Parte 18: Los males de fortalecen.
En la bastedad de espacio infinito, lejos de todo ojo ajeno a los implicados, lejos de sistema habitado alguno, dos imponentes naves se habían encontrado, eran dos poderosos cruceros de guerra, por un lado, estaba el ya conocido diseño de un eggcarrier, brillaba del mas intenso rojo, con detalles en blanco y la palabra Megacarrier escritas en negro a un costado de la misma, a unos cien metro de distancio justo en frente del Megacarrier estaba la otra nave, era al menos tres veces mas grande que la nave de Eggman, impresionaba el solo mirarla, con su forma alargada y estilizada y sus dos baterías de armas ubicadas a los costados de la misma que recordaban a las alas de un poderoso depredador, la segunda nave era de un color azul muy oscuro, tanto que desde lejos no era visible en el inmenso espacio, a excepción de algunas luces que emanaban de esta, mas de cerca el gigantesco crucero era perfectamente visible, la nave había sido bautizada como "El Leviatán" y al igual que su homónimo mitológico este Leviatán era poderoso e imponente, dentro de este un científico algo gordo, calvo y vestido de rojo iba al encuentro de el emperador Almasy acompañado por su leal Snow Wolf, los dos caminaban escoltados por un grupo de soldados Angelix, tres por cada lado, recorrían un corredor muy luminoso, con paredes de color claro, era extraño, uno no se hubiera esperado un interior tan luminoso en una nave tan oscura en su exterior, los guardias condujeron a Eggman y a Snow Wolf hasta un enorme y blanco salón, de al menos treinta metros de largo, enorme si se tiene en cuenta que estaban dentro de una nave, en ese salón adornado por jardines hidropónicos esperaba un Angelix vestido con ropas azules, que lo identificaban como el emperador, estaba rodeado por al menos una veintena de soldados, sin lugar a dudas su guardia personal, todos los soldados vestían una gruesa pero muy flexible armadura de combate de color gris, y portaban poderosos rifles de asalto, eran en realidad una visión como mínimo amedrentante.
-Así que… Doctor Ivo Robotnic- Exclamo el emperador Almasy con la seguridad esperable de alguien en su posición –Espero que esto valga la pena, mi tiempo es muy valioso y no le doy entrevistas personales a muchos-
-Claro que valdrá la pena, emperador- Respondió Eggman – Yo Ivo Robotnic he venido a ofrecerle mis servicios como científico, mis capacidades para construir robots de combate harán a su ejercito mas poderoso que nunca y mis técnicas de edificación de naves de combate son las mas rápidas que hay, además de traigo la advertencia de que unos poderosos adversarios vendrán y se unirán al esfuerzo por detenerlo-
-¿Unos poderosos adversarios?- Pregunto el emperador Seifer Almasy, mostrándose muy interesado pero aun algo incrédulo por las palabras de Eggman.
-Así es, el más peligroso de ellos se llama Sonic, tal vez halla escuchado hablar de su amigo, el zorro de dos colas Miles Prower-
-¿Tal vez haber oído hablar de él?- Exclamo el emperador muy molesto, tanto que tomo por sorpresa a Eggman -¡Ese maldito zorro y su noviecita de pelo rosado han sido una espina en mi costado desde el día que esta guerra se desato!-
-¿Noviecita?- Pensó de inmediato Eggman un poco mas calmo -¿Será posible¿Mientras todos en la Tierra estaban tan preocupados, Tails estuvo ganándose a la novia de Sonic? Esto podría ser de hecho muy útil- Termino de pensar el científico con una ligera sonrisa en los labios antes de regresar al asunto que le atañía en ese instante –Pues Sonic es aun mas poderoso en lo que se refiere a combate cuerpo a cuerpo, es veloz y sus compañeros son grandes guerreros, tanto que podrían cambiar la marea de la guerra a favor de los Inix, y es por eso que he venido a ayudarte, y para eso he traído esto- concluyo el científico mostrándole una de las esmeralda chaos que tenia en su poder, era la de color lila –Estas son joyas muy poderosas, exclamo eggman- Se llaman esmeraldas Chaos y son muy similares a sus "Piedras de los antiguos"-
-¿En verdad?- Pregunto Seifer muy interesado.
