Hola a todos! He vuelto! Pido una disculpa de antemano pero para aquellos que no estaban enterados sufrí cierto tipo de… cómo decirlo? Bueno, estaba muuuy cansada y necesitaba unas pequeñas vacaciones, pero he aquí estoy de vuelta y empecemos la cuenta regresiva porque como se anunció en el capítulo pasado las cosas ya no será tan bonitas. Y ahora sí, después de la emoción de Ephemeral y Gabriel Agreste, espero que disfruten de este nuevo capítulo. Y a quienes han seguido esta historia… GRACIAS! Y sin más qué decir… COMENZAMOS!
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Advertencia: este capítulo puede contener escenas no aptas para todo público, puede afectar a personas sensibles, y no es para todas las edades. Se pide la mayor discreción posible.
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Capítulo 17.
Sangriento amanecer.
El akuma en turno estaba causando grandes destrozos, esta vez se trataba de Climatika que hacía caer rayos por todas partes, causando destrozos en sus alrededores. Mort Rouge veía todo desde lo alto de la Torre Eiffel y fue que divisó las figuras de los héroes y un extra detrás de ellos.
-Mmm, veo que Su Han al fin hace su aparición.- sonrió de lado cuando una mariposa se posó sobre su hombro.
-¿Crees que vas a seguir el plan esta vez y quitarle los miraculous a ese par?
-Tranquilo. Nada va a salir mal en este plan. Y si algo pasara podemos arreglarlo.
-Más te vale. Porque sabes que no permitiré más fallos.- en ese momento sintió una corriente eléctrica recorrer su espalda y se hincó adolorida.
-Vale, haré lo que me dices y te entregaré los miraculous.- antes de que se fuese el akuma lo tomó en su mano y lo destruyó como sus antecesores.- Veamos cómo agotas lo último que tengo de paciencia hijo de perra.
Al llegar Ladybug y Chat Noir al Arco del Triunfo no vieron rastro de la akuma, simplemente los destrozos que había dejado.
-¿Dónde está?- preguntó el felino.
-Atento, Chat. No debe estar muy lejos.- fue un leve sonido que hizo que las orejas del héroe se movieran y lanzara su bastón detrás de Ladybug, golpeando a la akuma en cuestión que cayó al suelo cuando la ilusión de invisibilidad desapareció.- Gracias Chat.
-No hay de qué, pero sabes lo que eso significa.- ella asintió y lanzó su yoyo alrededor de las luminarias que estaban alrededor, enredándose este de un lado a otro de forma descontrolada hasta que al fin golpeó a su nueva enemiga que fue visible ante ellos.
-Volpina.- dijo Ladybug al reconocer a Lila a pesar de que el traje tenía ligeras diferencias, como que llevaba una capa corta que cubría sus hombros, y que un cinturón grueso naranja con vivos amarillos y blancos estaba enredada a su cintura y formaba su cola.
Volpina sonrió al ponerse de pie en un segundo.
-Buena esa bicho. Pero nada me impedirá tomar tu miraculous.- dijo antes de correr lejos de ellos y ser atacados por Climátika por detrás.
-¡Tormenta!- gritó la akuma y los dos esquivaron el ataque de los rayos.
-¡Su akuma debe estar en la sombrilla!- gritó Ladybug que lanzó su yoyo al edificio más cercano para columpiarse y tomar la mano de su compañero.
-¡Ya la tengo!- ambos se soltaron y Chat Noir cayó sobre la akuma y le quitó la sombrilla lanzándola a Ladybug que la atrapó en el aire.- Muy fácil.
-Hora de terminar con la maldad.- pero antes de siquiera romperla unos pequeños ojos aparecieron y notó que esa sombrilla tenía un tacto gomoso.- ¿Qué rayos?- pero antes de siquiera poder reaccionar la sombrilla misma se volvió como una gelatina que se estiró hasta atrapar sus manos y brazos hasta los codos.- No puedo… ¡No puedo quitármelo!- fue que se dieron cuenta que la verdadera ilusión no sólo era hacer invisible a ambas, sino que eran los rayos y centellas que caían del cielo, esa nunca fue la verdadera sombrilla.
-¡Ladybug!
-¡Climatika!- reapareció Volpina lanzando la verdadera sombrilla a la akuma que la tomó y apuntó directo a la espalda de Chat Noir que sintió un agudo dolor como si le atravesara el cuerpo.
-¡CHAT NOIR!- quiso ayudarle pero Volpina la sujetó de su coleta ya con nueva fuerza de su kwami ya alimentado.
-¿A dónde crees que vas, bicho?- la jaló y pateó hacia una ventana que se rompió en pedazos.- Eres mía ahora.
Ladybug se levantó y vio a Climatika que estaba a punto de quitarle el miraculous a Chat Noir que seguía adolorido en el suelo. Miró una tapa de alcantarilla a sus pies, a Chat y a Volpina que iba hacia ella. Con una patada logró sobresalir un poco la tapa y la levantó con otra patada elevándola justo a la altura del rostro de Volpina y con una tercera la mandó contra Climatika que recibió el duro golpe. Chat ya recuperado lanzó su bastón doble hacia Volpina que esquivó justo a tiempo.
-Tienes una pésima puntería roñoso.
-Ya, pues no te apuntaba a ti, zorra.
Lo que el bastón había golpeado había sido unas macetas decorativas que estaban sobre el balcón y una de estas cayó sobre Volpina, lástima que eso no le dejaría un chichón.
-¿Estás bien?- preguntó Chat Noir acercándose a Ladybug.
-Estaré bien cuando me quite esto. ¿Y tú?
-Nada que un beso no pueda curar.- Ladybug apretó los labios mirándolo con clara desaprobación. No hacía unos minutos había coqueteado con su forma civil y ahora coqueteaba con ella.
-Eres un gato sin vergüenza, ¿sabías?
-¿Qué?
-¡Ustedes dos…!- Volpina iba a atacarles pero alguien más se interpuso y la pateó con fuerza contra un muro. Su Han bajó su pierna.
-Una persona como tú no merece siquiera manejar el poder que se le ha conferido.- fue entonces que miró el miraculous en su cuello.- No puede ser… no puede ser el mismo.- negó para sí mismo ya que reconocía el miraculous legítimo, sin embargo, ya había visto que Bridgette tenía todos estos en su caja. Negó con la cabeza.- Te quitaré ese collar que tienes y así obtendremos las respuestas que buscamos.- fue a por ella con su mano estirada en un agarre de tigre, pero alguien más se interpuso y lo tomó de su muñeca apenas a menos de un centímetro de Volpina.
-¿Meterse con una niña? Vaya, y dicen que yo caigo bajo.- dijo Mort Rouge que torció su muñeca y para evitar que la rompiera este giró sobre sí mismo y se zafó de su agarre.
-Nos vemos al fin las caras.
-No por mucho tiempo. Cuando termine contigo apenas y podrás ver algo.
-Dime quién eres y cómo es posible que copies el poder de los miraculous.- ella sonrió enigmática y se colocó en posición de lucha.
-Hablas demasiado. Creo que voy a tener que arrancarte la lengua… otra vez.- musitó a lo bajo antes de atacarlo.
Climatika y Volpina se recuperaron al tiempo que ambas atacaron a los héroes.
-¡Hielo!- gritó la akuma disparando proyectiles de hielo a los héroes que se separaron. Climatika fue contra Chat Noir y Volpina contra Ladybug, tres peleas que el equipo debía ganar.
…
La policía estaba a punto de llegar al sitio, y el capitán Raincomprix habló por la radio.
-Se usará fuerza moderada, nada de fuerza brutal, ¿han escuchado?
-Entendido señor.- recibió como respuesta en la radio.
-Y si alguien vuelve a sacar su arma se las verá conmigo.
-Enterados.
Sabía que aquello se podía degenerar de una forma u otra. Las sirenas de sus compañeros se hicieron más fuertes y un par de patrullas se unieron a él. De repente se escuchó algo similar a una explosión y una de las patrullas sacó humo del motor.
-¿Pero qué?
La segunda patrulla paso por lo mismo y por el rabillo del ojo le pareció ver algo antes de que su motor también terminase sacando humo y con su patrulla por completo inutilizada. Intentó encenderla pero nada, fue entonces que de la rejilla del aire acondicionado salió un ser similar a un duendecillo con una espesa barba, vistiendo una gorra, un overol, guantes y con una caja de herramientas en mano color azul. Este rio y saltó como pulga fuera del auto antes de que el capitán pudiese atraparlo.
Claude, o mejor dicho, Le Paon, estaba en los alrededores, sonriendo ante el trabajo que su amok estaba haciendo.
-Eso los mantendrá fuera del peligro un rato.- sin embargo miró hacia donde la pelea se estaba llevando a cabo, frustrado de no poder ayudar a sus amigos.
…
Su Han peleaba contra Mort Rouge que igualmente atacaba y defendía sus ataques.
-Ataque de oso rascando el árbol. Patada de antílope corredizo. Golpe de gacela en vuelo.
Pero a pesar de sus ataques la villana los esquivaba o bloqueaba.
-Nada mal para un ancestro. Pero deja te muestro lo que puedo hacer.- fue contra él y saltó con una patada, este la esquivo pero ella se movió rápido y lo atacó con una serie de golpes precisos que el maestro logró bloquear hasta que guardaron distancias.
-Alguien como tú, tan lleno de maldad, nunca podrá derrotarme.
-¿Maldad?- ella rio.- Te equivocas.- ella pasó sus manos por su rostro, abriendo más sus ojos al estirar la piel alrededor.- La verdadera maldad se esconde en esta ciudad. Y no soy yo.
Su Han la atacó no deseando escuchar los disparates de una loca, pero ella le esquivó y golpeó en el estómago alejándolo de ella más no dejaría ir a su presa. Le dio un par de golpes que Su Han no pudo bloquear y este al intentar atacarla con su palma en su cuello para dejarla inconsciente, ella se agachó y mordió su mano, dejando al maestro sorprendido un segundo hasta que ella aplicó fuerza haciendo sangrar la mano de este.
Le soltó y se alejó un paso para volver al ataque con la sangre del maestro en su boca.
-¡Mírate! Tan viejo, tan tonto, y tan cerrado y engañado como todos los demás. Es mi misión mostrar al mundo qué tan podridos están todos y salvar sólo a aquellos que lo merezcan.
-¡Calla!- por una vez logró golpearla en la cara pero ella no parecía afectada por el golpe.- Dices cosas sin sentido, tu mente y corazón son un caos total, puedo verlo. Tu alma está corrompida.
-¿Mi mente? ¿Mi corazón?- ella rio de una forma que le heló la sangre al maestro.- ¡Mi corazón fue arrancado y mi mente está rota! ¡No tengo ninguna de las dos! Y mi alma…- sonrió mostrando los dientes cubiertos de sangre.- Esa la vendí al demonio cuando Dios me abandonó.
Del otro lado la pelea tampoco era tan fácil. Chat Noir no podía acercarse a Climatika y tenía que usar su bastón para bloquear sus ataques haciéndolo girar y ya le estaban empezando a doler los brazos.
-Tiene que haber una forma más fácil de tratar con ella.
-¡Nieve!- invocó la villana una bola de nieve que cayó sobre el héroe que apenas y pudo sacar su cabeza.
