Hola a todos! He aquí traemos un nuevo capítulo de esta historia, las cosas comenzarán a cambiar, se acerca el momento que muchos están esperando y las respuestas a sus dudas, ya dados y que se acerca el capítulo más MariChat de todos… COMENZAMOS!

Capítulo 15.

Arrepentimientos amargos.

Félix regresó de los ensayos del desfile con un semblante serio, le alegró mucho ver a Zoe pero no podía dejar de preocuparse por Kagami que, en ese fatídico futuro, terminó en coma. La charla con sus amigos le hizo sentirse más seguro en su labor, pero no le gustaba que sus nombres estuviesen en el borde del vacío. Ya les habían disparado, ahora que los creían ladrones ¿qué harían? Todavía podía recordar cuando por culpa de Copycat lo persiguieron con un helicóptero y eso le daba escalofríos.

Abrió las puertas de la mansión y apenas puso un pie dentro su padre le esperaba con semblante severo al pie de las escaleras.

-Félix, ¿puedo saber dónde estabas?- detrás de él apareció Lila, como si de una maldita sombra se tratase. Su sonrisa le irritó de sobremanera esta vez.

« ¿Quieres jugar a eso? Bien, juguemos»

Con expresión irritada se dirigió a su padre.

-Deberías preguntarle a tu modelo estrella, padre. He tenido un horrible día por su culpa.- Gabriel frunció el ceño, esa era una señal clara de confusión y Lila, que no supo interpretarlo de inmediato, se defendió de inmediato.

-No sé por qué me estás culpando Félix. Tú y Nino fueron los que se escaparon de la escuela, Nino es una pésima influencia para ti.

-¿Te escapaste de la escuela con ese chico? Te he dicho que no me gusta que te juntes con esa clase de gente.

-De no haber sido por él ya hubiese tenido que responder a las decenas de fans que comenzaron a acosarme.

-¿Qué quieres decir?- Félix miró a Lila y se cruzó de brazos.

-¿Algo que quieras decir?- la chica abrió la boca sin saber qué decir, más rio de repente y se acercó a Félix.

-Oh, Félix, creo que te debes estar confundiendo. No sé porque dices esas cosas.- pero antes de siquiera apoyarse en él, este se alejó haciendo que trastabillara y se acercó a su padre.

-Debido a la conmoción que ha suscitado tu nueva modelo con su nueva página de hazañas, alguien levantó un rumor de que ella y yo estamos saliendo. Por supuesto que lo negué en el acto, pero no paraban de preguntarme si eran verdad todas esas noticias fantásticas y sobre nuestra supuesta relación que, supuestamente, pasó de secreta a estar en boca de todos.

-Eso no es…- intentó decir Lila pero el señor Agreste alzó su mano para que se callase y Félix prosiguiera.

-Y ante semejante acoso que incluso llegó a ser algo más físico, me vi en la necesidad de salir del instituto gracias a Nino hasta que todo ese absurdo acabase.

El señor Agreste se volvió a Lila.

-¿Es eso cierto?

-Señor, le juro que es la primera vez que escucho eso.

-Claro, como a ti si te gusta estar rodeada de gente.- le picó Félix haciendo que ella le mirase molesta y luego él se tomó la cabeza.- Y todo esto me ha dejado un serio dolor que se agravó después de los ensayos. Necesito una aspirina antes de seguir con mis lecciones.

Su padre le miró con cierto escepticismo en su mirada, sin embargo, su hijo estaba dispuesto a seguir con sus lecciones a pesar de ello así que terminó por asentir dándole la razón.

-Muy bien, toma algo para el dolor de cabeza y descansa antes de tus lecciones de mandarín. Y la próxima vez llama a Natalie para que tu guardaespaldas te recoja.

-Entendido padre, no volverá a ocurrir.- fue a su habitación mientras Lila se quedaba con su padre, aunque se quedó un momento oculto escuchando parte de la conversación.

-Le aseguro señor Agreste, yo no tenía idea de…

-Ahórrese sus excusas. La puse a vigilar a mi hijo a cambio de un trabajo como modelo en mi firma y hasta ahora no ha cumplido con su parte del trato. Tal vez deba pensar seriamente su posición en mi empresa.

-¡No!- exclamó alarmada pero logró recomponerse.- Le prometo que mantendré a Félix vigilado de sus amigos y conocidos.

Félix afiló su mirada queriendo poder ver aquello.

-Muy bien. Puede retirarse.

-Disculpe señor. Pero he querido saber, ¿por qué incluyó a Bridgette en el desfile? Ella perdió su oportunidad de participar con ese desastroso modelo.

-Tengo mis razones. Además, ella es la perfecta apertura para el otro concurso.

-¿Apertura? Y ¿por qué no uso alguno de mis modelos? Tengo tiempo para hacer otro modelo además del vestido.

-Porque su modelo fue el que me interesó más.- recalcó con suavidad.- La señorita Dupain-Cheng demuestra tener tanto talento que pienso que igualmente no necesitaría esta beca para ingresar al lycee.- las manos de Lila se transformaron en puños.- Y usted no es nadie para decirme qué o a quién debo de considerar. Mejor váyase, sólo porque mi hijo menor ya viene es que no estoy ordenando que le saquen por su incompetencia.- la chica se veía ofuscada pero evitó armar una escena. Se dio la vuelta y salió de allí. Félix entró a su habitación y Plagg al fin voló a sus anchas.

-¡Al fin! Hora de ponerme cómodo.

-Realmente no pensé que Lila fuese tan predecible.

-Cuidado, eso de mentir se te está dando de forma más natural, no vaya a ser que te vuelvas como ella.

-Primero me lavaría la boca con lejía antes de volverme un mentiroso sin vergüenza como ella. Lo mío son mentiras que me ayudan para seguir protegiendo al mundo de gente como ella. Y esta noche, voy a pedirle a Ladybug el miraculous del sonido para Adrien. Estoy seguro que después de eso él ya no sufrirá de ninguna pesadilla.

-Mmm, no estoy seguro.- dijo Plagg pensativo.- Los poderes de Harmoony son muy poderosos, no sabemos con exactitud si de verdad pueda retirar ese efecto en él. Lo único que le quedaría al pequeño es hacer frente a sus miedos.

-Debo al menos internarlo Plagg. No soporto ver a mi hermano así.

Plagg le había dicho que los kwamis sin un portador podían ser tan poderosos que incluso ellos mismos no podían simplemente reparar lo que habían hecho. Y eso le preocupaba, si Chloe había sido tan descuidada mandando a la kwami a hacer el trabajo en serio su hermanito tenía una dura prueba que pasar.

Esa noche Ladybug y Chat Noir iban de azotea en azotea con cuidado de no ser vistos. Grandes luces se habían puesto para que la policía pudiese verlos en la oscuridad. Su Han les había dado un nuevo punto de reunión lejos de la ciudad, más allá del Sena. Ahora eran tachados de ladrones, como si necesitasen una etiqueta más a su ahora negro historial. Al fin llegaron más allá, hasta la zona industrial donde no había demasiada gente. Se sintieron aliviados y cada uno soltó un suspiro apoyándose en el otro. Su Han apareció entre las sombras y luego los hizo entrar a una bodega abandonada donde bajaron al sótano.

-Las cosas están muy mal por aquí.

-¿En serio? No lo había notado.- soltó Chat Noir con cierta ironía.

-Nos están atacando en nuestros puntos más esenciales.- se quejó Ladybug.- Ahora la gente ya no cree en nosotros. ¿Qué pasará en el siguiente ataque? La policía de seguro estará esperándonos.

-No se preocupen por ello. Yo puedo ayudarlos con ello para que sus oficiales no les estorben. Pero hay algo que me preocupa…

-¿Qué es maestro?- preguntó Ladybug.

-La esencia de este lugar está comprometida.

-¿Esencia?- preguntó Chat Noir olfateando el aire.- Yo sólo huelo a humedad aquí.

