Nunca habrían imaginado que Jonhy se comportaría así verda? y todavía falta ¡Disfruten este capítulo! n.n
/ MeMoRiAs dE uN jOvEn EnAmOrAdO /
Intro cap. 5
No estaba muy segura en un principio, pero como te diste cuenta no tuve más opción que ceder a algo tan tentador como un beso suyo. Claro, fue un momento muy hermoso y demás, pero esa fue la raíz del verdadero problema, del cual lamentablemente nos enteramos demasiado tarde. No importa, igual me arriesgué. Desde que le dije que sí a Jonhy, Iván y yo estábamos conscientes en arriesgamos a ser víctimas de seres que con tan sólo vernos despreciaron todo nuestro ser sin siquiera conocernos ni tener en cuenta nuestras verdaderas intenciones ¡Es insoportable! Sin embargo, igual llegamos a ser apreciados por personas iguales a ELLOS, personas que nos hicieron sentir parte de ellos y que también quisieron ser parte de nuestro mundo ¡No sabes cuánto les agradezco su amabilidad y su comprensión! Gracias a ellos pasamos momentos inolvidables y divertidos ¡Los 4 son maravillosos, son magníficos, son los Majestics!
Capítulo 5 – Cuando la aristocracia y la sencillez combinan II Parte
Los nervios se fueron apoderando poco a poco de mí mientras más se acercaba el taxi a la mansión de Oliver. Miré a Iván por el retrovisor: venía muy feliz y muy ansioso, admirando con cierto asombro las calles por las que estábamos pasando, igual la mansión de Oliver a lo lejos. Después miré a Hotaru: estaba bastante tranquila leyendo un libro de bolsillo. No parecía preocuparle el hecho de que pronto conocería a mis amigos, los aristócratas más reconocidos de toda Europa. Al notar que la observaba me sonrió divertida y levantó el libro a la altura de su rostro impidiéndome verlo. Definitivamente soy muy indiscreto pero para su mala suerte no le soy predecible; a pesar de que controla muy bien esos aspectos de su vida aquí en Francia, me preocupa que no le llegue a ir muy bien con la aristocracia. Debe tener en cuenta todo lo que implica esta vida tan cómoda pero a la vez tan difícil para estar tan tranquila. Tal ves esté preocupándome demasiado. Si puede conmigo seguro puede con el resto. No debe ser tan difícil para una joven como ella que seguro sabe relacionarse con otra gente. Además ya los dejó bastante impresionados aquella vez. En realidad creo que no me siento nervioso por esto sino por lo que pasó hace unos minutos en el apartamento de Hotaru. Sigo preguntándome que hubiera pasado si Iván no llegaba en ese momento de descarga. Seguro habría sido algo más hermoso pero riesgoso. Igual aún tengo en duda el por qué casi lloraba. Pero tampoco debería preocuparme tanto por eso, tarde o temprano tendré que saberlo…En eso estaba cuando de repente ya nos encontrábamos parados en la entrada de la mansión. Pagué al taxista y salí rápidamente para abrirle la puerta a Hotaru. Tomé su mano mientras me agradecía con una sonrisa. Pedí al taxista que abriera la cajuela para tomar la maleta de Hotaru e Iván, quien no había podido dejar de ver boquiabierto la impresionante mansión de Oliver. Toda su familia posee un gran gusto por el arte, por lo que no es raro encontrarse con algunas estatuas en el jardín delantero que representan algunas esculturas famosas. Igual dentro de su mansión hay bastantes cuadros comprados por el mismo Oliver en las subastas. Rara vez llega a perder una reliquia como ésas y si es así es mejor no dirigirle la palabra. Poco a poco nos acercábamos a la puerta y cada momento me inquietaba más. Como Iván venía hipnotizado por este lugar desde antes de llegar, sólo Hotaru se dio cuenta de mi molestia. Se detuvo frente a mi, curiosa e inocente
>¿Hay algo que quieras decirme?
>No ¿por qué?
>Te noto muy serio ¿estás seguro que no hay algo que te moleste?
>Pues…
Iván nos interrumpió. Se le hizo raro que nos quedáramos parados a medio camino
>Srita. Hotaru, Jonhy, por qué se quedan ahí? Ya quiero entrar a ese lugar! Por favor!
>De acuerdo, pero estate tranquilo. No querrás que los amigos de Jonhy te vean muy ansioso
>¿Y qué tiene de malo?
>Que puede ser molesto para tus amigos
Sí, muy cierto (recuerden cuando Tyson no se quería ir de la mansión de Robert)
>No, no mucho
>¡Está bien! Está bien! Prometo comportarme bien pero por favor hay que seguir!
