Todos los personajes que conozcan, son de J.K.Rowling y los que no, son míos.

Capítulo 3: Porque Yo Te Quiero a Ti

- Que demonios... ¡AHHHH! REMUS JOHN LUPIN... ¡ERES HISTORIA!

- ¡Anda a gritar a otro lado, porque aquí queremos dormir! – Se quejó Christina, tapándose la cabeza con la almohada. Si no querías salir lastimado, era mejor que dejaras dormir a la rubia en paz.

- ¡Maldición! Se van a enterar... ¡Miren! – Chilló Nicole histérica mientras zarandeaba a Lily para que se despertara.

- ¿Qué pasa...? – Comenzó la pelirroja abriendo los ojos perezosamente, pero al ver a su amiga comenzó a reírse como una loca.

- ¿Quieren callarse? – Exigió Chris, levantándose muy somnolienta y sentándose en el borde de su cama.

Cuando la rubia vio a Lily y a Nicole, se cayó al suelo de la risa.

Lily, tenía dos trenzas, totalmente horizontales y además, azules. En cambio, Nicole tenía uno de esos moños que les hacen a los bebés, esas colitas para arriba, pero no era castaña, sino que verde.

- ¡Chris! – Dijeron las dos chicas a la vez. Lily recuperándose del ataque de risa que le había dado al ver a Nicole y Nicole entrando en uno por ver a Chris - ¡Oh, dios!

- ¿Qué pasa¿Qué tengo? – Miró desesperadamente a todos lados en busca de alguna cosa extraña, pero no encontró nada.

Sus dos amigas la agarraron cada una por un brazo y la arrastraron hasta el baño. El grito que pegaron Lily y Chris al verse, se podría decir que se escuchó hasta el despacho del director.

Chris, tenía el cabello de un rosa chillón y lo tenía completamente parado. Como si estuviera de cabeza.

- SIRIUS ORIÓN BLACK... ¡ESTO NO SE VA A QUEDAR ASÍ! – Chillaba Chris histérica.

- ¡JAMES POTTER¡ACABAS DE GANARTE UN BOLETO AL INFIERNO! – Gritaba Lily mientras se ponía su bata y salía a paso firme de la habitación.

Las tres bajaron por poco a paso militar, gritando a todo pulmón palabrotas, mientras chicos de todas las edades de la casa de Gryffindor se asomaban para ver quien o en este caso quienes hacían tanto ruido.

Subieron por la escalera que llevaba a las habitaciones de los chicos y cuando vieron un letrero colgado en la puerta a la derecha justo después de subir las escaleras, que decía: "Habitación de Los Merodeadores", Christina, que era la que iba de primera, abrió de un portazo la puerta de la habitación, donde cuatro chicos dormían plácidamente.

La pieza era cuadrada. A la derecha habían dos camas (James y Sirius) y al la izquierda otras dos (Remus y la rata gorda). A los pies de cada cama había un baúl. Cuando uno entraba, justo a la izquierda quedaba el baño.

- ¡LEVÁNTENSE AHORA MISMO! – Chillaban las tres, mientras cada una zarandeaba a un Merodeador.

- ¿Qué pasa...? – Preguntó un somnoliento Remus, mientras se frotaba los ojos. - ¡Qué le pasó a tu pelo, Nicole? – Dijo con una sonrisa traviesa en los labios, como aguantándose la risa.

- ¡Eso es exactamente lo que les venimos a preguntar a ustedes! – Lily tenía el entrecejo fruncido y las manos en las caderas. - Pero podrían empezar por taparse un poco...

Al parecer nadie escuchó lo último que dijo Lily.

James, que acababa de percatarse de quienes eran las personas que chillaban de esa manera, se comenzó a reír como un verdadero loco al igual que Sirius cuando vio a las tres chicas.

James y Sirius dormían en boxers y Remus estaba con un buzo y sin polera. Bueno, Peter estaba con un pijama de Barney, que le quedaba exageradamente chico. Por lo que parecía una salchicha embutida. Una salchicha extremadamente gorda, eso si.

