Hola a todos! He aquí traemos un capítulo más de esta historia que debo decir me trae en un hilo. Esperamos Tsubasa y yo que sigan con nosotras en el pronto final de esta historia que… bueno, todo es cuestión de esperar, ¿no? Así pues sin más que decir además que agradecemos los reviews… COMENZAMOS!
…
Capítulo 20.
Cadenas rotas.
No era la primera vez que estaba en casa de Lila, antes había pasado momentos divertidos en su habitación aprovechando que sus padres no se encontraban. Las chicas pensaban que tenían suerte de tener una amiga como Lila, tan famosa, glamorosa, y humilde… qué ingenuas eran.
Lila la hizo pasar a su habitación y señaló su computadora.
-Allí está, trabaja en esa página e intenta no ensuciar mi teclado.
Alya no respondió, se sentó de mala gana en el escritorio y comenzó a trabajar en la computadora mientras Lila revisaba su celular. Comenzó a crear la página pero aprovechó que Lila estaba distraída con su celular para sacar una de sus pequeñas memorias de su bolso y conectarla, tal vez podría encontrar algo que la pudiese incriminar… y lo encontró. Pensó que lo había visto todo pero se equivocaba. Había carpetas y archivos que mostraban información de cada uno de sus compañeros y sus contactos. Por un momento sintió un escalofrío, ahora entendía cómo Lila supo enredarlos a todos de acuerdo a sus gustos. Como que Rose admirara al príncipe Ali, había un artículo sobre ellos ayudando en un comedor para huérfanos; también había información del hermano de Alix; el padre de Mylene y sus presentaciones en el teatro; los conciertos de Allegra; una noticia sobre el comic de Nathaniel y Marc y una breve entrevista; y los proyectos de Nino y sus apariciones en televisión; incluso encontró una carpeta con su nombre, con información de su familia y sus numerosas investigaciones. Ella había estado jugando con todos ellos desde un principio… su celular sonó de mensaje recibido y casi saltó de su sitio.
-Te acabo de enviar la información de a dónde deben ir los fondos recolectados.
-¿Esto es un número de cuenta? ¿Es tuyo?- preguntó sabiendo que Félix o su padre no estarían tan locos de dar su número de cuenta.
-Obvio. Pero esas son cosas que tú no deberías preguntar, así que no trabajes tanto tu cabecita.- le dio un leve empujón en la cabeza y Alya reacomodó sus lentes.
Siguió trabajando y mirando de reojo a Lila que volvió a distraerse con su celular. Comenzó a copiar todo y notó un par de carpetas que pesaban más que las otras. Sintió una piedra caer en su estómago cuando vio que tenían los nombres de Félix y Bridgette. No tenía tiempo de verlo todo, así que también las copió hacia su memoria y ocultó la descarga mientras trabajaba en la página. Podría hacer esto con los ojos cerrados, pero Lila no debía saberlo. La miró de reojo, debía haber una forma de hacer que saliera de la habitación…
Comenzó a toser y carraspear.
-¿Qué pasa?
-Pasé saliva del lado equivocado.- carraspeó con fuerza.- ¿Podría al menos tener un vaso de agua? ¿O no tengo permitido eso?- Lila rodó los ojos con fastidio y salió de la habitación. Rápidamente Alya se movió sacando la bolsa que Nino le dio y las pequeñas cámaras espía. Puso una dentro de las máscaras que Lila tenía, otra encima de su armario, y un par de micrófonos cerca del escritorio y detrás del buró de su cama.
Lo que Alya no notó era que alguien veía la escena desde afuera. Mort Rouge, o mejor dicho, Papillon, estaba afuera del lugar. Vestía un elegante traje de falda de lápiz color gris, un pequeño saco y tacones morados con una mariposa a un lado, blusa negra abajo, guantes, y su peinado se había recogido en un elegante moño bajo. Su antifaz tenía la forma de una mariposa con las orillas grises y su lápiz de labios era de un morado muy oscuro.
Cuando Lila regresó con el vaso de agua, Alya lo tomó rápido y siguió trabajando para unos minutos después terminar el trabajo e irse. Podría decirse que admiraba las agallas de Alya, pero había perdido interés en ella hacía bastante tiempo. Aunque su última pelea todavía estaba en su cabeza, y los resultados…
Su cuerpo fue atravesado por un gran pedazo de cristal, la vida se le escapaba poco a poco mientras la sangre caía de su rostro sin ojos. Mort Rouge había conseguido el miraculous del zorro debido a la sed de venganza de esta, y miró a Alya con completo desinterés.
-L-Lo…
Se detuvo, ¿debía quedarse para escuchar sus últimas palabras? ¿Concederle ese favor? Estaba curiosa por ello.
-N-Ni…no. L-Lo sien…
-Ah…- debió suponerlo. Sus últimas palabras iban dirigidas a su querido y fallecido esposo. Alya nunca se disculpó apropiadamente con ella y al parecer nunca lo haría. Miró el cristal de la gran ventana que colgaba encima de ella y con su yoyo dejó caer ese cristal… cayó justo atravesando su barbilla hasta su cerebro, pudo ver la materia gris en la punta que sobresalía.- Nunca supiste ver más allá de tu ego… al final nunca supiste ver nada en realidad.- en ese momento llegaban los héroes restantes pero ya era tarde. Mort Rouge se puso el miraculous y se combinó en la amalgama.
Dejó atrás el recuerdo. Bien podría enviarle un mensaje a Lila sobre lo que Alya había hecho pero… eso no estaba en sus planes. Miró a Alya en la parte de abajo subir a su bicicleta y saltó hacia el balcón entrando a la habitación, haciendo lo posible para situarse en el mejor ángulo posible.
-Hola, hola, querida compañera. Hay trabajo por hacer.
-¡Al fin! Estaba esperando con ansias. Y ahora tú…- señaló su nuevo atuendo.
-Llámame Papillon por esta ocasión, será más fácil. Hoy vas a poder darles una lección al insecto y al gato. Aunque… debo decir que estoy un poco decepcionada de ti.- dijo de forma casi teatral.- Dijiste que harías algo más para ensuciar su nombre pero han pasado días desde ese robo al museo y no has hecho uso del regalo que te di.
-Eso era porque estaba esperando el momento. Justo hoy en la tarde presentarán en una de las joyerías más importantes de Paris una joya con la forma de un gato. Me convertiré en Chat Noir y la robaré.
-Bien, así me gusta. Ahora, es tu momento de brillar.
Lila se puso el miraculous del pavo real y se transformó. No había mucha diferencia entre su traje como Volpina y Mayura, tenía una amplia falda de plumas de pavo real que tenía un amplio corte a su costado derecho, un pequeño chaleco azul de cuello alto pero que dejaba ver el vientre cuya tela era negra por debajo, medias negras, tacones azules, y el abanico del lado izquierdo. Su peinado había cambiado a una coleta alta con un adorno de plumas alrededor y un lápiz labial azul.
Todo eso fue grabado por Alya que seguía abajo.
-Bien, hora de hacer tu trabajo. Y por cierto, todo está pasando justo enfrente de donde vive esa chica Bridgette. Aprovecha un poco para que sigas atormentándola tal y como lo hiciste en ese tonto evento escolar.
-No te decepcionaré.- salió de allí con una amplia sonrisa. Papillon salió también de allí, sin mirar hacia las cámaras o hacia donde estaban los micrófonos.
-No, no, no.- Alya comenzó a pedalear en dirección a la cafetería Dupain-Cheng. No podía dejar que Lila hiciera de las suyas. Todavía no hacía las paces con Bridgette y no quería que esa loca le hiciese más daño.- ¡Tócale un pelo y será tu tumba!- dijo subiendo a la banqueta y pasando por el Trocadero.
…
Bridgette tenía que decirlo, Shadow Moth sí que se había lucido con el modelo.
