Hola a todos! He aquí traemos el siguiente capítulo de esta historia, cada vez más cerca de su final, no sabemos cuántos capítulos faltan pero esperamos que les guste. Ya puestos en esto y esperando nuevas noticias miraculous… COMENZAMOS!
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Advertencia: Se solicita discreción al siguiente contenido. Puede contener situaciones no apta para personas sensibles.
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Capítulo 18.
Uniendo hilos.
Chat Noir retrocedió con la mano en su herida. Vio con absoluto terror a Ladybug, no, Bridgette, que tenía en su mano su ojo o al menos lo que quedaba de él.
-Ups, lo siento. Pensé ayudarte un poco puesto que parecías no poder soportar ver la verdad.
El héroe miró a la que fue su compañera de aventuras, su compañera de clases, su amiga e interés amoroso, en su cabeza todo eso se unió en un todo dándose cuenta de la verdad, ella siempre fue todo pero ahora no lo era.
-B-Bridgette… por favor, aún no es tarde… podemos arreglar esto.
-¿Disculpa? Hace un momento ibas a entregarme a la justicia. Ah, pero espera… todo cambia porque ahora sabes que yo soy Ladybug, ¿no? ¡Qué patético eres!- rio haciendo hacia atrás un mechón de su cabello.
-Y-Yo no sabía… te juro que de haber sabido…
-¿Qué? ¿Me habrías defendido? ¿Me hubieras ayudado a salir de prisión? Dime, ¿qué hubieras hecho por mí?- ella sonrió con amargura.- Todas esas noches que ibas a mi casa no fueron nada para ti, ¿no es verdad?- dejó caer los restos del globo ocultar y comenzó a acercarse a él lentamente al tiempo que él también retrocedía.- Mi familia te recibía con los brazos abiertos, con postres y dulces sólo para ti, estuviste en la misma mesa que ellos, y yo fui tu confidente cuando tenías algún problema… pero al final no te importó nada, no te importó mi familia, nunca te importé.- expresó con acritud.- Ni siquiera pensaste… ni por un segundo… que pude ser inocente.- su voz se volvió más y más tensa.- Mi familia se rompió, desapareció, y todos esos momentos fueron olvidados. ¡Tú y todos me los quitaron!
Tras aquel grito su expresión se oscureció asustando más al felino.
-Pecar de ignorancia nunca fue una excusa.
Chat Noir intentó encontrar las palabras pero nada pudo salir de su garganta. El dolor de su pecho era mayor que el dolor en su cuenca. Le había fallado considerablemente. Recordó su pasado, su yo joven que no quería verse envuelto en problemas por culpa de su torpe compañera, pensando egoístamente en sus propias preocupaciones y en su desilusión cuando no dudó ni un segundo en la culpabilidad de ella por su supuesta obsesión hacia él. Había cometido un grave error y eso no podía arreglarse.
Lágrimas cayeron de su ojo que hacían un matiz extraño con la sangre que caía del otro lado.
-Perdóname…- dijo con voz ahogada.- Perdóname… fui un tonto, un cobarde, nunca debí hacerte daño. Por favor, Ladybug, Bridgette… por favor, perdóname.
Sus sollozos no significaban nada para ella, que no podía verlo más.
-Ahora soy Mort Rouge. Quiero saber quién está bajo la máscara.- dijo tomando su yoyo.- Sé que para quitarte el anillo necesitabas un beso de amor de mi parte, pero creo que prefiero cortarte la mano para hacerme de tu miraculous.
Tras decir aquello atacó lanzando su yoyo contra él que apenas pudo reaccionar al entender sus palabras. Ya no había más que decir en ese momento. Ella iba a matarlo y él sentía aquello como una justa retribución, pero que no estaba dispuesto a pagar.
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Retrocedió un paso cuando vio a la persona frente a ella. Gabriel Agreste en persona, algo de inmediato le molestó.
-¿Tú? No lo puedo creer. El acaudalado y famoso Gabriel Agreste es el villano de Paris.
-¡Suéltame en este momento!
-Oh, no lo creo.- dijo con una media sonrisa.- Creo que ahora entiendo muchas cosas.
Ahora entendía tanto favoritismo a Lila, tantos desplantes por su trabajo, incluso cuando le robaron la libreta y sus diseños. Él mismo debió saberlo todo y sólo ayudo en hundirla más y más hasta olvidarse de ella.
«De seguro quería akumatizarme»
Era lo más lógico. Después de todo cuando Shadow Moth dejó de atacar la ciudad por la desaparición de Ladybug, Bridgette todavía se mantenía íntegra ante todo. Un atisbo de ira surgió y su pie se retorció sobre la herida. Gabriel apretó los dientes para no gritar.
-Me dejaste olvidada hijo de perra. Incluso si hubieses logrado tu cometido ya me habían condenado y destruido mi vida. ¡Y tú la ayudaste!- un chorro de sangre salió de la herida, había reventado una vena y esta vez él no pudo evitar gritar.
-¡AAAAH!- dejó de lastimarlo y le dio la espalda murmurando qué hacer.
-Esto cambia mucho las cosas. Iba a torturarte para que me dieras información pero ahora sólo quiero matarte.- expresó con cierta emoción y se volvió hacia él regresando por sobre sus pasos.
-Esto no se va a quedar así, perra psicótica.
-Oh, querido. ¿No lo ves?- acunó su rostro entre sus manos y acercó su rostro al de él, sonriendo ampliamente.- Soy tu más grande creación.- sus pulgares pasaron muy cerca de sus ojos, listos para clavarse sobre de estos pero la puerta de la habitación se abrió y un bastón fue contra ella. Tuvo que alejarse y retraer su yoyo, viendo a su Chat Noir entrar al lugar.
-Sorpresa.
-¿Tú?- miró a Gabriel y regresó a verle de vuelta.- ¿Con él? ¡¿De nuevo?!
-¿Qué puedo decir? Tenemos cierta atracción fatal.- un breve silencio se hizo en el cuarto.- Muy bien, admito que eso no se escuchó nada bien.
-¡Igualmente van a morir los dos aquí mismo!- pero antes de abalanzarse contra el felino Natalie apareció con un extintor lanzándole un chorro de nieve carbónica que la dejó ciega unos momentos. Mort Rouge tosió tardando un poco en recuperarse, y cuando su visión se aclaró vio que el trío ya no estaba.- ¡LOS ASESINARÉÉÉÉÉ!
Su grito fue escuchado por todo el lugar, sabiendo que la tenían cerca llegaron hasta la entrada de la guarida secreta y subieron al ascensor. Gabriel que era cargado en la espalda de Chat Noir le miró con odio.
-¿Cómo es posible que escaparás?
-Yo no escapé, me liberaron.
-¿Cómo?- tras un momento de claridad se volvió a Natalie.- Natalie, ¿cómo pudiste traicionarme?
-Mejor cállese o le daré un bofetón en este mismo momento por idiota.- Gabriel se quedó sin habla al escuchar a su propia asistente amenazarlo con golpearlo. De repente el ascensor comenzó a temblar.
-Mierda.- musitó Chat terminando por destruir con su bastón y garras el techo del ascensor y sacarlos de allí, llegando hasta el templo donde Emilie estaba. El ascensor cayó hasta el fondo como si alguien lo hubiese jalado. Chat Noir se puso en posición pero sintió un fuerte mareo que le hizo hincarse al suelo. No estaba en estado para pelear. Pronto apareció del hueco del ascensor Mot Rouge usando el miraculous del tigre, moviendo sus garras con cierta lentitud premeditada.
