Hola a todos! Perdonen la demora pero quería que este capítulo fuese perfecto, además de eso que me concentré tanto en el especial que descuidé la historia. Perdón. Pero he aquí el siguiente capítulo y las cosas comenzarán a ir en picada. Y ya vieron Hack-san? QUE CAPITULO! Y ya pues sin más qué decir… COMENZAMOS!

….

Capítulo 11.

Pantalla de humo.

Todavía podía recordar el encuentro con Félix, después de tantos años le pareció que no había cambiado mucho. Altivo, poderoso, elegante, todo lo que lo distinguía de cualquier otro ser humano normal… y lo odiaba. Ahora se sentía tonta de haberse enamorado de ese imbécil pomposo pero él como otros también sufrirían por lo que le hicieron. Acabaría con su imperio, su imagen perfecta, y llegado el momento todos sufrirían en carne propia el infierno antes de enviarlos hacia allá.

Tocaron a su puerta y salió de su ensoñación, le ordenó a Tikki esconderse en su cuarto dejándole el celular para que se divirtiera a pesar de que la kwami parecía no tener deseos. Al abrir se encontró con Juliet que le sonreía dulcemente.

-Buenos días, ¿dormiste bien?

-Dormí mejor que otras veces, pero igual...- admitió con algo de pena no queriendo relatarle sobre sus pesadillas.

-¿No sirvió el té que te traje?

-Oh, no es eso, es que estuve ocupada en otras cosas.- dijo señalando un par de maniquíes con dos preciosos atuendos.

-Vaya, son hermosos. ¿Y para qué obra son?

-Son para una obra estilo futurista. Zoe me pasó el guion para que así viese cómo es la personalidad de los personajes y adaptara los vestuarios. Es una obra increíble, me dieron total libertad creativa para con estos.

-Casi diría que no son para una obra. Cuando dices futurista uno piensa en telas brillantes y de colores metálicos.

-Sí, es algo que quise cambiar. ¿Y qué tal tu marido?

-Cuando me fui lo dejé durmiendo con los niños, pero estoy segura que los niños ya debieron haberlo despertado.- Bridgete rio a lo bajo, había conocido a los pequeños Le Blanc y le habían parecido adorables, aunque claro, el familiar dolor de la perdida se hizo presente en su momento y ella se disculpó para que no le viesen llorar, por suerte supo controlarse después.- ¿Qué vas a hacer en tu día libre, Brid?

-Bueno, me gustaría dormir tanto como pueda. Necesito tener la mente clara y estar lista para lo que vaya a pasar. Ya es hora de que me dé a conocer, o al menos mi trabajo.

-Supe que algunas casas de moda te están persiguiendo.

«Entre ellas la casa Gabriel»

Pensó la peliazul con placer. Agradeció cuando Zoe le dijo que había mandado a volar a Félix, aunque al parecer no se rendía tan fácil. Debía dejarle un mensaje…

-¿Vas a presentarte en público?

-No, no en esta ciudad al menos. Sabes lo que pasaría si alguien descubre que yo, una ex convicta, es diseñadora de modas. Te apuesto que nadie se quedará callado. Mucho menos Alya y no quiero mi cara en televisión.

-Ni me la menciones.- respondió la pelimiel con aspereza.- Quiso hacer un reportaje sobre Claude y el cómo contrata "a gente peligrosa". Claude la amenazó con un abogado. Pero tienes razón. Lamentablemente hay gente con ciertas influencias y no todos están de nuestra parte.

-La casa de moda con la que estoy viendo un trato me propuso algo interesante…

La verdad era que ya había hecho el trato con esa empresa, se había decidido no sólo por su lugar en el mundo de la moda sino porque estaba en guerra con la casa de moda Gabriel, más que todo contra Lila. Al parecer ella les había hecho algunos trucos sucios para que sus diseños destacaran en los últimos desfiles: trajes arruinados, modelos ausentes, comentarios negativos en entrevistas y hasta se atrevió a ridiculizar a la dueña de la casa de modas robándole algunos clientes importantes. Los había investigado muy bien y tras enviarles una libreta de diseño y varias prendas estaban más que dispuestos a dejarla realizar su guerra personal con ellos.

Antes de siquiera contarle algo alguien tocó a la puerta y Juliet fue a abrir, encontrando a una de sus empleadas que parecía nerviosa.

-¿Qué ocurre, Allete?

-Perdone usted, pero hay una clienta que exige verla.

-¿Ha pasado algo?

-No, pero dice que quiere que usted le atienda.- Juliet no parecía muy contenta, Bridgette había notado su sistema de trabajo tras vivir allí. Tenía a varias empleadas a su cargo por lo que no estaba cortando cabello todo el día aunque a veces lo hacía, tratando a cada cliente con respeto, es decir, si tratas al cliente como un rey ese regresará y hablará maravillas trayendo más clientes con eso. Un excelente sistema sin cobro. Sin embargo, a veces sus clientas le pedían una cita para que ella misma las tratara, por lo que tenía una agenda a la que, tenía que admitir con poca vergüenza, había echado mano tras saber que algunos de sus ex compañeros le pedían citas.

-Discúlpame con la clienta pero estoy en mi descanso. Atiéndela tú, por favor.

-Amm… ya se lo explicamos, pero se niega a irse y dijo que si no la veía armaría un escándalo.

Aquello no era normal, Juliet se disculpó con Bridgette que le sonrió comprensiva y se fue para que descansara aunque apenas se fue le siguió bajando silenciosa las escaleras para escuchar lo que acontecía.

-¿No tienes al menos un poco de vergüenza Allegra?- preguntó Juliet molesta pero con un tono de voz moderado.

-La vergüenza es para los pobres. Eres la mejor, ¿no? Necesito un tratamiento para esta noche.

-Pues será en otro establecimiento, porque aquí me niego a darte servicio después de lo que hiciste.

-Veo que el chisme vuela.- habló con cierta burla en su voz.- ¿Cómo está tu marido?

-¿Qué es lo que quieres al venir aquí?- preguntó Juliet en lugar de responder a su provocación.

-Ya te lo dije, quiero que me atiendas. Tengo una cita esta noche y quiero verme bien. ¿O es que no puedes hacer eso? Por algo es que trabajas en un salón.

-Soy la dueña de este establecimiento. Por eso me niego a atenderte y te pido de la manera más cordial que te marches.- a pesar de que Juliet parecía manejar la situación, Allegra le miró con superioridad.

«Ugh, que asquerosa mirada tiene. Como si su dinero y posición de verdad pudiesen ayudarle»

Allegra la miró de arriba a abajo.

-No importa cómo vistas o lo que tengas, siempre has sido y serás una don nadie que sólo provoca lástima. Por algo se casó Claude contigo.- no le dio oportunidad de responder, se dio la vuelta y salió con una amenaza.- Todo el mundo verá mi crítica de este lugar en mis redes sociales, todos me conocen y vas a pagar por ello.

Cuando se fue, Juliet apretaba sus manos entrelazadas y sus labios. Desde joven tuvo ciertos complejos y a pesar de haberse vuelto una mujer independiente y tener una amada familia parecía cargar todavía con ciertos estigmas. Bridgette afiló su mirada y sonrió desde las sombras. Había puesto a Allegra desde hacía tiempo como la primera en su lista, hubiese querido sacar más trapos sucios de su armario pero ya era hora de darle una lección de humildad…

Un par de días después, Allegra entró al teatro cargando su flauta para otro ensayo con la orquesta. Tenían una importante función en Bruselas en unas semanas, la cuál sería el inicio de su nueva gira. Sin embargo, de inmediato notó las miradas de sus compañeros sobre ella, los hombres parecían no saber cómo mirarla mientras que las mujeres parecían mirarla con completa aversión, eso último no era nada raro, todas las mujeres se morían de envidia por su estatus social y su posición en la orquesta y los hombres la miraban como la mujer inalcanzable que era. Tenía un novio en Viena, un novio rico y más que un tipo amable y decente, aunque claro, estando tan lejos de ella tenía que buscar algo de diversión a la mano, casi quiso reír al recordar cómo ella y Lila buscaban ligar con chicos en la universidad, extrañaba esos tiempos, tal vez debía mandarle un mensaje a Lila para verse en un bar, como en los viejos tiempos. Se sentó en su lugar y leves cuchicheos se escucharon pero las leves risitas maliciosas fueron lo que le extrañaron.

El director de orquesta llegó y miró a los presentes con mirada severa como era su costumbre.

-Muy bien todos, espero que estén preparados porque no tenemos mucho tiempo y no quiero distracciones.

Todos se callaron aunque una violinista enfrente de Allegra levantó su mano.

-¿Qué ocurre María?

-Perdone señor, es que no dejan de hablar atrás de mí.- dijo esta y el director vio con malos ojos a los instrumentos de viento, los leves susurros callaron y el director luego se centró en Allegra como si ella hubiese sido la causa de todo.

-He dicho que no quiero distracciones. Así que vamos que no tenemos mucho tiempo.

¿Por qué la tomaba con ella? Ella no había hecho nada. Comenzaron el ensayo, los flautines tocaron armoniosamente, los violinistas ejecutaron con suavidad su melodía, y las percusiones resonaron sacudiendo a todo el mundo en el momento del clímax. Se notaba su profesionalismo y entrega, al menos hasta que las puertas se abrieron y unos gritos rompieron con el encanto.

