Hola a todos! No saben lo difícil que fue hacer este capítulo pero la miel termina después de esto y las cosas empiezan a complicarse y tornarse oscuras. Algunos me piden que sea más específica en algunas cosas así que vamos a hacer el intento pero les advierto que no me hago responsable de un trauma. Como sea, agradecemos de todo corazón el apoyo de esta historia y sin más qué decir… COMENZAMOS!

…..

Capítulo 10.

Trono vacío.

Aquello no tenía nada que ver con su pequeño escenario, era mucho más grande, un poco menos elaborado pero ante todo profesional. Bridgette y Marinette miraban el lugar con grandes ojos mientras los demás veían los ensayos de los tres chicos, los cuales eran una combinación un tanto extraña pero parecía funcionar.

-Démosle un aplauso al siguiente modelo, basado en el estilo de los años veinte, Francine Ferrel de 22 años originaria de Roma, Italia.- dijo Félix señalando a un punto en la nada, intentando poner un poco de entusiasmo en su voz, algo difícil sin tener el antifaz en la cara.

-Francine Ferrel es estudiante del colegio de modas de Milán que está haciendo su último semestre en Paris.- dijo Zoe con una sonrisa natural.- Con un marcado estilo en los años 20´s y 50´s sus modelos han estado en dos pasarelas de Milán y ahora por primera vez en Paris.- Luka alzó sus pulgares a ella que la hizo sonreír más.

-Ella misma ha hecho el corte del vestido y colocado las cuentas en este.- respondió Kagami de forma monótona.- El vestido cuenta con X número de cuentas que conforman el vestido convirtiéndolo en una obra de arte…

-¡Paren todo!- exclamó una voz desde el fondo del lugar y vieron a Alec entrar al lugar.

-¡Wow! ¡Es Alec!- exclamó la pequeña Marinette y Adrien asintió, el artista les guiñó un ojo a los pequeños.

-El mismo mis pequeños admiradores. Me llamaron porque se me me pidió ayudarles un poco en las presentaciones. Veamos qué he visto hasta ahora.- subió al escenario y con expresión pensativa comenzó a señalar a cada uno.- A ti te falta un poco más de soltura.- señaló a Félix.- Suéltate un poco más, piensa que quienes estén mostrando sus diseños gustan de una presentación, si bien profesional, que digan: Estoy aquí, yo llegué a este concurso gracias a este diseño y quiero que mi nombre sea escuchado.

Félix miró a Bridgette un momento, esta sonreía dándole la razón a Alec y asintió.

-Intentaré que sea así.

-Bien. Tú, cariño, me encanta tu entusiasmo y esa sonrisa tuya es como un sol.- dijo a Zoe que sonrió ampliamente.- Tienes una chispa interesante, mantén tu entusiasmo a cierto límite como hoy y lo harás perfecto.

-Muchas gracias señor, así lo haré.

-Y tú, eh…- Alec vio la expresión seria y recta de Kagami y se pensó sus palabras.- Tienes que… liberarte, chica. No estás recitando un ensayo de física en la escuela o en una conferencia de cerebritos.- se puso detrás de ella para que visualizara el escenario.- Estás hablando del arduo trabajo de los diseñadores al crear sus vestidos y trajes en el que pusieron sudor, lágrimas, y hasta sangre de tanto que de seguro se pinchan. Piensa en ello cuando hables.

-Lo intentaré.- dijo esta sin poder imaginar el escenario completo. Marinette y Adrien subieron al escenario y caminaron por este mirando alrededor. Marinette cruzó sus brazos.

-Es muy aburrido.- dijo la pequeña.- ¿Por qué no hay luces y adornos bonitos?

-Porque lo que se tiene que lucir son los modelos.- explicó Adrien tras conocer el tema.- Si la gente viera una pasarela muy adornada, no apreciarían por completo los diseños.

-Eso mismo.- asintió Félix dándole la razón a su hermano.- Nadie aprecia que su arduo trabajo sea opacado por elementos exteriores o por la crítica de otros.- dijo intentando no mirar de reojo a sus compañeros, aunque Juleka tocó el broche de tocado con plumas que Bridgette le había regalado.- Es por eso que el escenario es muy simple, este brilla con los diseños.

-Vale, entiendo.- dijo Marinette y Bridgette sonrió a su hermanita, aunque por dentro se moría de la ternura al ver lo bien que se veía Félix como hermano mayor con ambos niños.

-Tomémonos quince minutos. Les daré algunos consejos mientras vamos avanzando, chicos.

Los chicos y chicas felicitaron a sus amigos y Bridgette se acercó a Kagami que parecía disgustada.

-No veo qué hice mal. No creo haberme equivocado.

-No lo hiciste, al menos en leer la información, pero es cierto que tu tono y tu postura dicen mucho. Tienes que dejarte llevar así como en la esgrima.

-¿Cómo puedo hacer eso? La moda no me atrae para nada.

-Mmmm, lo tengo. Piensa que estás comentando un duelo.

-¿Un duelo?- Bridgette se puso en posición como si tuviese una espada en mano.

-Sí, en un duelo se habla sobre los puntos, movimientos y faltas. Podrías usar eso para describir también el trabajo de cada uno de los participantes.

-Mmm, creo que podría hacerlo.

-Genial… ¡Ah! ¡Marinette vuelve aquí!- gritó yendo a por su hermana antes de que hiciera una trastada.

Todos inspeccionaban el lugar, así que Kagami aprovechó para poder acercarse a Félix, su atención hacia Bridgette era obvia desde el momento en que llegaron. Picó sus costillas con su dedo.

-Auch, ¿qué haces?

-Eres demasiado obvio. Si tanto quieres hablarlo o invitarla a salir deberías hacerlo ya.- Félix desvió un poco la mirada.

-No tengo idea de lo que me estás diciendo.

-Por favor, Félix. No insultes mi inteligencia. Es obvio que te gusta, desde hace mucho tiempo he sabido que Bridgette te gusta.- eso tomó desprevenido a Félix.

-¿Disculpa?

-Félix, las señales están allí. Como la vez que fuiste a con ella a ver una película.

-Mis fans me estaban persiguiendo y nos encontramos por casualidad.

-Cuando ella quiso entrar en esgrima y tú mismo me dijiste que te ofreciste a ayudarla.

-La quería fuera del equipo, no pensé que fuera buena después de todo.

-Y ese amuleto que todavía cargas contigo.

-Es un regalo. Me da buena suerte y soy alguien un poco desafortunado por si no lo has notado.

-Y cuando la miras…

-¿Qué tienen mis ojos cuando la miro?- preguntó a la defensiva.

-Brillan de una forma pero luego parecieras arrepentirte y volvías a ser frío.- Félix se sorprendió aún más.- Veo que al fin has entendido tus sentimientos.

No pudo decir nada. ¿De verdad hacía eso? Claro, Bridgette era molesta y algo demente, pero no era mala amiga, y cuando a veces la comparaba con Ladybug…

Eres nuestra Ladybug cotidiana.

Había dicho una vez en ese picnic. Por supuesto, siempre la compraba con Ladybug y él sólo quería querer a Ladybug, por eso se portaba más distante con ella. Pero ahora que sabía que las dos son la misma, no había necesidad de trazar esa línea que había dibujado por mucho tiempo.

Por sobre el hombro de Kagami vio a Bridgette caminar sobre el escenario, con una mirada un tanto distante.

-Hablaremos después de esto. Si me disculpas hay algo más que debo ocuparme.- Kagami miró hacia atrás y entendió.

-Adelante. Y no lo eches a perder o te haré pedazos.- dijo picándole más fuerte, era obvio el aprecio de Kagami por Bridgette.

Se acercó a Bridgette y tosió un poco para que notara su presencia, cosa casi inmediata.

-¿Pensando en tus futuros modelos?- ella sonrió un tanto forzada.

-Algo así.- Félix entendió en qué pensaba.

-No lo hagas.

-¿Eh? ¿Qué cosa?

-Sentirte mal por el modelo que Lila te robó.- dijo acercándose a ella y tomar su mano para guiarla por el escenario poco a poco.- Gente como ella nunca prosperará en la vida, tarde o temprano se descubrirá sola. Y quizás tu modelo no esté a tu nombre en esta pasarela, pero en la siguiente, y en muchas más te aseguro que será tu nombre el que se escuché por sobre todas, mientras que nadie recordará a Lila.

Sabía que Félix era bueno con las palabras pero esta vez la dejó callada y con las mejillas encendidas. Quería decirle que era genial, que le agradecía por las notas y las rosas que le daban ánimos, pero su garganta se cerró y la cabeza comenzó a darle vueltas. Un momento, ¿y si nada más era eso? Simple apoyo emocional. ¿Félix todavía la consideraba una fan? No recordaba haber corrido detrás de él últimamente. ¡¿ENTONCES POR QUÉ ERA AMABLE CON ELLA?!

-¿Ya tienes la carpeta de los modelos a enviar?

-¿Eh? ¿Qué? ¡Ah! Sí, bueno, casi…- respondió avergonzada.- Me falta un diseño, pero quiero que este sea como el diseño principal.- Félix arqueó la ceja.

-Pero si todos tus diseños son realmente bueno.

-¿Eh?

-Digo…- agregó al darse cuenta que sólo los había visto todos como Chat Noir.- Tus diseños siempre son bueno, ¿por qué no presentar uno de esos como el principal?

-Porque quiero algo que se convierta en la firma de toda esta nueva colección. Algo fuerte, atrevido, audaz, algo como… como…

-¿Tú?- dijo Félix y ella cerró la boca.

-¿Yo?

-Bueno, te describe bien. Un modelo basado en ti no es tan mala idea.- Bridgette pareció en serio pensárselo hasta que Zoe le llamó a que fuera con ella y Juliet.

