"Todos Quieren (Gobernar El Mundo)."

Por B.B. Asmodeus.


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Parejas: Kou Seiya (Sailor Star Fighter)/Usagi Tsukino (Sailor Moon). Kou Yaten (Sailor Star Healer)/Personaje sorpresa. Haruka Tenoh (Sailor Uranus)/Personaje sorpresa.

Menciones de Haruka Tenoh (Sailor Uranus)/Michiru Kaioh (Sailor Neptune).

Rating: Teen/PG-13. Acción H/M (het) & M/M (yuri).

Categorías/Advertencias: Realidad Alterna. Humor, Romance, Drama, Wing!Fic, Acción/Aventura, Lemon, Yuri, Yaoi, Het, Horror. Lenguaje ofensivo.

Advertencia especial: Infidelidad emocional.

Sinopsis: "¿Qué hay de usted, Kaioh-san? ¿Qué es lo que piensa de Sailor Moon? ¿Qué es lo que la motiva a cuidar de ella, más allá de ser su guardiana?"

Disclaimer: Por último, Bishoujo Senshi Sailor Moon no es mío. *sniff*

Línea del tiempo:

Capítulo i (Día 1): Llegada a Kinmoku.

Capítulo ii (Día 2): Desayuno con los Senadores de Kinmoku/Magnus + Preparaciones para el baile.

Capítulo iii & iv (Día 2): Baile en el Planetarium.

Inicio de Capítulo iv & v (Día 2 / Día 3): Investigación de Healer y Uranus + entrenamiento de las Inners para el torneo.

Capítulo vi (Día 4): Torneo.

Capítulo vii (Día 4): Torneo.

Capítulo viii (Día 5): Boda de Kakyuu.

Nota especial: Primero que nada, quiero dedicar este capítulo a todos aquellos que siguen comentando, dando kudos, etc. para que esta historia continúe. Me ayuda mucho que me jalen las orejas. No es que no tenga inspiración, es que a veces mi tiempo es dividido entre escribir y la vida real. Suelo priorizar los fandoms que más me capturan en el momento (GOTHAM, ejem). Sin embargo, me alegra que siempre tenga amor en mi corazón para Sailor Moon. Gracias, lectores. ¡Se merecen un abrazote y muchas galletas!


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vi.

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"Nada bueno nace de mentiras

Y la grandeza no es lo que piensas."

-Diana, Wonder Woman 1984.

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La mañana arribó. Con ella, trajo un alto nivel de expectativa y emoción.

Seiya, de pie en el balcón de su alcoba al rocío del amanecer, respiró la esencia sin igual de Kinmoku. Permitió su aroma a tierra húmeda entrarle por toda vía posible, penetrando sus sentidos; guardó los sonidos silvestres para sus momentos de escritura.

El frío de la mañana se fue marchando paulatinamente.

Momentos después, los delicados vellos de sus brazos se erizaron.

Seiya abrió sus ojos. "Kakyuu-hime, buenos días."

A su costado, la esencia dulce de la Soberana incrementó en potencia. "Fighter."

Ambas inclinaron sus rostros, una fuerza inevitable siempre jalándolas la una a la otra.

Seiya recordó su antigua visión en el momento que su mirada se cruzó con la de Kakyuu. Recordó una visión de nostalgia y angustia emocional sufrida en el Planeta Tierra, bajo la piel de ídolo y no de soldado. Una visión de cuando Seiya había estado completamente confundida, rendida a la pasión que Odango le producía con su mero existir.

"Quería verte una última ocasión. Antes de que todo cambie."

Seiya, aun en sus shorts y camiseta de dormir, se sonrojó. La intensidad en los ojos fuegos de la mujer le incomodaron. "Me imagino. Felicidades, por cierto."

Kakyuu suspiró. "No te molestes. Siempre he preferido tu honestidad, Fighter. Aunque la mayoría de las veces borde en la crueldad."

