Shinigami 4
Gestionar el terreno del clan no es difícil en comparación a una aldea, solo era de ubicar los documentos necesarios, falsificar algunas firmas y burlándose de la negligencia del actual jefe de clan de dejar todo a la mano, supone que no esperaba que alguno de sus hijos tuviera planes nefastos como el antiguo shinobi o el valor de revisar su oficina u habitación.
Lástima que Tobirama no tenga contemplaciones a la privacidad de la familia.
Aún hay algunas cuentas fueras de sus manos, pero estas son más de la agencia de héroes que gestiona Enji por lo que no le interesa mucho asumirlas cuando no afectan directamente al clan (aunque sabe de ahí provienen la mayoría de los ingresos).
La ausencia del padre ha facilitado mucho que Tobirama se acomode en la posición que más acostumbrado está en la vida, es el tercer día desde su despertar y ya sabe tanto como puede para ajustarse a su nueva condición o maldición.
Todavía monta guardia durante las noches con sus hermanos siempre a la vista, la sensación de paranoia arrastrándose por las sombras de este complejo con el mínimo de seguridad, el olor fantasma de sangre y muerte vienen con el viento de vez en cuando.
Aun es un shinobi encerrado en el cuerpo de una niña.
Aun es un mercenario acostumbrado a los campos de guerra.
Aun es el segundo hijo, el Nidaime y un alma criada en los campos de batalla.
Ahora está en la oficina del jefe del clan que ha reclamado como suyo revisando algunos documentos para tratar de acomodar un presupuesto para armas y mejores trampas, también se ha informado de otros métodos de seguridad que posiblemente aplique.
Hay tanto que debe controlar antes de que sienta esto como el hogar.
Esta vistiendo una de las yukatas grises que ha encontrado en el ático, las memorias de fuyumi lo identifican como ropa que se usan en festivales tradicionales de su hermano mayor... uno que nunca conocerá aunque sabe hay un blanco en esa historia, por el momento no trata de descubrir nada sobre ese faltante... acostumbrado a perder hermanos, siempre se ha enfocado en los que están vivos y al alcance.
La pérdida es algo normal para un shinobi.
Está en medio de un logro cuando la puerta suena para ser abierta a su permiso, Natsuo le da una de esas miradas resentidas que alegremente... en su postura apática... rechaza con la facilidad de un líder acostumbrado a lidiar con rebeldes.
-¿Qué se te ofrece?- pregunta con todo el mando que puede reunir en ese timbre de voz femenino sin levantar la mirada pero muy consciente que el tiempo del silencio se está alargando y no hubo un saludo cortes de presentación, lo permite porque son hermanos.
Cansado del mutismo, Tobirama levanta la vista y ve que de hecho, su hermano esta vestido con un uniforme y cargando una mochila de aspecto pesado con esa mirada de duda e incertidumbre, obviamente todavía le falta el valor de hablarle con naturalidad después de su inminente castigo y reprimenda.
Pero ahora debe enfocarse en otro obstáculo que literalmente le han traído a la puerta.
La escuela.
Suspira con paciencia al saber que no debía faltar una segunda vez a este nuevo tipo de responsabilidad porque seguro advertirían a su negligente padre antes de que muchas cosas aterricen como quiere... pero la simple idea le da un dolor de cabeza.
Siendo educado en el hogar con lo básico y solo haber sido un fundador de los conceptos de educación básica en Konoha...todavía rechazaba la idea de convivir con más niños en un mismo nivel (acostumbrado a la autoridad o ser visto como un modelo a seguir, ama a los niños pero desde el enfoque adulto), pero es un hombre responsable y con eso en mente se pone de pie.
Sus músculos protestan al ser movidos de su inactividad, no muestra mueca alguna y tampoco titubea al comenzar a dar los primeros pasos... en verdad, este cuerpo le falta tanto si es tan débil con el inicio de su rutina de entrenamientos (Natsuo es el único de sus hermanos que no entrena con la misma rutina que Shoto y él, lo permite porque será un civil aunque aún debe saber cómo defenderse).