-Oh, hablamos luego. Y gracias… has sido muy bueno conmigo estos días y te agradezco por ello.- quiso decir algo más pero pensó que pensaría que estaba siendo engorrosa, así que fue a con las chicas. Él suspiró y se cruzó de brazos, qué deseos de abrazarla y decirle que él es quien debía de agradecerle su mera existencia.

Notó que su hermano fue invitado por Marinette a ir con ella y las chicas pero este negó y se quedó sentado en los asientos, eso fue raro… fue a con su hermano y se sentó a su lado.

-¿Todo bien, Adrien?

-Eh, sí, eso creo…- dijo tallándose los ojos y Félix frunció levemente el ceño pero puso su mano sobre su espalda.

-Sabes que puedes decirme lo que sea, ya que si no dices nada no puedo ayudarte.- Adrien hizo un puchero.

-Lo que pasa… es que he tenido pesadillas horribles con Marinette.

-¿Con Marinette?- él asintió.

-Sí, sueño que ella es un monstruo que quiere lastimarme, como los de las películas, a veces con afilados colmillos, otras veces parece un fantasma horrible. Y me da miedo… no sé porque sueño eso.- dentro del saco de Félix, Plagg frunció el ceño.

-Vale, te voy a dar un secreto de las pesadillas que podría ayudarte. Como son tus sueños, puedes manejarlos a tu antojo.

-¿Cómo?

-Por ejemplo, cuando tengo una pesadilla como que… voy cayendo de un edificio alto sueño que Ladybug me salva.- Adrien abrió grande los ojos pero luego bajó la mirada.

-Pero me da mucho miedo.

-Tenemos que enfrentar nuestros miedos tarde o temprano. No importando qué sea.

-Pero… yo no soy valiente como tú.

-Adrien, ser valiente no significa no tener miedo, es al contrario. Tengo tantos miedos como cualquiera, pero…- hizo que le mirara con un leve golpe en la barbilla para que alzara la cabeza.- Depende de nosotros enfrentarlos y hacerles frente para salir adelante.- Adrien miró a su hermano con esa enorme admiración que sentía con sólo verlo. Quería crecer como él, menos serio, pero ser una persona tan fuerte como su hermano. Asintió tras unos momentos y Félix le dio unas palmaditas en la espalda. De repente Félix se tensó al sentir que alguien intentaba llamar su atención dentro de sus ropa.- Oh, eh… vuelvo en un minuto.- se fue al otro lado del escenario como si revisara algo. Kagami se sentó al lado del pequeño.

-¿Todo bien, Adrien-chan?

-Sí, ya me siento un poco mejor.- dijo con una sonrisa que se contagió a Kagami que le acarició la cabeza.

-¿Cómo que la kwami del sonido tiene que ver?- preguntó a Plagg que se veía pensativo.

-No me cabe duda. Primero la profesora se pone loca con tu chica, y luego tu hermano empieza a tener pesadillas justo cuando esa bruja rubia se entera de lo de él y su pequeña novia. Esos cambios de actitud no son normales.

-¿Puede hacer eso?

-Por supuesto, el poder del kwami del sonido puede confundir a sus víctimas con ondas especiales, sin embargo ha sido muy desconsiderado. Como sabrás cuando un kwami no tiene portador explota su poder y este puede volverse caótico, pero en el caso de algunos que pueden influir en los sentimientos de las personas eso puede ser perjudicial y hasta puede ser permanente. Tu profesora se volverá una harpía y tu hermano quizás tenga pesadillas de por vida sino hacemos que Harmoony deshaga su canto sobre de ellos.- Félix sintió escalofríos y una rabia sin igual contra Chloe. ¿Cómo pudo hacerles eso a su hermanito y a la profesora? Necesitaba quitarle el miraculous fuese lo que fuese. Ya no iba a esperar más.

-Esta vez se ha pasado. ¿Y si no puedo quitárselo? ¿Hay una forma de acelerar el proceso?

-Pues… no lo recuerdo, creo que mi Sucrette es la que sabe cómo, pero creo que tiene que ver con hacer frente a tus miedos o algo así.

-Hola, hola~

Una voz cantarina inundó el lugar y Lila llegó con una sonrisa enorme en su rostro y las chicas detrás.

-¿Qué haces aquí?- preguntó Kagami que se puso como un escudo frente a Adrien ya que el pequeño al ver a Lila la miró con claro desagrado.

-Bueno, como una de las modelos y diseñadoras ganadoras del concurso quería saber cómo estaban yendo las cosas y ver en qué podía ayudar. Me envió el señor Agreste que me llamó en persona.

«Tenía que ser. La espía predilecta de mi padre»

Pensó con hastío. Iba a alejarse lo más posible cuando de repente sintió como alguien se aferró a su pierna, al mirar abajo vio a Marinette que le miraba con grandes ojos.

-Ayuda… mi hermanita está en problemas.- esas palabras bastaron para que saliera del lugar casi corriendo y Claude y Luka se acercaron a Marinette.

-Hey, peque, ¿qué pasó?- preguntó Claude a la pequeña que miró a los chicos temerosa.

Había sido una mala, mala idea alejarse del piso pero ¿cómo rayos iban a saber que se meterían en esa situación? Esos chicos no paraban de seguirlas. Como los demás habían ido a las máquinas expendedoras más cercanas, ellas fueron a otras que estaban en otro piso. Al principio Bridgette no había querido pero al ver la mirada de Alya hacia ella y la inoportuna llegada de Lila que las saludó, le dio tanta rabia que no se lo pensó dos veces y apoyó la idea de Zoe, es decir, iban a ir al piso de abajo, ¿qué podría pasar? Pero terminaron yendo un par de pisos más debajo y unos chicos que estaban como invitados de un programa las habían casi interceptado y no paraban de seguirlas. Bridgette le había dicho a Marinette que subiera primero y que ellas le alcanzarían, y así lo hizo, pero grande fue su sorpresa que cuando fueron a las escaleras, uno de estos chicos estaba allí bloqueándoles el paso. Nada más les quedaba rodear para usar las otras escaleras que estaban del otro lado del piso, pero esos tipos no segaban en sus intentos.

-Oigan preciosas.

-No corran, nada más queremos invitarlas a tomar algo.

-¿A dónde van? No mordemos.

Bridgette estaba segura que podría reducirlos pero no quería problemas, así que caminaron más rápido.

-¿Y si vamos por las escaleras de incendio?- preguntó Zoe.

-No, estaríamos solas.- susurró Juliet aterrada.

-Pero podríamos correr, me apuesto que somos más rápidas.- dijo Zoe.

-¿Y si vamos a un ascensor?- sugirió Juliet.

-Podrían encerrarse con nosotras.- dijo Bridgette a sabiendas que los elevadores no eran tan rápidos.- Voto por las escaleras, podremos con ellos.- las dos chicas asintieron, en vez de ir a las escaleras del piso, fueron a las escaleras de incendio, cuando apenas entraron las tres comenzaron su carrera.

-¡Hey!- gritó uno de los chicos detrás.

Ninguna volteó, querían llegar a la puerta del piso encima de ellas y cerrarles la puerta en sus caras. Pero lo que no vieron en es que uno de estos sujetó la chaqueta de Zoe. La joven fue jalada hacia atrás, Bridgette estiró su brazo para tomar la mano de su amiga la cual caía irremediablemente, todo fue como en cámara lenta, Bridgette se estiró más pero ni siquiera pudo tocarla con la punta de sus dedos… pero alguien más fue mucho más rápido que ella y tomó a Zoe del brazo y la jaló hacia arriba. Luka la estrechó contra él envolviéndola con su brazo como una serpiente mientras miraba a los chicos, justo entonces sintió unas manos sobre sus hombros y el aroma de la colonia de Félix llenó sus pulmones.

-¿Tienen algún problema con estas señoritas?- preguntó con voz gutural detrás de su cabello, ella no podía verlo, pero tenía una mirada de furia, así como Luka y Claude que se puso delante de Juliet como un escudo.

Los tres chicos se sintieron intimidados y el que tomó a Zoe e iba a la cabeza intentó salvar la situación.

-Eh, tíos. Sólo fue una broma, no íbamos a hacer nada, lo juro. Era un juego.

-No me digas.- dijo Claude con una sonrisa de lado, se acercó y sin previo aviso lo pateó en el pecho y este cayó sobre sus dos amigos.- Qué curioso, a nosotros también nos gusta jugar.

-Aunque podemos ser algo rudos.- dijo Luka que sonrió ampliamente como la serpiente que era, sin notar cómo Zoe lo miraba con admiración y las mejillas cada vez más rojas. Félix pegó a Bridgette contra él, su rostro estaba rojo y su mechón se movía alterado.

-Váyanse, ahora sino quieren que su sangre corra por las escaleras.- los chicos huyeron despavoridos hasta desaparecer de su vista y al fin la tensión desapareció con ellos. Claude fue el primero en hablar.

-Juliet, ¿estás bien?- preguntó dándose la vuelta y mirándola preocupado, la chica bajó la mirada con un gran sonrojo y sintiendo en su pecho su corazón latir como loco.

-S-Sí, gracias, estamos bien.

-Me alegro…- suspiró con alivio.

-Porque si no les hubiésemos enseñado una lección.- dijo Luka que soltó a Zoe que sintió de falta el fuerte abrazo de Luka.- ¿No te pasó nada?

-¿Eh? ¡No! No, estoy perfectamente. Tú me salvaste, gracias.