-Muy bien, no he visto demasiadas animaciones para saber cómo vencer a uno de estos.- dijo mientras ponía a los niños detrás de ella.
-Yo me encargaré de este hombre de metal.- dijo Su Han que se puso al frente listo para atacar.
Misión: Capturar al objetivo.
Su Han cerró sus puños.
-¡No te acercarás más! ¡Ha!- atacó al robot con sus poderosos puños más este retrocedió pero apenas unos centímetros. El maestro siguió peleando contra este mientras Bridgette retrocedía con los niños. En un momento en que se dio la vuelta vio que el maestro había sido lanzado contra el mostrador.
-¡Brid, corre con los niños! ¡Ahora!- ordenó su tía mientras ella tomaba la paleta de pan y su tío el rodillo. La joven subió hacia su habitación pero sabía muy bien que aquel no sería un lugar seguro. Podía escuchar la conmoción abajo.
-Tengo que sacarlos de aquí pero cómo…- pero fue al asomarse por la ventana que vio una figura azul acercarse.- ¿Mayura? No… no parece ella. ¿Quién es?
-Brid, tengo miedo.- dijo Marinette y tanto ella como Adrien se aferraron a ella. Bridgette tuvo que tomar una decisión.
-Adrien, Marinette, ¿pueden guardar un secreto?- los dos se miraron unos momentos y terminaron por asentir.- Lo digo en serio, nadie, absolutamente nadie debe saber esto.
-Vale.
-Lo prometemos.
-Muy bien…- abrió su bolso y dejó escapar a Tikki. Marinette fue quien gritó.
-¡Un bicho!
-No, Mari. No es un bicho. Es un kwami y hay muchos más aquí.- pronto todos los demás kwamis aparecieron ante la orden indirecta de su guardiana. Adrien ya había visto a Plagg, pero ver a más kwamis era una enorme sorpresa.
-¿Son hadas?- preguntó Marinette con grandes ojos.
-Algo así. Todos ellos son mis amigos y yo los cuido. Pero también, me dan poderes para proteger a Paris y a la ciudad. Tikki, Transfórmame.- Ladybug apareció y Marinette y Adrien abrieron sus bocas tanto como pudieron.
-T-Tú eres…- intentó decir Adrien y Marinete chilló de la emoción.
-¡Tú eres Lady…!
-Shh.- les instó a callar.- Este será nuestro secreto, si la gente se entera será un gran problema, ¿entendido?- los dos asintieron con una amplia sonrisa.- Bien…- miró hacia abajo y miró la pelea. A lo lejos vio que Chat Noir también se unía a la batalla.- Mientras tanto ustedes, manténganse escondidos.- los dos asintieron con ganas, era hora de pelear y conocer a ese nuevo personaje.
…
Lila miró la pelea que se estaba desatando. De inmediato supo que Bridgette debía estar en su habitación, ¿dónde más sino? Entró por la ventana sin problema, el lugar era tan rosa, tan femenino, lo odiaba, pero no había rastro de ella.
-Oh, Bridgette~ Sal de donde quiera que estés.- golpeó en su mano el abanico y en su rostro se veía una sonrisa cínica.- Soy una nueva heroína que viene a salvarte. No te preocupes, vengo de parte de Ladybug. Estoy aquí para ponerte a salvo.- vio la puerta del baño entre abierta y se acercó. La abrió de golpe pero se llevó una enorme sorpresa de ver a Ladybug allí.
-No me digas.- y sin darle tiempo a reaccionar le golpeó directo en la cara. Lila trastabilló segura que estuvo a punto de romperle la nariz.- Creo que no nos han presentado aún.- Lila gruñó y expandió su abanico.
-Soy Bella Blue, insecto. La próxima Ladybug y quien te hará pedazos.
-Lila Rossi. Supongo que no importa qué traje uses. Sigues siendo una zorra.- Bella Blue abrió la boca ofendida.
-¡Te vas a arrepentir!- se lanzó contra ella pero Ladybug fue más rápida y escapó por la trampilla siendo seguida por la nueva villana de azul. Marinette y Adrien salieron de la bañera junto con todos los demás kwamis.
-Buena suerte, hermanita…
-¡Patéale el trasero!
Ladybug cayó justo encima del akuma cuando este iba a atacar a sus tíos que se habían quedado desarmados.
-Metete con alguien de tu tamaño hojalata. ¡Oh!- se cubrió del ataque de Bella Blue que la empujó un par de metros.
-Lo mismo digo, insecto.
-¡Ya somos tres!- Chat Noir llegó y la villana tuvo que evitar el ataque de su bastón alejándose de ellos.- ¿Quién es la nueva? Me parece familiar.
-Es porque lo es. Sólo que ahora la zorra dejó su pelaje por plumas.
-Ooooh, ya me parecía que olía a zorra vieja.
Mecha Gorila se levantó y miró a los héroes escaneándolos con sus ojos amarillos.
Sujetos: Ladybug/Chat Noir
Tarea: Pelear-Nivel de combate Máximo-Letal.
Los dos héroes abrieron grande los ojos.
-¿Dijo letal?- preguntó Chat Noir.
Mecha Gorila alzó sus puños y estos se lanzaron como cohetes contra estos. Los esquivaron por los pelos y las manos del Mecha regresaron a con él.
-Y eso no es todo.- Bella Blue tomó una pluma de su abanico y esta comenzó a tomar forma, algo grande y monstruoso que los dejó boquiabiertos. Un monstruo similar a un esqueleto con apenas algo de piel putrefacta color azul dentro de una concha de mar, y al abrir su boca un chorro de ácido hizo que ellos decidieran subir a los techos.
-¿Qué rayos es eso?- preguntó Ladybug y Chat Noir habló.
-Supongo que es la representación de su ira y sus mentiras. Admito que le queda perfecto, nada más sabe abrir la boca para lastimar a la gente.- Ladybug tuvo que admitir que estaba de acuerdo. El ácido que caía en hilos de su boca comenzaba a derretir las calles. Su Han tuvo que poner a salvo a los Dupain-Cheng y comensales.
-Bien, tenemos trabajo gatito.
-¿Y cuándo no?- ambos tomaron sus armas y se prepararon para pelear.
No muy lejos de allí, el Chat Noir adulto veía todo desde la distancia. Mort Rouge debía estar cerca vigilando todo desde un sitio en específico.
-¿Me escuchas?- preguntó Hawk Moth desde la guarida por medio de un comunicador.
-Fuerte y claro, papá.
-Tenemos a las mariposas buscando en un radio de doscientos metros la zona. No debe estar tan lejos.- Chat vio las mariposas carmesí que eran características de Catalyst. Natalie se había propuesto a ser quien fuese akumatizada para buscar gracias a sus pantallas a Mort Rouge.
-Contamos con ustedes. Cambio y fuera.- aguardaría el momento, ella debía aparecer tarde o temprano.
La pelea no era sencilla. Una portadora, un akuma mecánico y un amok gigante escupe ácido, las cosas estaban en clara desventaja para los héroes. Mecha Gorila atrapó a Chat Noir, abrazándolo con fuerza con sus fuertes brazos. Podía sentir que le partiría la espalda en unos momentos.
-No me gustan este tipo de abrazos…- alcanzando su bastón presionó el botón para que este se metiera entre ellos y le diera justo en su mandíbula de metal. Tras soltarlo, Chat Noir aprovechó para golpearlo y alejarse un poco de él.- Auch, eso me va a dejar una marca.- se quejó mientras sacudía su mano y luego esquivó un chorro de ácido.
Los techos se habían convertido en el escenario de la lucha de Bella Blue contra Ladybug. Ambas estaban muy parejas en aspecto de fuerza, pero Ladybug no podía evitar preocuparse por su familia, estaban prácticamente en medio de todo eso, tenía que idear una forma de alejar a todos de allí.
-Ahora estamos iguales en poder Ladybug. No podrás vencerme a mí ni a mi monstruo.
