Bueno, los personajes no me pertenecen, si no a su creador Masashi Kishimoto.

Advertencias: Au, Situaciones relacionadas a violencia física, psicológica, depresión, abuso físico, temas de conflicto moral, entre otras cosas. Dark Fic.

Advertencias del capítulo: Dilemas de conflicto moral, referencia al suicidio.


Capítulo 6.- Sentimientos de chocolate.

Su vida, desde que sus padres habían muerto, se había llegado a convertir en un completo caos. Con un hermano que lo ignoraba y un tío para el cual no valía un centavo, las amistades incorrectas se hicieron presentes desde su infancia.

En medio de todo el caos en el que circulaba su vida, fumando, tomando a una corta edad, y a punto de caer en las drogas, se topó con ella, la niña más despistada que había conocido, que creció para convertirse en la adulta más despistada que conocía.

Decir que la forma en la que se vio arrastrado a una familia una vez más, había sido extraña, no era exagerada, aparte de ella, tanto su padre como su madre lo acogieron en su casa con rapidez, además de que no parecía importarles que siempre terminaban metidos en problemas. Y eso aún continuaba sin importar la edad.

En la secundaria, cuando surgió su club de fan y conoció a una pelirosa acosadora, esa niña que solía arrastrarlo a todos lados, se vio arrastrada a ese lado que él no podía olvidar.

Esa "niña", que por fin había salido de su burbuja rosada creada por sus padres, ahora estaba bajó él, mordiendo sus manos para evitar cualquier ruido que pudiera despertar a su recién "invitada". Otro problema que él había ocasionado.

Sasuke ahogo un gemido, pegando su pecho al de ella, mirando las marcas de besos posiblemente dejadas por Sabaku sobre su clavícula y cuello.

Tomó las piernas de la chica, doblándolas para darse impulso, logrando penetrarla con fuerza.

La expresión en su rostro lo excito más de lo que debería, aguantando la mordida en su hombro que la chica había echo para no gritar.

Deslizó su mano a uno de sus pechos mientras mordía el pezón del otro, escuchando su respiración entrecortada en su oído, antes de ser mordido.

Gruño sujetando con fuerza su cadera mientras incrementaba la fuerza de sus embestidas.

En definitiva, ya no eran unos niños después de todo.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Se preguntó cuál era la finalidad de todo aquello por lo que alguna vez luchó. No. Más bien, se preguntó si aquello a lo que puso tanto empeño era siquiera su sueño, o algo que él quisiera hacer.

La respuesta sería no.

Recargo su cabeza en el respaldo del sofá, preguntándose por qué las cosas habían acabado de esa manera.

Cuando era niño, Sasuke le había dicho a sus padres que quería ser un gran policía, tanto sus padres como él habían tomado esa decisión con ternura, pues era lo esperado de un niño de 7 años.

Esa plática había derivado a una con él, preguntándole sobre su futuro.

Él con 13 años aún no lo había decidido, por lo que la plática había quedado pendiente hasta que ellos regresarán de su viaje.

Pero no lo hicieron.

Después de la muerte de sus padres, Madara nunca le preguntó que quería ser o cual era su sueño, solo lo arrastró hacía la compañía familiar aun siendo un niño. Él no protestó, después de todo, estaba cuidando de él y de Sasuke.

Además, de que ni siquiera estaba seguro si había llegado a tener algún sueño en realidad, no había tenido algo por lo que él personalmente quisiera luchar.

Miro la pantalla negra de la televisión, no había querido admitirlo antes, pero entre las clases y la empresa, se fue distanciando de su hermano.

Rara vez lo veía, aun viviendo en la misma casa, y había dado por hecho que su hermano se uniría a la compañía cuando tuviera la edad necesaria, tampoco recordaba el sueño infantil que alguna vez el niño había compartido con sus padres.

No fue así.

No solo no se unió a la compañía, había terminado su preparatoria antes de lo previsto, junto con algunos compañeros más, y se había inscrito a la escuela de medicina.