-No hay de qué, para eso están los amigos.- Zoe asintió con una sonrisa trémula. ¿Amigos? Ahora la palabra no le gustaba para nada y su corazón no dejaba de latir como loco. ¿Sería egoísta… pedir ser algo más? Pero a él le gustaba Bridgette, ¿no?

-¿Por qué estaban aquí abajo?- preguntó Félix un tanto molesto.

-Emmm, bueno… íbamos a comprar arriba pero llegó Lila y… simplemente no queríamos lidiar con ella y su séquito de admiradores.- explicó Bridgette juntando sus dedos, intentando concentrarse aunque le era difícil con Félix a un lado de ella.

-Volvamos.- dijo Félix que no se apartó de ella ni un momento hasta que llegaron a la sala y Kagami se acercó a ellos preguntando qué había pasado. Marinette saltó hasta los brazos de Bridgette que le agradeció llevar a los refuerzos, y cuando Félix avanzó más, Bridgette pensó por un momento que él era mucho más dulce de lo que pensaba y que todavía no lo conocía bien, todo eso acompañado por un pensamiento extraño de lo mucho que él se parecía a Chat Noir.

El ensayo terminó, no fue un completo éxito pero tampoco tan malo. Kagami tenía mucho trabajo qué hacer al igual que Félix y Zoe que estuvo un tanto distraída el resto del ensayo, aunque no dijeron nada a los demás, sí que tuvieron que explicar algo de lo sucedido a seguridad para que al menos les dieran una reprimenda a esos tipos.

-El ensayo estuvo genial, chicos. Nada más necesitarán pulir unas cuantas cositas.- animó Nino.

-Gracias.- dijo Félix chocando puños con su mejor amigo.

-Qué divertido. Cómo me gustaría ser la presentadora pero como mi diseño estará en la pasarela es algo imposible. Tal vez la próxima, o quién sabe.- dijo Lila jactándose frente a Bridgette que apretó los dientes.

-Bueno, ¿y ahora cómo nos vamos?- preguntó Alya.

-Yo necesito hablar con el señor Agreste sobre una sesión de fotos, así que creo que nos vamos juntos, Félix.- Lila sonrió encantadora y Bridgette casi quiso vomitar, incluso casi lanza una arcada. Félix asintió.

-Por supuesto.- dijo tomando a Adrien en brazos que se hizo el dormido.- Pero nada de ruido porque mi hermano necesita su siesta.- Lila hizo mala cara pero igual subió al auto, aunque sin que Lila lo notara, Marinette alzó su pulgar a su novio y el pequeño apenas y abrió un ojos para alzar el suyo.

-Bueno, nos vamos en metro y en bus.- dijo Nino.

-Yo debo ir en bus a con mi abuela.- musitó Juliet y Claude de inmediato se puso a su lado.

-Te acompaño. Quisiera que llegaras sana y salva a tu casa.

-M-Muchas gracias.- los dos se sonrojaron ligeramente sin poder mirarse a los ojos.

-Mari y yo nos vamos a otra dirección.- dijo Bridgette que tomó la mano de su hermanita.

-Brid, ¿puedo ir contigo? Quisiera… comprar algo de la panadería.- dijo Zoe algo nerviosa.

-Claro. Nos vamos juntas. Nos vemos.- se despidió más de Luka y Kagami que de los demás. Alya todavía parecía de morros y ninguno quería meterse en ello.

Las tres caminaron, sin embargo, Bridgette notó que algo le pasaba a su amiga.

-¿Todo bien, Zoe?

-No lo sé… me gustaría decirte algo, pero en privado.- aquello sorprendió a Bridgette, pero tras pensarlo asintió.

-Está bien, pero primero debo dejar a Marinette a con nuestros padres y luego tomar una caja de dulces para que hablemos.

Zoe sonrió agradecida, aunque esperaba que Bridgette se tomase a bien lo que iba a decirle.

Decir que estaba decepcionado era poco. A pesar que Lila Rossi era un elemento especial para sus planes a futuro, comenzaba a ser obsoleta con sus constantes mentiras, aunque claro, mentiras que podría usar a futuro.

-La hubiese visto señor Agreste, debe alejar lo más posible a Félix de Bridgette. Lo acosa y se cuelga de él de forma aberrante y vergonzosa. Incluso sus fans en la escuela empiezan a mostrarse molestos.- por supuesto, la chica se comportaba tal como haría cualquier fan pero si lanzaba una queja perjudicarían la imagen que los medios tenían de su hijo.

-Hablaré con Félix de que tenga cuidado con esa jovencita. Y cambiando de tema, espero que ya tenga listo el diseño para el concurso.

-No lo entiendo. Mi diseño lo envié, usted ya lo tiene.

-¿Me envió el vestido que usted hizo para la pasarela?

-¿Perdone?- preguntó con completa confusión.

-Su vestido señorita Rossi, para el evento.

-Oh, claro que no. Mi vestido, sí… Lo tengo desde antes del concurso, lo compré en su tienda.- él alzó la ceja incrédulo ante sus palabras y se acercó a ella.

-Creo que no he sido claro. No me refiero a lo que llevara puesto ese día, sino el vestido que usted dibujó y que deberá recrear para el día del concurso. No me diga que creyó que mostraríamos una hoja de papel con el dibujo.- Lila palideció en un instante incapaz de decir algo más que leves tartamudeos.- Espero que no haya creído que un dibujo bastaba para ganar, también se pone a prueba la habilidad del diseñador en el ámbito de la creación.

-Yo… Y-Yo… Oh, MI vestido ganador. Por supuesto, por supuesto, ya casi lo termino.

-Muy bien. Se le envió la notificación por correo con las medidas del modelo que va a usarlo. Espero ver un trabajo a la altura.

-Por supuesto señor. No le decepcionaré.

-Muy bien, puede retirarse.

Lila salió de la oficina ignorando la mirada de halcón de la señorita Sancourt hasta la salida. Casi lanzó un grito al salir, ¿cómo iba a diseñar un vestido así en tan poco tiempo? Necesitaba contratar a un modista y pagarle para que haga un trabajo excelso y que mantenga la boca cerrada o todo por lo que había luchado se iría al demonio.

Una caja de pastas y un lugar tranquilo en el Trocadero hicieron que las dos se relajaran. Zoe parecía verse mejor y Bridgette le dio su espacio hasta que quisiera hablar.

-Oh, cielos. Esto es lo mejor.

-Nada más nos faltaría el té caliente para vernos del todo inglesas.

-Oh, ¿me pasas la crema de limón, querida?- preguntó Zoe en un teatral acento inglés y Bridgette aguantó la risa respondiendo de la misma forma.

-Por supuesto, aquí tienes. ¿Te has enterado del chisme del momento?

-Válgame, pero si es la comidilla. ¿Y ya viste los nuevos vestidos de temporada?

-Todo un deleite.- las dos rieron y Zoe suspiró sintiéndose aliviada de la opresión que sentía en su pecho.

-Brid, la verdad es que quería hablar contigo de algo importante. Yo… creo que me gusta Luka.

-Zoe, ¡pero eso es genial! Luka es un chico increíble, creo que tú y él harían buena pareja.

-Ya, pero… el asunto es que él sigue enamorado de ti.

-Oh…- la situación se volvió incómoda.- Zoe mira, yo…

-Lo sé, lo sé. A ti te gusta Félix y Luka y tú son amigos, pero… me gustaría al menos tener una oportunidad con Luka aunque no sepa cómo.

-Sabes, Luka sabe leer a la gente y tú eres una chica asombrosa y dulce. Estoy segura que si ambos interactúan más Luka se enamorará de ti si tú te le declararás.

-¡¿YO?!

-Pues claro. Tienes que dar el primer paso.

-P-Pe-Pero me va a rechazar, estoy segura.

-No lo sabrás si no lo intentas. Llegado el momento sabrás si es el indicado o no… aunque no sé si soy la indicada para dar consejos de amor.- dijo de repente con una risa nerviosa pero Zoe le sonrió y le dio una palmada en el hombro.

-Gracias Brid, y no te preocupes, creo que tu suerte está a punto de cambiar también.- le guiñó el ojos tras notar el cambio de Félix para con ella y Bridgette le abrazó deseándole toda la suerte del mundo.

La noche era el perfecto escenario para escabullirse. Chat Noir y Ladybug peleaban el uno contra el otro en golpes y patadas, bloqueando el ataque de cada uno. Ladybug pateó a Chat Noir pero este se recuperó y dio una vuelta en el aire para apenas aterrizar tomar impulso e ir contra Ladybug que lo tomó de las muñecas como si temiera que activara el Cataclysm contra ella. Chat hizo un leve arrastre con su pie sacándola de balance pero ella se apoyó en él y ambos dieron vueltas en el suelo quedando Ladybug sobre él, ambos luchando uno contra el otro.

-¡Suficiente!- los dos se separaron ante la orden de Su Han.- Aún tienen mucho que aprender en una pelea. Ladybug, tú eres demasiado vulnerable en un ataque, en tus saltos das oportunidad a tu enemigo en atacar. Chat Noir, eres bueno en ataque pero necesitas ver más allá en el campo de batalla para saber qué puedes usar a tu favor, tu campo de visión tiene que ser más amplio y no sólo con tu rival. ¿Han entendido?

-/Sí, maestro/- respondieron a la vez.

-Bien, otra vez.

Ambos se pusieron en posición y comenzaron de nuevo, una nueva pelea de entrenamiento, ambos estaban cansados pero igualmente atacaron al otro como si estuviesen contra Mort Rouge aunque Chat intentaba refrenarse un poco. Ella golpeó su pecho pero este la tomó del brazo y la lanzó al otro lado, en el aire ella hizo una pirueta que Chat aprovechó para atacar y Su Han notó algo en el felino, una energía que apareció en sus manos, Ladybug intentó defenderse en el aire pero no fue del todo efectivo y cayó al suelo con pesadez.

