa.

Lo que Bridgette no sabía era que Adrien y Gorilla iban al parque, donde se estaba realizando la sesión de fotos pendiente. Félix quería mantener una distancia profesional pero Lila no dejaba de ponerse a su lado o sobre de él en poses demasiado íntimas, haciendo que en las fotos ambos lucieran como una pareja. Lo odiaba.

-¡Bien! ¡Bien! Mantengan esa actitud. Muy bien, bravo.- felicitó el fotógrafo y de repente de la fuente salió un chorro de agua que mojó a Félix de pies a cabeza.- Oh, cielos. Tomemos un descanso.- apenas dijo esas palabras se separó de Lila lo más rápido posible. Por primera vez agradecía su maña suerte. Fue a tomar una toalla y botella de agua cuando vio a Adrien acercarse con Gorila.

-Adrien, pensé que estarías ya en la mansión.

-Quería verte, hermano.- Félix le sonrió y pasó su mano por sus cabellos.

-Bien, apenas termine nos vamos juntos. ¿Qué es esto?

-Me lo dio Bridgette, la hermana de Marinette. Están muy ricos. ¿Quieres?

-Oh, yo no comería eso si fuese tu.- dijo Lila que se había acercado a los hermanos.- He escuchado rumores que ese lugar tiene una plaga de insectos. Yo nunca comería en ese sitio, podrían enfermarse.- Adrien miró a Lila con clara molestia, era obvio que no le caía bien. Y Félix ignoró sus palabras, tomando un écleir con glaseado de chocolate rosa, comiéndolo frente a ella.

-Nunca me gusta hacer caso a los rumores sin pruebas.- Adrien sonrió al notar la expresión hosca de Lila.

Entonces Lila vio el equipo del fotógrafo y la caja de postres que el pequeño puso a un lado, ocurriéndosele una idea perversa, cambió su expresión a un puchero, esperando darle un poco de lástima a Félix o al menos distraerlo.

-Oye Félix, lo que dijiste de tu padre y el concurso, ¿verdad que me contarías si algo pasase?- él alzó su ceja y la miró expectante a que siguiera hablando.- Es decir, sabes que a Bridgette no le caigo bien y puede hacer algo para hacerme quedar mal porque ella no gano el concurso.

-No creo que lo haga, hay muchos otros concursos en los que podrá participar.

-Pero ella no es tan juiciosa como tú y yo. Es demasiado infantil y… casi demente cuando se trata de ti o tu familia. Temo que haga algo más drástico.

-Dudo mucho que siquiera se le ocurriese.- dijo más que convencido bebiendo un poco de agua y dándole otra botella a su hermanito.

-Ya pero… oh, hablando de la reina de Roma.- señaló al otro lado haciendo que volteasen ambos chicos, aprovechando la oportunidad de colocar una de las pequeñas cámaras en una de las esquinas de la caja. Había visto a ese fotógrafo hacerlo muchas veces, pegar pequeñas cámaras que parecen cámaras de video con un pegamento o una calca que ayudaba a quedarse en superficies lisas. Lucía como una cámara de video la primera vez que lo vio y eso era justamente lo que quería hacer creer a Félix.- Oh, creo que la confundí. ¿Ves Félix? Hasta tú sientes miedo cada vez que escuchas que está cerca.

Él no dijo nada, aunque antes hubiese sido cierto que su cercanía le provocaba escalofríos ahora era todo lo contrario. Quería cuidarla, velar por ella, y verla sonreír a su lado ahora que sabía quién era y cómo era en realidad… todavía tenía que asumirlo por completo, pero era cierto que quería salvarla de un horrible futuro. Adrien le miró con sus grandes ojos esperando que negara lo que Lila acababa de decir, le sonrió a su hermanito y le acarició la cabeza haciendo saber con ese gesto que no sentía ninguna repulsión por Bridgette, ganándose una sonrisa de su hermano y una mirada brillante como la que su madre.