-Ay, disculpa. Pensé que era tu cita de esta noche.- Bella Blue le atacó y Ladybug le esquivó. Miró abajo, si podía deshacerse del akuma sería sencillo que Chat le ayudase contra ese par. Sacó el collar del ratón, era hora de dividirse un poco el trabajo.- Mullo, amal…- cuando estuvo a punto de ponérselo un chorro de ácido pasó muy cerca de ella y tuvo que soltar el miraculous al esquivarlo, lanzándolo lejos sin querer.- ¡No!
El miraculous cayó sobre su terraza y Bella Blue le atacó acorralándola contra una chimenea presionando el abanico en su cuello.
-Hora de quitarte ese miraculous y ver quién está detrás de la máscara.
Sin perder tiempo, Ladybug la tomó del brazo y aplicó una llave que el maestro le había enseñado.
-Nunca tendrás mi miraculous.- bien pudo haberle dislocado el brazo pero eso no es algo que ella haría. La empujó y antes de atacarla con su yoyo tuvo que esquivar otro chorro de ácido que derritió el techo de donde estaban.- ¡Chat! ¡Vamos!- gritó esperando así no poner en riesgo a nadie más…
La trampilla se abrió y de esta Marinette se asomó y tomó el miraculous del ratón rápidamente cerrando la trampilla.
-¿Eso no es lo que tomó tu hermana?- preguntó Adrien y Marinette asintió.
-Sí, lo es.- miró a los kwamis que estaban vigilándolos y Mullo apareció también.- Hay que ayudar a mi hermana y a Chat Noir.
-¿Pero cómo lo haremos? No tenemos poderes como ellos.- entonces los dos pequeños miraron a los kwamis que rápidamente supieron interpretar esas miradas de complicidad.
-Oh, no, no, eso es muy mala idea.- dijo Ziggy de inmediato.
-Dejen a sus mayores hacerse cargo, ustedes son muy pequeños.- regañó Barkk.
-Pero si no les ayudamos…
-Van a salir lastimados.- dijeron los niños y entonces Marinette fue a su cama y tomó los peluches de los héroes que tenían.
-Necesitamos un miraculous que nos haga fuertes.
-Y también ágiles.- dijo Adrien con emoción mirando los peluches.- Alguien… ¡gatástico!- Marinette lo pensó y entonces sonrió mostrándole el peluche de Tigresse Pourpre.- Roarr.
-¿Me llamaron?- Marinette juntó sus manos a los kwamis.
-Por favor, hay que ayudar a mi hermanita.- todos los kwamis se miraron dubitativos, no podían hacer eso pero Sass terminó por comprender la gravedad de la situación.
-Los héroes necesssitan ayuda. Es nuestro deber ayudarles también.- fue a la caja de los hilos y activó el mecanismo, abriendo el escondite y mostrando la caja de los miraculous.
-Se nos va a venir una buena.- se quejó Orikko.
-Pero no sin antes darles una garrita.- sonrió Roarr y los niños saltaron de felicidad.
-/ ¡Hagámoslo!/- exclamaron al chocar puños.
…
Zoe había invitado a Luka a la Plaza de Marte después de que sintieran un enorme alivio al saber que los Agreste estaban bien, pero había decidido dejar de lado aquello cuando escuchó la alarma de akuma. Había preparado un pequeño picnic para poder declararse, esta había sido una idea de Bridgette que le dijo que Luka disfrutaba de los lugares cerca de la naturaleza y donde pudiese expresarse sin presión. Una lástima, pero la seguridad era primero. La mayoría de la gente ya se había ido y los pocos que quedaban o estaban esperando que algo pasara y grabarlo o como ella recogían sus cosas.
Suspiró con cierta desilusión cuando recogía el mantel y lo doblaba. Otra oportunidad fallida.
-¿Acaso el destino me intenta decir algo?
-¡Zoe!- la joven saltó de su lugar y se volvió encontrándose con Luka que habían llegado en su bicicleta.
-Luka, pensé que estarías en el barco.
-Obviamente no iba a dejarte regresar sola, mucho menos con una alerta de akuma. Esto…- señaló la cesta de picnic y el estuche de violín.
-Oh. No es nada. Es mejor que regresemos ahora.
-¿Querías decirme algo?- preguntó dubitativo ante las palabras que su padre le había dicho la otra vez. ¿Acaso era verdad? ¿Zoe de verdad quería declarársele?
-Bueno, decirlo… no exactamente.- puso la cesta tras la bicicleta y luego tomó su violín y dudó, quizás si no le decía eso ahora algo más podría pasar.- Me gustaría que escucharas esto.- sacó el violín del estuche.- Prometo que será breve.
Tenía su completa atención. Aspiró profundo y expiró lento al acomodar sus dedos en las cuerdas y entonces comenzó. Luka rápidamente reconoció la melodía, 'Can't help falling in love' de Elvis Presley. Sintió un nudo en la garganta al escuchar la delicada melodía estremecer todo su ser hasta su corazón. Pudo sentir como si tocase su alma, cada pequeño y recóndito espacio dentro de él sintió esa calidez de un sentimiento puro y sincero. Tal como prometió fue breve, Zoe miró a Luka que tenía una expresión que no supo interpretar.
-Esto… era lo que quería decirte.
-Oh…
Sintió deseos de golpearse a sí mismo. ¿Oh? ¡Esa no era una respuesta! Hizo un nuevo intento.
-Zoe… mira, yo…- su garganta se cerró pero, ¿qué iba a decirle? ¿Le gustaba? ¿Seguía un poco enamorado de Bridgette? Él siempre tiene un consejo o dos para sus amigos y era bueno con las palabras, al menos era mejor que su hermana, y ahora… se sentía en los zapatos de su hermana. ¡Sus malditos labios no se despegaban! ¿Es que le habían puesto pegamento?
-Luka, está bien. Si no sabes qué decir tomate tú tiempo. Voy a esperar la respuesta, sea positiva o negativa. No quiero forzar nada por ahora.
Luka tragó duro, Zoe era una chica hermosa, inteligente, divertida, graciosa y se sentía a gusto con ella. Bridgette fue la que creyó sería el amor de su vida, ahora sabía que ella y Félix estaban destinados, no sólo por ser el gato y la mariquita, sino porque ambos se complementaban en todo, así como… ¿Zoe era su complemento? De repente sintió que algo iba a salir de su boca, la respuesta a esa pregunta que acababa de hacerse.
-Zoe… ¡Zoe! Tú…
-/ ¡AAAAAAAAAAH!/- Ladybug y Chat Noir cayeron no muy lejos de ellos, habiendo sido lanzados a metros de distancia.
-Cuando le ponga las manos encima… voy a arrancarle pluma por pluma a esa bruja.- se quejó Chat Noir levantándose y ayudando a Ladybug que se quitaba algo de pasto de la boca.
-¿Ladybug?- preguntó Luka.
-¿Chat Noir?- preguntó Zoe. Ambos querían preguntarles si podían ayudarles pero el sonido de los árboles partirse y la visión de aquel sentimonstruo les hizo incapaces de hacer la pregunta ante la sorpresa de aquella cosa.
-¡Váyanse a un lugar seguro! Nosotros nos haremos cargo.
Ninguno quería hacerlo, pero Ladybug no podría darles sus miraculous a menos que estuviesen a solas. Luka tomó la mano de Zoe y la subió a su bicicleta para irse de allí rápido, esperando que ellos puedan derrotar a esa cosa.
Mecha Gorila apareció desde el cielo y sobre la cabeza de aquel amok, Bella Blue se mofó de los héroes.