-No, no. La esencia de esta ciudad es la que está comprometida. Cada lugar tiene una esencia energética, cada una es diferente y esta ayuda a mantener el equilibrio que corresponde. Sin embargo, desde que apareció esa mujer extraña todo ese equilibrio se ha ido destruyendo. Quizás no lo noten pero puede verse en pequeñas cosas.- Chat desvió un poco la mirada a sabiendas de cuál podría ser la razón de ese desequilibrio.- Hay que atrapar a esa mujer, así que en la próxima pelea yo estaré allí con ustedes.

-¡Eso sería genial maestro!- exclamó Ladybug.- Incluso podríamos tenderle una trampa.

-Sí, pero recuerden que no está sola.- dijo Chat Noir pensativo.- Díganme loco, pero además de Shadow Moth, algo me dice que ya se consiguió una nueva secuaz en el crimen.

-¿Te refieres a lo del museo? Sí, yo también tengo mis sospechas de quién podría ser.- frunció el ceño recordando como Lila se le había lanzado encima la última vez.

-Con mayor razón necesitarán mi ayuda. No pueden enfrentarse solos a este peligro y estando cerca de esa mujer podré saber quién es.

Chat no pudo evitar tragar duro.

-Vaya, eso será bueno de ver…- de repente un pensamiento llegó a su cabeza.

«Si Su Han descubre que Mort Rouge es Ladybug le quitará el miraculous y borrará sus memorias»

Necesitaba hacer algo, avisar a los otros lo que iba a pasar. Fue entonces que decidió toma la palabra cambiando de tema.

-Hay algo que me gustaría discutir con ustedes. Y necesitaré de su ayuda.

Se había detenido hacía ya un buen rato dentro de un viejo y abandonado edificio. El sitio se caía a pedazos, ratas paseaban alrededor e inquietas ante el intruso, había estado esperando paciente a que llegara a por él y tal como previó no le decepcionó.

-Pensé que no ibas a venir.

-Después de estarte vigilando todo el tiempo ya no es necesario seguir con este juego. Ahora, quiero que me digas quién eres.- Félix rio y miró a Shadow Moth, su enemigo, su padre, vaya que agradecía que con los años tomara algo de sentido común.

-Creo que ya sabes la respuesta. Plagg, Transfórmame.- apareció como Chat Noir y Shadow Moth sonrió.- Parece que ya te lo esperabas.

-Admito que sigue siendo una sorpresa. Lo cual me hace preguntarme quién está detrás de la máscara y por qué viniste aquí junto con Mort Rouge y su identidad.

-Te explotaría la cabeza apenas y supieras la verdad.

-Eso ya lo veremos.

El villano se lanzó al ataque son su bastón. Chat Noir le bloqueó pero Shadow Moth sacó su daga y el héroe tuvo que retroceder antes de que este le cortara, pero nada más fue un momento antes de lanzarse también en un impulso y hacer que esta vez el villano bloqueara. Una pelea digna de verse se estaba dando en aquel deplorable lugar. Comenzaron a subir los escalones incompletos y Chat dio una vuelta hacia atrás llegando al primero piso y Shadow Moth avanzó destrozando una pared cuando el felino se agachó y golpeó con su puño la mandíbula de su padre, respondiendo este después con una patada que lo sacó de balance. Cada uno se miró a los ojos, los refulgentes ojos felinos le daban ventaja pero eso no quitaba que Shadow Moth se rindiese tan fácil, o al menos con un as bajo la manga. Atacó a Chat que tuvo que saltar sobre un hueco de la segunda planta para escapar del ataque y le siguió enseguida, el lugar no tenía techo y la escasa luz de la luna fue cubierta por una nube oscura. Lo único visible en la oscuridad fueron los ojos de Chat Noir, al menos hasta que seis pequeños ojos resplandecieron detrás del héroe que se dio cuenta tarde de la presencia del sentimonstruo. La araña negra lo atrapó y envolvió en su pegajosa telaraña imposibilitando su movimiento, poniendo especial atención en su mano derecha para evitar que activase el Cataclysm. Shadow Moth se acercó a él cuya telaraña todavía no cubría su rostro.

-Parece ser que el gato ya no puede arañarme más.

-Agh, qué mal chiste. Ahora entiendo de donde…- su rostro fue cubierto por completo y después de eso no supo nada más.

Ladybug no pudo evitar sentirse horrorizada ante lo que escuchaba. Apretó sus puños un momento pero luego respiró profundo y miró a Chat más tranquila.

-¿Hace cuánto tiempo ese pequeño tiene el efecto?

-No lo tengo claro. Hace días a lo mucho.

-¿Y dices que esa chiquilla con el poder que tuvo hizo eso a un niño?- preguntó Su Han incrédulo y negó con la cabeza.- Eso es una enorme irresponsabilidad. No puedo creer que incluso copiase esa habilidad tan peligrosa.

Chat se mordió los labios, si supieran que no eran copias sino el miraculous original años después…

-¿Podemos ayudarle?- preguntó Chat.

-Te prestaré el miraculous.- dijo Ladybug dándole el miraculous del sonido que sacó de su yoyo y él lo tomó agradecido.

-Sólo esperemos que no tenga el mismo poder catastrófico de Harmoony.- soltó Su Han.- Si fue hace días sería poco probable que pueda arreglar este estropicio. La única manera sería que el niño enfrente sus temores y vea que no son reales de una vez. He visto las consecuencias cuando se usa el poder de un miraculous de forma tan irresponsable.- frunció más el ceño ya normalmente fruncido.- Esperemos que esta copia no tenga tanto poder.

Chat también esperaba lo mismo, en cambio Ladybug ahora entendía el cambio de Adrien hacia su hermanita. El pobre niño debía estar sufriendo terrores nocturnos con la imagen de Marinette y ahora por eso le temía, y lo del akuma no ayudó tampoco. Quería darse de topes en la cabeza.

«No todos se portan mal porque sí, algunos tienen sus razones»

Era cierto. Desde que sus amigos habían preferido a Lila por sobre de ella se había vuelto algo desconfiada con la gente y sus intenciones. No sabía si de verdad podría volver a confiar en alguien más fuera de su estrecho círculo de amistades tan ciegamente. Muchos le habían decepcionado, y no quería sentir ese horrible sentimiento de traición.

-Si necesitas algo, con gusto te ayudaré Chaton.

-Gracias, mi lady. Te agradezco tu apoyo.

-Para eso están los compañeros.- alzó su puño para que lo chocara y así lo hizo. Feliz de tenerla a su lado y esperando que así fuese siempre.

Félix aguardó en su habitación hasta que la kwami regresara. Plagg lo miró serio, más serio de lo de costumbre ante lo que le dijo el viejo maestro. Pronto la kwami hizo su aparición y al verla supo que las cosas no habían ido bien.

-Lo siento mucho, pero no pude hacer nada. El efecto que tiene definitivamente viene de una fuente idéntica a mi magia, pero como se ha prolongado no puedo quitarla. El pequeño deberá hacer frente a lo que sea que le tiene miedo. Lo único que pude hacer es que no tuviese pesadillas por esta noche.- Félix frunció el ceño y asintió.

-Muchas gracias.- fue a su cama y se dejó caer con la vista al techo. Plagg se acercó a él.- Fue mi culpa Plagg. Debí haber estado atento…

-No digas tonterías. No es tu culpa. La culpa de todo la tiene esa mimada y también Mort Rouge por darle un miraculous. Ahora debes apoyar a tu hermano para que salga de esta.- Félix miró a su kwami y lo acunó entre su mano.

-Gracias Plagg… a veces no das tan malos consejos.- el kwami hizo un mohín pero lo quitó de inmediato y se apoyó en su mano aceptando el mimo.

-Aww, Plagg siempre ha sido un gato mimoso.

-¡NO LE DIGAS A LOS OTROS!- gritó el kwami más que molesto y rojo. Félix rio y miró el reloj, ya era demasiado tarde para ver a Bridgette. Se recordó que lo mejor era dormir, ya que en unas horas tendría un gran reto que superar pero ya no estaba solo y eso era un consuelo.