-Así es- Eggman sabia que tenia la atención del emperador y no dejaría que esta se le escape –Y no solo tengo una, tengo 5 de estas, ademas la mas poderosa de todas las piedras de mi mundo, la esmeralda maestra, y con ellas podré construir un arma que hará que todos lo que se te enfrente perezcas sin remedio-
-Es una ofertas muy generosa doctor Robotnic- Respondió Seifer con un aire de desconfianza -Pero ¿Que hay para ti en todo esto?-
-Es muy simple- Continuo Eggman –Se que en cuanto venzas a los Inix te lanzaras a la conquista de todos los mundo conocidos, pero se también que no podrás gobernar esos mundos tu solo, necesitaras… ¿Cómo decirlo¿Virreyes? Si, esa es justamente la palabra, virreyes que gobiernen a tu nombre-
-¿Y tu quiere ser uno de mis virreyes?- Pregunto Almasy.
-Exacto, deseo gobernar mi mundo natal, La Tierra, mundo al que podrás tener acceso ni bien tomes el mundo Inix ya que cerca de este hay un túnel de gusano que permite llegar a ese mundo-
-Es una oferta interesante- Exclamo el emperador –Pero…-
-¿Pero?- Pregunto Eggman sin entender.
-Si eres tan inteligente como aparentas- Respondió Seifer -¿Por qué aceptaste entrar en mi nave, solo escoltado por una de tus sirvientes? Podría tomarte prisionero y obligarte a trabajar para mí sin darte nada a cambio-
-Snow Wolf es todo la escolta que requiero, ella sola podría matar a todos sus guardaespaldas- Respondió Eggman con una sonrisa socarrona.
-¿Cómo te atreves?- Exclamo furioso uno de los soldados -¡Somos el orgullo de el ejercito Angelix, esa aberración tuya no podría con nosotros ni en un millón de años!-
-¿Una demostración?- Pregunto Eggman mirando al emperador.
-Pero doctor…- Exclamo Snow Wolf hablando por primera ves desde que el encuentro con el emperador empezó.
-¡Ja!- Rió el soldado –Tiene miedo de enfrentarnos-
-Malinterpretas mi preocupación- respondió Snow Wolf sin perder su semblante tranquilo – Es solo que no tengo razones para asesinarte-
-Te matare por ese atrevimiento- Exclamo el soldado –Por favor emperador, déme la orden y matare a esa insolente que se atrevió a insultar a su ejército-
Seifer miro a Eggman con una sonrisa tranquila -¿Seguro?- Le pregunto.
Eggman dio un par de pasos atrás antes de responder –Cuando gustes-
Con una señal de la mano del emperador la batalla inicio, todos los soldados alzaron el vuelo usando las alas membranosas en sus espaldas, y con rapidez rodearon a Snow Wolf, abriendo fuego con sus rifles, pero para cuando los disparos llegaron, la loba ya no estaba allí, lo siguiente que vieron los soldados fue uno de sus compañeros en el suelo, inconciente.
-¿Dónde esta?- Grito el líder de los soldados.
-¡Allí!- Grito otro soldado apuntando al techo del gran salón, pero antes de que alguno de ellos pudiera reaccionar, la creación de Eggman se impulso con sus piernas frenando en el medio del aire, levitando justo en el centro del grupo, y con un rápido movimiento abrió sus brazos al grito de -¡Chaos Blast!- Una cegadora luz inundo el salón, y cuando todo termino, cada uno de los soldados yacía en el suelo, dos de ellos no sobrevivirían.