Decir que estaba furiosa era poco, Chloe quería aplastar a quien estuviera cerca. Le había enfurecido la forma en que su buena idea había sido deformada al nivel de los plebeyos y que todavía no la escogiesen para modelo. Así que para desquitarse tenía a todos los empleados de una tienda corriendo de un lado a otro por ella, buscando algo que a ella le gustase, sacando los vestidos de colección y accesorios de los escaparates y bodega.

-¡Ugh! ¿Aparten eso de mí? ¿Es que esta tienda no tiene algo más qué ofrecer?- dijo ignorando el monto de ropa y zapatos que ya llevaba para comprar, pero sabiendo que si la hacían enojar podría incluso no llevarse nada.- Sabrina, más vale que esta vez mi bolso esté seguro o será a ti a quien descuente lo robado.

-P-Por supuesto Chloe…- tartamudeó Sabrina abrazando el bolso de Chloe con fuerza.- ¿No has sabido nada sobre el robo?

-No me han dicho nada. La incompetencia de tu padre es inmensa. Debería pedirle a mi padre que lo degrade a policía de parques.- Sabrina se mordió el labio inferior para no decir nada aunque le dolían mucho sus palabras.- ¡Rápido que me haré vieja estando aquí!- gritó a uno de los empleados que le mostró unos zapatos que venían en una caja con el logotipo Gabriel.- Póngalo con el resto.

El joven empleado hizo lo que se le pidió, poniendo todo en la torre de cajas de zapatos y ropa que ya llevaba. De repente este vio a una mujer que miraba los escaparates, y al notar que nadie le atendía se acercó a ella, era una mujer mayor que parecía cansada. Se dio cuenta que nadie la atendía porque todos estaban poniendo su mejor disposición con la hija del alcalde.

-Buenas tardes, ¿busca algún tipo de zapato, madame?- preguntó acercándose a la mujer cuyos mechos de cabello se habían zafado de su apretado moño.

-Bonsoir, jovencito.- saludó aliviada.- He estado toda la tarde de tienda en tienda buscando algo cómodo pero elegante. Va a ser la boda de mi hijo y quiero ir lo más presentable posible.- el joven sonrió y asintió.

-¿Qué color busca?- después de decirle qué era lo que buscaba fue a bodega, tomó un par de cajas y se las presentó a la mujer que se sentó a uno de los sillones de la tienda contenta de ser atendida al fin.

Sin embargo, Chloe no parecía feliz de que uno de los empleados dejara de ponerle atención.

-Oye tú, ¿qué crees que haces?- le señaló despectiva.

-¿Disculpe?

-Ya me oíste. Necesito que me atiendas aquí y me sigas trayendo más zapatos.- el sujeto intentó mantener la calma, no quería armar una escena.

-Mis compañeros ya le están atendiendo. En un momento más seguiré ayudándole por ahora debo atender a la dama.

-¿Es que no sabes quién soy?- chilló Chloe indignada.- Soy la hija del alcalde y puedo ordenar que te despidan por tu incompetencia. Pensé que este lugar sabía atender a la gente de mi clase pero tal parece que ciertas gentes prefieren atender a otra más de la chusma. Fuera de mi vista, hablaré con su supervisor a que te pongan en una tienda de tercera con gente de su clase.- ninguno de sus compañeros intervino por él, la palabra de la rubia era ley y apretó la caja con rabia e impotencia. Esa mocosa malcriada…

Lejos de allí Shadow Moth sintió los sentimientos del pobre empleado.

-Ah, Chloe Bourgeois siempre me sirve a mis víctimas en bandeja de plata.- el akuma voló de su mano junto con una pluma.- Ve mi pequeño akuma y mi pluma oscura, y demonícenlo.

Tras una charla con su gerente que no parecía nada contento, el akuma y la pluma se posaron en la placa del nombre.

-Cordorieux, soy Shadow Moth. ¿No estás cansado que la gente te lleve a su ritmo? Es hora de que tú pongas el ritmo y ellos se muevan a tu placer.