Después de que hubieran peleado su hermano se había ido de la casa, para él fue un golpe terrible darse cuenta que no sabía quiénes eran los amigos de su hermano, nunca los había conocido a lo largo de todos esos años.

Un conocido amigo de las empresas lo contacto con su hijo, que había sido compañero de escuela de su hermano y le ayudo a localizarlo, pero nada cambio la situación, su hermano no regresó a la casa.

No le había pedido dinero, y la única razón por la que no renunciaba al apellido era por sus padres, y él no podía culparlo.

Se enfocó tanto en complacer a Madara que dejó a su hermano de lado.

Suspiró girando su cabeza hacía el techo. No solo su hermano, él había dejado su vida de lado para complacer a su tío, y ahora con 29 años, y un diagnóstico de muerte casi segura, se daba cuenta que no había vivido por él mismo ni una sola vez.

¿De verdad quería vivir para él? ¿No sería más fácil acabar con todo en ese momento que esperar por esos meses, sufriendo por el tratamiento que tenían pensado para él?

Sin pensarlo tomo los analgésicos que Tsunade le había dado para el dolor del buro al lado del sofá. Los analgésicos le permitirían tener una muerte pacifica, sin sangre, simplemente quedándose dormido para nunca más despertar.

"− ¡Ni˗San mi sueño es ser un gran policía! ¡Uno que ayude a la gente!"

La voz de su hermano resonó en su cabeza, dejando las pastillas de lado en la mesa. Su hermano no había cumplido su sueño de ser policía, pero dado sus investigaciones, se podría decir que él en definitiva ayudaba a la gente.

¿Cuál era su sueño?... ¿Tenía un sueño para empezar?

Suspiró volviendo a mirar el techo, cuando era joven soñaba con la paz del mundo, ayudar a las personas que estaban en problemas, y aunque no lo hacía directamente, ayudaba a la empresa de sus amigos que se hacían cargo de eso.

Puso su brazo sobre su rostro, en un intento de alejar las ideas molestas de no haber logrado nada con su vida, cuando esta ya casi llegaba a su fin.

La sonrisa de esa chica apareció en su mente sin permiso, tal vez como una señal de que era amor lo que necesitaba.

-.-.-.-.-.-.-.-.-

Miró la taza entre sus manos con demasiada calma, el humo empeñaba levemente sus lentes, pero le traía calma.

Hoki Shijima, ella era la hermana mayor, así que cuidar a su hermana fue una tarea impuesta desde niña, sin embargo nunca se quejó, amaba a su hermana después de todo, por lo que imponerle límites siempre había sido difícil.

Pero justo en ese momento, supo que debió intervenir antes de que las cosas se complicaran, si no lo hacían ya.

Su hermana tenía una extraña rivalidad con su prima Yosei. Ella había llegado junto con su madre a su casa por un tiempo cuando su padre falleció, y con ellas vinieron también algunas comodidades que no se habían podido permitir antes. El Internet y la televisión con cable, los helados en la nevera y el salmón incluido en la dieta. Aunque su hermana estaba alegre por esos cambios, también estaba molesta que su prima los recibiera lejos de ella, le molesto que nunca antes los compartieran con ellas.

En ese entonces y hasta el momento, seguía sin entender la lógica de su hermana.

Ella era un año mayor que su hermana y dos años mayor que Yosei, ella era la que debía mantener el orden en el caos que se había creado en la casa, pero nunca pudo regañar a su hermana.

Cuando su hermana molestó a su prima tanto en la casa como en la escuela solo guardo silencio, no pudo decir nada, ni ofrecerse para ayudar a la chica.

Solo habían pasado dos meses desde que habían llegado a la casa cuando la escuchó llorar en su cuarto, siendo consolada por su amigo Sasuke. Ella estaba dispuesta a entrar a confrontarlos al escuchar al moreno hablar de golpear a su hermana si no la dejaba en paz, cuando vio a su tía llorar afuera de la puerta.