-Veo que te subestime- Reconoció Seifer –Bien Eggman tienes un trato, sírveme bien, y la tierra será tuya-
Con todo arreglado, Eggman regresaba contento consigo mismo, sin embargo, en algo le había mentido a Seifer, en realidad Snow Wolf no fue lo único que llevo a esa reunión, pues ya de regresen su nave, el doctor saco un pequeño aparato se uno de sus bolsillos, parecía un pequeña computadora portátil, la loba que aun estaba al lado de su amo reconoció el artefacto en el acto, era un sensor en miniatura, diseñado para recoger todos la información posible sobre el ambiente donde estaba y también sobre quienes estaban en el, Snow Wolf pudo ver como una maliciosa sonrisa se dibujaba en el rostro del científico, era una sonrisa que había visto pocas veces, era la sonrisa que significaba que había descubierto algo, algo que le seria de gran valor, algo que valía su peso en oro.
-¿Qué descubrió, doctor?- Pregunto finalmente la loba.
-Pequeña- Respondió Eggman, he descubierto algo sobre estos Angelix, algo que me será de gran utilidad, todos ellos pronto serán mis esclavos, y lo mas gracioso es que ni siquiera lo sabrán- ni bien termino de decir esto su ya famosa risa pudo escucharse en toda la nave, sea lo que fuera que tuviera planeado para los Angelix, una cosa era segura, Seifer Almasy se arrepentiría de haber hecho tratos con él.
Pero sin embargo al menos por el momento el curso de la guerra parecía haber mejorado para los Angelix, con todas las nuevas tecnologías de Eggman a su disposición, el ejercito de Seifer se había vuelto mas arrogante y arriesgado, y habían iniciado una nueva campaña de ataques con renovada fuerza, y aunque todas las naciones involucradas en el conflicto daban todo de si, los Angelix simplemente parecían demasiado poderosos, y en momento la moral de las tropas a bordo de La Intrépida parecía estar por los suelos, aunque la llega de estos nuevos alienígenas traídos por Miles Prower parecían darles nuevas esperanza, Iris había sido nombrada por los gobiernos de la Tierra como representante del planeta ante los Inix y pronto tropas desde la tierra llegarían a unirse al esfuerzo de guerra, por fortuna los gobernantes de la Tierra habían comprendido el peligro potencial que implicaban los Angelix y que si no eran detenidos ahora, nunca lo serian, con respecto a Sonic, Shadow, Knuckles, Rouge y Cream, todos habían probado su valía en el campo de batalla, bueno, casi todos, ya que Sonic aun tenia una bota inmovilizadora en su pie lastimado, pero pronto ya no seria así, ya que el erizo se dirigía con paso firme hacia la enfermería, dos semanas habían pasado desde el día que se lastimo, y hoy era el día en que le sacarían ese maldito aparato de su píe, el día en que volvería a ser el de antes, contento de saber que sus pies volverían a ser los mas rápidos de la Tierra, no, de la galaxia, el erizo entro en la enfermería, esperando encontrar a amy del otro lado de la puerta, pero para su sorpresa la erizo no estaba allí, solo el doctor Ward, que adivinando la pequeña decepción del erizo exclamo con un tono burlón al verlo –No soy tan bonito como amy, pero también puedo atenderte-
-Este… vine a que me revisaran el pie y me sacaran este inmovilizador del pie- Respondió Sonic, como tratando de cambiar el tema, afortunadamente para Sonic y los demás, ellos contaron con el beneficio de un traductor universal que les permitía entender lo que los Inix decían, y así se evitaron la tortura que representaba la sonda mental Angelix (Ver capitulo 1)
-Pues en ese caso, súbete a la mesa de exámenes- Exclamo el buen doctor.
Obediente como pocas veces en su vida el erizo siguió cada indicación del doctor, sabia que el premio estaba al alcance de la mano, hasta había traído su viejo zapato consigo, Ward noto con facilidad la ansiedad del erizo y atraso el resultado del examen tanto como pudo, le hacia gracia ver al sonic cada vez mas nervioso, pero al final decidió terminar con la tortura y con un rápido movimiento le saco la bota que inmovilizaba su pie, casi como un pájaro que acababa de descubrir que sus alas servían para volar, sonic pareció disfrutar de una sensación de libertad como nunca antes en su vida, con un rápido movimiento se puso el zapato, y salto de la mesa de exámenes, se sentía mas liviano, mas ágil que nunca antes, tenia que probar sus pies, con gran velocidad, pero no toda la que podía alcanzar Sonic dio una vuelta a la enfermería, pero la voz severa se Ward lo detuvo en seca –En mi enfermería no se corre- Exclamo el doctor sin alzar la voz, pero con autoridad.