-Ahora sé lo que se siente ser un muñeco de nieve.
-¡Relámpago!- el rayo iba a caer sobre de él pero se las arregló para rodar lejos de ella.- ¡Ja, ja! No corras gatito.
-¿Y terminar como un pararrayos? ¡Ni loco!
Cerca de ellos, Ladybug peleaba contra Volpina, la zorra no dejaba descansar a la catarina que apenas y podía cubrir sus ataques usando sus brazos atrapados y piernas.
-Cuando te quite tu miraculous YO me convertiré en la nueva heroína de la ciudad y la gente va a amarme.
-¿No que se los tenías que entregar a Shadow Moth?
-Mi nueva socia dice que luego podré hacerme de tu miraculous. Y como la policía los busca a ustedes y no a mí, ustedes serán quienes vayan tras las rejas.- Ladybug apenas y pudo bloquear su patada con su antebrazo.- Ya quiero ver quién está bajo la máscara. ¡Prometo hacer tu vida un infierno!
-No lo creo.- dio un salto hacia atrás y logró golpear a Lila en el mentón con su pie.
Ladybug miró atrás de ella y vio la bola de nieve en la que se había convertido su compañero, su atadura y los rayos que Climatika disparaba y una idea vino a su mente.
-¡CHAT! ¡Por acá!- gritó para que fuera hacia ella.
-¡Ruedo hacia ti mi lady!
Chat así lo hizo, Volpina se había recuperado del golpe para intentar atacar a Ladybug, el momento debía ser preciso. Fue que vio un rayo ir sobre Chat que saltó sobre de él a centímetros de tocarlo y él siguió su andanza. El rayo golpeó su atadura destruyendo el amok en el acto y la bola de nieve aplastó a Volpina y Chat Noir se liberó de esta.
Al fin libres, Ladybug atrapó la pluma oscura en un segundo y la liberó, mirando a ambas villanas acercarse a ellos.
-Hora de acabar con ellas. ¡Lucky Charm!- en sus manos apareció un plumón fosforescente. No tuvo que pensar mucho su siguiente movimiento.- Ven Chat Noir.- ambos saltaron al techo lejos de la vista de sus enemigas y unos segundos después volvieron a aparecer, separándose para atacar mejor.
-No se esconderán de nosotras.- dijo Climatika que saltó a los techo junto con Volpina.
Chat Noir avanzó por los techos, sabiendo que tenía a Climatika cerca. De repente, tras una chimenea apareció Ladybug que casi choca con él.
-Ladybug.
-Qué bueno que te alcancé. Logré perder a Volpina hace un momento.
-¿No te hizo nada?
-No te preocupes por mí, gatito. Venzamos primero a ese akuma y luego a Volpina.- Chat asintió y se puso al lado de ella.
-Sabes Ladybug, hay algo que he querido decirte desde hace un tiempo.
-¿Ah sí? ¿Qué cosa?- Climatika los divisó y apuntó su sombrilla.
-Que los zorros no pueden ocultar su cola.
-¿Qué?
Cuando la tormenta de hielo se disparó, Chat Noir empujó a Ladybug y esta recibió el ataque congelante que la lanzó contra la chimenea cubierta de escarcha y hielo, transformándose de vuelta en Volpina. Climatika al ver eso se dio cuenta de su error y apuntó su sombrilla al felino pero el yoyo de Ladybug se enredó en la sombrilla y lo jaló hacia ella que estaba en la orilla del techo, rompiéndolo con su rodilla y liberando al akuma.
-Ya no harás más daño pequeño akuma. ¡Yo te libero del mal!- lanzó su yoyo y atrapó al akuma con éxito.- Te tengo. Adiós pequeña mariposa.- liberó al akuma y Aurore volvió a la normalidad.
-Oww mi cabeza. ¿Dónde estoy?
-Ya estás bien, es lo que cuenta. Deja de pongo en un lugar seguro.- Aurore aceptó la ayuda todavía confundida y Ladybug la dejó en el suelo y regresó a con su compañero que estaba frente a Volpina que castañeaba los dientes.
-¿C-Cómo es p-po-posible?
-Fácil.- respondió Ladybug mostrando junto a su oreja una marca de marcador en forma de estrella que casi no se veía.- El marcador casi no se ve, pero los ojos de Chat pueden verlo más fácil. Y yo también lo puse en un lugar que yo pudiera ver fácil a contra luz.- dijo iluminando con su lámpara la mejilla de su compañero que tenía un corazón.- Ahora voy a quitarte el collar.
-No… es mío. ¡NO!- gritó liberando su brazo y casi golpeando a Ladybug. Volpina se liberó del hielo y miró a los héroes con rabia.- ¡ES MIO!
Los dos se pusieron en posición para pelear cuando notaron que bajo ellos, Su Han no la tenía fácil contra Mort Rouge.
-Chat, ve a ayudarle. Yo puedo contra ella.
-¿Estás segura? Tu transformación…- la alarma del arete se hizo presente así como la del collar de ella.
-Ella está igual que yo. Anda, ve.- Chat asintió, después de todo, Volpina ya no podía usar sus ilusiones y Ladybug tenía más experiencia que ella en pelea.
Su Han recibió un duro golpe en la cara pero antes de siquiera poder recuperarse la villana saltó sobre él enredando sus piernas a su cuello y giró en el aire tirándolo en el suelo.
-A ese le llamo Agarre de mono que quiere jugar.
-Agh… maldita. No sé de dónde has aprendido esos movimientos pero todavía puedo vencerte.
-Lo dudo. ¿No empiezas a ver doble después de todos los golpes que te he dado en la cabeza?- preguntó con inocencia a sabiendas que era verdad.
Sin poder detener su ataque Mort Rouge le pateó el estómago, y tras inclinarlo tomó su cabeza y lo azotó contra el suelo.
-Me pregunto… ¿cómo te debería matar esta vez?- preguntó con una sonrisa amplia viendo la sorpresa del maestro.
-¿Q-Quién eres, demonio?
-Eso mismo soy viejo idiota. Soy un demonio.- ante sus ojos oscuros llenos de locura, Su Han sintió miedo. No recordaba haber sentido tanto miedo desde que era un pequeño niño. Y entonces antes de que algo más pasase Chat Noir alejó a la villana con su bastón dándole directo en la cabeza con todas sus fuerzas.
-Maestro.- Chat Noir le ayudó a levantarse, pudo notar una herida sangrante de donde su cabeza golpeó el suelo.- Maldita seas. ¡No te lo voy a perdonar!
-Oh, ahora el gatito va a mostrar las garras.- se burló simulando con sus manos unos arañazos, pero su diversión acabó cuando vio a Volpina empezar a ser reducida por su otra yo.- Pero me temo que será para otra ocasión.- saltó al muro detrás de ella y se impulsó hacia el techo.
Volpina lanzó un puñetazo a Ladybug que la atrapó enredando su brazo al de ella, le golpeó en el estómago y después en la cara con un upper cut magnífico. Volpina iba a caer del techo pero Mort Rouge la salvó y la tomó en brazos.
-Nada mal pequeña. Pero esto aún no acaba.- sin decir más, corrió lejos de allí por los techos de la ciudad. Ladybug sabía que no tenía tiempo, y cuando vio acercarse por la calle principal a los policías bajó a por el maestro y Chat Noir.
-Vámonos de aquí o tendremos más problemas. ¡Miraculous Ladybug!- tras arreglar todo además de sanar las heridas del maestro Su Han los tres se fueron de allí.
No muy lejos, Mort Rouge seguía su recorrido cuando de repente sintió una fuerte descarga que la hizo casi caer al suelo, dejando a Volpina confundida y justo cuando su transformación terminó.
-Hijo de… ¡ngh!
-¿Quién te dijo que podías escapar de la pelea? ¡Eran tuyos!- escuchó la voz de Shadow Moth debido a que un akuma estaba cerca.
-No tuve opción. Mi compañera me necesitaba y si ella perdía sería uno contra tres.- explicó para sorpresa de Lila que sintió cuánto se preocupaba la villana por ella.
-¿Y crees que me importa? ¡Puede ser igualmente reemplazada como la anterior!
-No, esta no. Lila Rossi puede significar nuestro boleto a la victoria. ¡AGH!- volvió a caer debido a la descarga.
-Está bien. Pero una más y veré cuánto tiempo puedes resistir que te electrocuten.- el akuma se fue antes de que Mort Rouge lo atrapase y esta tardó un poco en recomponerse y levantarse.
-¿Estás bien?- preguntó Lila y la villana le sonrió.
-Hey, no te preocupes por eso chérie. Sin embargo, esto me ha demostrado que Shadow Moth no puede hacer este trabajo. Su impaciencia siempre ha sido un problema y esta vez ha terminado con la mía.
-¿Y qué piensas hacer?- fue que vio la amplia sonrisa de la mujer.
-Obviamente hay que deshacerse de los inútiles. Y te digo una cosa, creo que necesitas un extra de poder para poder hacer frente a Ladybug. Y tengo el perfecto conjunto para ti.- picó su nariz como muestra de cariño y rio cantarina. Lila sonrió ante esas palabras, Shadow Moth era un idiota que tuvo infinidad de oportunidades para acabar con esos héroes de pacotilla, era hora que alguien lo reemplazase.
…
En el camino se separaron, Chat Noir se fue por un lado y Ladybug regresó a su casa con el maestro justo a tiempo para su destransformación.
-¿Está bien, maestro?
-Sí, no te preocupes. Tu poder hizo desaparecer mis heridas.- luego este se volteó y comenzó a caminar pensativo.- Cuando pelee contra esa mujer algo me pareció muy familiar.
-¿Algo familiar?
-Conocía mis movimientos, y su esencia… está corrompida pero pude percibir algo, pero no puedo entender qué.
-Será mejor que por hoy descanse maestro. Hoy ha sido una pelea difícil.
-Lo haré. Y la próxima vez estaré más que preparado contra ella. Cuídate, guardiana.- se marchó de su azotea y Bridgette suspiró.
«Algo familiar»
Recordó sus peleas, la forma en la que hablaba, sus movimientos… de repente se sintió mareada. Sus pesadillas estaban haciendo mella y sentía que no podía pensar con claridad. Algo se le escapaba pero no sabía qué.
-Piensa. ¿Qué es lo que no puedo ver?- musitó para sí misma.- ¿O será algo que no quiero ver?
-Bridgette.- al volverse vio a Chat Noir y casi la hace saltar del susto.
-¡Chat! Digo…- lo tomó del cascabel y jaló lejos de la orilla.- No te pongas así sobre la barandilla. Si alguien te ve… ¿Todo bien, chaton? ¿Cómo fue la pelea?
-No ganamos ni perdimos. Al menos la víctima del akuma quedó liberada.
-Me alegro mucho.
-¿Preocupada por mí, princess?- preguntó con una sonrisa provocativa y eso le hizo recordar como coqueteaba con ella como Ladybug.
-¿Por un gato coqueto como tú? Ya quisieras.- le dijo con una media sonrisa.
-Oh, purr favor. Sé que te preocupaste por miau aunque lo niegues.
-Vale, puede que un poquito. Pero eso no quita que no seas un coqueto.
-Hay una diferencia muy grande entre coquetear y ser amable.
