Star Wars y la peste negra

Capítulo 8: Limpiando el desastre

Narrador Satine:

Al salir de su cuarto, Obi-Wan y yo, fuimos al sótano y me abrazó con fuerza. Estaba muy preocupada y angustiada, de que por mi culpa Fernanda pudiera morir, pero de no ser por eso...tal vez, Obi-Wan o yo, pudimos haber terminado de la misma forma. No es que me gusta aprovecharme del dolor ajeno, pero sé que gracias a que ella estaba ahí...nos volvió a salvar de una catástrofe.

Satine: - Obi-Wan...e-estoy, muy angustiada por Fer - dije llorando un poco y él, me calmaba abrazándome con fuerza.

Obi-Wan: - Tranquila, Fernanda, es una mujer muy fuerte...la conozco desde hace casi cinco años, ha resistido y sobrevivido a cosas mucho peores que ésta - dijo seguro, pero lo conozco tan bien, que puedo decir que también tenía miedo por su salud - aunque también, debo ser honesto y confesar que no hubiera sabido cómo reaccionar, de haber sido uno de nosotros en su lugar...no quiero ser pesimista, pero gracias a Dios...nos salvamos de ser contagiados - dijo nervioso, tratando de contener su enojo y su preocupación.

Satine: - Lo sé, Obi-Wan, pero ahora, tenemos que esforzarnos más por encontrar la solución...ya casi ha pasado un mes y no hemos podido encontrar una cura o al menos, una forma de terminar con esta plaga, para que no se extienda más - dije más nerviosa - una de las personas más poderosas que existe en la galaxia, está luchando por su vida en contra de la enfermedad...si la gente descubre que ella es la Diosa de la Creación y que está enferma, el pánico recurrirá en todas partes y muchos perderán la esperanza, porque pensarán que ellos eran nuestra última esperanza para salir adelante - me volvió a abrazar y me besó en los labios.

Obi-Wan: - Eso no va a pasar, entiendo que ella representa un inmenso peso en nuestras vidas, pero eso no la vuelve indispensable para salir de esto; eso lo ha dicho miles de veces, nunca hay que depender de las personas, sino de la fe que tengamos en Dios y en el amor - dijo sonriendo y viéndome a los ojos.

Satine: - Creo que has aprendido mucho de ella, para no haber descubierto antes su identidad - dije sonriendo y abrazándolo del cuello - eso, me hace admirarte todavía más, porque me hace ver que su esfuerzo no ha sido en vano.

Obi-Wan: - Pues...el amor cambió mi vida desde el momento en que te vi - eso, me hizo sonrojar bastante y sonreí todavía más - pero no quería verlo, hasta que ella llegó y nos fue enseñando que no nacimos para odiarnos y que no podíamos estar buscando culpables sobre quien inició la guerra; porque para que haya una violencia, se necesita de dos personas, que llenas de odio puedan provocar un movimiento brusco, sean cuales sean las intenciones.

Satine: - Vaya, hasta que por fin alguien que piensa como yo, jejeje al menos, te das cuenta de que no todo en la vida es en la violencia - dije acariciando su rostro - y creo que, por esta ocasión, te tengo un obsequio - dije un poco quisquillosa, pero al mismo tiempo seductivamente.

Obi-Wan: - ¿En serio? ¿Y se puede saber qué clase de obsequio es? - dijo guiñándome el ojo, apretándome en su abrazo y me acerqué a su oreja, para hablarle al oído sin que nadie nos pudiera escuchar, le dije que iba a tener una noche muy especial con el héroe que no sólo me ha salvado a mí, sino a miles y miles de ciudadanos desde que lo conozco; cuando terminé de susurrar en sus oídos, él se quedó sonrojado y con la boca abierta por no creer lo que acababa de escuchar y yo, sonreí satisfecha de su reacción, causando que él se aclarara la garganta - bueno...yo creo, que puedo buscar a ese amigo y preguntarle si tendrá algún espacio disponible para esta noche - dijo hablando irónicamente de él mismo - ¿para cuándo sería la cita?

Satine: - Esta noche, en mi departamento...sin falta - dije con seriedad para que lo tomara en serio, pero obviamente, sé que él siempre busca un tiempo para mí.

Obi-Wan: - ¿Y será posible que pueda ganar un adelanto de aquel obsequio? - preguntó levantando una ceja sonriendo.

Satine: - No lo sé, el hombre que amo es un maestro jedi y no creo que quieras meterte con él - dije regresándole el comentario irónico y él, me abrazó con intriga.