-Vaya, vaya, desde aquí parecen insectos. Vamos a aplastarlos como tal.- el amok levantó su enorme mano huesuda y la dejó caer sobre de ellos, ambos saltaron más Mecha Gorila aprovechó y los embistió con la velocidad de sus pies cohetes, dejándolos en el suelo adoloridos y presionándolos con fuerza contra este. Bella Blue rio y bajó de su creación acercándose a ellos.- Tan fácil. Ahora me haré de sus miraculous y luego dejaré que mi monstruo los derrita por completo.- se agachó al lado de Ladybug que intentaba zafarse así como Chat Noir.- Y tú serás la primera…
Ladybug cerró los ojos, ¿aquello era el fin? No podía aceptarlo, ¡no así! Pero cómo… la campana de una bicicleta llamó la atención de los presentes. Por un segundo pensó que Luka y Zoe habían regresado pero quien estaba pedaleando a toda velocidad era Alya que alzó su bicicleta y la soltó dejándola ir contra Bella Blue que recibió el impacto de lleno. Alya trastabilló casi cayendo pero logró guardar el equilibrio y encaró a la villana.
-¡No te atrevas a hacerles daño!- los héroes estaban sorprendidos, pero más que todo Ladybug que hacía tiempo no veía a Alya ponerse de su lado. Aprovechó el momento para tomar su yoyo y lanzarlo hacia un árbol cercano, lo jaló cortando este y que cayera sobre el Mecha liberándolos de su agarre.
Al ver al amok a punto de vomitar su ácido, los tres se hicieron a un lado, siendo Ladybug que salvara a Alya y el único afectado fue la bicicleta que se derritió en un santiamén.
Ladybug tomó a Alya de los hombros y la alejó hacia los árboles mientras Chat las cubría.
-Alya debes irte de aquí. Este lugar es peligroso.
-Lo sé, pero no podía soportarlo más. Esa loca es Lila Rossi, mi compañera de clase. Ella ha estado ayudando a Mort Rouge y es la que ha ensuciado sus nombres y… también ensució el nombre de una de mis compañeras.- dijo con claro pesar para sorpresa de la heroína.- Me amenazó con hacerle daño a mi familia para ayudarla a mejorar su imagen frente a todos junto con esa demente… pero ya no puedo hacerlo. No tengo cara para disculparme contigo ni con mi amiga Bridgette, o ex amiga, fui una tonta en creerle al principio… Pero al menos quería hacer esto bien, y proteger a Bridgette sin importar si me perdona o no.- juntó sus manos y cerró los ojos conteniendo su impotencia.- Lo único que quiero es ayudar.
Ladybug pudo sentir el dolor y el arrepentimiento de Alya. Estaba de verdad arrepentida por todo e incluso se había arriesgado a ayudarla pensando sólo en su seguridad. Apretó sus hombros para que la mirara antes de que se echase a llorar y le dedicó una radiante sonrisa.
-Entonces si quieres ayudarme y proteger a tu amiga vamos a necesitar de tu ayuda.- de su yoyo sacó el miraculous del zorro y se lo entregó a Alya que sonrió.
-No te decepcionaré. Ni a ti ni a nadie.
Bella Blue se acercó a los árboles y arbustos por donde las vio irse mientras Chat Noir luchaba contra el Mecha.
-Juro que cuando te encuentre a ti y a esa estúpida cuatro ojos se arrepentirán toda su vida.- pero apenas iba a entrar alguien la pateó veloz y Bella Blue retrocedió y se hincó en el suelo, sólo para mirar con asombro a Alya, o mejor dicho, Rena Rouge.
-La que se arrepentirá será otra.
-¿Tú? No es posible. ¿Cómo?- en ese momento Ladybug apareció detrás.
-Tú no eres la única que tiene amigas.- dijo chocando puños con Rena y le dejó ese round.
-Te voy a demostrar el verdadero poder del zorro.- ambas comenzaron a pelear, el abanico y la flauta chocaron, más Rena era mucho más habilidosa que Bella Blue y al final la portadora original del zorro giró lanzando una patada alta dándole en la mandíbula y golpeándola de inmediato en el estómago.- ¿Qué pasa? ¿Quieres más?
-¡Agh! Maldita seas. Me aseguraré que tu familia pague por esto.
-No lo creo.- esta vez fue Ladybug quien habló.- Tus días de gloria han terminado, Lila. Y Alya no es una pieza más de tu enfermo juego.- Bella Blue gruñó, del otro lado, Chat Noir había hecho retroceder a Mecha Gorila pero era muy duro y fuerte, no quería hacerle daño a la única persona, además de Natalie, que se preocupaba por él y su hermanito.
-Sé que quieres proteger a Adrien, pero convertirte en esto no es la manera de hacerlo. Tienes que pelear.
Mecha Gorila no respondió y alzó sus puños cohete haciendo que el felino esquivara hasta que una de las manos lo tomó de la cola y lo dejó colgado sobre un árbol. Chat Noir tuvo que desabrochar su cinturón.
-En serio, no me hagas hacer esto…- alzó su mano a punto de invocar su Cataclysm.
El rugido del amok llamó la atención de todos, algo le pasaba. Y cuando este agachó la cabeza mientras la sacudía, pudieron ver a dos pequeños niños sobre de él, agarrándose con fuerza para no caer.
-¿Pero qué rayos?- preguntó Chat Noir mirándolos bien, un niño tigre y una niña ratón. No pudiendo soportar más ambos fueron lanzados al aire, pero la pequeña ratoncita se las arregló para lanzar su látigo hacia un árbol y así tomar de la mano a su compañero y ayudarlo a caer.
La pequeña parecía una versión de Multimouse pero con dos pequeños moños rosas a un lado y el niño le recordó por un momento a él, o una versión de Chat Noir, pero su traje era por completo púrpura con un abdomen negro, tenía pequeñas rayas tanto en brazos, piernas y cola, las puntas de su cabello rebelde eran negras y en lugar de un cascabel tenía una punta en forma de rombo plateada.
-Wow, eso sí es nuevo.- señaló Rena Rouge y Bella Blue vio su oportunidad y se trepó sobre su sentimonstruo.
-¡Ríndanse todos! ¡O llenaré este lugar de ácido! ¡Y todos se derretirán!
-¿Derretirías hasta a tu propio aliado?- preguntó Rena Rouge incrédula.
-¿Y a mí que me importa? Es sólo un peón.
Escondida en una habitación de hotel cercana, Papillon frunció el ceño, claramente furiosa por lo que ella estaba a punto de hacer.
-Detente Mecha Gorila.- ordenó la villana.- Enfócate en Chat Noir, si ataca tú lo atacas… y también enfócate en Bella Blue.- chasqueó los dientes ante ese inconveniente.
Ladybug se acercó a los pequeños y se inclinó donde ellos.
-¿Qué rayos pensaban?
-Perdón… pero queríamos ayudarlos.- se disculpó la pequeña y Ladybug le abrazó con fuerza.
-Está bien. Pero esta será la última vez.
-¿Algún plan?- preguntó Chat Noir que se acercó sin quitarle la mirada al akuma que parecía verlo fijamente a punto de atacar.
-Veamos que nos da la buena fortuna… ¡Lucky Charm!- para su asombro, una botella de shampoo cayó en sus manos.
-¿Eso es todo lo que tienes? ¡Están acabados!- se burló Bella Blue pero Ladybug miró alrededor. La fuente que estaba a unos metros, Mecha Gorila, los dos pequeños y por supuesto Chat Noir y Rena Rouge.
-Chat, ¿crees que puedas darme una mano para darle un baño?- este sonrió ampliamente.
-Como tú digas.
-Pequeña, vienes conmigo, tigrecito, tú con Rena.
-¡No soy un tigrecito! Soy Furious Stripe.
-Y yo soy Mini Mouse.
-Cool.- felicitó Chat Noir.
-Bien. ¿Todos listos?
-/ ¡SI!/- respondieron todos. Rena Rouge sonó su flauta.
-¡Mirage!- creo una espesa niebla que cubrió el campo entero y ni siquiera Mecha Gorila podía ver a su objetivo, poniendo nerviosa a la misma Papillon.