Zoe lo había repasado por mucho tiempo. Quería decirle a Luka sus sentimientos pronto, lanzarse, como bien se diría en América y eso le imposibilitaba dormir, además de los nervios que la comían por estar a punto de regresar a clases. Mañana era el día, o bueno, ¿más tarde ese día? Ya que era casi la una de la mañana. Caminó un poco por la cubierta, el sonido del agua era más notorio a esa hora sin el ruido cotidiano, era algo relajante.

-¿Zoe?- ella se sobresaltó y se volvió para ver a Luka. Vestía con un short azul y una camiseta sin mangas negra una talla más grande, parecía somnoliento.

-Luka, ¿qué haces despierto?- dijo un poco avergonzada por su pijama de camiseta blanca con el dibujo de un koala al frente y su pantalón corto rosa.

-No pude dormir. Y necesitaba algo de aire fresco.

La verdad era que cuando Zoe dijo en la cena que mañana regresaría a la escuela, Juleka había soltado a lo bajo un comentario nada apropiado que por suerte Zoe no escuchó. No podía creer que su hermana hubiese dicho que prefería que no regresara. Quien hizo todo el daño había sido Chloe, no ella, y por ello temía que algo fuese a pasarle. ¿Sería tan malo acompañarla a clases para ver que todo estuviera bien? Es decir, Bridgette también regresaría mañana, así que también quería verificar que nadie les molestase.

-¿Y tú?

-Lo mismo, la verdad es que estoy nerviosa de regresar al instituto. Es decir, tú y los demás me han dicho que lo que Chloe hizo no tiene que ver conmigo pero una parte de mí todavía cree que de haber visto algo extraño… estoy haciendo todo un drama, lo sé.

-Zoe, si gustas puedo acompañarte y si no te sientes cómoda…

-No tengo cinco años. Estaré bien, estoy segura.

-Vale. Tienes razón, a veces olvido que eres más fuerte de lo que creo.- admitió un poco apenado de sus pensamientos pasados de acompañarla, después de todo ella no era una damisela en peligro, ella rio entre dientes y le miró con una amplia sonrisa.

-Luka… me gustaría decirte algo.

-¿A-Ah sí? ¿Qué es?

-Quería agradecerte por todo.- dio un paso al frente.- Por tu ayuda, tu apoyo incondicional… eres un chico genial y, ammm, te tengo un gran respeto y admiración.

-Oh, gracias.- se sintió tan avergonzado de repente que intentó mantenerse tranquilo como de costumbre pero sus nervios comenzaban a traicionarle.

-Sí y… por eso quería decirte que yo… bueno, tú, tú me…

Crunch, crunch, crunch.

Los dos se quedaron estáticos y miraron en dirección al timón donde Jagged Stone estaba en un viejo colchón admirando la escena mientras comía una bolsa de patatas.

-Oh, lo siento, ¿mucho ruido?

-¿Papá? ¿Qué haces aquí?

-Tu madre me castigó por decir que su pasta estaba seca. ¡Y para qué negarlo! Estaba seca. Y le dio mi camarote a Fang.- Luka y Zoe ahogaron sus risas.

-Bueno, yo regresaré a mi camarote.- señaló Zoe.

-Vale, buenas noches.

-Buenas noches.- ella bajó al interior del barco con una sonrisa y Luka se acercó a su padre.

-¿Quieres una manta extra?

-No, no me hace falta. Disculpa por interrumpir su confesión.

-¿Qué? Papá, ¿de qué hablas?

-Hijo, obviamente no nací ayer. Tu viejo sabe cuándo ve una declaración de amor.- Luka se sonrojó y desvió la mirada.

-No creo que eso haya sido una declaración de amor.

-¡Oh, vamos! ¿Te gusta esa chica?

-Y-Yo… no lo sé.- se rascó tras la nuca.- Zoe es divertida, amable, dulce, pero yo… sigo lidiando un poco con mis sentimientos hacia Bridgette.

-Vale. Si necesitas ayuda aquí me tienes.- se levantó y rodeó a su hijo con su brazo.- No es por nada pero soy todo un experto en mujeres y te puedo dar un consejo o dos. Yo era muy popular a tu edad.

-¿Y esos consejos sirven con mamá?

-Dije que soy experto en mujeres, no en amansar bestias. Como sea hijo, date la oportunidad. A veces es como dicen, un clavo saca otro clavo.

-Pero no quiero lastimarla si todavía siento algo por Bridgette. Somos amigos ahora pero yo…

-Vale, creo que deberías aclararte un poco antes de darle la respuesta definitiva. Si pasa algo entre ustedes dense un tiempo y no dejes que tu cabeza haga el trabajo.- le dio un golpe en el pecho.- Esto es lo que de verdad debes tener en cuenta.

-Gracias papá. Lo tomaré en cuenta.

-Bien. Y prepárate porque mañana YO haré el desayuno. Para que tu madre luego no diga que no hago nada.

-Capto.- Luka regresó a su camarote con una leve sonrisa que pronto borró tras lo sucedido con Zoe. ¿De verdad se le iba a declarar? ¿Qué habría dicho él? ¿Estaba listo para otra relación? Siempre había sido bueno leyendo a la gente y ahora no podía entenderse a sí mismo, vaya ironía.

Al fin amaneció. Bridgette incluso se despertó antes de que el despertador sonara, apagándolo apenas iba a sonar. Los kwamis apoyaron a su Guardiana dándole cada uno palabras de ánimo. Sus tíos también le dijeron que estarían al pendiente por si algo sucedía. Ella les dio un gran abrazo y después salió del local, notando a sus tíos casi pegados al cristal al igual que Marinette que tendría que ir pronto al colegio. Apenas y cruzó la calle fue recibida por miradas hostiles.

«Aborta la misión, ¡ABORTA LA MISION!»

Estaba a punto de dar la vuelta cuando sintió una mano en su hombro y grande fue su sorpresa de ver a Félix. ¿En qué momento había llegado?

-Andando, hay que ir a clases.- le dijo con una leve sonrisa que le hizo sonrojar y asentir. Todo el mundo la mirada con claro disgusto, haciéndola sentir tan pequeña... estaba segura que habían dicho a los profesores que se levantaría una investigación sobre lo sucedido y debían avisar a los alumnos, ¿por qué entonces la seguían mirando como la culpable de todo?- No les hagas caso.- dijo Félix de repente.- Tú no hiciste nada malo y no deberías de bajar la cabeza. Ellos son los que deberían estar avergonzados por juzgarte, así que pase lo que pase no bajes la cabeza.

Bridgette no supo que decir, así que sonrió y asintió con la cabeza por completo erguida y subieron las escaleras. Justo en ese momento una limosina que bien conocían llegaba y Chloe bajó de esta.

-¿Chloe?- Bridgette se sorprendió de verla.

-A diferencia tuya, ella si tiene que avergonzarse.- señaló Félix, pero tal y como esperaba Chloe se mantenía con la cabeza bien en alto. Miró alrededor y les devolvió a todos la misma mirada de disgusto.

-¿Dónde rayos está Sabrina? No voy a cargar con mi bolso hasta el salón.- algunos decidieron ignorarla y otros cuchicheaban por su actitud prepotente. Félix acompañó a Bridgette a los casilleros donde Claude ya les estaba esperando y le sonrió a su amiga.

-Dichosos los ojos que te ven, hermosa.

-¡Claude!- el castaño le abrazó y aprovechó para darle una mirada significativa a Félix.- Me alegra verte también.

-Sí, disculpa que no haya ido a verte pero tuve que poner en raya a unos cuantos idiotas por aquí. Te extrañamos mucho por aquí.

-Gracias.

Mientras Bridgette guardaba sus cosas, Rose y Juleka que estaban a punto de entrar se dieron la vuelta apenas la vieron. Por un segundo, Bridgette creyó ver algo de vergüenza en la expresión de Rose, ¿o había sido su imaginación? Al menos no todos estaban enojados con ella.