-¡Paren!- ordenó el maestro que se acercó a Ladybug que seguía en el suelo.- Ahora que estás más consciente de tu debilidad debes de fortalecer tu defensa, Ladybug. O terminarás como un insecto aplastado antes de tocar el suelo.

-Lo entiendo.- respondió un tanto decepcionada de sí misma, Chat le tendió la mano y ella aceptó el gesto con gusto.

-Da varios cien saltos con patadas alrededor de la bodega, Guardiana. Yo debo hablar con el joven gato afuera.

-Entendido.- dijo resignada comenzando a saltar y patear a la vez.

-Sígueme.- le pidió al felino que salió con él, por la ventana de la bodega podían ver a Ladybug saltar cada tanto.- Dime joven gato. ¿Has sentido algo raro en las batallas? ¿Algo distinto?

-No, ¿por qué?- el maestro frunció un poco más el ceño, tal vez se lo había imaginado.

-¿Alguna vez Fu te platico del origen de la maldición del anillo?

-No, creo que no tuvo tiempo…- dijo lamentando todavía la prematura partida del maestro Fu.

-Ven, siéntate.- este hizo casi sentándose sobre unas cajas, el maestro respiró profundo tomándose su tiempo.- Los miraculous son joyas poderosas que los Guardianes de todo el mundo han salvaguardado durante generaciones, sin embargo, como ha sido el caso, estas han llegado a caer en manos de gente malvada. Hace muchos años un Chat Noir traicionó a su Ladybug entregándola a los enemigos y eso originó en la muerte de esta.- dijo recordando las ilustraciones pasadas.

-Pero qué maldito…- expresó Chat con clara rabia.

-Pagó un gran precio por ello. Cuando Plagg se dio cuenta de ello, él mismo invocó una maldición contra este Chat Noir. Un poder capaz de destruir el mundo y de la cual este no pudo escapar.

-¿La mala suerte?- el maestro asintió.

-Créeme, es mucho peor de lo que crees. Lo que sea que hayas pasado no se compara a lo que ese hombre tuvo que pagar. Por eso para romper la maldición en el portador se necesita un beso de la mariquita, pero no la elimina del todo, sino que la maldición aguarda sellada hasta el siguiente portador.- Félix miró su anillo con ceño fruncido.

-¿No hay forma de eliminarla? Es decir, me parece tan injusto para el siguiente portador…

-No he leído algo que pueda ayudar, pero quizás el secreto esté en ti.

-¿En mí?

-Ladybug puede evolucionar y volverse más fuerte, eso ya lo ha hecho. Pero tú… hasta ahora no he visto un registro de un Chat Noir que lo haya hecho. Quizás si llegases a evolucionar podrías romper la maldición para siempre.

-¡¿Y cómo le hago?!- saltó de su lugar Chat Noir.

-No lo sé. Eso deberás averiguarlo por ti mismo. Puedes preguntarle a Plagg.

-Aunque tenga que sobornarlo con un kilo del más apestoso queso haré que me diga.- rumió entre dientes y Su Han le dio unas palmaditas en la espalda antes de guiarlo de vuelta al interior de la bodega, aunque por un segundo este se volvió hacia la oscuridad sin poder ver a nadie y sin notar al otro felino que había escuchado la historia.

Bridgette envió la libreta desde muy temprana hora a la residencia Agreste, y apenas y podía creer lo que había hecho el día de ayer.

-Emmm, tal vez no debí enviarlo… es decir, ese último modelo…

-Pero Bridgette, ¡ese modelo era hermoso! Definitivamente te definía a la perfección.- dijo Tikki con cuidado de no ser vista y Bridgette entró a la cafetería para subir las escaleras e ir a su habitación, los kwamis la recibieron aprovechando que Marinette dormía profundamente.

-¿De verdad crees que ese modelo me representaba?

-Absolutamente.

-Ese último hizo que mi crin se encrespara del gusto.- dijo Kaalki con una sonrisa.

-Es cierto, tenía esa elegancia y actitud juguetona que se le caracteriza Guardiana.- asintió Trixx y Daizzi suspiró con actitud soñadora.

-Como quisiera vérselo puesto.

-Bueno, veremos si logro impresionar al señor Agreste tanto como a ustedes.- tocaron a la trampilla y Bridgette abrió viendo a su tía.

-Buenos días, Brid. ¿Hoy también madrugaste?

-Sólo para que me hicieran un envío, pero cinco minutos más en la cama no suena tan mal.

-Creo que no se va a poder. Van a venir tus abuelos a desayunar y tu abuelo quiere invitarte a ver una película.

-¿En serio? ¡Claro! ¿Y Marinette?

-Marinette se la pasará con tu abuela Gina. Tu abuela quiere llevarla al carrusel.

-Cierto, la abuela debe aprovechar ahora que Marinette sigue siendo pequeña o le pasará como conmigo.

-Eso mismo. Despierta a Marinette que seguro no tardarán en venir.

-Vale.- cerró la trampilla y los kwamis salieron de su escondite.- Creo que hoy va a ser un buen día para descansar.

Los ensayos habían sido desde temprano y Félix sentía que necesitaría más que agua para su garganta de tanto hablar.

-Lo hiciste mucho mejor esta vez, viejo.- dijo Nino que había sido el único que había podido ir tan temprano.

-Gracias, aunque algo de té y miel no me vendría mal.

-Voto por ello.- dijo Kagami que escuchó la petición así como Zoe.

-Oh, creo que en hay una cafetería al frente que vende té, aunque es una lástima que no podamos pedir de la cafetería Dupain-Cheng, el señor Dupain te deja ponerle la miel que gustes.

-Cierto, pero esperemos que el té de enfrente sea decente. Ya te traemos uno.- dijo Kagami despidiéndose de su amigo que asintió agradecido. Estando los dos chicos solos, Nino pareció relajarse más al estar solos.

-¿Todo bien?- preguntó a sabiendas que Nino parecía estar tenso estos días.

-Sí, eso creo… amm, ¿puedo hacerte una pregunta?

-Claro.

-¿Dónde puedo conseguirme un guardaespaldas con tan mala cara como el tuyo? Un tipo que de miedo con nada más verlo.

-¿Por qué preguntas eso?- preguntó desconcertado.

-Yo… creo que alguien me está vigilando.- Félix se enderezó en su sitio.

-¿Qué quieres decir?

-Bueno, no sólo una creencia. Alguien ha estado rondando la zona y hasta le hizo un interrogatorio a mi hermanito.

-¿Cómo? Nino, eso tienes que denunciarlo a la policía.

-No puedo…

-¿Por qué?

-Porque, ¿qué tal si esto tiene que ver con…?- miró alrededor por si acaso y susurró.- Ser Carapace.- Félix frunció el ceño, todavía recordaba cuando su amigo casi le da la paliza de su vida por un malentendido pero antes le había revelado su secreto y el de Alya.

-¿Cómo es la persona?

-Es una mujer, muy guapa por cierto, aunque tiene una cicatriz notoria bajo la barbilla.

Mort Rouge, así que sí estaba vigilando a los demás. Temía por su amigo y su familia, hasta el momento ella no se había mostrado interesada en nadie más que su lady y él, aunque Chloe era una excepción para sus planes, ¿acaso intentaría hacer algo similar con los otros? Necesitaba hablar claro con su otro yo.

-Ok, hagamos esto. La próxima vez que la veas, busca a un oficial alrededor y dile que esa mujer te está siguiendo, es mejor que correr o hacerle frente. Y conozco un poco a Chat Noir, me debe un pequeño favor así que le pediré que te ayude.

-Gracias, Fél. No sabes las noches que paso en vela pensando que esa loca podría estar afuera aguardando con un cuchillo a entrar a mi casa. ¿Y cómo está tu hermano?

-Mmm, Adrien ha tenido serias pesadillas. Creo que una parte es por lo sucedido en la tumba de nuestra madre.

-Que duro. ¿Y todavía no resuelven el crimen?

-Todavía no, pero la policía sigue buscando.

Esa mañana habían pasado el rostro de la mujer asesinada, un boceto bastante bueno para saber si alguien la reconocía aún a sabiendas que nunca lo harían, al menos no este tiempo. Pasarían años para que los ojos de Alix adquirieran ese sesgo más pronunciado en sus ojos, ese ángulo de sus pómulos y ese color más profundo… ahora más que nunca quería saber qué pasó en el futuro. Aprovechó que Nino estaba distraído para mandar un mensaje a su otro yo, este envió un emoticon de pulgar alzado cuando le confirmó que Mort Rouge estaba vigilando a sus compañeros. Pero cuando le pidió verse esa noche para que le hablara sobre su futuro no recibió respuesta ni emoticon. ¿Qué tan malo era para que no quisiera decirle?

Se rascó la oreja, todavía no se acostumbraba al corte que tenía, lo hacían ver como un gato callejero cuando era una deidad. Plagg bufó y vio a su portador sobre una barra de acero haciendo flexiones. Por un momento le dieron ganas de hacerle cosquillas y hacer que se cayera pero lo dejó ser… por esta vez. El joven Félix empezaba a preguntar por el futuro y su portador no quería hablar de eso, sus errores seguían marcados como recordatorios en su piel, y Plagg sabía lo doloroso que era que tu otra mitad te hiciera daño…

Salió del anillo para alimentarse, por supuesto, no necesitaba alimento cuando estaba dentro de la joya durmiendo, era una enorme ventaja en caso de ser sellado por cientos de años, pero a él le encantaba el queso y era su excusa para salir a ver qué ocurría.