-¡JA! Qué ilusión tan barata. Vomita ahora Sentimonstruo y derrite todo…
-¡Cataclysm!- un chorro de agua y burbujas apareció y Bella Blue observó confundida las múltiples burbujas que volaron alrededor, pero algunas de ellas tenían una sorpresa. Mini Mouse estaba dentro de estas y fueron directamente donde estaba Mecha Gorila, entrando en las pequeñas aberturas que este tenía. Las pequeñas vieron un montón de cables que comenzaron a mover y desconectar a la vez. Mecha Gorila comenzó a fallar, y tras llegar hasta su corazón, encontraron un robot de juguete oscurecido por el akuma.
-¡Coooolisión!- gritó Furious Stripe saltando de entre la niebla y golpeando al sentimonstruo justo en la barbilla impidiendo que vomitara su asqueroso ácido. El sentimonstruo se elevó y como en cámara lenta, Ladybug, Chat Noir y Rena Rouge aparecieron y los tres la terminaron con un golpe triple que la dejó en el suelo.
La niebla desapareció y Mecha Gorila estaba en el suelo moviendo la cabeza en círculos. Un compartimiento se abrió en el pecho del akuma y las varias Mini Mouse salieron cargando al robot de juguete y lo dejaron caer en el suelo haciendo que se rompiera. Ladybug le quitó el miraculous a Bella Blue revelando a Lila y el sentimonstruo inconsciente desapareció.
-No más maldades para ti pequeño akuma.- dejó caer su yoyo y lo hizo girar.- ¡Es hora de terminar con la maldad!- lanzó el yoyo y atrapó con éxito al escurridizo akuma y la pluma.- ¡Los tengo! Adiós mariposita, adiós plumita.- despidió a la mariposa y pluma purificadas.- ¡Miraculous Ladybug!- lanzó el bote de shampoo y todo regresó a la normalidad. Los cinco chocaron puños, aunque los dos pequeños tuvieron que saltar para poder hacerlo.
-/ ¡BIEN HECHO!/
-No… esto no puede ser.- dijo Lila que se levantó del suelo.- Yo era más fuerte, ¡yo debía ganar!
-Ahora sí me voy a cobrar todas las que me has hecho.- amenazó Rena que se acercó tronando los puños cuando una figura oscura la golpeó y alejó. Papillon había aparecido y no parecía feliz esta vez.
-¿Tú?- preguntó sorprendida Ladybug al darse cuenta que Shadow Moth no fue el culpable esta vez.- Mort Rouge…
Papillon miró a los presentes y sin más hizo que un escarabajo entrara en los aretes de Lila y esta se transformara en una versión oscura y translucida de ella, igual que una sombra.
-Has cometido un grave error Ladybug. Pero estos errores pueden ser arreglados.- antes de siquiera preguntar algo, tocó a Lila y ambas se convirtieron en sombras y escaparon de allí. El Chat Noir adulto que había visto todo desde la distancia supo que no la encontraría de esa forma. Una mariposa roja se posó en su hombro y decidió que lo mejor era regresar.
Ladybug miró a los dos pequeños y extendió la mano.
-A ver los dos. Ya saben que deben devolverlos.- los dos sonrieron y accedieron. Adrien fue a donde Gorila que estaba sentado en el suelo completamente confundido y se lanzó en sus brazos.
-Perdón, no volveré a escaparme así, al menos no sin decirte.- Gorila exhaló una corta y ronca risa llena de alivio y le sonrió a los héroes. Marinette miró con un poco de pena a Ladybug que se veía un poco molesta.
-¿Algo qué decir?
-Perdón.- Ladybug suspiró y la tomó en brazos.
-Bien, hora de regresarte a casa pequeña.
-Sí, hermanita.- en ese momento Ladybug se congeló. Tanto Chat Noir como Rena Rouge la miraron sorprendidos.
-¿Brid?- preguntó Rena.
-¿Qué? Nooooo. ¿Cómo crees?- sentía el frío sudor comenzar a caer en su frente. Chat pensó que Rena armaría una escena, más las sirenas de la policía comenzaron a sonar.
-Debemos irnos.- Rena se acercó a Ladybug y para sorpresa de esta, ella le sonrió y le dio el miraculous del zorro de vuelta.
-Ya hablaremos luego. Mis labios están sellados, váyanse.- Ladybug asintió y se fue de allí veloz junto con Chat Noir. La policía llegó en ese instante y Alya levantó sus manos. El capitán Raincomprix llegó a la escena.
-¿Qué ocurrió aquí?
-Oh, bueno. Lo de costumbre, un ataque de akuma, un sentimonstruo, los héroes peleando contra los villanos y venciendo al final. Por cierto, déjenme presentarme. Soy Rena Rouge, una de las aliadas de Ladybug. Es un placer.- aquello sorprendió al capitán pero Alya no se había revelado así como así. Si estaba detenida, su familia estaría en la comisaría, eso les daría algo de protección en lugar de estar en merced de Mort Rouge y podría sacarle partido.
…
Bridgette estaba preocupada, más que eso, había escuchado en las noticias que la policía había detenido a un sospechoso o posible aliado de Ladybug, pero eso no era todo, ya que ahora no sólo Alya sabía su secreto, sino que también Chat Noir. Gritaba por dentro, claro, le había dicho a Marinette que no había hecho nada malo, fue un pequeño error y que estaba segura que Chat Noir no habría escuchado claramente… ¡PERO ÉL TENÍA EL OÍDO DE UN TÍSICO! ¡Malditos sentidos felinos! ¡Claro que había escuchado todo!
Chat Noir y ella se habían separado en el camino sin decir palabra. El maestro Su Han se había ido poco después de regresar y al mirar por las grandes ventanas vio el sol comenzar a ocultarse. Tenía que ver a Su Han y a Chat Noir esa noche, ¡y no sabía quién le daba más miedo enfrentar!
La puerta se abrió sonando la pequeña campanilla y al girarse y ver una cabellera rubia revuelta gritó de terror puro ante el adelanto del inevitable encuentro.
-¡Bridgette! Soy yo.- dijo Félix quitándose las gafas. Ella parpadeó un par de veces antes de comprobar quién era él.
-¿Félix? Eh, lo siento te confundí con alguien más. ¿Qué haces así? ¿Y vestido así?
-Quería verte. Tengo algo importante qué decirte.- dijo pasando su mano por su cuello.
-Cla-Claro… no hay más clientes así que está bien.- se sentaron en una mesa a charlar, Bridgette podía sentir las miradas de sus tíos en su nuca pero decidió ignorarlos.- ¿Adrien está bien?
-Lo estará. No sé por qué pero estaba más emocionado que asustado por alguna razón.
-Ya veo…- ni de broma le diría que fue el portador del tigre, sin importar cuán adorable se veía.
-Me pidió que trajera esto.- dijo poniendo en la mesa un pedazo de papel coloreado.- Es una tarjeta de disculpas para Marinette. Quería dársela pero con todo lo ocurrido…
-Oh, ya veo. Se la daré a Mari, estará muy feliz. ¿Y dónde se están quedando por ahora?
-Es un hotel. Intentamos mantener el perfil bajo para evitar hablar de lo ocurrido.
-¿Y… si fue un accidente?- Félix sabía que Bridgette era demasiado perspicaz, sospechaba algo pero no debía decir nada.
-Al parecer sí. Tal parece que fue una antigua tubería de gas o un antiguo explosivo de la guerra, aún no saben, explotó bajo tierra debido a la erosión. Nadie escuchó la explosión y eso provocó que el terreno que parte de la casa se viniera abajo. Todavía siguen investigando.- no podía creer que pudiese mentir con tanta facilidad. ¿Una antigua bomba de la guerra? Ni siquiera él sabía de dónde se había sacado ese as bajo la manga.