>De acuerdo, vamos tras de ti
>¡Sí!
No podía creer la curiosidad de Iván. Definitivamente estaba más ansioso que Hotaru y yo juntos ¿Y por qué no habría de estarlo? Después de todo ha de ser su primera vez dentro de una mansión. Al estar Iván a cierta distancia de nosotros Hotaru me habló en tono de curiosidad
>¿No me vas a decir qué te molesta?
>Aquí no. Mejor espera a cuando ya estés instalada en tu habitación
>¿Tengo una habitación?
>Pues aún no, pero te conseguiré la más cómoda
>No es necesario, me da igual dónde duerma. Puede ser incluso en el sofá
>Olvídalo. No es adecuado para una Bella Dama como tú
>...¿una Bella Dama?
Su voz se entrecortó. Bajó la mirada
>Jonhy…
>¿Sí?
>Deja de llamarme así
>¿Así? Cómo así?
Volteó a verme molesta ¿y ahora que dije?
>Deja de llamarme Bella Dama!
>...Pero ¿por qué?
>Porque me molesta! Ya no vuelvas a llamarme así!
No entiendo ¿Qué tiene de malo?
>Está bien, pero no te enojes conmigo. Fue un cumplido. No creí que te molestaría
>Pues ya sabes que sí!
Hubo un silencio incómodo entre nosotros, opacado por las expresiones de emoción de Iván ¿Y ahora que sucedió? Créeme, ni yo mismo sabía en ese momento. De todas formas ya no tuve oportunidad de preguntarle, ya estaba llamando a la puerta tocando el timbre. Sin hacer esperar una voz un poco aguda y fina se oyó por el intercomunicador. Era Oliver
>Mansión Polanski, Oliver al habla ¿qué desea?
>Deja tus formalidades! Mejor apresúrate y abre
>¡Jonhy! Eres tú? Regresaste!
>Sí, así es! Por qué te impresiona? Sólo me ausente un día
No me contestó
>Oliver…Oliver ¿estás ahí?
Enseguida escuchamos pasos que parecía poco a poco se iban acercando, seguido de gritos que no oímos muy bien, pero que tenían tono de urgencia. Iván jaló de mi camisa y me miró confundido
>Jonhy ¿qué pasa ahí dentro?
Le sonreí divertido
>No lo sé, pero te aseguró que ahí dentro puede pasar de todo
En ese momento ya no se oyó nada ¿Qué demonios trama Oliver? La puerta se abrió lentamente. Nos recibió su sirvienta personal: Elizabeth, una mujer de escasos 30 años, de mirada adormilada pero agradable y atenta, vestida con el típico vestido a las rodillas (color verde pistache) y el delantal blanco, además de calcetas largas y el gorrito en la cabeza. Hizo una reverencia mientras nos abría el paso
>Buenas tardes joven Jonhy. El joven Oliver los ha estado esperando. Por favor pasen directo a la sala
>¡Gracias!
Le di el paso a Hotaru y a Iván y yo entré tras ellos. Se pararon en medio del recibidor, viendo asombrados lo grande que era. Al cerrar la puerta, Elizabeth se me acercó
>Joven Jonhy, déjeme ayudarle con su maleta
>No es necesario. Además es de mi invitada. Me vería mal si tú la cargaras
Noté que Hotaru me volteó a ver seria. Rápidamente cambió esa expresión enojada a una más calmada. Seguro está fingiendo otra vez, para no verse mal frente a mis amigos. Al asegurarme de que no podían oírme le hablé a Elizabeth
>Elizabeth ¿podrías decirme qué sucede? Hace poco oí gritos
>Lo siento Joven Jonhy. El Joven Oliver me pidió que no dijera nada
Fruncí el entrecejo. Algo pasó ayer que no me enteré. Lo sé por el mensaje que Robert me mandó la noche anterior
>Hotaru, Iván, acompáñenme. Llegó el momento de presentarles a mis amigos
Iván se puso nervioso
>¿Tan pronto? Pero acabamos de llegar!
>Lo sé. Pero nos están esperando
>En ese caso, síganme por favor
Iván fue detrás de Elizabeth curioseando con la mirada por el pasillo por el que pasamos. Mientras, yo iba al lado de una joven que respiraba profundamente. Su rostro se había puesto pálido y de mirada perdida. Tomé su mano con delicadeza. Se sobresaltó
>Eh? Qué pasa?
>Habla más despacio ¿estás bien?