Viendo por la ventana calcula que tiene al menos veinte minutos antes de que el chofer pase a recogerlos... pasa al lado de Natsuo dándole una palmada tranquilizadora además de una pequeña sonrisa aprobando la iniciativa de advertirle de la jornada escolar próxima a comenzar.
El niño se tensa pero lo ignora.
Sale al corredor para dirigirse a su habitación, mira ligeramente el entorno limpio antes de caer al guardarropa... entrecierra los ojos al abrirlo, el nefasto uniforme está ahí a primera vista tan burlón como ridículo... pero tiene que respetar el código de vestimenta al descolgarlo y comenzar a ponérselo con la solemnidad de una armadura de guerra.
El cabello es el siguiente reto, aun no lo corto y aun viste esos mechones rojos que caen tan naturales, el flequillo es una cosa molesta que se acostumbró... resopla, es algo que hará al regreso piensa al recogerlo y amarrarlo con una liga tan alto como lo usaba Toka.
Las calcetas, un sencillo pantalón cortó y recogiendo la mochila sale a mirar a sus hermanos esperándola... Natsuo aún no la mira, pero Shoto es el más expectante alineados como buenos niños.
-Confió en que compren un buen almuerzo- dice al sacar dinero escondido en las costuras de su mochila para darle a cada uno lo equivalente a un buen alimento en la cafetería de la escuela a la que van.
Piensa que debe ajustar de nuevo su agenda si quiere realizar un bento digno para sus hermanos en los siguientes días, el gasto innecesario debe ser detenido antes de que se acostumbre a las malas prácticas (con este es el segundo día).
Alegre que todo este circulando de la manera correcta en esta familia postiza, encamina a sus hermanos a la primera planta.
...
Shoto está sentado a su lado bien vestido y apático aunque aferrado a su mano, ha tenido esa costumbre desde que lo permitió esa primera noche, mirándolo con esos ojos desiguales temerosos de que desapareciera... que lo volvieran a apartar y encerrar en la soledad de su habitación.
Enfrente esta Natsuo quien mira a la ventana con ojos lejanos rechazando reconocerlo más tiempo de lo necesario, obviamente el más renuente en aceptar su nueva personalidad y si no fuera porque odia a su padre con todo su corazón, tal vez ya lo hubiera denunciado.
Está acostumbrado al silencio.
Tobirama dirige sus ojos a la ventana, por ahora inspeccionara lo que pueda ver con sus propios ojos y juzgar lo que la memoria de Fuyumi le ofrezca nuevamente.
Los edificios son tan grandes que empequeñecen a la torre del hokage... hay tanto ruido... autos pasando a alta velocidad... gente diversa caminando en sus banquetas... tecnología adornando los escaparates... tanto color... olores extraños... si, esto está más allá de la pacifica idea de su modesta aldea.
Cuando llegan a su destino, la puerta es abierta por Takeyama, el chofer con orejas de perro que no tiene gesto alguno en su rostro regio... solo una despedida escueta con promesas de volver antes de que más conductores se vuelvan locos con el saxofón, dejándolos a su suerte delante de las puertas del prestigioso colegio.
Hay una muralla gruesa, puertas de acero y un aspecto de confianza, Tobirama se hizo del mapa escolar que reviso antes del primer día que envió a sus hermanos y asilencio un poco su paranoia todas las promesas de seguridad, al parecer su padre no era tan negligente como pensó pero siendo hijos de un héroe lo entendía.
Shoto aprieta su mano, su salón está al otro lado del plantel... siendo de preescolar y lo mira con esos ojos desiguales inseguros, no necesita decirle lo que quiere para adivinarle -No te preocupes, te acompañare- dice nada molesto en complacerlo.
Le da una mirada puntiaguda a la maestra que aguarda en la puerta cuando la cruzan, obviamente hay una rutina en esto y en ninguna como hermana está llevándolo a su salón... Fuyumi pudo haberlo amado pero le faltaba mucho valor para al menos rechazar la orden de Enji en ese aspecto.
-Nos vemos- Natsuo corre a la puerta con una alegría impropia de libertad.