Fueron al salón, sentía que la estaban escoltando y aunque lo agradecía se sentía algo incómoda. Al llegar más miradas similares a las de afuera le hicieron casi detenerse en su sitio pero había otras más que parecían de absoluta vergüenza. Miró entre Alya y Allegra, la primera tenía la cabeza abajo, como si le pesara tenerla sobre sus hombros, mientras que la segunda tenía unos ojos de rayos láser que parecían querer desintegrarla. Nino estaba sentado al lado de Alya, por lo que tenía que sentarse al frente, con Félix. Su corazón latió con fuerza al tiempo que este le ofrecía el asiento como todo un caballero. Escucharon un bufido en la parte de atrás pero no se molestaron en voltear y recibir más miradas hostiles.

Juliet le envió un mensaje a Félix y a Claude.

Sin rastro de Lila, sigo atenta hasta que entre a clases.

La chica estaba esperando en una banca de la entrada. Félix miró el reloj y vio que pronto empezarían las clases. Momentos después, Chloe entró al salón y todos la miraron con un sentimiento en común.

-¿Qué? ¿Acaso comieron algo que les hizo mal o sus caras siempre han sido así de desagradables?

-¿Es que no te da vergüenza regresar después de todo lo que hiciste?- preguntó Alix pero Chloe agitó su mano como si espantara a una mosca molesta.

-Como si me importara. Además, no fue mi culpa. Estaba bajo la mala influencia de esa Mort Rouge.

-Que te crea otro.- escupió Kim furioso.- Todos vimos como parecías más que consciente en las peleas.

-Y si hubieses estado bajo su influencia eso significaba que lo estarías también en la escuela, cosa que no parecía.- recalcó Max. Chloe les miró despectiva.

-Como si me importase lo que ustedes crean de mí.- por suerte no fue a por Félix, sino que fue a por Sabrina que estaba sentada en la banca con Alix.- ¿Qué haces aquí? Debías estar al frente esperando por mí.- Sabrina le miró tímida y bajó la cabeza.

-Yo… es que…- Bridgette quiso intervenir pero Félix no le dejó, apretó su mano por debajo de la mesa y negó con suavidad.

-Ya déjala Chloe.- habló Rose desde lo alto.- La pobre Sabrina no tiene por qué ser tu sirvienta.

-Sí, es cierto.- le apoyó Mylene.

-Ustedes no se metan par de descerebradas.

-¿Es que acaso te crees que después de ayudar a una villana, Sabrina, como hija del capitán, iba a querer estar contigo?- le retó Nathaniel y Chloe le miró con absoluto odio.

-¡Tú tampoco te metas artista muerto de hambre!

-¿Qué sucede aquí?- llegó la señorita Bustier e Iván fue el primero en señalarla.

-Chloe está insultando a todos.- la profesora vio a Chloe con absoluta lástima y señaló su mesa.

-Ve a sentarte Chloe. Comenzaremos las clases enseguida.

La tensión podía sentirse, incluso podía cortarse con un cuchillo de mantequilla. Estaban quienes estaban a favor de Lila, un aire deprimente alrededor de Alya, y por supuesto cierto resquemor hacia Bridgette y Chloe. Bridgette intentaba en serio poner atención a la clase, pero le era un tanto difícil concentrarse, se sentía incómoda, pero con sólo recordar que estaba en la misma mesa que Félix sentía algo de calma aunque intentaba no sonreír por ello.

-Muy bien, si gustan tomar nota de la siguiente lección…- todos comenzaron a tomar notas. Pero la única que no lo hacía era Chloe. Bridgette la miró de reojo, ¿qué era lo que estaba esperando? Y fue que la profesora también lo notó.- Chloe, toma nota también.

-Sabrina siempre toma nota por mí. No tengo porque hacerlo.- Sabrina por encima de la mesa le miró contrariada y mordiendo sus labios. La de lentes parecía querer decirle algo pero no se atrevía.

-Esta vez no, toma nota.- le instó la profesora.

-Pero detesto tomar notas.

-De seguro tu mano se cansaría mucho.- musitó Alix a lo bajo y algunos se rieron. Chloe les miró molesta.

-¿Por qué no le pides ayuda a tu nueva amiga? ¿La terrorista?- preguntó Allegra y Chloe se levantó de su lugar.

-¡¿Cómo te atreves a hablarme así?!

-¡BASTA!- para sorpresa de todos, fue Sabrina la que gritó, la chica tenía la mirada sobre la mesa y temblaba en su asiento.- Deja de comportarte como una tonta caprichosa por una vez en tu maldita vida.

Todo el mundo se quedó mudo. Incluida Bridgette que se sorprendió que Sabrina dijera eso. Pero la más sorprendida parecía Chloe, cuyo rostro se quedó tallado con una expresión de incredulidad con sus ojos y boca bien abiertos. De repente sintió que no debía estar allí.

-¿Puedo ir al baño?- musitó Bridgette a la profesora que asintió y Bridgette huyó del salón. No sólo para no presenciar lo que se iba a venir, sino porque necesitaba refrescarse un poco antes de seguir con la siguiente hora de estudios. Bajó las escaleras sin notar que Lila estaba escondida en una esquina del segundo piso, mirando a la crédula de Bridgette salir de la escena.

Chloe estaba a punto de armar una escena, pero la profesora fue más rápida.

-Chloe, ven conmigo.- le dijo tomándola con suavidad de los hombros y guiándola fuera del salón, aunque Félix de inmediato levantó su mano.

-¿Puedo también ir al baño?

-No tardes, Félix.- le dijo la profesora.

Ya afuera del salón, la profesora Bustier vio que Chloe reaccionaba al fin.

-¿Cómo se atreve a hablarme así? ¡Todos ellos! ¿Es que se les olvidó quién soy?

-Chloe, ya basta.- le instó la profesora con voz calma.- Chloe, pienso que esto que ha pasado debería ser una lección para ti.

-¿Disculpe?

-Chloe, yo sé que has pasado por ciertas cosas, y no estoy segura de lo que pasó ni tampoco me importa.- puso su mano sobre su hombro y le sonrió con dulzura.- Tienes mucho que ofrecer Chloe y sé que incluso tienes más de lo que yo misma creo, pero si alejas a la gente así y las lastimas en el futuro te quedarás sola, y sin nadie que pueda prestarte alguna ayuda.

-¿Pero qué dice? Ellos son los que no me merecen y soy demasiado rica y bella, nunca estaré sola.

-Lo estarás, no tendrás un amigo verdadero y el dinero y la belleza son demasiado efímeros. Terminarán tarde o temprano. No es demasiado tarde, estoy segura que todavía puedes mostrarle al mundo a la Chloe que quiere tener amigos. Si necesitas hablar, si necesitas algún apoyo, yo te puedo ayudar.- tras escuchar esas palabras, Chloe le dio una palmada en la mano que le sujetaba y le miró hastiada.

-¿Y por qué quería ser amiga de esos idiotas? ¿O por qué debería siquiera abrirme a usted? Todos aquí son ridículos, completamente ridículos.- bajó las escaleras y la profesora iba a ir detrás de ella.

-Chloe, espera.- Félix ya había terminado y miraba la escena esperando a que Bridgette saliera de los aseos, cuando fue que notó a alguien aparecer de repente detrás de la profesora.

-¡Maestra cuidado!

La profesora se volvió y fue que vio a alguien empujarla con fuerza. Vio a Bridgette sonreírle maliciosamente y la profesora sintió su cuerpo caer. Su pie golpeó el escalón y se escuchó un crujido. Félix corrió en el momento en que miró a la profesora prácticamente ser lanzada por las escaleras por una copia de Bridgette. Un único pensamiento llegó a él, había fallado, le había fallado a Bridgette y a la profesora, y también a ese pequeño que todavía no ha nacido. Pero para su sorpresa, una persona fue la que atrapó a la profesora en su caída. Chloe la sostuvo con fuerza golpeándose contra el barandal para que esta no sufriera daño y menos su vientre, colocando una mano protectora en esta.