>S-sí, es sólo que…
Sin prestar atención a los de adelante, la besé en la mejilla. De nuevo parecía que se iba a molestar
>Tranquila Hotaru! No te preocupes, todo va a estar bien. Seguro te amarán
Poco a poco yo lo haré. Dalo por hecho; en cuanto Elizabeth me habló, solté la mano de Hotaru
>Joven Jonhy, yo me retiró. Ya puede pasar
>Gracias
La vimos alejarse por el pasillo hasta desaparecer de nuestra vista. Di un suspiro antes de dar indicaciones a mis invitados
>Pasaré yo primero. Ustedes sólo relájense. En su momento les hablaré ¿De acuerdo?
Ambos asintieron; entré como si nada. Ahí estaban los tres, sentados cómodamente bebiendo una taza de té (sí, yo también ya estoy harto de eso). En cuanto me vieron noté la ansiedad de Enrique, la seriedad de Robert y la alegría de Oliver al verme de regreso. Dejó su taza y se levantó para recibirme
>¡Qué bien! Ya estás aquí!
>…Aja
>Y bien ¿dónde está? Ya quiero verla!
>¡A mí también me alegra verte, Oliver!
Sarcasmo; también dejó su taza y me saludó moviendo un poco la mano, algo tieso
>Ya era hora ¿estás seguro que no vienes solo?
>¡Sí, seguro Robert!
Más sarcasmo. Son unos malditos! Sólo esperan verla. Igual los aprecio. Por último, Enrique se levantó mirándome fijamente a los ojos con el entrecejo fruncido y una mueca de fastidio. Estiró su brazo para saludarme. Por primera vez, en una semana, me dirigió la palabra
>Bien hecho, Jonhy
Al saludarlo apreté su mano con fuerza y viceversa
>Gracias!
Aún no estaba seguro de qué había hecho bien, pero lo reconoció ¡Un extraño cambio en Enrique! Tal vez lo de ayer no fue casualidad y ahora está más tranquilo. O puede que esté tramando algo a mis espaldas
>Antes de presentarla, me gustaría saber qué sucede
>¿De qué?
>Primero: tu mensaje, Robert ¿Qué quisiste decir con eso?
>Sé paciente, ya lo sabrás
Fruncí el entrecejo. Seguro no sería nada bueno
>Y tú Oliver ¿por qué tanto escándalo hace poco?
>Es por lo mismo. Es que Robert me contó todo
>¡QUÉ?
>Oye, no te enojes, le va encantar
Sí, está bien. Pero ¿pero no podrían decirme exactamente QUÉ le va a encantar?
>Bien, confiaré en su palabra
Di un suspiro. Me dirigí a donde había dejado a Hotaru y a Iván. Le hice una seña a Hotaru para que se acercara poco a poco. Los otros tres ya estaban frente a mí con los ojos bien abiertos esperando verla entrar
>Majestics, les presento a…
Volteé a verla en cuanto iba entrando: me quedé paralizado. Se acercó a mí con una inocencia infinita. Emanaba belleza y encanto en esa expresión inocente. Los Majestics no entendían el por qué mi largo silencio, puesto que no habían visto bien su rostro por culpa de su cabello. Tomé su mano delicadamente mientras recuperaba la cordura
>¡Perdón! Les presento a Tomoe, Hotaru Tomoe
>¡Mucho gusto! Es un placer conocerlos
Se soltó de mi mano para hacer una pequeña reverencia. Los 3 Majestics se quedaron boquiabiertos al ver al fin su rostro. Me divirtió verlos así, pues es bastante difícil dar una primera buena impresión a la aristocracia. Robert se acercó a Hotaru y le hizo una reverencia
>Nos alegra que estés aquí. Mi nombre es Robert Jurgen, espero que disfrutes tu estancia
>Gracias, le aseguro que así será
Ahora se acercó Oliver y tomó emocionado sus manos. Sus ojos parecían brillar de tanta emoción
>Me llamo Oliver Polanski. También nos da gusto conocerte. Si llegaras a necesitar algo sólo tienes que llamarme
>ehm gracias ¡qué amable!
Por último él se acercó. Tenía una expresión despreocupada. Tomó la mano de Hotaru y se la besó, para nuestra sorpresa. Siendo un mujeriego, Enrique nunca había dado importancia a ese gesto. Me sentí celoso en mis adentros, porque fue precisamente la presentación de Enrique la que me causó sobresalto
>Soy Enrique Tornatore. Me alegra saber que una dama tan hermosa como usted nos acompañará estos días. La verdad es que ya necesitábamos de su presencia
>No sabía que mi presencia fuera tan importante para ustedes
>Por supuesto, y más para mí. Se lo aseguro
Le guiñó un ojo y le mostró una sonrisa de ensueño (claro, para las chicas). Hotaru rió quedito y sonrojada mientras que yo ardía de coraje al ver el vil intento de Enrique para quedar bien con Hotaru. Lo peor es que a ella le pareció bastante sincero y le agradó, por eso sentí celos. Entonces se me ocurrió algo
>Muchachos, Hotaru tiene que decirles algo
Volteó a verme confundida. Los Majestics también
>Digamos que no es la única invitada. Ella trae a alguien más consigo
>¡Sí, es cierto!