-Pero escuché que tu padre resultó lastimado.
-Sí, pero se curará. Sus piernas resultaron afectadas por el escombro.
-Oh, cielos. Espero que se recupere pronto…- Félix frunció el ceño. Si ella supiera que él había hecho todo un plan macabro para con ella de seguro no sentiría pena por el bastardo que tenía de padre. Vio su mano sobre la mesa y de inmediato posó la suya sobre de ella provocando una reacción casi inmediata al ver su rostro enrojecer.
-Tú también me preocupaste hoy. ¿Estás bien?
-Y-Yo… sí. Estamos todos bien. Los daños no fueron tan severos y gracias a los poderes de Ladybug todo se arregló.
-Me alegro mucho.- todavía no soltaba su mano y Bridgette sentía que empezaría a sudar muy pronto. De repente los temas de conversación cesaron y eran dos adolescentes que no sabían cómo proceder o qué decir. Félix sentía que también comenzaría a sudar.- Amm… Bridgette, mira yo…
-¿Sí?- el joven aclaró su garganta.
-Quería decirte que… tuvieras cuidado. No sabemos lo que podría pasar y el desfile está a menos de 48 horas.
-Sí, claro, el desfile. Seré muy cuidadosa. He practicado mucho mi forma de caminar y creo que he mejorado.
-Me alegro mucho.- de nuevo silencio. Félix maldijo en silencio ya que como Chat Noir nunca pasaría eso, soltaría una broma o dos y ella lo callaría y bromearían un poco. Era un jodido desastre.- Creo que debo irme ya. Nos veremos pronto.
-Sí, sí, que te vaya bien. Y saluda a Adrien de mi parte. Oh, puedes llevarte unas pastas, son cortesía de la casa.- dijo dándole una caja.
-Gracias.- sus dedos apenas se rozaron pero fue suficiente para que se sonrojaran. Ambos se separaron entre sonrisas extrañas y cuando Félix salió de su perímetro de visión Bridgette no pudo más que lamentarse por su pobre improvisación. En cambio, afuera Félix se reunió con sus amigos que le esperaban a pocos metros.
-¡WOW! Eso sí que fue patético.- dijo Claude picando un poco al Agreste.
-No estuvo tan mal, viejo. Déjalo estar.- intentó consolar Nino.- Ahora la que debería preocuparnos es mi Alya que sigue en la comisaría.
-Si lo piensas bien es el lugar más seguro hasta ahora.- dijo Juliet con aire pensativo.- Y con lo que tú y ella acaban de conseguir será lo mejor.
-Mort Rouge no se va a quedar de brazos cruzados.- dijo Félix.- Hará algo drástico, de eso no me cabe duda.
Todos asintieron y escoltaron a Félix hasta los límites de la ciudad.
…
Alya sentía que había recuperado la confianza y la determinación férrea que había perdido hacía tiempo. Incluso ahora se daba cuenta que desde que comenzó a involucrarse con Lila dudaba mucho de sí misma, lo que volvía a esa mitómana en una especie de sanguijuela que chupaba la seguridad de los demás haciendo que todos confiasen ciegamente en ella.
Los oficiales que la estaba interrogando empezaban a perder la paciencia.
-¿Sabes que te acusarán de ayudar a un terrorista? Arruinarás tu futuro niña. ¡TU FU-TU-RO!
-Hey, calma. No le grites. Mira niña. Es mejor que hables, mi amigo puede ser muy insistente en ciertas cosas.
-Ya… policía bueno y policía malo. Es el cliché más viejo de la historia.- respondió con una sonrisa de lado.- Así que pueden torturarme si quieren. No diré una palabra más.
Los dos oficiales estaban ya exasperados y escucharon los golpes detrás de la ventana doble. El capitán Raincomprix suspiró y salió del cuarto, encontrándose con toda la familia Césaire.
-¡Exijo que me dejen ver a mi hija! ¡Esto es un ultraje!
-¡No saben con quién se están metiendo! ¿Quieren que los haga pedazos? ¡PORQUE LO HARÉ!
-/ ¡LIBERTAD! ¡LIBERTAD! ¡LIBERTAD!/
Esto iba a provocarle una migraña. Así que se acercó a la persona que le pareció más serena, o al menos la que no estaba gritando.
-Señor. ¿Puede venir adentro conmigo?- podía sentir que como su familia el señor Césaire no estaba contento, sin embargo, él era como un animal salvaje, no gruñía al azar, sino que aguardaba el momento adecuado.
-Muy bien.
Entraron a la sala de interrogatorios, sin notar que Sabrina había visto todo desde el otro lado del pasillo, le había llevado la cena a su padre más no se esperaba todo aquello. Entró a la sala contigua del otro lado de la ventana doble. Alya miró a su padre que se sentó a su lado y el capitán se sentó al frente.
-Mire, esta es la situación. La joven Alya Césaire confesó haber ayudado a Ladybug y Chat Noir, ambos son considerados hasta el momento como terroristas y eso pone en muy mala posición a su hija.
-Sólo porque el alcalde los puso así para proteger a su hija de las consecuencias.
-Alya.- su padre le llamó con un tono más grave de voz y ella calló.
-Sea como sea, necesito saber qué sabes acerca de ellos. Si sabes sus identidades o si sabes qué es lo que planean podría ser de ayuda para detenerlos.
-¿Y usted se piensa que los entregaría así porque sí? Usted no me conoce. Y debería darle vergüenza siquiera de pensar tan mal de ellos después de todo lo que han hecho por la ciudad.- ella se cruzó de brazos.- Aunque supiera sus identidades no se lo diría a nadie, ni siquiera al Papa. Pero… podría darle algo más.
-¿Qué cosa?- ella sonrió ampliamente.
-Tienen mi celular. Tráiganlo y verá algo interesante.
Curioso ante ese hecho mandó a que trajeran el celular que estaba a resguardo. Cuando lo trajeron, ella le mostró el programa espía que tenía instalado.
-¿Quiere saber quién es la verdadera villana aquí? Mire bien, debe tener grabado más que suficiente y sigue grabando en directo.
El oficial pidió permiso para ver el celular y revisó las grabaciones pasadas.
-Hola, hola, querida compañera. Hay trabajo por hacer.
-¡Al fin! Estaba esperando con ansias.
-… Hoy vas a poder darles una lección al insecto y al gato. Aunque… debo decir que estoy un poco decepcionada de ti. Dijiste que harías algo más para ensuciar su nombre pero han pasado días desde ese robo al museo y no has hecho uso del regalo que te di.
-Eso era porque estaba esperando el momento. Justo hoy en la tarde presentarán en una de las joyerías más importantes de Paris una joya con la forma de un gato. Me convertiré en Chat Noir y la robaré.
Sabrina del otro lado estaba más que impresionada y mandó un mensaje a Chloe sobre ello. En cambio, si bien el capitán también estaba impresionado, también sabía que aquella evidencia no sería aceptada en una corte.
-Si bien esto demuestra que ella es culpable, esto tampoco fue conseguido legalmente y quizás no sea una prueba válida en un juicio.
-¿Está de broma? Ella me chantajeó, amenazó a mi familia, hizo que le hiciese una página fraudulenta, ¡y está con esa psicópata! ¿Es que lo quiere envuelto con un moño?- Alya casi saltó de su asiento pero su padre puso su mano en su hombro y la hizo sentarse.
-Me gustaría decir algo.- habló en tono bajo sin apartar la mirada del capitán.- Si esto va a juicio mi hija puede declarar en contra de esa jovencita. No fue lo correcto, pero como usted verá, mi hija fue amenazada.- Alya bajó la cabeza.- Sin embargo, tiene usted más que suficiente para seguir una pista sobre esa jovencita.- afiló su mirada como la de un león.- Los policías no son tan distintos de los animales. Un cazador puede usar pequeñas trampas para asustar a su presa y que esta salga de la madriguera para acorralarla. ¿No es esto más que suficiente?