Su tía había estado sumida en el letargo y la tristeza desde la muerte de su esposo, pero se las había arreglado para sonreír y ayudarla a ella y a su hermana cuando su madre no estaba. Verla llorar fue un duro golpe para ella.

Dos días después las dos dejaron la casa. Perder los pequeños beneficios que su presencia había traído molestó más a su hermana, que se resintió por su prima aún más.

Ella no se llevaba del todo bien con Yosei, pero llevaban una relación cordial. Fue ella la que le consiguió su trabajo cuando no pudo asistir a la universidad.

Se había alegrado de trabajar con Sabaku No Gaara, era un gran prodigio y un hombre muy enfocado a su trabajo. Saber que ellos eran pareja le había molestado más de lo que debería, ella le había confesado a su hermana que le gustaba su jefe, suponía que Yosei también lo sabía, por lo que se había sentido traicionada al escuchar sobre su relación, pero eso no justificaba lo que había pasado.

Que su hermana le hiciera el comentario a Sabaku No Temari sobre la "reputación" que su prima había conseguido en la preparatoria y universidad, y peor aún que la convenciera de ir a desayunar para hablar más del tema, seguramente traería grandes problemas.

Suspiró sobre la taza, terminando de empañar sus lentes. Aun si a ella le gustaba su jefe, él no tenía la obligación de corresponderle, ni su hermana de decir esas cosas sobre la familia. Debió detenerla.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Bajó con lentitud hacía la cocina, su prima había pasado a despedirse rápidamente en la madrugada antes de tomar su vuelo. Ella recién había llegado a esa casa, y se sentía algo incomoda moviéndose dentro de ella.

− ¿Quieres café o té?

La voz de Sasuke la sobresalto. El moreno estaba en pijama en la cocina de su prima, y no se veía incomodo respecto a eso.

− Eh… ¿Té?

El chico caminó con experiencia por la cocina, ignorando la incomodidad de Hinata, programando la cafetera y sacando las tazas mientras ponía agua en la tetera. Hinata trató de memorizar donde estaba cada cosa que él sacaba para poder acomodar la cocina después de que él se fuera.

− N˗No lo escuché llegar – Dijo en voz baja.

Sasuke la vio con una mirada apática, que la desconcertó por unos momentos.

− Dormí en mi cuarto – Dijo sin ver el saltó que Hinata había dado – Yosi me dijo que su mamá vendrá en un rato más, así que me pidió que la esperara.

Hinata trató de asimilar la información que recibía. Puede que ella no recordara mucho, pero… ¿Era normal que un chico se quedara en casa de una chica?

− ¿T˗Tiene un cuarto aquí?

Sasuke la miró por unos segundos.

− Si.

Sin mayores explicaciones, como si eso fuera lo más normal del mundo.

− Eh… ¿Sabe a qué hora llegara mi tía?

Sasuke se encogió de hombros, tomando un pan tostado mientras tomaba un trago de su café. Le pasó otro pan a Hinata junto con un té de lavanda.

− Posiblemente también vengan ellos – Dijo Sasuke encendiendo la televisión de la cocina – Supongo que por eso Yosi me dejó aquí.

Hinata lo vio con más duda que antes. Aunque quería preguntar quiénes eran "ellos", la seguridad de su prima era más importante.

− ¿Yosei˗San estará bien viajando sola?

Sasuke puso una leve expresión de duda. Hinata pensó que era por la pregunta, pero en realidad el moreno estaba desconcertado por el sufijo para dirigirse a ella. Había pasado mucho tiempo desde que escuchó a alguien decirle así.

− Ella no fue sola, Sabaku la acompaña.

Hinata se preguntó cuántas interrogantes podrían acumularse en una sola mañana.

− ¿Sabaku?

Sasuke le dio un sorbo a su café.

− Es su novio.