-Ah, vale. Entonces, ¿qué fue lo de hace rato? ¿Estabas siendo coqueto o amable?- preguntó dándole la espalda. Con una sonrisa él la hizo girar y la rodeó entre sus brazos con delicadeza.
-Contigo… es siempre más que un coqueteo simple.- musitó sin ese tono burlón y alegre haciendo sonrojar a Bridgette. Chat Noir se acercó lentamente a ella, a punto de tocar sus labios, Bridgette sabía que debía empujarlo o interponer su mano pero… no quería. Sus rostros estaban tan cercas y de repente… ambos fueron casi cegados por un flash. Los dos instintivamente se voltearon y vieron a Marinette asomarse con el celular de su hermana en mano y una amplia sonrisa en su rostro.
-¡Lo sabía! ¡MAMÁ! ¡PAPÁ! ¡EL BRICHAT SI EXISTE!
-/ ¡MARINEEEEEEETTE!/- gritó el par intentando inútilmente atrapar a la pequeña que se escabulló para mostrar la fotografía a sus padres. Aquella fue una larga noche llena de explicaciones.
…
Adrien estaba en la hora del desayuno suspirando. Se había levantado temprano y Félix todavía no bajaba, pero su padre sí. Gabriel miró de reojo a su hijo menor que volvió a suspirar con la mirada perdida y comiendo un bocado de su desayuno.
-¿Te molesta algo, Adrien?- el pequeño le miró con esos mismos ojos verdes que había heredado de su esposa. Intentó no pensar en ello puesto que siempre le dolía ver el parecido que tenían.
-Papá, ¿cómo puedes reparar una amistad rota?
-Ah, ¿te refieres a lo de tu amiga? Hay veces las cuales es mejor dejar ir las cosas. Si la persona falla y no es fiel a una amistad ahora a futuro será peor.
-Pero… yo fui el del error. Y creo que Marinette está enojada conmigo.
-Puedes pedirle disculpas, más no te humilles. Un Agreste nunca se humilla por nadie.
-¿Humillar?
-Humillar significa que te pongas en ridículo al doblegar tu orgullo u honor.- Adrien pareció pensativo un momento hasta que habló justo cuando su padre bebía un sorbo de café.
-O sea cuando mamá estaba enojada contigo y te hincabas rogándole para que te perdonara.
Nunca había escupido su café tan rápido. Adrien lo miró con grandes ojos y su padre recobró la compostura.
-Yo nunca he rogado por nada. Pero es distinto si es por la persona que amas con todo tu corazón. Puedes doblegarte, un poco nada más, porque sabes que tú fuiste quien cometió el error, o darles por su lado para aceptar el error, y debes pedir perdón por ello.
-Yo quiero a Marinette mucho.- respondió Adrien y Gabriel suspiró a lo bajo.
-Una amistad no se compara a una relación amorosa.- dijo volviendo a tomar su café.
-Eso ya lo sé. ¡Es mi novia!- otra vez el café voló por la mesa y Gabriel sintió que las palabras apenas y conectaban con su cerebro.
-… ¿Novia?
-Sí. Me gustaría hacer algo pero…- apretó los labios. No le gustaba decir que Marinette le daba miedo, pero es que era la verdad. Gabriel suspiró y frunció el ceño, pensando en qué debería decirle.
-Eres muy joven para tener novia.
-Natalie dice que es la edad perfecta.- un tic nervioso apareció en el ojo del célebre diseñador.
-No me digas… ¡Natalie!- pero quien entró al comedor fue Félix que bostezó y se sentó a un lado.
-Lamento la demora. Olvidé empacar en mi bolso un ensayo que acabo de imprimir.
-Hermano, ¿tú me puedes ayudar con lo de Marinette?
-¿Cómo novia o amiga?
-Eh…- el pequeño se sonrojó.
Gabriel casi azotó la taza en el platillo.
-O sea que tú también sabías.- Félix miró a su padre con esos mismos ojos desapasionados ante la obvia respuesta.
-Natalie dijo que no había problema.
Gabriel ahogó un gruñido y los Agreste disfrutaron de un desayuno en paz sin decir una palabra, aunque Félix le dijo en voz baja a su hermano que hablarían en el auto. Cuando los hermanos al fin terminaron, se despidieron de su padre y este les deseó suerte y como siempre exigió un excelente desempeño escolar, ya hablaría con sus hijos sobre el tema del noviazgo. Vio el auto partir y fue directo a su oficina, bajó por el elevador hasta llegar al santuario y luego fue a un nivel más abajo, donde no había más que las luces que se filtraban desde arriba y un ambiente austero que se había dicho debía remodelar en algún momento pero que siempre terminó dejando de lado. Se acercó a su prisionero que seguía encadenado en el poste en el mismo estado lamentable que lo había dejado la última vez.
-Muy bien, ¿dónde nos quedamos la última vez?
El rubio apenas y pudo levantar su rostro y sonrió con dificultad.
-Te estaba recordando lo lindo que te verías con un tutú rosa.
El amok reapareció de una esquina oscura y se posó de nuevo sobre la cabeza del joven adulto, dándole una fuerte descarga ante la mirada indiferente de su maestro.
…
En la escuela todo el mundo tenía algo qué decir, la policía había tomado las huellas de algunos alumnos por el incidente del festival pero lo más comentado era el accidente de la profesora Bustier. Muchos pensaban que había sido Chloe, si la gente ya pensaba mal de ella siendo la ayudante de villanos, la gente parecía ansiosa de ponerle la etiqueta de asesina, pero había alguien que tenía una opinión diferente.
-¿Creen que de verdad haya sido Chloe?- preguntó Mylene a su grupo de amigas.
-Supe que no se sentía bien y que no iba a venir a la escuela.- respondió Allegra.
-Sabía que Chloe era mala pero esto es un nivel distinto.- dijo Alix con ceño fruncido todavía sin creer tal nivel de maldad.
-¿Y si la señorita Bustier hubiese caído por las escaleras?- Rose cubrió su boca ante lo horrible que pudo pasar. Todo el mundo guardó silencio.
-No fue Chloe.- todos se volvieron y vieron a Lila entrar al salón.- Escuché que Chloe fue la que la sujetó en las escaleras.- todos se sorprendieron por sus palabras.
-¿Entonces quién empujó a la profesora por las escaleras?- preguntó Nathaniel y Lila escondió su mejor sonrisa.
-Pues… escuché que Bridgette tampoco iba a venir hoy por orden del director.
-¿Cómo sabes eso?- preguntó Nino.
-Vine a dejar mi justificante al director pero lo escuché hablar por teléfono con la policía. Al parecer Bridgette no vendrá a la escuela porque la policía la está investigando.
El silencio que cayó sobre todo el mundo era denso y pesado. Alya parecía sorprendida y quiso decir algo pero una mirada de Lila hizo que se callara. La italiana se acercó a ella y puso sus manos sobre sus hombros.
-Pero tú que siempre te enteras de todo ya debiste haberlo escuchado, ¿no Alya?- la morena se mordió el labio inferior a pesar de sentir las uñas de Lila clavarse en sus hombros no quería decir nada pero tampoco podía negarse.- ¿Verdad?
-S-Sí… escuché algo.
De inmediato exclamaciones de indignación se alzaron. Gritos e insultos que iban dirigidos hacia la franco-china y Lila sólo podía disfrutar del espectáculo.
-¡SILENCIO!- gritó una voz desde la puerta y vieron a la señorita Mendeiev con sus libretas en mano.- ¿Por qué es este escándalo?
-¡Vamos a ir a por esa asquerosa de Bridgette y a enseñarle una lección!- gritó Alix.
-¡Debe pagar por casi matar a la señorita Bustier!- gritó Iván y todos asintieron pero la señorita Mendeleiev golpeó su mano en el escritorio.
-¡SILENCIO HE DICHO!- gritó a todos que callaron en el acto.- Veo que hay rumores que vuelan. Pero están por completo desinformados. Lo que le pasó a su profesora fue un a-cci-den-te.- recalcó cada sílaba con fuerza.- Por lo que no deberían decir ese tipo de cosas que puede llevar a malo entendidos.
-Profesora… ¿es cierto que la policía está investigando a Bridgette por lo sucedido?- la profesora frunció el ceño y miró hacia Lila Rossi por su pregunta.
-Eso es algo que no les incumbe.
-¡¿Entonces es cierto?! ¡¿Es porque ella empujó a Miss Bustier?!- preguntó Kim.
-No es cierto.- dijo Félix que recién entraba al salón con Claude.- Cuando la profesora fue empujada yo recién salí del baño y Chloe fue quien la atrapó. Sin embargo, casi al mismo tiempo Bridgette salió del baño de chicas y corrió hacia la profesora detrás de mí.
-¿Qué? ¿Eso es verdad?- preguntó Rose.
-La policía habló conmigo y les dije todo. También estuve allí cuando le preguntaron a Bridgette del incidente.
La expresión de Lila por poco se contorsionó ante las respuestas que este daba.
-Pero igual pudo haberlo hecho, ¿no?- dijo mirando a Félix.- Es decir, pudo haberla empujado y luego correr al baño de chicas para hacerte creer que no lo hizo.
-¿Te estás escuchando?- preguntó Claude por completo confundido.- O sea, que Bridi usó la teletransportación para estar en un lugar a otro en menos de cinco segundos. Lo siento pero no le veo otra opción lógica.- dijo haciendo su mejor papel de completa ignorancia, Félix casi quiso darle un premio.
-El joven Le Blanc tiene razón.- apoyó la señorita Mendeleiev.- La señorita Dupain-Cheng no pude ser la responsable de empujar a su profesora porque el atacante estaba arriba y la señorita abajo.
Félix asintió feliz de ver que al menos un directivo usaba la cabeza en ese lugar.
-No vi quién fue el atacante pero definitivamente no pudo ser Bridgette. ¿O acaso es posible estar de un punto a otro, sin que te vean, en pocos segundos?
-De acuerdo a mis datos es imposible.- dijo Markov que se asomó del bolso.
-Max, te dije que no trajeras a tu robot a clase.- le regañó la profesora.
-Una disculpa señorita, estaba descansando pero tenía que intervenir y por supuesto asentir a lo que usted dijo.- dijo el robot con tono alegre.
-Oh, bueno, entonces prosigue.
-Si la profesora fue lanzada del punto A, que es lo alto de la escalera, el culpable debió haber bajado por estas y entrado al baño para no crear sospecha, pero ante los testigos, y sin importar si la persona igual pudiera bajar desde lo alto sin usar las escaleras, es completamente imposible que este apareciera en el punto B, en este caso los baños, para reunirse al punto C con el resto de personas.
-Es tal como se explica.- admitió la profesora.- Así que dejen de lado todos esos rumores y concéntrense en clase que es lo que su profesora hubiese querido.
Claude y Félix sonrieron disimuladamente, así como Nino que le dedicó a su novia una mirada tranquilizadora. Lila no estaba feliz pero aquello no era el final. La duda perduraba, algunos susurraron a lo bajo, sólo tenía que hacerla aflorar un poco más y pronto nadie iba a confiar en esa tonta de Bridgette.