- ¡No me parece gracioso! – Chilló Nicole, que estaba a punto de roja, no se podría decir si de la rabia o de la vergüenza.

- ¡Jajaja! – Fue lo único que recibieron como respuesta.

- ¡Vuelvan nuestro cabello a la normalidad! – Gritó Christina, tomando una almohada y pegándole con furia a Sirius, que lo único que hacía, era con una mano, protegerse de los almohadazos de Chris y con la otra sostenerse el estómago que ya le dolía de tanto reírse. Lily que estaba siendo corrompida por la rabia, lo único que pudo hacer fue...

- ¡Quince puntos menos para Gryffindor, por cada uno de ustedes¡Incluyendo a la rata gorda de su amigo, que sigue plácidamente dormido! – La chica había agarrado del cuello a James y lo estaba zarandeando nada delicadamente. – Ahora... Me dicen como volver nuestro cabello a la normalidad... o... – Dijo con voz peligrosamente suave...

- ¿O qué? – La interrumpió Sirius con una sonrisa irónica.

Lily soltó a James y se acercó bruscamente a Sirius. Lo miró a los ojos, lo tomó del cuello y chilló:

- ¡O LES QUITO MÁS PUNTOS! SÍ REMUS, A MI PROPIA CASA. ¡ADEMÁS ME ASEGURO DE QUE CADA CONDENADO ALUMNO QUE ESTÁ EN HOGWARTS SE ENTERE DE QUE USTEDES FUERON LOS QUE PERDIERON 60 PUNTOS A NUESTRA CASA EL PRIMER DÍA! – la chica soltó a Sirius y lo miró desafiante.

- Ahora... – Comenzó Nicole. – ¡Dígannos como hacer que nuestro cabello quede igual a como estaba anoche! – Exigió la castaña acercándose a Lily.

- O ustedes mismos pueden probar las consecuencias. – Amenazó Chris cruzándose de brazos.

- De acuerdo, de acuerdo... – Se rindió Remus. Murmuró algo y el cabello se las chicas volvió a la normalidad.

- Voy a asegurarme que mi cabello esté bien de verdad. – Dijo Nicole, abriendo la puerta del baño de los chicos (NA: Que quede claro, que me refiero al baño de Los Merodeadores, porque supuestamente en este fic, hay un pequeño baño en cada habitación).

Nicole se miró en el espejo y comprobó que estaba tal como la noche anterior.

De pronto se le ocurrió una brillante idea. Saco su varita y la apunto hacia la ducha murmurando algo. Luego, la apuntó hacia el WC y murmuró otro hechizo. Con eso bastaría.

- ¿Lu¿Qué acabas de...? – Comenzaron sus dos amigas que acababan de entrar en el baño de los chicos.

- Shh... – Empezó Nicole poniendo el dedo índice un su boca. – Luego les cuento. – Les dijo guiñándoles un ojo.

- Bueno chicos, que tengan un buen día. – Se despidió Chris, mientras cerraba la puerta de la habitación de Los Merodeadores detrás suyo.

Las tres amigas volvieron a su habitación y Lu les contó lo que le había hecho a la ducha para que no saliera agua caliente durante los próximos dos meses y lo que le había hecho al WC para que cada vez que los chicos fueran a hacer sus... Cositas... (NA: xD Se me acaba de ocurrir!) El váter comenzara a conversarles (NA: Que placentero xD).

Cuando salían por el agujero de la Dama Gorda escucharon un grito de terror, que reconocieron como el de James, proveniente seguramente del baño de Los Merodeadores. Las tres chicas sonrieron satisfactoriamente, mientras emprendían su camino al Gran Comedor para desayunar.

- Yo te aconsejo que no te duches... – Decía el váter, abriendo y cerrando la tapa.

- ¡Remus, Sirius, vengan por favor! – Gritó James en un tono implorante, alejándose lo más posible del váter.

- ¿Qué quieres? – Preguntó Remus mientras se frotaba los ojos perezosamente y bostezaba.