"¿Cruel? ¿Yo?" Seiya bufó por sus narices. Pronto, el aroma de Kakyuu perdió toda sensación de confort. "¡Rompiste tu promesa!"

"¿Oh?" Kakyuu se recargó en el balcón, colando sus manos en la piedra fría. "Supongo que a veces las promesas de la juventud tienen que sopesarse contra el buen juicio."

"Dijiste… Kakyuu, prometiste que serías diferente a tus padres. No querías imitar la manera en la que manejaron el gobierno de Kinmoku, incitando guerras civiles por doquier. ¡Siempre lo dijiste! Prometiste que no seguirías sus pasos."

"Cuando te prometí eso, no conocía lo que en verdad era una guerra." Kakyuu interceptó. "Ni tampoco tú."

Seiya empuñó sus manos. "Estás hundida con Magnus hasta el fondo, ¿verdad? Todo este asunto de la Boda Real es por estar haciendo tratos clandestinos con el Rey Frihét I desde el principio. Ahora las consecuencias están poniéndote bajo presión. Te dije que no era buena idea negociar con Magnus, no son confiables."

"¡Necesitábamos su tecnología!" Kakyuu raspó, luchando por no subir su tono de voz. "¡Sabes que la Corona estaba en banca rota, Fighter! Mis padres dejaron al país con una economía seca. Necesitábamos que Magnus invirtiera en nuestro planeta de alguna manera. No teníamos ninguna clase de defensa contra un enemigo foráneo y fue por eso en gran parte, que Sailor Galaxia pudo arrasar con Kinmoku en un tronar de dedos. Al final, fue afortunado que ya contáramos con una alianza. Gracias ello, sobrevivientes pudieron encontrar un lugar seguro al cual escapar. Magnus ayudó a tu pueblo, Sailor Fighter, no lo olvides."

"¿A cuál precio? No dejo de preguntármelo." Seiya gruñó entre dientes. "Con Magnus todo se reduce a ganancias. Ninguna ayuda de su parte viene sin un precio a pagar, Kakyuu."

"Estás siendo exageradamente suspicaz—"

"Piénsalo. Se aprovecharon de nuestro estado vulnerable para expandirse por un planeta que por siglos se había defendido de sus intentos de invasión. ¿Quieres ponerte en el papel de regidora calculadora? De acuerdo. En el momento que Kinmoku pase a ser terreno del Príncipe, la producción masiva de su artillería comenzará. Militarizarás Kinmoku hasta el último rincón en—Mmm, ¿qué número te gusta? ¿Un año? ¿Qué tal dos? En cinco, definitivamente." Seiya emitió un sonido de disgusto. "No lo entiendo. ¿Estás construyendo un mundo mejor para tu gente, o para los intereses de la Corona solamente?"

"Un mundo mejor requiere avanzar." La mujer se tornó hacia ella con comando en su voz. Seiya, sin embargo, no sintió obediencia alguna. "No se trata de obtener únicamente la tecnología de Magnus en artillería, Fighter. Industrialización, seguridad socioeconómica, condiciones de vida más prósperas—estoy pensando en mi gente, de hecho." La mujer suspiró. "Has vivido en el Planeta Tierra. Tarde o temprano, Kinmoku tendrá que convertirse en un planeta a la par para sobrevivir. Me ha tocado ser el canalizador para dicho avance. Será atroz, sí. Devastador, en algunos aspectos. Pero, también nos hará más fuertes. Como Kinmoku nunca lo ha sido."

"Mi madre no comparte tu opinión." Seiya se cruzó de brazos. "Y eso de rebelarse parece sentarle bien. Sólo porque no veas las cifras de soldados frente a ti, no significa que no existan. Sang' Froid es un nombre poderoso. La gente se seguirá apilando de su lado." Seiya sintió un amargo sabor con lo dicho. Después de todo, Severina podría tener razones para desconfiar de su propia hija, si le era tan fácil a Seiya divulgar este tipo de insight.