Se soltó de la mano de Enrique (para mi gusto) y se dirigió a donde estaba Iván sin voltear a verlo
>Antes de presentarlo, quisiera agregar que es sólo un niño que por necesidad tuve que traer conmigo, algo así como un hermano. Espero no les moleste
Robert la tranquilizó al notar su preocupación
>Por supuesto que no. Seguro que no había otra opción. Quédate tranquila
>¡Gracias por entender!...Ya puedes entrar
…no pasó nada. Al parecer Iván no quería entrar
>Hotaru ¿qué sucede?
>No lo sé
Volvió al pasillo. A los pocos segundos entró de nuevo cabizbaja
>¿Qué pasó?
>Jonhy, no está
>eh?
>¡Iván no está!
>¡Qué? Pero estaba ahí hace unos minutos!
>"Estaba"…no puede ser! Acabo de llegar y ya estoy causando problemas!
El buen Robert la tranquilizó de nuevo
>No te lamentes. Si es un niño lo más común es que esté curioseando por la mansión
>El problema es que mi mansión es grande
>¡Oliver!
>¿Qué? Sólo digo que va a ser complicado encontrarlo
>¡Mejor ya cállate! Ya entendimos
Tan indiscreto como siempre. Por eso no me pareció bien que Robert le contara sobre nuestro plan
>En ese caso no hay más opción que comenzar a buscarlo. Dinos Hotaru ¿qué podría estar haciendo un niño como él en estos momentos?
>…Comer, dormir o buscar algo con qué entretenerse
>Bien, esto es lo que haremos: Robert, Enrique y tú vayan a la cocina. Oliver, revisa junto con Elizabeth las habitaciones de abajo y Hotaru y yo iremos arriba
>¿Estás seguro?
>Sí. Ahora andando!
Cada quien se fue por su lado. Sin embargo, mi idea era otra. En cuanto estuvimos fuera de sus vistas nos detuvimos a mitad del pasillo y la hice entrar a una habitación vacía y oscura, sólo que ella no lo sabía. Aún a oscuras todavía podía verla un poco. En cuanto cerré la puerta y le puse seguro, Hotaru se alteró.
>¿Qué estás haciendo? Déjame salir, Jonhy!
>No. Hay cosas que quisiera saber
>¿Ahora?
>Sí! Ahora y aquí mismo!
>Sabes que no es buen momento!
>Deja de quejarte, ya deberías haberte dado cuenta de que no me gusta dejar nada a medias
>Me lo dejaste muy claro en mi apartamento. No tienes que decírmelo. Aún así no estoy dispuesta a decirte nada. Déjame salir!
En toda mi vida nunca hacía visto a una joven como ella oponerse a "nuestras órdenes". Los Mcgregor somos conocidos por ser unos habladores y tercos, así como exigentes y bastante mandones. Inclusive mi madre ha tenido que aguantar las exigencias de mi padre puesto que nunca le han gustado las controversias. Parece que con Hotaru será muy diferente
>…No! Ya te dije que no lo haré hasta que me digas por qué te molestaste conmigo afuera
>¡Ah, eso es! Pues tendrás que disculparme porque no te diré nada
>Si no me dices creo que nos quedaremos aquí un buen rato
>No me importa! No creo que sea por mucho tiempo
>No me subestimes. Además yo no soy el que tiene prisa
¡La atrape! Te dije que no le era predecible. Vencida, se cruzó de brazos y me dio la espalda. En cualquier momento tendrá que decirme. Aunque la verdad no me siento tan bien por lo que estoy haciendo ¡Pobre Hotaru!
>…Jonhy
>¿Sí?
>Por favor, déjame salir
>Nooo
>…¿y si hacemos un trato?
>Te escucho
>Si me dejas salir te contaré todo lo quieras saber más tarde, sin intentar evadirte. Lo prometo
>¿Hablas en serio?
>Claro. Soy una persona de palabra ¿o ahora eres tú el que no confía en mí?
En ese entonces yo había preguntado lo mismo. Y por su respuesta ahora está aquí conmigo, soportándome. Creo que lo mejor sería seguir su ejemplo
>Sí, sí confío en ti. De acuerdo, es un trato
Quité el seguro y me retiré de la puerta. Dejó de darme la espalda para dirigirse hacia ésta. En cuánto giró la perilla le agarré la muñeca. Me miró molesta
>¡Creí que habíamos hecho un trato!