-Será un digno espectáculo.- el miasma oscuro le envolvió. Convirtiendo al empleado en un akuma con un abundante cabello rubio con grandes patillas, piel bronceada, lentes rojos, y un conjunto de chaqueta y pantalones de cuero color morado, una camiseta, guantes cortos y cinturón negro que tenían el símbolo de un akuma y unas botas rojas con estoperoles negros. El amok que apareció a su lado era un hada pequeña que lucía igual de perversa que él, con un conjunto de blusa negra y falda de lápiz roja de piel azulada, con un cabello rizado de abajo negro y una pañoleta roja.

-Ugh, genial. Otro patético akuma.- dijo Chloe al verlo.

-Tienes una boca enorme primor. Veamos si tus pies también se mueven así de rápidos.- el hada voló veloz y tocó los zapatos de Chloe que se volvieron de color rojo y comenzaron a hacerla bailar.

-¡AH! ¡¿Qué demonios es esto?!

-Una lección de humildad. Bailarás y bailarás hasta que no puedas más. Y a todos los demás les espera el mismo destino.

La alerta akuma llegó para ambos. Félix alegó sentirse mal del estómago y Bridgette dijo que tenía que regresar algo a Alya con urgencia. Los dos se transformaron en el parque, cada uno del lado opuesto y salieron de inmediato.

-Vaya, no sabía que estabas cerca, chaton.

-Oh, el destino que busca unirnos. Ya deberíamos decirnos nuestras identidades y así nos transformaríamos juntos.

-Recuerda lo que dijo el maestro Fu. Nada de saber nuestras identidades.- este hizo un puchero, pero luego una expresión triste pasó por su rostro. Si su otro yo hubiese sabido la identidad de Ladybug en su momento…- Hey. No pongas esa cara.- le dijo ella con una sonrisa de lado.- Algún día podremos saber la identidad del otro, por ahora disfrutemos del anonimato.- eso subió su ánimo aunque no demasiado tras conocer las consecuencias de seguir esa tonta regla.

-Pienso que si me conocieras sin la máscara caerías a mis pies.

-Sigue soñando.- llegaron frente a una tienda donde todo el mundo estaba bailando sin control por las calles, intentando detener sus pies cuyos zapatos eran de color rojo brillante.- ¿Qué ha pasado aquí?

-Ladybug, Chat Noir.- se acercó la mujer mayor que el dependiente había atendido, a diferencia de los demás, era la única que no estaba bailando.- Tienen que ayudar al joven que fue akumatizado.

-¿Qué fue lo que ocurrió?- preguntó Chat Noir.

-Una jovencita rubia muy grosera hizo que despidieran a un joven porque me estaba atendiendo a mí en lugar de a ella. Eso hizo que se enojara y fuese akumatizado.

-¿Una jovencita rubia?- preguntó Ladybug aunque no tardó en ubicar a Chloe.- Tenía que suponerlo.- dijo al acercarse con Chat Noir.- Chloe, ¿es que no te cansas de hacer enojar a la gente?

-¿Y tú no te cansas de ser una pesada? ¡Ah! ¡Hagan algo que ya me empiezan a doler los pies!- la heroína rodó los ojos.

-Muy bien, Chat Noir vamos a por el akuma.

-¡Demasiado tarde perdedores!- gritó el akuma por encima de un edificio.- Yo los tengo a ustedes.- el hada voló hacia ellos pero ambos la esquivaron a tiempo de ser tocados por ella. Los civiles se alejaron de allí bailando y dando espacio a la pelea.

No muy lejos, Mort Rouge aguardaba el momento de intervenir, mirando alrededor esperando que apareciera su antiguo compañero.

-¿Todavía no vas a enfrentarme? Gato cobarde, ¿qué planeas?

La pelea comenzaba a ser reñida, no sólo por el akuma sino por la molesta hada que buscaba encantarlos a como diera lugar.

-Debemos deshacernos de ese bicho molesto.- declaró Chat Noir y fue que vio a Ladybug, parecía cauta.- ¿Mi lady?