-¡¿DÓNDE ESTÁ ESA ZORRA?!- gritó una mujer que se dirigió al escenario con una expresión desquiciada, y antes de poder siquiera entender qué sucedía esta se lanzó sobre Allegra y los demás se alejaron de la pelea asustados.

-¡AY! ¡AAAH!

-¡Zorra! ¡Eres una puta, maldita escoria!- jaló su cabello y la azotó al suelo. Al fin algunos reaccionaron y lograron separar a la mujer de Allegra que se levantó completamente despeinada y adolorida.

-¿Está loca? ¡¿Quién es usted?! ¡La voy a demandar!

-¡A la que voy a demandar será a ti puta!- le lanzó una revista que dio en la cabeza, y se abrió de par en par gracias a unos separadores. Los ojos de Allegra se detuvieron unos segundos en su contenido. Era una revista sensacionalista, pero en esta aparecía una serie de fotografías donde ella aparecía con distintos hombres y mujeres. Allegra se horrorizó, algunos eran figuras importantes, hombres y mujeres de negocio, y ella se mostraba en todas las fotos y el título no dejaba lugar a la imaginación.

La acompañante de ricos y famosos. ¿La mujer perfecta o la amante perfecta?: La antes entrevistada estrella del arte sirve como acompañante en sus ratos libres.

Se le veía entrar a restaurantes de lujos, edificios de departamentos y a hoteles. Allegra sintió que un abismo la tragó y una de sus compañeras señaló a las otras una foto en especial.

-¿Este no es el dueño del teatro?- murmuró con falsa sorpresa, algunos ya habían visto la revista desde temprano, y Allegra quiso decir algo para defenderse, como que nada más estaban en una cena de negocios por el nuevo teatro que iba a abrir y que no pasó nada después, pero las palabras no pudieron salir de su boca porque todos la miraron con desprecio.

-Con razón tiene un lugar en la opera.

-¿Entonces está aquí porque abrió sus piernas?

-Tiene talento. Talento para ser una puta.

-¡Silencio todo el mundo!- gritó el director de la orquesta.- Llévense a esa mujer fuera. Allegra, a mi oficina.- todo el mundo la vio irse con la revista en mano, al menos bien sabían que no podría meterse con el director ya que este era gay y tras una serie de gritos, más de este que de ella, salió del teatro y las cámaras la acecharon de inmediato hasta el camino a su auto. Mantuvo la boca cerrada y se fue a su departamento, pero la paz estaba demasiado lejos de ella.

No quiero saber de ti. No me llames, esta es la última vez usaré este número para evitar que me contactes. Adiós para siempre.

Fue parte del mensaje que dejó su novio en su buzón de voz. Lanzó su bolso y se sentó en su sofá marcando a su celular un número que había hasta ahora notaba había intentado contactarse con ella.

-¿Allegra?

-Alya, ¿de dónde vino ese reportaje?

-Te juro que no tenía ni idea. Te hubiese dicho algo antes para que te prepararás pero no sabía nada. E intentado llamarte todo el día.

-Alya, me han suspendido a semanas de una gira importante, mi prometido acaba de romper conmigo y mis abogados me dicen que no debo salir de casa. ¿Quién fue? ¡Quiero su cabeza en bandeja de plata!

-Te mantendré informada amiga, debes aguantar.- dijo Alya desde su oficina, desde temprano había intentado saber la fuente de las fotografías y el reportaje pero nadie quería soltar la lengua.- Llama a Lila, ella sabrá cómo ayudarte.

-Gracias, así lo haré.- dijo desde el otro lado de la línea con voz cansada.

Colgó y Alya revisó entre sus contactos quién podría decirle quién fue el responsable de semejante reportaje ya que no venía su nombre como tal sino un seudónimo que se llamaba Le Mort. La muerte, vaya sentido del humor de mierda y macabro tenía.

-Señora Lahiffe.- llamó una joven aspirante a reportera, una chica de grandes gafas, cabello despeinado y de dos trenzas con una boina azul.- ¿Está bien? Parece tensa.

-Sí, estoy bien.- sonrió amable a la joven, le recordaba mucho a ella al principio de su carrera.

-¿Quiere que le traiga un té?

-No, gracias. Así estoy bien.- la chica asintió, y luego vio sobre el escritorio una revista con la fotografía de Lila Rossi en la portada.

-Vaya, ¿está investigando sobre Lila Rossi?- preguntó entusiasmada.- He escuchado muchas cosas negativas sobre ella, me pregunto qué tanto será real, ahora es la comidilla del momento después de lo de la cantante Clara Nightingale.- Alya puso sobre la revista unos papeles, clara señal de molestia sobre su comentario.- Nadie la está investigando porque nada más está pasando por una mala racha y nada de lo que se dice es cierto. Lila Rossi es un ejemplo para la mujer profesional y no es bueno manchar su nombre con rumores estúpidos.

-No digo que sean ciertos, pero alguien debería investigar…

-Mira Ann, hay cosas que es mejor no meter las narices y otras en las que sí deberías. Así que te sugiero que me termines la nota que te pedí corregir y no pierdas tiempo.

-Lo siento mucho, ya lo hago.- dijo apenada y se dio la vuelta. Uno de los reporteros que vio la escena la siguió a su lugar y luego vieron a Alya irse.

-Oye, ¿qué pasó?

-No lo sé, la señora Lahiffe normalmente es muy amable pero cuando le pregunté sobre los rumores en torno a la diseñadora Lila Rossi…

-Uff, te has quemado, chica.

-¿Qué quieres decir?

-Todo el mundo sabe que ellas son súper amigas. Al parecer es la madrina de su hija y quien le hizo el vestido de novia. Así que es tema tabú que nadie aquí toca.

-Pero es nuestro deber investigar toda noticia.

-Mira, eres nueva y haces bien tu trabajo, pero si la jefa dice que no es no, no parece justo pero todos aquí aprecian demasiado sus trabajos y tú ni siquiera te has graduado, eres todavía una pasante. Llévatela con pies de plomo, ¿vale?- la chica asintió pero no le gustó para nada la dinámica que se manejaba. Ella creía en la igualdad y que no importaba cuánto poder o dinero tuviera alguien no podía pasar por encima de otros. Ella lo había vivido en carne propia cuando joven. El vibrador de su teléfono celular le indicó que un nuevo mensaje, era de la misma persona que le había otorgado la jugosa exclusiva de la estrella de opera Allegra Baudeleire. Sin embargo, ella quería saber la verdad detrás del supuesto fraude contra los diseñadores. Así que envió un mensaje a su contacto.

¿Está segura que todos quieren hablar? Se darán a conocer sus nombres y sus historias.

La mayoría lo hará. Han intentado ir a la prensa pero nadie los escucha, al contrario, han sido censurados y etiquetados como mentirosos por culpa de los contactos que Lila Rossi tiene en la prensa. Nada más quieren decir su verdad.

La chica apretó sus labios al recordar las palabras y la reacción de su superiora.

¿Y usted que gana con esto?

Bridgette sonrió, la chica era perspicaz y tenaz en busca de las cosas, algo en lo que Alya falló en su momento y que la hundiría ahora.

Justicia para todos.

Rio ante la palabra. La justicia era una máscara tras su venganza, pero esa chica no tenía por qué saberlo…

El día del evento al fin había llegado. Abrió sus persianas con enorme placer y se vistió para la ocasión.

-Hoy es un hermooooso día. Puedo sentirlo.- comenzó a arreglarse para la ocasión, recogió su cabello y usó maquillaje sobre sus cicatrices para no ser reconocida, se puso una sombra delicada sobre sus ojos ahora marrones y Tikki miró con clara desconfianza a su portadora.

-¿Qué vas a hacer?

-Nada más voy a echar un vistazo. Cielos, me veo bien, las compras sí que valieron la pena.- admitió mirándose al espejo.

-Bridgette, por favor…

-Para ya, Tikki. Sabes que lo que sea que digas no funcionará. Además, alguien debe cerciorarse que se haga bien el trabajo sucio.- con una sonrisa fue al baño para poder ponerse la peluca que compró, Tikki se mantuvo cabizbaja, deseando que Félix la detuviera.

Bridgette devoró su desayuno al mismo tiempo que revisaba que tuviese todo en mano y ya estaba mareando a Marinette.

-Brid, por favor. Tienes que calmarte.- le pidió su tía al verla comer distraídamente la tostada de mermelada que manchó parte de su mejilla.

-No puedo, hoy es el evento al fin y no quiero que me culpen porque algo salió mal con los accesorios, que se rompieron o arruinaron, debo llevar todo lo necesario.

-No te preocupes por ello, trabajaste toda la noche para terminar todo. Estoy segura que la gente amará tu trabajo como así el señor Agreste ha dicho.- Bridgette sonrió ampliamente, su orgullo herido había sido reconstruido gracias a la noticia que le había dado el señor Agreste.

Quiero que su modelo forme parte del desfile, sería la apertura perfecta y estoy seguro que su modelo será una joya para presentar a la futura generación de diseñadores.

Nunca pensó que ese modelo fuese a llevarla al estrellato, el modelo que le representaba, ¡y todo gracias a Félix! Ahora debía de conseguir todos los materiales y ponerse manos a la obra.

