Bueno, primero quiero dejar claro, que estos personajes no son míos. Son de J.K.Rowling Eso es todo, solo pa no tener problemas xPP

Era el primero de septiembre a las once menos cinco de la mañana, y en la estación de King's Cross, andén nueve y tres cuartos, ya estaban casi todos los alumnos de Hogwarts en el tren, acomodando su equipaje y charlando con sus amigos.

- ¡Joder James¡Por tu culpa llegaremos tarde! – Reclamaba un muy agitado Sirius, a la vez que intentaba subir su baúl a uno de los carritos para llevar el equipaje.

- ¡No me culpes Sirius¡Tu tampoco ayudaste mucho perdiendo tu varita! – Se defendía James.

Lo que había sucedido, era que James había tenido un pequeño malestar estomacal y había tenido que ir al baño justo cuando estaban a punto de salir de su casa (NA: Sirius vivía con él y Remus había ido a pasar la mitad de las vacaciones con ellos ). Cuando por fin James salió del baño, a Sirius se le perdió la varita y estuvieron buscándola hasta que Remus la halló detrás de la lavadora. Nadie nunca supo cómo había llegado allí.

- Ya dejen de pelear, o vamos a llegar tarde de verdad y no tengo la más mínima intención de perder el tren. – Dijo un Remus de no muy buen humor.

Cuando por fin entraron en el andén nueve y tres cuartos, el tren ya estaba echando humo y silbando. Los tres subieron sus baúles lo más rápido que pudieron. Las puertas se cerraron justo en las espaldas de Remus. Se apresuraron en buscar un compartimiento vacío, pero al parecer no había ninguno.

- Aquí hay uno. – Avisó Remus. Pero cuando iba a abrir la puerta, se dio cuenta de que estaba ocupado por tres chicas. No eran nada más, ni nada menos, que Lily, Christina y Nicole. Al parecer las chicas no se habían percatado de su presencia.

- Anda tú Lunático, eres el que mejor se lleva con ellas. – James y Sirius presionaron al licántropo para que les pidiera a las chicas si podían sentarse allí y este después de un rato, accedió.

- De acuerdo... Allá voy. – Dicho esto, abrió la puerta muy suavemente, como temiendo hacer mucho ruido y asomó la cabeza.

Dentro estaban tres chicas muy guapas conversando sobre sus vacaciones, las notas que habían obtenido en sus TIMOS, lo que les esperaría en su sexto año en Hogwarts y sobre todos los temas que conversas con tus amigas cuando no las haz visto en algún tiempo. Estaban cuchicheando animadamente, cuando de pronto la puerta del compartimiento se abrió y un chico de dieciséis años, de unos hermosos ojos dorados, se asomó.

- Hola chicas – Saludó Remus.

- Hola Remus – Saludaron las tres al unísono.

- Bueno... Ehmm... Me preguntaba si... Pod... – Empezó el chico, pero fue interrumpido por James, que hizo al licántropo a un lado.

- Eso me ha dolido. – Se quejó el muchacho frotándose el costado.

- Lo siento, Moony. – Se disculpo haciendo un gesto con la mano y luego desviando la mirada de Lupin, a las tres chicas que estaban mirándolo con cara rara.

- Lo que Remus quiere preguntar, es si no les molesta que nos sentemos con ustedes.

- Perdóname Potter, pero a mi si me molesta. – La pelirroja se cruzó de brazos y frunció el entrecejo.

Lily nunca se había llevado demasiado bien con James. Desde que cursaban su segundo año, al chico de pelo rebelde (NA¡Imagínenselo en miniatura! Que mono!) le había entrado una manía por fastidiar y hacerle bromas a la pelirroja. Lily, harta de tener que soportar a James, decidió ignorarlo.

Pero lo que la chica no sabía, era que James la fastidiaba porque era su forma de esconder lo que realmente sentía por ella.

- Yo si puedo¿verdad? – Preguntó Sirius con cara de cachorro abandonado, asomándose por sobre el hombro de James.

- Tu menos, Black. – Escupió Christina.

- ¿Por qué me tratas así, CHI? – Preguntó con voz falsa de víctima.

- En primer lugar, – comenzó la chica – porque eres un arrogante. En segundo lugar, porque eres un idiota y en tercer lugar... – suspiró intentando no matarse de la risa – porque de verdad, que tu y Snape parecen gemelos. ¿Quieres más? – Chris estalló en risas al igual que todo el resto. Sirius miró con odio a sus amigos y a las chicas.

- Perdonen que interrumpa sus chistes – una voz sonó detrás de Los Merodeadores y estos se giraron. – pero están estorbando el pasillo. Asique entren ahora mismo al compartimiento. – era Michael Stevens, cursaba su séptimo y último año en Hogwarts y era prefecto, premio anual y capitán y buscador en el equipo de Quidditch de Ravenclaw.

- ¡Hola Michael! – Saludó Lily con una sonrisa.