- ¡Tenemos un váter parlante! – Dijo horrorizado el chico de cabello desordenado (NA: me salió una rima xPP).

- ¿Eres idiota, o te haces? – Ironizó Sirius mientras se acercaba al WC, para demostrarle a su amigo que el baño no tenía nada.

- Nunca insultes a tus amigos ni familiares. – Aconsejó de nuevo el baño.

- ¡AHHHHHH! – Sirius y Remus salieron corriendo fuera del baño.

- ¡Finite Incantatem! – Murmuró James, apuntando con su varita al váter parlante.

- ¿Qué intentas hacer? – Preguntó el baño con un un poco de ironía en la voz.

- No... No... Funcionó. – Chilló horrorizado Sirius, mientras se acercaba a James.

Los Merodeadores intentaron con todos los hechizos que conocían, sin éxito. Luego de 10 minutos de hechizos, el váter les contó cómo y quien lo había hechizado, que no podrían quitar el hechizo y que tendrían que soportarlo durante un año.

- No sale agua caliente - Gritó Sirius desde el baño.

- Lo sé, al parecer las chicas le hicieron algo a nuestra ducha también. – Dijo Remus que se estaba vistiendo.

- ¡Ahora no me atrevo a ponerme desodorante, porque conociendo a Lily seguramente lo hechizó para que saliera fuego! – Dijo sacando la mano con el desodorante por la ventana y luego apretando el botón para comprobar que fuera seguro.

Luego de que Sirius se duchara (con agua fría :K), se vistió y los cuatro bajaron a desayunar MUY retrasados. En el Gran Comedor ya casi no había gente y les quedaban siete minutos para llegar a su primera clase, pociones. Tomaron una tostada y la engulleron mientras se dirigían a las mazmorras.

Lamentablemente tenían pociones con los alumnos de Slytherin. A nadie le agradaba mucho esto pero había que adaptarse.

Sirius se sentó con Peter y Remus con James. Los Merodeadores les lanzaban miradas asesinas a Lily, Chris y Lu. Ellas, lo notaban y solo se reían por lo bajo.

- Bueno. - Comenzó el profesor – Hoy, prepararemos una poción llamada Arsenius, que es una poción de amor. Es bastante más potente que otras que han elaborado. La persona que mejor haga la poción se llevará este pequeño frasquito – mostró una pequeña botella con un líquido rosa dentro – que contiene la misma poción que elaborarán, solo que hecha por mi, asique es segura, descuiden. Encontrarán la receta en su libro de Elaboración de Pociones, Sexto Curso, página 98¿Alguna pregunta?

Lily levantó la mano.

- Dígame señorita Evans.

- ¿Cuanto tiempo nos dará para finalizarla, profesor Slughorn? – Preguntó la muchacha.

- Tienen el resto de la clase. Cinco minutos antes que suene la campana pasaré por los asientos, para ver quien hizo la mejor poción y le daré la muestra de poción Arsenius – Explicó el profesor Horace Slughorn, mostrando la pequeña botellita de nuevo. – Pueden comenzar... ¡Ya!

El silencio habido segundos antes se esfumó por completo dando paso a murmullos, calderos puestos bruscamente sobre la mesa, golpes de varitas, etc.

Lily y Snape, eran los alumnos favoritos de Slughorn ya que ellos casi nunca fallaban elaborando las pociones.

La pelirroja se levantó junto a sus amigas para ir a buscar los ingredientes de la poción al armario donde siempre se guardaban los ingredientes para los alumnos. Tomó dos pelos de cola de Unicornio, una pequeña cucharadita de excremento de Doxy, una pizca de tierra del bosque de las ranas y otras cosas que necesitaría para elaborar su poción. Ella tenía que ganar la botellita. No podía perder de nuevo y menos contra Snape. El año pasado, tuvieron que elaborar una poción de muertos vivientes en la última clase, y el profesor le dio el frasquito con la muestra de poción a Snape. Dijo que la poción de Lily le había quedado un poco más opaca que la del chico. Por eso había perdido su "trofeo" como ella llamaba a las muestras de poción que le daba el profesor Slughorn, cuando le ganaba a Snape, que era su principal contrincante.

