Hola a todos! Pido una disculpa por el retraso y me disculpo por adelantado porque estoy segura que también habrá retraso para el siguiente capítulo. Como sea, estamos a un par de pasos del final. Y las sorpresas todavía no acaban. Y así como yo estoy con los pelos de punta con lo que se viene de la serie, esperamos dar el mismo efecto en estos últimos capítulos. Y ya sin más qué decir… COMENZAMOS!

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Advertencia: Este capítulo tiene descripciones de escenas un tanto sangrientas, por lo que se pide discreción y todos los que sean débiles de corazón entran a estos terrenos bajo sus propios riesgos.

Capítulo 23.

La última jugada.

Después de una abundante cena Bridgette se dio cuenta que si bien Chat podía mostrarse tímido con sus padres, también podía mostrarse más que decidido cuando se trataba de ella. Tuvo que intervenir más de una vez cuando su tío le preguntó cuál es su sabor de pastel favorito para comenzar a crear un boceto del pastel de bodas. Gracias al cielo que su tía le había dado oportunidad de arrastrar a Chat Noir fuera del lugar. Ya estaba haciéndose tarde, Marinette había al fin sucumbido al sueño y mientras tanto la pareja estaba mirando las estrellas en el balcón lleno de flores.

-Entonces… ¿mañana termina todo esto?

-Sí. Detendremos a Lila y solamente tendremos que detener a Mort Rouge por corto tiempo, entonces el nudo en el tiempo desaparecerá y todo correrá como debería. Así tal cual como cuando Bunnix vino la primera vez.

-Eso espero… yo, no puedo pensar en que yo hubiese sido la causante de un futuro tan horrible. ¡Cielos! Ni siquiera sé si podré seguir siendo Ladybug.

-¿De qué hablas? ¡Claro que puedes!- tomó sus manos.- ¿Recuerdas cuando me contaste sobre Chat Blanc? Yo también estaba horrorizado por ese futuro. Te juro que incluso pensé en renunciar.

-Chat...

-Pero luego un instante después supe que no podía hacerlo y que todo estaría bien.

-¿Y cómo lo supiste?- le preguntó curiosa.

-Vi tus ojos. Y supe que todo estaría bien.- ella ahogó una risa ante aquella frase tan cursi pero empezaba a gustarle ese lado suyo.- Tú nunca serás ella, Bridgette. No permitiré que nadie robe tu cálido corazón además de miau, por supuesto.

-¡Ya basta! No sé si pueda en serio acostumbrarme a los chistes de gato.

-Tendrás que hacerlo, son parte de mi encanto.

-Muy bien, empiezo a asustarme en serio.- rio alejándolo un poco de ella al tenerlo casi encima.- Por cierto, ¿qué pasó en el instituto luego de que Lila huyera? No me contaste esa parte.

-De acuerdo a Claude hubo caos y todos se pusieron como locos a escribirte por el celular. ¿Acaso no viste las notificaciones?

-¿Cómo?

Bajaron con cuidado de no hacer ruido, los kwamis ya estaban dormidos alrededor de Marinette, incluso Tikki estaba acurrucada en la almohada muy cerca de la pequeña. Bridgette pensó que nunca había visto una escena tan adorable, lástima que los kwamis no aparecían en fotos. Cargó su teléfono y lo encendió. Grande fue su sorpresa cuando decenas de mensajes y llamadas perdidas aparecieron y tuvo que poner encima del teléfono una almohada para ahogar el ruido. Chat le ayudó con un par más hasta que después de lo que les pareció una eternidad el teléfono dejó de sonar. Los dos se miraron unos momentos y tras quitar las almohadas sonó un mensaje más que los hizo saltar un poco y ver hacia donde estaba Marinette y los kwamis, pero ninguno se había despertado. Suspiraron de alivio y volvieron a subir. Bridgette miró sorprendida la cantidad de mensajes y llamadas perdidas.

-No puede ser…

Allegra le escribió cerca de 30 mensajes y llamadas perdidas, había una larga carta de disculpa de parte de Kim, Iván le mandó algunas canciones de disculpas, Max un cálculo extremo de su arrepentimiento en números, y hasta había un mensaje de la profesora Bustier que se disculpaba de todo y de haberla creído mal estudiante, incluso Chloe le escribió un mensaje, corto y conciso, pero se veía la intención. Estaba sin palabras.

-Tal vez te sea difícil perdonarlos después de lo que hicieron. Yo incluso también debo discúlpame por mi actitud pasada, pero creo que se merecen una oportunidad, o al menos hasta que derrotemos a Mort Rouge.

Vio a la joven morder su labio inferior. Lo estaba pensando en serio y no la culpaba. Había demasiado resentimiento y traición que incluso él llegó a formar parte por su apatía. Sabía muy bien que todos ellos debían hacer méritos si querían que la chica volviese a siquiera dirigirles la palabra.

-Tenemos que pensar cómo derrotar a Mort Rouge.- le dijo a Chat que la vio sonreír.- Después del evento empezaremos a repartir los miraculous. No quiero guardar resentimiento como ella. Me tomará mi tiempo, pero estoy segura que los perdonaré eventualmente. Aunque claro, las cosas ya no serán iguales. La confianza es algo que se va construyendo por años y que puede derrumbarse en segundos.

-Prometo hacer lo que sea para que vuelvas a confiar en mí plenamente.

-Oh, Félix.- acarició su mejilla.- Confío en ti. Eres mi compañero y la persona a la que puedo entregar mi corazón.

-Y por eso te protegeré a ti y a tu corazón. Y está bien que tardes en perdonar a la gente. Eres humana, puedes guardar rencor contra alguien, pero no olvides que tendrás a personas que te aman incondicionalmente y que nunca te fallarán.- ella sonrió y le abrazó con fuerza. Para ella Chat Noir, Félix, era la persona en quien más podía confiar. Y su corazón no cabía de alegría.

Un último beso antes de que el gato se fuera por esa noche, deseándose dulces sueños y con la esperanza más viva que nunca.

Salió de ese lugar de pesadilla como si el mismísimo diablo le persiguiera. Podía escuchar detrás de ella esa risa diabólica y la explicación de aquel video "educativo" que le había mostrado, en donde aparecía una mujer siendo torturada de formas abominables, siendo en realidad ella misma. Pero tal vez lo que se acercaba más a aquella abominación sea que la persona tras la identidad de Mort Rouge fuera en realidad Ladybug, o como ella misma se presentó también, Bridgette Dupain-Cheng. Aún podía escuchar su voz.

¿Qué pasa? Parece que vas a vomitar. ¿Acaso no lo esperabas?

Se detuvo en un callejón y puso sus manos en su cabeza.

¿No te gusta lo que ves? Es casi poético, ¡dantesco! ¡Es maravillosamente el karma encarnado!

Sus dedos se enredaron en sus cabellos al tiempo que sentía la bilis comenzar a subir hasta su garganta.

¿Te crees que puedes ir por la vida sin sufrir las consecuencias de tus acciones? ¡Siempre fuiste más retorcida de lo creí! Yo no soy la verdadera villana. Soy la misma manifestación de que el karma puede ser una perra. Y este es tu futuro, sin más ni menos. ¡Afróntalo!

El sólo recordar los gritos y la sangre de ese video la hicieron vomitar en aquel lugar. Se apoyó en aquella sucia pared y volvió a vomitar ante el mismo asco de su propio vomito.

-No, esto no puedo ser. ¡Esto no puede ser! ¡Ese no puede ser mi futuro! ¡Ella no puede ser Ladybug!

No sabía qué le daba más rabia, el que terminase su vida de forma brutal a manos de su peor enemiga o que la tonta e ingenua de Bridgette fuese la heroína que tanto odiaba y que todos admiraban. Gritó furiosa y se arrancó varios cabellos de su cabello ante la desesperación y rabia que sentía al unísono.

-¡No! ¡NO! Ella no podrá conmigo. ¡Ella no es nadie! ¡Nadie!

Bridgette siempre le robaba todo lo que le pertenecía. Atención, admiración y amor. Todo era de ella, ¡DE ELLA! No de nadie más. Porque ella merecía que todos la admirasen, ella merecía la fama, la admiración, el poder. Y no dejaría que ella le robase su vida.

-Si crees que esto ha terminado no es así. Voy a matarte. ¡Voy a matarte primero! Entonces todo volverá a la normalidad… jeje.- emitió una extraña risa.- Seré una heroína, ¡YO! La chica que asesinó a Mort Rouge. Porque si Bridgette no existiera ahora, ella no existiría en el futuro. ¡Es obvio! Todos deben de saber la verdadera amenaza. ¡Todos lo deben de saber!

Tras eso se perdió entre la oscuridad de las calles de Paris con su mente perdida en la maraña de maldad que ahora era su mente desorientada.

La joven adulta ni siquiera se molestó en seguirla. Solamente se quedó en su habitación y miró con una leve sonrisa la carpeta que estaba sobre su mesita de noche y que tenía el sello Gabriel.

Cuando Marinette despertó lo primero que escuchó fueron los ronquidos, luego captó el sonido del techado. Se talló los ojos y vio a su hermana apagar el computador.

-¿Brid?

-Oh, hola fresita. ¿Dormiste bien?

-Sí, ¿qué estabas haciendo?