-Debiste pensar que no escaparían tan lejos…- miró el lugar y en ella se vio reflejada la sorpresa.- ¿Qué lugar es este?- fue que miró la cúpula en el fondo bellamente rodeada de flores.- Esa es… entonces para eso querías los miraculous. Para revivir a tu esposa.- dijo mirando a Gabriel que estaba apoyado en Natalie.- Eres un maldito infeliz.- habló con claro cinismo.- ¿Sabías que si pides un deseo tendrás que pagar un precio equivalente a lo que deseas? ¡Oh!- ocultó su sonrisa detrás de su mano.- Tal vez si lo sabías, pero ¿qué importa dejar a uno de tus hijos en su lugar? Después de todo bien podrías tener más hijos. Supongo que es más placentero follar con tu esposa que cuidar de tus engendros.
-Suficiente.- declaró Chat Noir recobrando al fin algo de sus fuerzas e ignorando la indignación que su padre reflejaba.- No dejaré que sigas con esto.
-Inténtalo, chaton. Pero sabes que no tienes posibilidad contra mí.
-Déjame decirte que en esto te equivocas. Me he entrenado mejor en este tiempo que en el anterior.- atacó con su bastón partido en dos. Mort Rouge bloqueó sus ataques chocando sus garras, acero contra acero.
Natalie necesitaba sacar de allí a Gabriel de alguna forma pero el ascensor estaba destrozado y no había otra forma de salir. Lo único que podía hacer era esperar que él los sacase. Se sintió inútil sin un miraculous y con su salud que todavía no era la más óptima. Fue que recordó el sistema de seguridad y sentó a su jefe mientras rebuscaba entre sus ropas el control que controlaba el sistema.
-¿Qué haces, Natalie?
-Buscando lo que podría ser nuestro boleto de salida.
Una patada hizo retroceder a Mort Rouge unos momentos y Chat aprovechó para arremeter contra ella, casi lanzándola a la orilla del puente. De verdad que había mejorado. Estaba listo para rematarla pero de nuevo sintió el fuerte mareo y tuvo que sujetarse del barandal. La transformación terminó sin poder decir algo y Plagg miró a su portador preocupado.
-Chico…
-Plagg…- pero Plagg sabía que su portador estaba mal por culpa de su viejo.
-¿Tú?- la voz de Mort Rouge fue casi un susurro. Ella se levantó y se quedó en su sitio sin dar crédito a lo que veía.- ¿Félix?...- todo su cuerpo tembló mientras sus recuerdos la golpeaban con fuerza. Félix como su mayor amor, Chat Noir como su amigo y compañero, ambos tan distintos, ambos siendo el mismo… una persona que la condenó el doble que todos.- T-Todo este tiempo…- habló con voz temblorosa mientras sentía que las lágrimas se agolpaban en sus ojos.- Fuiste tú. ¡TÚ!- algo se quebró en ella, si pensaba que su mente ya estaba rota, ahora sentía que estaba hecha añicos… una risa extraña salió desde lo profundo de su ser y dejó que las lágrimas salieran de sus ojos.- No lo puedo creer. ¡El destino sí que puede ser una perra! Extraño, ¿no? Yo te confesaba mi amor cuando eras Félix y me rechazabas sin más, y yo hacía lo mismo cuando era Ladybug y tú Chat Noir. ¡Qué ironía!- dijo llevando sus manos a su cabeza y jalando parte de su cabello.
Félix la miró por completo desconcertado, era la primera vez que la veía así, si bien era cínica y cruel, ahora se veía desorientada y más rota que antes. ¿Así se veía él cuando descubrió la verdad ese amanecer cuando todo comenzó?
El sistema de seguridad se activó, las luces rojas inundaron el lugar, misiles y armas aparecieron y los láseres apuntaron a Mort Rouge.
-¡Félix!- gritó Natalie para que se alejara de ella.
Todas las armas fueron disparadas, Félix dio un salto hacia atrás y se cubrió lo más que pudo mientras las explosiones comenzaron una tras otra. Mort Rouge salió de una nube de humo tras haber esquivado de último segundo los misiles. Con ayuda de su yoyo se columpió hasta el techo del lugar y todo el ataque de fuego fue dirigido hacia arriba, los escombros comenzaron a caer. Mort Rouge se las arregló para que las mismas armas se destruyeran a sí mismas y al final que ya no había armas cayó frente a la cúpula de Emilie.
-Pensé que te había asesinado junto con tu hermano en aquel accidente de tren. Pero tal parece que me equivoqué.- tocó la cúpula y Gabriel gritó.
-¡No la toques! ¡TE LO PROHIBO!
-Desde el principio era tu destino traicionarme.- lo señaló con rabia ignorando los gritos frenéticos de Gabriel.- Así ya estaba escrito, fuese que atrapásemos a Hawk Moth o no, tú ibas a traicionarme.
-No, no es así.- intentó hacerla razonar.
-Entonces de haber tenido la oportunidad, ¿me hubieses elegido a mí o a tu madre?
-¡Te hubiese elegido a ti! ¡A ti! Porque mi madre nunca hubiese querido que todo esto pasara.- su voz hizo eco en aquel lugar, y cuando este se desvaneció ella exhaló una leve risa.
-Mentiroso.- alzó su puño al aire.- Dile adiós a tu madre otra vez, ¡Colisión!- saltó hasta el techo y todo este fue destrozado y un gran pedazo de este iba a caer sobre la urna.
-¡EMILIE!
-¡PLAGG, TRANSFORMAME!- volvió a ser Chat Noir y se impulsó hacia la urna de su madre.- ¡CATACLYSM!- apenas y tocó el enorme pedazo del techo este se deshizo así como otras partes unidas a este, no sólo salvando a su madre, sino sin saberlo destruyendo más de la cuenta, como el soporte principal.
En ese momento Adrien, Félix y Gorila recién llegaban. Félix había notado una pequeña caja que tenía el sello de los Dupain-Cheng asomar por la mochila de Adrien que parecía ansioso, por lo que esperaba que algo bueno hubiese pasado.
-Félix, ¿puedo ir contigo al ensayo?
-¿Por qué?
-Mmmm… es que quiero hacer algo y no creo poder hacerlo entre las lecciones.
-Vale. Deja le pregunto a Natalie.- de repente la casa entera tembló. Gorila sujetó a Adrien mientras que Félix se sujetó de una de las columnas.- ¿Qué rayos fue eso?- el sonido del suelo romperse llamó su atención y notó cómo las finas baldosas del suelo se resquebrajaban desde debajo de la puerta de la oficina de su padre.- ¡Padre!- empujó la puerta pero se detuvo en la entrada al ver el enorme agujero que había allí. Hasta Adrien y Gorila se quedaron boquiabiertos.
-¿Papá iba a agrandar más la casa?
-No lo creo…
Félix miró el fondo del agujero y lo que vio lo dejó frío. Vio a su yo del futuro, a Natalie, a su padre, pero sobre todo vio a Mort Rouge. Estaba tan concentrado en lo que había en el fondo que no pudo sentir cómo el suelo bajo sus pies terminaba por destruirse.
-¡AAAAAH!- gritó Adrien mientras caía junto con Félix y Gorila que no pudo sostenerse de ningún lugar. Gabriel y Natalie vieron a los jóvenes caer.
-/¡NO!/
Félix sin embargo sabía lo que tenía qué hacer.