Tobirama bufa, hay tanto trabajo para ese niño pero ahora el que más lo necesita se cuelga de su mano... tiene tiempo para hacer la carrera hasta ese otro lado de la escuela... la maestra le está pisando los talones y sabe tendrá que darle una advertencia sobre avisar al padre de esto.
Cuando llegan se hinca en una de su rodilla, coloca ambas manos en sus hombros y sigue ignorando a esa profesora de aspecto nervioso que los estaba persiguiendo... también rechaza reconocer a esa otra que aguarda perturbada en la puerta del salón con niños entrando y mirando groseramente.
Hay tanto ruido pero puede concentrarse en la menuda figura que tanto le recuerda a Itama.
-Vendré a recogerte para el almuerzo- promete haciendo cálculos para su tiempo.
Ojos desiguales lo miran con sorpresa obviamente recordando el dinero que guardo en la misma bolsa escondida que tiene en su mochila que su hermana le cosió rápidamente, pensó que comería solo pero esto le da nuevas esperanzas... no importa lo que Natsuo advierta, ama a esta nueva hermana -¿podemos?-
Una sonrisa seca -por supuesto, podemos comer juntos- dice confiadamente, aunque seguro tendrá que cazar a Natsuo para no romper la ilusión de este pequeño.
Se pone en su mayor altura, da un paso a la puerta donde deja a su hermanito a manos de la maestra a la que le da un aspecto solemne antes de enfrentar a la otra a la que debe de dar unas palabras serias.
...
La experiencia escolar hasta ahora lo está defraudando.
Quiere pensar que es porque las materias cubiertas son las enfocadas en la sociedad, como la historia y la ética (una que no cree necesaria como shinobi)... la física fue interesante e innovadora para alguien que fue un pionero en establecer dichas bases en la aldea casi sonrió en lo fácil que era entenderlo y como de adelantados eran sus términos.
La creación de jutsus requería de estos conocimientos básicos para sus bases y tuvo que aprenderlo o experimentarlo de primera mano antes de exponerlo al resto... casi le da vergüenza saber que muchas cosas las tiene equivocadas y otras tantas ni siquiera se le pasaron por la cabeza... otras son solo un mito en este mundo (su técnica del dios volador así como sus propuestas del espacio-tiempo ni siquiera serian creídas).
Su cultura shinobi casi gruñe por la exposición tan fácil de conocimiento, para alguien que hizo la base de la torre del hokage donde guardan sus ciencias descubiertas en vida de manera celosa es una cosa molesta e irritante... pero tuvo que retenerse, en este mundo las investigaciones son libres... una ventaja o maldición según su punto de vista.
Cuando por fin la clase de historia termina, Tobirama mira sus cuadernos repletos de apuntes... pueden ser aburridas, pero todavía necesita tener un registro que pueda revisar en sus momentos más aburridos.
-Ey Todoroki- una voz burlona viene a su izquierda, una niña de aspecto salvaje le sonríe con dientes filosos -Lista para pagar mi almuerzo- se pone de pie para alzarse por encima de su banco.
Arquea la ceja, en sus memorias registra a esta niña como Kyoraku Kaname... la presunta líder del grupo de amigas escolares, aunque por su postura y tono... además de los recuerdos... Tobirama tiene la certeza que no, no hay amistad en este asunto es más como ser tomada para proporcionar recursos financieros.
Suspira -lo lamento, pero debo recoger a mis hermanos- dice al ponerse de pie comenzando a guardar sus cosas de manera ordenada, pero la molestia sigue parada a su lado.
-¿Me estas rechazando por tus mocosos hermanos?- dice gruñona Kaname, más del grupo se reúnen para rodearla susurrándose entre ellas como si no estuviera presente.
-Te sugiero que seas respetuosa a mi familia- llama a toda su paciencia como el adulto que sabe es.
Hay un silencio, Tobirama ignora las molestias con aire orgulloso y aunque sus reflejos no son los mejores, todavía reacciono al sujetar la muñeca de la niña que parecía dispuesta a quitarle su mochila que cierra en un limpio movimiento.
-¿Qué pretendes?-dice al levantar su rostro sombreado por su flequillo y mirando a esta mocosa a la que no duda en soltar cuando siente el tirón.