-Nada importante. Grabando un video. ¿Dormiste bien?- Marinette bostezó.

-Muy bien.

-Genial. ¿Quieres que bajemos a desayunar? De seguro hoy hay algo rico, escuché mucho ruido en la mañana.

-¿Podemos desayunar aquí con los kwamis?

-No creo, pero les traeremos el desayuno para cuando despierten.- Marinette sonrió ampliamente. Ambas bajaron y grande fue su sorpresa al ver allí a sus abuelos.

-No, Gina. Así no se hacen los huevos.

-Ay, Roland. Por una vez deja que los haga a mi manera.

-¡Abuelitos!- Marinette corrió hacia su abuelo Roland que le recibió feliz.

-Vaya, ¿quién es esta pequeña? No, aguarda, ya no es tan pequeña. Cada día la veo más grande.

-¡Bridi, mi niña!- Gina abrazó a la joven.

-Hola abuela. Vaya sorpresa verlos aquí.

-Tus padres estaban ocupados abajo y queríamos verte en tu gran día especial.

-Y pensamos hacerles el desayuno, aunque tu abuela no haga bien los huevos.- Gina rodó los ojos.

-Nunca te he dado gusto, Roland. Bueno, han existido sus excepciones.- sonrojado, Roland tosió ruidosamente mientras seguía con lo suyo.- Como sea, estaremos allí cuando te presentes, mi niña dulce.- apretó sus mejillas con fuerza pero aun así Bridgette sonrió con ganas. En ese momento, la puerta se abrió y Sabine se asomó al lugar.

-Oh, ya están despiertas.

-Sí. Los abuelos dicen que hoy están ocupados.

-Sólo estamos limpiando un poco. Pero… justo ahora, tenemos una situación abajo.- habló un tanto dubitativa.- Hay algunas personas que quieren verte, Bridgette.

Decir que eran algunas personas era poco decir. Toda su clase estaba allí y apenas la vieron comenzaron a disculparse como si de eso dependiera su vida.

-¡Lo sentimos!

-¡No lo volveremos a hacer!

-¡Nunca debimos desconfiar de ti!

-¡Te extrañamos!

-¡Somos un asco de amigos! ¡Perdónanos!

Si bien los mensajes de anoche fueron más que expresivos, verlos ahora le hacía tener un nudo en el estómago. Por supuesto, seguía molesta con ellos, pero tal y como le dijo a Chat Noir, no quería guardar rencor como su contraparte mayor.

-Calma, ¡calma! Por favor, tranquilícense un poco.- pidió Tom un poco molesto por el escándalo que estaban haciendo. No había ningún cliente debido a que ese día irían al evento, pero estaba más que enterado de la forma en la que habían tratado a su pequeña.

Bridgette miró a su tío, no parecía demasiado contento tras saber la historia detrás de esas disculpas pero ella ya había tomado una decisión. Cuando todos se callaron, ella tomó aire y habló.

-Me gustaría decir que no les guardo rencor pero estaría mintiendo. Y de verdad detesto sentirme así.- tenía la atención de todos que guardaron silencio a sus palabras mostrándose cabizbajos y siguió hablando.- Sin embargo, a pesar de que quizás no volvamos a tener el mismo vínculo de amistad que antes, me gustaría un día a futuro volver a sonreír con ustedes y que esta experiencia se recuerde para ayudarnos a crecer. Lo que quiero decir es… me tomará tiempo, pero tampoco los odio o les deseo mal. Simplemente les deseo lo mejor y que un día podamos tener una relación tranquila.

Tom y Sabine sonrieron orgullosos de ella, Bridgette había madurado mucho y tenía un corazón más noble que el de cualquiera. Bridgette también se sentía más fuerte y menos ingenua. Esperaba que eso ayudase a su futuro yo a cambiar. Sus compañeros estaban conmovidos y la primera en abrazarla entre lágrimas fue Allegra que estaba de verdad arrepentida de todo lo que le dijo.

-Lo siento… de verdad lo siento mucho.- Bridgette correspondió el abrazo y pronto todos hicieron los mismo disculpándose entre lágrimas.

-Lo sé… lo sé… ammh, chicos, en serio, me están apretando un poco fuerte.- dijo sintiendo sus huesos comenzar a tronar. Al parecer ese día los estiramientos no serían necesarios… aunque tampoco sabía cómo decirles que tenía pensado cambiarse de instituto.

Félix se había arreglado para la gala. Ya estaba en el edificio y terminaba de acomodar su cabello perfectamente peinado cuando Plagg pasó detrás de él volando mientras jugaba con el Nooroo del futuro y Duusu.

-¡Plagg! Ten cuidado.

-¿Qué? Sólo te ayudaba un poco a darte algo de estilo. Nunca he conocido a alguien tan obsesionado con el cabello como tú. Aunque pensándolo bien me apuesto a que tu padre es igual de obsesivo en ese punto.

-El que uno guste de verse presentable no tiene nada de malo.- dijo Gabriel que entraba al camerino siendo empujado por Natalie y Adrien estaba atrás con Gorila. A excepción de Gorila, todos estaban vestidos para la gala, si bien Félix tenía un traje negro de camisa blanca de cuello alto, su padre había elegido un traje blanco de camisa negra y pañuelo de seda color morado con un prendedor de diamante. Adrien llevaba un traje de pantalón corto negro, chaleco, camisa blanca y pajarita verde. Y para sorpresa de Félix, Natalie usaba un elegante traje de falda hasta las rodillas de blanco nácar, con botones de en forma de perlas y bordado en las mangas y falda, incluso los zapatos de tacón que tenía bordado. También había dejado su cabello suelto apenas sujeto con un broche de perlas detrás. Natalie notó la mirada del joven sobre de ella pero no le dijo nada.

-Tu padre quiere hablar contigo. Los dejaré solos unos momentos mientras reviso que todo esté bien y la seguridad esté al máximo.

-A…já. Te lo encargo mucho, Natalie.- tardó en reaccionar y Natalie apenas y sonrió levemente saliendo del cuarto. Félix tenía que decirlo, Natalie era muy atractiva y su padre debía estar ciego… así como lo fue él.

«Mierda, es genético»

-Anda, tiene piernas. Nunca lo pensé.- dijo Duusu y Plagg rio. Félix rodó los ojos e ignoró a su padre mientras volvía a acomodar su cabello.

-¿Qué deseas padre?

-Quería habla contigo... de padre a hijo.

-¿No crees que es demasiado tarde para eso?

-Yo espero que no.- admitió Gabriel y Félix siguió ignorándolo.- Sé que hice mal. Dejé que mi propia soberbia me controlara pensando que todo lo que hacía era lo mejor para ustedes cuando en realidad los estaba lastimando y alejando de mí. Tú, Adrien, incluso Natalie. Los lastimé y me arrepiento de todo eso. Yo quiero enmendarme si todavía es posible, sé que no me perdonarás de la noche a la mañana como tu hermano, por lo que dejaré que mis acciones hablan por mí y puedas al menos perdonar algo del mal que les he hecho.

Félix suspiró y dejó de peinarse. Se apoyó en el tocador y pensó en Bridgette. Ella no guardaría rencor, pero tampoco dejaría de estar herida de la noche a la mañana. Aquello sería un proceso lento y dejaría que otros fuesen los que construyesen los puentes hacia ella y no al revés. Miró a su padre, un hombre herido, orgulloso, y que en esos momentos admitía sus errores, cosa que casi nunca pasaba.

-Vale… vamos a hacerlo así entonces, papá.- Gabriel sonrió más tranquilo. Al fin se había izado una bandera blanca entre ambos y podían iniciar de cero.

-Ven acá, no puedes aparecerte en público viéndote así.

-Ya no tengo cuatro años.

-Hazle caso a tu padre por una vez. Sé lo que hago.- el joven se rindió y tomó una silla sentándose frente a su padre y dejó que hiciera lo que quisiera con su cabello.- Y bien… ¿cuándo presentarás formalmente a la señorita Dupain-Cheng?

-No presiones, papá.- advirtió enrojeciendo hasta las orejas y haciendo reír a su padre, pensando que Emilie estaría orgullosa de sus hijos.

El adulto Félix se había quedado en el escondite. No podía evitar ponerse nervioso ya que podrían necesitar su ayuda pero sabía que sería una mala idea si aparecía en público. Si Bridgette quería su miraculous entonces lo mejor era estar lo más lejos posible de ella y bien oculto. Debía tener fe en esos chicos, la fe que no tuvo en su momento con su padre…

La muerte de Nino y Allegra habían hecho mella en el equipo, mayormente en Alya que había echado a perder dos misiones por culpa de su sed de venganza. Por lo que no tuvo otra opción que retirarle el miraculous.

-¡No puedes hacerme esto! ¡No tienes derecho!

-Por supuesto que puedo. No obedeces, no escuchas, y casi hemos perdido nuestros miraculous por tu culpa. Dime algo Alya, ¿cuántos deben caer para que entiendas de una vez por todas tus errores?

-¡NO ME HABLES DE ERRORES!- escupió en su cara.- ¡Tú eres uno de los mayores responsables de esto! ¡Todo es tu maldita culpa! ¡De no ser por ti Nino estaría vivo!