-Perdón- Respondió Sonic con una gotita en la frente, en verdad que había olvidado por un segundo donde estaba, y de inmediato dejo la enfermería, pero no sin antes darle las gracias la doctor Ward, ya en los pasillos de La Intrépida Sonic pudo por primera vez en dos semanas volver a usar sus pies tal como siempre lo había hecho, como jamás debió dejar de hacerlo, trotaba casi como un borrego que daba saltos de alegría probando sus piernas, sabia que en una nave no podría usar sus piernas a plenitud, así que pensó en ir directo hasta el gimnasio del navío, y usar una de las cintas para correr, hasta dejarla hecha jirones, pero en cuanto se disponía a tomar rumbo un sonido le llamo, atención, eran risas, cercanas, pero no eran risas comunes, eran risas entre dientes, de esas que se producen cuando uno no desea que lo escuchen, Sonic sabia que no era asunto de él, pero la curiosidad fue mas fuerte, camino un par de metros y asomo la cabeza por un corredor, junto a este pudo verlos, era un grupo de Inix, tres mujeres y un hombre, los cuatro formaban un circulo muy cerrado y hablaban en un tono un poco bojo, parecían estar contándose los chismes de la nave, sobre quien salía con quien y quien le había sido infiel a quien, Sonic empezó a perder el interés con gran velocidad, ese tipo de cosas no eran de su incumbencia ni de su interés, pero cuando estaba por irse unas palabras captaron poderosamente su atención.
-¿Adivina a quienes acabo de ver almorzando juntos en el mirador otra vez?- Pregunto una de las hembras.
-Adivinare- Respondió el macho -¿Al comandante Prower y a la oficial medica Rose?-
-Correcto- Respondió la hembra que había hecho la pregunta.
-Que romántico…- Exclamo una de las Inix –Desearía tener una relación así…-
-¿Qué relación¿Qué quiso decir con eso?- se pregunto Sonic demasiado intrigado como para alejarse-
-Pero ¿Por qué no lo habrán formalizado aun?- Pregunto el tripulante.
-Es que creo que Amy siente algo por el de pelo azul- Respondió una tripulante que parecía lleva ropas de ingeniero.
-¿Por ese? Pero si es un arrogante odioso, no se compara con el comandante- Exclamo la misma que había dicho que la relación entre Tails y Amy era tan romántica.
-¿Arrogante y odioso?- A Sonic no le gustaba mucho el curso que estaba tomando la conversación, hasta que las palabras de una de las tripulantes lo tranquilizo un poco –Chicos, yo creo que estamos asumiendo cosas, por lo que se el comandante y Amy son solo buenos amigos y nada mas-
Pero la tranquilidad de Sonic seria pasajera…
-Es que tu eres nueva en la nave, no estuviste aquí en la fiesta (Ver capitulo 7)-Respondió la que vestía ropas de ingeniero.
-Eiko, yo solo escuche que Tails había cantado una canción dedicándosela a Amy, nada mas- Respondió la tripulante que deseaba ponerle trapos fríos al asunto.
-Pero es que no te enteraste de lo que sucedió después de la fiesta- Retruco Eiko –después de la fiesta nuestro querido comandante escoltaba a Amy a su habitación, que caballeroso de su parte ¿no? En fin, un tripulante los vio muy abrazados frente a la puerta de la habitación de Amy, y si eso no suficiente como para llamarte la atención ¿Recuerdas cuando los dos se quedaron solos toda una noche en PQ557? (Ver capitulo 11)-
-Claro- Respondió la tripulante -Ese día regresaron con un trozo de piedra de los antiguos, salio en todos los noticiarios-
-Lo que no sabes- continuo Eiko –Es que esa misma noche la tripulante Torres Vio a Amy entrar en la habitación de Tails y no salio de allí en toda la noche- Termino la Inix con una sonrisa maliciosa.