…
Chloe había alegado que no se sentía bien para ir al instituto, así que su padre le permitió faltar a clases, su madre en cambio ni siquiera se dignó a preguntar por ella. No sabía qué era peor, si su fría indiferencia o la ardiente ira con la que la miraba cuando la veía. Miró el video de la conversación entre Mort Rouge y Lila Rossi y no sabía quién podía ser más abominable, si Mort Rouge al aterrorizar Paris o Lila al lanzar a la profesora embarazada por las escaleras.
De repente escuchó ruido fuera de su cuarto, era su padre que estaba hablando con alguien, así que se asomó un poco.
-Me alegra mucho que volvieras Zoe. ¿Al fin vas a regresar al hotel?
-Lo siento pero vine sólo por algunas cosas que necesito. No pienso volver hasta que arregle la injusticia que cometió contra Ladybug y Chat Noir.- Chloe rodó los ojos, Zoe siempre la buena.
-Sabes que no puedo hacerlo… por Chloe, debo protegerla.
-¿Y aquellos que nos han protegido ahora son blanco de las balas de los oficiales? ¿Así es como después de todo lo que han hecho le paga esta ciudad?- preguntó con dureza al alcalde que parecía más que apenado por su decisión, así que suavizó su voz y le miró a los ojos.- Usted es una buena persona que ha sacrificado mucho, incluyendo sus sueños. ¿Puede seguir viviendo así y soportar el peso de lo que hace y deja ir hasta el final de sus días?
-Y-Yo…- balbuceó casi sudando y luego dio un paso hacia atrás.- Oh, cielo. Creo escuchar que me llaman. Hablaremos de esto con más calma.
Escapó incapaz de seguir soportando la charla. Zoe suspiró y entró a la que se suponía debía ser su habitación, sus cosas habían sido acomodadas de forma que era fácil encontrar lo que quisiera, pero lo único que quería era unas cuantas prendas y sus antiguas libretas de música, estaba segura de haberlas traído con ella por error.
-¿Qué haces aquí?- fue una sorpresa encontrarse con Chloe en la entrada de su habitación. Estaba segura que estaba en clases, aunque quién sabe qué hacía allí, ella había dicho que por un asunto familiar debía faltar la primera hora.
-Recojo algunas cosas. En un momento más me iré.- respondió con cierta sequedad que molestó a Chloe.
-¿Piensas que puedes ir y venir a tu antojo? Me pregunto en qué agujero de rata te estarás escondiendo.- Zoe apretó los labios, al demonio las partituras, tomaría su ropa y se iría, ya buscaría unas nuevas. Metió todo en su bolso sin preocuparle si se arrugaba o no y emprendió salida pero el brazo de Chloe se estiró golpeando su palma con el marco de la puerta impidiéndole el paso.- No te atrevas a irte sin responderme.
-¿Y qué quieres que te diga? Pienso que las palabras sobran.- la hizo a un lado y pasó. Chloe rechinó los dientes.
-¿Cómo te atreves? ¡Esto no se va a quedar así! Te enviaré de regreso a América ¡y haré que rompan tu pasaporte!
Zoe se detuvo y se volvió encarando a Chloe.
-Sabes, siempre intenté ver el lado bueno en ti, a pesar de lo que todos los demás me dijeran. Pero la verdad es que todos tuvieron razón de ti todo el tiempo. Eres egoísta, detestable, hipócrita, y no te interesas por nadie más que no seas tú, llegando a lastimar a mucha gente en el proceso. Supongo que debí haberlo sabido cuando me dijiste que si no pisaba a los demás tú me pisarías, pues bien, a ti te han pisado pero no te has dado cuenta.
-¿Qué locura dices? ¡A mí nadie me ha pisado!
-¿Estás segura?- aprovechó el desconcierto de Chloe para seguir hablando.- La triste verdad es que a pesar de todo el lujo en el que estás rodeada, tu corazón es tan pobre y hueco que es incapaz de sentir algo por alguien más, porque ni siquiera te puedes querer a ti misma, aunque el espejo bien te puede engañar.
Tras esas palabras se marchó dejando a una Chloe más que abatida e incapaz de decir palabra alguna, fue como si su mandíbula se hubiese atorado. Cuando Zoe se fue por el ascensor de servicio logró al fin cerrar la boca, pero ya era inútil decir algo.
-¡AGH! ¿Cómo se atreve a hablarme así? ¿Hueca? Ya le enseñaré quién es la hueca.- llamó a su mayordomo que apareció casi en el acto.- Que preparen mi limosina, voy a hacer una visita al hospital.
…
Bridgette no podía ir a la escuela, por supuesto, era un completo incordio, sin embargo le gustaba ayudar a sus tíos y antes de que Marinette se fuera le dio una pequeña bolsa con macarrones para que intentase hacer las paces con Adrien, cruzaba los dedos. Además, tenía más tiempo de terminar su diseño, ese día iba a darle los últimos toques y más tarde iría a practicar en la pasarela para no hacer el ridículo.
-Gracias por su compra.- le dijo a los clientes que se iban siempre con una sonrisa.
-Has trabajado mucho desde temprano Brid, ¿no quieres descansar un poco?- preguntó su tía.
-Para nada, más tarde me iré así que quiero ayudarles lo más posible.- su tía le sonrió con dulzura y regresó a la parte de atrás a ayudar a su esposo con las nuevas órdenes. Fue que su teléfono sonó y respondió.- ¿Hola?
-Hola Bridgette, ¿cómo estás?
-¡Kagami! Estoy bien, aunque ya bien sabes, estoy sobrellevando las cosas.
-Te he enviado la información de la academia. Estoy segura que con tus calificaciones podrías entrar y con una recomendación de nuestra parte.
-¿Tu mamá quiere darme una recomendación?
-Le conté tu situación. Ella dijo que lo mejor es que crezcas un poco más en espíritu para hacerle frente a tus enemigos, y así luego hacerlos pedazos.- no podía verla pero estaba segura que estaba sonriendo, rio nerviosa ante las palabras de su amiga. Fue que notó a los alumnos pasar por la ventana del aparador y las miradas que le dedicaron no eran para nada agradables.
-Ehhh… creo que voy a ver esa información ahora mismo.
La idea de cambiarse cada vez era más y más agradable en su cabeza, además se evitaría muchos ceños fruncidos y malos entendidos.
-¿Crees que me quede bien tu uniforme?
…
La vieja puerta de acero amortiguaba en su mayoría los gritos de dolor que salían de esa habitación que alguna vez sirvió como un viejo cuarto de calderas. En el interior había una mesa y una silla de lámina. Sobre la mesa había toda clase de instrumentos que había usado durante los últimos días, casi dos semanas desde lo ocurrido en el desfile. Cuchillos, escalpelos, una grapadora, una tetera, un mechero, alcohol, vendas, y otra serie de instrumentos que había tenido que transformar para convertirlos en instrumentos de tortura. Lila seguía encadenada contra la pared, por completo expuesta, los vendajes que cubrían las heridas más profundas estaban sucias por culpa del limo que salía de los desechos de las tuberías sobre su cabeza. Su estado era lamentable, su alguna vez largo cabello estaba recortado de forma desastrosa, en el centro una pequeña parte de su cabello había desaparecido y sólo había una plasta de carne por donde había pasado el mechero.
Bridgette la miró desapasionadamente. La había torturado, la había hecho sentir en carne propia el mismo infierno que ella, pero lo que al principio fue un deleite que esperaba que la liberase al fin se convirtió en algo aburrido ante las palabras que ella le dijo hace un par de días.
La miró soportar las agujas en sus pezones que tenían claves conectados a una corriente eléctrica. La vio sacudirse, gritar mientras la carne comenzaba a quemarse poco a poco. Tras unos momentos desactivó la corriente. Chasqueó los dientes y luego pateó su vientre obteniendo un quejido grave. De entre sus piernas salieron todos los objetos que metió en su interior sobre las heces, orina y sangre que se había acumulado. No tenía intenciones de limpiar su inmundicia.
-Vamos a ver…- tomó uno de los vendajes, uno que estaba sobre su hombro y vio la herida infectada con pequeños gusanos blancos ante la carne ya podrida.- Parece que estos pequeños se están dando un pequeño festín.- tomó uno de los gusanos que casi escapó de sus dedos y se lo mostró a Lila que adoptó una expresión de absoluto horror y asco.- No te preocupes. Voy a ayudarte a quitártelos. No queremos que tus heridas se infecten más y te causen un shock anafiláctico.- se dio la vuelta y la escuchó sollozar.
-P-Por favor… ya no más.- lloró a lágrima viva con lo que le quedaba de voz.- Tú ganaste, tú, tú, tú ganaste, tú siempre fuiste mejor que yo. Sácame de aquí. Me iré para siempre, no sabrás nunca de mí, no volveré a lastimar a nadie.
Bridgette tomó la tetera llena de agua y la puso sobre uno de los tubos ardientes que estaban por el lugar. No le respondió, pero recordó sus primeras palabras de cuando la trajo allí.
-¡Cuando salga de aquí te mataré esta vez con mis propias manos!
-¡Debí ser yo quien personalmente te torturara maldita perra!
-¡MALDITA! ¡MALDITA! ¡DEBISTE ESTARTE PUDRIENDO EN EL INFIERNO!
Ahora quien se estaba pudriendo en vida era ella. Cuando la tetera comenzó a sonar que ya estaba lista, se acercó a Lila y sonrió ampliamente.
-¿Qué pasa? No llevas ni dos semanas, yo tuve que soportar todo eso durante quince años.
Alzó la tetera de donde el vapor salía de la boquilla.
-Pero tienes razón, pronto deberé dejarte ir.- y sin más dejó caer el agua hirviendo sobre ella y los ensordecedores gritos de Lila fueron amortiguados en la habitación.
Regresó al amanecer a su departamento, por suerte había una alcantarilla cerca del lugar y Chat Noir no había aparecido desde entonces. Se tomó su tiempo en la ducha, lo necesitaba, y salió cuando el aroma del jabón y del shampoo de frutas inundó por completo sus sentidos. Se dejó caer en el sofá de la sala y encendió la televisión vistiendo un conjunto hogareños de pantalones de yoga y una camiseta de manga larga y holgada color azul. La reportera en turno estaba dando las noticias.
-La policía sigue investigando el caso de Lila Rossi, acusada de múltiples crímenes que cada día han ido en aumento con el paso de los días. En los últimos días se han presentado pruebas a la fiscalía que demuestran que empezó su carrera delictiva desde joven y cuyas víctimas se mantendrán en el anonimato por el momento. Díganos doctor Heiss, ¿qué puede decirnos de Lila Rossi hasta el momento?
Un hombre mayor con lentes que vestía un traje de tweed fue enfocado, abajo aparecía su nombre y su profesión como psicólogo.
-No me gustaría dar un diagnóstico apresurado, pero podría hacer una rápida evaluación que con lo que se ha presenciado y los crímenes cometidos que quizás ella sufría de un síndrome de sociópata narcisista y mitomanía severa.
-¿Y eso qué quiere decir?
-Una persona mitómana es una persona que no deja de mentir. Es decir, incluso de forma inconsciente alguien puede mentir pero en caso de una mitomanía severa la persona se cree sus propias mentiras y eso nos lleva al segundo síndrome.
-¿Cómo es un sociópata narcisista?