-Si eso te permite dormir en la noche piensa lo que quieras. No volverás a ser Rena Rouge.- le dio la espalda y siguió escuchando los gritos de Alya a sus espaldas. Cuando estuvo solo retiró su transformación. Se sentía tan cansado de todo eso y por supuesto, quería desahogarse, gritar, llorar, pero no había tenido tiempo de hacerlo. Era el líder, tenía que parecer fuerte ante todos. Recordó las veces en las que Ladybug se mostró firme a pesar de los peligros y cómo se rompía sólo cuando estaban a solas y él la consolaba, así viceversa. Eran los dos contra el mundo, sólo ellos dos. Ahora no había nadie al lado de ellos. Se preguntó si ella lo notaría. Le dio de comer a Plagg que se dejó mimar por su portador que se veía tan triste que hasta el pequeño kwami podía sentirlo hasta lo más hondo de sí mismo.

-Félix.- al volverse vio a su padre, todavía transformado en Hawk Moth. Todavía sentía cierta amargura al verlo, con o sin esa máscara quería destrozarlo, pero ya el daño estaba hecho y no había vuelta atrás.

-¿Pasa algo, padre?

-Hay algo que me gustaría discutir contigo.

-Te escucho.

-Tengo un plan para detener todo esto. Para arreglar todo este desastre.

-¿Qué quieres decir?

-Hace muchos años cree un segundo escondite además del que está en la mansión.- Félix asintió. Aquel lugar que había sido la guarida en la mansión ahora servía para mantener a salvo a los heridos, una gran aportación de su parte pero que no lo eximía del todo.- Esta se encuentra en el edificio donde presentábamos nuestros desfiles, ¿recuerdas? Allí tengo escondida la tableta con el libro codificado del libro de los miraculous.

-¿Y en qué podría ayudarnos dada la situación?

-Opino que alguno de ustedes haga un viaje en el tiempo.- sus palabras le dejaron frío.

-¿Disculpa?

-El miraculous del conejo, es el único que puede arreglar este desastre. Ya lo ha hecho antes, tengo registros de este por medio del libro de pasados portadores. Y estoy seguro que si se usa con sabiduría podríamos viajar en el tiempo y arreglar esta línea del tiempo.

-¿Acaso te volviste loco? El tiempo es algo demasiado delicado. Incluso Bunnix, o la versión que conocí, tenía cuidado en sus viajes porque todo debe tener un orden natural.

-Félix, ese orden natural se fue al carajo cuando dejamos que Lila Rossi y mi egoísmo se interpusieron en destruir la vida de esa joven. Te lo aseguro, esto puede funcionar.- por primera vez, Félix dudó en su presencia.

-No lo sé… sería demasiado arriesgado, además, ese miraculous fue el único que Ladybug o los guardianes no tocaron en esos años.

-Entonces puede ser nuestra última esperanza. Iré a por esa tableta. Solo.

-¿Qué? Es demasiado peligroso.

-Lo sé. Pero soy el único que no ha pisado la ciudad en todo este tiempo y la tenemos vigilada, o al menos sabemos donde está. En estos momentos ella se encuentra del otro lado de la ciudad, es ahora o nunca.

-Es demasiado peligroso. No creo que sea conveniente.

-No lo es. Pero ustedes necesitan descansar. Tendré a Mayura cubriéndome las espaldas.

-Padre…

-Por una vez…- le interrumpió firme.- Quiero hacer algo bien.- Félix no dijo nada, no sabía qué pensar pero asintió a su padre.

-Ve con cuidado de que no te vea. Mantente escondido, no seas el héroe.

-¿Cuándo he sido un héroe?- preguntó con cinismo. Y sin decir nada más se fue de allí hacia su objetivo. Dejando atrás un mal presentimiento al joven.

Suspiró y miró el exterior por una de las ventanas apenas cubiertas por las tablas.

-Ya casi, padre. Y toda esta pesadilla habrá terminado.

El sol brillaba ese domingo con intensidad. Su Han estaba esperando a los Guardianes justo en el aeropuerto y, tenía que admitirlo, estaba nervioso que hubiesen perdido el vuelo. Estaba seguro que con la cantidad de turistas no notarían al grupo de monjes. Pronto estos se revelaron cuando entre la multitud se abrió un hueco y ellos pudieron pasar.

-Maestro Lao.- hizo una reverencia al ver a uno de los más ancianos sabios, el hombre tenía una larga barba y bigote blancos, detrás de él, cinco guerreros, tres hombres y dos mujeres, permanecían rectos en su sitio.

-Es bueno verte de nuevo, Su Han. Me gustaría que me contaras cómo ha sido tu experiencia en el mundo moderno pero será después, siento… poderosa fuerza que está sofocando este espacio y tiempo.

-Lo sé. Hoy es mucho más fuerte que antes.

-Entonces llegamos justo a tiempo. Lo que sea que esté alterando el orden natural hará algo para perturbar más nuestro mundo. Y esta ciudad podría salir perjudicada de formas inimaginables. ¿Dónde están los portadores de la mariquita y el gato?

-Oh, emm, ellos estarán presentes cuando llegue el momento. Me han dicho que tenían que detener a otro villano.

El anciano frunció el ceño y acarició su larga barba.

-¿Maestro?

-Hay algo en esta energía que envuelve esta ciudad que me parece muy familiar.

-Sí, sí, yo también pensé lo mismo. Sin embargo, no la he podido identificar.

-Ya veo. Me temo que son el gato y la mariquita los que podrían estar involucrados en esto.

-¿Qué quiere decir?

-Te lo diré cuando veamos a los portadores. Guíanos hacia ellos Su Han.

-Como usted ordene, maestro.

-¡Maestro~!- escuchó detrás de él y al girarse vio con una mezcla de asombro y espanto a las chicas del maid café con unas pequeñas banderas y pompones en sus manos, al parecer las chicas no sólo servían postres a sus clientes.- Que sorpresa verlo aquí. ¿Gusta unirse a nuestro tour?~

-Eh… ¡ajum! Verá señorita, nosotros íbamos a…

-No se preocupe maestro, les daremos trato preferencial. Todo por nuestro mejor cliente.- le guiñó el ojo haciendo sonrojar al maestro y todas las chicas arrastraron a los guardianes fuera del aeropuerto para comenzar con su tour.

-Pero es que nosotros.

-No se preocupe, maestro. Le prometemos darles el tour de la vida. Y por ser usted se lo dejaremos casi regalado.- sin poder replicar a la bella encargada este fue arrastrado igual que los demás y el viejo maestro. Aquel sería un tour que no olvidarían en la vida.

Bridgette había sido recogida por una limosina junto a su familia y escoltada por la policía. Todos se habían puesto sus mejores galas para ese importante evento. Sabine usaba un bonito vestido chino verde con la impresión de un dragón de jade y cuello dorado, con un bonito adorno de jade haciendo juego en su cabello como las zapatillas. Tom usaba un traje formal azul de camisa blanca y corbata roja y lustrosos zapatos negros. Roland había sacado un viejo traje café de tirantes con pajarita roja y un sombrero de ala de los 50´s al estilo rockabilly y unos zapatos blancos de punta café a juego. Marinette lucía un precioso vestidito rosa de mangas abombadas y en sus coletas tenía dos pequeñas flores rosas y zapatillas e iba de la mano de su abuela, Gina lucía un traje pantalón color gris claro, con una blusa de seda verde y zapatillas de tacón negras. Bridgette era la única que no estaba todavía vestida.

-Voy a ir a la parte de atrás. Pregunten por sus lugares, los veré en el escenario.

-Estaremos más que emocionados de verte.- le dijo Tom y Bridgette avanzó con el capitán Raincomprix y otro oficial de cerca.

Todo el mundo estaba atento ante cualquier eventualidad y Lila estaba mirando todo a la distancia, siguiendo a Bridgette, la maldita de Bridgette que le estaba robando lo que le pertenecía.

Al llegar a la puerta de atrás, Bridgette se encontró con Claude.

-¡Claude! ¿Qué haces aquí?

-Vigilo el perímetro. En realidad todos estamos en los alrededores.

-Eh… ¿todos?

-Los chicos y yo estamos en equipos. Claro, Nino está por ahí con Alya, yo sólo vine a desearte suerte y decirte que no te preocupes.

-Ese es nuestro trabajo, chico. No se metan en problemas.- le reprendió el oficial pero Claude sonrió de lado.

-Créame, mientras más ojos viendo mejor. Ahora sí, amiga. ¡Abrazo de la suerte!- la abrazó y este susurró a su oído.- Apenas veamos a Lila es historia.- ella entonces metió en el bolsillo de su traje el miraculous de la imaginación.

-Sólo cuídate, ¿vale?

Cuando Bridgette entró por detrás, Claude sacó el miraculous y se lo puso. Lila veía todo desde los arbustos y también vio que este sacaba el miraculous del pavorreal y lo volvía a guardar en el bolsillo de su pantalón. Tenía que buscar la forma de entrar como fuera. Fue entonces que vio el servicio de catering estacionarse no muy lejos y empezar a descargar todo. Cuando llegaron tras bambalinas el capitán se encontró con la señorita Sancourt.

-Mademoiselle.

-Monsieur. Bridgette, te guiaré al camerino donde te cambiarás, ya está todo listo.

-Gracias.