-¡Plagg, Transfórmame!- el kwami fue absorbido por el anillo y Chat Noir sujetó a Adrien bajo su brazo y a Gorila del saco haciendo las acrobacias suficientes para hacerlos caer sanos y salvos.- ¿Están bien?
Adrien que había cerrado sus ojos los abrió poco a poco mirando que quien le sostenía no era su hermano, sino que era Chat Noir.
-¿Félix?- el héroe sonrió sin notar que detrás de ellos su padre parecía tener una expresión de shock perpetuo. Natalie había salvado al Chat Noir del futuro, Natalie le había llamado Félix hacía unos momentos, y ahora su hijo aparecía y se transformaba frente a él... estaba seguro que la cabeza le explotaría ante la verdad que tenía frente a él. Chat Noir siempre fue su hijo.
-¡AAAAH!- el grito del adulto Chat Noir llamó la atención de todos. Mort Rouge se las había arreglado para sujetarlo desde atrás con una llave y parecía a punto de romperle el cuello pero el joven Chat Noir dejó a Adrien a Gorila y fue en su ayuda, saltando sobre los restos y así tomar impulso para caer detrás de la villana y con su bastón ahogarla. Ella tuvo que soltar al adulto, no sin antes alejarlo con una patada para sacarse de encima al más joven lanzándolo hacia su versión adulta.
-¿Piensan que pueden detenerme? Inténtenlo~ ¡PERO ESTE LUGAR SERÁ SU TUMBA!- lanzó su yoyo pero para sorpresa de los presentes alguien más golpeó este, regresándolo en contra de la mujer de rojo y a la que casi le da en la cara.
Natalie se veía exhausta pero dispuesta a usar la larga varilla de acero que blandía como un bate.
-No te voy a dejar que les toques un solo cabello de sus cabezas a mis niños, bruja psicótica.
Tenían que decir que estaban más que sorprendidos por las palabras de Natalie, sin embargo también estaban más que conmovidos y no pudieron evitar sonrojarse hasta las orejas. Pero a Mort Rouge no le importaba eso.
-¿Me dices a mí la loca? Los locos son ustedes, que se atrevieron a hacer mi vida ¡UN INFIERNO!- se preparó a ir a por ellos. El joven Chat Noir miró alrededor, no tenía lo que Ladybug tenía para encontrar objetos que le ayudasen pero sí tenía el poder destructivo de su parte.
-¡CATACLYSM!- invocó su poder usándolo contra el pilar central del lugar, todo el sitio tembló pero los dos felinos aprovecharon para sacar de allí a su familia. Mort Rouge intentó escapar pero fue atrapada por los escombros y tuvo que usar su yoyo para descender y así rápidamente regresar por donde había venido antes de que todo el complejo terminase por aplastarla…
…
Bridgette había llegado un poco más temprano para ensayar su caminar, tenía que decirlo, los consejos de Félix la había ayudado mucho, tenía muchas ganas de mostrarle cuánto había mejorado. De repente las puertas del lugar se abrieron de golpe y Kagami y Zoe entraron con los rostros pálidos.
-Chicas, ¿están bien? Parecen haber visto un fantasma.
-¿No lo sabes?- preguntó Zoe al verla tan tranquila.
-¿Qué cosa?
-Es Félix…- dijo Kagami mostrando su celular las noticias.- Algo ha pasado en su casa, al parecer una explosión o terremoto.- Bridgette miró el celular, estaban haciendo una toma desde el aire de la Mansión Agreste. La mitad de esta había desaparecido y había un enorme hueco en su lugar. Retrocedió sintiendo que le faltaba la respiración.
-No… No puede ser verdad.- corrió a su celular que había dejado a un lado de la pasarela, vio que tenía decenas de mensajes de Claude, Luka, Juliet, Zoe y Kagami, incluso había un par de Nino y Alya pero los ignoró por completo, ya que todos estaban preguntándole si sabía algo de Félix o si ya había visto las noticias. Llamó a Félix, esperó con ansias para que sonara el tono pero entró enseguida a buzón tras angustiosos segundos.- No… Félix, vamos, responde por favor.- Félix nunca respondía mensajes, mucho menos de ella, por lo que no le marcaba directamente sino era absolutamente necesario. Y ahora que necesitaba escuchar su voz, fuese con aquel tono de molestia o hastío, no respondía.
-Bridgette, ¿sabes algo de Félix?- preguntó Kagami tomándola de los hombros.
-N-No… No, no sé nada. ¿No iba a venir hacia acá después de la escuela? Ay, Dios, ¿y Adrien? ¿Y su padre?- preguntó a punto de llorar.
-Tranquila, Brid.- intentó calmar Zoe.- De seguro que están bien, pero por lo ocurrido no han podido comunicarse con nosotros.
-Y-Yo… Yo debo… lo siento, debo irme.- dijo saliendo corriendo del recinto, dejando sus cosas atrás. Llegó hasta la azotea del edificio con apenas aliento para hablar.- Ti-Tikki…- la kwami salió del bolso.
-Tranquila Bridgette, estoy segura que Félix y su familia estarán bien.
-N-Necesito verificarlo. No… No puedo pensar en que algo malo les hubiese pasado.- la joven derramó una lágrima y su mano limpió su mejilla de todo rastro aunque ya se veían más por venir.
-Vamos entonces. Pero ten cuidado, recuerda que la policía aún los creen los villanos.
-Lo tendré. Tikki, Transfórmame.
Pronto como Ladybug se columpió lejos del edificio, en los noticieros pasaron lo que había sucedido y las teorías no se hicieron esperar. Llegó a la zona y se detuvo en la casa vecina, la cual había sido desalojada debido a que el agujero había llegado hasta esa propiedad y causado daños en el muro. Miró el profundo agujero con angustia, quería investigar pero la policía ya había acordonado el lugar y estaban investigando, por lo que decidió llamar a su compañero.
-Vamos, chaton… responde.- pero tal y como con Félix la mandó a buzón.- No… ¡No! Por favor, que estén bien, que todos estén bien. Por favor… esto tiene que ser una pesadilla.- se encogió en una esquina del techo y dejando que las lágrimas cayeran por sus mejillas.- Por favor Chat Noir, te necesito…
Estaba tan preocupada que no notó al akuma que voló cerca de ella pero cuando estaba a punto de tocar su yoyo retrocedió y voló más bajo hasta entrar por una abertura de las alcantarillas y llegar a con su nueva ama.
-Demasiado fácil…- dijo con una media sonrisa quitando su nueva transformación y quedando en su forma civil. Cayó hincada en el suelo y con una herida en su costado.
-Bridgette, ¿estás bien?- preguntó su Tikki que vio la sangre en su costado.
-Tranquila, Tikki.- dijo la joven que tomó a la kwami en su mano libre y la acercó a su rostro.- He tenido peores heridas, este apenas y fue un rozón.
-No quiero verte lastimada…- expresó la pequeña abrazando su mejilla, la joven sonrió y besó la pequeña cabeza de la kwami.
-Estaré bien. Estas heridas me han hecho más fuerte, una más no hará diferencia.- se levantó y comenzó a caminar por el largo túnel. Era hora de regresar a refugio, necesitaba descansar si quería mover las siguientes piezas en el tablero.
…
La gente abajo no podía creer el horror que estaba a unos metros de ellos, los restos de un cadáver el cual no había podido ser cubierto estaba a la vista de todos y aunque se situaba dentro de la barricada que la policía había levantado.
-¡Hey! ¡Deja de grabar ahora mismo!- gritó un policía a unos chicos que estaban grabando la horrida escena.
-¿Qué ocurre allá arriba?- preguntó uno de los oficiales.