Era un gran peso para Seiya, lo que la ladeada hacia el lado de la Corona.

"Aprecio el consejo. Sin embargo, no deberías creer todo lo que Severina Sang' Froid jura como verdad. La Condesa es la legitima voz de Froid, y estoy segura de que no apreciará que su hermana quiera usurpar su autoridad."

Así que, a pesar de todo, la alianza entre la Corona y Froid permanecía afianzada. Seiya guardó la revelación con recelo, para examinarla después. "Tanto mi tía como mi madre son admiradas. No subestimes la popularidad de Severina, solo porque no es la heredera de nuestra dinastía."

"Es su decisión, entonces, Fighter. Si desea oponerse al futuro, solo me queda hacerle frente." Kakyuu tomó posesión de la mejilla de Seiya. "Todos nosotros las hemos hecho ya. Ahora, la hora de afrontar las consecuencias ha llegado. No podemos huir de ellas. Debemos luchar por defender nuestros ideales. Sólo te pido…"

"No." Seiya alejó la mano de Kakyuu de su rostro de manera violenta. Su decepción por lo que Kakyuu ya había fijado como destino de su país, le rompió el corazón. "Ya he hecho suficiente por la Corona, Princesa. He guardado sus secretos por años, incluso de Sailor Maker y de Sailor Healer."

"¿Se los contarás a ella?" Kakyuu echó un vistazo hacia la alcoba, donde Odango todavía no daba señales de vida.

Seiya caminó por lo ancho del balcón para calmar su mal humor.

Por mucho tiempo, Fighter había sido capaz de compartimentalizar su vida previa a la Guerra con Sailor Galaxia. Ahora, todo salía de rebote, mierda corriendo por todas partes. Seiya no sabía contenerla de nueva cuenta. ¿Cómo cortarse de este escenario, cuando ella misma había tenido sus hilos entretejidos en su creación?

"Mientras lo pienso. ¿Por qué mejor no te apresuras a contarle la verdad a Sailor Star Healer?"

"De ninguna manera."

"¡Debes saber lo que está pasando!"

"Healer es una persona muy sensible, Fighter. Lo sabes."

Seiya frunció su entrecejo. Kakyuu siempre había tratado a Healer de manera más consentida, pero encontró la nueva renuencia de Kakyuu demasiado extraña. "No sé por qué la paranoia. No es como si la fueras a perder de tu gracia. Healer nunca dejará de idolatrarte."

Kakyuu le ofreció una expresión peculiar. Seiya leyó primero confusión. Luego, algo más agrio.

"Sailor Star Healer tiene dificultad para ver el lado gris de los conflictos. Con ella suele ser blanco o negro. Sigue siendo impulsiva. Caprichosa. Sé que está haciendo su mejor esfuerzo por llenar tus zapatos, y la admiro profundamente por ello."

"¿Pero?"

"No es Sailor Star Fighter. Alguien quien sabe tomar decisiones cruciales cuando se le espera."

Decisiones cruciales como asesinar a Sailor Animamates y sus creaciones en sangre fría, antes de conocer el poder sanador de Eternal Sailor Moon. Decisiones como dejar Kinmoku para seguir a su Princesa a la Vía Láctea, dejando al resto de los habitantes a la merced del Caos. Decisiones que Fighter había hecho con cabeza fría.

Seiya suspiró suavemente tras un momento de introspección. -Se siente como si fuera hace cien años cuando tomé una decisión de ese tipo.

Caminó de regreso a Kakyuu con una ligera sonrisa.

Al coger sus manos con las de la Soberana, Seiya activó su henshin. Fue Sailor Star Fighter—con quien Kakyuu había venido a despedirse realmente—que acercó su rostro a la de la pelirroja, otorgándole un beso en su frente.

Al separarse, un calor se retorció por sus entrañas. La reacción de la semilla estelar de Kakyuu, al estar en contacto con la suya.

"Ésa Sailor Star Fighter dejó de existir hace mucho tiempo."

