Comparaciones
A es más/menos que B
"Los chicos de 18 años son más altos que los de 14"
Odiaba esa sección de la biblioteca. Pociones. Acababa de salir de un examen y necesitaba una excusa para ir ahí. La excusa era que en el examen había usado un método avanzado que no venía en el libro de ese curso y necesitaba asegurarse de que se podía utilizar en la poción que les había pedido Snape.
Lo raro era que esa excusa no estaba pensada para excusarse ante Harry o Ron. La excusa era para ella misma.
No odiaba esa sección de la biblioteca por ser la de pociones, aunque eso le recordara a la nariz grasienta de Snape, si no porque los mejores libros solía estar en las baldas más altas, y claramente ella no llegaba. Normalmente siempre tenía a alguien a su lado que iba buscando los ejemplares que ella le pedía, alguien que era muy alto para su edad y que a estas alturasdebería saberse la ubicación exacte de "De la semilla al caldero" o "Los antídotos y tú".
Pero ese alguien no estaba ahí en ese momento y, ciertamente, Hermione no tenía ningún interés en lo contrario.
Acababa de ver a alguien mucho más alto (por lo menos así le parecía a ella) sentado en una mesa cercana, haciendo como que leía un libro y ajeno a que unos cuantos pares de ojos no se perdían ninguno de sus movimientos. Estaba ajeno a ellos porque la estaba mirando a ella.
Hermione intentó no sonrojarse notoriamente hasta haber apartado la vista. Aún no se lo podía creer. Pensaba que en cualquier momento Fred o George la asustarían gritando desde su espalda "¡inocente!" o algo parecido. Pero ya estaban tardando demasiado.
"Los chicos de 18 años son más directos que los de 14"
Veía cómo se acababa de levantar y se dirigía hacia ella de forma un poco hosca, pero decidida. Se quedó quieta, sin intentar simular que estaba entretenida en otra cosa, simplemente esperando a que él se acercase.
- Bue.. buenos días.
Era la primera vez que se veían desde que habían quedado en ir al baile juntos. Por muy raro que pareciera, Hermione no había vuelto a la biblioteca desde aquel día, había intentado esquivar esa presencia desde que un tímido "Me encantaría" asomara a sus labios y al instante estos fueran sellados. Pero mientras terminaba el examen decidió que ya no aguantaba más y que quería comprobar si realmente todo era verdad o simplemente su imaginación había estado jugando con ella, como tenía por costumbre.
Pero la respuesta a sus dudas estaba ante ella, hosco pero tímido como el primer día que le oyó hablar. "¿Te sobra una pluma?" había pasado media hora para que Hermione se decidiera a preguntárselo, no por timidez (bueno, no del todo),. Si no porque le molestaba no haber pensado antes en que podría necesitar una pluma. "Sí". "Gracias". A partir de ese día escuchó su voz pocas veces, aunque iba notando cada día su presencia más cercana, cuando él se sentaba un poquito más cerca de ella, poco a poco, pero no demasiado. De vez en cuando se oía alguna frase cortés con voz nerviosa por parte de alguno de los dos, y una vez hablaron durante diez minutos. Seguidos.
- Hola.
"Las personas de 18 años son más maduras que las de 14"
El
silencio natural de la biblioteca ya no le resultaba tan cómodor
como de costumbre. Decidió que, por una vez, ella podía
empezar a hablar.
- ¿Qué tal estás?
- Muy
bien, grracias. ¿Te apetece darr una vuelta? Crreo que
podrremos hablarr mejorr...
No salieron a los terrenos porque ella no estaba tan acostumbrada al frío como Viktor, en vez de eso se quedaron dentro de las paredes del castillo dando vueltas por los pasillos menos transitados para que no les persiguiera un grupo de media decena de adolescentes alborotadas.
Pero eso no le importaba. No había dejado de hablar desde que salieron de la biblioteca, porque cada 5 metros había algo que tenía historia y ella podía contarla a la perfección. Pero lo mejor de todo era que sentía que por primera vez alguien la escuchaba y se mostraba realmente interesado en lo que estaba contando. A veces incluso preguntaba cosas que le intrigaban o debatía con ella en lo que no estaba de acuerdo. No estuvieron mucho rato juntos porque tenían que ir a cenar, pero al despedirse Hermione pensó que no había estado tan contenta en muchos días y que no se arrepentía lo más mínimo de haberle dicho a Viktor Krum que le encantaría acompañarle al baile.
Más alto.
Más
directo.
Más maduro.
"Sí." pensó Hermione mientras deshacía el camino sola "Eso es todo lo que quiero en estos momentos"
Pero cuando Hermione Granger entró a la Sala Común y vio a un pelirrojo de catorce años rodeado de dos de sus mejores amigos ya no tenía tan claro lo que quería.