-Verá, la persona con este síndrome presenta poca o nula empatía hacia los demás. Normalmente cree que las personas lo envidian o tienen rabia de esta por su popularidad y hace lo que sea para destruir la reputación, o incluso lastimar de forma física, a aquellas personas a las que ve como una amenaza. Un sociópata narcisista tiende un comportamiento arrogante y siempre busca ser el centro de atención y no acepta críticas.
Bridgette estaba más que sorprendida y alzó su mano al cielo.
-¡Al fin! Alguien que sí sabe lo que dice.- dijo tomando la barra de chocolate que tenía sobre la mesa y abrir el empaque dándole una mordida. Tikki se posó sobre su pecho, recostándose preocupada por ella.
La reportera frunció un poco el ceño.
-¿Y cómo podemos diferenciar a un sociópata con un psicópata? ¿No son lo mismo?
-No exactamente.- dijo el hombre alzando sus manos.- Si bien tienen ciertas actitudes en común como que no sienten empatía, su falta de culpabilidad y el uso de la violencia. Los sociópatas son menos estables emocionalmente y altamente impulsivos a pesar de previa planeación en sus planes. Un psicópata en cambio, es más controlado y metódico. Planean hasta el más mínimo detalle para evitar su detención y pueden pasar bajo el radar comportándose como una persona normal. Es decir, un psicópata podría ser un padre de familia con una amorosa familia, que tiene un buen y remunerado trabajo, que es adorado por sus vecinos y la comunidad, es gentil con el pobre, y dona ropa a la caridad. Muestra una máscara de cordialidad y empatía cuando en realidad puede ser peligroso y está planeando como ir a por la próxima víctima.
-Entiendo. Monsieur Heiss seguirá hablando del tema más adelante, por ahora vamos a la siguiente noticia.
Estaba a la mitad de su barra de chocolate, dándole un cuarto de esta a Tikki, cuando alguien tocó a la puerta. No quería levantarse, pero al parecer tendría que hacerlo.
-Ve al cuarto Tikki y no salgas.
-Vale.- dijo con expresión triste y Bridgette la miró con culpa.
-Hey.- la kwami se detuvo.- Vamos a ver tu película favorita luego. Haré una galette sólo para ti.
Tikki sonrió, aunque en sus ojos se notaba la preocupación por su portadora.
Al abrir la puerta se sorprendió de encontrarse con dos personas que se miraban mutuamente con hostilidad. Luka del lado izquierda y Félix del lado derecho. Estaba segura de ver un rayo cruzar entre ellos y ninguno se había dado cuenta que abrió la puerta.
-¡AJUM!- los dos al fin voltearon a verla.
-/Bridgette/
-Hola, ¿qué hacen ustedes aquí?
-Vine porque quería hablar contigo pero me lo encontré a él.- respondió Luka con esa sonrisa tan característica que tenía.
-Estoy aquí porque también quería hablar con ella. ¿Puedo pasar?
Por un segundo la idea de cerrar la puerta fue tentadora pero si lo hacía dudaba que se fueran.
-Prepararé un poco de té.- les dio acceso a su humilde refugio. Félix miró en dirección a la ventana que ya había sido reemplazada. Bridgette no tardó mucho en hacer el té y todos se sentaron en la sala ya que era notorio que ella no quería estar en la pequeña mesa del comedor donde los tres podrían siquiera tocarse.
-¿Y bien Félix? ¿Qué quieres decirme?- este se aclaró un poco la garganta, había ensayado multitud de veces lo que quería decirle más ahora sentía la garganta seca.
-Me han informado sobre una investigación que tus amigos estuvieron llevando a cabo sobre lo sucedido hace años. Quería decirte que con mucho gusto les ayudaremos en lo referente a esta.
-Muchas gracias.- asintió Bridgette.
-Y que también se te será remunerado todo el daño ocasionado en los últimos daños.
-¿R-Remunerado?- preguntó sin poder creer tal desfachatez.
-Sí, se te pagará por los daños ocasionados a tu persona. Podrías obtener una alta suma debido a la cantidad de años acumulados.
Ella cerró los ojos un momento sin creer lo que escuchaba. ¿Acaso creía que el dinero podía hacerla recuperar 15 años de su vida? ¿Sus traumas? ¿Y su familia? No había forma, ni cantidad suficiente, para remunerar todos esos años perdidos.
Se veía mal, Luka tuvo que intervenir.
-No creo que Bridgette se sienta bien como para tratar este tema.
-Bridgette.- llamó Félix ignorando a Luka.- Mis abogados te ayudarán en todo lo referente. Si necesitas algo…
-De ustedes nada.- dijo levantándose abruptamente.- Estoy cansada de esto, cansada del tema. Estoy más que feliz de que la gente al fin sepa la verdadera cara de Lila pero no quiero que conozcan mi cara. Ya saben mi nombre.- dijo al ser una de las tantas víctimas pronunciadas en los medios, era parte de su plan, pero se sentía desdichada y sus ojos comenzaban a llenarse de lágrimas.- Esta ciudad está llena de gente que no quiero volver a ver en mi vida.- dijo sin mirarle como señal de que él estaba en esa lista.- No me importa el dinero, no me importa nadie más que mis amigos, pero esta ciudad y su gente va a desaparecer de mi vida pronto. Así que, te pediré de favor que te marches. Mis amigos te enviarán la investigación y mis declaraciones antes dadas, pero no esperes nada más de mí. Eso se acabó.
-Bridgette… yo…- antes de poder decir algo ella se dio la vuelta y entró a su habitación azotando la puerta.
-Bravo. Como siempre tienes el toque de una piedra.- expresó áspero Luka.
-Le ofrecí mi apoyo. Y quería disculparme.
-Creo que llegas quince años tarde. No eres el único que ha intentado contactarla estos días. Ha recibido paquetes, mensajes y hasta llamadas de gente pidiéndole disculpas.
-Mira Luka, lo que pasó…
-Ya no importa lo que pasó, sólo importa el hoy y ella quiere terminar con el asunto. Así que te pediré de la mejor manera que te mantengas alejado de ella o si no esto puede tornarse violento.
Félix no quería irse, quería decirle a Bridgette cuánto sentía todo, pedirle perdón de rodillas pero Luka no le dejaría. Se dio la vuelta y salió del piso con claro pesar. Luka podía sentir su arrepentimiento sincero, pero ya era demasiado tarde para eso.
Momentos después, Bridgette se asomó y vio a Luka mirando hacia la puerta como si esperase que Félix regresase.
-¿Ya se fue?
-Eso creo. Ven acá.- los dos se fundieron en un abrazo que ella necesitaba.- A partir de mañana todo va a mejorar, te lo prometo. Todos nosotros en un crucero por Europa en unas divertidas vacaciones.
-Lo sé. Será divertido. Quien sabe, a lo mejor encuentro el lugar perfecto para vivir.
-Y estoy seguro que atraparán muy pronto a Lila. Esta idea tuya ha sido fantástica, pero no debiste comprarnos los boletos.
-¿Bromeas? He ganado una buena prima y ustedes también necesitan vacaciones.
-Eres un ángel.- le dijo con una sonrisa cuando notó un libro sobre su mesa, lo tomó y miró el título.- ¿Historias Extraordinarias? Pensé que no te gustaba el terror.
-Eso era antes.- le dijo con una sonrisa apenada.- Ahora he cambiado, ya no me gustan las mismas cosas.- Luka exhaló una leve risa.
-Para mí siempre serás mi querida amiga, Brid-Brid-Brididigette.- ella volvió a sonreír.
-Y así es como quiero que me recuerdes siempre.
Tras una breve charla, Luka se marchó. Bridgette verificó los datos de cada persona con la que había tenido contacto y le había ayudado a desenmascarar a Lila, mirando sus mensajes que expresaban agradecimiento.
Muchas gracias, siempre he querido ir a Alemania.
Mi hermana y yo iremos a Milán a ver lo de la escuela de moda. Muchas gracias.
Mi familia está más que feliz. Un viaje en tren por Europa es un sueño después de esta pesadilla.
Le gustaba la frase, "Un sueño después de una pesadilla". Su sonrisa se tornó amplia y sádica.
-Y quienes disfrutaron hasta ahora de un sueño, despertarán en una pesadilla.
…
Podía sentir las miradas de algunos de sus compañeros, de lástima, de molestia, pero sobre todo de claro desprecio. Cuando se supo que Alya había sido la reportera que desestimó las confesiones y las que en ese momento creyó eran pruebas fabricadas, los directivos pidieron su cabeza en bandeja de plata. Pero debido a su trabajo de campo y experiencia le dieron una oportunidad más, pero esta vez se encargaría de reportajes de poca importancia hasta nuevo aviso. Su credibilidad estaba por los suelos y algunos pensaban que era una vendida, Nadja le había dado una última oportunidad que tenía que aprovechar.
-Alya, ¿podrías por favor recoger los reportajes de los demás de sus escritorios y llevarlos a mi oficina?- pidió Nadja.
-Sin problemas.- le dijo a su jefa con una media sonrisa. Era optimista sobre su futuro. Podría fácilmente salir de esta, demostrar su valía, su inteligencia, y esta vez no cometería el mismo error. Todavía no podía creer que Lila hubiese sido capaz de eso y más, y todo desde el instituto. Eso quería decir que…- ¿Qué es esto?- tomó unos papeles casi ocultos del escritorio de Ann y sus ojos se abrieron como platos al leer el título.
De reina de la moda a prófuga de la justicia. Por Le Mort.
Alya sintió la ira bullir por todo su cuerpo. No lo podía creer. ¿Cómo se atrevía su aprendiz?
-¡Hey!- reclamó Ann que recién regresaba con su compañero de almorzar.- ¿Qué está viendo en mi escritorio?
-Tú… Tú eres Le Mort.
Todos miraron en su dirección, ya que todos se habían preguntado quién era el reportero que hundía a las estrellas y figuras públicas, impactados de saber que era una de los aprendices.
-¿Cómo es posible? ¿Cómo te atreviste a escribir toda esa basura de mí y de mis amigos?
-Ja, ¿basura?- la chica le miró con despreció y superioridad sonriendo de lado.- ¿Acaso es una basura imprimir la verdad que unos se niegan a ver por su propia estupidez?
Enfurecida, Alya dio un paso al frente y le abofeteó. Ann se dolió por el golpe pero arremetió con fuerza a su superior, sorprendiendo a Alya.
-¡No puedo creer que me apuñalaras por la espalda!
-¿Yo? ¡Es gente como usted y sus allegados que hacen mal a otros!- gritó furiosa siendo sujetada por su compañero que temió que se le lanzase encima a la morena.- Gente que usa los medios para ensuciar el nombre de otros o proteger a aquellos que pagan mejor. Usted no es diferente a su amiga Lila Rossi. Me pregunto a cuantos hizo daño al no publicar la verdad.
-¡Basta ya!- gritó Nadja desde su oficina.- Las dos a mi oficina, ¡AHORA!
Las dos avanzaron en silencio, por supuesto, Nadja las regañó por el espectáculo que dieron y les pidió irse. Alya llamó a su esposo y ambos se reunieron en un café de la zona. En quince minutos vio a Nino acercarse como el caballero de brillante armadura que era.
-¿Qué pasó? ¿Te despidieron?
-No, pero me suspendieron una semana.- respondió con pesar.