-Disculpe.- habló el capitán.- Quería avisarle que mantendremos vigilancia sobre el perímetro y en el interior. Y terminando esto me gustaría hacerle algunas preguntas al señor Agreste.

-Por supuesto, le diré que quiere hablar con él después del evento.- Natalie guio a Bridgette fuera del allí y el capitán se acomodó la gorra. Lo que vendría no sería una charla cordial, al contrario, quería interrogarlo sobre su jardín secreto, lo que sucedió, y sobre esas mariposas blancas que encontró y le hacían sospechar.

Luka se había unido al grupo de vigilancia con su hermana y los demás, aunque a diferencia de ellos él no tenía por qué redimirse con Bridgette pero sí con otra persona. Así que fue a la zona VIP donde debía estar con un ramo de camelias en mano, su padre sí que sabía cómo sacarle provecho a sus contactos. En el camino se encontró con Kagami que vestía un kimono tradicional rojo con flores estampadas, las mangas colgaban amplias mientras caían pero no cubrían sus manos, y llevaba unas sandalias tradicionales. Y en su cabello llevaba un broche rojo en forma de dragón.

-Que bien te ves. Hola Kagami, ¿habrás visto a Zoe?

-Hola, Luka. Sí, está en el camerino de al lado. Pero cuidado. Tiene perro guardián.

-Lo tendré.- dijo pensando que debía estar bromeando. Al estar al frente, tomó aire y tocó a la puerta. De inmediato alguien abrió pero no era quien esperaba. Chloe abrió la puerta, llevaba el cabello suelto recogido por los lados por dos broches dorados en forma de rombos, vistiendo una blusa dorada que dejaba ver parte de su estómago, la blusa tenía un tirante con tela fruncida que apenas y cubría su hombro, una falda larga negra con un corte hasta por encima de su rodilla y unas elegantes zapatillas doradas. Al ver a Luka ella frunció el ceño.

-¿Qué?- ahora Luka comprendía lo que Kagami quiso decir.

-Eh… disculpa, vengo a dejar esto a...

-¿Camelias? ¿Qué clase de persona trae camelias? Si me vas a pedir una cita deberían ser rosas, lirios, lo que sea, menos una flor tan corriente. Lo siento pero paso de ti. Tira esas flores a la basura.- Luka no pudo replicar cuando la puerta se cerró en las narices de Luka.

-¡Chloe!- se escuchó la voz de Zoe desde adentro y al abrir la puerta se encontró con Luka masajeando su nariz en el suelo con el ramo entre sus piernas.

-Hola…- sonrió al ver a Zoe y, para qué negarlo, se sonrojó al verle. Zoe se había hecho una trenza francesa en su cabello dejando sólo el mechón de su cabello libre. Vestía un hermoso vestido rosa de manga larga y falda estilo princesa. El vestido dejaba al descubierto sus hombros y la falda, aunque un poco voluminosa y abombada, no era tan exagerada, y llegaba por debajo de sus rodillas, también llevaba unos tacones blancos que le daban un poco más de altura y estilizaban más sus piernas.

-Ay, por Dios. Lo siento tanto. Chloe es algo impulsiva.

-No pasa nada. Oh, estás son para ti.- Zoe rio entre dientes y tomó el ramo al tiempo que le tendía la mano para ayudarlo a levantarse.

-Son hermosas, muchas gracias.

-Me alegro que te gustaran. También vine porque quería hablar contigo.

-Oh, si es sobre lo que está pasando estaré alerta. Mantendré ojo avizor por si veo algo sospechoso.

-No, bueno, gracias, pero eso no era lo que quería decirte.

-¿Ah, no?- Luka le sonrió con ternura.

-Verás Zoe… lo que quería decirte es que yo… bueno, al fin tengo la respuesta que tanto quería, que mi corazón y mi mente me han gritado desde hace tiempo pero que no había podido escuchar con claridad. Zoe, yo quisiera decirte que…- la puerta se volvió a abrir.

-¡¿Qué haces perdiendo el tiempo?!- le gritó Chloe a su media hermana.- Todavía necesito retocar tu maquillaje y eso va puede tardar años. ¡Sabrina!- la joven que vestía con un vestido color verde aguamarina de tirantes con una flor rosa en un hombro y de falda plisada hasta las rodillas y zapatillas a juego, mostró un estuche de maquillaje más que completo. Chloe tomó de los hombros a Zoe.- Vamos, vamos que el tiempo es oro.

-Ah, hablamos después del evento.- dijo como pudo Zoe.

-Sí, luego hablamo…- la puerta se cerró. Luka suspiró frustrado.

Mientras tanto adentro, Chloe miró a Zoe desaprobatoriamente.

-¿En serio? ¿Con el repartidor?

-¿Qué? Es lindo.

-Ugh, pero viste como un vagabundo. Ridículo, ¡completamente ridículo! Tienes unos gustos muy raritos.- Zoe sólo se rio de Chloe. Estaba más que feliz de recibir aquel ramo de Luka y sus esperanzas de una respuesta positiva crecieron más.

La puerta ya no se abriría, bueno, sólo tendría que esperar algunas horas, ¿no? Aunque eso no le servía mucho ya que había estado a poco de decirle lo que sentía.

-Eso sí fue un espectáculo.- dijo una mujer de grandes gafas y de largo cabello rojo con una carpeta bajo su brazo.- esta tomó una de las flores que habían caído del ramo y por un segundo olió el dulce aroma de la flor.- No te preocupes, joven Romeo. Estoy segura que tu amor será bien correspondido.- le dio al flor a Luka y este sonrió, aunque se sintió algo incómodo ante esa mujer que tenía una cicatriz en su cuello hasta su mentón.

-Gracias. Es usted muy amable.

-No hay de qué.- le dio unas palmaditas en la cabeza como si de un crío se tratara y caminó por la zona hasta perderse al dar vuelta. Luka comenzó a salir de la zona cuando se detuvo de repente. ¿Por qué sentía que conocía a esa mujer? ¿Y qué era ese sentimiento de alerta que de repente calaba hasta sus huesos? Pensó en seguir a la mujer y caminó hacia la esquina, donde la vio hablar con un oficial y luego los dos rieron un poco. Se sintió tonto y paranoico, así que regresó por donde iba. Sin escuchar cómo esa mujer dejaba inconsciente al oficial y lo escondía en el cuarto de limpieza.

Gabriel fue llevado a la primera fila por Natalie y siendo seguidos por Gorila y Adrien. El pequeño vio a la pequeña Marinette que le saludó desde su asiento del otro lado del escenario y este sonrió y saludó algo nervioso. No podía todavía sentirse del todo cómodo con ella pero estaba dispuesto a hacer su mejor esfuerzo. Para sorpresa de Gabriel, se encontró con su antigua colega, Audrey Bourgeois en el asiento de al lado, lejos del asiento que le correspondía ya que los asientos del alcalde y demás figuras públicas estaban al frente.

-Audrey, qué sorpresa verte.

-Gabriel. Espero que te estés recuperando, escuché lo que pasó. Siento no haberme contactado antes.

-No pasa nada. ¿Y qué haces aquí? Tu asiento es al frente tal y como te gusta en primera fila.

-Mmm, por esta vez quise hacerte compañía.

-Ya veo.- dijo notando que Audrey tenía un semblante pensativo, recordó entonces que cuando estaba en ese estado sólo hablaba con Emilie.- Si necesitas hablar de algo, sabes que puedo escucharte.

-Ugh, bueno, supongo que bien sabes que André renunciará a su puesto. Es totalmente ridículo.

-Ah, sí, lo vi en las noticias.

-Es decir, ¿qué piensa él que hará? ¿Regresar a sus películas? Ni siquiera eran tan buenas, claro, a excepción de la que aparecía Emilie.- Gabriel miró a André que estaba hablando con una serie de personas que reconocía del medio de espectáculo. Pensó entonces en sus hijos y el cómo su relación estuvo deteriorada por la falta de afecto su apoyo de su parte.

-Tal vez debieras darle una oportunidad.

-¡Ja! Resultará un fracaso, te lo aseguro.

-No lo sabes con exactitud. A veces simplemente necesitamos a alguien a nuestro lado para que nos ayude a salir adelante y no al revés. No podemos adivinar el futuro pero podemos cada día intentar que sea bueno para nosotros y para quienes tenemos cerca, y dar un poco un voto de confianza no tiene nada de malo, al contrario. Ayuda a que la relación sea más fuerte.

Audrey lo pensó, pensó en André, pensó en sus hijas y la clase de vida que le esperaba en Nueva York… sola, como siempre ha sido. Frunció el ceño y suspiró llevando su mano a su frente.

-Pensaré en tus palabras, Gabriel. Aunque por un momento sonaste igual que Emilie.

Gabriel sonrió tomándoselo como un cumplido. Ahora se daba cuenta que a pesar de no tener a Emilie quedó mucho de ella con él, no sólo por sus hijos, sus enseñanzas, sus valores, todo lo que él había negado hasta ahora y que no volvería a hacerlo. Miró a Natalie que le sonrió haciendo una leve reverencia y él hizo lo mismo. Quizás debía al fin darse una nueva oportunidad cuando llegase el momento.