Kaname tiene un gesto enojado, su postura cambia a una ofensiva y sonríe siniestramente -Miren chicas, la niña héroe ahora tiene pantalones- se burla infantilmente, algo a lo que Tobirama no honra con una respuesta.
Se coloca la mochila, el tiempo se está acabando y todavía debe cazar a Natsuo para recoger a Shoto... pero su camino es cubierto por otras tres niñas ante la risa burlona de Kaname -Que tonta Todoroki, mejor ríndete y paganos el almuerzo- dice la primera de la izquierda, una niña con desorden alimenticio por su gordura de nombre Kurosaki.
Un suspiro sufrido -A menos que sus padres no tengan los recursos, lo hare- dice sin romper el tono muy consciente que de nuevo está rodeada, casi le trae recuerdos de su muerte.
Pero esto es una ridiculez para siquiera compararlo.
Arquea la ceja al mirar directamente a cada niña -Pero al estar en una escuela con el costo de la colegiatura tan alto, lo dudo- finaliza al acortar la distancia respirando en el rostro de la mocosa que esta parada enfrente -ahora quítate de mi camino, Kagome- espeta sabiendo el nombre y usándolo sin honoríficos.
Debe de respetar las ganas de todavía taparle el camino, nadie parece creerle y en otros tiempos... si estas niñas no fueran tan tontas y jóvenes con una mala crianza en tiempos de paz... reaccionaria de una manera violenta para hacerse respetar, Tobirama extraña esos tiempos en estos momentos.
-No te creas mucho Todoroki- grita una al salir del mutismo.
-Todos sabemos que eres una miedosa- apuntan a su derecha con grosería y sorna.
-Eres tan tonta... ni con ese estúpido peinado cambia nada- Kaname inteligentemente le dice.
-Tonta... tonta Todoroki... cuyo quirk no vale la pena de su padre- cantan al unísono con risas y esa esencia de querer intimidarla, como si alcanzaran a lastimar sus sentimientos con esto.
Tobirama ahora si voltea los ojos al cruzarse de brazos por los insultos infantiles, se mueve a un lado cuando de nuevo intentan quitarle la mochila desde atrás... la quieren empujar pero lo esquiva para usar el impulso y barrer a la niña próxima a la puerta provocando un grito, salta a esta abertura y se tambalea cuando alguien activa un quirk que hace el piso resbaladizo, pero pone las manos aferrando sus dedos y extrañando tanto el chakra, da otro salto con giro en donde su cuerpo inexperto protesta pero logra llegar a la puerta sin mirar atrás a los gritos de las mocosas.
Corre por el pasillo sin ningún otro pensamiento al incidente, no merece su atención... logra llegar a la cafetería abarrotada pero con un rápido barrido desde la puerta se da cuenta que no está Natsuo... chasquea los dientes al decidir que hoy comerán sin él porque tiempo ya no tiene para buscarlo, regresa por el corredor da otro giro para comenzar el área de prescolar.
Ve la figura de Shoto marchitado al lado de la puerta de su salón, obviamente llega tarde al jadear por aire cuando por fin frena al llegar... maldice el cuerpo sin condición pero levanta la vista para ver la esperanza renovada de su hermanito... era hora de ir a almorzar.
...
Tobirama avisa a las autoridades sobre el comportamiento grosero de las niñas que supuestamente eran sus amigas cuando persisten en querer acorralarlas dos días después... hubiera sido paciente, pero cuando comienzan a realizar sus actos tontos delante de sus hermanos, la paciencia se acorta.
Obtiene miradas de los profesores... por lo que sabe alguno de esos padres son importantes pero no retira su denuncia, si debe usar el nombre de su padre lo usara y esta alegre que al final sus amenazas y manipulaciones lograron el objetivo de hacer un reporte para todas esas mocosas.
Todo sin hablarle a Enji, que genial y negligente control de niños en esta escuela que parece importarle más el prestigio que el escándalo que sufrirían al saberse la nota que hay intimidación a niños héroes en su plantel.
Su padre paga mucho para el mejor trato y si sabe, bueno, la escuela perderá tres colegiaturas jugosas después de todo.