-No se preocupen, un equipo táctico está yendo directamente hacia allá.
Mientras tanto en la cima, Chat Noir intentaba esquivar los ataques de Mort Rouge al tiempo que razonaba con ella.
-Bridgette, por favor.- esquivó su yoyo.- Esto no tiene que ser así, ¡puedo ayudarte!
-¿Ayudarme? ¿Cómo? ¿Encerrándome en otra celda? ¿O esta vez en el psiquiátrico? ¿O haciendo como que nada de esto pasó?
Su sonrisa le asustaba, ella estaba sonriendo todo el tiempo de forma escalofriante. Por un momento recordó las sonrisas que daba como la joven e inocente Bridgette y la valiente y siempre decidida Ladybug, ¡eran sonrisas idénticas y él nunca lo vio!
Esquivó un golpe directo y la sujetó del brazo para someterla con una llave desde atrás.
-¡Déjame ayudarte! No sé cómo pero podemos arreglar esto. Te lo prometo, podemos encontrar una solución, ¡podemos juntos! ¡Como lo hacíamos antes!
El equipo táctico estaba un piso abajo a la espera de una señal, sin embargo, ninguno vio las pequeñas campanillas que estaban atadas a hilos y que advirtieron su presencia. Mort Rouge las escuchó y lo golpeó en un costado zafándose de su agarre.
-El antes es una patada en el trasero, el ahora es lo que importa.- lanzó su yoyo hacia arriba, el hilo se expandió alrededor y al jalar abajo este cubrió la punta de la torre justo donde estaban los oficiales. Chat Noir pudo ver sus intenciones cuando apretó el hilo en la estructura.
-¡No lo hagas!- ella no respondió, pero podía ver sus claras intenciones, la estructura comenzó a ceder a su corte y él tenía que salvarlos como el héroe que era. Saltó en la orilla usando su bastón e impulsándose aprovechando una abertura y quedando en medio de los oficiales, el sonido del metal cortándose como mantequilla hizo que actuase rápido.- ¡Cataclysm!- destrozó esa parte del suelo, justo a tiempo para salvarlos cuando el metal fue cortado y el hilo regresó a su dueña. Los oficiales y Chat Noir cayeron a las escaleras del piso inferior. Estaban a salvo y lograron ver la punta de la estructura caer. Chat Noir escuchó más gritos abajo pero esperaba que nadie saliera herido.
-Hola, ya vine cariño- escuchó la voz de Mort Rouge y esta apareció de repente sujetándolo del cuello y lanzándolo fuera de la torre.
-¡Quieta!- escuchó la joven a los oficiales apuntar sus armas…
Chat Noir cayó justo enfrente de la multitud gracias a su bastón. Cayó arrodillado doliéndose todavía de la herida sangrante. Si seguía así iba a desmayarse. De repente más gritos aparecieron y él miró arriba encontrándose con otra horrible visión. Como si fuesen adornos de navidad, los oficiales estaban colgados en la parte baja de la torre, alineados frente a todos mientras la sangre caía de sus cuerpos, y sobre de estos estaba la causante de ese macabro espectáculo. Cayó frente a todos y las cámaras la enfocaron.
-Damas y caballeros, querida ciudad de Paris. Un placer volver a ser el foco de atención, pero esta vez sin una máscara de por medio. Me llamo Bridgette Dupain-Cheng, alias Ladybug, y fui la víctima favorita de Lila Rossi y de esta ciudad que crucificó sin piedad a quien fue una vez su amada heroína…
Todo el mundo veía las noticias, Alya y Nino estaban pálidos mientras miraban las noticias y ni siquiera su hija pudo hacer que su atención dejase la pantalla. Allegra prácticamente sintió las piernas fallar, cayó al suelo temblando intentando convencerse que aquello no era real. Todos los que alguna vez conocieron a Bridgette Dupain-Cheng estaban en shock.
-A partir de estos momentos la paz que tanto disfrutaban terminó. ¿Pensaron que Shadow Moth era un villano? Se equivocan… Yo, Mort Rouge, me encargaré de teñir la ciudad de rojo y nadie escapará de mi ira. Comenzando con ustedes…
-¡NO!- Chat Noir se abalanzó contra ella antes de que atacara a los presentes y la tacleó llevándola lejos de allí por los techos. Llegaron hasta la cima del Arco del Triunfo y justo en la cima ella lo pateó y lo alejó de ella.- Agh… No voy a dejar que lastimes a gente inocente. ¡Esta no eres tú!
-¿Inocente? No existen los inocentes Chat Noir. Todos son culpables de lastimarme a mí, a mi familia y amigos. Todos van a morir.
-¡No te dejaré!- la atacó desesperado por hacerla caer, ella se defendió jugando con él, burlándose con esa sonrisa que parecía tatuada en su rostro. Entonces ella le hizo tropezar y luego le golpeó haciéndolo caer del Arco. Su cabeza golpeó en uno de los tantos autos estacionados dejando una mancha de sangre y para su mala suerte su transformación terminó, Félix apenas pudo arrastrarse para ocultarse y Mort Rouge bajó.
-Ven, gatito, gatito. Tengo un regalito para ti~- escuchó ruido del otro lado y caminó hacia esa dirección, estirando el hilo de su yoyo y enredándolo en su mano, y justo cuando pasó por debajo del Arco escuchó otro ruido a su derecha y al volverse vio a Plagg junto a la estructura.- Plagg…
-No te perdono que le hagas esto a mi Sucrette. ¡Cataclysm!- Mort Rouge lanzó el yoyo y nada más se necesitó un ligero toque del kwami para que el sitio entero comenzase a caer en pedazos en una estela de destrucción que la alcanzó. El yoyo que intentaba atrapar al kwami igualmente se desvió pero logró lastimar la oreja de este, cortando la punta y haciendo que el kwami regresara a con su portador. El centro de la ciudad terminó destrozado y Félix apenas tuvo a Plagg lastimado en sus manos se transformó nuevamente para poder escapar de ahí. La estructura cayó, más entre el polvo y los escombros, salió Mort Rouge que había librado por los pelos la estructura.
-Oh… vaya bonita estampa.- sonrió al ver la destrucción que había dejado atrás.- Podrás correr gatito, pero como todos no escaparás de mi venganza.
…
Adrien fue a la habitación de su hermano, tocó la puerta que estaba cerrada, esperando que su hermano abriera rápido y ver cómo estaba tras ver aquello por las noticias.
-Félix, abre, soy yo.- nada, no escuchó nada.- Vamos Félix, esto es urgente.- de repente escuchó algo romperse y todas las alarmas en su cabeza sonaron.- ¡Félix!- abrió la puerta de una patada pensando lo peor pero a quien vio no fue a su hermano, sino a Chat Noir que estaba en cuatro en el suelo y había tirado el televisor en su llegada.- ¿Chat Noir?- notó la sangre caer de su herida en el ojo, el héroe apenas y parecía consciente, y cuando alzó la cabeza miró a Adrien.
-A-Adrien… ayuda…- la transformación desapareció y quedaron tanto portador y kwami en el suelo inconscientes.
-¡FÉLIX! ¡PAPÁ! ¡NATALIE! ¡AYUDAAAA!
…
Cuando Mort Rouge llegó al lugar que fue su casa durante esos meses supo que no estaba sola. Sonrió de lado un momento y fijó su vista en el comedor y la cocina.