El idiota creía que alguien buscaba a Ladybug, y dejaba esas señales horribles para que saliera de su escondite. ¿Quizás Shadow Moth? Nah, ni él lo creía. Esto tenía un tinte más oscuro que él y ya habían pasado muchos años, pero no podía saber las intenciones de aquel personaje que les había dejado otro cuerpo, este último le recordó a lo que hacían los del antiguo Egipto para preparar los cadáveres, fuese quien fuese le había saco de verdad el cerebro por nariz o al menos lo había intentado… mejor no pensar en eso o no disfrutaría de su queso, y tampoco quería hablar con Félix. Sentía desde la punta de las orejas y su cola que algo no estaba bien, pero no quería decirle nada a ese traidor que dejó morir a su lady en un horrible lugar que era la prisión. Pensó en Tikki una vez más… ¿cómo estaría su Sucrette? Nada más esperaba que estuviese bien, de seguro dormida y sellada a la espera de un nuevo portador… ¿Cuánto tiempo pasaría para estar en manos de futuros portadores? Si pudiese le daría tan mala suerte como a ese infeliz de hace siglos atrás, es más, de verdad lo estaba pensando. Si Félix creía que unos pantalones descosidos o una mancha de agua sucia era mala suerte todavía no sabía de lo que era capaz.

Oculto en un cajón, escuchó la puerta principal abrirse.

-Ves padre, te lo dije.- dijo una voz juvenil.- Todavía sigue trabajando.- Félix dejó los papeles dentro del mismo cajón donde estaba Plagg que tuvo que agacharse y salir de allí al no haber ya suficiente lugar.

-Lo siento, no me di cuenta de la hora.- se disculpó con su familia.- ¿Cómo te sientes padre?- preguntó a sabiendas de la salud del mayor de ellos. Gabriel no lo aparentaba, pero su salud se había deteriorado en los últimos años, aunque no tanto como la de Natalie.

-Estoy bien, pero me sentiré mejor cuando salgamos de este escándalo.- agregó con acritud y Félix asintió.

-Les he dicho que debemos despedirla.- soltó Adrien que no ocultaba su desagrado por Lila Rossi.- No ha hecho más que traer desgracias a nuestro nombre. Y en la última fiesta estaba diciendo cómo se convertiría en la próxima promesa de moda del año.

-Pues con sus diseños será imposible.- gruñó Félix y Gabriel suspiró y fue a sentarse al sofá de la oficina.

-Se ha convertido en un dolor de cabeza, hay que cortarla de tajo antes de que siga arrastrando nuestro buen nombre.

-¿Vas a quitarla al fin de la nómina?- preguntó Félix.

-Sigo buscando la forma, pero esa mujer cuando se aferra a algo lo hace con uñas y dientes.

-Papá, necesitas descansar.- dijo Adrien preocupado.- Sabes que el doctor dijo que debías cuidarte la presión.

-¿Y cómo no voy a estar estresado? El trabajo se multiplica, debemos trabajar más para cubrir los errores y los rumores de los que la competencia se está aprovechando. Mi diseñadora en jefe es una incompetente, no tengo un heredero de la moda digno al cuál dejarle mi compañía, y estoy sospechando que algunos de nuestros inversores están haciendo tratos bajo la mesa.

Félix quería decirle a su padre que todo estaría bien, pero sabía que no era así, incluso él había notado ciertas miradas en la sala de juntas que no le inspiraban confianza.

-Por hoy creo que debes hacer caso a Adrien, padre.- el mayor le dio una señal a su hermano menor para que se llevara a su padre y el ojiverde asintió.- Déjame a mi hacerme cargo de esto.

-Muy bien, lo dejaré en tus manos.

-¿Por qué no buscamos pronto a otro diseñador? Miren, esto se ha vuelto noticia.- Adrien sacó una revista delgada que había traído bajo el brazo todo el momento y que Félix no había notado, en la portada se veía a la actriz principal con un vestido inglés de época que se veía distinto a cualquier cosa, el corte, la forma, todo era exquisito, tradicional e innovador.- Habla de la obra pero también hicieron énfasis en los vestuarios, dicen que son algo fuera de este mundo. Cuando le preguntaron a los actores no dieron el nombre del diseñador anónimo y el teatro se negó a dar más razones de este para respetar su privacidad.

-Asombroso.- dijo Gabriel al ver los vestidos y los trajes. Golpeó con su dedo la página donde se veía a una actriz sobre un columpio pero con un vestido blanco lleno de una tela semitransparente en la falda con pequeñas florecillas impresas, con un escote de barco de encaje y con una flor en el centro.- Esto es lo que busco, arte, inspiración, pasión, TALENTO.- exclamó alzando las manos y Félix miró la fotografía, conocía a la actriz.- Quiero el nombre de ese diseñador y más fotografías de su trabajo. Si es tan bueno como aparenta al fin vamos a tener un descanso.

-Haré lo posible, padre.- dijo Adrien.

-Espera, Adrien. Yo lo haré.- dijo Félix señalando a la actriz.- Ella es Zoe Bourgeois, fuimos compañeros en el instituto, creo que podría sacarle algo.

-Hagan lo que deban, pero quiero el nombre de ese diseñador misterioso al terminar la semana.- en poco Adrien llevó a su padre a casa para que tomara un merecido descanso. Félix sabía que la salid de su padre no estaba bien, esperaba que al menos esta vez hiciera caso a las indicaciones del doctor.

Se dio la vuelta y se sentó en su silla cuando la puerta se abrió sin previo aviso. Rodó los ojos, ¿para qué le pagaba a su secretaria?

-Félix, buen día.- habló Lila con voz cantarina. Ahora entendía por qué su secretaria no le detuvo.- Justo quería hablar contigo.

-Pues mira que eres la última persona que quisiera ver.- le respondió mientras revisaba unos papeles.- ¿Ya has ideado la siguiente colección que no te lleve a la ruina esta vez?- Lila apretó los labios en una sonrisa forzada.

-Estoy en ello, justo esta tarde te enviaré la carpeta de los modelos aprobados. Vas a ver que esta vez no hay errores en esta.

-Más vale.- Lila dio la vuelta y se sentó en su escritorio, cruzando sus piernas frente a él en una pose provocativa. A quien menos gracia le hacía era a Plagg cuyo cajón se cerró más por culpa de sus muslos flacos.

-Vamos Félix, ¿no puedes ser un poco más dulce conmigo? Vengo a traerte una noticia que podría salvar tu vida.- sin embargo, Félix se levantó de su sitio y la tomó de su chaqueta dorada y la levantó sin miramientos.

-No tengo tiempo para tus tonterías.- Lila se sacudió ofuscada pero volvió a sonreír.

-Allegra me llamó anoche con una noticia interesante. ¿Adivina quién está trabajando con Claude Le Blanc?- Félix no respondió, Claude y él no terminaron de la mejor forma después del encarcelamiento y muerte de…- Bridgette Dupain-Cheng. ¡Si estaba viva después de todo!

Por un momento todo su ser se movió, como si un terremoto hubiese sacudido cada órgano de su cuerpo. No dijo nada, permaneció imperturbable aunque por dentro no sabía con exactitud qué sentir.

-Ah, vaya. Y me importa porque…- pronunció las palabras con tanto desapego que él mismo se sorprendió, pero no engañó a Plagg, podía ver en sus manos tensas que el nombre de la chica le había dejado casi fuera de combate.

-Es para advertirte. No sabemos si después de todos estos años esa loca quizás regrese por ti o por todos los demás.

-Lila, en lugar de preocuparte por tonterías deberías preocuparte por tu trabajo.- dijo con una sonrisa de lado y le lanzó la revista que Adrien llevó.- Porque quizás muy pronto tus servicios no sirva más para la empresa.

Esta vez Lila no sonreía, su expresión hosca era auténtica.

-¿Cómo? ¿Piensan despedirme por alguien que hace disfraces?- rio con amargura y lanzó la revista al cubo de la basura, aunque no le atinó y esta cayó a un lado.- Nadie me sacará de mi puesto, ni siquiera tu padre, Félix.- tras esas palabras se dio la media vuelta y salió dando un fuerte portazo.

Félix se dejó caer en su silla y se dio la vuelta para contemplar la bella vista que le proporcionaban las enormes ventanas de su oficina. Plagg se asomó y miró su rostro, no podía entender qué era lo que sentía. ¿Sorpresa? ¿Miedo? ¿Duda? ¿Rencor? Era una de esas o tal vez todo junto. Como sea siguió sin decirle nada a él, sin saber que él estaba rememorando una y otra vez esa noche la cual la dejó como Chat Noir…

Se levantó de su asiento y miró hacia Plagg que asomó.

-Vamos a salir un momento.- el kwami entendió la orden y se ocultó dentro de su caro traje, sin embargo, aunque el rostro de Félix era una máscara gélida, podía sentir su corazón latir de forma errática.

Salió de las oficinas y caminó por unas calles. Por la dirección supo a dónde se dirigía, a un café de la zona donde vendían unos cremosos bollos y unos cafés de infarto, estaba un poco lejos, pero a él le gustaba porque estaba lejos de la oficina y siempre buscaba una excusa para salir. Al llegar no encontró a mucha gente y en la fila había un par de personas. Se puso detrás de una mujer pequeña que veía el menú y revisaba su monedero, Félix esperaba que se decidiera antes de que le tocase turno. La miró bien, la mujer vestía tacones grises de cintas en los tobillos y unas medias negras que cubrían lo que serían un buen par de piernas. Su falda secretarial apenas llegaba a las rodillas y ocultaba de forma disimulada un curvilíneo trasero en forma de corazón. Debería sentirse culpable, pero era un hombre después de todo y no era por completo de piedra, podía deleitarse con la vista. Miró a la mujer con detenimiento. Llevaba un traje gris que combinaba con los tacones, de falda y chaleco, una blusa blanca de cuello alto tipo oriental debajo con mangas de tres cuartos, y su cabello oscuro como una noche estrellada estaba trenzado a un lado. Cuando fue su turno ella avanzó y movió sus dedos tímida, como si fuese la primera vez que pedía una bebida en su vida.

