Los días transcurrían de diferente forma para Nishinoya y Tanaka, uno estaba desanimado y enrabiado con todo lo que se le cruzaba, el otro encontraba una distracción de sus tormentosos recuerdos cuando pensaba en Sugawara y las hermosas visitas que le hacía de noche. Ryuunosuke entrelazaba sus dedos con los de Suga, mantenía la cabeza agachada mientras el humano lo observaba con ternura y le decía palabras de amor, por esa misma razón no quería que su rostro fuera visto, pues el tinte rojo hacía un rápido efecto en su lechosa piel cuando Sugawara lo abochornaba de esa forma.
Suga le había regalado un conjunto de ropa negra muy similar a la que llevaba, con la diferencia de que estaba nueva y completa, sin trozos quemados, además de que tenia una capucha que a Tanaka le servía para ocultar los pelitos de su cabeza que estaba dejando crecer. Junto al humano comenzaba a sentirse mejor, pero no lo suficiente como para dejar sus medicinas; una noche tuvo que contarle a Sugawara que necesitaba unas píldoras y que a veces tenía que acercarse a los pueblos por la noche para robarlas; no quiso responderle a Suga cuando le preguntó porque las necesitaba, pero él lo entendió bien, sabía que los regeneradores tenían problemas emocionales.
Ryuunosuke no podía creer que estuviera sintiendo tanta felicidad, era irreal que una persona guapa y agradable lo tratara de forma suave y amorosa; sin embargo, todo eso era real, Sugawara lo abrazaba, besaba y acariciaba sin dobles intenciones, le repetía que lo quería mucho y que le resultaba emocionante vivir ese amor prohibido. Para el humano todo era mágico y como si fuera sacado de una novela de amor, era excitante, pero para Tanaka era algo completamente diferente a lo que había conocido, algo nuevo que no comprendía, y no sabía como reaccionar a eso más que con los nervios de un niño primerizo en el amor.
Durante una de sus noches juntos, la sensación de estar flotando pasó de metafórica a real, pues Suga se transformó a su forma híbrida, manteniendo el tamaño de su cuerpo y adquiriendo unas grandes alas en lugar de brazos; el humano invitó a Tanaka para que subiera a su espalda y volaran juntos por el cielo. Ryuunosuke en un principio se sentía desconfiado de las personas que usaban su forma híbrida, tenía un gran miedo grabado en su inconsciente; sin embargo decidió aceptar la propuesta de Sugawara, subiendo a su espalda para salir volando, podía acariciar las nubes sobre su lomo y observar las estrellas aún más cerca de lo que alguna vez pudo imaginar, era un hermoso sueño lúcido.
Cada vez se sentía más pleno a pesar de ese vacío en su pecho que no lo dejaba en paz, tal vez su alma no estaba del todo bien, pero su corazón tenía una esperanza que había perdido hacía muchos años. Aunque Nishinoya no compartía esa felicidad, se veía extrañamente serio y pensativo; mientras encendía una fogata para esa noche, Tanaka lo veía, preguntándose porque había estado tan cabizbajo durante esos días, no estaba seguro de si debía hablarle de eso, puesto que sabía perfectamente que algunas cosas no eran tan fáciles de contar; sin embargo fue el mismo Noya quien rompió el silencio esa noche.
-Oye Ryu ¿Qué es para ti perder la virginidad? - preguntó Nishinoya sin dar ningún contexto; Tanaka abrió los ojos, la pregunta era en extremo incómoda para el.
-Creo que es perder la inocencia…
-¿Cómo? Explícate - le pidió con seriedad; la expresión de Ryuunosuke estaba ensombrecida y melancólica, trataba de mantenerse en pie y seguir teniendo el mismo tono de voz, pero no sabía si lo lograría.
-Es cuando dejas de ser un niño y pasas a hacer cosas de adultos. No es algo agradable, los niños son más felices que los adultos si me lo preguntas - respondió dándole la espalda a Noya, evitando que se diera cuenta de la tristeza en su mirada.
-Entonces según tú, las personas pierden su virginidad cuando hacen cualquier cosa sexual ¿A eso te refieres?
-Sí…
-Eso no me sirve - refunfuño Nishinoya, estaba tan concentrado en sí mismo que no notaba lo incómodo que se sentía su mejor amigo.
-Oye Yuu, iré a dar un paseo, tú quédate aquí a vigilar nuestras cosas - dijo mientras caminaba hacia los árboles.
-¿Irás a encontrarte con ese humano?
-Sí…
-Ten cuidado con él, es un guerrero, no es como Asahi, que no mataría ni a una mosca.
-Sugawara no quiere hacerme daño.
-Como quieras, si lo ves, pregúntale qué es la virginidad para él - le dijo Nishinoya antes de que Tanaka se apartara corriendo hacia un lugar alto para divisar a Suga; esa charla despertó un horrible sentimiento enterrado en su cabeza, no estaba seguro de si estaría en condiciones para ver a su amado sin causarle molestias y preocupaciones. Trepó un pequeño monte y miró el cielo en busca de algún cuervo albino o una gran silueta mitad pájaro y mitad humano; Sugawara no tardó en aparecer y detectar a su dulce Ryuunosuke, luego bajó inmediatamente a su lado y dejó su forma híbrida para abrazarlo con todas sus fuerzas.
-Te extrañé mi pequeña fiera - le susurró al oído mientras lo abrazaba y acariciaba su espalda suavemente; Tanaka se acurrucó en el pecho del humano y respiró profundamente para sentir su olor.
-También te extrañe - el regenerador levantó poco a poco la cabeza con los ojos cerrados, esperando un beso que no tardó en llegar; Suga también besó varias veces distintas partes de su cara, le gustaba ver el sonrojo imposible de disimular que tenía su pareja.
-¿Ya cenaste? Si no lo has hecho podría traerte comida.
-Tranquilo, Noya cazó un par de codornices hoy, pudimos cenar bien - le respondió entrelazando sus dedos con los del humano, le gustaba tener sus manos en una posición donde pudiera contemplar como los dedos de ambos permanecían juntos; los ojos de Sugawara brillaban cuando Ryuunosuke hacía eso.
-¿Has estado bien hoy cariño? Si andar en el bosque se te empieza a dificultar, no tendría problemas en llevarte conmigo.
-No digas eso, si nos ven podrían juzgarte por estar con demonios, debemos viajar separados - le aclaró Tanaka, entonces Suga besó su frente y él prosiguió a contestar su pregunta - he notado que Noya esta actuando muy extraño, hoy me preguntó algo tonto y me dijo que también quería tu opinión.
-¿Cuál es su pregunta?
-Él me preguntó… que significaba perder la virginidad para mi… - dijo Ryuunosuke con inseguridad y un sentimiento de incomodidad, Sugawara sonrió y le besó las manos.