Una pequeña bomba metafórica explotó en la cabeza de Hinata sin que el moreno se diera cuenta. ¿Estaba bien si un amigo se quedaba en la casa aun teniendo ella un novio?

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Miró el teléfono una vez más con algo de incomodidad.

Había pasado casi un año desde que había visto a su hermana, y aunque solo iría a su casa mientras ella estaba de viaje, se seguía sintiendo como si estuvieran haciendo algo malo.

"Algo malo".

Sin querer su mano viajó a su mejilla izquierda, la primera y única vez que su madre le había levantado la mano, aún a veces sentía como si su mejilla ardiera ante la idea de haber hecho sufrir a la mujer que la crío.

− ¿Estás bien?

Le sonrió lo mejor que pudo al pelirrojo que iba a su lado.

− Creo que mamá te regañara por tu cabello.

El chico miró su cabello y suspiró quedamente.

− Si, también lo creo.

La chica de cabello azulado miró su celular una vez más.

− ¿Tú recuerdas a la prima Hinata?

El pelirrojo lo pensó por un momento.

− Recuerdo que Yosi le decía Naty, pero nunca entendí por qué.

La chica río un poco.

− Yo tampoco – Un suspiro nostálgico se escapó de sus labios mientras veía por la ventana − ¿En qué momento crecimos? No, ¿En qué momento nos alejamos?

El pelirrojo apretó levemente los brazos al volante.

− Creo que simplemente, nunca fuimos muy unidos, jamás la consideramos familia hasta ese día – El pelirrojo puso una ligera mueca – A veces aún siento como si el golpe de mamá aun doliera.

La chica asintió sujetando su bolsa con fuerza. Tal vez retomar esa inexistente relación de hermandad era el primer paso.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

− ¡Sasu˗Chan! ¡Mira cuanto has crecido!

Hinata trató de ocultar su sorpresa al ver al doctor que ella consideraba rudo e intocable, siendo jalado de las mejillas por la que se suponía que era su tía.

− Layla˗sama, su sobrina se está asustando.

La mujer de cabello rubio y sonrisa brillante soltó al moreno y abrazó a Hinata, que no pudo evitar ponerse rígida, aún más cuando sus mejillas fueron estiradas como las de Sasuke.

− No te pongas nerviosa, eres mi querida sobrina Naty después de todo.

Hinata la vio algo sonrojada, los ojos de zafiro de la mujer la tranquilizaban.

− Layla˗Sama, Nata sufrió un golpe en la región occipital de su cabeza, además estuvo en un coma inducido del que tardó en salir más de un año…

− ¡Dilo en un idioma que entienda! – Le interrumpió la rubia alzando la mano.

Sasuke suspiró.

− Tiene una pérdida de memoria.

La mujer le sonrió a Hinata.

− Entonces solo necesita descanso y comida casera… − De pronto se giró y miró a Sasuke − ¿Oye Yosei ha estado comiendo todos los días?

El moreno se encogió de hombros.

− A veces.

La mujer suspiró.

− ¿Qué voy a hacer con ustedes? Además de eso ¿Tú conoces a su novio?

Sasuke se rascó la mejilla con algo de incomodidad, presintiendo que se avecinaba un regaño.

− Eso… Es Sabaku No Gaara, él la acompaño a Noruega.

Hinata saltó un poco ante la sonrisa un tanto escalofriante que puso su tía, mientras tomaba el brazo de Sasuke con fuerza.

− Tú y yo tenemos que hablar.

Mientras se alejaban escaleras arriba, Hinata pensó en la extraña faceta que había descubierto del moreno.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Se estiro lo más que pudo apenas bajaron del avión, tronando sus dedos mientras se dirigían por las maletas, aunque había dormido en el avión, eso no quitaba la preocupación de lo que tendrían que hacer a continuación, usar una formula tan inestable en pacientes de cáncer con bajas defensas podría complicar aún más su salud que beneficiarlos.

− ¿Qué tanto piensas?

La chica miró a Gaara mientras suspiraba.