Bridgette miró desde detrás de las cortinas que decoraban el escenario al público. Había figuras importantes, los medios cubrirían el evento, y de repente… se sintió tan pequeña. Llevaba una capa que le permitía ocultar su modelo, un regalo que le dejó Natalie en su camerino y que todos debían usar para asombrar a los presentes. Por primera vez en mucho tiempo dudó de su propio talento y retrocedió sintiéndose un poco mareada, chocando con Félix que tenía su cabello recogido en una coleta y dejando un flequillo de lado.

-Bridgette, ¿qué ocurre?

-No creo poder hacerlo.- dijo comenzando a hiperventilar y tomó un mechón de su cabello que estaba suelto.- Siento que va a pasar algo, que me caeré sobre alguien, que me torceré el tobillo, ¡que vomitaré de los nervios! Una modelo profesional debería hacer esto, no yo.

-Calma, mi lady.- tomó sus manos que estaban cubiertas por unos guantes blancos que cubrían los dedos pulgar, índice y medio.- Has practicado mucho, lo harás bien. Además, recuerda, ese traje es una extensión de ti, y sólo tú puedes portarlo.

-¿Y si lo hecho a perder?- él sonrió.

-Hagamos esto, si algo pasa, cosa que estoy seguro no pasará, haré como que pierdo el equilibrio y caeré sobre la señora Bourgeois.- ella rio un poco y Félix acarició su rostro.- Recuerda quien eres.

-Claro, Ladybug.

-No… eres Bridgette . La chica más genial de todas.- ella se sonrojó y los dos estuvieron a punto de besarse pero un carraspeo los interrumpió.

-No es que me queje, pero no estoy dispuesto a soportar este nivel de empalagues.- se quejó el kwami que se asomó desde el saco de Félix.

-Plagg, déjalos ser. Todavía son jóvenes y tan lindos.- dijo Tikki que se asomó desde el cabello de Bridgette.

-Oh, si así son ahora no quiero imaginarme en unos años. Deberemos escapar para no escucharlos darse amor.

Los dos jóvenes se sonrojaron hasta la coronilla y Bridgette cubrió su rostro con sus manos emitiendo gritos ahogados a la vez que Félix desviaba la mirada intentando controlarse.

Minutos después el desfile estaba comenzando. Nadie notó a la chica de catering que acomodaba las bebidas detrás del escenario, ni siquiera el oficial que estaba en la zona o Nino y Claude. Lila llevaba su cabello recogido con un moño alto y usaba unas gafas gruesas a los que les tuvo que quitar los cristales. Lila había repasado ese plan desde la primera vez que el señor Agreste le mostró el escenario cuando aceptó su modelo pero esta vez los planes habían cambiado. Esa era su oportunidad.

-Primero que nada agradecemos a la casa de moda Gabriel por darle la oportunidad a las jóvenes promesas de la moda.- dijo Zoe señalando al señor Agreste que asintió solemne.

-También agradecemos a quienes contribuyeron en el apoyo de este desfile, démosles un fuerte aplauso.- dijo Kagami y la gente aplaudió a quienes se levantaron de sus asientos, entre las que estaba Audrey Bourgeois que por primera vez no se exaltaba a sí misma por sobre los demás. Félix siguió.

-Y ahora, presentamos el trabajo de las que de seguro serán las futuras promesas de la moda. Comencemos.

Las modelos pasaron usando grandes capas oscuras, pero cuando una avanzó se quitó la capa revelando un exquisito vestido debajo de esta.

-Este modelo pertenece a Aidee LaFountain. Con una combinación de los antiguos vestidos victorianos y el modernismo…- comenzó a hablar Zoe. Los modelos fueron elogiados uno a uno y los jóvenes diseñadores que estaban en el público estaban extasiados de la forma en la que describían su trabajo. Fue entonces que llegó un modelo que Bridgette reconoció de inmediato y Félix se encargó de elogiarlo.

-El siguiente vestido pertenece a Bridgette Dupain-Cheng. Combinando un estilo de los 60´s y el post modernismo, nos trae una opción única y vibrante…

Bridgette sonrió ampliamente sintiéndose más segura, al final Lila no había podido arrebatarle su trabajo y eso la llenó de gran confianza. En cambio, Lila se sintió traicionada pero aguardó el momento adecuado ya que sabía que pronto saborearía su venganza.

Cuando todos los modelos pasaron, Zoe fue la primera en hablar, seguida de Kagami y Félix.

-Tenemos una sorpresa adicional en este desfile. Hace días se realizó un concurso para que jóvenes diseñadores de toda Europa pudieran mostrar sus trabajos para la obtención de becas en las grandes escuelas de modas.

-Grandes talentos enviaron sus trabajos de todas partes de los rincones de Europa y ya han sido seleccionados para asistir con becas del 50 al 100 por ciento a las cinco principales cedes de la moda.

-Ante esto, se darán a conocer estos jóvenes talentos muy pronto. Y nos complace mostrarles algo de este talento sin igual. Y he aquí, uno de los diseños más destacados de todos y con su misma diseñadora usandolo. Con ustedes, una de las futuras promesas de la moda, Bridgette Dupain-Cheng.

Bridgette apareció escuchando a Tikki darle ánimos. La joven pasó al centro y allí se quitó la capa como todos los demás, revelando su conjunto maravilla. La parte superior estaba con un cuello blanco alto con los hombros en V con dos botones blancos. La parte de enfrente era azul y terminaba en pico dejando al descubierto parte de sus costados en ese corte en V. Bajo sus brazos tela semitransparente blanca que hacía alusión a alas y que estaba unida en sus guantes, unos pantalones acampanados blancos que también estaban decorados con botones blancos a los costados. Avanzó con esas sandalias blancas de tacón azul que tanto le costó dominar hasta no tropezarse y al llegar al frente de todos y darse la vuelta, reveló el truco de su traje. Desabrochó los botones de sus guantes que unían la tela que caía bajo sus brazos y esta cayó a los costados, también desabrochó los botones de su cuello y jaló la tela que recogió al mismo tiempo los pantalones acampanados que se elevaron hasta casi su rodilla terminando con un corte de tres cuartos fruncido y atando la tela cruzada a un botón que estaba en cada costado del pantalón. El traje se había transformado por completo en algo distinto y casi etéreo. Dos trajes en uno, o mejor dicho, un traje lleno de sorpresas. Félix no pudo sentirse más orgulloso de ella, ya que de verdad hacía acoplo a su personalidad. Siendo el primer traje formal y elegante como Ladybug y el segundo informal y con un toque de inocencia y dulzura como Bridgette. Era mágico. Todo el mundo comenzó a aplaudir. Extasiado, maravillado y emocionado por tal muestra de talento. Los tres jóvenes en el escenario también hubiesen aplaudido de no ser porque escucharon algo extraño. Un sonido metálico que estaba fuera de lugar y que por la cercanía sólo ellos pudieron escuchar. Fue que notaron que el arco que servía para las cortinas se estaba moviendo hacia ellos, más específicamente sobre Bridgette.

-¡BRIDGETTE!- gritó Félix y la joven se dio la vuelta al notar la sombra del arco sobre su cabeza. Por un segundo se paralizó al ver aquella estructura metálica sobre de ella, y entonces sintió cómo la empujaban. Todo sucedió demasiado rápido.

La estructura cayó destruyendo parte del escenario y Bridgette estaba en los brazos de Félix que la había protegido en la dura caída fuera de este.

-¿Félix?

-E-Estoy bien, ¿y tú?

-Yo bien pero… ¡Kagami! ¡Zoe!- las dos chicas se habían quitado del camino pero Kagami no había caído del todo bien al empujar a Zoe y tenía un brazo lastimado.

-No muevas el brazo, por favor.- pidió Zoe y Kagami asintió. Félix entonces lo recordó. Lila había hecho esa misma trampa e inculpado a Bridgette. Pero esta vez le había salido mal.

-¿Cómo rayos sucedió esto?- preguntó Kagami y los adultos se acercaron a ayudarlos.

-¡Allí está!- gritó Allegra con fuerza y señaló a Lila que intentaba escapar entre la multitud. Lila al verse descubierta salió corriendo a toda prisa empujando a la gente.

-¡Que no huya!- gritó Nino y todos comenzaron a perseguirla. Lila era hábil, pero en velocidad otros le ganaban. Kim y Alix cubrieron la entrada principal de inmediato, no dejándole oportunidad de escapar y Wayhem le mostró las llaves del lugar dándole a entender que esas puertas estaban cerradas. Intentó escabullirse en la zona de la cocina pero allí ya estaban Juliet con Iván y Mylene esperando su llegada. Cerró la puerta y siguió corriendo hasta la salida de emergencia pero Claude y Nino le esperaban junto con el capitán de bomberos Hessepy y el capitán Raincomprix que estaba listo para ponerle las esposas. Las escaleras hacia los pisos superiores también se encontraron bloqueadas por Alya, Nino, Mylene, Rose y Juleka y al girarse para buscar otra ruta, Allegra, Nathaniel, Marc, Max y Markov estaban allí también. Estaba rodeada. No había escapatoria.

-No, ¡no lo entienden! ¡Tenía que hacerlo! ¡Tenía que acabar con ella! ¡Ella nos acabará a todos!

-Nada justifica tus crímenes, Lila.- dijo Alya.- Estás acabada. Ya no tienes ninguna oportunidad y nada de lo que digas te salvará.