-B-Buenas tardes, llamé para encargar mi orden. Un moka con leche de almendra y un frapuccino caramelo.

-Por supuesto, justo ahora están terminando su orden.

-Gracias. ¿Podría agregar por favor un par de bollos de crema?

-Claro.

Su voz tenía un timbre suave y armonioso, sin embargo, parecía arrastrar un leve signo de cansancio. Pensó que así como él salió de una montaña de papeles, la miró con mayor detenimiento esperando que volteara pero pudo notar en sus manos unas leves y blancas cicatrices como si se hubiese cortado varias veces con un cuchillo en el pasado. Le dieron su orden y ella agradeció con una leve reverencia de cabeza antes de girarse hacia la salida, mirando su perfil...

-¿Bridgette?- la joven se giró a verle con la misma sorpresa plasmada en sus ojos. Ambos sintieron por un momento el suelo desaparecer bajo sus pies, sin saber qué hacer, qué decir, y Plagg era el único que en ese momento pensó claro al ver a la Guardiana viva, sintiendo alegría y preocupación al notar esa chispa que tenía por completo desvanecida.

Cuando llegaron al cine no paraban de hablar de viejas películas y actrices, Bridgette se había estudiado muy bien el tema ya que se había interesado en la moda de esa época. Estaba feliz de tener un día con su abuelo, aunque este no paraba de quejarse por cada pequeña cosa.

-¡Bleh! ¿A esto le llaman palomitas? En mi tiempo las palomitas eran crujientes y saladas. No esta basura con mantequilla artificial.

-¿No prefieres comer unos pretzels en la película, abuelo? Son bueno y son crujientes y salados.

-Tu si me entiendes Bridgette… ¿Bolsa de plástico? ¿No pueden dar la comida en bolsas de papel? En mis tiempos éramos más conscientes con el medio ambiente.- Bridgette sonrió apenada al encargado.

-¿No tendrá de casualidad una bolsa de papel?- el cargado le dio una de las palomitas y ahí metió los pretzels. Después de pedir una soda y una limonada, se sentaron junto al pasillo en la sala.

-¿Qué es esto? El asiento es demasiado cómodo.

-Eso es bueno, ¿no?

-En mis tiempos los asientos no eran así, eran de madera, rígidos y duros para así no dormirte en medio de la película.- Bridgette sonrió y le dio unas palmaditas en el brazo.

-Te prometo que si te duermes te despertaré.- su abuelo sonrió y pronto dieron aviso a que comenzara la película. Era una película en blanco y negro, Bridgette comía palomitas y le daba a Tikki disimuladamente. Su abuelo parecía disfrutar también de esta, al menos hasta que escuchó los timbres de teléfono y vio a otros tomarse fotos con sus teléfonos. Cada una de esas cosas comenzaba a irritarlo.

-¡Oigan ustedes!- gritó molesto a los que se tomaban selfies.- Estamos en un cine, ¿saben lo que es eso? Ver una película y no tomarse fotos tontas con sus cosas esas de celulares.

-Abuelo…

-Y usted deje de hablar por teléfono, ¿es que no ve que hay gente que quiere ver la película?

-Abuelo, tranquilo.

-¡Es que no hay respeto! Yo quiero ver una película contigo mi nieta y unos mequetrefes no nos dejan.

-Señor.- le llamó la atención un acomodador.- Sino se controla voy a tener que sacarlo de la sala.

-¿A mí?- preguntó ofendido.- ¿Por qué no les dice lo mismo a las personas que están jugando y hablando con esos teléfonos?

-Señor, por favor. Le pido que venga conmigo.- Bridgette se levantó de su lugar.

-Por favor, esto no tiene que llegar a esto.

-Señorita, si usted también se pone difícil también sale.

-¿Cómo se atreve?- gruñó el abuelo al acomodador y Bridgette lo sujetó para que no se le fuese encima.

Shadow Moth sonrió al tener una víctima, una que conocía bien.

-Ah, el sentimiento de ira e impotencia de un abuelo frustrado con el descuido de los jóvenes modernos. Una perfecta víctima para mi akuma y un buen aliado para que así pelee junto con mi socia.- el akuma voló hasta su víctima y entró al contenedor que cargaba en su bolsillo.- Panaderix, nos volvemos a encontrar, soy Shadow Moth.

-¿Quién? ¿No te llamabas Hawk Moth?- Bridgette se quedó sin aliento al darse cuenta del inicio de la akumatización.

-¡No abuelo, no lo escuches!

-Ahora tengo otro nombre. ¿Quieres enseñarle una lección a esos jovenzuelos que no te dejan pasar un rato en paz? Yo puedo darte poder otra vez a cambio de las joyas que portan Ladybug y Chat Noir.

-Sí, quiero darle una lección a esos mocosos insolentes.

El miasma negro lo cubrió, Bridgette cayó hacia atrás sobre los asientos y vio a su abuelo convertirse de nuevo en Panaderix que tomó al empleado de la ropa.

-Ahora las cosas se van a hacer de la forma correcta.- lo lanzó entre los asientos y todos salieron corriendo del lugar. Este tomó de su contenedor el brebaje para hacerlo más grande y rompió las puertas del cine.

Bridgette se levantó de los asientos y vio que todos habían abandonado la sala.

-Shadow Moth ha hecho esto personal. ¡Tikki, Transfórmame!

Mort Rouge había escuchado la conmoción en la ciudad. Fue a ver quién era el akuma en turno pero nada la preparó para ver a Panaderix ser quien atacase la ciudad. El akuma se posó en su hombro.

-El akuma en turno está listo, es hora de que tú también hagas lo tuyo.- ella apretó los labios y luego se dio la vuelta.

-Sabes algo, no me siento con muchos ánimos de pelear el día de hoy. Tal vez mañana me sienta de humor.- estaba dispuesta a irse cuando sintió una punzada en todo su cuerpo que la hizo marearse. ¿Qué había sido eso? Se había quitado al insecto, ¿por qué sentía tanto dolor?

-Veo que estás sufriendo por los efectos de mi amok. Sabía que podrías quitártelo, así que hice algo adicional por si acaso.

-¿Qué mierdas me hiciste?

-Hice que mi amok te inyectara un veneno tan peligroso como este. En estos momentos pequeños micro parásitos están en tu red nerviosa y pueden ser inofensivos, pero también pueden hacerte sentir mucho dolor si así lo quiero.- Mort Rouge se sintió estúpida al creer que se había librado del amok tan fácil. Iba a hacerlo pagar fuese como fuese…

-Y a cambio supongo que debo colaborar más.

-Ese ha sido nuestro trato desde el principio.- respondió el villano sonriendo desde su guarida.- Ahora me toca a mí poner las reglas.

La villana apretó los dientes mientras intentaba no pensar en cómo se la había jugado, más unos momentos después sonrió y ladeó la cabeza.

-Vale, creo que tienes razón, es tu turno de disfrutar un poco del control.- dejó que el akuma se fuera y su sonrisa se ensanchó.- Porque he decidido adelantar tu patético final…

-¿Qué haces aquí?- preguntó Queen Gloriam que recién llegaba.- ¿Acaso piensas esconderte otra vez?

-Oh, no. Esta vez vamos a atacar. Quiero que provoques todo el caos y destrucción posible. Hoy al menos uno va a caer.- Queen Gloriam sonrió y saltó al ataque cuando vio a Ladybug y a Chat recién llegar para combatir al akuma.- Hora de actuar.

Mientras los héroes peleaban contra Panaderix, el sonido del ataque sónico llegó hacia ellos y se quitaron justo a tiempo. Queen Gloriam rio.

-Ahora sí van a caer héroes de pacotilla, hoy va a ser el día de su derrota.

-¿Te das cuenta que sabemos quién eres?- dijo Ladybug.- Si estás bajo alguna influencia podemos ayudarte todavía.

-¡Ja! Como si fuese a creerte. No hay forma en que caiga en tu trampa y cuando esto termine YO seré la única heroína que tenga Paris.

-Muy bien, se acabaron las negociaciones.- espetó Chat Noir que fue a sobre de ella, necesitaba ese miraculous. Trepó por las paredes pasando a Panaderix y así llegar donde Queen Gloriam pero esta le esquivó y mandó a volar en un ataque sónico contra una pared, algunas ventanas se rompieron por el impacto.

-Como si pudieses tocarme gato tonto.

-¡Chat!- Ladybug estaba a punto de ayudar a su compañero pero pudo sentir la presencia de Mort Rouge antes de que esta la golpease por detrás. Se cubrió la cabeza con el antebrazo y trastabilló un poco antes de recomponerse y hacer girar su yoyo.

-Buenos reflejos.- le felicitó la villana.- Vas mejorando. Panaderix…- se volvió hacia el akuma.- Shadow Moth me pide que no te contengas, haz lo que te venga en gana, demuestra a todos cómo deben ser las cosas.

-Así lo haré. ¡Voy a mostrarles cómo se hacen las cosas de forma correcta!

Mort Rouge se volvió hacia Ladybug y tronó sus nudillos.

-Creo que he sido demasiado blanda contigo. Hora de darte una verdadera lección.

-Adelante, bruja.- las dos fueron una contra la otra y chocaron sus puños.

Mientras tanto, Chat Noir intentaba acercarse a Queen Gloriam pero ella se lo ponía difícil ya que no dejaba de lanzar cuanto ataque sónico.