-Salgan de ahí. Sé que están aquí.- Luka abrió la puerta de su habitación, pero quien salió detrás de la barra fue Kid Mime, o mejor dicho, Mime.- Vaya, Kid Mime ya no es un niño, ahora deberé de decirte Mime. Te ves bien, ¿hace cuánto no usas el miraculous?
-Bridgette, tú…- Mime no podía encontrar las palabras, sentía un nudo en la garganta que le era imposible deshacer, pero Luka no tenía ese problema.
-¿Tenías pensado todo esto desde el momento en que saliste de prisión?
-Algo así.- dijo dejándose caer en el sofá y cruzar sus piernas.- Tenía pensado asesinar uno a uno a esos infelices y cobrar venganza de todos los demás, lo demás se fue dando solo.- Luka se sentó en el sillón frente a ella.
-¿Vas a matar a toda la gente?
-Ya de ellos depende sobrevivir, pero no voy a perdonar a nadie. ¿Por qué siguen aquí? Deberían estar en estos momentos en el crucero.
-Fue culpa del vino. Nos dejó una resaca horrible.- Luka se apoyó en sus piernas con expresión seria.- Bridgette… sabes que esto que haces no está bien.
-Lo sé, lo sé. Debí haber comprobado su salida.- soltó frustrada.- Pero eso tiene arreglo, con gusto les prestaré le miraculous del caballo y así podrán irse lejos de aquí y disfrutar sus vacaciones.
Mime tembló de los pies a la cabeza, apretó los puños y al fin su voz logró salir.
-Sabes que no podemos permitirte hacer esto…- ella le miró, el silencio pareció estirar los segundos tortuosamente.
-Claude, piensa en tu esposa y tus hijos. Dijiste que querías un tercer hijo puesto que hubo falsa alarma, esta es tu oportunidad de tenerlo.
-Estoy pensando en ellos. Y no quiero que vivan en un mundo así.- ella suspiró molesta.
-Luka, tú tienes a Zoe, sé que querías proponerle matrimonio en el crucero y formar una familia. ¿De verdad quieren quedarse?- Luka pareció pensarlo un momento, se levantó y respondió con resolución.
-Nos quedaremos para detenerte. Porque eso es lo que tú hubieras hecho.- ella también se levantó de su asiento.
-Entonces los lastimaré tanto que tendrán que llevárselos en camilla.- tras decir corrió y escapó por la ventana. Mime iba a seguirle pero Luka le detuvo, sabía que era una batalla perdida.
-Necesito que me lleves a con alguien.
-¿Con quién?
-Necesito que me lleves a la mansión Agreste para ver a Félix.
…
Despertó mareado y con una fuerte jaqueca. Tardó un poco en enfocar bien e intentó levantarse pero sintió un punzante dolor en sus piernas. Al retirar la sabana que tenía encima lo primero que vio fueron sus piernas vendadas a la altura de sus rodillas. No le importó no tener pantalones sino hasta después que volvió a ponerse la sabana encima y al mirar alrededor se dio cuenta que no estaba en su mansión o en un hospital, sino en una habitación cuyas ventanas estaban cubiertas de papel periódico y a su lado estaba su amada Emilie conectada a un respirador.
-Emilie… ¡agh!- se quejó al querer acercarse a ella. Estaba tan cerca que quería tocarla pero le era imposible.
La puerta se abrió.
-Vaya, hasta que despiertas.- dijo el adulto que llevaba un botiquín y detrás de él apareció Natalie que también entró.
-Tú… pero ¿qué pasó?- pasó su mano por sus ojos y se dio cuenta del catéter que tenía conectado en su brazo.
-Tuve que realizar una operación improvisada o te hubieses desangrado, y sobre tu otra pierna nada más tuve que reacomodar el hueso, por suerte no se rompió pero deberás ir en silla de ruedas o bastón.- fue que recordó todo lo sucedido y miró al adulto con otros ojos, con la luz correcta y desde otra perspectiva lo reconoció.
-¿Félix? T-Tú eres…
-El efecto de los sedantes está pasando. Apenas y puedes hablar.
-Puedo hablar perfectamente, jovencito.- declaró superando su mareo y hablándole como si este fuese todavía un adolescente y no ya un adulto hecho y derecho.- Exijo saber qué pasó y dónde estamos.
-Pasó que usted fue casi asesinado por su "socia".- respondió Natalie con un tono de voz beligerante que apenas demostraba su enojo.- Y estamos en un edificio abandonado que su hijo arregló por si algo así pasaba.
-Natalie, yo…- no pudo decir nada más ya que ella se acercó y le abofeteó fuerte, el diseñador miró a su asistente como si se hubiese vuelto loca y no estaba tan lejos de la realidad.
-Prometí ayudarle a obtener los miraculous para revivir a Emilie porque ella también es una persona muy importante para mí. Pero con la condición de que nada les pasase a los niños. Y no vi lo desesperado que estaba, porque con tal de obtener esos miraculous no le hubiese importado arruinar la vida de quien fuera.
Natalie estaba enterada de todo gracias a lo que le contó el adulto Félix. El cómo el Gabriel de su futuro solapó a Lila en todo con tal de crear al akuma perfecto que sería Bridgette, y que tras no obtener lo que quería la olvidó junto con su misión, creando al monstruo que era en esos momentos. Incluso sintió asco de sí misma y sintió un enorme hueco de arrepentimiento y dolor. Pero ahora iba a hacer las cosas bien y a poner en su lugar a su jefe si era necesario.
Gabriel logró moverse, la movilidad de la pierna que le arreglaron no era buena y le dolía horrores pero podía moverla.
-Necesito saber qué fue lo que pasó o lo que hay detrás de todo esto.- tomó su cuello y se dio cuenta que no tenía los miraculous y recordó que ella se los había quitado.- ¿Cómo pude haberme confiado así?
-¿En serio?- dijo alguien desde la puerta y vieron al joven Félix que miraba a su padre con claro enojo.- Dices eso cuando deberías arrepentirte de TODO lo que has hecho.
-Félix, todo esto que he hecho fue para poder…- pero no pudo decir nada más, ya que el adolescente se acercó y golpeó a su padre con su puño, Natalie tuvo que separarlo aunque Félix lo tenía muy bien agarrado de la camisa.
-¡Sé por qué lo hiciste! ¡Pero eso no es una maldita excusa para aterrorizar el mundo!- escupió con rencor.- No me puedo creer que todo este tiempo mi padre fuera el villano que tanto daño ha causado. ¡Akumatizaste a mis amigos! ¡Has intentado destruirnos a mí y a mi lady desde el principio! ¿Sabes cuántas veces he estado en peligro como civil por culpa de tus akumas y amoks? ¡Hasta Adrien! ¡Has jugado con nuestra maldita vida a tu antojo! Y como tiro de gracia te uniste a una psicópata que ha intentado asesinarme. ¡¿Te crees que mamá estaría feliz con todo lo que has hecho?! ¡Te odiaría así como ahora te odio!
Estuvo a punto de pegarle nuevamente pero la versión adulta de él lo detuvo.
-Suficiente, debes tener la cabeza fría y concentrarte en la misión.- el joven aceptó resignado y soltó a su padre, mirándolo como si este fuese una asquerosa cucaracha y no un ser humano. Se acercó a su madre y tomó su mano.- Voy a explicarlo sólo una vez así que escucha bien, la historia es un poco larga.
Natalie suspiró y luego vio a Adrien asomarse por la puerta. Ella fue a con él y cerró detrás de él.
-Adrien, ¿por qué no estás con tu guardaespaldas?