Si, obtuvo miradas molestas de los padres cuando vinieron a recoger a sus crías endemoniadas antes de tiempo pero no le importa.
Aun las tontas niñas le dieron miradas engreídas confiando en que volverían y regresarían a intimidarla por "chismosa" una cosa divertida, porque entonces Tobirama no tendría restricción en formar un contrataque que puede armar sin que la culpen... si, ellas podrían señalarla, pero ya hay un reporte oficial que la pintan como víctima.
Esa era su estrategia principal, obtener el papel de víctima y ensuciar más la reputación de ese grupo en el peor de los casos... era un buen actor... si continúan aun con esto, bueno, apuntara a la expulsión.
Tobirama le gustan los niños, pero no consciente sus niñerías aunque está lejos de matarlos por esto.
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Todoroki Enji no le avergüenza aceptar que no ejerce el papel de padre de la mejor manera.
Ante sus ojos crudos, ante su amargura e impotencia... esos niños solo eran el remplazo para su sueño, su relevo para poder quitarle a All Might su lugar como símbolo de paz... sabe lo básico para tratarlos, darles casa, comida y estudios pero no los trata más allá de verlos de lejos de vez en cuando... con la ausencia de su esposa, los ve menos.
Pero este distanciamiento que Enji alentó a lo que debe llamar familia no evita que se dé cuenta que hay un cambio entre esos proyectos fallidos... uno que no vio sino hasta unos días después de ausencia.
Había sido una semana agotadora en el trabajo, la agencia tuvo un golpe de peticiones que no pudo rechazar haciéndolo evitar su hogar enteramente... odiaba descuidar el entrenamiento de su hijo perfecto... pero tiene una imagen que mantener y no ha sido la primera vez que deja de existir en el hogar, no le importa si no hay esposa para que vigile a su descendencia... hay trabajadores que pueden reportarle cualquier percance.
Paga para eso después de todo.
(Si hubiera puesto más atención a las cuentas, había detectado que de hecho tiene dos nominas menos que pagar... el jardinero y la cocinera eran almas desafortunadas y desempleadas que no pasaron los estándares de Tobirama mientras la escuela está feliz de no reportar los cambios en la amable Fuyumi si eso significa mantener el incidente de acoso en las sombras).
Entonces cuando por fin tiene la oportunidad de llegar a casa, se detiene en seco cuando ve su sala movida de una forma que todos los sillones voltean a la puerta o ventanas... piensa por un segundo sobre la escena de un villano paranoico que atendió esa semana, pero lo despidió con un bufido al colocar zapatos y llaves en su lugar de descanso para caminar por la primera planta con el único objetivo de ir al segundo piso y arrastrar a su perfecto hijo al entrenamiento.
Es temprano, demasiado temprano para que alguno de sus hijos este despiertos por lo que camina con confianza por los corredores sabiendo que no se topara con ninguno que no le interese... cuando llega al cuarto de Shoto, abre bruscamente y está por llamarlo cuando se da cuenta de la vacía habitación llena de sombras.
Frunce el ceño.
Chasquea los dientes en desaprobación.
Hay una regla estricta y obviamente sus hijos la están rompiendo.
Seguro es Natsuo, siendo el más rebelde y no duda en buscarlo en esa habitación solo para toparse con la nada... parpadea perplejo, mira la puerta de su única hija como su última opción y camina con mas irritación... al abrirla tiene que saltar fuera del camino solo por sus propios reflejos de lucha... mira con sorpresa las agujas clavadas en la pared al otro lado del pasillo.
-Que mierda- su voz truena al mirar el interior de la habitación con precaución, todavía su mano en la manija y muy lejos del camino de esta ¿trampa? -es mejor que alguien me explique esto- espeta oscuramente mirando el interior con ojos llameantes, pero igualmente no hay nadie a quien regañar.
Endurece la mandíbula resaltando venas de ira, su quirk pinta sus cejas y bigote al pisotear por toda la segunda planta sin encontrar a su descendencia... un pico de preocupación quiere salir a flote... la idea de secuestro comienza a pintarse en su mente cuando al recorrer la primera planta los encuentra en el dojo.