Tomó todo los ingredientes, y fue siguiendo paso a paso, lo que el libro decía. Cuarenta y cinco minutos después, casi todas las pociones estaban listas. Había habido algunos desastres, como por ejemplo, Sirius o Chris. La poción de Sirius era de un verde pálido y la de Chris era azul oscuro, cuando tenía que ser de un rosa chillón.

El profesor pasó por los asientos y luego se dirigió hacia delante.

- Esta vez – comenzó con voz soñadora – la muestra es... – la clase estaba en total tensión – la verdad es que estuvo muy reñido – la clase suspiró molesta – pero por una pequeña diferencia es para... – el aula volvió a quedarse en completo silencio – No fue una sorpresa... Porque seguro todos saben a quien me refiero ¿no? – los alumnos murmuraron enojados. – Es para la señorita Evans. – Todos estallaron en aplausos, mientras una ruborizada Lily se levantaba para ir adelante y recibir su "trofeo". Iba a volver a su puesto para recoger sus cosas cuando Snape la detuvo por un brazo.

- Cuidado sangre sucia... No te confíes, porque puedes acabar muy mal. – Siseó el Slytherin y luego siguió su camino.

"Celoso... Solo porque le gané me amenza, pero que bajo cayó." Pensó la chica. Pero luego, un horrible pensamiento se le cruzó por la mente. ¿Y si no es una amenaza¿Y si más bien es una advertencia? Se sacudió la cabeza, para dejar de pensar en eso y se juntó con sus amigas que la esperaban en la puerta.

Las tres tenían ahora Adivinación.

Chris estaba muy enfrascada en sus pensamientos y no se dio cuenta de que alguien venía caminando hacia ella, igualmente desconcentrado.

¡Crash!

- Lo siento mucho – Se disculpó levantando un poco la vista. Se ruborizó al ver quien era la persona con la que había chocado. Era Gregory Smith, de Hufflepuff. Era un chico alto, corpulento y castaño con ojos marrones. Cursaba su séptimo y último curso en Hogwarts, y al parecer era muy simpático.

- Descuida, ha sido mi culpa. George Smith – Se presentó tomando la mano de la chica y besándola. Chris se ruborizó aun más. - ¿Ustedes son...?

- Yo soy Lily Evans y ella es nuestra amiga Nicole Prewett. – Nicole sonrió sinceramente. - Y esta es... – Dijo mirando a Christina.

- Chris... Christina Harris – Tenía una expresión inexpresiva en su rostro (NA: Expresión inexpresiva o.o Que interesante xD).

- Un gusto conocerlas, pero tengo pociones y no quiero llegar tarde. Nos vemos luego. – Sonrió y siguió su camino para llegar a pociones.

- Me gustó. – Opinó Nicole con una sonrisa pícara cruzando sus labios.

- A mi también, es muy caballero¿Verdad Chris¿Chris¡Chris! – Lily tuvo que pegarle una cachetada para que su amiga reaccionara.

- Si... Eh... Muy caballero si... – Lily y Lu pusieron los ojos en blanco, mientras tomaban a Chris, una por cada brazo para poder seguir caminando.

- Encantador tu nuevo amiguito, CHI. – Sirius llegó con sus otros tres amigos. Se colocó junto a Nicole, que llevaba a la rubia de su brazo derecho.

Chris pareció reaccionar y se soltó de sus dos amigas. Estaba pensando en George y tenía que llegar el idiota de Black para arruinar el momento. Era tan inoportuno.

- Pues si, Black. Encantador. Deberían aprender de él. – Dijo Chris entre dientes.

- ¡Muak, muak!– Se burló el moreno imitando a Gregory.

- Desaparece Black. – Amenazó Chris un poco roja.

- Vamos CHI¡no seas tan agresiva! Podemos llegar a ser grandes amigos si tu pones un poco de tu parte. – Sirius pasó su brazo por sobre el hombro de la rubia, haciéndola enfadar más de lo que ya estaba.