-Hey, tranquila. Una semana pasa rápido, además tienes que admitir que necesitas un descanso. Si te ves así no quiero imaginarme cómo quedó la otra.
-La otra, ¡JA! Esa pequeña sanguijuela ingrata dijo que se iba de vacaciones, este iba a ser su último día.
-Ya veo. ¿Y qué piensas hacer?
-Supongo que relajarme, pasar tiempo con Lilia y mis padres…
-¿Y?- Nino pudo ver la duda en su rostro y ella desvió la mirada.
-Nino, sabes que no puedo. No puedo ir y decirle a Bridgette, "¡Hola, chica! Oye, disculpa por todo lo ocurrido, no tenía idea. ¿Podemos ser amigas otra vez?". ¡Me muero de sólo pensarlo! No… No creo poder ser capaz de dar la cara.
-Seamos sinceros, no creo que todos volvamos a hacer amigos, pero se merece una disculpa.- ella suspiró sin todavía dirigirle la mirada.
-Tal vez… luego. No creo que pueda ahora.
-Bien, tú sabrás cuando sea el momento. Comamos algo, mi chica necesita recargar energía.
Ambos pasaron una tarde agradable, lo que no sabían era que su época de felicidad estaba a punto de expirar.
…
Dejó que el amok al fin dejara su labor cuando su prisionero no pudo articular más palabras. Le molestaba en sobremanera su actitud, era absurda esa lealtad hacia una persona que no estaba allí con él, incluso intentó chantajearlo con el kwami pero este parecía bien saber que no le podría hacer nada mientras estuviera dentro de su pequeña prisión. ¡Cómo lo odiaba!
-Por ahora te dejaré en paz, tengo mejores cosas qué hacer y no puedo perder más tiempo contigo.- el elevador se abrió y de este salió Natalie con una bandeja en mano.- Encárgate de él. Más tarde intentaré algo diferente. Voy a reunirme con nuestra socia.
-Entendido.- asintió a sus palabras.
Natalie se acercó al que era Chat Noir. Su nariz sangraba mucho y cubría hasta su barbilla, admitió que Gabriel se había pasado un poco, lo necesitaban vivo, y tampoco era como si fuesen unos asesinos. De la bandeja tomó un pedazo de queso que se lo dio al kwami y luego tomó un paño y limpió la sangre del sujeto. Ver tanta sangre la incomodaba. Él pareció reaccionar y abrió los ojos.
-No intentes decir nada a menos que sean las respuestas a nuestras preguntas. Has recibido un daño significativo.
-Siempre he… sido un cabeza dura.- se quejó un poco.- Me duelen los dientes.
-Es normal ante la corriente eléctrica.- tomó un vial para ponérselo y así que al menos estuviese en buen estado. Él gruñó al ver la aguja a punto de clavarse en su brazo.
-Odio las agujas.- ella no respondió, ató su brazo y esperó que la vena resaltara.- ¿Podrías hacerlo con cuidado? Siempre has tenido una mano demasiado pesada.
-¿Disculpa?- preguntó extrañada ante sus palabras, incluso pensó que se estaría confundiendo.
-¿Por qué crees que siempre cuidaba mi salud? No confiabas en las enfermeras y una vez me inyectaste tú misma…- la mano de Natalie tembló cuando estuvo a punto de clavar la aguja.- Creo que nunca había gritado tan fuerte en mi vida. Estoy más que seguro que ese "lunar" me lo hiciste tú.
-¿Q-Qué cosas estás diciendo?
-Hueles a frambuesa… ¿otra vez escondiendo postres en tu escritorio?- Natalie quedó fría.- Tranquila, nunca diré dónde los escondes, porque eso sig-significaría que ni Adrien ni yo comeríamos postres por las noches contigo…
¿Qué dices? ¿Cómo sabes esas cosas?- el sujeto sonrió un poco.
-Porque siempre has sido una madre para con nosotros… desde que mamá se fue.
-N-No… no puede ser.
-Se acaba el tiempo…- dijo arrastrando la voz, la miró fijo con su único ojo y Natalie sintió el vial resbalar de su mano.- Y como siempre necesito de tu ayuda.
-¿F-Félix?- lo tomó del rostro y lo examinó con cuidado. Esos finos rasgos, esa nariz afilada, ese color en su pupila… al pasar sus dedos por la cicatriz de su ojo casi quiso gritar. Miró al amok que bien sabía también tenía orden de obedecerla.- ¡Libéralo!- el amok así lo hizo, las cadenas se rompieron y Natalie abrazó a Félix antes de que cayera hacia el frente. Lágrimas cayeron de sus ojos.- Félix… oh, Félix, mi niño.- el adulto suspiró de alivio con los brazos lánguidos a los costados sabiendo que por el momento podría descansar un poco.
…
Después de clases, Juliet esperó a Claude hasta que terminase con el club de baloncesto. Le hizo una señal de que fuera a con ella y Claude asintió.
-Hey, Claude. Debes estar feliz que tu novia te esperase.- dijo Kim que en algún momento se había unido a las prácticas, haciendo sonrojar a ambos jóvenes.
-¿No tienes que ir a las piscinas para ver a TU novia?
-¿Eh? ¡Es verdad! ¡Se me va a hacer tarde!- corrió a toda velocidad. Juliet miró alrededor pero no vio a Félix.
-¿Dónde está Félix? Pensé que estaría haciendo esgrima.
-Fue el primero en salir. Al parecer tiene que ir a casa y luego a los ensayos. ¿Has encontrado algo en tus viajes?- preguntó en voz baja y ella le instó a caminar hacia el parque. Se asomaron un momento a la cafetería pero no vieron a Bridgette por lo que sospechaban que también se había ido a los ensayos. Ya con un poco más de privacidad Juliet se dejó caer en una de las bancas.
-Estoy exhausta.
-Me imagino que viajar en el tiempo no es fácil.
-Ni te lo imaginas.- le dio a Fluff una galleta que había guardado.- Veo tantas cosas pero a la vez muchas cosas se me escapan.
-Vamos a por partes.
-El futuro es horrible. Los hermosos edificios, las calles, todo destruido. Ni siquiera el cielo se ve azul, más bien parece rojo ante el fuego y el humo que inundan el lugar. Todo hecho por una Bridgette sedienta de venganza y de ira. Incluso en el aire pude oler el aroma de la sangre…- explicó con voz estrangulada al final. Claude tragó duro, no pudiendo creer que la dulce Bridgette pudiese ser capaz de algo así. Tomó sus manos al verla un poco pálida y ella sonrió agradecida por su preocupación.
-¿Podemos salvarla? ¿Salvarla de que se convierta en… eso?
-Todavía debemos cuidarla. Sin embargo, pienso que Mort Rouge tiene algo entre manos.
-¿Qué quieres decir?
-… Es que simplemente no entiendo su plan.- comenzó a enumerar con sus dedos.- En su tiempo se ha vengado de muchos de quienes le hicieron daño, ha destruido la ciudad e incluso derrotado a quienes alguna vez fueron sus aliados pero… tiene un punto blando.
-¿Cómo?
-Me enteré que cuando comenzó su ataque a Paris mandó lejos a quienes eran sus amigos y aliados, pero debido a ciertas circunstancias, tú, Luka, Zoe, Kagami y yo no pudimos salir de la ciudad a tiempo y fue que nos enteramos de todo.
-¿Viste a mi yo del futuro? ¿Cómo era? ¿O cómo seré?- Juliet se sonrojó un poco pero escondió lo mejor posible su sonrojo.
-Serás muy alto, fuerte y muy amable. Pero volviendo al tema, eso fue algo que el Félix del futuro no anotó en su diario, creo que lo dejó así para que pudiésemos pelear contra ella sin contemplaciones.
-Pero, ¿crees que aún hay bondad en ella?
-Tal vez. Pero… al mismo tiempo pienso que ella sabe que se le acaba el tiempo.
-¿Cómo? O sea que puede desaparecer.
-Eso creo.
-Rayos, esto me está dando dolor de cabeza.
-Deja de lo explico de forma más sencilla. Imagina… que tienes un manzano en tu jardín, pero no quieres manzanas, sino naranjas, así que viajas al pasado para plantar la semilla. Sin embargo, el manzano ya está creciendo pero igualmente plantas el naranjo en el mismo punto y ambas plantas van peleando por quién crece mejor. Esta otra Bridgette es el naranjo, pero como el manzano tiene los nutrientes y cuidadores que le ayudan a salir adelante su naranjo empieza a marchitarse, por lo que debe hacer algo para que el naranjo salga adelante hasta cierto punto… a pesar de que sabe que la tiene de perder.
-Ah, vaya, ¡ya entiendo! Pero por el momento su naranjo está ganando terreno. ¿Eso quiere decir que nuestro manzano va a caer?
-Sería difícil. El manzano está siendo cuidado por nosotros, gente que se preocupa por este y que sabe lo que se viene del futuro. Pero por alguna razón quiere que el naranjo siga adelante… Creo que es para perdurar su línea del tiempo pero tal como veo esta podría desaparecer en cualquier momento. Tengo el presentimiento que algo grande viene.
-¿Qué tan malo?
-Malo, muy, muy malo. Y algo me dice que al final ella no querrá ni manzanas ni naranjas, sino peras.
Claude sintió escalofríos al comprender lo que decía, Mort Rouge tenía un plan propio y con Lila en la ecuación las cosas no serían fáciles. Si la mente retorcida de Lila pudo crear a Mort Rouge, ¿qué podrían hacer dos mentes? O… ¿cuál mente era la más retorcida de ambas?
-Ya no volveré a ver los postres de pera como antes.
…
Chloe odiaba los hospitales, su aroma, su gente, incluso pensaba que el personal era inepto ya que nadie podía conseguirle un zumo o una soda, tenía que ir ella a la máquina a por esta. Sin embargo, estaba allí por una razón, o mejor dicho, una persona.
-¡Chloe!- la señorita Bustier sonrió al ver a su alumna y detrás de ella apareció el enorme ramo que el mayordomo de la familia Bourgeois llevaba.
-Buenas tardes señorita.
-Pasa, me alegra mucho tener visita.- Chloe miró de soslayo su pierna enyesada y luego miró su vientre hinchado. El sonido de las máquinas comenzó a ponerla nerviosa.
-¿Cómo se siente?
-Mucho mejor. Eres la primera persona que me visita además de la policía, claro está. ¿La clase está bien en mi ausencia?
-Supongo, yo… no fui el día de hoy. No me sentí bien.- la señorita le sonrió y estiró su mano a ella.
-Muchas gracias por todo, Chloe. Mi bebé y yo te agradecemos por habernos salvado de…- calló de repente, tardando en volver a sonreír.- Bueno, de este horrible incidente.
-No hice nada. Fue usted quien me cayó encima.
-No seas modesta. Usualmente te hubieses quitado pero tú me sujetaste y procuraste por mi bebé.
-¡Ja! Claro, ¿ahora soy una heroína?- la dulce sonrisa de la profesora le desarmó.
-Chloe, para mí eres una heroína. No importa lo que digan los demás o tus acciones pasadas, por algo existe el futuro, es incierto pero lo forjamos con nuestro presente. Eres muy valiente y tienes más fuerza y agallas que muchos otros. Y estoy segura que harás algo bueno.
Agallas. Chloe casi quiso reírse.