-No sabes lo feliz que estoy. A veces siento que debería pellizcarme de nuevo. Aunque ya me pellizcaron bastante.- murmuró de sólo recordar a todos los kwamis pellizcándola seguidos de Marinette. Todavía tenía algunas marcas…

-¡Ya quiero ver tu diseño hermana!- exclamó Marinette.- Hoy tengo día libre, ¿puedo ir a verte luego?

-Claro, después de todo es un evento de puertas abiertas.

-Iremos a verte luego.- dijo su tío que subía limpiando sus manos llenas de harina.- Cerraremos por una hora y luego regresaremos al trabajo.

-Claro, espero verlos con ansias.- el televisor estaba encendido y las noticias no dejaban de hablar de lo de ayer. Bridgette todavía se sentía fatal, sabía que no era su culpa, Chloe se lo había buscado a pulso pero se sentía en parte un poco responsable. Y ya que lo pensaba. ¿Esa mujer de verdad le había quitado un miraculous? Imposible, había hablado con Su Han sobre ello, y ahora creían que su adversario también podía crear miraculous para imitar poderes. Es decir, no había otra razón…

-Nos están diciendo que estamos en directo con el alcalde. Adelante por favor.- pidió Nadja a producción y el alcalde apareció en su despacho con expresión seria.

-Sé que muchos están conmocionados por lo de ayer con mi hija Chloe. Pero todo tiene una explicación y la verdad es que… los verdaderos responsables de esto son Ladybug y Chat Noir.

Bridgette pensó haber escuchado mal, pero no fue así.

-¿Qué dijo?- preguntó Sabine que se acercó también a ver la noticia.

-Mort Rouge obviamente conoce a quienes hemos considerado los héroes de nuestra ciudad, ya que no existe razón alguna por las habilidades que esta ha demostrado y que sólo hemos visto con aliados, provocando destrucción desmedida en cada ataque. Engañaron a mi hija, una joven inocente e ingenua que creyó en la palabra de quienes hemos confiado al día al día y se aprovecharon de ello haciéndola la villana a los ojos de todos. Es por eso que expediré una orden de aprehensión en su contra y que así interrogarlos y por fin entendamos qué es lo que está sucediendo y cuáles son sus verdaderas intenciones.

-¡¿Es esto una broma?!- exclamó Bridgette molesta.

-No me lo puedo creer, pero que infame.- dijo Sabine molesta por las palabras del alcalde.

-Es más que obvio que protege a su hija.- dijo Bridgette.- Es decir, si bien ha habido más destrucción siempre arreglan todo, se han llevado buenos golpes por defender Paris y… ¡los está tratando como criminales!

-Espero que no muchos crean en ello.- dijo Tom igual de molesto que su esposa pero luego se mostró preocupado.- Ojala que Chat Noir y Ladybug no tomen a mal sus palabras y ya no vengan aquí.

-O que no nos salven de los akumas.- musitó Sabine preocupada.

-Mamá, papá, ¿van a meter a Chat y a Ladybug a la cárcel?- preguntó Marinette preocupada.

-No, mi vida. No lo harán.- intentó consolarla Sabine.- Ellos son muy listos y además son los buenos, y ya saben lo que se dice.

-¡Los buenos siempre ganan!- gritó Marinette.

-Eso mismo.- dijo Bridgette que se acercó a ella con una sonrisa.- Además, mucha gente los estima mucho y no creo que puedan siquiera atraparlos. Debo irme, los veré luego.- besó en las mejillas a sus tíos y luego a Marinette. Ya en la calle lanzó un bufido y Tikki apenas y se asomó.

-Esta vez Chloe sí la ha hecho buena.

-Todo saldrá bien, Bridgette. Ya verás que saldrán de esta.

-Lo sé, Tikki. Pero no quita que me sienta un tanto decepcionada.- después de muchas peleas, y últimamente en las que han sangrado y combatido a pesar del dolor, no podía creer la cara del alcalde para culparlos y así intentar limpiar el nombre de su hija. Tampoco podía creer que la gente pudiese llegar a creer eso de ellos. Más valía que Chloe no viniera al instituto, porque era capaz de decirle sus verdades.

Félix no podía estar más ofendido por lo que veía en su televisión. Casi quiso lanzar el control remoto a la televisión pero no quería problemas y conociendo su suerte tampoco quería arriesgarse a romper algo más.

-¿Interrogatorio? ¿Orden de aprehensión? Esto es una estupidez. Nada más lo hace para que su hija no sufra las consecuencias.

-Ya ves, así son las cosas.- dijo Plagg volando alrededor.- Pero en lo que te tienes que enfocar es en este día. De acuerdo con lo que dijo tu otro yo, tu lady no debería siquiera estar en ese lugar, pero lo estará y todavía su yo súper malvado del futuro sigue rondando por ahí.

-Hemos arreglado algunas cosas, supongo que esta no desaparecerá hasta que todo esté arreglado. Aunque… cosas nuevas podrían pasar.

Tocaron a la puerta y Natalie entró segundos después dándole tiempo a Plagg de esconderse.

-Es hora del desayuno.

-Ya voy.- salió de allí y vio a su hermano caminar también a su misma dirección pero a diferencia de este, se veía cansado y bostezó con fuerza, la noche anterior había sido horrible para él. Todos se habían vuelto a despertar y todos habían estado al pendiente de él. Natalie bajó primero con Adrien y Félix apretó los puños aún furioso por el egoísmo de Chloe.

-Hey, tranquilo.- susurró Plagg.

-¿Cómo puedo estar tranquilo? Mi hermano sufre de pesadillas y no puedo siquiera ayudarlo.

-Tu hermanito deberá hacer frente a estas, sin el miraculous del sonido es lo único que podemos hacer.

-¿Y si le pido a Ladybug el miraculous?

-Podría ser, pero ¿qué excusa le vas a dar?

-La que sea, ya se me ocurrirá algo.

Bajó al comedor donde su padre estaba en la mesa, era raro verlo en el desayuno pero se sentó en su sitio. Fue que su padre dejó de leer sus informes.

-Félix, tenemos que hablar.

-Buenos días padre.- respondió de forma seca.

-He escuchado que los ensayos van bien, aunque con leves problemas menores.

-Se hace lo que se puede.- respondió con serenidad y su padre asintió.

-Bien, quería avisarte que habrá un ligero cambio. Vamos a incluir un nuevo modelo.

-No entiendo, ¿por qué el cambio?

-Bueno, me ha gustado tanto que quise que este modelo fuese como una apertura para el siguiente desfile donde aparecerán los ganadores del concurso.

-Supongo que esta persona ha ganado ya una de las becas.

-Me falta revisar los demás pero es quien más me ha impresionado hasta ahora. Deberías estar contento ya que es tu amiga, la señorita Dupain-Cheng.- el cuchillo con el que estaba cortando el jamón hizo un ruido más agudo cuando puso más fuerza en el plato y miró a su padre con grandes ojos.

-¿Ella ha ganado ya una beca?

-Podría decirse que por el momento, aunque por supuesto no quiero que digas nada, pero estoy más que complacido con su trabajo.

Una parte de él quería gritar y saltar de felicidad, casi podía imaginarse una escena donde abrazaba a Bridgette y la hacía girar en el aire diciéndole que ya tenía la beca en la bolsa. Pero eso sería como comportarse como Chat Noir así que asintió y probó un bocado de su comida.

-Entendido, padre.

-Bien, a otros temas no quiero que vayas hoy al instituto.

-Padre, debo ir. Soy parte del equipo.

-He hablado con tu director, tienes ensayo y le expliqué tu situación. Además, no es como si te perdieras de alguna clase.

Maldijo en silencio, ¿cómo iba a cuidar a Bridgette si estaba ensayando lejos del instituto? ¿Podría escaparse? Tenía que pensar en algo.

-¿Y no puedo ir terminando el ensayo? Quisiera que Adrien también fuera, para que pueda ver cómo son esa clase de eventos cuando él mismo se gradúe.

-Ya veremos qué pasa, Félix. Recuerda que sigues castigado y no quiero ningún problema, ¿ha quedado claro?- le recordó con dureza y Félix tuvo que morderse la lengua para no replicar y se concentró en planear qué hacer para proteger a Bridgette.

-Cristalino, padre.- respondió escondiendo su amargura.

Zoe no dejaba de ver por la ventana el exterior del hotel, reporteros, fotógrafos y camarógrafos estaban acampando desde el día de ayer. Suspiró cansada y enormemente decepcionada. De repente la puerta de su habitación se abrió y Chloe entró con el personal detrás.

-Uff, pero este sitio es más pequeño que mi recámara. Quiero que cambien todo deprisa, y más vale que acomoden bien todo.

-¿Qué haces en mi recámara?- preguntó Zoe y Chloe rodó los ojos como si hubiese hecho la pregunta más tonta.

-¿No ves? Me estoy mudando en contra de mi voluntad.

-¿Cómo?- justo detrás apareció su padrastro con expresión apenada.

-Lo sentimos Zoe, pero tu recámara es la más segura por el momento. Hay paparazzis por todos lados y Chloe no está segura en su amplia habitación.- comenzaron a sacar las cosas de Zoe.

-¿Y yo debo cambiarme de cuarto?

-Será temporal hasta que esto termine, te lo prometo.