-QUE MIERDA CREEN QUE ESTAN HACIENDO- ruge al abrir la puerta de tatami con un fuerte empujón casi rompiéndola, ahí en medio de la sala pulida y solitaria están sus tres hijos con ropa deportiva congelados en medio de una ¿kata? Y Fuyumi parece ser la única compuesta como si ya lo hubiera notado.
Estaba demasiado enojado para notar como el cuerpo de su hija se ha instalado en una posición protectora entre él y sus hijos, pisoteo dentro del dojo respirando con pesadez al detenerse enfrente de esos tres -me pueden explicar que están haciendo y a que es esto- una aguja entre sus dedos se muestra brillante bajo el sol de la ventana abierta.
-Estamos entrenando- responde en voz plana Fuyumi deteniéndolo solo un segundo para mirarla, entonces señala la aguja de manera insistente -una trampa-
-Sé que es una trampa, lo que quiero saber es porque- se alza por encima de ellos mirando directamente a la que le está respondiendo, después de todo fue en su habitación donde encontró esto.
-Porque es mi habitación- le contesta Fuyumi resueltamente.
Enji tuerce su gesto ante la respuesta inteligente, pero no hay gesto alguno para mostrar diversión o reto, es como si fuera valido el motivo de la trampa por el simple hecho de ser su habitación -quiero que retires eso- ordena.
La niña parpadea y se encoge de hombros, si fuera más dedicado a observar a su hija hubiera notado que le hizo una promesa falsa, que esa trampa estaba lejos de ser retirada de esa habitación.
Mira a Shoto que se esconde detrás de su hija, Enji tiene un poco de culpa por esa reacción pero su sueño golpea la tonta emoción -No quiero que vuelvan a distraer a Shoto- espeta ya poco interesado en sus otros hijos a los que despide sin otras palabras.
Natsuo es el primero en salir corriendo aunque dando miradas de respeto a quien ha rechazado todo este tiempo, pero Fuyumi no mira la retirada se queda sin moverse entre el recién llegado y Shoto con una postura firme.
Enji está perdiendo la paciencia cuando se percata de las nulas ganas de retirada de su mayor -¿No escuchaste Fuyumi?- pregunta con una voz amenazante sin modularla en caso de intimidar a su hija, no le importa mucho y no tiene el tacto aunque quisiera.
-No creo prudente aislar a Shoto- la niña le dice con un acero en su voz y la nada en su rostro, comienza a notar la diferencia y no es solo es el cabello demasiado corto junto con la faltante de los mechones rojos... sino en la manera oscura que brillan sus ojos, tan inflexible y protector.
-¿Te estoy preguntando?- el "héroe" se ríe por esta muestra de rebeldía de quien menos esperaba -ahora, apártate Fuyumi... estoy perdiendo el tiempo- estira su brazo para tratar de alcanzar a Shoto pero la niña lo cubre por completo.
Enji tiene el impulso de empujar a la niña pero esta se aferra a Shoto en su espalda moviéndolos a ambos, su ira se enciende como su quirk ¿Cómo se atreve? pero la irritación se apaga de golpe cuando ve la postura de la susodicha... su pequeño cuerpo esta tenso, no cierra los ojos pero está preparada a sus movimientos... ¿está esperando que la golpee? Esta sin habla por unos segundos ante esta revelación.
¿Es capaz de golpear a la niña?
¿Por qué espera que la golpee?
Por fin nota el cambio.
Y no sabe qué hacer con lo descubierto.
...
Tratar a su hija no debería ser su prioridad, tiene a Shoto... el debería ser su enfoque... pero no puede abandonar el asunto cuando es evidente que alguien ha suplantado a su hija, que esa niña que le da esa mirada vacía de un experimentado soldado dispuesto a todo no es como la Fuyumi que sabe... con mucho esfuerzo... que era.
Los doctores no detectaron nada.
El cerebro está bien, su salud es la mejor y ha tenido un aumento muscular como de reflejos.
Los psicólogos tienen preocupantes diagnósticos.
Tiene todos los desórdenes de un veterano de guerra así como una mayor inteligencia y comprensión del entorno.