-Para mi, perder la virginidad es tener el primer coito.
-¿Coito?
-Ya sabes, penetrar o ser penetrado. Para mi perder la virginidad es tan simple como eso - respondió, Tanaka agachó la cabeza, para él no era algo tan sencillo; Suga levantó su barbilla y le preguntó algo mirándolo a los ojos -¿Tu eres virgen? - el regenerador abrió los ojos y se quedó callado, no sabia que responder, el nerviosismo de su cara no parecía una buena señal para el humano.
-Sí… - susurró mirando hacia otro lado, Sugawara creyó que ese nerviosismo se debía a que el sexo era un tema nuevo para su amado, así que acercó lentamente su boca hasta el cuello de Ryuunosuke para susurrarle algunas palabras.
-¿Te gustaria perder la virginidad conmigo? - preguntó besando el cuello de su pareja, Tanaka se apartó de él en cuanto sintió ese contacto íntimo en su piel - ¿No quieres…?
-Ya sabes que odio que me toquen… - se excusó Ryuunosuke, retrocediendo unos pasos.
-Pero, te he estado tocando todos estos días y no has demostrado que no te gusta, al contrario, pareces muy feliz cuando te acaricio.
-Tal vez solo no me gustan algunos tipos de contacto…
-¿Te refieres a… que te da miedo que te duela? - Suga hacía el intento de comprender al regenerador, Tanaka se sentía sumamente incómodo y atrapado con aquella conversación.
-Si, me da miedo sentir dolor… - susurró, entonces Sugawara lo abrazó con suavidad.
-Yo podría hacer que no duela… pero, no te obligaré a nada si no estás listo para eso.
-Gracias… - Tanaka correspondió al abrazo de su pareja y se acomodó en su cuerpo, era muy reconfortante.
-¿Por qué te da miedo sentir ese tipo de dolor…? - cuestionó Suga, logrando que Ryuunosuke volviera a sentirse acorralado.
-Porque… - titubeó sin saber cómo responder - le temo a sentir dolor porque me castigaban mucho en el reino demonio… - se excusó nuevamente, Sugawara acarició su mejilla y besó su frente.
-Entonces… ¿Por qué quieres volver a ese horrible lugar?
-Yo… debo volver con mi ama.
-Pero, ella intentó matarte, si vuelves lo volverá a intentar, no quiero perderte.
-Lo sé…
-Si lo sabes ¿Por qué aun así quieres volver?
-Yo… no lo sé, solo no quiero dejar que Noya se quede solo en ese lugar.
-¿No has intentado convencerlo de no volver?
-Sí, pero él dice que tenemos que volver con Kiyoko san, incluso, ha dicho que le gustaría llevar a Asahi a nuestro hogar.
-Eso es imposible ¿Por qué él le tiene aprecio a Kiyoko Shimizu después de lo que les hizo?
-Porque… con ella está nuestro lugar…
-Eso no es cierto, ni siquiera te oigo convencido ¿Tú aprecias a tu ama? - preguntó Suga, dándose cuenta de que su amado aguantaba las ganas de llorar.
-Antes la adoraba, pero… ya no… - Ryuunosuke empezó a llorar, Sugawara se preocupó al verlo tan triste.
-¿Ya no quieres a tu ama? - le preguntó después de abrazarlo para que llorara sobre su hombro.
-La odio… - reconoció mientras lloraba como un niño pequeño en brazos del humano.
-¿Por qué la odias? ¿Es porque quiso matarlos? - Suga hizo esa pregunta esperando que Tanaka dijera que esa era su razón, pero no fue así, pues negó con la cabeza.
-Ella y su esposo… - susurró el Ryuunosuke, llorando sin parar - ellos me lastimaban mucho… - dijo entre lágrimas, su pareja acariciaba su cabeza y lo besaba para calmarlo.
-Entiendo… es por eso que no debes volver, huye a un lugar mejor, no tienes que estar con personas como ellos…
-¡No! Si yo, si yo no vuelvo, ellos lastimarán a Noya en vez de a mi… No puedo dejar solo a Noya, es como mi hermano.
-Entonces debemos convencer a Nishinoya, solo así ambos se libraran de todo esto - Sugawara besaba sin parar a Tanaka - mi pequeño… esas personas son tan desalmadas, no me cae en la cabeza que alguien se pueda divertir lastimando a una criaturita como tu…
-Si… su esposo es el más… desquiciado - susurró Ryuunosuke apretando la ropa de Suga con sus puños para no llorar descontroladamente - el planea algo muy malo…
-¿Qué es lo que planea?
-No estoy seguro… he escuchado… - Tanaka no podía articular bien sus frases, temblaba y lloraba torturado por recuerdos que no lo dejaban en paz - solo he podido escuchar… algunas cosas… - susurró derrumbándose en los brazos de Sugawara, casi desmayado; el humano lo tomó en sus brazos y se sentó con Ryuunosuke tendido sobre sus piernas.
-Amor… ¿Estás bien?...
-Oikawa Tooru… tiene un espía dentro del castillo humano… - susurraba Tanaka, tembloroso en brazos del humano, se estaba desplomando - Kiyoko san debia entregarle algo en persona, por eso vino a este lugar a pie, para no llamar la atención…
-Pero ¿Qué era ese algo?
-No lo se… no puedo recordar bien… - Ryuunosuke sollozó y se encogió sobre Suga, el recuerdo era tan doloroso que no podía escarbar más en su memoria.
-Bebé… tranquilo, por favor, no llores más - le rogó Sugawara abrazando su flácido cuerpo, era difícil de creer que alguien con una apariencia tan fuerte fuera en realidad una criatura frágil y lastimada, tan ligera como una pluma.
-Sugawara san… - Tanaka comenzaba a calmarse, pero sus sollozos seguían molestándolo e impidiéndole respirar bien; Suga retiró un pañuelo de su bolsillo y lo ayudó a secar las lágrimas de su rostro y a limpiar su nariz.
-Todo estará bien, ya nunca más sufrirás, yo me quedaré a tu lado por siempre, te lo prometo…
-¿Eres real?... - susurró Ryuunosuke acariciando la mejilla de su pareja; el humano le besó la mano y derramó una pequeña lagrima.
-Soy real, este amor que siento por ti es real - le confirmó, entonces Tanaka se acurrucó en sus brazos como un bebé; permanecieron así por largos minutos, hasta que Ryuunosuke dejó de temblar y sollozar - bebé, tal vez necesites dormir, debes descansar para reponerte.
-Lo sé, aunque desearía estar así por siempre… - le dijo para luego recibir un nuevo beso de amor - iré a dormir ahora…
-Dulces sueños mi amor.
-Buenas noches Sugawara san.