-Más vale.- se quejó Chloe.- No quiero estar toda mi vida en este cuartucho.

-Mi cuarto apenas y es más pequeño que el tuyo. ¿Y por qué hace esto?- preguntó a su padrastro.- ¿De verdad se siente bien de haber puesto a Ladybug y Chat Noir en una situación como esta? Ellos que tanto nos han protegido…

-Ay, qué dramática eres.- rodó los ojos Chloe y el alcalde guio a Zoe fuera de la habitación.

-Sé que lo que hice no es lo correcto, pero no puedo dejar que Chloe termine en una correccional o en prisión.

-Pero nadie la obligó. Ella se lo buscó y no le importó lastimar a otros. ¿De verdad va a dejar que simplemente se salga con la suya sin recibir castigo?

-Oh, claro que está castigada. No tendrá su celular o tendrá atenciones por dos semanas.- Zoe le miró con absoluta decepción.

-Usted es una buena persona, pero ya dejó ir sus sueños por las expectativas de alguien más, ¿de verdad va a dejar que otros le impidan hacer lo correcto otra vez?

-Zoe, mira… es que… verás… yo…- la joven bajó la cabeza sin poder seguir mirándolo.

-Voy a ir a los ensayos, trataré de escabullirme con los de servicio. No llegaré a comer.

-Zoe…- quiso decirle tanto pero las palabras no salieron de su boca y se sintió más avergonzado de sí mismo como nunca lo había estado…

Cuando llegó al instituto todo el mundo hablaba de lo mismo. Chloe la villana, la niña mimada, la nueva terrorista, o incluso "la herramienta" dentro de una conspiración mayor. Se le retorcía el estómago cuando alguien sugería que los héroes eran los culpables de todo ello y que lo mejor era que los arrestaran.

-¡Brid!- Claude llegó a su lado, parecía ver lo mal que se sentía.- Supongo que ya viste las noticias.

-Sí, lo hice. Y estoy empezando a sentirme mal.- Claude notó como todo el mundo estaba hablando sobre sus teorías conspirativas.

-Esto es una estupidez. ¿Cómo pueden dudar ahora de nosotros?

-Claude, creo que lo mejor es que me des tu miraculous.

-¿Cómo? Pero Mimme y yo somos ya inseparables. Somos como uña y carne, papas y cátsup.

-Es por tu seguridad. No tenemos idea de cómo vaya escalar esta situación así que creo que mientras no te involucres todo irá bien.

-Vale…- le dio su miraculous de pulsera con clara resignación.

-Hey, no te preocupes. Cuando las cosas se calmen todo volverá a ser como antes y te regresaré a Mimme.- su amigo sonrió y se dirigieron al salón donde tal como esperaban las cosas no eran tan distintas.

-¿De verdad creen que Ladybug y Chat Noir están detrás de esto?

-No tengo idea.

-No lo creo, ya saben cómo es el alcalde.

-¿Pero y si es cierto?

Era notoria la ausencia de Chloe al estar Sabrina sola en su asiento.

-Oye, Sabrina, ¿tú sabes algo?- preguntó Alix, la pelirroja le miró con grandes ojos de espanto y comenzó a balbucear mientras negaba con la cabeza y salía del salón como si ella fuese la acusada.

-Pobre Sabrina.- musitó Bridgette, podía en cierta forma entender cuando un amigo hace algo horrible. Así como cuando sus compañeros la cambiaron por Lila. Miró de reojo a la italiana que estaba hablando con todos.

-Yo no tengo idea. Hace tiempo que no hablo con Ladybug pero… Oh, cielos. Una vez me dijo que le gustaría que Hawk Moth atacase más la ciudad para que la gente les diese más importancia. Pensé que lo decía de broma. Tiene que ser una broma.- habló en un tono de desconcierto.

-¿En serio?

-No me lo creo.- Bridgette apretó los dientes y se sentó en su lugar, Alya no estaba en su asiento ni en el salón, aunque tampoco preguntaría por ella. Desde que Lila comenzó a ganar más popularidad Alya la había dejado de lado como una servilleta usada y ahora se sentía demasiado ofendida para preguntar por ella.

« ¿Pero si ella es la única persona que todavía cree ciegamente en Ladybug?»

Eso podía ser cierto pero por el momento marcaría distancia. De repente entró Mylene y se acercó a las chicas.

-Me avisaron del salón de al lado que Zoe tampoco vino a clases.

-La pobre la ha de tener muy difícil ahora.- dijo Alix sintiendo pena por su amiga.

-Bueno, quien sabe.- dijo Allegra captando la atención de todos.- No es por ser mala pero, ¿no creen que Zoe bien puede estar involucrada en este asunto de Chloe? Sabemos que siempre intenta llevarse bien con Chloe, no me sorprendería tampoco que apareciera en las cámaras y diga que está a favor de su hermana.

-¡CLARO QUE NO!- gritó Bridgette furiosa llamando la atención de todos. Se levantó de su lugar molesta por la insinuación y con un mechón de cabello como un rayo.- Zoe es una chica amable, dulce, considerada y por supuesto que no es nada como su familia. Quien considere en serio que Zoe pueda siquiera hacer algo malo le reto a que lo diga ahora mismo, porque eso significa que no la conoce para nada.

Todos se quedaron en silencio, nadie se atrevió a decir nada, ni siquiera Lila que se mordió la lengua.

La profesora Bustier entró al salón y al ver el lugar vacío de Chloe bajó la cabeza un momento y se dirigió a sus alumnos.

-Bueno chicos, hoy es el gran día. Vamos a sacar adelante este desfile y así dar lo mejor de nosotros mismos. Ahora tomen sus cosas y vamos afuera. Nuestro lugar ya está separado, no empujen.- Bridgette miró a la profesora, parecía triste, demasiado sin poder disimular su clara decepción por lo de Chloe. Quiso decirle algo pero no se atrevió y siguió al resto del grupo, aunque los ojos de Lila notaron esa duda y sonrió amplio escondiendo sus siguientes movimientos y las botellas que tenía en su mochila.

Mientras los alumnos trabajaban un felino grande también lo hacía. Chat Noir, su versión adulta. Aguardaba paciente desde lo lejos esperando ver a su Bridgette por los alrededores pero al parecer no iba a mostrar aún, al menos de momento. Miraba con desconfianza a cualquier mujer sola que pasaba por el lugar y sonreía ante el letrero de Puertas Abiertas a las 10:00. De repente se sintió nostálgico, es decir, cuando Bridgette estuvo en el instituto todos los días eran para recordarse, pero después de su juicio todo le pareció tan… monótono y aburrido. A pesar de tener a Nino como amigo, las cosas no tuvieron esa pizca mágica que le hacía querer ir a la escuela. Pero antes de admitir que ella había tenido que ver se encerró demasiado en sí mismo…

-No es uno de mis mejores días.- admitió dejando de lado los papeles y las fotografías del cuerpo desmembrado encontrado colgando a cinco metros en un callejón, esta vez no había sido en un lugar cerrado, no. El asesino quería hacer esto más público pero por suerte el símbolo no había sido visto por nadie gracias a que las manchas de sangre que la conformaban en todo el lugar disimulaban a la perfección todo el macabro escenario a menos claro que lo vieras desde arriba.

«Ese mensaje era para que ella lo viera desde lo alto. No hay duda sobre eso, alguien quiere contactarla»

No sabía quién era, ¿Shadow Moth? ¿Mayura? Ellos nunca habían necesitado del uso de la sangre para hacerse ver, con un akuma o un sentimonstruo bastaba. Esta vez la noticia estaba en los noticieros… su teléfono sonó y al mirar el número vio con hastío que se trataba de Allegra.

-No puede ser, juro que si me invita de nuevo un café para insinuárseme…- tras unos momentos de duda respondió.- ¿Diga?

-¡Félix! ¿Por qué demonios tardas tanto en responder?

-Hola a ti también. ¿Se te ofrece algo?

-Necesito de tu ayuda. ¿Todavía tienes influencias en la prensa?

-Algo… ¿qué ha ocurrido?

-Míralo por ti mismo.- Félix revisó en su computador y buscó sobre Allegra. La noticia había estallado en la red, Allegra al parecer se había metido con gente famosa, varios de ellos casados y la estaban crucificando.- No puedo salir a la calle. ¡Tienen mi edificio rodeado! ¡Y Lila dijo que iba a hacer algo pero no he tenido más respuesta! ¡Eres mi última esperanza!- a Félix no le pasó por alto que no mencionara a su familia, pero conociendo lo conservadores que eran sus padres seguro que ya la habían desheredado.

-Revisaré qué puedo hacer. Mientras tanto tranquilízate. Es sólo una noticia temporal. Si fueses una figura más importante, como una estrella de rock o una actriz de seguro que más gente estaría más que interesada.

-¡No se trata de mi posición! Uno de los hombres… uno de ellos era un político importante.

-Ah…- suspiró desapasionado, no estaba para nada interesado en Allegra aunque le había recordado que debía investigar quién era la diseñadora del teatro.- Bueno, pensé que estabas prometida ya.

-¡Lo estaba! ¡Acaba de romper conmigo!- suspiró cansado, no deseando lidiar con los problemas de sus antiguos amigos.