-¡No sean estúpidos! ¿No se dan cuenta? ¡Ella es la auténtica villana aquí!- señaló a Bridgette que llegaba con Félix.- Anda, diles tu secreto. Diles quién eres en realidad. No sólo me robaste mis diseños, incluido el que tienes puesto, sino también me has tendido una trampa, pero esto se termina aquí. La verdad es que ella ¡es Ladybug! ¡Y también es Mort Rouge! ¡La mayor terrorista de Paris!- algunos ahogaron una exclamación aunque otros se quedaron callados, por completo incrédulos y molestos ante sus mentiras.- ¡Ella nos matará a todos en el futuro! ¡Yo lo he visto! Es por eso que debemos matarla aquí y ahora. ¡Hay que acabar con ella!- Bridgette se horrorizó ante sus palabras y Félix se interpuso como un escudo. Lila estaba a punto de sacar el cuchillo que llevaba bajo las ropas cuando de repente un bolso la golpeó con fuerza y ella cayó al suelo al igual que su cuchillo. Intentó tomarlo pero un tacón aplastó su mano y Chloe sonrió ampliamente al tiempo que Sabrina le pasaba su bolso.

-Sabía que estos tacones serían los adecuados para la ocasión.

-Señorita Lila Rossi. Está usted bajo arresto por múltiples cargos, a los que ahora se les une otro intento de homicidio.

-¡No! ¡NO!- se revolvió en el suelo pero fue incapaz de escapar del oficial que la esposó.- ¡Ustedes no lo entienden! ¡Ella es la que debe ser arrestada! ¡ELLA! ¡¿No sabe quién soy?! ¡Esto no se quedará así! ¡Ladrona! ¡Maldita manipuladora! ¡Haznos un favor a todos y MUÉRETE!- Alya se acercó con una cinta adhesiva que había encontrado en utilería y la cubrió la boca con dos grandes pedazos.

-Por una vez, cállate. Estoy harta de escuchar tus delirios.

Todos felicitaron su acción y el capitán comenzó a llevarse a Lila fuera del recinto. Bridgette suspiró aliviada y Félix tomó su teléfono y marcó a su yo del futuro.

-Ya todo terminó. Lila fue arrestada.

-Lo sé. He sentido de repente un cambio en la línea del tiempo. Dentro de poco mi línea desaparecerá y yo también. Ya todo terminó.

-Cumpliste con tu promesa al final. La has salvado.

El adulto sonrió y emitió una leve risa.

-Gracias a ti.- colgó y suspiró de alivio, recordando a su padre y este plan que fue hecho gracias a él.

Hawk Moth había llegado a su guarida. Había tenido especial cuidado de no ser visto pero Mayura le había dicho que Mort Rouge se encontraba lejos de él, así que estaba seguro. Llegó a aquella guarida improvisada donde tenía oculta la copia del grimorio. En este hablaba mucho del miraculous del conejo y sus posibles efectos en el tiempo. Si estaba en lo correcto podría arreglar el grave error que cometió, arreglar todo y poder darles a sus hijos las vidas que de verdad merecían con las personas que los querían.

El lugar estaba sucio, tenía pocos muebles que seguían cubiertos en mantas ya que al final no lo había usado ni equipado tal como quería en su batalla contra Ladybug, y nada más tenía una enorme ventana redonda cuyos cristales estaban sucios y opacos. Fue hacia uno de estos y retiró la tela revelando un viejo pedestal. Y allí estaba, la vieja laptop que habían obtenido del primer guardián. Apenas lo tomó un hilo se enredó en este y tomó el objeto. La dama de rojo y puntos estaba sentada sobre una de las vigas del techo.

-Creo reconocer esto. Claro, ahora ya lo recuerdo.- acarició la pantalla con cierto cariño y una mirada llena de nostalgia.- Esto perteneció al maestro Fu. Fue un gran maestro.- luego fijó sus fríos ojos en Hawk Moth.- Y lo perdimos por tu culpa.

Hawk Moth retrocedió, tenía miedo, no podía pensar y era incapaz de entender cómo era que estaba allí.

-Pareces sorprendido. Pero bueno, supongo que es normal. ¿Acaso pensaron que podrían mantenerme vigilada? Una simple ilusión fue todo lo que necesité para engañarlos.

Mayura se comunicó con Hawk Moth desde el comunicador.

-¡Sal de ahí! ¡Pronto llegarán los…!- el yoyo pasó muy cerca de él y apenas le esquivó.

-Tranquilo. Creo que necesitamos de cierta privacidad. Te llevaré a un lugar más discreto ya que quiero hacerte muchas preguntas mientras intento no matarte. Oh, cierto. Lila me dijo muchas cosas de cómo colaboraban juntos y que de alguna manera tuviste que ver con esto. Quisiera saber exactamente cómo.

No podía escapar, no había escondites disponibles, así que tenía que pelear al menos hasta que llegaran a ayudarle.

-Preferiría ahorrarnos esa agonía.- sacó su daga del bastón y fue a contra ella.

Mort Rouge se movió de inmediato y la viga fue cortada en dos, más ella usó su yoyo para columpiarse a otra viga y así impulsarse hacia él, Hawk Moth se preparó para el ataque pero entonces notó que había algo distinto en ella, no fue hasta que notó su atuendo con claridad. Se abrió un portal y ella volvió a aparecer detrás de él golpeándolo con fuerza empujándolo al portal y abriendo otro en medio y arriba. En cada uno, Ladybug lo golpeaba y guiaba hacia un nuevo portal. Pudo escuchar sus costillas romperse ante su último golpe cuando cayó del portal de arriba.

-Ups, lo siento.- dijo a punto de patearlo en las costillas.

-No lo sientas.- para sorpresa de ella le pateó duro la rodilla y luego clavó su daga en su pierna. Ella gritó pero sujetó la mano de este que todavía sostenía su daga y usando toda su fuerza tomó dos de sus dedos y los jaló hacia arriba rompiéndolos.

-¿Te duele? Es algo que me enseñaron cuando estuve en prisión. Te acostumbras un poco a que te rompan los dedos a cada tanto.

-¡Siento lo que te pasó! ¡En serio! Pero esta no es la respuesta.- retorció la daga y ella gritó con los dientes apretados. Fue que se dio cuenta que estaba justo sobre aquella viga partida en dos.- ¡Todavía puedes salvarte! ¡Este futuro puede desaparecer!

-¡NO! No dejaré que se vayan de este mundo tan pronto sin haber sufrido lo que yo.- lanzó su yoyo hacia la viga y jaló con fuerza hasta que esta cedió y cayó justo en las piernas del antiguo villano, destrozándolas en el proceso. Su grito de dolor llenó el recinto.- Creo que ya eras demasiado viejo para este tipo de cosas. Te has oxidado demasiado.- se acercó a él, la sangre comenzó a inundar el espacio y ella le miró retorcerse de dolor con gran placer.- Te ves como el gusano patético que eres, pero tranquilo, intentaré mantenerte con vida. Ahora voy a quitarte tu miraculous y veré quién es la persona detrás de la máscara.

El que le quitara su miraculous le horrorizó más que lo que le podría hacer. No podía hacerlo. De repente apareció una sombra femenina que estiró su brazo como una cinta y atrapó el brazo de su sombra desde la pared.

-Esto tiene que ser una broma.- saltó lejos pero la figura en la pared la siguió y comenzó a atacarla. Intentó golpearla pero la sombra era más rápida y más escurridiza de lo que era.

Hawk Moth se apoyó en sus mano y se arrastró, sus huesos estaban partidos y lo que quedaba de ligamentos se rompieron cuando se dio la vuelta para arrastrarse. Gritó, con lágrimas en los ojos y la saliva saliendo de su boca incapaz de tragar. Si le quitaba la máscara revelaría su identidad, y si era el caso podría poner en peligro a Félix. ¡No podía permitirlo!

-¡Estúpido amok! ¡Lucky Charm!- obtuvo una linterna para poder deshacerse de la sombra.

Sabía que no tenía mucho tiempo, que era cuestión de tiempo para que derrotara al amok. Tomó su daga y miró el filo morado de esta. No podía saber quién era él, era la única forma. Así que con manos temblorosas llevó la daga hasta su frente y bajó el filo de esta sobre su rostro. A pesar del dolor, a pesar de la sangre que salpicaba por todos lados, siguió su labor, ignorando que Mort Rouge acababa de derrotar al amok.

Ella subió a la viga y allí vio que la transformación de Hawk Moth desaparecía.

-Al fin. Veamos quién rayos eres.- le dio la vuelta pero lo que vio la dejó sin palabras. Se había despellejado gran parte del rostro, estaba irreconocible y apenas con vida.-… Preferiste sacrificarte por los tuyos en lugar de morir en mis manos. Muy noble de tu parte. Pero eso… ¡es demasiado frustrante para mí!- tras quitarle su miraculous tiró su cuerpo que azotó en el suelo.- Bien, al menos tengo este miraculous. Y al fin volverá a la caja donde pertenece.- dijo abriendo el yoyo lista para poner el miraculous en este.

-¡CATACLYSM!- no lo había escuchado, pero el ataque del gato llegó a su costado y ella lo recibió. Fue lanzada hacia el otro lado del lugar destrozando la pared y el miraculous cayó al suelo junto con otro que había salido tras el movimiento del impacto.