Obi-Wan: - Yo creo que no ha de ser muy difícil de lidiar con él - me dijo colocando sus brazos en mi espalda, acariciando lentamente toda la zona, produciendo ligeros escalofríos en mi piel...lo cual, no era muy buena señal; porque eso, producía que no pudiera aguantarme las ganas de estar con él, sin importarme que estuviéramos dentro de un hospital.

Satine: - No lo sé, él es muy fuerte y bastante, pero bastante guapo en realidad - fui enrollando mis brazos en su cuello, para tenerlo más de cerca y así, poder verlo a los ojos y seguir jugando con él y él, me cargó por mis piernas, para poder tenerlo más presente.

Obi-Wan: - Ese jedi, podrá ser todo lo que tú quieras y digas, pero estoy seguro de que sea quien sea, podré vencerlo con sencillez...porque nadie podrá impedir que esté contigo - dijo antes de empezarme a besar con fuerza y yo, le respondí de la misma manera, pero tuvimos que aguantarnos las ganas y separarnos para regresar al trabajo.

Satine: - Lo veré esta noche, maestro jedi...espero sepa llegar puntual - dije mordiéndome el labio, viendo cómo se sonrojaba ligeramente.

Obi-Wan: - Por supuesto, my lady, ahí estaré - y con eso, yo me dirigí a tratar a los otros enfermos, ya varios están más aliviados y la verdad, es que por alguna razón...ya la mayoría de ellos se estaba recuperando, lo que provoca que me sienta más tranquila; porque de alguna forma, ésta se volverá una experiencia inolvidable para todos, porque a pesar de haber sido trágico, esto nos permite darnos cuenta, de los afortunados que somos para haber sobrevivido a algo muy fuerte como esto.

Narrador Padmé:

Mientras limpiaba a los enfermos que acababan de llegar, no podía dejar de sentir tristeza por enterarme que ella estaba enferma también; me sentía muy culpable, debí haberme asegurado de que ella estuviera bien, desde el momento en que vi que apareció la rata. Nunca debí confiarme en que no hubiera pasado nada, además ella gritó por ver a la rata, pero eso no significa que verla fue lo que la haya despertado; odio tener que verla así, tanto ha sacrificado por nosotros como para que terminen sus días así. Sólo puedo rogarle a Dios, que no nos abandone y nos ilumine para encontrar el antídoto. Cuando estaba caminando al baño, para regresar a casa, me vi al espejo y de repente, vi imágenes de una chica que estaba siendo maltratada, pero la verdad, es que no podía reconocerla...pero después de verla, pude reconocer una cueva que estaba dentro de unas montañas en Naboo. Pero que mis padres me prohibían ir para allá, porque decían que se escuchaban gritos en la noche y que eran muy peligrosas...pero al ver ahora la imagen, pensé que tal vez, hay respuestas allá porque tal vez se trata de esta chica Nerea.

Anakin: - ¿Te sientes bien, hermosa? Últimamente has estado bastante rara...además de lo que pasó hace un rato - me dijo triste, a pesar de que trata de hacerse el fuerte, sé perfectamente que a él le entristece mucho, el ver a nuestra amiga perecer; a lo que le tomé la mano discretamente y nos fuimos encaminando a casa.

Padmé: - Sí Ani, estoy bien, lo que pasa es que me preocupa la salud de Fer...¿cómo es que pude ser tan descuidada? Cuando ella, nos había advertido que las ratas eran las portadoras de esa enfermedad - ya habíamos llegado a casa, por lo que nos quitamos los trajes y luego, él me abrazó de sorpresa, pero de igual forma le respondí.

Anakin: - Padmé, no fue tu culpa...yo también me siento muy mal por verla así, pero de no ser por ella, Obi-Wan o Satine hubieran caído en esa situación - dijo acariciando mi cabello, después le sonreí y le di un beso en la mejilla.

Padmé: - Lo sé, pero eso no quita la ansiedad de querer que se componga - le tomé la cara y sentí lágrimas en los ojos - al verla así...no pude evitar vernos a alguno de los dos así, sufriendo de estar enfermos sin saber de nuestro futuro - él negó con la cabeza y me besó con amor, tratando de asegurarme que eso no iba a pasar; siempre me ayuda su presencia a calmarme, sobre todo, porque nunca voy a cansarme de sentirlo tan cerca de mí.