- Piérdete. – Se zafó del brazo de Sirius y siguió caminando, creyendo al moreno como un caso perdido.

El chico de pelo revuelto pensaba en como abordar a su pelirroja preferida, para que no le gritara, ni terminara con un moretón en alguna parte de su perfecto cuerpo (NA¿Yo¡Hay que decirlo todo! Su cuerpo es perfecto. Asique no me critiquen xD).

- Eh... Evans... – Lily se paró en seco, se dio la vuelta bruscamente para quedar cara a cara con el Merodeador.

- ¿Se te ofrece algo, Potter? – Preguntó irónicamente la pelirroja.

- La verdad es que sí. – James se rascó la cabeza mientras una mueca pensativa se formaba en su rostro (NA¡Que mono! Imagínenselo¿no es monísimo?).

- Entonces habla, no tengo mucho tiempo. – La pelirroja se dio la vuelta y siguió caminando. James se puso a su lado.

- Bueno... Yo me preguntaba si... Tu querías... Bueno... – Comenzó el chico jugando don su varita.

- Al grano, Potter. – Le cortó fríamente la pelirroja.

- Si querías venir conmigo a Hogsmeade, la próxima salida me parece que es en dos semanas.

Lily, se paró en seco, se dio la vuelta para que quedasen cara a cara de nuevo y se quedó mirándolo con el entrecejo fruncido. Suspiró.

- Ya te he dicho que no más de mil veces. Para que te quede claro, te lo vuelvo a repetir Potter. Prefiero caminar con los ojos vendados, hacia el Sauce... – Comenzó la chica, pero James la cortó.

- ...Boxeador, comiendo excremento de Doxy, antes de salir conmigo. – Terminó James, derrotado.

- Te lo sabes de memoria. Te felicito. Entonces¿por qué no dejas de molestarme y te buscas a otra chica?

- Lily siguió su camino a Adivinación. James se quedó parado en medio del pasillo.

- Porque yo te quiero a ti. – Murmuró antes de seguir los pasos de la pelirroja, que lo llevarían a su siguiente clase.

o.O.o

Una chica iba caminando tranquilamente por un pasillo desierto rumbo a su Sala Común.

Escuchó un ruido. Se dio la vuelta bruscamente. Sentía que la observaban, se sentía extraña. Se quedó un momento parada en medio del pasillo intentando escuchar el ruido nuevamente, pero nada ocurrió.

- Debió de ser mi imaginación. – Siguió caminando.

De pronto sintió como alguien le tapaba la boca y la nariz con una especie de paño que olía bastante raro, pero que a la vez la hacía sentirse bien, como si estuviera en las nubes.

Lo último que escuchó antes de quedarse profundamente dormida fue a alguien encapuchado de negro decir:

- La tenemos.

o.O.o

Al final del día, estaban la mayoría de los alumnos de Gryffindor en la sala común haciendo sus deberes. Eso incluía a Los Merodeadores.

- ¡Como suponen que haga esto en un día? – Se quejaba Sirius. La profesora McGonagall les había dado un trabajo nada agradable: tenían que escribir 40 centímetros de pergamino para mañana, sobre la transformación de objetos en animales.

- Deja de quejarte Sirius, sino no terminarás nunca. Mira, a mi me faltan solo dos centímetros. Si no hubieras estado toda la hora criticando los trabajos, ya habrías terminado y no te faltarían 30 centímetros. – Dijo Remus muy sabiamente sin despegar los ojos de su pergamino.

Luego de que terminaran sus deberes del día, Sirius y James se quedaron charlando, mientras Remus leía un libro de Historia de la Magia.

- ¡Con todos estos deberes, no tendremos tiempo para jugar al Quidditch! – Dijo Sirius pensativamente, mientras engullía una rana de chocolate.