-¡Chat!- gritó Mime pero se quedó frío cuando vio la escena que había ante sus ojos.

Chat Noir tomó entre sus brazos a su agonizante padre con lágrimas en los ojos.

-No… no puedes hacerme esto, tú no.- ya había perdido a Adrien, no quería perderlo a él también, pero a Gabriel no le quedaba mucho tiempo.

-Tómalo… es tuyo ahora. S-Salva a todos.- habló con lo que le quedaba de labios. Chat Noir se mordió el labio inferior.

-¿Por qué tenías que hacer esto?- sollozó a lo bajo sólo para que su padre le escuchara.

-P-Porque te a…- su voz se ahogó, no tenía demasiado tiempo, estaba muriendo.

-¡CHAT NOIR!- Mort Rouge apareció con el miraculous del tigre y el buey unidos.- Quieres jugar rudo, ¿eh? Adelante.

-¡Chat Noir! ¡Vámonos!- Mime creó un muro entre ambos con su mímica.- Vámonos de aquí, ¡ya!

Chat Noir lo hizo así, ya que el hombre que estaba entre sus brazos ya había muerto. Tomó el miraculous de la mariposa y para su sorpresa también el del ratón, y salieron de allí rápidamente. Mort Rouge no les persiguió esta vez, se quedó quieta y tras unos largos minutos retiró su transformación, herida y mareada.

-¡Bridgette!- gritó Tikki.

-¡Olviden!- gritó Bridgette a los kwamis.- Les ordeno no voltearse hacia allá y… que olviden esta pelea.- dijo a sabiendas que una pelea hubiese sido demasiado perjudicial para ella. Maldijo en silencio y vio el cuerpo del que antes fue su acérrimo enemigo en el suelo. Eso la tendría de mal humor durante un largo tiempo.

Cuando Chat Noir regresó al refugio, Natalie fue la primera en recibirlo pero cuando vio el miraculous rompió a llorar y él la abrazó compartiendo su dolor y el no haberle dicho que lo perdonaba.

Lila fue puesta en la patrulla y la joven no dejaba de gritar con la cinta a medio desprender. Félix suspiró aliviado y se acercó a Juliet que estaba hablando con Claude y Nino.

-¿Y bien? ¿Ya está? ¿Todo terminó?

-Pues Fluff dice que dentro de poco veremos los resultados y que el nudo del tiempo desaparecerá junto con las versiones adultas de ti y Bridgette.

-Oh, Dios, lo hicimos.- sonrió Claude casi suspirando de alivio.

-Es más, quizás esa mujer ya no exista.- dijo Nino a punto de gritar de la emoción. Félix también quería gritar y celebrar su victoria. Sin embargo, no podía evitar sentirse un poco triste porque ya no vería a su versión del futuro pero al mismo tiempo aliviado, ya que ese futuro ya no existiría y podría crear uno nuevo y feliz con Bridgette.

-Félix.- hablando de la reina de Roma, o mejor dicho, de su corazón.- Tal parece que no tendremos necesidad de repartir los miraculous. Ya llegó la ambulancia. Voy a ir a ver a Kagami.

-¿Quieres que te acompañe?

-Ella está allá.- señaló a la joven nipona que estaba a unos metros de distancia con su madre.- Ya vuelvo, chaton.- le dio un beso en la mejilla y caminó a donde Kagami esquivando a la multitud. Claude y Nino sonrieron burlones a Félix.

-¿Chaton?- preguntó Nino.

-Una palabra y tendremos problemas, tortuguita.- los chicos rieron y Félix regresó su vista hacia donde Bridgette había ido pero… no estaba. Miró a donde Kagami que seguía hablando con su madre pero Bridgette no estaba por ningún lado y de repente un mal presentimiento le inundó.- ¿Dónde está Bridgette?

En un segundo la joven había sido sujetada y llevada al interior del edificio hasta la azotea sin que nadie se diera cuenta, la persona había aprovechado la multitud y la conmoción para hacer de las suyas. Cuando su captor le soltó, ella se sacudió y se alejó lo más posible de esta.

-Tú.- su captora se quitó las gafas y la peluca que liberó su cabello color medianoche.

-Sí, soy yo. Pero eso bien lo has sabido siempre.- dijo con una media sonrisa que hizo desconfiar más a su joven yo.- Tranquila. No te haré daño, no esta vez.

-¿Por qué debería confiar en ti?

-Porque yo soy tú. Y el por qué sigo aquí existiendo en este tiempo es para advertirte.- le mostró la carpeta que llevaba bajo el brazo.- ¿Quieres saber quiénes son tus verdaderos aliados?

-¿Qué es eso?

-La prueba del porqué me convertí en lo que soy.- dio un pequeño paso al frente y estiró el brazo todo lo que pudo con la carpeta que tenía el sello de la compañía Gabriel. Bridgette la tomó con clara desconfianza y su otro yo retrocedió un paso.

-¿Por qué debería ver esto? De seguro es una trampa tuya.

-No lo es. Es la verdad, algo que Félix te ha negado conocer y no por las razones que tú crees.- la joven dudó unos momentos.- Algunas veces nos transformamos en monstruos porque así es como nos crearon. Nos rompen y se crea algo nuevo, algo que nadie desea convertirse.

Bridgette la miró con ceño fruncido pero de alguna forma sabía que no le estaba mintiendo, ya que no había burla alguna en su voz. Miró el archivo y rompió el sello que tenía. Al abrirlo pudo reconocer el contrato que firmó días atrás con el señor Agreste, le dedicó una mirada de confusión a la adulta y esa se habría cruzado de brazos esperando a que leyera la letra pequeña de ese contrato.

-¡Bridgette!

-¡Bridgette! ¿Dónde estás?

Todo el mundo se había dividido para buscar a Bridgette, incluso la policía y los bomberos.

-¿Dónde puede estar?- preguntó Alya tan asustada como todo el mundo.

-Tiene que estar cerca, en algún lugar del edificio.- razonó Juliet y Félix tuvo una idea de dónde podría estar.

-¡Félix!- escuchó a Nino decir su nombre pero no se detuvo. Sólo había un lugar en ese edificio en el que nadie se atrevería a buscar porque siempre está cerrado. La azotea. Y tras una exhaustiva carrera llegó a la puerta de esta. Notó la cerradura rota y Plagg salió de su escondite.

-¿Listo, Plagg?

-Esto más que listo. ¡Vamos!

Félix empujó la puerta, listo para encontrarse con lo peor, pero lo que se encontró fue con la adulta lejos de su Bridgette que sostenía una carpeta y lágrimas caían de sus ojos.

-¡Bridgette! ¿Qué le has hecho?- miró a la joven adulta y tenía que admitir que le impresionaba de alguna forma esa versión de su amor. La joven le miró y esbozó una leve sonrisa.

-¿Yo? Más bien es qué le has hecho tú.

-¿Qué?

-Félix…- habló Bridgette con voz temblorosa.- ¿Esto es cierto? ¿Tu padre quería robarme mi modelo?

-¿Qué?- la joven le pasó la carpeta y él la revisó. Comprobó con horror que era un documento legítimo y abajo estaba la firma de Bridgette. ¿Cómo demonios su padre no le dijo sobre esto?

-Félix. ¿Es cierto?

-Bridgette, te juro que no tenía idea…

-¡Basta ya!- gritó la adulta asustando a los dos adolescentes.- ¿Por qué no le dices que era un plan de tu padre para poder akumatizarla?- Félix de inmediato se tensó y Bridgette se volvió hacia su doble.

-¿Cómo? ¿A-Akumatizarme?

-Así es. Porque la verdad es que él es… bueno, ¿le dices tú o le digo yo?

-¡Ya cierra la boca!

-Félix.- le llamó Bridgette con voz débil.

-La razón del por qué sigo aquí no es sólo por Lila. Sino porque ese hombre quería akumatizarte al volverte vulnerable ante su trampa y Chat Noir iba a permitirlo.

-¿Cómo?

-No la escuches, Bridgette. ¡Es mentira!

-¿Mentira? Entonces si miento, ¿por qué no le dices que tu padre es Hawk Moth y que quiere los miraculous para revivir a tu madre?

Sus palabras fueron un gran shock para Bridgette que retrocedió tambaleándose ante el impacto de estas.

-No… No puede ser. Félix, no es verdad lo que dice, ¿cierto?- Félix quiso decir algo pero las palabras no podían salir de su garganta.- No puede ser. ¿Tú sabías?

-¡No! ¡No tenía idea de quién era él hasta hace unos días!

La adulta sonrió ampliamente. La duda de la traición se había abierto camino y tenía que aprovechar eso.

-Nooroo. Hazlo.- susurró al kwami que estaba escondido en su bolso.

-P-Pero un akuma puro ser demasiado poderoso.

-Hazlo ahora.

-Bridgette, por favor.- intentó intervenir su Tikki pero ella le dio una mirada fulminanyte. Nooroo tuvo que obedecer. Sus ojos se volvieron oscuros por un segundo y expulsó de su boca un akuma oscuro que dejaba una estela morada.

Los jóvenes no se habían dado cuenta de nada. Bridgette pasó su mano por su frente apartando su flequillo, apenas creyendo lo que estaba escuchando.