Anakin: - ¿Te parece bien si nos damos un baño, amor? - me preguntó acariciando mi mejilla - Tal vez, eso nos ayude a relajarnos un poco - yo asentí y fui a preparar la tina, cuando entró, me sonrojé de verle el pecho fuerte y liso que tiene; no sé cómo le hace, pero el efecto que él tiene sobre mí me hace temblar de las rodillas y no puedo quejarme de verdad - vaya, my lady, ¿le gusta lo que ve? - ay, Dios, ¿cómo amo a este hombre? Se me acercó lentamente y yo, no pude evitar poner mis manos en su firme pecho, pasándolas lentamente, para poder sentir su piel y así asegurarme que esto no era un sueño, sino que estaba en la realidad, al lado del hombre de mis sueños.

Padmé: - No - le dije bromeando y él se me quedó sorprendido.

Anakin: - ¿No? - me preguntó confundido y algo tímido, lo cual aumentó la ternura que me muestra en su interior.

Padmé: - No porque usted...maestro jedi...usted, me encanta - dije parándome de puntitas y lo besé con pasión, provocando que él me rodeara con sus brazos y comenzó a quitarme mi ropa - ¿tienes la menor idea, de cuánto me fascinas? - le dije entre besos y después, nos metimos al agua - Y ¿sabes qué es lo mejor?...Es que eres todo mío y me da orgullo saber, que nadie te puede ver como yo lo hago - lo volví a besar, pero sin darme cuenta, di a conocer algo que casi nunca había pasado...mis celos.

Anakin: - Mmm...¿estás celosa, mi ángel? - fue en ese momento, cuando me di cuenta de lo que dije que no pude evitar sonrojarme.

Padmé: - Ugh...es que por más que intento, no puedo evitar sentirme enojada, cuando te veo hablar con mujeres jedi o cuando veo a las mujeres que sueñan con estar contigo, me dan ganas de gritar que eres mío - dije poniéndome enfrente de él y él, rio algo sorprendido.

Anakin: - Vaya, vaya...tal parece que mi esposa también me tiene celos - ¿se estaba burlando de mí, en serio? ¿Después de que le estoy diciendo, que me choca ver que la gente, quiere tener algo que ver con él? A pesar de ser jedi - Descuida mi ángel, recuerda que yo soy nada más de ti y de nadie más - luego, comenzó a acariciar mi espalda, sin poder resistirme a su llamado.

Padmé: - ¿Me lo prometes? - pregunté sin poder concentrarme más que en sus manos.

Anakin: - Siempre, Padmé, siempre - con eso, ambos nos bañamos y nos relajamos, sin tener que preocuparnos de la guerra, la enfermedad y de cualquier otro problema - ¿sabes qué es lo único bueno de todo esto? Que a pesar de estar en una crisis mundial, nos ha unido más como familia...ni siquiera la guerra, nos ha permitido estar más tiempo así - yo sonreí con picardía.

Padmé: - Es cierto - dije acomodándome en su pecho - a pesar de todo, hemos podido convivir más tiempo juntos - Ani, creo que tuve una visión - le dije algo nerviosa.

Anakin: - A ver, cuéntame ¿buena o mala? - me preguntó preocupado.

Padmé: - No sabría como definirla, Ani...pero, creo que podría ayudarnos a encontrar respuestas - volteé a verlo a los ojos y me vio confundido - creo que encontré a Nerea.

Narrador Assajj Ventress:

Llegué a Courusant hace cuatro horas, pero como era de noche, Lord Sidious, ya debía estar en su casa...por lo que no podía entrar, entonces, fui a su escondite secreto en la zona industrial de Courusant, para poder registrar todo el lugar. Por alguna razón, sentía que las respuestas estaban ahí, no sé porque la Fuerza me guiaba al lugar prohibido del que mi maestro me habló; pero, sé que no puedo dar marcha atrás y menos ahora, que el futuro de nuestra causa está en peligro, logré desactivar a los droides que cuidaban la entrada y todo el cuartel y al acercarme a unas rocas, percibí una oscuridad muy profunda, que incluso me daba miedo saber de qué se trataba.

Assajj Ventress: - Tengo un mal presentimiento de todo esto - dije acercándome a un librero viejo, saqué todos los libros y los abrí uno por uno, ninguno de ellos me mostraba lo que quería; creo todos hablaban de hechicería sith, o alguno sobre reportes de nuestras misiones - ninguno de estos libros habla sobre algo importante - dije desesperada y en eso, sonó mi comunicador, gracias a la Fuerza que no hay nadie aquí.

Conde Dooku: - Ventress, ¿encontraste algo? - preguntó impaciente, pero no era como siempre, sino creo que pasó algo que no se esperaba que pasara.