Tanaka y Suga se separaron lentamente, luego de un último beso se dieron la espalda de forma mutua, a veces miraban atrás sin querer separarse, pero tenían que ir a dormir, los viajes a pie desgastaban mucho a los caminantes como ellos; pero Ryuunosuke se sentía demasiado mal, cada paso que daba para separarse de Sugawara era tortuoso, lo que más deseaba en ese momento era dormir entre sus brazos, quedarse en ese lugar por siempre para obtener el sosiego que necesitaba. Sus pensamientos y el dolor de su corazón le ordenaron detenerse y dar la vuelta, para ir en busca de su amor hasta su campamento; corrió hasta el monte para divisar alguna fogata que le indicara donde estaba el campamento de Suga, no fue difícil identificarla y seguir el rumbo entre los árboles.
Al llegar al lugar, quiso preguntar en voz alta si Sugawara estaba ahí, pero un presentimiento lo hizo callarse y mirar a escondidas lo que estaba haciendo su amado; el humano estaba junto a la fogata, arrodillado con un papel extendido en el suelo y una pluma en la mano, escribía con la luz de las llamas un rápido mensaje que enrolló antes de levantarse y salir corriendo de ahí. Tanaka lo siguió a escondidas por un largo trecho, caminaron separados hasta la madrugada, cuando la noche era más clara y el sol amenazaba con salir; al notar que Suga se acercaba a una posta, el regenerador cubrió sus pequeños cuernos con la capucha para pasar algo inadvertido ante la presencia de más humanos, lo ponía tenso, como si estuviera en la boca del lobo.
Se asomó por una de las ventanas cuando Sugawara se metió en la posta, lo observaba mientras entregaba el papel sobre el cual había escrito, el encargado de la mensajería se apresuró y tomó un cordón dorado para atar a la pata de un pájaro aquel breve mensaje; luego de un rato Ryuunosuke miró al cielo, una majestuosa ave negra con un mensaje atado volaba hacia el sur a toda velocidad, era un fénix, caracterizado por ser un ave extremadamente rápida, un servicio de lujo en mensajería, pero que también demostraba urgencia. Después de eso, Suga salió de la posta y caminó un poco para retornar a su campamento; mas no llegó muy lejos, porque a mitad del camino oficial que usaban los viajeros comunes, estaba parado su pareja, mirando al cielo inútilmente, pues el fénix ya había desaparecido.
-Tanaka… - susurró con nerviosismo, sudando frío, como si hubiera sido descubierto en algo.
-¿Qué ave era esa? - preguntó fríamente Ryuunosuke mirando el cielo.
-Era… era un fénix, como trabajo para el rey, puedo permitirme esos servicios de correo más rápidos ¿No es nada extraño verdad? - decía Sugawara lleno de nervios, Tanaka estaba callado, un nudo en la garganta no le permitía decir nada - no pienses cosas raras, era una simple carta.
-Entiendo… - dijo Ryuunosuke cabizbajo, Suga extendió su mano tratando de tocar suavemente a su desconfiado amado - hay algo que no te había preguntado antes…
-¿Qué quieres preguntar amor?
-¿Por qué estás haciendo este viaje? ¿Cuál es la misión que debes cumplir?
-Cuando nos conocimos, me dijeron que en 4 meses un capitán del ejército demonio, Tendou Satori, viajaría a la frontera para entregarnos noticias importantes de aquel reino que no pueden llegar a nuestros oídos… Ha sido nuestro informante por algunos años, por eso, calculé que si emprendía el viaje a pie, llegaría con buen tiempo a la frontera - explicaba Sugawara, Ryuunosuke no lo miraba, la desconfianza crecía dentro de su corazón.
-No lo comprendo, si dices tener recursos por ser amigo del rey, entonces ¿Por qué elegiste viajar a pie? ¿No habría resultado más sencillo pagar un transporte más rápido como un barco o un dragón? - cuestionó el regenerador, Suga abrió los ojos al máximo y no supo qué contestar a eso; por ello Tanaka retrocedió algunos pasos - tu misión no era sólo llegar a la frontera…
-Tanaka por favor, escúchame - le pidió el humano tratando de tocarlo, Ryuunosuke se apartó y comenzó a correr hacia una plantación de lavandas, para cruzar los surcos en dirección al bosque - ¡Espera! - le pidió mientras corría tras él, Tanaka se detuvo sin mirarlo.
-Ahora lo entiendo todo, tus palabras amigables, tus cuentos sobre el amor, todo lo hacías porque sé algo que ustedes no saben acerca de porque mi ama estaba espiando la capital humana ¿No es cierto?
-Tanaka escuchame, la segunda orden que me dieron fue capturarlos con vida y sacarles información a la fuerza, pero yo no fui capaz de eso, porque no podía lastimar a alguien como tu, yo descarté esa tonta misión en cuanto me fijé en ti, porque te amo, yo realmente me enamoré de ti, tienes que creerme.
-No la descartaste, porque apenas supiste la razón de porque mi ama estaba en Akkad, enviaste ese mensaje.
-Entiéndelo, es algo que concierne a mi ciudad, a mi gente, a mi raza, no podía guardarmelo sólo para complacerte.
-¡Yo lo habría entendido si me lo hubieras dicho, pero preferiste guardartelo porque de principio a fin estabas mintiendo! - le reprochó Ryuunosuke - lo peor… es que me lo advirtieron.
-Tanaka… Yo te amo…
-Desde que éramos pequeños nos entrenaban diciéndonos que los humanos se aprovecharían de cualquier cosa para usarnos, que fingirían simpatía por nosotros para hacernos traicionar a nuestros amos.
-Tanaka no sigas, créeme, estoy perdidamente enamorado de ti... - insistía Sugawara mientras su amado se alejaba en medio de los campos de lavanda.
-Fui tan imbécil, me dijeron claramente que se aprovecharían de nuestra debilidad, pero aún así caí, caí en la estúpida mentira de que alguien me amaría de verdad - Ryuunosuke clavó sus uñas en su cabeza, lleno de rabia contra sí mismo.
-¡No es una mentira, yo me enamoré de ti, por favor entiendelo! - le suplicó el humano entrando en desesperación, Tanaka miró atrás por última vez antes de salir corriendo para huir de Sugawara.
-No tienes ninguna razón para enamorarte de mi.
El tiempo pasaba en ambos reinos y la noticia llegó rápidamente a oídos del rey, sin embargo, al llegar aquella noticia al palacio, el mismo infiltrado se enteró de que la corte humana ya sabía de su existencia, sólo que no sabían precisamente quien era el espía; por ello, se colocó una túnica negra con capucha, tomó un dragón enano que escondía en las catacumbas de Akkad, y envió un mensaje al artífice de todo ese plan. Los dragones enanos tenían las mismas virtudes que un fénix, al ser pequeños eran muchísimo más rápidos que las aves usadas en mensajería común, por lo tanto, no demoró mucho en llegar hasta la ciudad de Nerón cercana a la capital de los demonios, para entregar el mensaje directamente en las manos de Kiyoko Shimizu, que había llegado más rápido a su hogar luego de robar un dragón en tierras humanas; el hogar de Kiyoko era un castillo construido en un gran acantilado junto al tormentoso mar agitado por el mal clima.
