Ciudad Academia, hora 10:02 am, Aeropuerto principal

El domingo fue despedirse de las MISAKAs en el hospital, Ayu y Misaki a través de su puente mental, Aiho y Shizuri; hacer las maletas, y dejar a Index en el aeropuerto con Kaori para su vuelo a Inglaterra. — Muchas gracias por toda tu ayuda brindada a mi y a los Amakusa… Perdón por involucrarte en problemas personales… pidiéndote que cargues cosas que no te pertenecen. — La Santa hizo una reverencia al Dragón Negro.

— Tranquila Kanzaki… no fue molestia, Nuestro problema ya fue resuelto exitosamente, eso es lo importante. — Touma contestó con sonrisa amable, pero algo sorprendido de las palabras de la joven. — Solo cuida de Index, ¿Sí? —

'¿Nuestro?' Kaori se alzó viendo sorprendida al pelinegro aun con su sonrisa amable.

— Nos vemos en una semana entonces. —

— Hmm, ¡Claro Touma! — Index contestó despidiéndose de su guardián, después de todo, visitar su tierra natal suena bien. — ¡Y no coquetees con más chicas! —

— ¡Yo no hago tal cosa! — Kaori soltó un suspiro algo burlesco, ver la interacción entre ambos le resulta divertido, pero Index es celosa y mira a la santa con un aura oscura.

El viaje a Inglaterra fue incómodo debido a que Index está molesta con Kaori, pero el estómago gobierna a la niña, y es capaz de olvidar eso cuando le entregan un pastel de cajeta. Que Index recordó su molestia cuando se le acabó el pastel y pisó tierra de nuevo, sí, pero eso era de esperar… Por otro lado, Orsola fue quien recibió a ambas chicas, y la anfitriona de una diosa con su sonrisa cerrada y aura tétrica, una impresión más apropiada de una maestra furiosa con el castigo perfecto para su alumna.

Para Touma, el camino a Sendai fue peculiar, el viaje en camión lo arrulló a pesar de lo poco confortable de los sillones, por lo qué él terminó dentro del santuario ennegrecido, pero vacío, Ōwatatsumi no está, y la niebla que impedía ver los límites desapareció; confirmando la teoría de que el Santuario está dentro de un tronco hueco, extremadamente amplio, alto y recto.

El santuario tiene de frente, pedazos rotos de lo que alguna vez fue su calzada, ahora con charcos de agua y raíces petrificadas en esos hoyos; dentro del santuario techado de piedra oscura y bóveda amplia, lo más llamativo del santuario relativamente simple; es una estatua de una mujer de pie, una diosa de cabello largo aparentemente ondulado, cuerpo perfecto, vestida con una túnica hecha a medida de la mujer. La parte superior es lisa, de manga larga y abraza su gran busto con delicadeza, con un corsé bien detallado que divide la parte superior de la inferior, la cual es amplia y holgada, como una falda larga normal.

Una caperuza con hombreras cubre a la figura de rostro fino y rasgos suaves, una mujer hermosa que parece desprender un aura maternal, incluso a través de la estatua; extendiendo una mano, como invitando a tomarla, mientras en la otra sostiene un libro con ricos detalles presionado a su abdomen.

Un dragón asiático parecido a Ryuujin rodea la figura desde la base, con un cuervo de tres ojos y tres piernas sentado en un hombro de la mujer; y frente a ella, un desnivel parece conducir a un subterráneo, un único camino con espacios a modo de cripta. Siguiendo ese camino, del otro lado se encuentra una inmensa extensión de nubes que no dejan ver lo que está debajo, iluminadas por un sol dorado; la plataforma techada en la que se encuentra da paso a un gran campo repleto de lo que parece ceniza.

— ¿Qué pasó? — El pelinegro preguntó al aire estupefacto por el cambio de ambiente.

— Bienvenido de regreso a nuestro mundo interno, anfitrión. — La voz de Ryuujin retumbó, como si proviniera de todas partes, una forma de recordar que Ryuujin es de hecho, un dios.

Cuando Touma finalmente pisó el páramo de ceniza suave, 7 cabezas de dragón traslúcidas se levantaron en semicírculo, invitando a Touma a pararse frente a ellos. 5 de los dragones son conocidos por el pelinegro, Seath en lila, Zukime en rojo, Mamory en amarillo, Yaruine en azul, y Rugma en verde; pero ahora hay otros dos, uno gris con dos cuernos curvos hacia el frente en lugar de ojos, dando un aire a gargola ciega, o a dragon de piedra; y otro con un solo ojo que parece una cobra cían.

— Hola~ — Touma saludó con suavidad, aliviado de verlos.

— El gusto es nuestro, anfitrión. — Rugma contestó a las palabras no habladas. — En efecto, tenemos presentaciones que hacer. —

— Un gusto contactar con usted de nuevo después de tantos años, anfitrión, soy Blinder. — El dragón gris se presentó con voz áspera. — Represento lo extrasensorial y las pesadillas, el origen de su precognición y detección de esencias. —

— Un gusto, ¿Entonces gracias a ti tengo esas habilidades? —

— Solo en parte, yo soy el origen, pero sus sentidos, precognición, y lo extrasensorial; son habilidades que usted agudizó por cuenta propia. — El silencio que se generó al terminar dejó a otro presentarse.