-No puede ser. ¿En serio tu padre fue Hawk Moth todo este tiempo y nunca lo supiste?

-Te lo juro. No tenía ni idea. Debes creerme, por favor.

-Yo… Yo…- quería creer, quería decirle que confiaba en él ciegamente pero su lengua se trababa al intentar decirle esas palabras y cubrió sus ojos con sus manos.- ¡No sé qué creer ahora! ¡Lo siento! ¡Maldición!

-Bridgette, por favor…

Fue entonces que Tikki y Plagg vieron el akuma.

-¡Cuidado!- gritó Tikki y vieron el akuma revolotear por encima de ellos.

-¡Es mío!- gritó Plagg yendo a por el akuma pero este se movió más rápido que el kwami de la destrucción y pasó a un lado de Tikki que intentó tocarlo para purificarlo ella misma pero fue inútil, chocando así con Plagg.

-¡No te acerques!- Félix intentó golpearlo pero fue inútil, el akuma le esquivó y fue directo hacia Bridgette.- ¡No!- Bridgette al darse cuenta intentó de inmediato de transformarse.

-¡Tikki, Tránsforma…!- fue demasiado tarde. El akuma entró en sus aretes.

-¡NO!- gritó Félix y Bridgette tomó su cabeza con el símbolo del akuma dibujándose en su rostro.

-Vamos, ¡renace ahora!- gritó la adulta y la joven Bridgette miró a Félix con lágrimas en sus ojos.

-Lo sien… to.

-¡Bridgette!- intentó tocarla pero cuando el miasma oscuro comenzó a cubrirla una onda de choque lo empujó lejos de ella.

-¡Tikki!- Plagg vio que Tikki se retorcía en dolor y cambiaba de color hasta volverse por completo oscura con un punto rojo en su frente, tras unos momentos la ahora apática kwami voló hasta su portadora.

Grandes alas de mariposa aparecieron, tan negras como la noche pero brillantes como las amatistas. El traje oscuro apareció poco a poco, revelando primero una blusa ajustada de cuello de encaje, el cuello se dividía en un corte en V con encaje estilo victoriano color morado y el resto de la parte de abajo en negro, con mangas abombadas transparentes que llegaban hasta sus codos y de guantes cortos con un punto morado en la palma y dorso. El pantalón de malla se ajustaba perfecto a sus piernas y en los costados había la impresión de una mariposa en cada lado, y zapatillas chinas de color morado completaban el conjunto. Su cabello estaba peinado en dos coletas altas, en las que estaban hechas con un moño y dejaba el resto del cabello libre. Sus labios se habían vuelto negros, sus ojos brillaban de un intenso color morado y con una sombra de oscura con brillos negros como el ónice. El cielo de Paris comenzó a oscurecerse por el miasma oscuro que ella misma creaba. La gente no entendía qué pasaba mientras que los Guardianes que iban en el tour mostraron clara preocupación ante ese drástico cambio.

-No puede ser…- musitó Su Han al sentir tal poder.

Félix apenas y podía creer lo que veía.

-No… imposible.

-Pero lo es.- habló la adulta que se puso el miraculous de la mariposa.- ¡Amalgama!- apareció con su nueva transformación.- Tal y como lo planee desde el principio, aunque claro, debo agradecerte a ti, a tu familia y a ese imbécil del futuro que prefirió guardar silencio. Todo habría sido más fácil si le hubieses dicho pero sabía que no lo harías "por su bien".- Félix apretó los dientes.

-¡Plagg! ¡Transforma…!- pero no pudo completar las palabras cuando sintió la mano de Bridgette sobre su boca y acorralarlo contra la pared. Ella le miró ladeando su cabeza y fue cuando ella quitó su mano y le besó. Félix estaba en shock, pero había quedado rastros de un polvo morado donde había quedado su mano y él no tardó en sucumbir, quedando en un estado catatónico y sus ojos comenzaron a brillar de morado también.

-¡Hey! ¿Qué le hiciste a mi cachorro?- reclamó Plagg.

-Ya lo verás.- de repente el miasma cubrió a Félix y este se transformó en Chat Noir sin necesidad de invocarlo, sin embargo, algo había distinto en él. Su traje negro ahora era gris, y la hebilla y el cascabel eran por completo negros.

Abajo la gente no entendía qué ocurría pero pronto sus preguntas fueron respondidas.

-¡Gente de Paris!- todos miraron hacia arriba donde vieron a la villana.- ¡Un placer verlos en este hermoso día! ¡El último que le queda a este mundo!- varios se asustaron pero los portadores se mostraron firmes en quedarse, así como algunos adultos.

-¿Qué le has hecho a Bridgette?- preguntó Claude listo para transformarse y usar el miraculous del pavo real como un plus, sacándolo de su bolsillo.

-¿Bridgette? Ah, sí. Siento decirlo, pero ella ya no está disponible.- una figura apareció volando por el cielo y se posó sobre el grupo.- Les presento a Fée Malignant. ¿No les parece adorable?

-Bridgette…- Alya apenas y podía creer que su amiga hubiese sido akumatizada.- Eso no puede ser, pero si ella es…

-¿Ladybug?- reveló la villana que había escuchado a la perfección a Alya que la miró con horror.- ¿Acaso no sabes que los héroes también tienen ciertas tentaciones?

-¿Ladybug?- preguntó Tom sorprendido.- No, no puede ser.

-¿Nuestra Bridgette es Ladybug?- preguntó Sabine y Marinette se zafó del brazo de su abuela.

-¡Regrésame a mi hermana! ¡Bridgette! ¡Reacciona hermanita!- pero nada, la akuma ni siquiera le miró. Los que estaban presentes apenas y podían dar crédito a la noticia.

-¿Ella era Ladybug?- preguntó Allegra.

-Es increíble.- admitió Kim.

-Todo ese tiempo nos ha estado cuidando como Ladybug.- reflexionó Mylene.

-¡Así es, damas y caballeros! Ella es Ladybug. Y ustedes no han sido más que unos malditos ingratos pero eso se acabó. Y por una vez en su patética vida servirán para algo más.

Fée Malignant comenzó a soplar un polvo morado que estaba en el círculo de su palma y este cayó sobre los portadores originales.

-¿Qué rayos es esto?- preguntó Nino y Fée Malignant giró su mano para tocar el punto de su dorso.

Todos cayeron ante su poder.

-¿Luka? ¿Qué tienes?- preguntó Anarka a su hijo.

-Juleka, muñequita.- intentó hablarle Jagged.

-Zoe, ¿qué tienes?- preguntó el alcalde al verlo en ese estado.

-Zoe, Zoe, no seas ridícula y habla.- exigió Audrey que comenzó a preocuparse. Chloe no sabía qué hacer y fue que vio a Sabrina igual siendo sacudida por su padre.

-Sabrina, vamos cariño, ¿qué te pasa?

Por un lado Gorila y Adrien intentaron hacer reaccionar a Natalie y a Gabriel.

-¡Papá! ¡Natalie! ¿Qué tienen?

-Claude. ¡Claude!- Juliet intentó hacerlo reaccionar jalando su brazo pero este no respondía o se movía, hasta el que miasma oscuro cubrió a cada uno de estos. Juliet retrocedió y con ello se llevó así el brazalete del miraculous de la imaginación consigo, contemplando ante sus ojos una versión oscura de Kid Mime. Así sucedió con todos los demás.

Rena Rouge, Carapace, Mayura, Hawk Moth, Pegasus, Roi Singe, Ryuko, Polymouse, Capri Kid, Cock Courage, Melody, Pigella, Tigresse Pourpre, Viperion, Vesperia, Minotaurox y Traquemoiselle. Kid Mime había soltado el miraculous del pavo real que tenía en la mano y Lila, aprovechó para salir de la patrulla y ocultarse con la vista fija en ese miraculous. Aunque Adrien del otro lado logró también hacerse de los miraculous de su padre y Natalie que tenían en sus ropas al sacudirlos Gorila con fuerza.

Todos los héroes oscuros esperaban a las órdenes. Chat Noir apareció a un lado de Mort Rouge y la villana sonrió a los presentes.

-Ya no más secretos. ¡No más! Esto termina aquí y ahora. Mis queridos héroes, su última misión, es traerme a mi Chat Noir para hacerme de su miraculous ¡de una vez por todas!

Todos saltaron alejándose del lugar en distintas direcciones y entre los presentes Chloe gritó indignada.

-¡¿Ella en serio es Vesperia?! ¡Esto es ridículo! ¡Vuelve aquí! ¡Tú también Sabrina que exijo una explicación!

Juliet vio a Kid Mime alejarse y corrió intentando seguirlo pero Plagg apareció a su lado.

-¡Hey, niña!

-¡Plagg! ¿Qué ocurrió?

-Te explico en el camino, pero debemos ir a por mí cachorro primero. Él es el único que puede arreglar esto.

-Vale, tienes razón. Vamos a por él. ¡Fluff, Transfórmame!- y así el conejo y el kwami fue tras el gato.

Y…. esperamos que les haya gustado! Gracias a todos por leer. La batalla final YA VIENE! Así que dejen review, nada de tomatazos y sin más qué decir además que se cuiden mucho… UN ABRAZO! UN GUSTAZO! Y HASTA LA SIGUIENTE!