Cuando recibió el mensaje, la demonio quitó el amarre de la pata del animal y leyó velozmente el mensaje; no lucía preocupada, pero en el fondo si estaba muy nerviosa y enfurecida por lo que acababa de leer; decidió bajar a los calabozos de su marido, había unos cuantos demonios encerrados en las penumbras que miraban la antorcha de Shimizu encandilados por su fuerte brillo, sus ojos ya estaban adaptados a la oscuridad. Kiyoko llegó hasta un cuarto al final del calabozo, estaba lleno de materiales de laboratorio, hechicería y herrería, su esposo era experto en la creación de armamentos y en la experimentación médica y mágica, siempre y cuando le sirviera para matar; él estaba manipulando un cuerpo recientemente asesinado, probando fórmulas y pócimas encima de la piel muerta.
-Oikawa - lo llamó Shimizu, su marido volteó a verla, tenía sangre fresca en el rostro y un tic en el ojo, ver tanta sangre lo trastornaba un poco.
-Si estás aquí seguro es algo importante ¿Verdad nena? - dijo mientras volteaba a verla, después tomó un pañuelo para limpiar la sangre de su cara y manos.
-Son malas noticias - le aclaró inmediatamente Kiyoko, entonces Oikawa sacó de su bolsillo unas píldoras schizo, las mismas que consumía Tanaka, y tomó una dosis muy grande para poder estar controlado luego de oír a su esposa.
-Ahora si, puedes hablar Shimizu.
-Es el cambiaformas, dice que Sawamura ya se enteró de que tenemos un espía en el palacio de Akkad - al oírla, Oikawa Tooru observó con ira a su mujer - antes de que digas algo, yo no le dije nada a los humanos.
-¿Pero quién fue la que dejó solos e indefensos a Nishinoya y Ryu chan? - Oikawa empezó a acercarse de forma amenazante hacia Kiyoko, ella se mantenía firme e inmóvil.
-No pude hacer nada, las tropas del palacio se desplegaron y tuve que huir de ellos, creí que Tanaka y Nishinoya morirían en el incendio que provoqué, pero me equivoqué, debí matarlos con mis propias manos.
-¿Acabas de decir que habrías matado a Ryu chan y a su hermano? - Tooru acercó mucho su rostro al de su esposa, mirándola con unos ojos desquiciados y llenos de rabia, pero al mismo tiempo esbozando una sonrisa.
-Si, debí matarlos - respondió ella, Oikawa levantó su mano, parecía como si quisiera darle una fuerte bofetada, pero ella no se inmutaba.
-No, no puedo golpearte, al menos no a ti - Tooru bajó su mano y mantuvo la calma antes de agredir a su mujer - como sea, no importa si los humanos saben que los tenemos en la mira, no importa si debemos adelantar el plan, aunque debamos actuar antes de lo establecido, todo saldrá como queremos.
-Te estás confiando demasiado.
-No tenemos razones para sentir miedo, ya tenemos el trono ganado, de lo único que debemos preocuparnos es ganar el apoyo del pueblo ¿Qué es un líder sin su pueblo?
-¿Qué haremos con Tanaka y Nishinoya? Lo más probable es que estén encerrados en Akkad.
-Tiemblo de sólo pensar que podrían matar a Ryu chan después de los interrogatorios.
-¿No te preocupa lo que hable durante esos interrogatorios?
-Tampoco es como si supiera muchas cosas, de cualquier forma, da la orden de crear un anuncio con las caras de Ryu chan y Nishinoya para los cazarrecompensas, mandaría a que ataquen las prisiones de Akkad si es necesario.
-¿No sería mejor que esos dos murieran?
-No bromees Shimizu, no estoy de humor.
-De acuerdo.
-500.000 por traer la cabeza cercenada de Nishinoya, 20 millones por traer vivo a Ryu chan.
-¿Estás seguro de que no los quieres a ambos…? - se cuestionó Kiyoko sin poder completar su frase, pues su esposo dio un fuerte golpe sobre la mesa de trabajo y la miró de reojo.
-He dicho: vivo.
Los 4 meses estaban por cumplirse, los regeneradores y los humanos seguían viajando en paralelo, pero Tanaka y Sugawara ya no se hablaban, perdieron todo contacto después de su discusión en el campo de lavandas; a Noya le estaba saliendo todo mejor, se acercaba siempre al campamento de Asahi para hablarle como un amigo, actuando como si nunca se hubiera confesado y enfadado con el sacerdote por no poder corresponder a sus sentimientos. Por las noches, Azumane y Nishinoya podían charlar a sus anchas, debido a que Suga se transformaba en ave y volaba buscando a Tanaka en algún sitio del bosque; siempre lo encontraba derramando lágrimas o mirando el cielo con melancolía, al principio intentaba acercarsele, pero Ryuunosuke echaba a correr apenas sentía su presencia; a Sugawara no le quedó más remedio que mirar con impotencia cómo su amado sufría en secreto mientras él permanecía quieto e incapaz de ayudarlo.
Durante el día mientras caminaban, Suga dejaba solo a Asahi para salir volando, vigilaba desde el aire a los regeneradores, Tanaka y Nishinoya conversaban y soltaban risotadas; las de Noya eran contagiosas, las de Ryuunosuke muy altas, a Sugawara le parecía una risa forzada, para Nishinoya era una risa normal. De vez en cuando bromeaban y hablaban de cómo deberían pagar para que Kiyoko los perdonara, Noya se engañaba a sí mismo diciendo que ella sería compasiva, imaginando que los recibiría como hijos pródigos.
La última noche de su viaje, Nishinoya aprovechó para ir a hablar con Azumane, dejando sólo a Tanaka y mencionándole que ya era libre para ver a su humano especial; aquello llegó a oídos de Suga, que los espiaba desde una rama, acababa de comprender que la comunicación entre Ryuunosuke y su mejor amigo era muy deficiente, porque ni siquiera le había mencionado la discusión y aparente traición del humano. Tanaka no dijo nada, sólo se quedó con un sentimiento de congoja y caminó sin rumbo, buscando un lugar cómodo para pasar su soledad y la desesperación que le producía saber que al atardecer del otro día llegarían a casa.