− En las repercusiones – Dijo pensativa, viendo a Gaara sacar el teléfono que había comenzado a timbrar.

− Bueno – La chica lo miró fruncir el ceño levemente – Lo siento, mi teléfono estaba en modo avión – El pelirrojo se giró hacia ella con calma – Porque estaba en un avión – La chica asintió ante la seña de ir por las maletas, viéndolo dirigirse hacia la zona de renta de coches. Esperaba terminar con todo eso pronto.

Después de entrar en el coche y llamar a su madre para decirle que estaba bien, miró a su pelirrojo compañero con una expresión extraña.

− ¿Qué pasó?

Gaara apretó levemente el volante antes de relajarse.

− Temari, al parecer tu prima le dijo algunas cosas.

Yosei frunció el ceño.

− ¿Shijima?

Gaara negó con la cabeza, haciendo suspirar a la castaña.

− Esto es preocupante.

El pelirrojo bufó.

− ¿Te importa lo que Temari piense de ti?

La chica miró su celular.

− Ciertamente no, pero lo que estamos planeando con tu tío, es ilegal y éticamente cuestionable, tener a alguien dando información…

Gaara asintió.

− Me haré cargo, ¿Ya sabes con quien hablar?

La castaña asintió.

− Pero aún tengo que hablar con él, podemos usar a Kabuto y además cerrar las brechas de investigación de manera legal, bueno técnicamente.

Gaara asintió con calma. Todo sería difícil a partir de ese momento, pero la salud de su tío valía el esfuerzo.

Miró a la chica levemente antes de presionar el celular.

"Llamando a Saratobi Asuma"

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Hinata intentó ignorar el ambiente tenso entre sus "primos" y Sasuke, que simplemente los ignoraba mientras seguía pelando ajos. No sabía si eso era un castigo, ya que lo hacía porque su tía se lo había dicho.

− ¿Cuándo volverá Yosei? – Pregunto Konan.

Sasuke miró a Layla con calma.

− Creo que el lunes por la mañana, pero seguramente se irá directamente al laboratorio.

La rubia sujeto su cabeza con fuerza.

− Esa niña…

Nagato se sentó en el sillón cerca de Sasuke, en un intento de aliviar el ambiente.

− Todos tenemos color de cabello diferente – Dijo con calma.

Hinata vio a los demás en la habitación. Konan, que recién había conocido, tenía el cabello azul, Nagato lo tenía rojo, Layla lo tenía rubio, Sasuke negro y ella de color azulado metalico.

− De hecho casi todos en la familia – Dijo Layla con una sonrisa – Solo Yosei heredó el cabello de su papá.

Konan y Nagato asintieron algo incomodos, Hinata los vio con duda, sin entender del todo su comportamiento.

− ¿Eres el encargado del caso de hielo? – Pregunto Nagato.

Sasuke negó con la cabeza.

− Es una cooperación, aunque ciertamente es un caso difícil, detecte el patrón en mis autopsias, pero no tienen ninguna relación entre sí.

Layla se sentó junto a Nagato, llevando a Hinata con ella.

− ¿De qué hablan?

Sasuke puso a un lado el platón de ajos ya pelados.

− Un caso reciente, se cree que es obra de la misma persona, pero no se puede estar seguro por completo.

Layla lo miró fijamente.

− ¿Los detalles me darán pesadillas?

− Probablemente.

− Entonces ve a dejar el plato a la cocina y lávate las manos.

El moreno asintió con calma, dejando la sala con calma.

− Nagato y Konan tienen una empresa de altruismo – Dijo Layla señalando a su hijo − ¿Qué estabas estudiando antes del accidente? ¿Tal vez puedas trabajar con ellos?

Hinata bajó la mirada con algo de pena.

− La verdad no recuerdo – Susurró.

Layla le sonrió, palmeándole la cabeza.

− No te preocupes.

La situación familiar la hizo sentir incomoda, con sus primos hablando con su madre y Sasuke deambulando por la casa con paso lento.