-¿Qué pasa zarrapastroso? ¿No puedes golpearme?

-Nunca sabes cuándo callarte, ¿verdad?- en un movimiento ágil este corrió en cuatro y saltó sobre de ella para golpearla por detrás y someterla en el suelo.

-¡Suéltame!

-No hasta que te quite el miraculous.- estaba punto de quitárselo pero Queen Gloriam se apoyó con sus rodillas y lo empujó lejos de ella, para rápidamente lanzar un ataque que le dio de lleno.

-¡Jamás! Esto me pertenece ahora y nadie me lo quitará.- Chat apenas y estaba recuperándose del golpe cuando la vio volver a lanzar otro ataque, esta vez más fuerte, sin embargo, alguien lo sacó del camino ntes de que quedara como el auto que quedó destruido.

-Siento la demora amigo.- dijo Kid Mime con expresión seria.

-Me alegra verte mimo. Ladybug y yo debemos hacernos cargo del akuma, ¿podrías ayudarnos con estas dos?

-Encantado.- movió sus manos hacia arriba, luego alrededor de él, cruzando sus brazos al frente y después formando con sus manos un cuadrado.- ¡Mimetism!- lanzó hacia Queen Gloriam una caja invisible que se clavó en el suelo, quedando atrapada en esta, luego saltó y con un invisible mazo gigante la clavó aún más al suelo.- Eso la tendrá ocupada un rato. Vamos.- Chat y Kid Mime dejaron a la rubia sola para ayudar a Ladybug y detener a Panaderix. Queen Gloriam gritó de impotencia.

-¡Sáquenme de aquí! ¿Y por qué yo no tengo otro poder como él? ¡AAARGH!

Ladybug recibió un golpe en la cara que le dejaría un morado de seguro, pero ni siquiera pudo reaccionar cuando otro golpe por debajo del plexo solar le sacó el aire y Rouge Mort la tomó de los cabellos.

-Todavía eres demasiado débil para mí. No tienes oportunidad.

-Ya… pero no estoy sola.- fue que desde atrás sus compañeros fueron sobre Rouge Mort. Kid Mime se enredó sobre de ella en una llave y Chat Noir y Ladybug la golpearon directamente. Por un momento desequilibraron a la villana pero esta se quitó de encima a Kid Mime lanzándolo contra ellos y estos atraparon a su compañero.

-¿Estás bien, Ladybug?- preguntó Chat Noir y escucharon no muy lejos los destrozos que estaba haciendo el akuma.

-Lo estaré cuando terminemos con el akuma. ¡Kid!

-Entendido, jefa. Hora de algo de patinaje.- saltó y como si tuviese de verdad unos patines comenzó a deslizarse sobre el suelo alrededor de Mort Rouge, lanzando una soga para poder atraparla y enredarla.

-¡Lucky Charm!- lanzó su yoyo hacia arriba y cayó en sus manos un cartón de litro de leche. Miró a todas partes pero supo que ese lugar no era el adecuado.- Vamos Chat, hay un akuma al cuál detener.- Chat no lo pensó dos veces y la siguió. Mort Rouge intentó quitarse la apretada soga invisible.

-Nada mal pequeño mimo. Pero necesitas mucho más que una soga.

-Créeme. Ya lo tengo pensado.- esta vez se escuchó una cadena en sus manos. Rouge Mort vio a su inútil compañera a lo lejos. Rodó los ojos pensando que ni siquiera había preguntado a Harmoony cuál era su ataque principal, pero eso podría darle ventaja. Musitó a lo bajo el Lucky Charm y en su mano apareció un líquido para aflojar cosas. De inmediato se movió para derramar el líquido cuando el mimo comenzó a ponerle la cadena.

-Buena esa, sin embargo…- una de sus manos ahora libre lo sujetó del cuello.- Puedo ser muy escurridiza.- lo golpeó y dejó dentro de un contenedor de basura. Se acercó hacia Queen Gloriam que seguía intentando inútilmente de salir.- Supongo que estabas demasiado ocupada con tus uñas como para preguntar tu ataque especial.

-¡No te quedes así! ¡Sácame!

-Nada más tienes que decir. Réquiem.

-Ya… ¡Réquiem!- una onda dorada de sonido se expandió alrededor y destruyó la caja invisible y gran parte de la calle. Rouge ni siquiera se inmutó.- ¡Ya pudiste habérmelo dicho antes!

-Vamos o el akuma no durará demasiado.- cuando se fueron, Kid Mime apenas y pudo salir del basurero, le había pegado duro y caminó hacia donde habían estados sus ilusiones para encontrar un pequeño bote de líquido. Sin embargo, este era rojo con motas negras.

-¿Qué rayos…?

Panaderix no les estaba haciendo fáciles las cosas, era más poderoso y más cabezota que antes.

-¡En mis tiempos las cosas se hacían manualmente! ¡No de forma electrónica! ¡Las cámaras deben ser gigantes también!- gritó hacia los reporteros que apenas y podían grabar lo que estaba sucediendo. Y entonces el akuma alzó sus brazos para lanzar proyectiles de semillas de ajonjolí. Ladybug hizo girar su yoyo para protegerlos a ella y a Chat.

-Para ser muy viejo vaya que tiene mucha energía.

-Es cierto. Pero sólo es un hombre que nada más quería pasar un rato con su nieta… espera, ¡eso es!- miró alrededor, había una bolera a un lado.- ¡Ven conmigo!- saltaron dejando de lado el ataque de semillas y corrieron hacia la bolera.- ¡Uy! Mira Chat, una bolera.

-¡Sí! ¡Qué divertido! Y las máquinas nos regresan las bolas como nuevecitas.

-¡¿AH?! ¡En mis tiempos nosotros éramos quienes íbamos y limpiábamos las bolas!- los héroes entraron al lugar rápido. Panaderix tuvo problemas para entrar por la puerta pero al final lo hizo y miró alrededor, el lugar estaba vacío, o al menos así pareció cuando Ladybug salió de detrás del mostrador con una bola de bolos.

-¡Panaderix! Tú y yo, quien haga una chusa gana. Si tú ganas te entregaré mi miraculous.

-¡Ja! Cómo si me prestara para esas cosas, pero acepto porque tengo honor.

-Vale, escoge tu bola.- Panaderix fue al carril donde estaba la única bola esperándolo. Y al meter sus dedos sintió algo húmedo.

-¿Qué es esto?

-Algo de leche para ablandarte un poco.- siendo de pan, el pan se hinchó y este no pudo sacar sus dedos de la bola.- ¡Ahora Chat!

-¡Van!- Chat Noir destruyó con su bastón la repisa con bolas de bolos y estas cayeron y rodaron contra el akuma que cayó pesado sobre estas. Ladybug ya tenía un miraculous puesto en su tobillo.

-¡Tikki, Daizzi, amalgama!- unos holanes rodearon la cadera de Ladybug y la parte de atrás quedó con un bonito moño. Los guantes blancos, el peinado cambió a moños con caireles y el pandero en su mano la hacían ver bella y adorable.- ¡Regalo!- se acercó al akuma que apenas y se estaba recuperando y le mostró lo que este de verdad quería, una imagen de él y su nieta en el cine viendo películas.- Usted nada más quiere pasar un agradable momento con su amada nieta. Eso es todo lo que usted quiere.- al ver la escena que quería, no vio a Chat acercarse y tomar el objeto akumatizado, ambos héroes asintieron y el akuma tomó entre sus manos el Regalo.

-Yo nada más quería pasar más tiempo con ella porque… la quiero tanto y quiero siempre estar en sus memorias.- en la entrada del lugar, Rouge Mort vio la escena y recordó cuánto la quería su abuelo, la última vez que le vio fue en la corte donde este le abrazó con fuerza sin saber que sería la última vez que le vería…

Un ataque sónico mandó a los tres a volar contra los bolos y Queen Gloriam rio despiadada.

-Mira nada más. ¡He hecho una chuza!

La expresión de Rouge Mort se volvió oscura, entonces notó no muy lejos las cámaras de la prensa. Ya era hora. El miraculous sonó y esta vez Queen Gloriam no pudo ignorarlo.

-¡Rayos! Hazte cargo de ellos, yo debo salir de aquí.- le ordenó a Rouge Mort pero la villana le tomó del brazo con fuerza.

-No lo creo.- sonrió casi psicópata y la lanzó cerca de donde los reporteros se estaban ocultado en una cabina de fotos.- Estoy enferma de ver cómo has despreciado el regalo que te he dado. Pero eso se acaba ahora.- el miraculous al fin dio su última alarma y la destransformación dio lugar revelando la identidad de Chloe.- ¿Querías ser una heroína? Olvídalo. No eres más que un desperdicio de espacio en este mundo.- le arrebató el miraculous a pesar de que Chloe intentó que no lo hiciera.

-¡Devuélvemelo! ¡Yo no hice nada malo!

-¿En serio? Porque bien aceptaste ayudarme para ser la única heroína de esta patética ciudad pero ni aunque eliminases a ese par servirías como tal. Porque dentro de ti… no hay una pizca de compasión o de amor hacia alguien más que no seas tú.- la pateó fuerte dejándola echa un ovillo en el suelo. Se volvió hacia los héroes y Chat ya había destruido el objeto con su Cataclysm y el akuma fue atrapado justo en ese momento.- Los dejo por ahora. Suerte, héroes, porque la próxima vez habrá más destrucción.- salió corriendo y desapareció sobre los techos de Paris.

-¡Miraculous Ladybug!- lanzó su poder y todo regresó a la normalidad y sus heridas sanaron. Ladybug ayudó a su abuelo a levantarse.