-¿Insinúas que ellos dos…?- Respondió la tripulante antes de llevarse las manos a la boca en señal de asombro –Pero creí que ellos dos eran aun muy jóvenes para los estándares de su especies ¿Estas segura?-
-Bueno- respondió Eiko –No puedo estar segura, pero ¿Por qué otro motivo Amy pasaría toda la noche con Tails?
Ni bien termino de decir estas palabras se escucho un fuerte golpe seco que hizo que todo el grupo casi tocara el techo con las manos del susto, los cuatro se dirigieron en dirección de donde habían escuchado el sonido, justo el mismo lugar desde donde Sonic los había escuchado, pero ya no había nadie allí, solo una abolladura en una de las paredes metálicas de la nave, como si alguien le hubiera dado un fuerte puñetazo a la misma y luego se hubiera esfumado…
Mas cerca de lo que cualquiera de los tripulantes de la nave podía pensar un plan para destruir a Ventisca y a su joven piloto se ponía en marcha, en una nave de combate dos pedrosos cazas se preparaban para el enfrentamiento, sus pilotos sabían que su misión no seria fácil, pero también sabían que eran lo mejor que la armada Angelix tenia para ofrecer, observaban como sus naves eran preparadas por los robots de Eggman supervisados por el doctor en persona, uno de los pilotos se llamaba Orión, tenia un aspecto calmado, y así también era en la batalla, Orión era famoso por su sentido del honor y por el respeto que mostraba a sus rivales, para el una contienda debía ser una gloriosa lucha entre voluntades, pero no comentan el error de creer que por sus convicciones y su respeto hacia los rivales Orión podía ser blando de corazón, todo lo contrario, la piedad era algo que no existía en su vocabulario, ya que desde su perspectiva mostrar piedad a un rival era una falta de respeto imperdonable, a su lado estaba su compañero de equipo, Némesis, Némesis no podía ser mas diferente a Orión, para él el respeto a los rivales era risible, Némesis pensaba que tenia derecho a matar a quien se le cruzara por delante, que su habilidad como piloto le daba el derecho de destruir a quienes no eran tan buenos como el, ya que eran solo basura, y la basura no tiene lugar en el campote combate, también era cierto que no se llevaban bien, pero ambos eran profesionales y en el campo de batalla harían a un lado sus diferencias, sabían que pronto su presa estaría al alcance.
-Tiempo para encontrarnos con La Intrépida quince minutos- Exclamo una voz por un altavoz, esa era la señal que los dos pilotos esperaban, y tras colocarse sus respectivos cascos, ambos subieron a sus navíos -¿Funcionaran tus modificaciones?- Pregunto Orión a Eggman.
-Tranquilo pequeño- Respondió el científico -Ya veras que si-
-Mas te vale gordo seboso- Exclamo Némesis mientras cerraba la cabina de su nave.