Chloe miró arriba pero vio a Bridgette saltar desde el segundo piso y perderse por los pasillos subterráneos.

-Oh, no, no lo harás.- dejó a la profesora y Félix llegó a esta, lo que este no había visto era que Bridgette ya había salido de los aseos y vio a Choe salir corriendo por los pasillos.

-¿Qué ha pasado?- preguntó acercándose a Félix, la profesora se veía muy mal.- señorita Bustier, ¿se encuentra…?- antes de siquiera tocarla la profesora golpeó con fuerza su mano.

-¡No me toques!- gritó en estado de shock.- T-Tú… Tú me empujaste… mi bebé… mi…

-¿Maestra?- Félix la vio palidecer en un segundo y luego esta se desmayó en sus brazos.- ¡Señorita Bustier! Bridgette, ve a la dirección e informa lo que ha pasado.

-¡V-Voy!- corrió a la dirección pero había algo que le tenía confusa, ¿por qué la profesora le dijo eso? ¿Acaso fue por el shock? No lo tenía claro pero lo primordial aquí era que ella estuviera bien.

La ambulancia llegó y se llevó a la profesora. Félix que había sido testigo de lo ocurrido explicó al director que había visto a alguien empujar a la profesora desde arriba pero no vio quién fue, Chloe fue quien la atrapó y Bridgette llegó detrás de él ya que ambos habían salido a los lavabos al mismo tiempo. El director le dio la salida temprano al grupo mientras investigaban el asunto. Claude se unió a él poco después y este le explicó en breve la situación.

-¿Quieres decir que alguien idéntica a Bridgette la empujó?

-Sí. Y me apuesto a que fue Lila con el miraculous del zorro. No hay duda de ello.

-Maldición, y como nadie más la vio… ¿y dónde está Chloe a todo esto?

-No tengo idea.- gruñó a lo bajo, Chloe era la última de sus preocupaciones.

-Félix…- Bridgette se acercó a él y Claude de inmediato miró a otro lado claramente escondiendo algo, pero Bridgette seguía confundida ante lo que ocurrió.

-¿Tú viste quién fue?

-No lo vi claramente. Era una figura oscura.- Bridgette apretó sus labios y Félix puso sus manos en sus hombros.- Estará bien, ella y el bebé van a estar bien.

-Eso espero. Pero no entiendo quién empujaría a la señorita Bustier, es decir, es la profesora más dulce y ha pasado mucho por su embarazo. Odiaría que algo le pasase a ella y a su bebé.- a pesar de lo mal que la había tratado la profesora antes, Bridgette no le guardaba rencor, al contrario, todavía le tenía una gran estima.

Félix miró alrededor, algunos estaban susurrando a lo bajo comenzando a hacer suposiciones y eso no le gustaba. Claude le hizo una señal de que se fuera primero y Félix guio a Bridgette a la salida.

-Mi padre me dijo que necesitabas ayuda para aprender a modelar. Podemos ir a la locación temprano y así ayudarte a con ello.

-¿Eh? P-Pero…

-No sirve de nada quedarse aquí. Ya nos dieron salida y no sirve de nada preocuparse. Vamos.- la acercó más a él haciendo que se sonrojase aún más y guiándola a la salida. Bridgette se olvidó por un momento de sus problemas ante el aroma de su colonia, el calor que emanaba su cuerpo, y por un momento permitió que esa pequeña felicidad nublara sus sentidos por unos momentos.

Chloe había permanecido en la misma posición en el cuarto de calderas desde hacía media hora, escondida tras unos tubos, con las rodillas en el pecho y su mano en la boca mientras dejaba que gruesas lágrimas oscurecidas por su rímel corrían por sus mejillas…

Había corrido tras la maldita de Dupain-Cheng, viéndola entrar en ese espacio que era asqueroso y que en su vida hubiese entrado, pero una cosa era ignorar a la única persona que parecía no juzgarla, y otra intentar matarla a ella y a su bebé empujándola por las escaleras. Dupain-Cheng había entrado en su maldita lista negra. Se preparó para irse contra de ella, pero se detuvo detrás de esos mismos tubos cuando vio que un humo naranja la envolvió y vio a Lila en su lugar. El kwami del zorro se mostró cansado y miró con completo desagrado a la piel canela antes de que esta le ordenase entrar en su bolso. Muchas cosas de repente tuvieron sentido. La ira comenzó a bullir más dentro. ¡Esa perra italiana iba a morir allí mismo! Ya sabía que no era de fiar. Apenas iba a salir cuando notó que no estaba sola y se escondió al reconocer a la mujer de rojo.

-Bravo, has hecho hasta ahora un excelente trabajo.- aplaudió la villana y Lila sonrió complacida.

-Muchas gracias. La verdad era que ya tenía planeado hacerlo desde hace mucho, hacer que Bridgette y yo fuésemos juntas a dirección y empujarla por las escaleras. Lástima que Chloe estaba allí para evitar su caída, me hubiese gustado ver a la profesora tendida en el suelo y desangrándose, la odio en serio, pero está bien, me vio claramente y pronto todos sabrán que Bridgette intentó matar a la profesora más asquerosamente dulce de la escuela.

-Eso es lo importante. Hay que seguir el plan y ensuciar el nombre de esa niña todavía más.

-No entiendo porque Shadow Moth no me elige a mí. Yo sería una mejor akuma, lo he sido antes, ¿es que se ha olvidado cuánto lo he ayudado en el pasado?

-Pero no tienes lo que esa niña, ella tiene un potencial mucho más grande de ser un poderoso akuma debido a su corazón puro. Y tú querida no tienes un corazón puro, o quizás sí, lleno de pura maldad como yo.- rio ante sus palabras y Lila igualmente sonrió.- Mañana será otro día. Vete a casa antes de que alguien más te vea, que pronto necesitaremos de tus servicios.

-Por supuesto.- Mort Rouge desapareció del sitio, quizás por alguna puerta en el fondo y Lila le siguió también, aunque por un segundo le pareció haber visto algo creyó que era su imaginación, pero Chloe había tapado su boca ante cualquier palabra o ruido que pudiera salir y delatarla.

De repente todo el peso de sus palabras cayeron sobre de ella. Las palabras de odio, de burla, rencor que todos decían sobre de ella la golpearon de lleno tras haberse destruido su coraza.

-Deja de comportarte como una tonta caprichosa por una vez en tu maldita vida.

Incluso que su misma madre le evitara y que hasta Zoe se hubiese ido del hotel.

¿Acaso era así de horrible? ¿Era un monstruo?

Miró el celular que había sacado apenas y vio a Rossi, Tenía allí lo que había grabado hacía unos momentos pero… tenía miedo. Si Mort Rouge la descubría, ¿qué sería de ella? Nadie la protegería, nadie se preocuparía por su seguridad… por primera vez se dio cuenta de lo sola que estaba por culpa de sus acciones.

Había comprado algunas revistas y periódicos, de alguna forma ver plasmado en papel las noticias le daba una mayor satisfacción que verlas en la red. Allegra había sido demandada por la esposa de uno de los empresarios más importantes de Paris, y era obvio que la llevaba de perder; el nombre de Lila estaba cada vez más en el fango, confirmando por supuesto que las piezas más vendidas eran las que creaba el mismísimo Gabriel que, gracias a una fuente interna, confirmó que el diseñador se niega al retiro debido a que no ha encontrado a alguien que pudiera llenar sus zapatos. Los reportajes de Alya, la reportera estrella, habían desaparecido dándole a entender que al parecer la tenían con una correa muy apretada en su cuello. Mostró esa sonrisa que no mostraba a nadie más, una sonrisa de satisfacción con un toque sádico por lo que les esperaría después. También vio los reportajes de asesinatos. Chat Noir sospechaba de ella pero estaba segura que lo había sacudido muy bien al mostrarle por lo que pasó por su culpa y de esos miserables.