>Sí, ya sé. Pero faltó algo
La solté y enseguida la abracé por la cintura. Igual no se me iba a escapar. La besé con fuerza y con cierta furia mientras mis manos recorrían las formas de su cintura con rudeza. A Hotaru no le agradó lo que hice y me abofeteó
>¿Por qué hiciste eso?
>¡Porque eres un tonto! De verdad crees que eso me va a tranquilizar?
>No, pero no lo hice por eso
>¿Entonces por qué?
>…cosas de hombres
>¿Sabes? Es difícil lidiar contigo, no sé por qué me molesté en venir
>Porque lo más seguro es que encontraste a la persona que llegará a amarte como no tienes idea
Se quedó fría. Tampoco se esperaba eso
>¿Dices que tú eres la persona que va a amarme?
>Claro, ese es mi destino
Escuché una risa sarcástica
>¿Te parece gracioso?
>…Perdón, pero no puedo creerte
>¿No puedes?
>No, no puedo…No quiero creerte!
Comenzó a alterarse de nuevo
>Pues créelo! Tan sólo es el comienzo!
>Deja de decir estupideces! Déjame en paz!
Salió más alterada que cuando llegamos. No tuve más opción que dejarla ir ¿Qué demonios está sucediéndonos? Entre más hablo con ella todo se vuelve más complicado, casi siempre por mi culpa. Salí y caminé por el pasillo sin saber exactamente a donde iba. Sólo tenía en mente su rostro molesto y su mirada vacía; Hotaru parece tener un corazón frágil y sensible mas sin embargo sabe defenderlo. Parece que estoy pasando el límite de esa barrera tan dura. Es arriesgado, pero debo pasarlo, sólo así sabré lo que le pasa a Hotaru. Tal vez no fue buena idea traerla aquí demasiado pronto ¡Maldición! Y ahora qué hago?...una curiosa melodía se escuchó por los alrededores, muy alegre, proveniente de…un violín ¡Sí, eso era! Me quedé quieto y atento para escuchar esa melodía. Pasados unos segundos hubo un momento en que el instrumento desafinó y quienquiera que estuviese tocando paró la melodía para enseguida volver a empezarla. Era raro porque de repente sólo podía oír lo mismo una y otra vez. A la sexta vez me harté de eso y seguí el sonido hasta que sin darme cuenta me encontré en el salón de baile. Sí, ése mismo donde bailé con Hotaru frente a todos ELLOS. En realidad el salón era muy grande, de dos pisos. En medio había una ancha escalera que era la prolongación de dos más a los lados que iban directo al segundo piso. Entre éstas había dos puertas por donde entraban los anfitriones y otra gente importante dependiendo de cada baile. Detesté el momento en que los Majestics entramos por esas puertas esa noche. Fue asfixiante para mí el sentirme observado por gente que odia mi presencia y viceversa. Sentí el salón muy reducido con toda esa gente dentro mas sin embargo ya sé que no es así y por fin me siento cómodo con eso; de nuevo desafinó, esta vez con más intensidad lastimando mis oídos puesto que ya estaba a unos metros de él. Estaba sentado en las escaleras, sosteniendo con delicadeza un violín de tono carmín (parecido al de la película de el Violín Rojo), muy fino y hermoso. En cuanto notó mi presencia me sonrió y me saludó sin dejar de cargar el violín. Me acerqué a él con el entrecejo fruncido en señal de alegría y molestia
>Iván ¿qué haces aquí?
>Nada, sólo tocaba este violín, aunque aún no sé hacerlo muy bien
>¿De dónde lo sacaste?
>Es de la Srita. Hotaru ¿acaso no vio este maletín que traía conmigo?
Veamos: cuando el llegó fui directo al baño y estuve un buen rato. Hotaru ya había pedido un taxi para cuando salí y sólo recuerdo haber subido su maleta
>¿Estás seguro que es de Hotaru?
>Sí. No le miento. Observe lo que está escrito en el frente
Me acerqué sólo para comprobar que el nombre de Hotaru Tomoe estaba escrito en letras doradas
>Pues sí, tienes razón…cambiando de tema, Hotaru te está buscando ¿Por qué te fuiste sin avisar?
>Perdone, es que no me sentí muy bien. De hecho, no me siento bien. Tengo miedo
>¿Miedo? Miedo a qué?
>A todo esto
Suspiré sin saber muy bien qué decir. Me senté a su lado mientras tomaba el violín entre mis manos
>¿Por qué traes esto contigo? No se molestará Hotaru si descubre que lo tomaste sin permiso?