− Estudiaba medicina – Dijo Sasuke volviendo a la sala – Pero no recuerdo el semestre en que se quedó.

Layla asintió con la cabeza, mirando a Hinata por unos instantes.

− ¿Quieres continuar tu carrera o quieres esperar un poco?

Hinata miró sus manos por unos segundos.

− Quisiera esperar… para adaptarme a la ciudad, y ver si puedo recordar algo – Suspiró sin alzar la mirada – A pesar de pasar horas con ustedes… No puedo recordarlos.

Layla la abrazó, haciendo que la chica se sintiera más relajada en unos segundos.

− Naty, nosotros nunca tuvimos la oportunidad de conocernos − La chica la miró con duda por unos segundos, en los que la mujer le sonrió – Tú madre era una mujer ocupada, y siempre te tenía en diferentes actividades, por lo que no conociste Japón aunque tú padre nos visitara. Solo Yosei fue a Noruega con su padre en aquel entonces, por alguna razón siempre hubo algo que nos impidiera conocerte, y aunque no sean estás las mejores circunstancias, nos alegra tenerte con nosotros.

Hinata le devolvió el abrazó a la mujer con fuerza. Se sentía más tranquila en esos momentos.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Karin miró a Temari por un momento, Shikamaru supo que algo malo iba a ocurrir, así que guardo distancia.

− Solo aclaró – Comentó la rubia – Que la reputación que tiene podría no ser la adecuada.

Karin apretó los labios cruzando los brazos.

− ¿Lo dices por el número de parejas o porque es la novia de tu hermano? Por qué esa lógica también me dejaría a mi como una zorra, ¿O solo se aplica para las parejas de la familia Sabaku?

Temari bufó mirando a Shikamaru, que se negó a regresarle la mirada.

− Solo digo que tiene una mala reputación.

Ino suspiró mirando a Temari.

− Eres la novia de Shikamaru y te respetamos por eso, pero no te dejaremos hablar de Yosei solo porque no te gusta que sea la novia de tu hermano.

Temari bufó.

− ¿Tú no dirás nada? – Le reclamó a Shikamaru.

El moreno negó con la cabeza.

− La reputación que reconozco de ella es como una de las mejores hematologas del país, lo demás no tiene importancia.

Temari bufó de nuevo, sin encontrar aliados en sus propios amigos, debía dirigirse a la junta directiva para aclarar esa situación.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Miró a Sasuke poner su maleta en el coche, a pesar de estar todo el fin de semana juntos, era difícil para ella empezar una conversación con él.

− ¿Mi prima vendrá a la casa?

El moreno vio su celular por unos segundos.

− Su avión aterrizó hace una hora, pero irá a la casa de Sabaku para darse una ducha y luego al laboratorio, creo que llegara tarde – El moreno miró el celular de nuevo y luego a Hinata – Hoy viene su empleada a hacer el quehacer, ya sabe que estás aquí, pero trae llaves, no le abras a nadie que no sea Layla, trataré de pasar luego del trabajo, pero no prometo nada.

Hinata asintió automáticamente sin entender al moreno, con una mirada de extrañeza.

− ¿Qué? – Preguntó el moreno confundido.

Hinata jugó con sus dedos por unos momentos antes de verlo algo sonrojada.

− Creo que es la primera vez que lo escuchó hablar tanto – Sasuke la observó por uno momentos sin decir nada – Y gracias por cuidarme este fin de semana – Dijo en voz baja haciendo una inclinación.

El moreno no dijo nada por un momento, al parecer incomodo con la situación.

− Descansa.

Hinata lo vio alejarse en su coche, regresando a la casa a los pocos segundos.

Suspiró viendo la cocina impecable que había dejado el chico.

Sabía que todos en la familia estaban haciendo un gran esfuerzo para adaptarla a su vida, y que modificaban su rutina para hacerle más fácil el proceso del cambio. Tomo su pecho con fuerza recordando los ojos negros que durante todo el fin de semana le estuvieron explicando el funcionamiento de todas las cosas de la casa.