Comprendió sus palabras y pensó con cuidado lo que tenía que hacer. Siguió viendo el celular que estaba grabando en vivo a Lila Rossi que estaba más que furiosa dando vueltas por su habitación.
-¿Les importa que me quede con esto? Y dadas las circunstancias la señorita Césaire debe permanecer aquí esta noche, y ustedes serán llevados a una casa de seguridad mientras tanto.
-No nos iremos. Y dudo mucho que pueda hacernos cambiar de parecer. Nos acomodaremos bien aquí.
-Muy bien.
Un oficial llegó para esposar a Alya y llevarla a la celda, su padre le sonrió una última vez orgulloso de lo que su hija había hecho y cuando salieron del cuarto de interrogatorio, el señor Raincomprix tuvo una idea.
-Señorita Césaire, esa página que dijo que hizo... ¿Puede pasarme el link?
…
Nada estaba bien, todo estaba yendo cayendo en pedazos y la desesperación comenzaba a inundarlo. El alcalde empezaba a recibir llamada tras llamada de mandatarios que exigían respuesta inmediata ante el arresto de Chat Noir y Ladybug, los héroes que habían salvado no sólo a Paris, sino a muchas otras naciones. El mismo presidente exigía verlo y que el mismo gobierno se hiciese cargo de la investigación. Todo se le estaba yendo de las manos y debía decirlo… odiaba lo que había hecho y en lo que se había convertido. Zoe tenía razón, ahora entendía que no sólo había traicionado a los héroes, sino también a sí mismo.
-Esto es inaguantable.- le dijo a su esposa que estaba mirando a la ventana con expresión pensativa.- El presidente quiere venir personalmente y va a darse cuenta de todo. Ya no puedo ocultar más esto.
-No digas tonterías, André.- dijo Audrey girándose molesta ante su actitud derrotista.- ¿Quieres acaso que Chloe vaya a prisión? ¿Qué nuestro nombre quede en el fango? No podemos dejar que eso pase.
-¿Y qué quieres que haga?- preguntó molesto levantándose de la silla.- Ya no puedo hacer nada más.
-No lo sé. Soborna a algunos altos mandos. Eso siempre funciona para muchos.
-No puedo hacer eso. ¡Te crees que tengo tantas influencias!
-¡Para algo te ha de servir el puesto! ¡Usa la cabeza!
-¡Ya déjalo en paz!- para sorpresa de ambos fue Chloe quien gritó al entrar abruptamente. Su madre gruñó a lo bajo y frunció el ceño.
-¿Qué haces aquí, Chlotilde, digo, Chloe? Deberías estar en tu habitación.
-Papá, mamá, quiero decir la verdad.
-¿Qué dijiste?- preguntó su padre incrédulo.
-Quiero decir la verdad. Lo que hice estuvo mal y eso no puede quedar impune. Tienes que limpiar el nombre de Ladybug y Chat Noir.
-¡¿Acaso perdiste la cabeza?!- gritó su madre pero el alcalde escuchó a su hija.
-Chloe, ¿sabes lo que estás pidiendo? E-Esto tendrá consecuencias, cariño.- Chloe apretó los labios, no iba a llorar, tenía que ser fuerte una vez más.
-Sí. Tienes que decirle a la gente la verdad. Y a cambio, les daremos a los peces gordos.- dijo dándole a su padre su celular mientras miraba el video que tomó.
-Podríamos… Podríamos hacer algo con esto.- Audrey gritó frustrada.
-¿En verdad le vas a hacer caso? ¡Esto es una locura! Todo lo que hemos hecho por ti… ¿cómo puedes ser tan ingrata?- esta vez Chloe reaccionó.
-¿Ingrata? Disculpa si no soy la hija perfecta pero tú tampoco eres la madre perfecta.
-¿Disculpa?
-¡Ya me oíste! Siempre quejándote y pavoneándote, despidiendo a todo el mundo aunque sea por la más RIDÍCULA cosa, como que tu latte de soya llegará un poco menos caliente. No hagas como que te preocupas por la familia cuando a ti no te importamos ni Zoe ni yo, ni siquiera te sabes nuestros nombres aunque suenen igual.
-E-Eso no es verdad.
-Y para que lo sepas mamá, papá es una buena persona y de ahora en adelante pienso aprender más de él que de ti.
-Esto es ridículo, ¡totalmente ridículo! No puedes hablar en serio.
-Lo hago. Y si no te gusta puedes tomar el primer vuelo a Nueva York y nunca más volver. O sea que para que me entiendas… ¡ESTÁS DESPEDIDA!
Nunca nadie le había hablado así a Audrey Bourgeois, estaba pasmada, y por una vez se quedó sin palabra en la boca. El alcalde tomó a su hija de los hombros y la tuvo que sacar del salón a prisa de que algo pasara. Chloe temblaba por la adrenalina y ya afuera este la miró a los ojos.
-¿Estás segura de esto, cariño? Las cosas van a tornarse difíciles.
-Totalmente. Prefiero no tener más miedo y hacer lo correcto aunque sea una vez.
El alcalde abrazó a su hija, sintiéndose más que orgulloso de ella, su pequeña niña que ahora ya era una pequeña adulta ante sus ojos.
-Muy bien, voy a planear todo con cuidado.
-Sí. Y trae a Zoe de vuelta al hotel, le devuelvo su habitación, es demasiado pequeña para mí.- su padre rio y ambos fueron al comedor para comer algo de sushi. Chloe quería demostrarle a Zoe que no era como ella le había dicho. Y también iba a hacer pagar a ese par de brujas por todo lo que han hecho.
…
La noche al fin llegó y Chat Noir se preparó para ir a ver a Su Han y a Ladybug. Estaba un poco preocupado.
-¿Todo bien?- preguntó desde atrás su yo adulto, era tan silencioso cuando caminaba que le era difícil saber dónde estaba cuando lo tenía cerca.
-Sí, es sólo que hoy en la tarde ella se puso algo loca y… no quiero que piense que me gusta porque ahora sé que es Ladybug.- su otro yo sonrió y se acercó a él, tomó su mano examinando el anillo.
-Muchas veces la vida da tantas vueltas que incluso nosotros no sabemos por dónde ir, pero en realidad es la vida la que nos lleva al lugar correcto sin saberlo, aunque algunos terminemos por desviarnos.- habló por experiencia propia.- Simplemente olvídate de esto.- señaló el anillo.- Y sé sincero. Porque tú y yo sabemos que estabas loco por su forma civil desde hace tiempo, aunque no lo admitiéramos.- el joven se sonrojó y el adulto le dejó ir a sabiendas que haría lo correcto. Ya era tarde, Natalie estaba dormida en un sofá y la cubrió con una manta. Se acercó a donde estaba su padre y lo encontró durmiendo gracias al medicamento. Fue hasta donde estaba Adrien y lo encontró durmiendo tranquilamente después de un largo día. Pasó su mano por su cabeza y cerró los ojos recordando con dolor la última vez que vio a su hermano…
El tren partiría hacia la frontera de Italia, todo el mundo se despedía de sus familias y sus seres queridos y Félix era uno de ellos. Ambos iban con capuchas, así como la mayoría de la gente que temía ser vistas por la nueva villana de Paris.
-Cuando estés por allá intenta buscar ayuda, ¿vale?- Adrien asintió resignado y molesto, lo sabía, pero no quería que su hermano se involucrara en esta guerra que ellos mismos habían desatado.- Adrien, esta es la forma en la que puedes ayudarnos. Por favor, espero que lo entiendas.
-Lo intento de verdad, Félix. Pero entiéndemetú también. No me es fácil dejar atrás a mi familia.- Félix lo abrazó y Adrien correspondió el abrazo.- Cuídate, idiota.