>Sí, pero lo tomé porque es…
>¡Iván! Aquí estás! Qué bueno que te encontramos!
Hotaru venía a paso veloz y con los demás Majestics y Elizabeth tras ella. Iván me arrebató el violín con rapidez y lo escondió tras de mí
>Srita. Hotaru, lo siento. No era mi intención molestarla
>No lo hiciste, pero sí me preocupaste. Y les causaste molestias a ellos
Volteó con los Majestics y se disculpó al estilo típico de los japoneses
>Disculpen a Iván, les aseguro que no quería molestar
Iván se levantó presuroso y se disculpó
>Lo siento, perdonen mi imprudencia
Los Majestics observaron a Iván sorprendidos, quizá por su apariencia (digamos que no vestía las mejores ropas) o por su educación, tal ves por las dos cosas. Oliver se acercó a él con un destello en su mirada. Se agachó y levantó la barbilla de Iván
>No te preocupes. Un niño tan hermoso como tú debe de haber tenido buenas razones
¿Qué? No pudimos evitar dar una expresión de incomodidad, aunque ni Hotaru ni Iván entendían por qué. Con nosotros era suficiente
>¡Así es! Disculpe ¿quién es usted?
>Me llamo Oliver. Y déjame decirte que eres perfecto
>eh? Por supuesto que no, usted y sus amigos deben ser aún más perfectos. Además usted es más hermoso
Ni yo entiendo lo que está sucediendo. Es sólo un niño, no podría entender aún el por qué de la actitud de Oliver. Rió divertido
>Hotaru, este niño me agrada. Que bueno que lo trajiste
Ahora fue Enrique el que se acercó, aunque no creo que haya sido lo mejor. Miró con atención a Iván
>ehm ¿quién es usted?
>¿Yo? Soy Enrique. Dime ¿de verdad eres un niño?
¡Eso sí es ser imbécil! Pobre Iván, se puso más nervioso por esa pregunta, no muy seguro de si debía responder a eso o no. Yo también lo confundí con una niña, pero no a tal grado. Robert intervino
>¿Cómo se te ocurre hacer esa pregunta tan inútil?
Sonrió divertido
>Sólo fue curiosidad
Volvió a fijar la vista en Iván, con una mirada intimidante y la misma sonrisa
>Si fueras una niña, seguro sería más divertido para mí
>Si fuera una niña seguro usted ya estaría en la cárcel ¿verdad?
Un niño muy valiente, debo decirlo. Nadie se atreve a enfrentarse a Enrique a causa de su agresiva y necia forma de discutir y a su mirada intimidante. Si discutes con Enrique es seguro que siempre saldrás perdiendo (o que no llegarás a nada), pero esta vez siguió siendo el necio. Obviamente Iván es igual que cualquier persona. Si le ofendes te la regresa peor (y hasta con doble sentido) Su rostro mostraba una expresión de fastidio
>Discúlpate Iván ¿qué es lo que te sucede?
>Perdone Srita. Hotaru, en seguida lo haré
>No, espera
Robert y Elizabeth finalmente se acercaron
>Yo soy Robert
>Y yo Elizabeth
>¡Encantado! Dígame ¿por qué no quiere que me disculpe?
>No has hecho nada malo. Más bien le diste su merecido
>Y lo más seguro es que el Joven Enrique se la piense mucho antes de decir algo
>Pero hace mucho la Srita. Hotaru me dijo que…
>Muchas veces los mayores nos equivocamos, o no damos a entender lo que queremos decir. Perdona Hotaru, no es para ofenderte
>No hay problema
Iván estaba confundido. Elizabeth le sonrió amistosamente mientras que Robert lo miró con intenciones de probarlo. Siempre hace lo mismo con quien cree que es lo suficientemente adecuado para dejarlo impresionado
>Dime pequeño ¿qué edad tienes?
>Tengo 10 años
>mmm eres bastante listo y educado para tu edad
>Es gracias la Srita. Hotaru, ella me ha enseñado todo lo que sé
>¿Cómo qué?
Volvió conmigo sólo para tomar el violín y comenzar a tocar la misma melodía de hace poco. Esta vez sentí la pasión y el esfuerzo que Iván daba al tocar. Para mala suerte, de nuevo desafinó en lo que podría ser la parte más difícil y más reluciente de toda la pieza. La mirada seria de Robert seguía acechándolo
>Por el momento es todo lo que sé, pero le aseguro que llegaré a ser tan bueno como la Srita. Hotaru!