-Aguarda un poco.- le pidió a la espera de algo. La duda la carcomía, ¿aparecería Mort Rouge? No estaba segura pero era mejor aguardar un poco por si acaso.

-No podrán escapar de mí.- rio el akuma que se movía al ritmo de los 80´s y el hada tocó el suelo y este comenzó a convertirse en un camino rojo brillante, obligando a los héroes de subir encima de los autos.

-Chaton, ¿has jugado el suelo es de lava?

-Más veces de las que te imaginas, soy un experto en esquivar los quesos de Plagg.

-Entonces ya sabes las reglas.- los héroes corrieron por encima de los vehículos, saltando y esquivando al hada y que voló hacia ellos. Ladybug vio la placa en el pecho del akuma y suyo que allí debía estar este y el amok.- ¡Lucky Charm!- esperaba algo útil pero cayó al suelo un tapete de cuencas.- ¿Qué voy a hacer con esto?- intentó ver alrededor, vio el suelo, al hada, su yoyo y un asta que sobresalía de un edificio, pero algo le faltaba, su Lucky Charm estaba incompleto.

-Interesante si lo usas de forma correcta.- la burlona voz de Mort Rouge paralizó por un momento a los héroes y la mujer hizo acto de presencia sobre una farola. Puso nerviosa a la heroína, por un momento sintió sus pies como plomo, pero de inmediato recobró la valentía que le caracterizaba a sabiendas que esta vez las cosas serían diferentes.

Chat Noir había sido el primero en reaccionar poniéndose en guardia, pero olvidándose por un momento del akuma y el sentimonstruo.

En cambio, Shadow Moth estaba más que feliz de ver a su aliada con él.

-Bien, al fin ha llegado. ¡Es hora Cordorieux!

-Por supuesto Shadow Moth. Lily Belle, ¡ataca!

El hada fue directo hacia Chat Noir que esquivó el ataque casi a último segundo pero en su salto Mort Rouge intentó atacarlo, Chat pudo sentir su puño a centímetros de su cara cuando Ladybug enredó el yoyo a la cintura de esta y la alejó de él.

-Ni siquiera lo pienses.- dijo la heroína que no vio a su Cordorieux que le atacó por detrás. Este la tiró al suelo y las plantas de sus pies comenzaron a brillar.

-¡Ladybug!- gritó Chat Noir al ver los pies de su compañera moverse sin control. El akuma la atacó en el suelo, siento este inmune al poder del amok y Ladybug rodó intentando controlar sus pies.

-¡Pon atención!- exclamó Mort Rouge que saltó sobre de él, Chat saltó sobre un autobús esquivando el ataque y viendo lo que había quedado del capo del automóvil en el que estuvo.- O serás el siguiente en este vals mortal.

-Maldita sea.- estaba en desventaja, así que le tocaría defenderse mientras que a Ladybug se le ocurría algo.

-¿Piensas que ella te salvará como siempre? Piénsalo dos veces.- adivinó sus pensamientos y comenzó a pelear contra él. En un movimiento rápido ella pateó la trampilla del autobús que se desprendió y fue directo hacia el asta que se rompió y cayó al suelo.- Ya sin eso no podrá completar el Lucky Charm.- Chat tragó duro, ¿ahora qué iban a hacer?

Ladybug se sentía en desventaja. A pesar de que sabía que podría aparecer su nueva enemiga se distrajo y perdió su objetivo con el akuma.

-¡¿Por qué tardas tanto?!- gruñó Chloe que seguía cerca sosteniéndose de un farol.- ¡Son tan inútiles! ¡Yo ya hubiera acabado con ellos! ¡Pero qué ridículos se ven!

Mort Rouge le dedicó una mirada a Chloe que no dejaba de quejarse.

-¡Hagan algo par de inútiles! ¡Ridículos! ¡Son ridículos!