Encontró una pequeña caverna en un risco y trepó un árbol para poder saltar hasta ahí, pensó que podría esconderse y llorar sin que Sugawara lo interrumpiera, pero no contaba con que estaría siempre tan cerca de él, observándolo y torturándose a sí mismo por haberlo perdido. Estando dentro de la cueva se sentó detrás de una roca, abrazó sus rodillas y comenzó a llorar desconsoladamente, le dolía demasiado tener que volver a su realidad en el reino demonio, creyó haber encontrado un lugar mejor, pero estaba equivocado, y eso hacía que las heridas de su corazón dolieran aún más; ni siquiera le importó escuchar el revoloteo de unas alas, ya muchos lo habían visto humillado, no haría la diferencia que alguien más lo viera así.
-Aun estas a tiempo para escapar a la tierra de los Nefilim… - susurró Suga, viéndolo destruido y asustado - no vayas con Shimizu y su esposo, huye a un lugar mejor - dijo preocupado, pero no obtuvo ninguna respuesta - no estoy pidiendo que me perdones, pero por favor, no vayas con ellos…
-Debo agradecerte… - le respondió Ryuunosuke, Sugawara no llegó a entender el porque - pudiste haberme torturado para sacarme información, pero no lo hiciste, fuiste el más compasivo. Por eso te lo agradezco…
-Tanaka, sé que no me creerás, pero yo si te amo, por eso estoy aquí, porque me importas tanto como para querer ayudarte. No puedo soportar verte así… - el humano gateó para llegar hasta Ryuunosuke, que lloraba en silencio, poniendo su cabeza sobre las rodillas.
-No te creo - pronunció tajantemente - incluso si fuera verdad, nunca podremos estar juntos, porque somos enemigos - las palabras de Tanaka eran como un deja vu para Suga, que, viendo su lamentable estado, acarició su cabeza calva sin que el regenerador opusiera resistencia; Ryuunosuke había empezado a cortar su cabello otra vez, porque ya no tenía una razón para llevarlo largo.
-No digas eso…
-Yo aún sé cosas sobre ellos dos, si quieres saberlas, usa el método común, porque no quiero volver a ilusionarme con la idea del amor - le dijo con frialdad, no lo miraba, tampoco sollozaba, ya no tenía más lágrimas que derramar.
-No haré eso… - susurró el humano, sin embargo Tanaka no lo escuchó, dejó caer su peso hacia adelante y quedó tendido y algo encorvado en el piso rocoso de la caverna.
-Puedes violarme y torturarme, es la forma más fácil de hacerme hablar - en los ojos de Ryuunosuke no había la misma vitalidad que tenía cuando estaba con Nishinoya, su rostro que se deformaba para intimidar a otros ahora estaba inexpresivo, su voz llena de energía se volvió apagada; y lo peor era que ese era su verdadero yo.
-Tanaka…
-Puedes empezar, no me defenderé.
-Tanaka…
-Hace mucho deje de defenderme.
-Oye Tanaka…
-Mi raza es la más débil.
-¡Tanaka! ¡Reacciona! - exclamó Sugawara tomándolo de los hombros para moverlo; cuando sus ojos ya no parecían estar muertos, Suga lo levantó de los hombros para sentarlo frente a él y poder mirarlo de frente - yo nunca te haré eso, ni aunque me lo pidas, no voy a lastimarte de esa forma. Si quieres no creas en mí, pero yo no me cansaré de decirte que quiero que tengas una mejor vida, que quiero que seas feliz.
-Lo siento… - murmuró Ryuunosuke, entonces Sugawara lo levantó y sentó sobre sus piernas para abrazarlo.
-No vuelvas al reino demonio…
-Ya es muy tarde Sugawara san, Noya cruzará la frontera mañana, y yo debo estar junto a él… Ya no hay manera de evitarlo… - susurró acurrucándose en el pecho del humano para llorar silenciosamente.
-Si la hay, dile que te han lastimado y que no podrás ir con él, dile que temes por su vida y la tuya. Sólo debes comunicarte con él ¿Por qué es tan difícil para ustedes dos hacer eso?
-Porque, si le dijera a Noya una sola cosa de las que le oculto, comenzaría a hacer preguntas, y no quiero que él sepa algunas cosas, lo pondrían en riesgo.
-Insisto, dile la verdad - le recomendó Suga abrazándolo y apretándolo contra su cuerpo.
-Las cosas no son tan simples como crees - respondió Tanaka, después se levantó y le dio la espalda para salir de la cueva - mañana volveré a mi hogar, y no hay forma de cambiar eso.
-¿Tu quieres volver?
-No. Pero lo haré de todos modos.
-Entonces, no te sorprendas si te sigo hasta allá - pronunció firmemente Sugawara, Ryuunosuke giró la cabeza para verlo, su sonrisa era tenue, pero sus ojos muy tristes.
-Adiós, Sugawara san.
El regenerador saltó a la rama de un árbol y luego se dejó caer al suelo, alejándose de Suga para ir a dormir; luego de esa charla no estaba seguro de que pensar acerca del humano, no parecía una mala persona a pesar de haberle mentido, y sin embargo no debía confiar, tal vez era demasiado bueno para ser algo real, algo demasiado bueno para alguien como él. Nishinoya por su parte seguía junto a Asahi, que estaba sentado con la espalda apoyada en un árbol, el omega regenerador se entretenía presumiendo sus habilidades físicas como pararse en sus manos y hacer piruetas, lanzando golpes al aire y mostrando su musculatura formada por los intensos entrenamientos; en un momento se quitó la camiseta para mostrar sus marcados abdominales, Azumane apartó la mirada y cubrió su anillo, que brilló en cuanto sus ojos vieron el cuerpo de Noya.
-¿Qué fue eso? - preguntó el regenerador, Asahi se veía muy avergonzado.
-El anillo brilla cuando el juramento que hice peligra - respondió el sacerdote tratando de no decir nada sugerente.
-¿Cuando algo te excita? - Nishinoya sonrió con picardía, Azumane cubrió su rostro.
-O cuando alguien quiere propasarse…
-No recuerdo haberlo visto antes, supongo que estaba muy distraído contigo - dijo mientras se acercaba a Asahi, acorralándolo contra el árbol, y exhibiendo sus marcados músculos.
-Nishinoya por favor, no empieces…
-Ya lo sé ya lo sé, no haré nada, solo me quedaré así el resto de la noche - Noya sonreía coqueteandole al sacerdote, cuya cara comenzaba a enrojecerse cada vez más.
-Ponte algo de ropa - le pidió Asahi cubriendo su anillo; Nishinoya se arrodilló frente a él y le tomó la barbilla - ¿Qué quieres hacerme?...
-Sabes, según lo que me contaste, en tu juramento solo prometiste que no perderías la virginidad ¿O me equivoco?
-Pues… si, juré que mantendría mi virginidad hasta el final de mis días.
-¿No te prohibieron nada más?
-Creo que no… ¿Por qué preguntas? - el corazón de Azumane saltaba desbocado, sin querer liberaba feromonas, y se avergonzaba de sí mismo por ello; entonces Noya tomó la quijada del sacerdote y lo obligó a mirarlo.