-Mmmm.- pasó su dedo por sus labios y luego sonrió mostrando sus dientes.- Creo que deberé pronto darle una pequeña lección antes de la gran revelación.

Toc, toc.

Tocaron a su puerta y tomó rápido todos los periódicos y revistas para guardarlos en el armario.

-¡Ya voy!- dijo pensando que sería Juliet que venía a tomar una taza de café con ella antes de abrir el negocio. Tikki se ocultó ante la señal de la joven y fue a abrir la puerta. Se quedó congelada cuando vio quién era la persona que estaba detrás.- ¿Kagami?

Kagami iba vestida con un traje de pantalón y saco rojo y una blusa blanca con tacones que combinaban también con el cinturón negro sin hebilla y su maletín, tal y como recordaba los colores de la compañía Tsurugi. También tenía su cabello largo y recogido en un recogido perfecto y con mechones de cabello a los lados de su rostro. Para sorpresa de la franco-china que no supo reaccionar, Kagami la abrazó.

-Estás viva… Dios, me alegro que estés viva.

-¿Eh?

Tras unos momentos incómodos y de que Bridgette le invitase a pasar a tomar una taza de café, Kagami se sentó limpiando con un fino pañuelo lágrimas que había derramado.

-No sabes lo feliz que me hizo saber que estabas viva.- dijo Kagami aceptando la taza, aunque a Bridgette no le hacía ninguna gracia. Tomoe Tsurugi fue de las personas que la puso tras las rejas, usando a varios de sus contactos para sabotear su ya pobre defensa y condenándola públicamente.

-La verdad… es que no sé qué pensar.

-Lo entiendo, créeme que lo entiendo, pero escúchame por favor.- suplicó a su antigua amiga.- Desperté un año después de lo sucedido. No tenía ni idea de lo ocurrido y fue mi madre la que me informó sobre todo. No sabes cómo fue que quise irme sobre de ella cuando supe lo que te hizo, cuando yo sé que nunca serías capaz de hacer algo tan horrible.- dijo apretando la taza en su mano.- Pero fue tarde… me informaron que moriste poco después y no pude hacer nada por ayudarte.

-Kagami…- sintió un nudo en su pecho.- Estoy bien, ahora estoy bien.- Kagami apretó sus labios temblorosos para no llorar.

-Nunca perdoné a quienes te acusaron. A los Bourgeois, a los Rossi, a los Agreste, ni a mi propia madre. Hice que hace un par de años se retirara antes. No sabes cómo le dolió perder su empresa en mis manos.- Bridgette abrió grande los ojos, parecía ser que no era la única que podía cargar con resentimiento.- Me mudé a Japón pero regreso a Paris por algunas temporadas, más que nada para recordar los buenos momentos que tuve contigo. Justo antier regresé cuando mi secretario me informó sobre ti. Tomé el primer vuelo pero no fue hasta ahora que tuve el valor de venir a verte. No sabes cómo me avergüenzo de las acciones de mi madre.- Bridgette tomó sus manos casi desesperada.

-No, Kagami. Eso ya quedó atrás. No tienes que avergonzarte, tú estabas en coma, ¿cómo ibas a saber eso? Aunque te juro que… incluso yo llegué a pensar que tú…

-Nunca amiga mía. Nunca pensaría mal de ti.- Bridgette casi quiso llorar, Kagami apretó sus manos e hizo que le mirara, ahora la expresión de la japonesa era por completo seria.- Dime qué te pasó, y quiénes fueron los miserables que te han dejado así.- puesto que Bridgette sólo vestía con una sencilla camiseta y un short no podía esconder sus cicatrices. Bridgette derramó una lágrima y aspiró profundo antes de soltar lentamente el aire.

-Vale pero… no vayas a hacer una locura.

Le contó por lo que tuvo que pasar. Era increíble como una sincera disculpa podía cambiar muchas cosas dentro de ella. Había planeado algo contra los Tsurugi pero ese plan ahora quedaba descartado. Kagami había salvado a su maldita madre ciega de un seppuku cortesía de ella misma. La vio palidecer y enrojecer por el horror y la rabia, y cuando terminó el silencio era tan pesado y ya se habían terminado el café. Kagami entonces sacó de su maletín una carpeta repleta de papeles.

-Te dije que nunca perdoné a esa gente. No tengo nada de los Agreste puesto que son de lo más legales, pero vaya que Rossi y Bourgeois tienen mucha basura oculta. Y creo que esto podría ayudarte.

Revisó brevemente los papeles, allí había más de lo que ella había encontrado, registros bancarios, contactos, fotos más que comprometedoras, si eso caía en manos de la prensa sería el acabose para ambas familias y los tribunales los despedazarían. Todo era perfecto… pero no para ella. Lo único que no le gustaba era que no quería que los tribunales se los comiesen vivos, ella era quien quería morderlos hasta despedazarlos.

-Voy a darle esto a mis amigos.- dijo con voz calma.- Ellos quieren ligar a Lila con lo que me pasó, para que así tampoco salga impune aunque esto me parece más que suficiente.

-Hazlo y que se comuniquen conmigo. Hace muchos años que no estamos todos reunidos, hay mucho que hablar.

-¿Gustas una rebanada de pastel? Yo la hice. Así platicaremos más, hay mucho que quiero contarte sobre lo que está pasando.

-Acepto gustosa.- sonrió la japonesa que no sabía que se había salvado de las garras de su venganza. Se preguntó qué pasaría cuando todos supieran la verdad, ¿se disculparían con ella? ¿Rogarían de rodillas su perdón? Bueno, eso no importaba, puesto que cuando todos supieran la verdad sería demasiado tarde para ello.

Esa noche Félix no podía quitarse de la cabeza a su sospechosa número uno. A pesar de tener un sentimiento de culpa clavado en su pecho no quería que esto le distrajese de su investigación.

«Piensa las cosas de forma fría. Hay más que un motivo en estos casos así que debe de ser ella, es una casualidad enorme que las personas que murieron trabajasen o estuviesen en la misma prisión»

Miró las fotografías con ceño fruncido.

-¿Pero cómo le hace para hacer todo eso o por qué pone el símbolo de Ladybug?- musitó a lo bajo. Plagg que estaba en su cajón le miró y cerró la boca. El kwami se había puesto más hablador de lo usual en esos días, sin embargo, este mismo parecía incluso más confundido que él.

-Félix.- llamó Adrien desde el otro lado de la puerta de su habitación.- Es hora de cenar.

-Voy.- guardó todo y Plagg entró en el bolsillo de su camisa, pero miró las fotografías por un segundo y tuvo un horrible presentimiento que le cerró el estómago… y eso era malo.

-¿Qué tanto haces en tu habitación estos días?- le preguntó Adrien curioso.

-Cosas del trabajo.

-Oh, vamos. Puedes decirme. Vamos, vamos, vamos.- le picó las costillas con el dedo.

-¡Agh! Adrien a veces eres como un gato curioso.- en respuesta Adrien le sonrió ampliamente.

-Miau, muchas grrrracias.- por un segundo Félix se lo imaginó con orejas y cola de gato, incluso con un traje oscuro. Si no fuese por su maldición quizás Adrien hubiese sido un excelente Chat Noir. Llegaron a la mesa donde su padre estaba ya esperándolos.

-¿Por qué tardaron?- preguntó sin despegar su mirada de su tableta.

-Es porque le dejas mucho trabajo a Félix, papá. Tuve que ir a su cuarto porque otra vez se olvidó qué hora era.

-Bueno, es normal puesto que tu hermano maneja los asuntos más delicados de la compañía.

-Y más con ciertas personas haciendo y deshaciendo a su antojo…- se quejó Adrien a lo bajo pero su padre tuvo que darle la razón.

-Sé que fue mi culpa por aceptar a Lila Rossi, pero estamos a punto de sacarla al fin de nuestras vidas. Así que hagamos esto con calma. Y hablando de la empresa me acaba de llegar un correo.- lo reenvió a sus hijos y vieron una invitación animada de color rojo con letras negras en la que una chibi de Madame Rouge con una trompeta anunciaba su próximo evento.