El observar a esa persona con su semblante serio, pero tierno al momento de estar con Layla le dejó sentimientos confusos. ¿Cómo alguien con un carácter de hielo para ser forense, aceptaba sin chistar que jalaran sus mejillas y los castigos impuestos por Layla?

No sabía a ciencia cierta cuál era la relación entre su prima y Sasuke, o más de Sasuke con su familia, para que él incluso tuviera una habitación en la casa de su prima y de su tía, pero era seguro que Layla si lo trataba como a un hijo.

Tal vez, ellos simplemente llevaban mucho tiempo siendo amigos.

Además… si su prima tenía novio, Sasuke solo debía ser su amigo.

Sacudió la cabeza de forma automática, sería mejor concentrarse en otras cosas, estudiar acerca de la vida y la carrera que llevó antes de su accidente, aprender más de su familia. Ella también tenía que esforzarse por adaptarse a ese lugar.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Apenas entró a su oficina puso la cafetera, ignorando los mensajes dejados en su puerta, que seguramente eran de Sakura. Tomo sus notas luego de servirse una taza de café, analizando la opción que le había dado Yosei, para cumplir la petición de Kabuto, y dar una última comprobación a la formula y que esta no fuera tan inestable.

Era complicado, no solo no tenían tiempo, tenían que ampliar el número de personas con conocimiento sobre lo que planeaban hacer. Las cosas ya eran demasiado complicadas con solo Hyuga Hinata adaptándose a una vida como parte de la familia Hime.

Suspiró luego de unos segundos, recordando las palabras de Hinata, ¿Por qué hablaba tanto con ella?

En la escuela apenas se dirigieron la palabra, salvo cuando tenían trabajos en equipo o cuando lo salvó en el festival escolar. Ellos nunca fueron amigos, ni siquiera compañeros cercanos, solo simples conocidos.

¿Por qué se esforzaba en hacerla sentir cómoda?

Miró sus notas ignorando el sentimiento de culpa, y la respuesta a su pregunta, para guardarlas de nuevo en su cajón.

Tamborileo los dedos en la mesa, enfocándose en la formula y la adaptación a la rehabilitación de tejidos.

No solo le preocupaba que más personas se enteraran de lo sucedido, le preocupaba el status que tenía esa persona en la sociedad, así como la idea de que él mencionara a Yosei con su hermano una vez más.

Siempre salían heridos cada que se involucraban con ellos, y ahora tenían mucho más que perder que antes.

Dejó de lado sus cavilaciones al escuchar a Kabuto hablarle desde la puerta. Tomó su taza de café, así como sus notas, para salir con él hacía su consultorio.

Tenía menos de 2 meses para perfeccionar esa fórmula, tenía que salvar a su hermano a como diera lugar.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Shijima se sobresaltó un poco ante la llegaba de Saratobi Asuma a su escritorio, aunque venía acompañado por un joven en silla de ruedas, este tenía el cabello negro y gafas, se le hacía conocido, pero lo peor para ella era su mal presentimiento.

− Buenos días – Habló con una sonrisa – El señor Sabaku no ha llegado.

El chico de gafas le sonrió de manera amable, pero antes de poder hablar, el ruido de los tacones apresurados, y los pasos firmes que solo podían pertenecer a Gaara los hizo girar la cabeza.

− ¡Hyeongoh! – Dijo Yosei llegando a ellos apresuradamente – Gusto en verte de nuevo – Le sonrio cálidamente tomando los manubrios de la silla de ruedas – A ti también Asuma˗San.

Asuma le sonrio cálidamente a la castaña, para luego enfocar su vista en Gaara y Shijima.

− Bueno, simplemente llegamos justo a tiempo – Dijo Hyeonogoh.

La chica asintió sonriendo, inclinándose un poco para ver los ojos del chico de gafas.