-Ya terminé de explorar el lugar y Gorila me está preparando la cena. Pero es que…
-¿Qué pasa?- Adrien todavía tenía su mochila de la escuela y sacó de esta una caja macarrones que por puro milagro habían sobrevivido, al menos la mayoría, a todo el ajetreo.
-Marinette me dio estos dulces pero no pude agradecerle… iba a hacerle una tarjeta y dársela mañana.
-Ah… bueno, me temo que no podrás hacer eso. No puedes ir a la escuela hasta que estemos a salvo.- Adrien bajó la cabeza.
-¿Entonces qué hago?
-Si tiene teléfono puedes enviarle un mensaje.
-Pero no es lo mismo…
Natalie miró con pena a Adrien, quería decirle algo más pero escuchó gritos de la habitación y supo que tenía que entrar.
-Hablamos luego, ¿vale?- Natalie entró y Adrien suspiró deprimido. Quería ver a Marinette y disculparse por todo a pesar de que le tuviera algo de miedo.
-Marinette…- se marchó de vuelta con Gorila, triste porque no podría ver a su amiga.
Dentro de la habitación el joven Félix no dejaba de gritar a su padre después de haber escuchado todo lo referente a su plan.
-¡Voy a matarte! ¡En serio que lo haré!
-¡Yo apoyo la noción!- gritó su Plagg que estaba en una mesita de noche con su otro yo del futuro.
-¡Félix tienes que entender que esto era para regresar a tu madre! ¡No podemos vivir sin ella!
-¡Y destruir el mundo que conocemos de paso! Gracias por tu consideración padre. Desde hoy no eres mi padre, ¡grandísimo hijo de perra!
-¡No me hables así jovencito!
-¡Vete al demonio!
-¡Basta los dos!- pidió el Félix adulto.
-¡YA ESTÁ BIEN TODOS!- gritó Natalie y todos se callaron, nadie nunca había escuchado a Natalie gritar y los tres Agrestes reunidos se quedaron callados temerosos ante su furia.- O hablan como gente civilizada de acuerdo a su estatus o me veré forzada a recordarles sus clases de etiqueta.- todos negaron al mismo tiempo muertos de miedo.
-Gracias…- agradeció el Félix adulto tras ser el primero en recomponerse.
-Yo… de verdad lo siento.- dijo Gabriel pasando su mano por su rostro.- No pensé que esto escalaría así y mucho menos que algo así pasaría. Ladybug… ahora Mort Rouge no merecía algo así. De verdad lo siento… Tienes razón, Félix. Ni siquiera tu madre me perdonaría algo así de horrible.- el joven no dijo nada, ni siquiera le miró, no le perdonaba lo que tenía pensado hacerle a Bridgette y Gabriel se dio cuenta que ese odio que su hijo ahora le profesaba dolía más que sus heridas.- Voy a enmendarlo. Voy a despedir a Lila, voy a sacarla del desfile, voy a ayudarlos en todo lo posible, incluyendo a esa muchacha. No podría vivir en un futuro así… no a costa de la vida de alguien. Cancelaré ese desfile.
-Aunque me alegro que hayas recapacitado no quiero que canceles el desfile.- pidió el Félix adulto y todos le miraron al mismo tiempo.
-¿Perdón?- su joven yo escupió la pregunta como si no creyera lo que escuchase.
-¿No lo ves? Es la trampa perfecta. Por supuesto que padre deberá de enmendar todo el daño que hizo, sin embargo, Mort Rouge usará la oportunidad del desfile para que pase lo mismo que ocurrió en mi tiempo. Culpar a Bridgette del crimen y que sea encarcelada. Usaremos eso para quitarnos a dos pájaros de un tiro. Demostrar la inocencia de Bridgette y sacar a Lila del camino. Lila es un peligro real del que no debemos confiarnos, no está tan loca como Mort Rouge pero está a un paso de ello, lo sé porque cuando se dieron a conocer sus crímenes no sólo estaba la lista de extorsión, sino también que es capaz de asesinar por su propia conveniencia.
-Es un buen plan.- admitió Natalie tras pensarlo fríamente.- La señorita Dupain-Cheng será protegida por el nombre Agreste, y si todo sale bien podemos eliminar ese futuro junto con la versión malvada de Ladybug y encarcelar a la señorita Rossi, por supuesto, además de mantenerla en perpetua vigilancia.
El joven recordó la plática que había tenido con sus amigos en aquel restaurante de la zona, los riesgos de como Lila podría crear nuevos escenarios para así perjudicar a Bridgette, así podrían cortarla de raíz pero tenían un problema.
-Creo que se olvidan de algo.- dijo el joven con enojo.- Que ahora mismo la policía ha de estar registrando nuestra casa, o lo que queda de ella, y que lo más probable es que encuentren pistas que den a conocer que ESTE señor es Shadow Moth.- señaló a su padre que apretó la mandíbula ante la forma despectiva en la que su hijo le hablaba.
-Será difícil que encuentren algo.- comentó su versión adulta.- Y si lo hacen no hay nada que lo vincule a Shadow Moth, nada más encontraran una habitación secreta con un jardín y quizás un adorno de metal y vidrio muy costoso. Destruiste todo el sitio, será difícil que lo liguen.
-Félix, yo…
Gabriel intentó decir algo pero el joven se levantó y salió de la habitación seguido de su kwami. El Félix adulto suspiró.
-Yo voy a hablar con él.
-Espera.- logró estirarse lo suficiente para tomar la mano de este, una mano fuerte y de su tamaño.- Lo siento de verdad… por todo el daño que hice y que iba a ocasionar.- el rubio puso su mano sobre su hombro y le sonrió.
-Yo te perdoné hace tiempo. Aunque no te lo dije apropiadamente en su momento.- el joven adulto salió y Gabriel se quedó con Natalie, este dejó salir un sollozo y Natalie se acercó para abrazarle y darle su apoyo.
…
El edificio donde estaban era enorme, podían ver el Sena que no estaba muy lejos pero definitivamente estaban en los límites de Paris. Félix había subido al último piso, tentado en transformarse y salir de allí, moverse, desquitarse, lo que fuera pero no estar allí.
-Tienes todo el derecho a estar enojado.- escuchó a su versión adulta decirle apoyado desde la esquina de la puerta.- Pero tengo que decirlo, no somos tan diferentes de él.
-¿Qué quieres decir? Yo no me parezco en nada a él.
-Quieras o no nos parecemos a él. Porque somos capaces de todo por la persona que amamos.
-Yo no destruiría el mundo. Tampoco dañaría a la gente y mucho menos gente que significa algo para alguien a quien estimo. ¿Me ves dañando a Marinette a pesar de ser alguien muy querida por Adrien?
-No, pero eso es porque tú sabes las consecuencias del deseo. Para él era pedir y que todos sus errores se arreglaran en la nueva línea, sin pensar que quizás tú o Adrien terminasen perjudicados, ¿recuerdas? Si pides un deseo tendrás que pagar el equivalente.
-Un ser amado por otro ser amado.- musitó a lo bajo y apretó los puños.- No creo poder verlo con los mismos ojos. Al menos por un tiempo, ¿vale?
-Me parece justo. Tómate tu tiempo, mientras tanto, creo que deberías llamar a alguien.- señaló por la ventana y cuando el joven vio a donde apuntaba se sorprendió de ver a Ladybug por los techos de Paris al otro lado del Sena.
Ladybug estaba desesperada, había intentado llamar a Chat Noir más de una docena de veces y no había respuesta de él. Necesitaba su ayuda, necesitaba que le ayudase a saber el paradero de los Agreste, pero no tenía nada.