-Lindo.- admitió Adrien sorprendido.

-El desfile será mañana.- dijo el señor Agreste.- Y los tres estamos invitados.

-Esto no me gusta.- admitió Félix.

-A mí tampoco, pero no podemos descartar esta invitación. Ya saben lo que dicen: "Ten a tus amigos cerca y a tus enemigos más cerca".

-¿Y ustedes tienen amigos?- bromeó Adrien y los dos mayores le fulminaron con la mirada. Incluso Plagg tuvo que ahogar su risa.

Después de ducharse Félix recibió una llamada de Nino, el pobre no la llevaba bien.

-Te lo juro, hermano. Las cosas con Aly van en picada.

-¿Y ahora qué le pasó?

-Digamos que están callando a su genio creativo. A pesar de todo mi esposa sigue creyendo en Lila y que todo podría ser un complot. Han rechazado tres artículos suyos.

-Eso debe ser devastador para ella.

-Me dice que la tienen esclavizada en su mesa de trabajo corrigiendo artículos hasta nuevo aviso, aunque bien que sé que está buscando a ese reportero de nombre Le Mort, su ahora enemigo.

-No quisiera estar en la piel de esa persona.

-Dijo que tenía una pista, pero mientras no me llamen de su trabajo todo tranquilo.

-De llamadas escolares a laborales. Vaya cambio.- Nino rio del otro lado de la línea.

-Viejo, en serio nunca supe por qué nunca te casaste.- Félix suspiró y miró el anillo.

-Digamos que la indicada nunca apareció… o quizás la ahuyente.

-Hey, todavía estás a tiempo. Eres guapo, joven, listo y rico. Si no fueras mi amigo y fuese gay con mucho gusto te hubiese tirado los perros.- Félix rio y se sentó en la cama.- Como sea debo dejarte, debo acostar a mi hija.

-Vale, hablamos otro día.

Tras colgar se dejó caer en la cama. Muchas veces se imaginó una vida como la de su amigo. Con una esposa de cabello color medianoche, niños jugando y mirándolo con respeto y confianza, contento con su trabajo y sus amigos, más nunca logró superar a Ladybug, y como nunca supo su identidad… Envidiaba a Nino por eso.

Se levantó y miró el reloj de su mesita de noche.

-Plagg, hora de salir.

-Ay, ya qué.- suspiró resignado el kwami y pronto fue absorbido por el anillo haciendo que Chat Noir saliera del lugar para su vigilancia nocturna, sin saber lo que le esperaba…

Había propuesto al nuevo alcalde un toque de queda para los ciudadanos, sin embargo, lo había descartado debido a que el asesino siempre encontraba la forma de entrar a lugares o pasar siempre desapercibido. Pudo ver un par de patrullas por la zona y también pudo ver a un policía sugerir a unos jóvenes que regresasen a casa, por suerte no tuvo que intervenir. Siguió con su vigilancia, las sombras de la ciudad habían cambiado con el paso de los años, ya no eran las mismas por las que paseaba cuando estaba Ladybug. La ilusión persistía… ¿cuándo volvería a ver a su dulce dama?

Un grito rompió con la tranquilidad de la noche. Se dirigió hacia donde escuchó el grito cuando una sombra apareció de repente frente a él cortándole el paso. La mujer usaba un traje completamente negro, que le cubría de pies a la cabeza. Rápidamente se puso en guardia.

-¿Quién eres tú?

Una leve risa se escuchó de aquella mujer y sin siquiera contestar ella le atacó. Chat Noir se defendió como pudo de su golpe, era rápida, pero él también lo era. Usó su bastón para quitársela de encima pero ella bloqueó el ataque y saltó poniéndose sobre de este en un perfecto equilibrio que lo desconcertó antes de que esta le diese una patada en la cara. Chat Noir enfureció de inmediato.

-¡Cataclysm!

Ella hizo un gesto con su mano para que se acercara, este le atacó intentando tocarla pero ella le esquivaba con maestría hasta que llegaron al final de la azotea.

-Fin del camino… Bridgette.- la mujer volvió a reír entre dientes y cuando este se acercó ella se dejó caer, más sin embargo algo más se interpuso en el camino del héroe. Ella misma había puesto una trampa de polea, mientras ella bajaba usó una cuerda para hacer subir aquello y que fuera tocado por el poder de la destrucción. Le tocó directamente en el rostro, cuando Chat Noir se dio cuenta de lo que había tocado retiró la mano pero ya era demasiado tarde, el poder de la destrucción comenzó a destruir a aquel hombre cuyos gritos fueron sofocados por una cinta hasta que se desintegró no quedando más que ceniza negra. No podía creer lo que acababa de hacer. Un hombre había muerto… él lo había matado. Todo su ser tembló y la bilis subió rápido hasta su boca saliendo de repente. Este se inclinó dejando que esta saliera por completo hasta que nada más le quedó el amargo sabor y el ardor en su pecho y garganta.

-Chaton

La mujer estaba detrás de él y le habló casi en un susurró que él escuchó bien por su sentidos aumentados. Chat limpió los restos de vómito y saliva de su boca mientras la miraba con los ojos llenos de rabia.

-¡ESTO NO TE LO PERDONARÉ BRIDGETTE!

Fue a por ella, sin embargo ella volvió a dejarse caer y un segundo después había desaparecido. Corrió por las azoteas, estaba dispuesto a llegar al fondo de todo eso. Llegó hasta donde estaba el piso donde vivía y vio una luz encendida, así que antes de que la siguiente alarma de su miraculous sonara este irrumpió en el piso rompiendo la ventana.

-¡¿DÓNDE ESTÁS?!- para sorpresa suya, Bridgette no estaba sola. Zoe y Juliet estaban con ella y las dos chicas gritaron mientras que Bridgette regresaba de la cocina con un tazón de palomitas.

-¿Chat Noir?- logró decir y luego miró la ventana.- ¿Q-Qué-Qué ha pasado?

El héroe se quedó frío. Las tres mujeres le miraron con completa confusión y miedo, como si él fuese el loco y no Bridgette aunque… ¿qué significaba esto?

-¡Mi ventana!- gritó Bridgette al darse cuenta de cómo había entrado.

-¡Olvida la ventana!- le gritó Zoe.- ¡¿Qué demonios haces tú aquí entrando de esa forma?!

-Yo… estaba peleando contra alguien y como escapó pensé que…

-¿Y por qué viniste hasta acá entonces?- preguntó Juliet y Chat apenas y abrió la boca. Bridgette suspiró.

-Porque soy sospechosa de los homicidios que han sucedido.

-¡¿QUÉ?!- las dos chicas se levantaron de sus lugares pero Bridgette tomó del brazo a Chat Noir y lo guio hasta su habitación.

-Tranquilas, yo me encargo.- dijo guiándolo a su habitación y cerrando la puerta.- Ugh, genial. Gracias por literalmente destrozar la noche de películas.

-¿Has estado aquí todo el tiempo?- preguntó de inmediato Chat Noir y Bridgette le miró ofendida.

-Claro que he estado aquí todo el tiempo. Estoy poniéndome al corriente de las últimas películas que no he visto en una década y tú llegas y…- Chat Noir golpeó el muro a un costado de su cabeza y le miró con el iris de los ojos delgado. Su respiración errática la hizo querer salir corriendo.- C-Chat…

-Si me mientes… si sé que fuiste tú… yo mismo te llevaré de vuelta a prisión para que acaben lo que empezaron allí dentro.- Bridgette le miró asustada y lágrimas asomaron de sus ojos, de repente se veía tan indefensa y frágil pero la rabia que sentía en esos momentos le cegaba por completo.

-Vete… Vete de aquí y no regreses.

Chat se separó de ella.