-Veré que puedo hacer.- colgó y miró el cielo nocturno, ya era tarde y debía ir a casa pero al ver ese cielo recordó a Bridgette y su primer encuentro en años... Se veía cambiada, demasiado y ella le miró con ojos cansados que demostraban un espíritu roto. Ella le miró un rato y entrecerró los ojos.

-¿Le conozco?- una punzada en su pecho apareció, cosa extraña dada la situación, y él tuvo que responder manteniendo la postura para que ella no notara lo descolocado que estaba por su presencia.

-Sí, soy Félix Agreste. ¿Me recuerdas ahora?- la pregunta sonó áspera y se reprochó por ello, ella le miró con más atención y luego sonrió con pesadez.

-Ah, vaya, lo siento, no te había reconocido. Han pasado muchos años.

Félix asintió y la estudió con cuidado. Sus brazos y manos llenas de pequeñas cicatrices, la cicatriz en su mentón, su figura delgada y frágil… ¿por qué sentía la tremenda necesidad de protegerla? Lucía como una muñeca que se caería en cualquier momento con la más débil brisa. Entonces ella alzó su mano… se estaba despidiendo.

-Me gustaría decir que fue bueno verte pero no lo es. Lo siento, pero me gustaría mantenerme lo más alejada para evitar cualquier malentendido y mal recuerdo.- hizo una leve reverencia con la cabeza.- Adiós, que tengas buen día.- salió de la puerta de cristal y caminó calle arriba. Sus pies se movieron afuera pero cuando salió ella dio vuelta a una esquina y desapareció de su vista.

-Está viva… Está viva.- exhaló con alivio sintiendo que un peso invisible que había sentido durante años se desvanecía…

Necesitaba salir. Se levantó de su asiento para tomar sus cosas e irse cuando algo le hizo voltear enseguida. Había sido por un segundo pero estaba seguro de haber visto a una sombra moverse sobre las azoteas, sus manos se posaron sobre el ventanal esperando ver lo que creyó ser un traje rojo de puntos negros sin embargo no vio nada y se alejó.

-Estoy viendo cosas.- tras tomar sus cosas se encaminó al ascensor donde, para su mala suerte, se topó con Lila.

-¡Félix! Sabía que te encontraría aquí.

-Ya me iba.- dijo entrando al ascensor y ella entró de nuevo antes de que las puertas se cerraran.

-¿Has sabido algo? Todos están conmocionados con lo de Allegra.

-Ni siquiera me había enterado hasta esta tarde. Y no es como si me interesara.

-Tienes razón.- Lila exhaló una pequeña risa.- Pero vaya forma más tonta de arruinar su carrera.- redujo la distancia entre ambos pegado sutilmente su cuerpo al suyo.- Bien deberíamos mantener nuestra distancia con ella para evitar escándalos.

-¿Más de los que ya tenemos?- preguntó frío y la apartó sin ningún miramiento y las puertas pronto se abrieron, Lila casi corrió tras él con sus tacones de aguja.

-Félix, por favor. Podemos ayudarnos mutuamente. Si tú me ayudas puedo ayudarte. He sabido que quieres la dirección desde hace muchos años. Podemos trabajar para que así sea y tendríamos un beneficio mutuo.

-No me interesa.- se despidió del guardia con un gesto de cabeza y subió al auto. Eso confirmaba las sospechas de su padre que algo se estaba haciendo por debajo de la mesa. No importaba, ellos tenían más control sobre sus inversionistas y Lila no podría escaparse de sus escándalos. Se fue no sin antes volver a mirar por las azoteas de los techos, deseando de verdad que Ladybug se marchara. Lila se fue por su lado y ella ni siquiera notó a la figura de rojo y puntos negros que sonreía ampliamente.

-Tic, toc, el reloj corre y su tiempo termina.

-No pienso decir nada.- le respondió Zoe de forma tajante.

-De verdad necesito su nombre. Nadie se enteraría que fuiste tú.

-Oh, por supuesto pero sabes, como te dije antes por teléfono no pienso darte su nombre. Firmé un contrato que estipula que no debo revelar su nombre, anonimato absoluto, y no pienso romperlo. Sus diseños llaman la atención y estamos llenando el teatro.

-Está bien. ¿Tiene un nombre artístico? Al menos podrías darme eso.- Zoe se lo pensó un momento, Bridgette misma le había dado un nombre artístico por si volvía a preguntar por ella.

-Madame Rouge.- dijo sin mirarle.- Así que si ya terminaste deseo volver a los ensayos.

-Gracias Zoe.- se dio la vuelta pero ella le habló.

-Supongo que ya te habrás enterado así como los demás de lo de Bridgette.- Félix se detuvo y apenas y volteó a mirarla, ella se veía furiosa.- No te le acerques Félix. Tú y los demás ya arruinaron su vida una vez, no vamos a permitir que vuelvan a arruinarla.- se dio la vuelta para regresar tras bambalinas y Félix dejó escapar un suspiro quedo. Llegó a su auto y allí Plagg estaba en el asiento del copiloto con su queso.

-¿Te dieron calabazas?- Félix se sorprendió ante la pregunta de su kwami.

-No. Tengo un nombre, o al menos un nombre artístico, es algo con lo que puedo comenzar.

-¿Y no te dijo nada más?

-Nunca fuimos cercanos. No dijo nada.- manejó por la calle principal. Plagg parecía más hablador que antes, y eso era extraño más quería aprovechar eso.- ¿Tú… qué piensas sobre lo que está pasando? ¿El asesino es alguien que conocemos o un nuevo enemigo?- Plagg movió las orejas un poco, pareció pensativo pero luego ladeó la cabeza.

-No lo sé. He visto cosas en mis más de 5 mil años, pero esta persona parece ser que busca hacerse notar poco a poco de formas muuuuy desagradables. PERO…- alzó la voz el kwami.- No creo que al mariposon emplumado le haya dado por recordar que quiere los miraculous.

-Ya lo sé, entonces creo que nada más nos queda un nuevo enemigo. Pero ¿qué tiene que ver toda esta gente con…?- frenó en seco ante un desfile que se atravesó en su camino. Mujeres y hombres desfilaron con pañoletas rojas mientras caminaban como si fuese el carnaval.- ¿Qué diablos?

-Con lo que adoro las fiestas. Donde hay fiesta hay comida.

Félix afiló su mirada a los transeúntes cuando reconoció los atuendos que cada uno tenía.

-No puede ser… esos diseños son de nuestra empresa.- se dio cuenta que se dirigían hacia la compañía. Estacionó su auto y Plagg se ocultó en su saco como siempre antes de que su portador saliera y siguiese a la multitud.

-¿Entonces no va a haber comida?

-Yo creo que no.- respondió que a pesar de lo que estaba viendo, no quería perderse esa conversación con Plagg.

Todo el mundo vio desde los grandes ventanales del edificio Gabriel el desfile llegar donde la plaza frente a la empresa. Lila que estaba en su taller vio a ese grupo de personas y así como todos puso su completa atención.

-Un momento, esos modelos son… ¿míos?- se dijo a sí misma reconociendo esos vestidos y trajes.

Fue entonces que todos formaron un círculo. Y tras unos momentos en los que la gente aguardaba ansiosa, todos comenzaron a arrancarse cada prenda, mostrando otros trajes debajo. Todo cayó al centro y todo el mundo vio la pila de ropa aumentar poco a poco hasta que se detuvieron y una modelo con antifaz negro arrojó un encendedor. Todo comenzó a arder, incluso más rápido de lo convencional. Félix vio la escena sorprendido, ¿qué era todo eso? Sin embargo, la mujer que lanzó la cerilla caminó tranquila adentrándose en las llamas, todos en el edificio Agreste quedaron boquiabiertos y pensaron que aquello sería una inmolación, pero no fue así. Las llamas comenzaron a consumir su ropa, revelando otra prenda por debajo color carmesí, su cabello también ardió y la peluca que llevaba cayó al suelo hasta desaparecer. Félix vio hipnotizado el espectáculo, sus pantalones desaparecieron y una falda corta de intenso color rojo apareció y con este una gran cola detrás con destellos dorados, la parte de arriba también desapareció mostrando un escote que le recordaron a los pétalos de un clavel y con los mismos destellos dorados en la parte superior cubría su pecho. Guantes, tacones, gargantilla, incluso el antifaz cambió a color carmesí con dorado, era un fénix que salía de las llamas. Y cuando hubo terminado de recorrer el fuego apareció una hermosa mujer de cabellos oscuros como la media noche, de sonrisa pintada de rojo que lo dejó mudo ante el increíble parecido que tenía con Ladybug. Uno de los modelos le pasó un altavoz y ella lo tomó.

-¡He aquí nuestra declaración de guerra!- exclamó ella con una sonrisa perversa en sus labios.- Desde ahora declaro esta casa de modas dejará de existir. Ha llegado una nueva reina y esta va a hacer pedacitos este lugar, es hora de que la moda renazca de las cenizas de la mediocridad y de falsas promesas.- su rostro se alzó, como si pudiese de verdad ver hacia los pisos superiores y en su expresión había un toque de locura.- Llámenme madame Rouge, y seré su pesadilla de ahora en adelante.

Félix miró a esa mujer dar la vuelta con su sequito de regreso a la calle, el olor de la ropa le distrajo unos momentos pero estaba seguro que ella le había dedicado una breve mirada de reconocimiento. ¿Madame Rouge? Al parecer reclutar a la nueva diseñadora en jefe ya no sería posible.