-Chat, por favor… responde.- se estaba imaginando los peores escenarios, desde que los Agreste estaban bajo las ruinas hasta que Mort Rouge había atacado a Chat Noir y él ahora estaba…
-Mi lady.
Se volvió al escuchar la voz de su compañero, allí estaba, a salvo y sin ningún rasguño en su cuerpo. Se lanzó a sus brazos sin dudarlo.
-¿Por qué no respondías? No sabes lo asustada que estaba.
-Lo siento, Ladybug. Muchas cosas pasaron y estuve ocupado ayudando a los Agreste.- ella se separó de él de forma brusca pero sin soltarle de los hombros.
-¿Estabas allí? ¡¿Qué ocurrió?! ¡Dime!- comenzó a zarandearlo y él comenzó a sentirse mareado.
-Lo haré si me dejas quieto.- ella se detuvo.
-Lo siento, es que he estado nerviosa por lo ocurrido.
-Vale, vale. Te contaré todo. Resulta que…- miró de reojo a un lado y vio a su versión adulta escondido detrás de una chimenea, instándole a no decir nada llevando su dedo a sus labios.- Pasaba por ahí cuando de repente escuché un fuerte estruendo, el suelo a mis pies comenzó a agrietarse y no lo dudé dos veces en transformarme. Lo que no me esperé era ver que parte de la famosa mansión Agreste se estaba hundiendo. Así que entré, rescaté a todo el mundo y los llevé a un lugar seguro. No fue hasta ahora que pude darme la libertad de dejarlos, estaban muy asustados…
-¿Los rescataste? ¿A todos?
-Sí, a todos los Agreste y a los dos empleados, no había nadie más.- al ver bien a su lady pudo ver sus ojos rojos de tanto llorar y su piel pálida, se sintió culpable de mentirle y de haberla preocupado así.- No te preocupes por ellos, apenas y salieron con unos pocos moretones.
-¿Pero cómo sucedió esto? Algo así no sucede de la nada. ¿Será cosa de Mort Rouge?
-Pueeeede ser.- dijo mirando de reojo a su otro yo.- Investigaremos con calma el asunto cuando la policía no ande echando un ojo al lugar. Mientras tanto ve a descansar, te ves mal y tu kwami debe estar igual de cansada.- ella pareció relajarse al fin.
-Vale, tienes razón. No he parado desde la tarde.
«Perdóname por preocuparte mi lady»
Pensó con culpa el felino.
-Anda, si pasa algo te avisaré.
-Gracias Chat y… me alegro que estuvieras allí.
-Voy a donde el destino me llama. Porque soy miauravilloso.- por primera vez ella rio de uno de sus chistes, fue una risa corta y débil, quizás sí que estaba exhausta.
-Buenas noches entonces.- dijo yéndose del lugar. Chat suspiró y la vio irse antes de él también seguirla desde la distancia, quería verla llegar con bien a su casa y quizás una charla, porque de verdad necesitaba de esa calma que sólo ella podía darle.
El adulto regresó al edificio y se encontró con Natalie.
-¿Vas a dejar que se vaya?
-Necesita aclararse y aquí no lo va a hacer.- ella asintió con parsimonia.- Regresará cuando lo crea necesario, estará bien.
-No me preocupo por eso, sino en lo que podría pasar cuando esto termine.
-No lo sé… pero lo que sea es mejor que esa pesadilla.
…
La noticia sobre lo sucedido con la mansión Agreste estaba en todos los noticieros, Chloe siempre evitaba verlos pero al escuchar la noticia no había despegado los ojos del televisor.
-¿Chloe? ¿Todo bien?- tocó la puerta el alcalde preocupado por su hija, al no escuchar respuesta entró a su habitación, encontrándola mirando las noticias con una concentración similar a la que hace cuando no sabía qué zapatos usar.- Chloe, no bajaste a cenar, ¿quieres que te traigan la cena?
-¿Sabes qué fue lo ocurrió? ¿O dónde está Félichoo?- su padre quería decirle que sí, pero él tampoco tenía claro lo sucedido.
-Las autoridades están investigando lo ocurrido. Y conociendo a Gabriel de seguro ha de estar en algún lugar con su familia y no quiere enfrentar a los medios por ahora.- vio los ojos de su hija temblar.- Si me entero de algo serás la primera en saberlo, ¿vale? Te enviaré la cena, come algo o te pondrás mal.- salió de la habitación dejando a Chloe sola para que llorara su pena, pero no era pena lo que ella quería llorar, era rabia. Incluso ella sabía que algo no estaba bien. ¿La casa de repente se hundió? ¡Por favor! Ella sabía que de seguro ese par de psicópatas estaban en ello.
« ¿Y si esto sucedió porque no dije la verdad?»
El sentimiento de culpa la envolvió. No le gustaba sentirse así, pero no podía imaginarse a los Agreste debajo de aquellas ruinas. Miró el video en su celular y lanzó un grito de rabia. Buscó entre sus contactos y marcó al número de Sabrina, la joven tardó en responder más de lo habitual.
-¡Hasta que al fin contestas!
-¿Chloe? ¿Qué ocurre? ¿Por qué me llamas a estas horas?- la rubia mordió el interior de su mejilla, aquello iba a ser difícil de decir.
-Necesito un favor.
Sabrina abrió grande los ojos.
-¿Un favor? ¿Tú?
-¡Sí! ¡Yo…! Necesito que averigües lo que tu padre sabe sobre el incidente de la mansión, no lo sé, si deja alguna nota o algo.
-Vale, creo que podría hacer eso.- dijo un tanto dubitativa.
-Y también quiero que veas lo que tiene sobre el incidente de la profesora y lo del festival.
-¿Y eso qué tiene que ver?- Chloe quiso gritarle que no hiciera preguntas e hiciera lo que le decía pero se controló tragándose su enojo aunque le diera una úlcera a futuro.
-Es muy importante. P-Por favor…
Sabrina más abrió grande los ojos, tanto como el tamaño de sus gafas. ¿Chloe diciendo "Por favor"? ¡Eso era una señal del fin del mundo!
-Vale… lo haré. Papá siempre deja sus notas en su escritorio, así que te llamaré si encuentro algo.
-Bien, adiós.- colgó rápido, no iba a decir Gracias, eso ya sería demasiado para ella.- Si Rossi tuvo que ver en hacerle daño a mi Félichoo no se lo perdonaré.- admitió apretando los dientes. Cuando su mayordomo llegó con la cena, ella devoró la comida sin quitar la vista de su celular y le entregó el plato vacío antes de que este saliera por la puerta. El mayordomo salió del sitio más que sorprendido, dándole la noticia al personal lo terriblemente preocupada que estaba Chloe que no puso pero alguno a la comida, incluso la chef sintió que debía rezar algo ante un posible cataclismo. Esa noche todo el personal decidió ser más amable con Chloe en los días siguientes.
…
El capitán Raincomprix bajó al sitio del siniestro. Cuando le dijeron que la zona era segura bajaron a investigar el hoyo encontrándose con algo que no se esperaba.
-¿Qué es esto? ¿Un sótano secreto?
-De acuerdo a nuestros reportes el lugar era una especie de jardín botánico. Se encontraron variedad de flores y también de insectos.- respondió el oficial a su cargo.
-¿Qué más han encontrado?