Mort Rouge sonrió complacida al ver su odio y resentimiento manifestarse. Al final, Ladybug fue acorralada por Cordorieux.

-¡Pero vaya que eres una incompetente! ¡No sabes hacer nada bien!

-¿En serio que ni bailando puedes cerrar la boca?- le respondió Ladybug y Chloe ahogó una exclamación ofendida.

-¿Cómo te atreves?- gruñó a Ladybug que intentaba pensar en algo antes de que el akuma le diese el golpe final. El akuma que se veía satisfecho.

-Fin del baile, primor.

-¿Bailar? ¡Eso es!- justo cuando el akuma iba a tomar sus aretes ella le tomó de la muñeca y se levantó dándole vueltas y cambiando los papeles lanzándolo a varios metros de ella.- Si no puedes con ellos, únete.

En su yoyo puso una melodía rítmica y sus pies comenzaron a moverse al compás, al igual que ella.

-¡Chat! ¿Quieres unirte?- preguntó con una sonrisa y el felino asintió, dejándose caer por el camino y haciendo que sus botas se volviesen carmesí.

-Ya entendí tu plan. Bailemos hacia la victoria, mi lady.

-Y con ritmo.- el akuma comenzó a atacarlos pero estos esquivaban sus ataques en un vals en el que se estaban divirtiendo.

Mort Rouge miró la escena e hizo memoria de esa pelea, aquello nunca había pasado. ¿Entonces qué era eso? No podía entrar donde ellos estaban o también podría perder el control de sus pies.

Chat Noir y Ladybug giraron sobre ellos, uniendo sus manos y golpeando al akuma que no esperaba esos pasos de baile. Tampoco esperó cuando Ladybug esquivó su ataque y luego que esta saltara sobre Chat que le recibió con los brazos abiertos. En un movimiento magistral Chat Noir la alzó sobre su cabeza, golpeando al hada que voló lejos y Ladybug rompió el tapete de cuencas, ambos giraron provocando que las cuencas se dispersaran por todos lados haciendo "bailar" al akuma que intentaba no caer. Ladybug cayó en brazos de su compañero con las piernas enredadas en la cadera y sus brazos alrededor de su cuello y al final esta se estiró para ayudar al akuma a no caer, sólo para arrebatarle la placa de metal y dársela a su compañero que la hizo añicos.

El baile había terminado.

Sin embargo, Ladybug no perdió tiempo, atrapó al akuma y al amok y sacó el miraculous de la abeja y Chat Noir ya tenía el miraculous de la serpiente en su muñeca de cuando le abrazó.

-/ ¡Amalgama!/- gritaron a la vez y se fusionaron con los miraculous.

-Esta vez estamos preparados para ti, Mort Rouge.- declaró Ladybug confiada, pero la sonrisa de la villana no decayó.

Mort Rouge sabía que podría con ellos fácilmente, pero su plan no era quitarle sus miraculous. Así que alzó sus manos en señal de rendición.

-Por ahora ustedes ganan, pero esta no será la última vez que escucharán de mí.- le dedicó una breve mirada a Chloe y se alejó saltando por la azotea. Le siguieron pero al revisar no encontraron rastro de ella.

-¿Crees que de verdad la asustamos?

-No lo sé. Pero debemos estar preparados a futuro.- Chat asintió y bajaron donde el pobre empleado apenas y se recuperaba.- ¡Miraculous Ladybug!- el poder de la mariquita reconstruyó todo y después liberó a la mariposa y pluma purificadas.

-/Bien hecho/- dijeron los héroes al chocar puños.

-Lamento mucho todo esto…- comenzó a decir el empleado.- Me molesté mucho y yo… lo siento de verdad.- Ladybug sacó de yoyo un talismán y se lo entregó al hombre.

-Con este talismán usted ya no será akumatizado.

-Muchas gracias.- dijo este que sintió la mano de la mujer anciana en su hombro como apoyo.

-¡Esto es inaudito!- gritó Chloe acercándose en pisotones y con Sabrina detrás.- Me tuvieron bailando por horas. ¡Exijo que no sólo se le despida sino que pague por el daño que me ha provocado!