- Hola Lily, me alegro de verte...– Michael hizo un gesto con la mano, mientras empujaba a Los Merodeadores dentro del compartimiento. – Nos vemos luego. – Se despidió de todos y luego se fue.

- Adiós...

- Han tenido suerte. – Dijo Nicole fríamente – De lo contrario, ahora mismo estarían sentados en el pasillo. - ¿Verdad Lily¿Lily¡Lily!

- ¿Qué?

- Si me dices que te gusta Stevens, te mato. – Amenazó en tono divertido la castaña. – Porque lo mirabas casi babeando.

- Y yo lo mato a él. – Dijo más serio James, claro que no lo decía de verdad.

- ¡POTTER¿Quieres dejar de meterte en lo que no te incumbe?

- No me meto, solo protejo lo que es mío. – Sonrió traviésamente y se sentó al lado de Lily.

Lily iba a replicar, pero Remus la cayó.

- Basta chicos, creo que ya tenemos suficiente con Sirius y CHI. – Señaló a la parejita que ya estaba discutiendo. Chris decía que Sirius estaba sentado demasiado cerca de ella y que ella tenía menos espacio que él.

- ¡Tienes más espacio que yo! Hazte un poco a un lado, Black. Invades mi espacio personal.

- ¿Quieres que lo midamos? Porque por mi no hay problema. – Decía Sirius.

- Claro – Chris buscó en su bolso, sacó una cinta métrica y midió su lado y luego el de Sirius - ¡Ahá! Tienes dos milímetros de espacio más que yo.

- Lo mediste mal, porque tú tienes más espacio que yo. Mira, se hace así.

Estuvieron así casi veinte minutos, desesperando a los demás, hasta que Lily decidió ponerles un hechizo silenciador.

Luego de que ambos se callaran, y de que los chicos comenzaron a jugar al Snap explosivo, chillando y gritando cada vez que uno perdía o ganaba, e incluso después de que las chicas los callaran por la fuerza, a Sirius, que no estaba acostumbrado a guardar silencio y mucho menos sentado haciendo nada, se le ocurrió algo.

- ¡Tengo una idea¿Por qué no jugamos a verdad o penitencia? – Chilló sobresaltando a todos. Sirius no era de familia muggle, pero todos estos años en Hogwarts de algo le habían servido de algo ¿no?

- ¿Verdad o qué...? – Preguntó una algo confundida Christina. Ella era de una larga descendencia de magos y por eso no conocía mucho sus costumbres y juegos. Además, no era esa clase de persona que seguía a Los Merodeadores a todos lados y que acostumbraba jugar los juegos que sus admiradoras les enseñaban.

- Verdad o penitencia. – Comenzó a explicar la pelirroja – Es un juego donde tu puedes elegir si quieres decir una verdad, o hacer una penitencia. Es muy sencillo. Por ejemplo, Nicole le pregunta a Sirius verdad o penitencia. Él puede escoger cual de las dos opciones prefiere. Si dice verdad, ella le puede hacer cualquier pregunta y el tiene que decir la verdad. Si dice penitencia, ella le puede decir que haga cualquier cosa que quiera.

Chris solo se limitó a pronunciar un suave "Ah", que todos alcanzaron a oír.

- Pero... ¿Cómo sabremos si mienten? – Al parecer Lu tampoco conocía el juego.

- Muy sencillo. Hechizaré este pedazo de papel. El que escriba su nombre aquí, está obligado a decir la verdad o hacer la penitencia, si no quiere pasarse dos días enteros con granos verdes por toda la cara.

Lily murmuró unas palabras mientras le echaba un polvo fucsia al pequeño trozo de pergamino y luego les pasó un lápiz, para que cada uno pusiera su nombre. Chris dudó un momento antes de escribir el suyo en el pedazo de pergamino, pero luego pensó que sería divertido.

- ¿Vamos a jugar o no? – Insistió James, mientras una pícara sonrisa cruzaba por su rostro.

- Ya vamos. De acuerdo. Yo comenzaré haciendo la pregunta. Y se la haré aa... Lu. ¿Verdad o penitencia? – ¿Qué pregunta o qué penitencia le haría a su amiga?

- Mmm... Penitencia. – Nicole pareció pensárselo un rato, pero escogió penitencia, ya que no creía que a la pelirroja se le ocurriera algo muy malo ni que la hiciera hacer algo demasiado asqueroso.

- Bueno... Entonces... Tienes que decirle a... – La pelirroja se acercó al oído de su amiga y le susurró algo que nadie alcanzó a oír.

Lu palideció de pronto.

Lily esbozó una sonrisa maligna.

Todos los presentes miraron interrogantes a Nicole. Ella luego de apretar fuertemente los puños sobre su falda de jeans, dijo en voz muy bajita:

- Bueno... Remus yo... yo creo que... yo creo que tu... – Balbuceaba, cuando fue interrumpida por Chris.

- Al grano Lu. – La presionó la rubia.

- Está bien. Remus... Yo creo que tienes el culo más impresionante de todo Hogwarts.