-¿Besar no está prohibido verdad?... - preguntó acercando sus labios, Asahi calló y cerró los ojos, aunque supiera que estaba mal, no podía controlar el deseo de ser besado por Nishinoya. Poco a poco abrió sus labios, permitiéndole al regenerador explorar el interior de su boca con su suave lengua, se sentía pecaminoso dejar que una parte de otra persona jugueteara dentro de su cuerpo, su anillo seguía brillando durante el beso.
-Nishinoya… - susurró al culminar el beso, su anillo dejó de brillar y Noya lo miró a los ojos, se veía muy feliz.
-¿Ves? Un beso no tiene nada de malo.
-Pero… despues podriamos llegar a algo más, no sé si esto está bien… - Asahi lucía afligido, Nishinoya lo abrazó de manera que el oído del sacerdote se posara en la parte izquierda de su pecho.
-Mientras no pierdas tu virginidad, todo es legal ¿Verdad? - Noya hablaba con una voz sensual y profunda, tentando a Azumane; toda esa situación prohibida le daba emoción a Asahi, si bien quería ser una buena persona, la idea de jugar con los límites de su pacto era muy excitante.
-Tal vez… - respondió levantando la cabeza; ambos se miraron por un largo momento, sus intensos ojos competían por ver quién resistiría más, Azumane aguantaba la tentación, mientras que Nishinoya se mantenía quieto liberando feromonas, esperando a que el primero en caer fuera Asahi. Se anotó una victoria cuando el sacerdote posó sus labios en los suyos, juntos se besaron apasionadamente, la espalda de Azumane se dejó caer al suelo, le permitió a Noya lamer su cuello y besarlo sensualmente, ninguno de los dos se estaba controlando lo suficiente; hasta que Asahi recuperó la compostura y apartó a Nishinoya con sus dos manos.
-¿Pasa algo?
-Es suficiente por hoy, Nishinoya.
-Estoy de acuerdo - dijo acercando su rostro al del sacerdote, apenas los separaban unos milímetros de aire - volveré a tocarte cuando tu me lo pidas.
El temido día llegó para Tanaka cuando caminaron hasta el anochecer para cruzar la frontera, apenas había unos cuantos trabajadores acampando junto al muro en construcción, que era una miserable excavación hasta el momento; caminaron hasta que la luz carmesí desapareció y las estrellas los iluminaron, a lo lejos podían ver un pequeño pueblo en construcción, con algunas casas ya levantadas y farolas encendidas; al fin estaban en sus tierras. Dentro de un bar recién construido se encontraban tres soldados demonios, uno con un brazo vendado, otro con un ala herida, y el último con los brazos y cara tendidos en la mesa donde tenían sus bebidas; lloraba y lloraba sin parar mientras sus heridos compañeros intentaban consolarlo, su cerveza estaba a la mitad, solo la usaba de excusa para desahogar su gran tristeza.
-No puedo creerlo, no puedo creer que se fuera con un humano ¿Y si le hace daño? No, no, no podría soportarlo… - Kuroo lloraba con la cerveza en mano, Yamamoto le palpaba la espalda usando su brazo sano.
-Te entiendo hermano, yo tampoco sé en qué mierda está pensando Kenma ¿Pero qué podemos hacer? Ya es un jodido adulto aunque no lo queramos aceptar - Taketora tambien tenia los ojos llorosos, pero se calmó luego de empinarse toda la cerveza.
-Pero no es lo suficientemente adulto ¿Qué puede saber de la vida con 20 años? - dijo Kuroo entre sollozos, lo irónico era que él tenía 25 años.
-¿No creen que están siendo algo dramáticos?... - murmuró Kai, sus amigos se le quedaron mirando muy serios - yo solo digo que Kenma siempre ha sido muy listo, seguro sabe lo que está haciendo.
-Si, es casi tan inteligente como yo, pero le falta la experiencia que da la edad - se excusaba Kuroo, el soldado de 25 años.
-Además ¿De que sirve el cerebro si no tiene un buen cuerpo con el que defenderse? - objetó Yamamoto, Nobuyuki lo miraba incrédulo.
-Si lo dice el que tiene más músculo que cerebro… - Taketora quería responderle a su amigo, pero ambos escucharon un golpe sonoro sobre la mesa: la cabeza de Kuroo estrellándose contra ella para seguir llorando.
-¿Y si lo golpean? ¿Y si duerme a la intemperie? ¿Y si cae por una ladera? ¿Y si lo encarcelan? - se torturaba Kuroo con su imaginación - no debí dejarlo ir solo ¿En que estaba pensando? Soy un hermano terrible… - continuó llorando desconsoladamente, sus amigos se miraron y pensaron una forma de animarlo.
-¿Quieres ir a buscarlo? - le preguntó Yamamoto, Kuroo levantó la cabeza y asintió - bueno… ¿No pasará nada si nos tomamos unos meses para buscar a Kenma, verdad?
-Nos acusarían de desertores - dijo Kai, después de oírlo Kuroo volvió a golpear su cabeza contra la mesa - pero… he oido que a veces se les perdona la deserción a los soldados que cumplen labores de búsqueda.
-¿Qué? ¿Labores de búsqueda? - Kuroo preguntó eso con mayor interés, veía una esperanza en las palabras de Nobuyuki.
-Cuando hay un prófugo muy importante o un bandido que haya robado a un noble, los altos mandos del ejército o los aristócratas ponen recompensas por sus cabezas. Como necesitan apresar con urgencia a ese prófugo, les permiten a los militares unirse a la búsqueda junto a los cazarrecompensas a cambio de no ser acusados de deserción.
-Entonces ¿Podemos ir a buscar a Kenma? - a Kuroo le brillaban los ojos por la ilusión.
-No es tan simple, casi todos los prófugos se quedan dentro del reino demonio, y es difícil que haya un prófugo tan importante como para que un noble ofrezca una recompensa por su cabeza - aclaró Kai, y Kuroo volvió a ensombrecerse - puedo ir a verificar con el cantinero, siempre guardan carteles de búsqueda en este tipo de lugares concurridos.
-Si por favor, averigua si hay alguien que nos sirva - le rogó Kuroo, luego su amigo se levantó y se fue hasta el encargado del bar para preguntar por los carteles - cruza los dedos Yamamoto.
-Hermano estás loco ¿Te imaginas cómo sería caminar en el reino humano y mearnos en sus pozos? Sería arriesgado, suicida, peligroso y nos podrían matar ¡Hay que hacerlo! - exclamó Taketora entusiasmado por esa adrenalínica experiencia.
-¿Para que quieres mear si de cualquier forma en promedio hacemos 800 mililitros de orina al dia? Eso no es nada en comparación a los cientos de litros que puede tener un pozo.