-Sé que fuiste tú y lo probaré. La próxima vez que nos veamos será cuando te arreste, así que vete preparando.- fue a la ventana y se fue. Cuando lo hizo, Bridgette regresó a la sala y la ilusión terminó quedando todo sumido en la oscuridad. Apenas viéndose el traje de zorro que llevaba y que desapareció en un segundo.

-Gracias Trixx, regresa.- se quitó el collar y se dejó caer en el sofá vacío. Tikki se acercó a ella y Bridgette comenzó a llorar. La joven cubrió sus ojos con su brazo y comenzó a reír.- Para que terminen lo que empezaron… jaja, qué gracia me da. Ellos ya me acabaron- Tikki pudo sentir el dolor emanar de ella y ver sus lágrimas a pesar de estarlas escondiendo. Chat Noir la estaba traicionando de nuevo y le dolía en gran manera a su corazón ya marchito.

Bridgette caminó por la pasarela con sus libros de texto sobre su cabeza y unos tacones que le habían prestado.

-Recta, levanta el mentón pero no demasiado… no te fijes en los libros sobre tu cabeza.

-Lo siento, pero es que nunca pensé que caminar fuese algo tan difícil.

-No lo es cuando tienes el equilibrio correcto.

-Supongo que ese es mi problema… ¡AH!- cayó de lado y Félix se apuró a ayudarle.- Oww… No debí haber aceptado modelar mi diseño, voy a hacerlo terrible. Me caeré, tropezaré, mi modelo se romperá y pondré en vergüenza a tu padre que nunca en la vida me dará otra oportunidad en el mundo de la moda y mi vida será arruinada.

-No digas eso.- la tomó de los hombros y la puso frente a él.

-Primero que nada no debes de ponerte nerviosa, te he visto caminar, caminas bien pero nada más te distraes o tienes demasiada prisa que te tropiezas con tus propios pies. Lo que debes hacer es no concentrarte en tus pies, concéntrate en tu centro.

-¿Mi centro?

-La cintura. Mueve tu cintura al moverte, mírame bien.- dijo caminando por la pasarela.- Como verás al concentrarme en mi centro mis piernas no tropiezan, también mi espalda se mantiene recta y el único punto que veo es donde doy vuelta para regresar y listo.- dijo dando la vuelta y volver a verla.- ¿Entendiste?- pero lo que vio fue a Bridgette mirarlo con una expresión embobada, su mechón tenía forma de corazón y estaba seguro que estaba salivando.

-S-Sí, cadera, digo, ¡Félix! Por supuesto, ya lo tengo.- dijo por completo sonrojada.- Aunque no sé si tengo lo necesario para verme tan bien como una modelo. Es decir, mi físico es un poco plano para mi edad.

« ¡Mentira! ¡Tienes las caderas purrfectas! Son mi mayor fantasía…»

Su subconsciente tuvo que golpear su lado Chat Noir.

Se aclaró la garganta y fue a con ella tomando su mano.

-Podrás hacer esto. Me has demostrado que para ti nada es imposible.

-Félix, suena como si yo fuese una clase de hada madrina.

-Podría ser…- admitió para sí mismo.- Me has demostrado que muchas veces he estado equivocado en muchas cosas. Tú le pones a todo… no lo sé, cierta magia que sólo tú tienes. Y por ello es que admiro mucho esa parte de ti.- Bridgette se quedó sin palabras, pero admitía que sus orejas se calentaron por sus palabras.- La verdad… es que me gustaría…

-¡Ya están todos aquí!- exclamó Alec entrando con Kagami y Zoe.- Sigamos con los ensayos… Vaya, ¿qué pasa aquí?

Los dos notaron que seguían tomados de las manos. El rojo cubrió sus caras y desviaron las miradas.

-No, no pasa nada. Sólo ayudo a mi compañera ya que ella formará parte de la pasarela con su diseño.

-¿Es en serio, Bridgette? ¡Genial!- Zoe se lanzó a los brazos de su amiga.

-Gracias Zoe, aunque primero debo aprender a caminar. Félix dice que debo trabajar en mi centro.

-Oh, sí, tu centro.- dijo Kagami con una sonrisa juguetona.- De seguro Félix podrá ayudarte con ello.- Félix se sonrojó ante el doble sentido de las palabras, aunque Bridgette no lo logró entender y sólo sonrió a su amiga.

-Eso espero. Hay mucho qué trabajar.

En la madriguera Juliet revisaba cómo funcionaba todo. Era más que sorprendente cómo funciona el tiempo y Fluff le explicaba todo con paciencia, ya que en ese lugar tenían todo el tiempo del mundo.

-Fluff, si algunas cosas han cambiado en nuestro tiempo, ¿por qué veo imágenes en las que todo sigue igual?

-Las líneas de tiempo no cambian instantáneamente, estas tardan debido a que son retazos sueltos de la cuerda del tiempo. Por eso cuando hiciste la primera visita llegaste al tiempo del cual yo vine. Aunque puedo decir que algunas líneas del tiempo que estaban sueltas han desaparecido y empiezan a entrar en el cauce del tiempo.

-¿Y cuándo es que podremos ver un cambio de la línea principal?

-Cuando el problema principal sea solucionado.

-O sea cuando detengamos a Lila y evitemos que el futuro de Bridgette sea destruido.

-Exacto.

-Mmm… necesito investigar más tu época. Fluff Transfórmame.

El kwami fue absorbido por el reloj y las manecillas comenzaron a correr. Un brillo azul apareció desde su cuello y bajando hasta sus piernas, cuando este desapareció tenía un vestido de que recordaba al de Alicia en el País de las Maravillas, amplio de color azul cielo con cuello blanco redondo, con bolsillos que tenían la imagen de la cara blanca de un reloj, llevaba unas zapatillas azules con borlas blancas y largas medias blancas. Dio una vuelta y holanes blancos aparecieron alrededor de la falda y una cola de conejo detrás. Blancos guantes y cortos aparecieron en sus manos y en su cintura líneas negras similares a dos manecillas de un reloj que rodearon su cintura. El antifaz era blanco con una línea azul debajo de sus ojos que tenía forma de una manecilla. Pasó sus manos por su cabeza y largas orejas aparecieron con un pequeño moño azul en la base y por último tomó la sombrilla al mismo tiempo que guardaba el reloj en uno de los bolsillos.

Abrió un portal y se introdujo en este. Lo que vio era peor que lo que se mostraba en las pantallas. Paris estaba desolada. La Torre Eiffel estaba por la mitad, desde lo alto del edificio de noticias pudo ver la mitad de la ciudad destruida. Saltó usando su sombrilla como paracaídas y caminó por las solitarias calles. Tuvo que admitir que sintió miedo ya que había un silencio… un silencio que le recordaba al de los cementerios.

-Dios… ¿esto es lo que nos espera?

Una figura se movió cerca de ella por detrás. Ella se giró usando su sombrilla como si fuese una espada y de repente sintió dos manos por detrás que la tiraron al suelo con fuerza. Al alzar la vista reconoció al héroe Viperion, la versión adulta de Luka, que le miraba desconfiado.

-¿Quién rayos eres tú?

-Ah… Y-Yo…

-¡Habla!

-¡Viperion!- Mime apareció y lo alejó.- Tranquilo, puede ser un aliado.

-¿Claude?- la chica se levantó tomando tímida la sombrilla y él adulto le miró confundido.

-¿Cómo sabes mi nombre?

-Soy yo… Juliet.- dijo quitando su transformación y que estos la vieran. Mime se acercó con clara preocupación y se hincó frente a ella.

-¿Cómo es esto posible? Espera, ¿Félix te envió?

-Digamos que surgieron algunos problemitas en mi tiempo.- confesó algo nerviosa.- Y por eso vine, porque necesito saber todo sobre como detener a Mort Rouge y a Lila Rossi.

….

Y… esperamos que les haya gustado! Gracias a todos por leer! Dejen reviews, nada de tomatazos, y aceptamos dulces de temporadas. Y sin más qué decir… UN ABRAZO! UN GUSTAZO! Y HASTA LA SIGUIENTE!