De la sorpresa, Kakyuu retrocedió de su abrazo. Extrañamente, indicó recibir el brote de sinceridad de la Star Senshi como si hubiera recibido un insulto.

"Tienes razón." Fighter levantó su mentón, firme. "Todos nosotros hemos tomado una decisión. No podemos regresar en el tiempo a rectificarlas. Sin embargo, recuerda Kakyuu, que mi lealtad ya no está obligada a seguir tus ideales. Tampoco los de Severina, per se, pero ella es mi madre. Si es necesario… Si obligas mi mano…" Fighter tragó saliva. "No esperes que mi favor caiga en tu beneficio."

Fighter creyó entonces saber interpretar la penumbra en el rostro de Kakyuu-hime, al escucharla.

Devastación total.


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Taiki revisó su reloj de muñeca por quinta ocasión.

Chiba estaba retrasado por más de media hora.

"¿Gusta pedir algo más?" La mesera del CROWN se le acercó con una sonrisa cordial. Taiki suspiró con impaciencia, resignada a su destino de quedar plantada.

"No, gracias. Dame la cuenta, por favor."

Era refrescante no ser acosada por chiquillas como la mesera. El truco de cambiar su apariencia ligeramente había funcionado. Kou Taiki había dejado de ser reconocible para sus fans. Que se mantuviera en su cuerpo femenino, sólo ayudaba a pasar desapercibida. La idea de Kino-san no había sido tan ridícula, después de todo.

"No puedo creer que haya interrumpido mi investigación por esto." Taiki murmuró, girando su vaso de agua de pepino que había pedido durante su espera. Era un día caluroso. La bebida había sido un alivio.

Pagó la cuenta y acomodando su mochila de vuelta a su hombro, Taiki se dispuso a retirarse del lugar.

La puerta se deslizó de manera automática al sentir sus pasos. Taiki esperó por el sol para que le pegara en el rostro, cegándole de la misma forma en la que le había cegado cuando había salido esa mañana de su apartamento.

No hubo ningún sol.

El cielo estaba cubierto.

"¿Nani?" Taiki retiró sus lentes oscuros, levantando su rostro para admirar mejor lo que estaba presenciando. "¿Qué diablos...?"

A primera examinación, cualquier podría determinar que se trataba de los inicios de una tormenta. Tal vez si Taiki no fuera una Senshi, se dejaría guiar por esa explicación como todos los demás civiles.

Pero Taiki no era un civil.

Energía cósmica se concentraba en el remolino de nubes cubriendo el cielo del Distrito Juuban. La energía era tan densa que su piel se erizó.

Relámpagos dorados centellearon por el firmamento. Sonidos de truenos hicieron eco por la ciudad.

"No se trata de una tormenta natural."

Taiki parpadeó, tornándose hacia la acera.

Michiru Kaioh observaba el cielo con la misma suspicacia. Sujetaba su mentón con reserva.

Taiki se apresuró a bajar los escalones, para acompañarla. "Este poder se siente conocido, pero a la vez—"

"¿Como una anomalía? Reconozco el brillo de la estrella de Sailor Galaxia. Nunca olvidaré la firma de su esencia, después de haber usado sus brazaletes."

Taiki frunció su ceño. Buscó en su mochila por la computadora portátil que había construido junto con Luna y Mizuno-san. Al encenderla, forzó acceso a la red del Instituto climatológico de Tokio, tratando de encontrar un epicentro a la tormenta cósmica.

Temblores provinieron del suelo. Lo suficiente para que los civiles, ahora sí, comenzaran a preocuparse.

Taiki cerró su computadora portátil. "Encontré el epicentro."

Michiru-san asintió. De su bolso, Taiki alcanzó a divisar su pluma de transformación, lista para ser activada. Taiki le frenó, sin embargo, apuntando hacia la multitud de personas que comenzaban a correr por las calles en busca de refugio de la tormenta que comenzaba a salpicarles.