No tenía agallas, estaba aterrada, no quería estar involucrada en lo que fuese que pasase porque si lo hacía estaría acabada. Cuando llegó la comida del hospital lo usó como una excusa para cambiar de tema. Prefería mil veces salvar su pellejo que salvar el pellejo de Dupain-Cheng.
…
Las copas tintinearon al chocar.
-/¡SALUD!/
Todos chocaron las copas y rieron. Estaban en la casa de Claude y los pequeños ya estaban dormidos por lo que tampoco podían emocionarse.
-Mañana es el día. No puedo esperar.- expresó Zoe controlando su entusiasmo, sus mejillas ya estaban un poco rojas.
-Un crucero es la mejor forma de recargar energía después de lo ocurrido. Felicidades Bridgette.- levantó su copa Claude.- Siempre he sabido que eras milagrosa.- Luka sonrió tras su copa de vino y Bridgette se sonrojó.
-Por favor, lo único milagroso es tener a buenos amigos como ustedes.
-Bien, bien, abramos otra botella para celebrar.- dijo Kagami sacando una botella de fino vino.- Quiero probar esta pequeña joya.
-Pensé que traerías algo de sake.- dijo Luka y ella rodó los ojos.
-El sake es fuerte, pero el vino es más rico.
-¡Salud por eso!- exclamó Zoe y Juliet tuvo que pedirle que bajara un poco la voz.
Tras beberse otras dos botellas todos partieron a sus hogares esperando despertar a tiempo al día siguiente.
-¿Estás segura que no quieres que te llevemos?- preguntó Luka a Bridgette.
-No estoy tan borracha.
-Pero Brid… Lila todavía está libre.- le recordó Luka con seriedad.- No deberías ir sola por las calles.
-Luka, estaré bien. No está lejos mi piso, además, Zoe te necesita más.
-¡Luuuuka! Tengo problemas para abrocharme el cinturón. No, espera, ¡es mi sostén!- gritó Zoe desde el auto y luego comenzó a lanzarle besos al aire.
-Vale, pero llama, estaré al pendiente.
-Sí, capitán. Cielos, eres igual que tu madre.- Luka rio y entró en el auto yéndose del lugar.
Bridgette caminó por las calles bien iluminadas, o al menos la mayoría. La fresca brisa acarició su piel y sentía sus mejillas calientes. Comenzó a tararear una vieja canción que siempre le gustó cuando era joven.
Miro los días con melancolía pura,
El recuerdo de aquel día en mi mente aún perdura.
¡Mi corazón aún no te puede olvidar!
Aquella mirada esmeralda me hace soñar.
¿Tú piensas en mí?
¿Qué soy para ti?
Acércate a mí,
¿Es que no ves que estoy aquí?
Te veo marchar.
Me quedo atrás.
Reúno mis fuerzas para sonreír sin más.
No me ves
Y no sé qué he de hacer.
Pero aun así
No me voy a rendir.
Quiero mostrarte mi yo de verdad,
Y esta máscara algún día podré retirar…
Y al fin lo sabrás.
Casi sintió deseos de llorar al recordar esa noche en la que Chat Noir le dejó. ¿Por qué de repente le dolía? Rayos, no era agradable estar borracha. Suspiró y siguió su camino hasta que una brillante mirada esmeralda apareció en una esquina oscura haciéndola ahogar una exclamación.
-Tienes una buena voz.- respondió la figura que aguardaba y se dejó ver al acercarse a una luminaria.
-¿Chat Noir? Mierda… no estoy para estas cosas.- dijo tomándose la cabeza.- ¿Qué quieres? ¿Hubo otro asesinato y quieres culparme? Con gusto caminaré a la jefatura con tal de que me dejes de joder la existencia.
-¡Lenguaje!
-Púdrete.- le pasó de largo, Chat no hizo nada para detenerla pero bastaron dos palabras para detenerla.
-Lo siento…- dijo dejándola clavada en su sitio.- Sé de la investigación, de tu inocencia y de los abusos que pasaste. Créeme que si pudiera regresar el tiempo haría lo que fuera para ayudarte. Quiero hacer algo para enmendar mi error. Bridgette, yo…
-¿Sabes todo?- le preguntó con voz fría girándose lentamente hacia él, sus ojos azules parecieron brillar en la oscuridad.- ¿Me estás jodiendo?- preguntó para luego echarse a reír. Lágrimas comenzaron a caer de sus ojos.- ¿Sabes por lo que pasé? ¿Por las torturas, violaciones y ataques que sufrí?- sus manos señalaron su cuerpo.- ¿Has vistos TODAS mi cicatrices? ¿Sabes todo el dolor que tuve que soportar diariamente? ¿Sabes cómo me violaban los guardias y las reclusas con cualquier objeto que pudieran introducir en mí? ¿Sabes que quedé embarazada y frente a mí mataron a mi bebé y luego lo hicieron puré frente a mí para luego echar sus restos en mis manos? ¡¿SABES TODO ESO?!- gritó casi fuera de sí. Chat Noir se quedó frío, pálido al escuchar todo eso.- No… tú sólo sabes lo que hay sobre la superficie. Y nada de lo que hagas podrá arreglar esto.
-Bridgette, yo…
-¡NADA!- interrumpió lo que iba a decir.- Nada justifica lo que todos me hicieron.- las lágrimas mojaron por completo su rostro y no se molestó en limpiarlas.- Hay errores que no se pueden enmendar, y tendrás que vivir con eso, así como yo deberé vivir con lo que me pasó.
Chat Noir se dio cuenta que también estaba llorando cuando sintió sus lágrimas rodar por sus mejillas. La joven se dio la vuelta sin mirarle, marchándose de allí musitando apenas una despedida. En ese momento ambos maldijeron en silencio tras sus corazones heridos.
Chat Noir se culpó a sí mismo y a Lila.
Bridgette culpó al alcohol…
Era el momento que pagaran por la sangre derramada.
…
Cuando abrió los ojos vio el horizonte de la ciudad de Paris donde el sol apenas y empezaba a asomar en una delicada línea. No entendía qué hacía allí o por qué.
-¿Es hermoso, no?- al volverse vio a Ladybug sentada a la orilla de… ¿dónde estaban?- Estamos en la Torre Eiffel.- explicó ante su confusión y se levantó de su lugar sin dejar de mirar el pronto amanecer.- ¿No es hermoso? A pesar de la contaminación que hay todavía el astro rey comparte con nosotros este hermoso regalo.- miró a Lila de reojo.- Así también como lo es la vida. La vida es un regalo precioso, pero tú has hecho que muchos resintieran de ese regalo con tus malditas acciones.
-¿Qué vas a hacer?- preguntó mirándola con odio e intentando mover sus brazos cuyas muñecas estaban encadenadas al piso
-¿Todavía tienes esa mirada insolente? Vaya cosa, tal parece que a pesar de todo sigues sin arrepentirte de tus acciones.- Lila espabiló y habló a pesar del dolor que recorría su cuerpo.
-S-Sí lo siento… lo siento, lo siento, de verdad que siento todo. Por favor… por favor, d-déjame ir. Prometo no hacer daño a nadie más… por favor, por favor, déjame vivir.- suplicó entre lágrimas, lágrimas verdaderas por el dolor pero no de verdadero arrepentimiento. Ladybug lo supo.
-Siempre me he preguntado si lo que está mal en las personas es su corazón.- dijo poniéndose frente a Lila impidiéndole seguir viendo el amanecer.- Ahora no creo que el problema fuera tu corazón podrido, sino tu cabeza… déjame ver qué hay adentro.
Fue un rápido movimiento, la tomó del cabello y alzó su yoyo hasta lo alto de su cabeza para con este golpearla justo al inicio del nacimiento del cabello donde días atrás pasó el soplete y la carne estaba blanda.
En esos momentos, las noticias matutinas se vieron interrumpidas por una transmisión casera en la que aparecía el cuerpo magullado de Lila Rossi, y una voz distorsionada hablaba.
-Hola a todos. Creo que muchos reconocerán a la persona que está aquí. Lila Rossi ha hecho muchas cosas malas, cosas que ni la policía sabe. Dime Lila, todos tus pecados. Díselos a todos.
-¡Púdrete perra!- recibió una descarga potente de una vara de electrochoques. Fue justo en el cuello y le dejó una marca oscura.
-¿Lo quieres entre las piernas? Te lo meteré hasta que te corras como la perra que eres.
-¡Vale! ¡Lo haré! ¡Lo haré!- dijo con lágrimas en sus ojos.
-Bien. Confiesa.
-He desprestigiado a muchos en el camino… había una chica de la universidad, Rochell no sé qué…
-Si no los recuerdas, no hables de ellos.
-¡Vete a la mierda! ¡AAAAGH!- recibió una descarga en su vientre y tras unos momentos le dejó, tardó un poco en recuperarse.- M-Mandé a un grupo de chicos que la violaran porque iba a quedarse con una plaza en Milán y YO merecía esa plaza.
Toda la gente que veía eso estaba horrorizada. Los Agreste que apenas y se levantaron estaban viendo aquello y Félix vio el pobre estado de Lila pensando en las múltiples torturas que de seguro tuvo que haber pasado.
-Sigue.
-T-También había un profesor, el muy maldito me dijo que no tenía talento y… y… iba a reprobarme. L-Le acusé de abusar de mí. Hice que se suicidara cuando todo el mundo supo de ello porque alguien lo publicó en la red por mí.
-Vaya, me pregunto quién lo hizo.- habló con sarcasmo.- Sigue por favor.
Mientras tanto en la televisora intentaron ver de dónde venía la señal pero nadie sabía nada. Alya despertó a su esposo que estaba cansado de una larga noche y cuando vio lo que se estaba transmitiendo su sueño voló lejos.
La sangre comenzó a brotar más y más de la frente de Lila, con cada golpe que daba y pequeños pedazos de carne también caían.
Allegra que se despertó por el sonido de su teléfono vio el mensaje de Alya y encendió la televisión.
-También… También corté los frenos de una profesora al final de la carrera, haciendo que atropellara a un grupo de gente… fue a prisión por eso, arreglé que nadie se enterase de los frenos cortados.
-Usando la influencia de tu familia.
-S-Sí…
Otro choque eléctrico fue justo directo en su seno, haciéndola gritar.
-¿Quién más?
-¡Amenacé a la antigua diseñadora en jefe de Gabriel! La drogué y la fotografié en poses sexuales… renunció y me dejó como recomendada. Y a un diseñador que quería mi puesto lo seduje, lo hice subir a la azotea de su edificio, y tras emborracharlo lo empujé porque sabía que desde arriba estaban pensando en sustituirme por él…
Retiró la sangre que había salpicado hacia su rostro. Lila apenas y estaba consciente, tampoco le había pegado tanto.
-Hey, despierta.- la bofeteó y al ver que no respondía sacó de su cinturón una jeringa de adrenalina que había preparado en esa clase de situaciones. Lila reaccionó y Ladybug sonrió, metiendo sus dedos en el agujero que había estado abriendo.- Oh, estoy empezando a ver algo.
-¡AAAAAAAAAAAHHH!
-No te muevas, el cirujano está trabajando…
-Ve más atrás.- ordenó la voz.- Di lo que mandaste a hacer a Bridgette Dupain-Cheng.