>No sabía que Hotaru tocaba
>Así es. De hecho, este violín es suyo
Hotaru se sobresaltó ¿Por qué? Si lleva su nombre
>¿En serio?
>¡Sí! Tome, yo mismo lo arreglé para usted. Es su sorpresa. Iba entregársela más tarde pero creo que es buen momento
Volteó a ver a Robert con mirada desafiante
>Pedí a un amigo que me enseñara a lijar, a colocarle las cuerdas y a pintar su nombre en dorado para poder arreglar el violín que yo había maltratado cuando apenas nos conocimos
¡Increíble! Si eso era cierto entonces este niño era poseedor de grandes habilidades y de gran intelecto. Tal ves él pertenecía a esa nueva generación de niños que van a ser capaces de revolucionar el mundo debido a sus talentos inigualables. Dirás que voy al extremo, pero es lo que parece ante mis ojos
>Pero ¿por qué?
>Es una forma de agradecerle lo que ha hecho por mí. Aunque sé que eso es poco comparado con el verdadero trabajo que le he causado
>¡No digas eso! Tú sabes que para mí no eres una carga
Robert comenzó a aplaudir, le siguió Elizabeth. Nadie entendía por qué
>¡Buen trabajo pequeño Iván!
>Sin un niño como tú es tan sorprendente me gustaría saber cómo es la dama que te ha educado así
Hotaru no lo creía, por suerte Oliver ayudó
>¡Sean bienvenidos a mi mansión! Espero que disfruten su visita
Los ojos de Iván brillaron de alegría, definitivamente no se esperaba eso. Ambos dieron las gracias. Iván me miró aún con esos ojos brillantes
>¿Ya ves? No había nada qué temer. Ya lograste lo más difícil…y bien ¿ya podrían decirme qué era lo que planeaban?
>Ah si!
Oliver tomó la mano de Hotaru
>Por favor, acompáñame, tenemos algo que mostrarte. Tú también Jonhy, necesitamos otra opinión
>¿Pero para qué?
Sentí un empujón. Era Robert
>No preguntes, mejor síguenos
>Bueno, está bien
Después de todo ya no hay por qué preocuparse
¡Pero qué demonios! Esto es demasiado! En qué estaban pensando estos tipos?
>Díganme ¿les gusta?
Hotaru no podía creer lo que estos tipos habían hecho, ciertamente yo tampoco
>¿Gustarme? Me encanta! Todo esto es para mí?
De alguna manera loca e inesperada, Oliver y Robert habían redecorado una de las habitaciones hasta volverla lo más elegante y femenina posible. La habitación en sí era espaciosa y cómoda, con puertas dobles que daban a un balcón que a su vez daba vista al jardín de rosas blancas de Oliver. La cama era una king size de sábanas muy suaves y delgadas (por el calor supongo) de color lavanda. Las paredes eran del mismo color mientras que otras cosas como los marcos de las puertas y del espejo, el tocador y otros adornos eran casi del mismo color, con un tono más fuerte, parecido al magenta. El piso entero estaba cubierto de una alfombra muy suave como las plumas, de color blanco. En una esquina estaba un armario, no gran cosa creo. Estaba extrañado por esto. No creí que Oliver y Robert harían esto para una total desconocida
>¡Así es! Es tu habitación
>¿Qué esperas Jonhy? Queremos saber qué opinas
¿Qué más quiere que diga? Mi expresión no es suficiente?
>Pues, ni yo me lo esperaba ¡Es genial!
>¡Y todavía queda la mejor parte! Ven conmigo Hotaru
Enrique tomó su mano y la guió al armario ¿y ahora qué demonios quiere?
>Esto es de mi parte ¿estás lista?
>¡Sí!
Tanta inocencia no podría darse cuenta de las verdaderas intenciones de Enrique, no puedo culparla. Igual me pone celoso; abrió el armario. Los ojos de Hotaru se llenaron de un brillo que no había visto. Sí, ese brillo que demuestra fascinación por la ropa, como toda mujer
>¡Es…es…es demasiada ropa!
Nos asomamos. Resulta que era como un pasillo dentro del armario. A los lados estaban colgadas varias ropas de todo tipo: vestidos para fiesta, shorts, faldas, blusas (en su mayoría de tirantes), pants, trajes de baño? Qué se cree?
>Enrique compró todo eso para ti
>Con excepción de una que otra ropa. Este cuarto era de mi hermana y como ahora vive sola y esto estaba muy olvidado, decidí darle un buen uso
>Pero ¿no se molestará si llega a venir y ve todo cambiado?
>¡Ay claro que no! Seguro tiene un cuarto mejor que éste, pero bueno, es lo mejor que pudimos hacer
>¡Se los agradezco!