Chat tuvo que esconderse cuando su fino oído escuchó el aleteo de una mariposa. El akuma pasó por encima suyo, luego otro y otro. ¿Por qué estaban allí revoloteando? Claro, el evento atraería muchas personas. A estas alturas de seguro su padre ya debía de haber deducido algo sobre su nueva socia. Pero en esa época él era demasiado manipulador y retorcido para decirle lo que se avecinaría por sus malas decisiones. Era una lástima que no pudiese confiar en él, hubiese sido un buen aliado pero…

-Mi padre no tiene idea de que está en la boca del lobo. Un momento… si no puedo confiar en él hay otra persona a la que le puedo pedir ayuda.- dijo con una sonrisa a sabiendas que esta persona podría ayudarle y Bridgette no la estaría vigilando así como con sus antiguos compañeros.

No muy lejos de allí, Su Han sentía que algo no estaba bien. La energía había cambiado abruptamente y eso no era bueno. Vio las hojas de los árboles y el viento parecía discordante, no siguiendo esa balada suave. Pasó a un lado del señor Ramier cuyas palomas tampoco parecían estar bien.

-¿Qué les pasa pequeñas?- preguntó y una de ellas se posó sobre su hombro inquieta.- ¿Por qué están asustadas? ¿Algo les molesta?

-Disculpe.- se acercó el maestro.- Lo he visto revisar a las aves, ¿pasa algo?

-Oh, bueno es que mis palomitas parecen nerviosas por alguna razón. No lo entiendo, pero supongo que los últimos ataques las han puesto nerviosas ya que empezaron a comportarse así desde que esas horribles peleas comenzaron.

-No me diga. Bueno, espero que sus palomas se mejoren.

-Muchas gracias, y cuídese mucho. Las cosas en la ciudad últimamente parecen no estar bien.

-Le aseguro que todo mejorará, el cauce del río puede ser bloqueado pero la corriente siempre seguirá su recorrido.

-Oh, que interesante reflexión. Ojala que suceda pronto.- el maestro se fue pero se mantuvo reflexivo, ¿qué era lo que estaba pasando? Fuese lo que fuese temía que aquello fuese demasiado para los jóvenes portadores.

Nino había intentado contactar con Alya desde ayer pero no había respuesta de su novia.

-Hey Nino, ¿sabes a qué hora llega Alya?- preguntó Alix que como todos estaban terminando de arreglar todo.

-Ni idea, es extraño, debiera ya estar aquí.

-Eso ya no importa.- dijo Lila.- Necesitamos terminar esto ya. Bridgette, ¿ya tienes todo?

-Ya todo está listo para presentarse.- dijo sin siquiera mirarla.

-Eso espero porque no queremos que nada salga mal, revisa que todo esté bien con las modelos y accesorios de nuevo, y si pasa algo arréglalo.- Bridgette esta vez no se quedó callada.

-Puedes hacerlo tú, ¿no? No te cuesta nada echarle un ojo a las cosas ya que eres quien está a cargo.- su falta de sueño hacía que su humor no fuese el adecuado y Lila aprovechó aquello.

-Sabes que me cansó más rápido debido a mi salud. Pero si no puedes hacerlo y quieres que yo lo haga…

-Bridgette, hazlo tú que no te cuesta.- le reprochó Allegra.

-No, no, ya lo hago yo.- dijo Lila.- Revisaré lo que queda en los casilleros. Ya regreso.- todos miraron con malos ojos a Bridgette pero aquello era perfecto para que Lila hiciera de las suyas.

-¡Atención! El evento de puertas abiertas comienza ahora.- dijo el director por el micrófono y todos los que ya aguardaban afuera entraron para divertirse. Entre estos una mujer pelirroja que iba casi tomando de la mano a un pequeño niño que entró con su padre.

-Gracias y disculpe las molestias.- dijo el hombre tras disculparse por su juguetón niño.

-No se apure. Tiene un niño adorable.- esa se separó y miró alrededor. He allí el evento que no pudo asistir en su juventud, había golosinas, juegos, tanta diversión para todo el mundo. Notó en una esquina a Lila entrar a los casilleros con una sonrisa maliciosa y a su joven yo arreglar una serie de objetos en su puesto.- Bonito, muy bonito, pero no creo que la diversión les dure mucho.

Fue que notó en una esquina a Claude y Juliet, este se veía muy serio y cuando fueron en dirección a la biblioteca esta decidió que debía saber qué ocurría pero Nino captó su atención, parecía preocupado por algo y siendo que él era su mayor sospechoso debía de tener especial vigilancia con él.

Luka iba a ir al evento para ver a su hermana. Apenas se montó en su bicicleta cuando notó una figura encapuchada acercarse por el puente. Con el calor que hacía le parecía extraño pero al notar sus zapatos… de inmediato dejó su bicicleta y se acercó a ella.

-Zoe.- le habló en voz baja y al verla tan pálida supo que no le estaba yendo bien.

-Pensé que cuando llegara ya no estarías.- sonrió de alivio.

-Ven, vamos al barco y allí podremos hablar.

La llevó al interior del Liberty, por suerte su madre fue a comprar provisiones y Zoe se quitó la capucha sintiendo que respiraba nuevamente.

-Hace demasiado calor pero fue la única forma de salir del hotel sin levantar sospechas.

-¿Quieres agua o zumo?

-Agua por favor.- Luka fue a la cocina y le sirvió un vaso de agua frío por los calores que de seguro había sufrido y un poco de fruta para picar, pero Zoe no parecía tener apetito.

-Te ves muy mal. ¿Qué es lo que te pasa Zoe?- preguntó Luka preocupado y esta parecía querer llorar.

-Yo… me siento fatal por lo que pasó con Chloe.- dijo intentando controlarse pero sintiéndose incapaz de verlo.- Yo no sabía nada, te lo juro. De haber sabido hubiese dado aviso a Ladybug. Pero ahora las cosas están mal. Mi padrastro tuvo que mentir y ha mandado una orden para arrestar a Ladybug y Chat Noir. Lo peor, es que Chloe no parece para nada arrepentida de lo que ha hecho, todos los destrozos que ocasionó o la gente que lastimó… y mi madre no le habla porque piensa más en cómo proteger su imagen que en otra cosa.- sus manos se cerraron en puños sobre sus piernas.- No quiero regresar a ese lugar. No me siento a gusto pero no tengo a dónde más ir. No quiero dejar Paris y regresar a Nueva York aunque de seguro que todos me odian y piensan lo peor.

-No es verdad. Yo no te odio.- dijo posando su mano sobre su hombro.- Lo que hizo tu hermanastra fue horrible pero tú no tuviste la culpa de nada. Ella misma fue la que caminó directo al desastre.

-Pero…

-Pero nada. Además, ¿cómo pudiste haberte dado cuenta? Según he visto ella siempre está con su amiga y nunca se te acerca a menos que quiera algo. Y los que debieron darse cuenta de ellos serían sus padres, porque ellos debieron estar al pendiente de ella, no tú.- Zoe dejó escapar algunas lágrimas y abrazó a Luka que se sorprendió al principio pero la dejó desahogarse.- Todo va a estar bien, ya lo verás.- ella asintió deseando creer en sus palabras, un silencio se hizo entre ambos cuando la capitana llegó.

-¡Luka! Ayúdame con los víveres que tra… Oh, ¿pero qué pasa aquí?- preguntó curiosa y los dos se separaron algo apenados.- Si quieren puedo darles espacio.

-¡No, mamá!- se levantó Luka sintiendo por un momento sus mejillas arder aunque las de Zoe ya estaban coloradas.- Yo… necesito pedirte un favor.

Las cosas parecían no ir tan bien para el grupo. Apenas habían vendido algunos pocos accesorios y sólo a pequeñas niñas. Mylene y Max que tenían la caja de las recaudaciones por el momento miraron a otro potencial cliente irse. Bridgette llegó con dos zumos para cada uno.

-Animo chicos, que apenas y llevamos media hora.

-En realidad son treinta y siete minutos con cuarenta y dos segundos.- aclaró Markov.

-Y de acuerdo con mis cálculos ya deberíamos haber vendido al menos una quinta parte.- dijo Max y Juleka y Rose se acercaron.

-Me parece increíble que no hayamos vendido más que unos pocos.- se lamentó Rose y Juleka musitó a lo bajo.

-Supongo que es comprensible cuando los adornos se hacen al gusto de una sola persona.

-Eso es verdad.- aceptó Mylene.- Los accesorios se hicieron para gusto de Chloe, si se hubiesen dejado tal y como estaban de seguro estaríamos vendiendo más.

-Una persona se acercó preguntando por el tocado de Juleka.- dijo Rose con una sonrisa señalando el adorno de plumas que llevaba su amiga.- Y no la culpo, es muy bonito.

Bridgette había querido sonreír pero sus amigos habían estado de acuerdo con Lila en hacer los accesorios brillantes y vistosos por lo que ellos no debían quejarse de los resultados.

-¡Me rindo!- gritó Allegra que regresó con los panfletos.- Nadie parece interesado en nuestro puesto. No lo entiendo, ¿qué hicimos mal?