Chat rodó los ojos fastidiado por la actitud de Chloe que había empeorado durante los últimos meses, incluso cuando era Queen Bee su supuesta mejora fue demasiado breve.

-¿Por qué no me sorprende que esto fuese tu culpa?- Ladybug intentó calmar a Chloe.

-Por favor, Chloe. Ya todo está arreglado y hasta con mi poder no deberías sentir dolor en tus piernas o…

-No me interesan las patrañas que salgan de tu boca, no eres nadie. Y tú…- señaló al empleado.- Voy a hacer que te echen de todas las tiendas y nadie va a contratarte en esta ciudad.

-Yo lo haré.- dijo la anciana que dio un paso al frente, fue que Ladybug ahogó una exclamación así como Chat Noir que la reconoció verla bien y notar un broche dorado con diamantes en forma d en la solapa de su conjunto.- Un joven con sus cualidades merece un trabajo en mi tienda como gerente. Alguien que ve a las personas y no su billetera.

-¿Y quién rayos es usted?- preguntó Chloe déspota.

-Me llamo Agathe Lemaire. Dueña de la línea de accesorios y joyería Lemaire. Pregunte a su madre por mí señorita Bourgeois, porque ella sabrá de mí muy pronto. Y usted jovencito, vamos a hablar de negocios.- dijo guiándolo lejos de Chloe, dejando a la rubia ahogarse en su propia bilis.

-Chloe, debes mejorar tu actitud. No es bueno para ti ni para los que te rodean.

-¡Bah! Cierra el pico. Y sobre ese vejestorio bien puedo decirle a mi papá que pulverice su negocio o que la saque de aquí.

-Hay cosas que ni el alcalde puede hacer.- se mofó Chat Noir sabiendo que los Lemaire era una de las familias más ricas de la ciudad. Tenían cierta influencia en el mundo de la moda, y aunque no fuesen tan imponentes como los Agreste, tenían un lugar importante en el pináculo de la sociedad. Incluso Ladybug sabía que la amenaza de Chloe caería en saco roto.

En ese momento los miraculous sonaron, era hora de su salida.

-Chloe, intenta ser una mejor persona. Sino podrías lamentarlo a futuro tú y los que te rodean.- dijo por última vez Ladybug que se fue con Chat Noir. Chloe pateó el suelo furiosa.

-Ridículo, ¡completamente ridículo!- se fue sin notar que oculta entre las sombras, Mort Rouge la veía con una sonrisa complaciente.

Félix se dejó caer en su cama, se había justificado que le había caído mal la dieta y Natalie se tomó muy en serio llamar a su nutriólogo para que hiciera unos ajustes a esta. Sonrió al recordar cómo había bailado con Ladybug, la había tenido en sus brazos, ambos encajando perfecto, y hasta por unos instantes se olvidó que estaban peleando y que estaban en un salón de baile, vestidos para la ocasión y Bridgette tenía un vestido rojo despampanante y su cabello suelto que se movía con sus movimientos.

-Vaya, parece que te divertiste.- dijo el adulto que recién salía del baño, pero antes de responder, Plagg lo hizo por él.

-Ha tenido esa sonrisita boba todo el camino de regreso. Me está dando escalofríos.- el adulto ahogó una pequeña risa y el joven se aclaró la garganta.

-¿Has averiguado algo?

-Sí, creo que lo mejor es que restrinja nuestras reuniones.

-¿Y eso?- preguntó curioso.

-La he visto rondar los alrededores, la casa de cada uno de tus compañeros, incluyendo la tuya. No quiero que piense algo raro porque tengas las cortinas abajo.

Félix lo pensó, era cierto que siempre tenía las cortinas arriba por el sentimiento de claustrofobia que tenía y que había intentado ignorar ante su incomodidad.

-Vale, ¿entonces cómo nos comunicaremos?