-Encontraron una especie de… bueno, no sabría decirle qué es. Parecía ser una especie de escultura que fue aplastada por los escombros hasta que quedó así.- señaló lo que antes fue la cúpula donde se encontraba Emilie Agreste y que había quedado como una pieza de metal torcido. El capitán se acercó a esta y la estudió con cuidado, notó restos de vidrio en una de las orillas y al revisarlo bien encontró algo más. Se puso sus guantes y tomó unas pinzas para tomar una pieza de evidencia, un largo cabello rubio.
-Que lleven esto a examinar. Y que sigan buscando si hubo algún rastro de pólvora.
-¿Cree que fue premeditado?
-Mira alrededor, las grietas nos dicen que lo que sea que pasó sucedió de adentro hacia afuera. Si hubiese sido un hundimiento las grietas señalarían hacia abajo, pero al contrario señalan hacia arriba.
-Entendido señor.
-¿Alguna noticia de la familia Agreste o empleados?
-No se han encontrado cuerpos y los perros tampoco los ubican, pero nos falta retirar más escombros señor.
-Bien, que revisen bien todo.
Miró alrededor el sitio. Había restos de lo que creían había sido un elevador que conectaba con la primera planta. Se preguntó quién rayos querría un jardín secreto cuando se tenía uno propio. Se rascó la cabeza y al estar a punto de salir de allí notó algo en el suelo. Se agachó retirando parte del escombro y tomó entre sus manos una mariposa muerta de color blanco. Algo comenzó a escarbar en el interior de su cabeza, y no le gustaba lo que implicaba esa pequeña mariposa entre sus manos.
-Señor, le llaman de la comisaría.- le llamó un subalterno desde arriba.- Es referente a su otro caso, el del instituto.
…
Todo el mundo estaba preocupado. Zoe había regresado al barco con semblante triste y se había mantenido un tanto al margen quedándose en su camarote. Anarka le había dejado comida en la puerta y cuando regresó a por el plato estaba vacío.
-¿Cómo está?- preguntó Luka y Anarka le mostró el plato.
-Está preocupada, nada más. Pero esperemos que no se enferme, todos estamos preocupados.- por supuesto, Anarka también estaba preocupada, ya que Félix se había vuelto amigo de su hijo. Juleka no dijo mucho, pero era obvio que también estaba preocupada y había estado al teléfono con Rose.
-Ya verán que todo estará bien.- dijo Jagged aun vistiendo el delantal que usó para cocinar la cena con la leyenda "Kiss the Legend".- Mañana tendrán noticias de sus amigos, así que a dormir, ya que mientras más temprano duerman más rápido tendrán noticias.- los hermanos asintieron a sus palabras, aunque Jagged detuvo a su hijo un momento.- Hijo, llévale este postrecito a tu amiga.- le tendió un plato con una rebanada de pastel.- Fue la única que no probó mi magistral postre y quizás algo de azúcar pueda animarla.
-Gracias papá, ya se lo daré.
Luka fue al camarote de Zoe, tocó la puerta y la joven se asomó un poco.
-Hey, el segundo al mando te ha enviado el postre.- ella sonrió un poco y abrió la puerta por completo.
-Gracias. Es que con lo que ha sucedido no me sentía de ánimos de cenar con ustedes.
-¿Quién lo está? Pero tranquila, estoy seguro que Félix y su familia estarán bien.- estaba confiado en ello.
-Eso espero…
-Ya lo verás, descansa. Buenas noches.
-Amm, Luka…- este se volvió a ella y Zoe parecía querer decirle algo pero no era el momento adecuado.- Gracias por el postre. Dile a tu papá que la cena estuvo deliciosa.
-No lo digas en voz alta, ¿vale? Herirás el orgullo de mamá.- le dijo con una sonrisa llevando su dedo a sus labios y guiñándole un ojo. Zoe asintió sonriendo con dulzura y luego cerró la puerta del camarote. Tenía ganas de decirle… iba a hacerlo ese día pero ahora parecería todo fuera de lugar y decírselo sería demasiado inapropiado ante la situación. Tal vez cuando todo mejorara y no estuviesen tan preocupados podría hacerlo.
…
Nino había estado preocupado a muerte, quería ir allá mismo transformado en Carapace y revisar la zona él mismo, pero como Félix era Chat Noir debía tener la certeza de que todo estaría bien y tampoco podía ser tan descuidado…
-Te estaré vigilando.
Había sido la amenaza de esa mujer, todavía no podía creer que ella era Bridgette. ¿Cuánto daño habían provocado por culpa de las mentiras de Lila?
-No sólo fuimos crédulos, sino que nos convertimos en villanos.- de repente recibió un mensaje, por un momento pensó que sería Félix pero se sintió algo decepcionado de ver que se trataba de Alya.
«No espero una llamada pero qué te cuesta mandarme un mensaje, hermano»
Revisó el mensaje y frunció el ceño.
A: Estoy harta, Lila está como una cabra, me acaba de llamar pidiéndome abrir una noticia de cómo quiere realizar una campaña en memoria de Félix y su familia. No han pasado 24 horas y esa maldita ya lo está dando por muerto!
N: Tranquila, estoy más que seguro que Félix está bien. Lo conozco bien.
A: Estoy harta Nino. Sé que esto debe ser un castigo por haber sido tan ciega antes y despreciar a Bridgette, pero ahora tengo a Lila como una sombra y no puedo decirle nada a nadie sobre las amenazas que hace.
N: No dejes que se meta en tu cabeza, eso es lo que quiere.
A: Y qué podemos hacer? Nuestras familias están en peligro. Mañana tengo que ir a su casa para empezar con ello.
Nino lo pensó por un momento, luego tuvo una idea que podría resultar.
N: Recuerdas esas pequeñas grabadoras que me dijiste que usan los reporteros para grabar a los sospechosos?
A: Sí, pero si es lo que pienso te advierto que cuestan mucho.
N: Pues espero que no te moleste que use el dinero que iba a usar para comprarte tu regalo de cumpleaños en esto.
Esperó la respuesta de Alya un momento y pronto recibió un mensaje.
A: Cómo le harás para comprarlos?
N: Tú déjamelo a mí.
Rápidamente Nino fue a donde tenía el dinero guardado y luego sacó su miraculous. Wayzz apareció y se sorprendió de ver al joven Nino frente a él.
-Hola amiguito. Necesito que me hagas un favor.
…
El aroma del incienso penetró en la habitación, suave y discreto mientras Su Han intentaba concentrarse en su meditación. Las respuestas estaban allí, la energía corrupta y aquella mujer extraña con habilidades que no debía de tener. La visión que vino ante él fue en forma de sombras y colores dispersos, esa mujer con los miraculous en sus manos, los jóvenes héroes derrotados y en cada paso que ella daba al caminar hacia la Torre Eiffel dejaba una estela oscura y pasos marcados de rojo. Y de repente proveniente del cielo oscuro vio las estrellas crecer y después vio a la gente desaparecer en una estela de luz mientras aquella mujer reía ante su victoria.
-¡Yo siempre gano!
Y de repente vio a la joven Ladybug saltar desde lo alto de la Torre por voluntad propia y a Chat Noir gritar y luego todo desaparecer en una estela de destrucción.
-¡NOOOOO!
Gritó saliendo de la visión. No podía dejar que eso pasara, no podía dejar que algo malo le pasara a la joven Guardiana. El mundo dependía de ello sin importar qué.
….
Y… esperamos que les haya gustado! Gracias a todos por leer. Dejen review, nada de tomatazos, aceptamos bebidas de temporada, postres o dulces, y sin más qué decir… UN ABRAZO! UN GUSTAZO! Y HASTA LA SIGUIENTE!