-¿Qué pasó? ¿Dónde estoy? ¿Y mi nieta?

-No se preocupe. Está bien ahora.- sacó de su yoyo un talismán color café con motas blancas.- esto le ayudará a que no vuelva a ser akumatizado.

-Muchas gracias. Debo regresar a con mi nieta o se va a preocupar.

-Ladybug, yo lo llevo, tú vas a destransformarte en cualquier momento.- dijo Chat tras escuchar una alarma de sus aretes.

-Gracias Chat.- pero su atención se volvió hacia Chloe que se levantó del suelo.

-¡No! ¡No es justo! Esto no tenía que ser así.

-¿Entonces cómo debía ser?- preguntó Chat rabioso, cosa que Ladybug vio algo extrañada.- ¿Estabas trabajando para los malos porque te prometieron ser una heroína otra vez? Desperdiciaste tu oportunidad y no la supiste aprovechar. ¿Por qué alguien como tú debería tener otra?

-Chat…

-¡Cállate gato callejero! Ustedes son los culpables de todas mis desgracias.

-No, Chloe. Tú misma hiciste esto.- escupió Chat con rabia.- Asume las consecuencias y no culpes a otros.- en ese momento Nadja salió con su camarógrafo de su escondite.

-Chloe Bourgeois. ¿Es cierto que ayudaste a la nueva villana por voluntad propia?- Chloe se puso pálida, la cámara la enfocó y la rubia no supo más qué hacer que irse corriendo del lugar.

-¡Espera, Chloe!- intentó detenerla Ladybug pero ya tenía el micrófono bajo sus narices.

-Ladybug, ¿cómo es posible que permitan tanta destrucción? ¿Qué opinan que su popularidad ha bajado y que la gente los culpa de no hacer su trabajo?

-¿Qué? Nosotros…- Ladybug no sabía qué decir pero su abuelo se interpuso entre ella y la cámara.

-¡Atrás sanguijuelas! Dejen en paz a los héroes.- tomó el micrófono y comenzó a hablar a la cámara.- Estos jovencitos arriesgan su pellejo cada día y lo mejor que puede hacer la ciudad es apoyarlos incondicionalmente. ¿Popularidad? ¿Qué es esto? ¿Un concurso?- los dos héroes vieron que este hizo una señal para que se fueran y estos le agradecieron con el alma antes de escabullirse, aunque cuando salieron y se elevaron por los techos, escucharon abucheos de muchos y sus quejas.

-Ladybug…

-Nos vemos después, Chat. Estoy a punto de destransformarme.- este asintió y se marchó lejos. Ladybug se destransformó en un callejón cercano y Bridgette abrazó sus rodillas. Tikki se puso sobre su cabeza y la abrazó.

-Todo estará bien, Bridgette… tú tranquila.

-Eso quisiera creer…- dijo todavía escuchando el ruido de la gente abuchearles aun cuando ya no los veían.

La tarde pasó y el escándalo estalló en la oficina del alcalde. André Bourgeois apenas y pudo cerrar la puerta por los reporteros con ayuda de Zoe que lo había visitado en el ayuntamiento.

-¡No más preguntas!- cerraron la puerta y en la oficina ya estaba su equipo de abogados y su esposa.

-Esto es inaudito André, tienes que hacer algo.- tal parecía que el afecto que Audrey le tenía a Chloe había sido destrozado ante la noticia.- ¡Nuestra imagen se verá afectada! ¡El escándalo! ¡La ruina absoluta!

-Mamá, deberías preocuparte por Chloe.- expresó Zoe preocupada por lo que su media hermana había hecho.

-¡No me la menciones! ¡Está muerta para mí!

-Audrey, ¡basta!- exclamó el alcalde que se sentó en la silla pensativo. Lo que su hija había hecho no era algo que podía cubrir con papeleo o llamando la atención de algún funcionario. Esto iba más allá.- ¿Cuál es el peor de los casos?- preguntó a su abogado que mantenía una expresión seria a su lado.

-Me temo señor que sería la prisión. Su hija ha ayudado a un terrorista, y eso no es nada bueno. A menos claro, que demostremos que no estaba plenamente consciente de sus actos o estaba bajo amenaza.

-Muy bien, haz eso.- señaló Audrey.- Di que estaba bajo amenaza.- el abogado suspiró a lo bajo.

-No será muy fácil. Hay muchas atenuantes y preguntas que se podrían hacer con respecto y le interrogarían sobre lo que sabe de esa mujer y posiblemente de Hawk Moth.

-Entonces ¡culpemos a alguien más!- exclamó Audrey.- Muchos actualmente se preguntan qué hace Ladybug y Chat Noir por la ciudad y cómo esa extraña mujer ha hecho tantas cosas con habilidades que sólo ellos o sus allegados pueden tener. Cúlpenlos a ellos de todo. Son los héroes, así que deberían servir para algo. Y listo, Chloe ya no será más una terrorista.

-¡Mamá!- exclamó Zoe tan horrorizada como su padrastro.- ¿Cómo puedes decir eso? Ladybug y Chat Noir nos han salvado muchas veces.

-Necesitamos un chivo expiatorio para que en nuestra familia no caiga en la desgracia y en la vergüenza. Es la única forma, André.

-Por favor, no.- suplicó Zoe a su padrastro que cerró los ojos a sabiendas que lo que iba a hacer quizás no se lo iba a perdonar él mismo.

-Hay que proteger a Chloe… es la única manera. Mañana se dará la entrevista.

Las cosas no habían salido como esperaba. Mort Rouge seguía en el mapa, pero ahora la tenía más a su merced y eso era bueno. Poco le interesó la noticia de Chloe Bourgeois pero dejó un mensaje a su antigua amiga diciendo lo mucho que lamentaba el incidente, a lo que ella ni siquiera se molestó en responder.

Salió de su guarida y luego llegó hasta donde Natalie que ya había recibido las últimas libretas de bocetos para el concurso de la beca.

-¿Ya llegaron todas?

-Eso creo. Ya las que vengan con retraso será porque vienen de fueras.

-¿También está allí la de la señorita Dupain-Cheng?

-Llegó justo esta mañana con un mensajero.- señaló la libreta que tenía una decoración personalizada de color azul cielo con flores rosas. Este la abrió y Natalie notó que este estudiaba con atención cada modelo, ella misma ya había revisado esta y debía decirlo, estaba más que sorprendida y encantada. De repente este se detuvo en el último boceto, de seguro el mismo que a ella había dejado boquiabierta y con deseos de vestir. Vio a su jefe mirarlo con grandes ojos por varios segundos más de lo normal y luego cerró la libreta.

-¿Podrías llamar a la señorita Dupain-Cheng en este momento? Me gustaría hablar con ella.- Natalie se sorprendió ante la petición, normalmente era ella la que llamaba a los concursantes pero hizo lo que le pidió e hizo la llamada.

Bridgette recién regresaba del cine con su abuelo, sus padres les recibieron preocupados.

-¿Todo bien, papá?

-Sí, todo bien. Después de lo que pasó nos dejaron al fin ver la película en paz.- dijo Roland con una sonrisa, aunque la verdad era que de los pocos que regresaron nadie se atrevió a hacer el más mínimo ruido.

-Pasamos un buen rato, después de la película fuimos al museo de la repostería y el abuelo me contó sobre cómo antes cocinaban sin horno.

-Bueno, al menos tuvieron un buen día.- dijo Sabine aliviada y Marinette se trepó a su abuelo que la recibió con un abrazo. De repente el celular de Bridgette sonó.

-¿Alló?

-Señorita Dupain-Cheng. Buenas tardes, soy Gabriel Agreste.

-¿S-S-S-Se-Señor Agreste? ¿A- A qué debo su llamada?- preguntó llamando la atención de su familia.

-Verá, he revisado su carpeta y me gustaría preguntarle…

Todos vieron a Bridgette, la joven de repente se quedó sin aire y su quijada cayó tanto que parecía casi imposible.

-Y-Yo… Usted quiere… ¿No es un sueño? Quiero decir, ¿de verdad?

-¿Acepta usted, señorita?

-¡Si! ¡Lo haré!

-Muy bien, la veré después. Que tenga un buen día.- tras colgar, Marinette se acercó a su hermana y la jaló de la chaqueta.

-¿Qué pasó?- pero lejos de responderle, Bridgette la tomó en brazos y comenzó a girar mientras reía sin poder creer su suerte. Afuera, Félix adulto miraba la escena y sonrió complacido, por el momento, sea como sea, ella merecía un poco de felicidad en su vida.

El objeto había desaparecido en una estela roja poco después de la pelea. Claude frunció el ceño mientras pensaba en lo que había pasado. ¿De dónde salió? Se parecía demasiado a un Lucky Charm, pero el Lucky Charm había sido un cartón de leche. Se apoyó en su silla con ceño fruncido y brazos cruzados. Su kwami, Mimme, lo miró curioso.

-¿Qué te pasa?

-Esa persona ha demostrado que puede imitar los poderes de varios héroes… ¿podrá imitar también el poder de Ladybug y Chat Noir?

-Bueno, la guardiana dijo que Tikki le comentó que esa mujer tenía un poder similar. Tal vez sí pueda.

Claude frunció más el ceño y se levantó caminando hasta su ventana y mirar afuera.

-Algo no cuadra…- el día siguió tranquilo, todo el mundo descansando, pero las piezas se movían en las sombras y Mort Rouge estaba lista para su siguiente movida.

….

Y… esperamos que les haya gustado! Gracias a todos por leer. Dejen review, nada de tomatazos, aceptamos bebidas de temporada, dulces y quesos, y sin más qué decir… UN ABRAZO! UN GUSTAZO! Y HASTA LA SIGUIENTE!