-Tienes un par de teléfonos guardados. Dame uno y nos comunicaremos así, nada más nos reuniremos cuando sea absolutamente necesario.

-Vale, lo entiendo.- dijo yendo a su escritorio y sacando un celular, su padre siempre le decía que debía estar en las últimas tendencias, así que los modelos pasados los guardaba y luego los regalaba.- ¿Viste la pelea de hoy? Esta vez ella corrió de nosotros.

-Sí, estuve viendo. Pero no creo que haya corrido de ustedes.

-¿Qué quieres decir?- el adulto se paseó por la habitación con aire pensativo.

-Para ella hubiese sido fácil derrotarlos.

-¿Estás de broma?- preguntó incrédulo pero el adulto no respondió, sino que lo hizo el otro Plagg.

-Lo que nos preocupa más ahora es que apareciera casi al mismo tiempo que el akuma.

-Lo que quiere decir sólo una cosa.- dijo el adulto mirando a su versión joven.- Que Shadow Moth ahora será una piedra más grande en sus zapatos.- Félix no respondió, sino que temió que aquello pudiese perjudicar a Bridgette.- Y por cierto.- se acercó a la caja de postres de los que ahora ya nada más quedaba un bollo de crema, lo comió y se vio detrás de este la pequeña mini cámara.

-E-Eso es…

-Esta fue una de las razones por las que desconfié de Bridgette.- dijo con aire serio.- Lila rompió mi confianza haciéndome creer que ella usó a Adrien para llegar hasta mí.- dijo entregando la cámara a su yo joven.- De ahora en adelante tu confianza y tu corazón serán puestos a prueba. No caigas en sus tretas.

Félix apretó la cámara en su mano, furioso de escuchar y entender el plan de Lila y que este funcionó en el futuro.

-Que se cuide de mí, porque esto no iba a quedar sin castigo.

Esa noche, Chloe entró a su cuarto sintiendo que una vena iba a explotar en su cabeza. En la cena su madre le reprochó cómo era que había recibido una llamada de madame Lemaire avisándole de su bochornosa actitud. ¡Y todo frente a Zoe que se quedó en silencio con su cara de pasmarota! Se justificó con su madre pero esta no quiso escuchar más, alegando que debía saber comportarse frente a socios y figuras de la sociedad.

-¡Agh! Ridículos, todos son unos ridículos. ¡Yo soy la que debería estar ofendida! A mí fue a quien ese empleaducho le faltó el respeto y fui quien sufrió mientras que esos incompetentes héroes de pacotilla jugaban con el akuma.- exclamó obviamente olvidando al resto de las víctimas.- ¡Yo soy la que debería de ser respetada! ¡Soy yo quien debería ser una heroína! Era genial como Queen Bee, ¡Ladybug me tenía envidia!

-No puedo estar más de acuerdo.- habló una voz desde su balcón. Al girar notó la figura apenas y ocultas por sus cortinas, Mort Rouge entró a su cuarto dándole un leve vistazo.

-¿T-Tú?- Chloe se apoyó en su buró, viendo a la villana acercarse.

-Es obvio que Ladybug te tenía tanta envidia que inventó eso de la identidad para quitarte tu miraculous. Podrías ser grandiosa, Chloe. Hacer que todos se postren a tus pies.

-¿Y lo dice alguien que ha amenazado con destruir Paris?

-Lo dice alguien que sabe reconocer el talento.- dijo inclinándose a ella con una sonrisa amplia.- Tienes potencial, tienes brillo, vasto talento, y por supuesto… puedo darte las herramientas para ello.- el ceño fruncido de Chloe desapareció al ver en las manos de Mort Rouge un broche dorado en forma de nota musical con orilla negra y dentro de un círculo que hacía la misma cola de la nota.

Y… espero que les haya gustado! Gracias a todos por leer. Dejen review, nada de tomatazos, aceptamos bebidas de temporada y postres y sin más qué decir… UN ABRAZO! UN GUSTAZO! Y HASTA LA SIGUIENTE!