Assajj Ventress: - Nada maestro, aquí en el sector industrial, no hay nada todavía que me... - no pude terminar, porque me tropecé con la alfombra, lo que se me hizo raro, no recuerdo que ellos tuvieran alfombra en sus guaridas secretas - un momento - dije cuando vi una bóveda secreta - hay una compuerta por debajo de una alfombra - al decirlo, abrí la compuerta y dejó mudo a mi maestro - ¿maestro, sucedió algo importante? Se ve más angustiado de lo normal.

Conde Dooku: - Lo sentí en la Fuerza, Ventress...la Diosa de la Creación, ha sido contaminada por el virus - dijo serio y preocupado a la vez, a lo que yo también me sentí pasmada...sin la Diosa de la Creación, no podrá haber esperanza - por eso esto es una prioridad, mi aprendiz, si el virus fue capaz de penetrarla a ella sin misericordia; quiere decir, que el que creo esto no tendrá excepción alguna de lastimar a quien sea, ni siquiera si son de su misma clase - la noticia fue bastante inesperada, tiene razón tengo que apurarme a encontrar respuestas.

Assajj Ventress: - Estoy consciente maestro - lo bueno es que también tengo mi traje puesto - duplicaré mis esfuerzos por encontrarlo - le dije entrando a la bóveda, pero se estaba cortando la señal - maestro, voy a tener que colgar, aquí la señal parece que se interrumpe y no podré hablar con usted hasta encontrar lo que busco - si es que hay algo aquí, pero lo más seguro es que sí.

Conde Dooku: - Entendido, Ventress, pero de prisa el futuro de todos está en tus manos y en lo que encuentres, si no aparece algo ahí, ve a casa del Canciller...estoy seguro que algo ha de esconder - dijo terminando la transmisión, al terminar de bajar cerré la puerta y encendí mi sable para poder tener luz, observé que al final de las escaleras había una luz en forma de láser...al acercarme, vi que era un detector de intrusos.

Assajj Ventress: - Algo siniestro debe estar ocultando Sidious, como para poner una alerta de intrusos - después de haber utilizado la Fuerza, para detectar cualquier otro tipo de trampas; al no encontrar ninguna, lo desactivé y me paseé lentamente, registrando cualquier detalle que pudiera ser útil - aquí hay instrumentos que jamás había visto, es como si los estuviera guardando para alguien en especial - luego, sentí un escalofrío a mis espaldas y eso quiere decir, que el lord Sith, ya detectó que alguien se introdujo en su pasadizo secreto, lo que me deja poco tiempo para encontrar lo que busco...pero luego, me mareé y pude escuchar la voz de él.

"Darth Sidious: - Tantos años han pasado de eso, no puedo creer que los recuerdos me estén invadiendo de nuevo, si este secreto sale a la luz...podrían culparme de toda esta situación...NO, NO PUEDO PERMITIRLO, debo destruir toda evidencia antes de que alguien la encuentre - dijo nervioso, es la primera vez, que escucho al señor de los sith temblando de miedo. A lo que confirma las sospechas de mi maestro, su propio maestro, tuvo algo que ver que el creador de todo esto, quisiera venganza de los sith...aunque no creo que él sepa que es lo que es un sith - un momento...alguien...ALGUIEN ENTRÓ - y salí de mi trance."

Assajj Ventress: - Condenado cobarde, nos pusiste a todos en una situación que ni siquiera tú puedes sacarnos de ahí - dije molesta poniéndome de pie, pero en eso, vi una bolsa empolvada que en la Fuerza retumbaba con vigor, pero cuando abrí la bolsa y saqué el libro me impresionó tanto al ver el título.

"Torturas en la oscuridad"

Y me fui de inmediato a mi guarida oculta, al abrirlo me di cuenta de que había imágenes de personas torturadas y lo peor del caso, era que eran jovencitas y se veían instrumentos muy extraños que jamás había visto. Pero justo cuando estaba viendo las fotos, puse momentáneamente mi atención en una de las pantallas de vigilancia...que mostró una imagen de una nave desconocida, que llegaba a Courusant sin que nadie lo notara...nadie sabe que nosotros tenemos cámaras ocultas en todas partes, que nos sirven para vigilar los movimientos de la República.

Assajj Ventress: - ¿Qué tenemos aquí? - me mantuve observando a detalle la imagen y me di cuenta de que estaban en el puerto de Courusant, donde inició todo y vi casualmente, que bajaba de ahí un hombre totalmente cubierto por su capa, caminaba extraño y seguí el video, hasta llegar al momento del contagio - aquí está una pista, es un carguero interestelar 450 son de las naves menos usadas en la galaxia - seguí investigando y encontré a la misma nave, que mostraba a un droide que liberaba a unas criaturitas, entonces llamé a mi maestro de inmediato - Maestro...creo que ya encontré algo.