Sirius, que había estado tomando relajadamente su soda, al escuchar lo que dijo la chica, la escupió toda sobre Chris, antes de echarse al suelo de la risa. Chris al parecer no se dio cuenta de que estaba cubierta de soda, porque estaba tomándose la guata de tanto reírse, al igual que todos los demás.

La única que no se reía era Nicole, porque incluso Remus estaba llorando de la risa.

- Enserio que no le veo lo gracioso. Liliana Evans, me acabas de hacer pasar la vergüenza de mi vida. Por mi parte, sabes que siempre hay una venganza. – Dijo simple y cruelmente la chica. – Bueno, ahora es mi turno... Veamos... Potter... ¿Verdad o penitencia? – preguntó ella.

- ¡Penitencia! – Dijo él muy emocionado, secándose las lágrimas. Como un Merodeador, no iba a decir verdad. Eso sería caer demasiado bajo.

- Bueno... Entonces... Ahmm... – Luego de un momento de silencio, miró cruelmente a Lily y esbozó una sonrisa, que decía claramente que no tenía muy buenas intenciones.

- Ni se te ocurra... ¡Nicole Anna Prewett, si lo haces, te juro que no te hablo más!

- Quiero... – comenzó la chica muy lentamente, como saboreando sus palabras. – Que le des un beso a Lily – La chica le sonrió a su amiga, que la miraba fulminante.

- Eso no es una penitencia... Pero bueno, si tu lo dices...

James tomó por la cintura a Lily, la miró un momento a los ojos y luego acerco sus labios a los de la pelirroja, que tenía los ojos como platos de la impresión y entonces... La besó. Ese era el momento que el chico tanto había estado esperando. Fundió sus labios con los de Lily. Ella se había quedado tan shokeada que se demoró unos segundos en reaccionar. Entonces, cuando James creía que la pelirroja estaba disfrutando el beso, ella lo empujo bruscamente contra la ventana y luego le pegó una cachetada que él nunca iba a olvidar.

- ¿Pero que...? – Comenzó el muchacho mientras se frotaba la mejilla.

- ¡Si te me vuelves a acercar en tu vida, James Potter, te quito el derecho a ser padre! – Gritó ella totalmente roja de la rabia y de la vergüenza.

- De acuerdo chicos... Fue solo un beso, nada más, ahora sigamos. – Aconsejó Remus, pero Lily solo lo fulminó con la mirada.

- Mi turno... Veamos... Chris...

- ¿Yo? – Se horrorizó la rubia.

- Sí, tu misma. ¿Verdad o penitencia? – Preguntó James.

- Penitencia.

- Bueno... Quiero que te tomes la saliva de Escarbato que hay en este tarro. – Buscó en su mochila y sacó un tarrito con algo verde y viscoso dentro.

- ¡Yo no voy a tomarme esa porquería, James!

- ¿Quieres granos verdes por toda tu cara?

- Ayúdame Lily... - Imploró Christina.

- Lo siento, son las reglas Chris. No te lamentes tanto, yo tuve que soportar que ese baboso de ahí – Dijo señalando a James – me besara.

- Lu...

- Vas a tener que hacerlo Chris...

- Vamos CHI, no es tan terrible... ¡Te hará bien a la piel! – Se burló Sirius riéndose.

- Black, estás a punto de hacer que te vacíe ese tarro con saliva de Escarbato encima.

- Toma. – James le pasó el tarrito.

Chris lo miró con asco, luego se tapó la nariz, posó sus labios en el borde del jarro y bebió.

La cara de asco de los demás era impresionante y la de la chica, aún más.

Se terminó todo el contenido que había en el tarrito y lo tiro lejos (se partió en mil pedazos), abrió la puerta del compartimiento y salió corriendo, todos suponían que al baño. Diez minutos después volvió impecable.

- Potter...

- Dime CHI.

- Eres hombre muerto¿lo sabías?

- Lily me lo ha dicho algunas veces... – Dijo el indiferentemente.

- Estás extinto. En cuanto lleguemos a Hogwarts y pueda hacer magia, te mato.

- Ya somos dos – Sonrió la pelirroja.

Estuvieron el resto del viaje jugando y charlando entre sí (Lily evitando a James, Chris evitando a Sirius y a James y Lu, bueno ella en su burbuja.). Cuando llegaron a la estación de Hogsmeade, los carruajes ya los esperaban. Cenaron tranquilamente y luego se fueron a acostar.

A la mañana siguiente la primera en levantarse fue Nicole, que normalmente era la que menos dormía. Se levantó intentando hacer el menos ruido posible y fue al baño para darse una ducha. Luego de lavarse la cara, levantó la mirada para mirarse en el espejo.

- Qué demonios... ¡AHHHH! REMUS JOHN LUPIN… ¡ERES HISTORIA!

Wenu, eso es todo por ahora. Pronto tendré el segundo cap

Espero que les haya gustado. ¡Por favor, dejen RR!

Besos,

Kmii