-Cuando todo esto termine me asegurare de que Snow Wolf te obligue a tragarte esas palabras- Exclamó por lo bajo Eggman –Pero por ahora tengo otras cosas mas importantes de las encargarme que una pequeña ofensa, como por ejemplo tomar el control de todo el imperio Angelix…-
De regreso en La Intrépida un erizo de pelaje oscuro miraba desde una prudente distancia a un par de jóvenes almorzando juntos, sentados en una banca mirando el maravilloso espectáculo del espacio a su alrededor, como envueltos en una burbuja, como separados del los mundanales problemas, como si solo ellos existieran, Amy tenia su cuerpo ligeramente recostado sobre el hombreo de Tails, pero el zorro no parecía molesto o incomodo con la cercanía de la joven, es mas parecía disfrutarla, Shadow no estaba muy seguro, pero podía jurar que las mejillas de Tails estaban ligeramente sonrojadas, y esa mirada, esa mirada que parecía decirlo todo sin decir nada –Se están cocinando problemas- Pensó el erizo, y tenia mas razón de lo que pensaba, pero re había equivocado respecto a quien seria el que se metería en problemas, pues detrás de él, mirándolo con algo de duda estaba una coneja, Alice lo miraba con nerviosismo, aun no se había atrevido a decirle lo que sentía por el, maldecía su falta de coraje, por alguna razón, cuando se trataba de perseguir una noticia, podía poner su integridad en peligro sin mostrar miedo o duda, pero los hombre siempre habían sido un problema para ella, además, aunque Vanilla le había dicho que ella no tenia interés alguno en Shadow, aun no sabia lo que Shadow sentía -¿Y si él esta enamorado de Vanilla?- Se preguntaba temerosa de la respuesta, pero temiendo no lograría nada, debía preguntárselo, si la repuesta era no, tal vez, solo tal vez ella tuviera una oportunidad, al coneja se acerco a Shadow, aun sin saber como iniciar la conversación, hasta que vio que tenia una pequeña Palm en las manos -¿Estas escribiendo algo?- pregunto como tratando de buscar un tema de conversación.
-Si- Respondió secamente el erizo –Una carta para Vanilla-
-Ya veo- De nuevo ese nombre ¿Pero en que diablos estaba pensando? Aun aquí piensa en ella.
-Cream esta escribiendo una carta para su madre, y me dijo que si quería podía escribirle algo- Termino de explicar Shadow en un tono muy casual, dándole poca importancia al asunto.
-Tengo que preguntarle- Pensó Alice, ya no podía aguantar mas la incertidumbre –Shadow, veo que ti realmente aprecias a Vanilla-
-¿Apreciarla?- Parecía que Shadow ni se había tomado la molestia de considerarlo –Supongo que si, después de todo ella me dio un lugar en su casa-
-¿Qué, qué tanto la aprecias?- Pregunto con nerviosismo la coneja.
-¿De qué estas hablando?- Shadow parecía no entender, hasta que un segundo de lucidez le permitió llegar a una conclusión, pero no pudo ser una conclusión mas errada –Tu estas detrás de algo ¿No es así?-
-Yo no…-
-Detrás de una noticia- Interrumpió Shadow a Alice.
-¿Qué?- Ahora era la joven reportera la que no entendía nada.
-¿De que se trata esto¿De conseguir la primicia de la nueva novia de Shadow¿Tienes idea del daño que podría hacerle a Vanilla si la gente pensara que ella esta involucrada con migo?- Exclamo amenazante Shadow –Lo que piensen de mi no me importa, pero si llegas a manchar aunque sea un poco la reputación de Vanilla, te juro que yo…-
Pero Shadow no dijo una palabra mas, una fuerte bofetada en el rostro lo detuvo en seco, adolorido y ofendido miro con ira a Alice, pero se extraño al ver en los ojos de la coneja estaba aun mas enojada que él.
-Eres un idiota- Exclamo Alice al tiempo que se alejaba del lugar con paso firme, decidida a no soportar ese tipo de humillaciones de parte de Shadow, el que aun no entendía un cuerno de lo que había pasado, pero sabia que no iba a dejar que nadie lo tratara así, intento caminar hasta Alice, pero el sonido de la alarma de La Intrépida sonando a todo volumen lo detuvo en seco.
-Atención a todos los tripulante- se escucho una impersonal voz a trabes de los altoparlantes -Atención a todos los tripulantes, dos cruceros Angelix pesados, del tipo cazador han sido detectados, todos los pilotos de cazas de combate, diríjanse a sus naves, el resto de la tripulación, a estaciones de combate, esto no es un simulacro, repito esto no es un simulacro-
Continuara…
Bueno, otro capitulo que se va, y prepárense, ya que en el próximo capitulo cosa muy importantes pasaran, por ahora me despido.