« ¿Tienes que preguntar cuando todos saben la respuesta?»

Pensó Bridgette que esperaba que su amiga captase su error pero todos parecían demasiado frustrados con lo que pasaba para darse cuenta de ello y que le pidieran una disculpa como merecía, pero eso parecía que no iba a pasar y mejor prefirió dejar que ellos cavilaran sobre lo sucedido.

-Tengo más accesorios en los casilleros, si en un rato no se venden estos puedo traer los otros. Voy a limpiarlos y a traerlos, tal vez tengamos más suerte.- iba a ir a los casilleros pero cuando estaba de camino escuchó que le llamaron.

-¡Brid!- al girarse se encontró con Marinette que le abrazó las piernas.

-¡Mari!- vio a sus tíos acercándose.- Me alegra que vinieran, hay muchos puestos para que se diviertan.

-De verdad que se esmeraron aquí.- dijo Tom.- ¿Quieres dar una vuelta con nosotros, Bridgette?

-Eh, pues…- lo pensó un momento pero en realidad no tenía urgencia alguna con los accesorios así que sonrió y asintió.

-Vale, una vuelta no está mal. Ven pequeñaja, vamos a conseguirte un peluche bonito.

-¡Sí! Uno igualito a Chat por favor.

-Creo que vi uno igualito a él, corramos ahora- Marinette rio feliz y así se encaminaron por los puestos perdiéndose entre la multitud.

Había visto como Lila había hecho el cambiazo con las soluciones de limpieza de su yo del pasado. Nada mal tenía que admitirlo, pero esta vez quien entró en los casilleros fue Nino que aprovechó estar lejos de la gente y el ruido. Una lástima que no entrase quince minutos antes.

-Vamos Al, responde…- al fin escuchó que el sonido de tono se interrumpió.- ¿Alya? ¿Eres tú? ¿Por qué no respondes el teléfono?

-Nino, yo… lo siento, es que estaba… he estado ocupada y yo…- su voz se escuchaba pesarosa.

-Todos te estuvimos esperando en la mañana, ¿te sientes enferma acaso?

-Sí, eso creo yo… estuve investigando a Lila.- dijo reprimiendo la furia que sentía.- Gaste horas de mi tiempo buscando alguna información sobre ella antes de conocerla pero… ¡Nada!- gritó al fin.- ¡No encontré nada de Lila antes de siquiera estar como modelo en la empresa del padre de Félix!

-¿Qué quieres decir? Entonces ella…

-¡Nos ha visto la cara todo el tiempo!- Alya se levantó de su silla y se alejó del escritorio.- Todo este tiempo, diciendo que era amiga de Ladybug, que conocía a quien sabe cuánto famoso y que había visitado lugares exóticos son puras mentiras.- pasó su mano por sus ojos que estaban rojos por haber pasado tanto tiempo en la computadora y por llorar tras darse cuenta de todo.- Dios, Nino. Ha mentido en todo y ahora veo que Bridgette tenía razón. Pero estaba tan encantada con ella que no lo vi. ¿Qué clase de amiga soy? ¿Qué clase de amigos somos? ¡Toda la clase le debe más que una disculpa!

-Sabía que algo más había detrás de Lila, pero esto… tranquila. Consigue todas las pruebas para presentarlas. Veamos si Lila tiene cara para seguir mintiendo cuando le digamos a todos la verdad detrás de… ¿u-usted?

-¿Nino?

-¡AGH! ¡No! ¡Suélteme!

-Nino, ¿qué ocurre?

-Hola, hola pequeña reporterilla de mierda

-¿Quién es? ¿Qué le hizo a Nino?

-Tu noviecito está bien, a menos claro que me provoque y me haga romperle el cuello.- dijo Bridgette apretando su brazo sobre él que estaba entre ella y los casilleros.- Ahora escúchame bien. Harás exactamente lo que te digo porque si no cosas malas pueden pasar.

-¿Mort Rouge? ¿Por qué haces esto?

-Digamos que me interesa que las cosas sigan un curso natural. Y eso quiere decir que alguien debe sufrir por ello. Y si no es esa persona, voy a secuestrar a sus pequeños y endemoniados hermanitos y los despellejaré vivos mandándoles luego una grabación de sus gritos.

Alya se quedó pálida y se dejó caer en su cama.

-¿Q-Qué quieres?

-Bien. Buena pregunta. Ahora, vas a ayudar a Lila Rossi a brillar por la red, y tú y tu noviecito me ayudarán a hacer que su amiga Bridgette termine akumatizada.

-¿Bridgette? ¿Por qué ella?

-No hagas preguntas estúpidas. Háganlo o sus hermanitos sufrirán. Los vi hace rato por ahí, atiborrándose de dulces y golosinas. Me pregunto cuánto de eso vomitarán cuando comience a cortarlos en pedazos.

-¡NO! Por favor…- suplicó llorando.- No les hagas daño.

-Así me gusta. Hagan lo que digo y ninguno de sus seres queridos saldrá lastimado.

...

Juliet había escuchado a Claude con paciencia y se había sumido en un momento de reflexión. Claude miró a la chica, era muy juiciosa a pesar de su timidez, le gustaba eso de ella porque ella podía ver más allá que otros ciertas cosas que saltaban por alto, he allí que no cayera en las mentiras de Lila tan fácil.

-Bueno… tal como me cuentas, y se ha visto en las noticias, esa mujer, Mort Rouge puede copiar las habilidades que los héroes usan sin problema. No creo que sea extraño que pueda también usar la habilidad de Ladybug para invocar un objeto que le ayude a salir del problema.

-Ya veo…

«O sea que me he quemado la cabeza por nada»

-Sin embargo…- Claude detuvo sus pensamientos pesimistas.- Es a la vez poco probable. Pude ver en televisión que a Chloe le quitó un miraculous idéntico al que presenta la heroína Melody. ¿No te parece extraño?

-Eh…

-¿Qué probabilidades hay de que transfiriera ese poder a un objeto similar? Muy bajas, créeme. No creo que de verdad lo haya hecho porque en primera, ¿por qué darle un objeto idéntico? ¿No sería mejor darle algo más discreto?- Claude lo pensó, tenía mucha razón en ello.

-Cierto, pero no creo que Ladybug esté dando miraculous a diestra y siniestra.

-Eso es correcto. A pesar de lo que se diga últimamente Ladybug y Chat Noir no intentan llamar nuestra atención demasiado. Y esa villana… tiene una especial fijación sobre Ladybug, como si no soportase su presencia.

-Bueno sí, parece que la tiene contra ella.

-Pero no sólo es eso.- dijo mirándole preocupada.- Tiene una saña que no demuestra con Chat Noir. Enfocándose sólo ella. Casi como… si quisiera destruirla poco a poco.

Sus palabras causaron escalofríos a Claude. Tal vez no lo había querido decir pero era cierto. Esa mujer parecía tener un insano placer en lastimar gravemente a su amiga, y con esos mensajes tan enigmáticos que le daba…

« ¿Quién eres y qué quieres psicótica?»

-¿Qué crees que vaya a pasar?- preguntó esperando que ella le diese una respuesta a sus dudas.

-Bueno, si Mort Rouge quiere lastimar a los héroes creo que lo ha hecho desde todos los ángulos posibles hasta ahora.

-¿Qué quieres decir?

-Bueno… Primero físicamente, luego su imagen, y ahora la confianza que la gente tiene sobre de ellos. Si esa mujer o Shadow Moth hacen de las suyas, quizás sus próximos blancos vayan a ser personas cercanas a los héroes.

No quería pensar que esa mujer averiguara de alguna forma la identidad civil de Bridgette o de Chat Noir. Dios, de verdad que no quería imaginarse a esa sádica en sus casas con sus familias.

Kagami y Félix se las habían arreglado para asistir al evento. Debido a la ausencia de Zoe decidieron darles una salida temprana y se dirigieron a la mansión Agreste para recoger a Adrien y luego al evento en el Françoise Dupont, por suerte el señor Agreste parecía muy ocupado con algo así que escapar fue pan comido. El ambiente animado no tenía nada que ver con la preocupación de Félix, pero aparentó calma junto a su hermano que ya se había ganado un peluche, gracias a Kagami para dolor de su honor, y comía una paleta.

-¿Dónde está tu puesto hermanito?

-Mmm, creo que es ese.- dijo señalando la bien adornada pasarela vacía y a los del puesto con una cara de amargados. Se acercó a ellos.

-¿Tan mal va?- Alix dejó salir un bufido.

-Digamos que somos el hazme reír de la gente.

-¿Nadie quiere comprar?- preguntó sorprendido, Kagami se puso a su lado y examinó los accesorios antes de hacer sonar sus dientes en modo despectivo.

-Sin ofender pero ni yo compraría algo para mí. Todo esto se ve tan adornado y dorado que parece bisutería para niñas pequeñas. ¿Quién fue la persona que hizo esto?

-Bueno…- Alix ni siquiera pudo decirlo pero Allegra le ganó.

-Algunos los hizo Lila, otros Bridgette, pero no entendemos por qué las ventas van tan mal. A menos claro que los accesorios no sean tan buenos.- Félix se sintió irritado por su ceguera y porque Bridgette había hecho casi todos, o mejor dicho, rehecho todos.