-… Arruiné su vida.- confesó mirando a su torturador fijamente.- Hice que sus amigos la dejaran, que la expulsaran, le quité sus sueños, hice que la encerraran por un crimen que no cometió y ordené que la torturaran, la violasen… incluso cuando tuvo un bebé y me informaron ordené que despedazan al crío frente a ella. Pedí que la mataran antes de cumplir sentencia, pero tal parece que fue lo único que no pudieron hacer… esos inútiles de mierda.- musitó a lo bajo pero el volumen se subió en esa parte para que todos escucharan.
La gente escuchaba todo eso, aún sin su televisor puesto había altavoces en la Torre Eiffel y pantallas de la ciudad que estaban conectadas a las transmisiones de esta. Todo el mundo lo estaba escuchando quisiera o no.
En la estación de trenes, los amigos estaban reunidos mirando aquello desde sus celulares. Habían llegado un poco tarde debido a la noche de copas y apenas acababan de cambiar sus boletos para el siguiente tren pero estos escaparon de los dedos de Luka que veía la grabación desde el celular de su novia.
Lila gritó, se removió y al fin Ladybug pudo abrir el agujero que quería observando algo que creía era su cerebro. Del suelo recogió un frasco de cristal que Lila no había notado, mostrándoselo para que leyera lo que tenía escrito en la etiqueta: ácido sulfúrico.
-No es vino caro como a ti te gusta, pero estoy segura que le encontrarás un regusto más que fuerte.- la sonrisa que le dio aumentó al ver la expresión de Lila horrorizada al ver como abría el frasco. No era una idiota, sabía lo que hacía eso.
-N-No… ¡NO! ¡NO LO HAGAS!
-¡Salud!
Clavó la boquilla de la botella con fuerza en ese agujero y se fue vaciando poco a poco dentro de ella, podía ver su expresión de dolor, sus gritos que llamaron la atención de los pocos transeúntes y guardias en la zona, y cuando al fin el contenido se vertió pudo ver con regocijo su sangre fluir como espuma por sus ojos, su nariz y su boca, su cuerpo entero tembló en espasmos, hasta que por estos salió en abundancia como un batido su cerebro y sus ojos deshechos.
La transmisión venía de la Torre Eiffel, Chat Noir había recibido el mensaje y se había encaminado hacia ese punto con un sentimiento de incertidumbre y horror en lo más hondo de él. Algo le decía que sabía muy bien quién era el culpable, y cuando llegó vio un espectáculo más que horroroso, que no se comparaba con los crímenes anteriores… Lila estaba desnuda e hincada en el suelo, su cuerpo desnudo tenía las claras marcas de tortura, cortes, quemaduras, incluso pudo notar la clara falta de carne en la punta de sus dedos como si alguien le hubiese arrancado las uñas con casi toda la carne, pero lo que era su cráneo… una parte de ese estaba hundido, no tenía ojos, su boca estaba abierta dejando lo que quedaba de la lengua colgando fuera de esta y el olor nauseabundo de la sangre, la carne y los químicos inundaba el aire penetrando en sus fosas nasales, más fue la escena en sí que lo hizo vomitar lo poco que tenía en su estómago. Cuando miró hacia arriba vio el símbolo de Ladybug pintado en una pancarta con lo que estaba seguro era la sangre de Lila.
-Dios… oh Dios, ¿cómo pudo hacer esto?- se preguntó culpándose por haberle retirado la vigilancia a Bridgette, porque ¿quién más pondría tanto énfasis en lo que le pasó en esos quince años?- Hay que detenerla… debo… debo…
-Esto sí que no se ve bien.- dijo alguien detrás de él. Chat Noir se congeló, cuando al volverse vio a Ladybug mirando la escena. Ella le sonrió dulcemente.- Hola, Chaton.
-¿L-Ladybug?
-La misma. ¿O es que a pesar de los años no me reconoces?- este se acercó lento a ella pensando que podría desaparecer en algún momento para después abrazarla con fuerza suprimiendo los deseos de llorar.
-No puedo creer que seas tú. No sabes cuánta falta me has hecho todos estos años.
-No aprietes tan fuerte. Creo que he llegado en el momento preciso.
-Sí, lo siento.- se separó de ella aliviado de tenerla con él.- Me tendrás que decir dónde estuviste todos estos años.
-Vale, pero primero lo primero… Oh, cielos. Qué desastre.
-Mi lady, creo saber quién hizo esto.
-¿En serio?
-Sí. Estoy más que seguro que fue Bridgette Dupain-Cheng.
-Oh… ¿por qué crees eso?
-Por venganza. Quería vengarse de todo lo que le hizo Lila, por eso la asesinó, así como a los que la torturaron todos estos años.
-¿Pero qué hay del símbolo?- le señaló y este frunció el ceño.
-No lo sé, tal vez una forma de burla, dudo mucho que quería que aparecieras.
-Ya veo.
-Tenemos que detenerla lo antes posible. No debe de estar lejos. Hay que entregarla a las autoridades o… podría lastimar a otra persona.
-Pero Chat… yo hice todo esto.- sus palabras congelaron su sangre en un segundo.
-¿Qué… dijiste?
-Yo hice todo eso. Yo maté a todas esas personas, yo maté a Lila, y esta es mi firma. Pensé que lo sabrías- Chat Noir no podía creer lo que escuchaba, ¿estaba escuchando mal? ¿Esto era una broma de mal gusto?
-Mi lady, no digas ese tipo de cosas. No es gracioso.- ella exhaló una risa cantarina.
-Pero si es la verdad.- se acercó al cuerpo de Lila y luego se volvió sobre sus talones.- Yo hice todo eso, hice esto, y también hice que tú mataras a ese hombre. ¿O acaso no fuiste capaz de ver tras esa pequeña trampa? Por favor, Chat Noir, hicimos ese truco muchas veces, era demasiado obvio.
Él comenzó a negar con la cabeza, sintiendo que temblaba de los pies a la cabeza.
-No… No es verdad. Tú nunca harías eso.
-Creo que no me conoces bien.- habló un poco pausada poniendo su dedo sobre su mentón, retirando de esta parte de un adhesivo que ocultaba una marca.- Porque si me hubieras conocido bien hubieses sabido que no sería capaz de hacer algo tan horrible en el pasado, que fue una casualidad enorme que cuando mi yo civil desapareció también lo hizo Ladybug, que pasé noches enteras esperando por una visita que nunca llegó, y que esta ciudad, y muchos de quienes consideré mis aliados me dieron la espalda, no sólo por culpa de esta mentirosa, sino porque NO me conocían bien.- quitó el adhesivo mostrando su cicatriz.- Mis manos no son las únicas manchadas de sangre. Las manos de cada persona de esta ciudad tienen las manos manchadas desde hace quince años.- luego, ante la mirada estática de Chat Noir, pasó su dedo por el antifaz, desapareciéndolo en el acto.
-B-Bri-Bridgette….- ella sonrió ampliamente alzando un poco su barbilla, mostrándole la más pura e insana locura en sus ojos.
-Ya no más, chaton.- dijo retirando con facilidad las cadenas que aún tenía el cadáver de Lila, lo tomó y sin más lanzó de la Torre Eiffel como si fuese una muñeca de trapo, abajo se escucharon los gritos de las personas.- Bridgette y Ladybug ya no existen, puedes llamarme Mort Rouge. Y tú vas a caer junto con esta ciudad ¡que teñiré de rojo hasta las entrañas!
Él no lo podía creer, no podía ser cierto. El destino no podía ser tan cruel. Su cuerpo entero tembló, quiso vomitar de nuevo. Y ante el shock de Chat Noir ella se abalanzó contra él y en ese momento él sintió un agudo dolor que le hizo gritar más fuerte que las personas que vieron el cadáver caer.
…
Shadow Moth había propuesto a su colega verse en un sitio no muy lejos de su guarida, estaba en los túneles del subterráneo, en una fracción que estaba abandonada desde hacía muchas décadas atrás. Miró el relicario con la fotografía de su amada un momento antes de guardarlo y recordarse que muy pronto tendría el poder para regresarla a él.
El sonido de los pasos llamó su atención y al volverse vio a Mort Rouge.
-Justo a tiempo.
-¿Qué puedo decir? Soy una persona puntual.
-Puesto que fuiste tú la que propuso este encuentro, dime, ¿qué es lo que quieres?- ella torció la boca un momento y juntó las yemas de sus dedos pensativa.
-Verás, he estado cumpliendo con mi parte del trato. Ayudandote a conseguir los miraculous, pelear junto a tus akumas y sentimonstruos, incluso he puesto algo de trabajo con respecto a la akumatización que quieres realizar con esa chiquilla, pero tú… no has hecho nada por mí.- su expresión se oscureció al decirlo.
Shadow Moth sonrió confiado.
-Me has ayudado porque has querido. Y yo no tengo por qué cumplir con mi parte del trato si tú eres la que me oculta cosas. Como por ejemplo quién eres, o de qué tiempo eres.
-Oh, parece ser que alguien ha hecho la tarea.- se burló riendo entre dientes.
-No lo olvides. Te tengo bajo mi poder. Si bien quisiera podría hacer que mis pequeños sentimonstruos te electrocutasen hasta el hartazgo, pero te necesito con vida para cumplir mi propósito. Así que quiero respuestas. ¿Quién eres?
La sonrisa de Mort Rouge era tenue, y de repente cambió a una más grande. En un segundo, ella hizo aparecer su yoyo en su costado y lo lanzó hacia el villano que fue atrapado por el arma que reconoció al instante
-¡Ugh! Esto… Eso no puede ser.- dijo incapaz de moverse, la villana se acercó y golpeó su rodilla escuchando un claro sonido del hueso al separarse de la unión.- ¡AAAAGH!
-La realidad es más impresionante que la ficción. Y ahora, quiero ver quién está detrás de la máscara. La última vez no pude ver tu cara porque tuviste la maldita osadía de cortarte tú mismo la cara hasta ser irreconocible.- tomó el miraculous del pavo real primero y se lo quitó, liberando a Duusu y así quitándole la mitad de su poder a Hawk Moth.- Así está mejor, ya no tienes nada contra mí, puedo sentirme libre de tus parásitos.- Hawk Moth intentó zafarse pero bien sabía que se hilo era indestructible. Intentó tomar su daga pero ella le ganó.- Ah-ah~. Nada de juguetitos filosos. Te puedes cortar.- dijo para después apuñalar su otra pierna.
-¡AAAAAAAGH!
-No hablaste a pesar de mis torturas, gritaste tanto que casi me dejaste sorda y al final tuve que eliminarte.- rio un poco con la frase más luego sujetó el miraculous de la mariposa.- Pero ahora, podré saber por qué te empeñaste tanto en ayudar y ocultar la identidad de Chat Noir. ¿Quién… eres?
Y tras esas palabras le quitó el miraculous revelando al hombre detrás de la máscara.
….
Y… esperamos que les haya gustado! Gracias a todos por leer! La canción que Bridgette canción es la versión en español de In The Rain, puede encontrarla en youtube. Y ya pues sin más qué decir además que no se desquiten en los reviews ni lancen tomatazos porque se les advirtió de antemano… UN ABRAZO! UN GUSTAZO! Y HASTA LA SIGUIENTE!