Que hacer para investigar que es su hija sin causar alguna sospecha de cualquier periodista, sería una vergüenza que se supiera que fue víctima de algún quirk siendo el número dos.
-Sería mejor si preguntaras directamente- Fuyumi se ha deslizado silenciosamente delante de donde Enji se ha dejado caer en esa sala movida al placer de una paranoica hija.
Hubiera saltado, pero era orgulloso para mostrar que fue atrapado con la guardia baja -como si creyera cualquier cosa que dijeras, niña- espeta secamente no reconociendo a eso como Fuyumi.
Ella le sonríe aprobador, como si la respuesta cruda fuera de hecho aceptada por su mentalidad -como quieras- dice al girarse para dirigirse a la segunda planta sin una mirada extra.
Enji suspira y baja la guardia, una guardia que de alguna manera inconsciente siempre ha levantado desde que se dio cuenta que Fuyumi no era su hija... desde que vio los indicios de un luchador... odia este sentimiento.
Lo peor es que sus hijos la han aceptado.
Shoto no deja de flotar cerca de ella como un pato perdido, ahora con su entrenamiento reducido parece solo idolatrarla más... Natsuo sonríe más a su alrededor, buscando momentos de estudio y funcionan tan bien los tres juntos en los periodos que ha visto entrenarse.
También duermen juntos.
Luego están las trampas.
Jodidos artilugios de la perdición hechos a mano y que esa niña activa o desactiva a su placer.
Comprende porque el jardinero fue despedido y la cocinera de igual manera... la niña ha tomado muchos derechos que no le corresponden, no puede quitarle ese lugar sin perder el equilibrio porque la bastarda (aunque la tuvo en el matrimonio) no ha hecho nada mal, de hecho controla muy bien lo administrativo y ha liberado presupuesto ahorrándole mucho.
Si no fuera por la situación, la contrataría para ayudarle a gestionar la agencia.
Por orgullo rechaza la idea.
Debe pensar con cuidado que hacer.
Puede enviarla a un internado, alejarla de la familia es la mejor opción porque aunque deseara lanzarla fuera de la casa, rechazarla de todo y nombre... esa cosa todavía tiene su sangre y cualquiera con ganas de hundirlo puede sacarla como un escándalo público afectando su fama o posición en la lista de héroes (no, no es sentimentalismo).
¿Sería prudente preguntarle?
¿Quería saber?
Voltea los ojos, es el jodido Endeavour... el héroe numero dos... ambicioso y orgulloso... que está dándole vueltas al problema como si fuera un idiota.
A la mierda con todo, preguntara y enfrentara esto de la manera directa.
Si no le gusta la respuesta, el internado será.
XXXXX
Fin del capitulo.
Bueno esto fue enteramente desde el punto de vista de Tobirama.
Fuyumi sufria intimidación, Tobirama lo manejo bien aunque como shinobi le susurraba realizar la matanza y esconder los cuerpos... pero eran niños, tiene una debilidad con los niños y sabiendo que es culpa de la crianza... por eso fue un poco mas suave (sea la verdad, logro que expulsaran a todas esas niñas en el trascurso de todos esos dias... aun cuando Enji la llevaba a todas esas citas con los médicos).
Tanto a la escuela como a Enji les importa mucho su imagen, por lo que uno no puede reportar los cambios de comportamiento mientras el otro no puede investigar mas a fondo sin llamar la atención innecesariamente.
por lo que esta atrapado con lo que tienen.
Tal vez Enji hubiera reaccionado mas violento, pero fue soplado por la imagen que de hecho Tobirama esperaba ser golpeado... con alguien como Butsuma como ejemplo... se sorprendio mucho que el heroe se detuviera.
Pero Enji no es un golpeador, aun cuando arrastra a Shoto a lo peor... pero a Fuyumi la tenia catalogada como un civil inofensivo (un fracaso), por lo que su respuesta al abuso lo saco del suelo.
¿Enji tolerara la realidad de que esta ante una reencarnación? Que esa de ahí es de hecho su hija pero que fue superada por la experiencia y personalidad de Tobirama.
El próximo veremos cómo le va a alguien tan optimista como Hashirama.
Neah20 fuera.