Al voltear a ver a Iván este parecía que quería decir algo pero dudaba en hacerlo. Coloqué una mano sobre su hombro
>Parece que tú vienes conmigo. No creo que quieras quedarte aquí, es demasiado femenino para ti
>¡No! No te lo lleves! Ven conmigo Iván! Mi habitación es más cómoda
Iván se aferró a mí con fuerza. Es obvio que no quería ir con él
>Tal vez después. Mejor dejemos que Hotaru se acomode
>Sí, tienes razón. Entonces te dejamos, Elizabeth vendrá más tarde a traerte algo de comer
>¡No gracias! Yo bajaré a prepararme algo después, no quiero causar más molestias
Ya no importaba, podría dar las molestias que quisiera; estaba aliviado porque Hotaru e Iván habían pasado por la prueba de los Majestics. Oliver vio tan hermoso a Iván que lo más seguro es que quiera encargarse de todo su aspecto para convertirlo en alguien parecido a él. Enrique lo ofendió con la intención de saber si podía defenderse por sí sólo. Y por suerte con Robert fue más sencillo debido a que el violín que arregló para Hotaru demostró los verdaderos valores que posee, y para alguien como él eso es suficiente. Mientras que Hotaru pasó sin ser necesariamente probada. Su sola presencia fue suficiente para convencer a los Majestics de esa finura que posee. Ya estaba a punto de cerrar la puerta cuando…
>Espera Jonhy…¿podría hablar contigo?
Era precisamente lo que estaba esperando
>Claro. Por favor Elizabeth, encárgate de Iván mientras hablo con Hotaru
>Como usted diga joven
Esperé a que todos salieran para poder cerrar la puerta de nuevo con seguro. No iba a pasar nada, pero era para asegurarme de que nadie estaría espiando. Este asunto es nuestro. Durante unos minutos estuvo quieta sin dirigirme la palabra. Ya te dije que odio el silencio, así que mejor le hablé
>Parece que tu objetivo es enojarte conmigo por cualquier cosa y el mío es intentar reconciliarnos de las maneras más raras posibles
Se sonrojó apenada. Creo que lo entendió mal
>No era una queja, sólo era para romper el hielo. No te preocupes, lo peor ya pasó ¡Sabía que te amarían! Igual a Iván
>…Perdona Jonhy. Prometí decirte todo pero aún no puedo, no es el momento
>¿Por qué? Hicimos un trato
>Lo sé, pero no puedo!
>¡Hotaru!
Tenía muchas ganas de saber, pero igual no podía presionarla. Se trataba de tocar una parte muy sensible de su ser. Además era muy pronto, debía darle tiempo a su corazón
>Esta bien, dímelo cuando estés lista. Respetaré tu silencio, es lo menos que puedo hacer para que no te eche a perder la visita
>Gracias por entender
>Sólo prométeme algo
>¿Qué cosa?
Me acerqué para tomarla de la barbilla y darle un dulce beso. Al separarme noté que se había sonrojado
>¡No seas tan enojona! Me gustas más cuando sonríes
Me sonrió divertida y desafiante
>¡Mira quién lo dice! Espero que me des el ejemplo
>Claro. Lo bueno es que ya estamos a mano
>¿Qué quieres decir?
>…Mi actitud en el cuarto oscuro fue porque me agarraste desprevenido cuando salía del baño, pero también porque…
Mi voz se tornó más seria
>hiciste que me pusiera celoso
>¿Celoso?
>Pero fue una tontería mía. Disculpa, no lo volveré a hacer
>Jonhy…
>¡Bien! Ya te dejo acomodarte. Nos vemos luego
Me dirigí a la puerta con rapidez y salí sin decir nada más. Por suerte ya no había nadie por ahí así que no vieron mi rostro pálido. Estaba furioso conmigo mismo, furioso por no haber logrado controlar mis emociones por ese detalle. Pero era en serio, ya no lo volvería a hacer. No dejaré que alguien como Enrique corteje a Hotaru para ponerme celoso. Debía pensar positivo, después de todo, a diferencia de él tenía mucho a mi favor
-Fin del episodio-
En el Cap. 6 – Cuando la aristocracia y la sencillez NO combinan –
Cuando algo no resulta como tú lo esperas podría acarrearte muchos problemas en un futuro, ya sea en el ámbito económico, social o hasta en el amor. Jonhy y Hotaru tienen mucho que decirse antes de comenzar algo más serio. Será algo sincero, vergonzoso y hasta doloroso para ambos, pero es la única forma de determinar si en realidad están listos para seguir adelante sin importar los golpes del pasado
Ke besho! ke raro,pero k emoción! n o n