-Tengo buenas noticias para ti Kuroo - dijo Kai volviendo con sus amigos, llevando dos carteles en la mano - hay tres prófugos con permiso de deserción y que están en el reino humano.
-¡Qué suerte! - exclamó Kuroo, ya se veía mucho mas feliz.
-¿Y por qué llevas dos carteles si son tres?
-Dos vienen en un mismo pedido - Nobuyuki colocó los papeles sobre la mesa, luego apuntó a uno de los prófugos - capitán Tendou Satori, buscado por traición a la corona, el comandante Daishou Suguru es quien está pidiendo su captura por una recompensa de 2 millones en oro.
-Odio a ese tipo… - murmuró Kuroo.
-Advertencias: Tendou Satori maneja la magia psíquica.
-Descartado - dijo Yamamoto con tan solo oir la palabra "psíquica".
-Estos son los otros: Nishinoya Yuu y Tanaka Ryuunosuke, ambos regeneradores buscados por traición, 500.000 por el omega ¡¿Y 20 millones por el calvo?! - Nobuyuki casi se va de espaldas al leer la exorbitante cifra que se ofrecía por Tanaka; los tres amigos se miraron unos a otros.
-Esos.
-Esos.
-Definitivamente esos - dijo Kai leyendo todo el cartel - piden decapitado al omega y vivo al beta, memorícenlo.
-El calvo vive, el enano muere, fácil de recordar - comentó Taketora.
-¿Donde los vieron por última vez? ¿No se especifica? - preguntó Kuroo con curiosidad.
-Se cree que están en Akkad.
-Qué cercano…
-El que ofrece la recompensa es el duque Oikawa Tooru - agregó Nobuyuki leyendo el papel, Kuroo se quedó pasmado.
-¿Oikawa…? - pronunció Kuroo.
-¡Jajaja! ¡Tendrás doble recompensa! ¡¿Verdad Kuroo?! - exclamó Yamamoto golpeando el brazo de su amigo con el codo.
-Vaya que si.
-Akkad está muy lejos, pero si es la opción más viable, debemos tomarla - les dijo Kai, entonces oyeron que se abría la puerta del bar y voltearon a ver.
Tanaka y Nishinoya entraron en la cantina para hacer un improvisado trueque con el cantinero y así tener algo de dinero para el resto de su viaje hacia el norte; los tres amigos de la mesa quedaron boquiabiertos al verlos, pero peor fue la sorpresa que se llevaron los regeneradores al distinguir un cartel en la parte trasera del local, donde al parecer ambos estaban dibujados. Corrieron hasta la hoja de papel y la examinaron, no les habían enseñado a leer, pero si les habían enseñado que eso era un cartel de búsqueda, en los que se ofrecía recompensa por traidores y criminales; Noya tomó el papel mientras hiperventilaba, tratando de hallar una explicación para que su cara estuviera en un cartel como ese, se negaba a creer que su ama los tachara de criminales.
Ryuunosuke también estaba muy nervioso y con los sentidos agudizados, se dio cuenta muy rápidamente que el grupo de tres soldados se levantaron de sus asientos y caminaron con disimulo y silencio; Tanaka se lanzó sobre Nishinoya y ambos cayeron hacia un lado, evitando a tiempo una embestida muy veloz de Taketora, que abolló la recién construida pared del bar. El cantinero los increpó enfurecido cuando escuchó el golpe de Yamamoto y el enorme estruendo que causó, los regeneradores aprovecharon para levantarse y salir corriendo por la puerta trasera de la cantina; no se esperaban ese repentino golpe de adrenalina luego del enorme dolor de estómago que significó para ellos ver que eran unos prófugos en sus tierras.
Corrieron juntos sin mirar atrás, de pronto, una luz anaranjada iluminó sus cabezas y ambos tuvieron que ver hacia arriba; Kuroo estaba volando a sus espaldas, preparando sus llamaradas para dispararlas contra ellos, no tenía miedo de matarlos, eran regeneradores que no morían fácilmente, así que no se mediría en aquella ocasión. Noya tomó la mano de Tanaka y corrieron juntos a una mayor velocidad, el omega lo guiaba corriendo en zig zag para esquivar todo el fuego que les estaban disparando, le gritaba e indicaba a Ryuunosuke si debían ir a la izquierda o a la derecha, o si debían rodar para no recibir algún proyectil de llamas dirigido a sus cabezas.
En un momento Nishinoya se fijó en el suelo, la tierra se estaba partiendo bajo sus pies, y sin pensarlo mucho le ordenó a Tanaka que saltaran con todas sus fuerzas, logrando brincar a tiempo para evitar caer a un socavón creado por Nobuyuki, que los perseguía corriendo a sus espaldas por su incapacidad para volar con un ala herida. Al caer al otro lado del agujero, se dieron cuenta de que descuidaron a Yamamoto, que volando a toda velocidad le encajó un gran puñetazo en la espalda a Noya que casi le rompe la columna; el omega cayó al piso inmovilizado por el dolor, Ryuunosuke levantó a su amigo pero Taketora los empujó nuevamente; Tanaka abrazó a Nishinoya y rodaron juntos para evitar a Yamamoto, que dio un puñetazo al suelo con su extremidad sana para intentar noquearlos, Ryuunosuke aprovechó para patearle el brazo e inhabilitarlo por unos minutos.
Entonces se levantaron, Noya aun no podía recuperarse del todo, así que Tanaka lo cargó sobre su espalda y continuó huyendo de las llamas que lanzaba Kuroo, que se hacían cada vez más persistentes en su contra; al final de la calle le fue imposible huir, pues Kai había levantado un muro hecho con la tierra, cerrandoles el paso. Ryuunosuke dejó bajar a Nishinoya, que pudo mantenerse de pie mientras regeneraba los tejidos resentidos por el puñetazo; ambos retiraron sus navajas y se pusieron en posición defensiva, ya no les quedaba otra alternativa que pelear.
Respiraron profundamente y observaron a su alrededor, Kuroo estaba volando estáticamente en el centro, a la izquierda se encontraba Yamamoto preparándose para correr, y a la derecha se encontraba parado Kai, los tres dispuestos a atraparlos; Tanaka le hizo una seña a Nishinoya, indicándole que siguiera todos sus movimientos. Antes que el suelo donde estaban parados colapsara gracias a Nobuyuki, corrieron hacia él, esquivando a tiempo a Taketora que corrió nuevamente con una velocidad insuperable; como iban directamente hacia Kai, Kuroo no pudo atacarlos con fuego, porque dañaria a su amigo; Yamamoto volteó rápidamente y pretendía asestarles un golpe por la espalda a los regeneradores, pero ellos saltaron por sobre los hombros de Nobuyuki, y este recibió de lleno el puñetazo en la boca de su estómago.