-Lo haré, cabeza hueca.- los dos se separaron con una sonrisa y chocaron puños. Adrien subió al tren acompañado y se quitó la capucha al entrar. Pronto este se puso en movimiento, Félix vio a su hermano una última vez por la ventana del tren y este se despidió con un gesto de su mano y esa sonrisa traviesa. El tren dejó el andén, comenzó a avanzar hasta que se perdió de la vista de todos y Félix suspiró de alivio.
Pasaron unos minutos. En media hora estarían fuera de Paris para entrar a territorio italiano, Adrien se encontraba inmerso en sus pensamientos cuando alguien se acercó a él.
-Disculpa, ¿eres Adrien Agreste?
-Lo soy.- el varón era joven pero muy alto como su hermano Félix, en realidad se parecía un poco a él.
-Sé que suena mal, pero ¿podrías darme tu autógrafo?
-Seguro. ¿Tienes pluma?
En ese momento una sombra pasó veloz cerca de la ventana. Adrien se puso alerta y escuchó a la gente gritar. Justo al frente de las vías, Mort Rouge aguardaba al tren y en su mano derecha estaba el miraculous del tigre. Cuando el conductor la vio fue demasiado tarde…
Félix regresó a aquella bodega, se sentía triste de ya no tener a su hermano cerca. Plagg al sentir eso se asomó de su bolsillo.
-No te preocupes, acabaremos con todo estoy volverás a ver a tu hermano menor. Que por cierto, él sí supo darme mi queso a mis horas.
-Tus horas son todas las horas, Plagg.- sonrió cuando el kwami se enfurruñó ofendido. Plagg tenía razón, debía tener fe de que pronto lo volvería a ver, más cuando entró escuchó lamentos en todo el lugar.- ¿Qué pasa?- Luka fue quien se acercó a él.
-En las noticias… Félix, el tren…- empujó a Luka a un lado y se acercó a la televisión que tenían y se abrió paso entre la gente. En esta se veía la imagen de un tres descarrilado en llamas, completamente destrozado, y la voz de una reportera que no mostró su rostro se hizo presente.
-Un tren repleto de civiles fue descarrilado por Mort Rouge hace menos de una hora. Se ha investigado la zona... No parece haber sobrevivientes. Estamos lo más cerca posible debido a que se nos dio aviso de este incidente y…- la mujer emitió un sollozo.- Por favor, díganme que mi madre no estaba allí… ¡por favor!
Félix retrocedió sintiendo por un segundo que no podía ver esa horrible visión del tren en llamas. Su hermano, su pequeño hermano… no muy lejos de allí vio a su padre y a Natalie, su padre estaba sentado sobre unas cajas. Se acercó, dispuesto a desquitarse con él, había sido su culpa, ¡su culpa! Pero se detuvo debido a que Natalie intervino y lo que vio lo dejó descolocado. Su padre estaba llorando. Estaba con la cabeza abajo, pero estaba llorando en silencio. No muy lejos, los gritos y sollozos de Gorila demostraban el dolor que sentía y la rabia ante tal injusticia. De repente una risa macabra se escuchó en el televisor.
-Una lástima que todo esto pase, ¿no es verdad?- dijo Mort Rouge que había atrapado al camarógrafo y ahora enfocaba su cámara hacia ella.- Abandonen toda esperanza queridos ciudadanos, porque tal y como dije teñiré esta ciudad de rojo hasta que no quede nada. No tienen suficientes héroes, no tienen NADA para detenerme. Así que afronten esta verdad y mueran como las cucarachas que son.
La transmisión se terminó con los gritos del camarógrafo y la reportera.
Luka abrazó a Zoe que comenzó a llorar. Claude no sabía qué decir, se mantuvo alejado del grupo así como Kagami que sentía una rabia indescriptible ante lo que estaba pasando. Todo el mundo estaba enfrascado en sus propios sentimientos y Félix… Félix había tenido suficiente.
Se paró sobre unas cajas y miró a los presentes.
-¡Gente de Paris!- alzó su voz para ser escuchado.- En este momento convoco a todos los que quieran pelear a nuestro lado para detener esta locura. Convoco a los antiguos héroes, a los ciudadanos que alguna vez defendieron su ciudad de alguna amenaza. Yo… pido que todos peleemos para recuperar el futuro y arreglar este desastre.- se transformó frente a todo el mundo y miró a los presentes.- Yo les prometo que daré mi vida para ayudarles, pero no puedo hacerlo solo, así que pido que más gente se acerque a nosotros, y nos ayuden a combatir a Mort Rouge para regresar acabar con esta pesadilla. ¿Quién se unirá?
Muchos alzaron sus voces y varios sus manos ofreciéndose para una batalla en la que quizás no habría un ganador, pero era mejor que vivir en miedo esperando el siguiente ataque.
Sus compañeros se unieron a él, su padre se levantó haciendo a un lado su dolor para así poder ayudar a su hijo. Y Félix estaba dispuesto a vencer a Mort Rouge y encontrar la forma de arreglar ese desastre costase lo que costase.
Félix regresó a la realidad y suspiró, acomodando algunos mechones de cabello de su hermano.
-Prometo que arreglaré nuestro futuro Adrien. Promesa de gato… lo haré aunque me cueste la vida.
…
Desde la visita de Hoppity, los portadores tenían cierta esperanza de que todo eso mejoraría. Tal parecía que cuando el problema principal se arreglase ese futuro desaparecía, lo que significaba que volverían las víctimas y compañeros que perdieron en el camino y nadie recordaría nada de ese oscuro retazo de tiempo. Luka estaba afuera, admirando el cielo nocturno cuando sintió una mano en su hombro. Zoe se sentó a su lado.
-¿En qué piensas?
-En todo y en nada. Me pierdo en mis tantos pensamientos y siento que al mismo tiempo estos se pierden en la nada.- Zoe se rio entre dientes y luego se apoyó en su hombro.
-¿Crees que después de esto sigamos juntos en el nuevo futuro que se reescribirá?
-Sería un tonto sino fuera el caso.- besó su coronilla y ella rio.
Dentro de la bodega, Claude intentaba dormir en una dura hamaca improvisada cuando la vibración del teléfono volvió a despertarlo. Era un milagro que tuviese algo de señal después de semanas sin poder comunicarse con el exterior.
-¿Hola?- tenía la esperanza que la voz del otro lado fuese su esposa, o sino del ejército.
-¿Hola? ¿Eres Claude Le Blanc?- preguntó una voz femenina.
-¿Quién eres? ¿Cómo conseguiste mi número?- preguntó más despierto y de mal humor.
-Yo… Lo conseguí por medio de tu esposa, Juliet. He estado intentando comunicarme con alguno de ustedes desde hace mucho tiempo… No sé cómo decir esto.
-Mira no sé quién eres, así que mejor no le des vueltas al asunto y dime quién demonios eres.
-Verás, es que ha pasado tiempo, yo soy…
Ante su respuesta, Claude abrió grande los ojos y dejó caer su mandíbula.
-Espera, no me cuelgues… ¡LUKAAAAAA!- gritó de tal forma que hizo saltar al músico y a su novia del susto.
Lo que acababa de pasar cambiaría todo el juego.
….
Y… esperamos que les haya gustado! Gracias a todos por leer! Dejen review, nada d tomatazos, aceptamos bebidas, dulces, quesos, botanas, imágenes de quesos nada sugerentes, adornos brillantes, música y… ¡NO VOY A LEER TODO ESTO!
Kwamis: / ¡Por faaaaaaa!/
Maldición, son tan tiernos, vale. También se aceptan plumones, todo lo que sea brillante como juguetitos, juegos de cartas, más botanas y también que todos pasen unas felices fiestas. Y sin más qué decir… UN ABRAZO! UN GUSTAZO! Y HASTA LA…!
Kwamis: FELIZ NAVIDAAAAD! *explotan confeti por todas partes*
… *suspiro* Voy por la escoba.