- Hablando de Quidditch... – Comenzó James – Necesitamos hacer las pruebas para encontrar nuevos jugadores. Veamos... Tu eres bateador, junto con Spellman. CHI es cazadora y yo soy buscador... Nos faltarían tres jugadores. El año pasado se fueron Thompson, Roberts y McCormac... Hace tiempo que no veía a un guardián tan bueno como McCormac... Pero en fin. ¿Tienes alguna idea?

- Bueno... La verdad es que no se me ocurre nadie. – Se lamentó Sirius.

- Podríamos poner a Andrew Bones como guardián. Vino a las pruebas el año antepasado. Hubiera ganado el puesto si no hubiera aparecido McCormac. Era muy bueno, de verdad, pero nadie superaba a Taylor. De todas formas, antes tenemos que ver si sigue siendo así de bueno. Además puede que haya aparecido alguien mejor. – Comentó James.

Algunos asientos más allá, había tres chicas conversando animadamente. Chris Lu y Lily, hablaban de las relaciones amorosas que habían tenido hasta entonces.

- ... ¡No me digas Lil! – Chilló Nicole tapándose la boca con las manos.

- Sí, estuvimos juntos durante dos meses, pero luego rompimos. Ninguno de los dos sentía lo mismo que habíamos sentido al principio, asique estuvimos de acuerdo y rompimos. – Relató la pelirroja con una sonrisa.

- El año pasado, adivinen con quien salí. – Dijo misteriosamente Chris.

- No sé... ¿Con quién? – Preguntó una muy emocionada Nicole.

- Con... ¡Taylor McCormac! El antiguo guardián en el equipo de Quidditch de la casa. Estuvimos saliendo a fines del año pasado. La verdad es que me puse muy triste cuando se fue... Terminamos por eso, porque él se iba...

- ¿Y con quien más haz salido Lil? – Preguntó Nicole, como para desviar el tema de McCormac.

- Bueno, la verdad es que solo con un chico más. Se llamaba Trent Ice, en cuarto.

- ¿Solo haz salido dos veces con chicos? – Preguntó incrédula Chris.

- Sí¿algún problema? – Lily se puso a la defensiva. ¿Qué tenía de malo si solo había salido dos veces con chicos? Desde su punto de vista, no tenía nada de malo.

- Vamos, Lil. No juegues. Te estamos preguntando en serio. – Dijo Nicole soltando una risita.

- Lo digo en serio.

Sus dos amigas se miraron y comenzaron a reírse.

- Qué aburrida. – La criticó la rubia al dejar de reírse.

- ¿Aburrida? – Se extrañó Lily.

- Sí, aburrida. – Se burló Chris.

- Chris, ya déjala.

- ¿Con que eso es lo que piensan de mi?

- Sí, eso es lo que pienso de ti. – Afirmó Chris.

- Lily... – Comenzó la castaña.

- ¿Pues sabes qué Christina? Prefiero haber salido sólo dos veces¡a haberme acostado con toda la escuela, como tú!

Lily las miró incrédula antes de levantarse y subir indignada las escaleras sin siquiera despedirse. Era insólito que sus amigas se comportaran así con ella. No le veía lo malo a concentrarse más en sus deberes de prefecta y en el colegio que en los chicos. Se sentó en su cama. Ahora estaba enojada con sus dos mejores amigas. Se tiró hacia atrás para quedar tumbada boca arriba. Muchas preguntas le daban vueltas y vueltas en la cabeza. ¿Qué tenía de malo no haber salido con más de dos chicos? Ella era así. Eso no tenía nada de malo¿o sí¿Por qué sus amigas se habían comportado así con ella¿O era ella la que había exagerado al molestarse? No. Ella no había exagerado. ¡Se habían burlado de Lily Evans! NADIE se burlaba de Lily Evans. Ni siquiera sus dos mejores amigas.

Se levantó y salió nuevamente de la habitación. Necesitaba pensar. Se fue al lugar que desde primero habían utilizado ella y sus amigas, como guarida cuando estaban tristes o simplemente necesitaban pensar.