− Vamos a la oficina primero ¿Si?

El chico solo volvió a sonreír, protestando un poco cuando la castaña empezó a dirigir la silla de ruedas, pero guardando silencio luego de un ligero golpe en su oreja.

− ¿Cómo estuvo su viaje? – Preguntó Shijima temerosa luego de que la castaña se hubiera ido.

Gaara la miró fijamente, haciéndola sentir incomoda.

− Asuma te dirá tus nuevas obligaciones, quedas relegada del puesto de secretaria.

Shijima se levantó abruptamente.

− P˗Pero señor…

Se quedó callada al ver la mirada molesta de Gaara sobre ella.

− No te despido solo porque Yosei me lo pidió, tú hermana tiene prohibida la entrada a la empresa – Se giró empezando a caminar a su oficina – Si algo así se vuelve a repetir, no dudare en despedirte.

La morena solo se quedó callada viéndolo ir a su oficina, sintiéndose culpable a cada segundo.

− Esto es más complicado de lo que crees – Dijo Asuma llamando su atención – Él realmente confiaba en ti – Le entrego una carpeta – Ve a recursos humanos, estarás ahí por el momento.

La morena asintió con calma.

Aunque agradecía no quedarse sin trabajo, el no ser capaz de ver a Gaara cada mañana le haría más difícil su estadía en esa empresa.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Bajó del coche junto con su maletín y una ligera maleta con ropa para cambiarse. Obligaría a la castaña a quedarse despierta hasta tarde para avanzar en los cambios necesarios de la formula. Estaba tan acostumbrado a su rutina que simplemente uso sus llaves, sobresaltándose cuando Hinata apareció a los pocos segundos frente a él.

− Ah, Sasuke˗San… Okaeri.

Sasuke la miró por unos segundos algo confundido, por un saludo que solo Layla utilizaba con él.

− Tadaima – Contesto en automático, dejando sus zapatos y la maleta en la entrada − ¿Yosei no ha llegado?

Hinata negó con la cabeza.

− Encontré un libro de recetas en la cocina e hice la cena – Dijo algo sonrojada – Creo que no sabe tan mal, ¿Quiere probarlo?

Sasuke negó con la cabeza, dejando su maletín en el sillón, y buscando adentro por unos segundos, para luego sacar una caja y dársela a Hinata.

− Creo que necesitas un celular – Dijo volviendo a tomar su maletín – Estaré en el estudio, díselo a Yosei cuando llegue.

Hinata asintió de forma automática, aun contemplando el celular recién comprado en sus manos.

− Ah… Sasuke˗San – El moreno se detuvo y la miró por unos instantes – Gracias por preocuparse por mí – Dijo haciendo una reverencia.

− Hmp.

La chica lo miró desaparecer en el estudio de la casa, viendo el celular aún en sus manos, sin entender el palpitar extraño en su pecho.


Y fin, por ahora.

Lamento la tardanza, el capítulo estaba listo desde hace tiempo pero tuve problemas con el internet, espero poder actualizar pronto, o darme el tiempo para escribir.

Sobre una de las dudas respecto a la formula.

Toda nueva investigación debe pasar por varias revisiones, ya sea social, médica, biológica o física, debe probarse en varios ambientes antes de patentarse y poder usarse en otro lugar, de ahí el conflicto de tiempo entre Sasuke y Yosei usando la formula, ya que no debería usarse a menos que este comprobada, patentada y sea legalmente segura, además del modo en que Sasuke la comprobó es éticamente cuestionable e ilegal, por lo que tampoco puede decirse que Sasuke fue quien creo la formula en sí. Usar una formula no patentada y no comprobada, también es ilegal, de ahí todo el misterio, y que quieran que los descubran.

En el capítulo Hinata empieza a comprender su alrededor, y va a ir desarrollándose como personaje de aquí en adelante, igual que se verá como afecta esto a los demás a su alrededor.

Sin más que decir, espero que les agrade

Juds Fuera.