Kai cayó al piso abrazando su estómago, ahogado y escupiendo sangre por la boca, Taketora se arrodilló para disculparse sin parar y comprobar si se pondría bien, los regeneradores acababan de dejar fuera de combate a uno de sus persecutores; Kuroo les gritó a sus dos amigos que los prófugos estaban escapando, pero al notar que Yamamoto revisaba el estado de Nobuyuki, no le quedó más remedio que perseguirlos en solitario. Comenzó a atacarlos por la espalda, lanzando fuego de forma medida para no incendiar por accidente alguna vivienda y a los curiosos que habían salido de las casas por todo el alboroto que se estaba formando; Ryuunosuke y Noya comprendieron que Kuroo debía medirse en aquel entorno, así que aprovecharon para huir por las calles más angostas, para que el demonio no tuviera más remedio que tan solo volar por sobre sus cabezas sin atacar.
Lastimosamente para ellos la aldea era muy pequeña y aún no se construía por completo, así que al finalizar el callejón se toparon con una zona muy abierta, la cual Kuroo aprovechó para quemar volando en una enorme circunferencia, incendiando un perfecto y enorme círculo alrededor de los regeneradores, y encerrandolos. Tanaka y Nishinoya miraron a su alrededor, solo había flamas y cenizas rojas rodeandolos, el calor empezaba a hacerse insoportable; luego de unos segundos Kuroo descendió y les dijo que debían rendirse, pues ya no tenían escapatoria.
Antes de que los regeneradores se quedaran sin opciones, todos escucharon el revoloteo de unas alas, acercándose velozmente; entonces vieron a un chico desnudo caer delante de Ryuunosuke y Noya, agachado, y que sin perder tiempo hizo aparecer ropa sobre su cuerpo y miró de reojo a Kuroo extremadamente amenazante; Sugawara se levantó poco a poco y extendió su mano donde llevaba un par de catalizadores en forma de anillo. Kuroo estaba anonadado, había un humano en sus tierras, que tenía toda la intención de defender a sus presas; notó inmediatamente las múltiples espadas que aparecieron en el aire, todas dirigidas a él.
Con el dolor de su alma tuvo que dejar su adorado fuego para sacar hielo desde el suelo y detener la trayectoria de todas las armas, estaba muy nervioso y atemorizado por los filos que lo rodeaban y amenazaban con romper su hielo y seguir moviéndose hacia él; voló muy rápido hacia lo más alto, y entonces se dio cuenta de que el humano había tomado su forma híbrida para llevarse a los regeneradores, Tanaka iba en su espalda, Nishinoya entre sus patas. Hizo un gran esfuerzo para volar tras ellos y alcanzarlos, Yamamoto se le unió en el vuelo, avisandole que Kai ya estaba siendo atendido por un médico; con Taketora a su lado fue mucho más fácil llegar hasta los prófugos y su aliado humano, Kuroo solo tuvo que sujetarse a la pierna de su amigo y dejar que este agitara las alas a un ritmo alocado, ya estaban a unos centímetros de los regeneradores.
Pero antes de poder lograr algo, una enorme corriente de aire ascendente los levantó a una altura muy grande y los desorientó al dejarlos sobre las nubes; Asahi fue el responsable, que desde la tierra oculto entre los árboles, observaba todo cubriendo la espalda a Suga, quien voló bajo por el bosque para no ser detectado nuevamente por esos soldados demonios. Azumane corrió a la frontera, Suga llegó hasta ella volando y continuó hasta adentrarse en terrenos humanos, ya no los perseguían, pero de seguro no tardarían mucho en hallar pistas sobre ellos; los regeneradores bajaron del lomo de Sugawara y este volvió a su forma humana, usando su magia para vestirse mientras ellos lo miraban atónitos.
-Sugawara san… - murmuró Ryuunosuke, era difícil de creer que el humano los había salvado otra vez.
-Oye… Gracias por salvarnos, te debemos una muy grande - comentó Noya, pero Suga no le contestó, solo corrió hacia Tanaka y tocó su rostro con las dos manos.
-¿No te lastimaron?... - preguntó muy preocupado, Ryuunosuke se sonrojó, cabizbajo.
-Estoy bien, no salí herido, solo Noya recibió un golpe.
-Pero ya estoy bien - dijo Nishinoya, pero aun asi se sentia muy excluido de la conversación.
-Te dije que sería peligroso volver - le reprochó Sugawara acariciando sus mejillas con los pulgares.
-No pasó nada, tranquilo…
-No lo entiendo ¿Por qué estamos en un cartel de búsqueda?... - se preguntó Noya, volviendo a su estado de shock por haberse visto en esa situación.
-¿Tienes el cartel? - pronunció Tanaka, entonces Nishinoya lo sacó de su bolsillo y se lo enseñó a Suga, que lo leyó rápidamente.
-500.000 por matar a Nishinoya, 20 millones por traer vivo a Tanaka, firma: Oikawa Tooru.
-¡Lo sabía! ¡Sabía que todo era obra de ese bastardo y no de Kiyoko san! ¡Cuando lo vea se va a enterar! - gritaba Noya colérico, Ryuunosuke le tocó el hombro y lo miró seriamente.
-Ya es suficiente Yuu, no podemos volver.
-¿Eh? Pero… ¿Y Kiyoko san? ¡No podemos dejarla!
-¡Se acabó Yuu, ya no podemos volver sin que nos persigan como criminales!
-Pero… Ryu…
-Basta, por tu bien, debemos irnos al sur. No importa a donde, solo debemos alejarnos ¿Te quedó claro?
-Pero… - Noya miró sus pies, no podía asimilar todo eso; Tanaka lo abrazó y lloró sobre sus cabellos.
-Por favor Yuu… hazlo por mi… - le suplicó derramando lágrimas; su amigo también abrazó y escondió la cabeza en su pecho.
-De acuerdo… - dijo aguantando las ganas de romper en llanto, después se separó un momento para poder controlar sus emociones, dejando a Ryuunosuke y Sugawara hablando solos.
-Esos dos… son unos… - susurró Suga lleno de ira contra Oikawa y Kiyoko; Tanaka colocó sus manos en el pecho del humano y lo miró confundido.
-¿Por qué nos salvaste?...
-Tu ya sabes el porqué - le respondió tomando su cintura y arrimándolo contra su cuerpo - lo hago por ti.
-Yo… yo no…
-No me creas si no quieres, pero no me pidas que me aleje de ti - le dijo depositando un rápido beso en sus labios - voy a acompañarte hasta asegurarme de que estarás a salvo.
-Sugawara san… ¿Por qué…? - el humano apegó su frente a la de Tanaka y lo miró directamente a los ojos, y así hacerle saber que lo que diría era una realidad.
-Porque estoy locamente enamorado de ti.