Los corredores estaban vacíos. Totalmente desiertos. No se escuchaba cantar ni a un grillo. La pelirroja subió a la torre de astronomía. Era la torre más alta en Hogwarts y nunca nadie iba allí. Era el lugar perfecto cuando uno quería estar solo. Era una sala totalmente redonda, con una sola puerta, que daba a las escaleras por las cuales Lily había subido. Habían dos ventanas. Una a la derecha de la puerta y la otra a la izquierda. Estaba iluminada solo por tres antorchas que emanaban un intenso fuego, que bailaba toda la noche sin cesar.

La pelirroja se apoyó en la pared y suspiró. Este era su penúltimo año en el colegio. En el colegio que había sido su refugio durante seis años. ¿Qué pasaría cuando saliera de Hogwarts¿Volvería a ver a sus dos mejores amigas? Luego recordó que estaba molesta con ellas. No, la verdad es que no estaba molesta. No podía enojarse con ellas, aunque quisiera no podía. Pero le había dolido que se rieran. ¿Estarían sus dos mejores amigas preguntándose donde estaría ella en ese momento¿O estarían cuchicheando alegremente, sin importarle como se sintiera ella? Sus amigas era todo lo que Lily Evans tenía en ese momento. Su familia estaba lejos, muy lejos. Quien sabe haciendo qué. Chris y Nicole habían sido todo para ella en esos seis años en Hogwarts. No la abandonarían. ¿O si?

o.O.o

Mientras tanto en la sala común de Slytherin, había dos alumnos hablando. Estaban sentados en dos cómodas butacas frente al fuego.

- ¿Pero como lo lograremos? – Siseó un chico de pelo negro y grasiento.

- Déjamelo a mi, Snape... Tengo un plan - Dijo la chica, esbozando una sonrisa maligna.

- Cuéntame qué es lo que planeas hacer Bella. - Presionó Snape con voz suave.

- Paciencia Severus. Paciencia. En poco tiempo ni a mi primo ni a Potter les quedarán ganas de volver a hacerte bromas nunca más, te lo aseguro. Además El Señor Oscuro nos encargó a Potter, tenemos que llevárselo lo más pronto posible.

- De acuerdo. Si te puedes deshacer de Evans también, mejor. Me está molestando bastante, ya que es una verdadera competencia en pociones. – Hizo una mueca rara y luego esperó a que su compañera le respondiera. Bella se tomó su tiempo y luego dijo:

- Evans... ¿No es la sangre sucia?

- Exacto. Esa sangre sucia me quita todo el crédito en pociones. Además... Si nos deshacemos de ella, le haríamos un favor a Nuestro Señor. – Dijo el chico mirando de reojo a Bellatrix para ver su reacción.

- Tienes razón... De acuerdo, haré lo que pueda. Me voy a acostar. Buenas noches Snape. – La chica se despidió y luego subió por las frías escaleras que llevaban a los dormitorios de las chicas de la casa de Slytherin.

o.O.o

Lily miró su reloj y se sorprendió. Había estado allí durante media hora, ya. Eran las diez y media. Se enderezo y luego caminó hasta la puerta. La abrió y bajó por las escaleras. Lo único que se escuchaba, era la suave brisa de una noche de verano soplando contra los árboles y flores. Árboles, que dentro de poco estarían desnudos y flores que no tardarían en morir.

- "Requiem Elphica" – Dijo y el retrato de la dama gorda se abrió, no sin antes lanzarle algunas palabrotas por haberla despertado.

En la sala común ya no quedaba mucha gente. Habían algunos chicos de cuarto y algunos de quinto.

Lily subió las escaleras que llevaban al dormitorio de las chicas y entró en la habitación que compartía con sus amigas.

- Lily... – La llamó alguien, cuando se había hincado para sacar su camisón de su baúl.

Bueno, eso es todo por ahora. Hoy fue mi primer día de clases y dudo que de ahora en adelante tenga mucho tiempo para escribir. Por eso les pido paciencia. No creo que el próximo chapter salga antes de una semana. Las tareas.. Bueno ustedes saben xD Espero que los que aun tengan vacas las estén disfrutando artoooo

Me despido.

Besos,

Kmii