— Un placer anfitrión~ — La voz sorprendentemente femenina de la dragona cían fue como una mezcla de las voces de Misaki y Ayu. — Soy Dulema, dragona del sonido y las vibraciones. ¿Recuerda el grito que hizo en la tienda subterránea contra el gólem? Esa onda de choque la generó gracias a mí, no es eso lindo. —

— Me pareció divertido… gracias por la ayuda. — La idea de tronar los dedos y crear una burbuja de choque sónico no tardó en materializarse en la mente de Touma.


Ciudad Kuoh, hora 7:02 pm, Calles al oeste de la academia

La noche anterior, Yuuto caminó sin rumbo, movido sólo por sus pensamientos y remordimientos cuando se encontró con un viejo enemigo suyo, una de las fuerzas de Kokabiel, el exorcista Freed, el hombre maníaco aparece persiguiendo a un hombre que bien podría ser un anticuario eclesiastico.

Freed deja al hombre huir en la lluvia de la noche en cuanto divisa al demonio rubio, y decide enfrentarlo con uno de los fragmentos de Excalibur, uno bastante poderoso. El lunático logró herir a Yuuto haciendo sangrar al demonio, algo que solo las espadas sagradas, y ciertos ataques de ángeles pueden lograr; pero el enfrentamiento no llegó a más, Freed lanzó una granada aturdidora y desapareció entre los callejones.

Al amanecer, Goch contactó a Issei quien estaba debatiendo si incluir a Asia en su fantasía pervertida. — Tan perversos tus pensamientos como siempre compañero. —

— ¿¡Ddraig!? —

— Calma compañero, solo he venido a advertirte. — La voz proviene de un punto verde en la mano izquierda del castaño, una voz que solo él escucha. — Una presencia formidable ha estado a tu alrededor últimamente. —

— Si… la presidenta ha estado muy cerca de mi. — La seriedad en el rostro de Issei no tarda en volverse en una expresión pervertida y estúpida cada que aparece.

— No estoy hablando de tus amigos. —

— Entonces, ¿Tendrá algo que ver con ése entrenamiento del que habló Azazel? —

— Las acciones de ese Caído son siempre confusas, aunque no maliciosas… No, esto se parece más a "Blanco", me atrevo a decir que no tardará en hacer su aparición. — A Goch no le importa mucho lo que haga el líder Grigori, mientras no lastime a su anfitrión. — También conocido como Vanishing Dragon. —

— ¿Otro dragón celestial? — Esta vez, la preocupación fue sincera.

— Así es, hemos sido rivales desde siempre; cuando estalló la guerra, muchos de nuestros hermanos y hermanas desaparecieron dentro de un universo aislado al que nombraron Pequeño Jardín, Creo… solo nosotros nos quedamos, y como Ryuujin no estaba para separarnos; nuestro conflicto se mezcló con la guerra de facciones. — Goch se detuvo un momento, quizá habló demasiado. — El momento en que los dragones celestiales tengan que enfrentarse, llegará; y debes estar preparado. —

— Espera, ¿Entonces hay alguien por ahí con un Sacred Gear tan poderoso como tú? ¿Y tendremos que enfrentarlos dentro de poco? —

— Básicamente. —

— Ya… pero escucha mi declaración por adelantado. —

— Ya me imagino de que se trata, Habla. —

— ¡Quiero ser promovido a demonio clase Alta y convertirse en el rey del Harem! ¡Conquistar bellas mujeres de todo el mundo y formar un ejército personal de bellezas! —

— ¡Jajaja! Tan bajo he caído ¡Tienes ambición, lo reconozco! El poder de un dragón es sinónimo de poder y prestigio, es normal que muchos se aglomeren alrededor los portadores de dragón. — Goch recordó tiempos con viejos anfitriones suyos. — ¡Pero con el anfitrión de Ōwatatsumi caminando por el mundo, no creo que tengas tanta suerte! ¡Jajaja! —

— ¿Quién? — Issei preguntó confundido como pocas veces.

— Ese amigo tuyo, posee el alma del dios Dragón, y solo otro dios tan antiguo como él puede enfrentarlo… — Goch contestó recordando aquellos años en los que formó parte de la corte de los dragones a servicio directo de Ōwatatsumi; buenos tiempos en verdad. — Como dije, el poder de un dragón está sujeto a la dominación y admiración, es normal que aquellos que portan un poder así sean idolatrados. — La mente del castaño no tardó en caer en la depravación; cómo un reflejo predeterminado para todo lo que tenga un mínimo de doble sentido. — ¡No olvides mi advertencia! Aunque el anfitrión de Ryuujin esté presente, no significa que detendrá un combate entre ambos. —


— Azazel, ¿Qué estás planeando ahora? — Touma saludó a su amigo con un abrazo antes de saludar a Reynare con un gesto.

— Jaja, Chico, tranquilo, esta es solo una alianza temporal entre Ciudad Academia y Grigori. — Azazel contestó con humor invitando a su amigo a entrar, mientras Mittelt se lleva la pequeña maleta del pelinegro a una habitación. — También soy científico, y Ciudad Academia es la capital de la ciencia… Lastima que los religiosos lo ven como algo malo… — El líder suspiró resignado y triste de que sea así.

— Concuerdo contigo… —