-Considerando que hicieron que Bridgette rehiciera todos sus accesorios hasta lo que ahora son no creo que debas expresarte así.

-¿Disculpa?

-Ya me oíste. ¿No fueron ustedes que le pidieron a Bridgette hacer todo de acuerdo a los estándares de Chloe, que por cierto, Lila todavía le dio una lista de lo que debía cambiar? Lo mínimo que pueden hacer es intentar vender al menos algo de esto porque no me parecería justo que regresen todo esto a Bridgette que trabajo el doble por esto. Aunque de seguro Lila estaría encantada.

-¿Cuál es tu problema?- preguntó Allegra desconcertada y molesta pero Félix la ignoró, dispuesto a dejar a sus compañeros en aquella penosa situación que ellos mismos dejaron que pasara.

-¡Adrien!- Marinette no notó cómo Adrien saltó en su sitio, como si en lugar de su dulce amiga y novia le hubiese llamado un fantasma. Ella corrió y le abrazó.- Que bueno verte.

-Eh… sí… y-yo también me alegro.- habló con una sonrisa trémula que preocupó a Félix.

-Hola Félix, Kagami.- saludó Bridgette con una sonrisa.- Pensé que hoy no vendrían.

-Félix quería desesperadamente que viniéramos a este evento.- soltó Kagami con una leve indirecta y una sonrisa de lado dándole un leve codazo a su amigo.- Parecía ser que se moría por venir.

-Ah… ¿en serio?- la cabeza de la franco-china comenzó a verlos a los dos irse del edificio de grabación para venir y pasar los dos un grato y divertido momento… ¡cómo pareja! ¿Es que acaso habían vuelto? Sacudió su cabeza alejando aquellas malas ideas.- Bueno, espero que disfruten y se diviertan. Oh…- miró el puesto y recordó lo que iba a hacer.- Chicos, ¿podrían vigilar a Mari? Es que mis tíos se quedaron en un juego de aros y me pidieron cuidarla, voy a ir a por más cosas para el puesto, no tardo.

-Ve con cuidado.- dijo Kagami gustosa de cuidar a Marinette.- Deberías ir también Félix. Yo cuidaré de Adrien.

-Eh… sí, claro.

-¡Bien! Digo, vamos.- aguantó la emoción de estar cerca de Félix. Caminaron por los casilleros donde no encontraron a nadie, siendo un área cerrada para casi todo el mundo a excepción de los alumnos. Félix parecía vigilar los alrededores como un halcón y sólo volteó cuando vio a Bridgette sacar de su casillero una caja y dos botellas de plástico.

-¿Qué es eso?

-Es para limpiar bisutería, si queremos que se vendan la gente debe verlos primero. No tardaré ni dos minutos y ya lo he hecho muchas veces.- Félix siguió vigilando los alrededores mientras Bridgette vaciaba parte de una botella y procedía a con la otra sobre los brillantes accesorios.

-Sabes, estoy seguro que venderíamos bien si tus accesorios se hubiesen mantenido intactos.

-Eso no lo sabes. Pero igualmente podemos decir que Chloe es la culpable, ¿no? Después de todo de alguna forma convenció a la profesora de que mi trabajo debía ser así.

-¿Y los demás? ¿No los culpas?- ella respondió con un movimiento de hombros, como si no fuese importante cuando en realidad sí lo era. Le ardían las entrañas del coraje porque todos estuvieron de acuerdo y más cuando Lila comenzó a dirigir todo a su antojo. Pero dejó de lado aquello cuando recordó lo de su modelo.

-Ya no. Pero quería agradecerte por tu consejo sobre el último diseño, yo…

De repente sintió un grave picor en su garganta y comenzó a toser tirando la botella.

-¿Bridgette? ¿Qué… cof?- tosió cubriendo su boca y nariz con la mano.

« ¿Qué es esto? De dónde viene ese horrible olor… es cómo amoniaco»

Una nube de gas comenzó a expandirse por el lugar y Félix se dio cuenta que venía de la caja de bisutería. De inmediato tomó a Bridgette que no dejaba de toser y buscaba aire desesperadamente. Félix sacó su pañuelo y se lo puso en la nariz, intentó no respirar hasta salir pero el gas ya se estaba expandiendo por toda la escuela. Incluso el director comenzó a toser.

-¿Qué es… esto?

-¡Una bomba química!- gritó la señorita Mendeleiev.- ¡Todos afuera, ahora!- no necesitó un micrófono como el director para que le escuchasen y todos le obedecieron.

Adrien comenzó a buscar a su hermano entre la multitud.

-¡Félix! ¿Félix dónde estás?

-¡Adrien ven! No te separes.- le gritó Marinette que le tomó de la mano pero Adrien recordó las pesadillas y sintió un horrible escalofrío.

-¡NO ME TOQUES!

La pequeña le miró con grandes ojos, confundida por su acción, pero no tuvieron tiempo de siquiera decirse algo más cuando Kagami los tomó por debajo de su brazo a cada uno.

-Vamos afuera.

Todos salieron del lugar y llamaron a los bomberos. Cuando la situación fue controlada un bombero se acercó a su jefe y al director y les mostró el origen de la nube tóxica.

-Esto fue lo que provocó todo. Creemos que es una mezcla de Bicarbonato, vinagre y cloro por las botellas que encontramos al lado y que funcionaron como catalizador con el material con que hicieron esas joyas.- dijo mostrando en bolsas las botellas con apenas algo de líquido y lo que quedaba de la caja de accesorios.

-¡¿Quién fue el responsable de esto?!- gritó el director.- ¡Exijo que hable!

-Yo sé quién fue.- alzó Lila su mano con expresión nerviosa y de inmediato señaló a Bridgette que ya no tosía tanto pero la garganta le picaba horrores.- Yo misma vi a Bridgette con esas botellas.

-Señorita Dupain-Cheng…

-Y-Yo hice la mezcla.- admitió Bridgette.- Pero no tiene nada que ver con lo que usted está diciendo. Yo traje una mezcla de gel completamente inofensiva. Si es el caso alguien me ha dado el cambiazo con las botellas.- se volvió a Lila.- Estoy segura que alguien lo hizo a posta a sabiendas de lo que traería.- algunos comenzaron a murmurar entre ellos pero Lila de repente comenzó a llorar.

-¿Qué ocurre?- preguntó el director.

-Está mintiendo.- señaló a Bridgette.- Yo la oí decir que porque no dejamos sus accesorios a como estaban quería hacer pagar a todo el mundo. Yo pensé que no sería nada grave pero… pudiste haber lastimado a mucha gente, Bridgette.

-¿Cómo?

-¿Bridgette hiciste eso?- preguntaron sus compañeros.

-¡Claro que no!

-Señorita Dupain-Cheng, ¿tiene usted una prueba de su inocencia?

-N-No… pero podría buscar algo en mi casillero. Yo dejé las botellas allí, de seguro hay algo.

-Perdone director.- intervino el tío de Bridgette.- Pero de lo que están acusando a mi sobrina es algo muy grave. ¿Dónde están las pruebas de que fue la culpable?

-Ella acaba de confesar que hizo la mezcla.

-Pero sin conocimiento de lo que había en las botellas.- dijo Félix también interviniendo en el asunto.- Yo estaba allí y si ella quería hacer una nube tóxica bien pudo haberlo hecho sin necesidad de estar tan cerca. Deberían investigar las huellas que tiene a la policía y ver quién dice la verdad, y en caso de que el culpable haya usado guantes o algo similar deberían encontrarlos en la escuela o en un cubo de basura.- Bridgette se sintió segura de que Félix le apoyara, por un momento vio a Lila removerse en su sitio. Se sintió mejor después de ello.

-Señor.- Nino alzó su mano y pasó entre la multitud.- No hay necesidad de ello, yo sé qué pasó.

-¿Usted vio algo joven Lahiffe?- preguntó el director y Nino asintió, tragó un momento y quedó frente al director.- Lo que dice Bridgette… no es cierto.- bajó un poco la mirada incapaz de ver a la chica.- Yo estuve en la zona de casilleros todo el tiempo y apenas y vi a algunos sacar sus cosas pero nunca acercarse a nuestra sección. Pero sí vi a Bridgette poner las botellas en su casillero y cerrarlo, me fui cuando la vi entrar con Félix.

-Nino, ¿qué dices?- preguntó Félix incapaz de comprender lo que estaba pasando.

-Ya veo. Muchas gracias joven Lahiffe. Y usted señorita, desde este momento queda expulsada del instituto ¡por tiempo indefinido!

-Pero no es cierto. Nino, di algo.

-Ya dije lo que pasó. No lo volveré a decir.- dijo el moreno alejándose un par de pasos de sus amigos.

Las miradas se posaron sobre Bridgette, miradas duras, molestas, de reclamos, incluso las miradas de decepción de sus tíos le hicieron sentirse pequeña e indefensa. Pasando por alto las miradas de victoria de Lila y su otra yo.

No muy lejos, Chat Noir veía la escena impotente, golpeando su mano contra el muro. Sin notar que ya un akuma lo tenía a la vista.

Y… esperamos que les haya gustado! Gracias a todos por leer. Dejen review, nada de tomatazos, aceptamos bebidas de temporada, dulces y quesos, y sin más qué decir… UN ABRAZO! UN GUSTAZO! Y HASTA LA SIGUIENTE!