"Es bastante lejos. Tendremos que conducir."

"Supongo que hoy no fue un buen día para escoger caminar." Michiru-san usó su bolso de protección de la lluvia. Al ver a Taiki dirigirse hacia la parte trasera del CROWN, la mujer la siguió. Cuando llegaron al estacionamiento, Kaioh-san dejó salir una risa. "¿En verdad es tan grande el ego de Seiya-kun, para tener sus propias placas llamadas SEIYA-007?"

Taiki rodó sus ojos. "¿Es una pregunta retórica, o en realidad quiere saberlo?"

Comenzaron rumbo hacia el oeste.

La tormenta fue empeorando conforme Taiki fue profundizándose hacia la zona montañosa que rodeaba el Templo Hikawa.

A su lado, Michiru-san mostró su espejo, sacándolo de su bolso. "No puedo creerlo."

"¿Qué pasa?"

"Registro una fisura en el tiempo… Entre dimensiones."

"¿Cómo sucedió la última ocasión?"

"No exactamente." Kaioh-san apretaba el objeto entre sus manos con recelo. "Esta energía… Pertenece a la estrella interna del Príncipe Endymion. Por eso no la reconoces al conjunto de la energía de Sailor Galaxia. Nunca la haz sentido antes como para tener un punto de referencia."

"Oh." Taiki no solía acelerar como el tonto de Seiya, pero sabía que la situación lo ameritaba. "Debería llamar a Sailor Pluto."

"Ya lo intenté. La llamada no se conecta. Lo cual me hace pensar…" La mujer suspiró. "Que, de alguna manera, está involucrada en este lío también."

"No lo tomen a mal." Taiki sonrió. "Pero ustedes las Sailor Senshis tienen que mejorar sus habilidades de comunicación."

Kaioh-san dejó salir una risilla. "Ni que lo digas, Taiki. Sin embargo, ¿dónde quedaría ese sentido de misterio? No es como si ustedes hubieran sido las personas más abiertas con nosotras desde el comienzo."

Taiki hizo una mueca. El pasado, siempre era un incómodo tema de conversación. "Puede que no confiáramos en nadie más, pero por lo menos entre nosotras sabíamos que si Yaten no contestaba el teléfono era por sus obsesivas visitas al Spa. En el caso de Seiya, solía ser por alguna aventura clandestina involucrando a Usagi Tsukino."

"¿Y en su caso?"

Taiki tragó saliva. Tan solo recordar esa época oscura, le traía un mal sabor de boca. "Cuando ocupaba estar a solas, escribía poesía en la privacidad de mi apartamento. Seiya y Yaten sabían muy bien que en aquellas ocasiones interrumpirme les costaría caro."

"Poesía. Que inspirador." Michiru-san regresó su atención a su espejo. "Es curioso. Por más cerca que interactuemos con aquellas niñas, siempre ha existido esta franja entre nosotras y ellas. Nuestro punto de vista como Guerreras siempre ha distado de la visión de las Inner Senshis. Nuestra manera de pelear. Nuestra manera de reaccionar. Nunca hemos estado ojo a ojo a excepción de cuando…"

Michiru-san levantó su mirada de su espejo. No mostró una sonrisa, pero sí una suavidad en su expresión. "... cuando se trata de mantener a Sailor Moon a salvo."

Fue inevitable no recordar su batalla con las Outer Senshis durante la guerra contra Sailor Galaxia. Hasta para servirle a su Princesa y mantenerla a salvo, Sailor Uranus y Sailor Neptune habían diferido del sacrifico de las Inner Senshis. Al final habían torturado la mente y las emociones de Eternal Sailor Moon, sólo por tener una oportunidad de vencer a Galaxia en su propio juego. Había sido cruel. Increíblemente cruel.

"Dígame, ¿le agrada Tsukino-san, al menos?"

Obtuvo exactamente lo que Taiki había buscado—tomar a la mujer con la guardia baja.

Kaioh parpadeó desconcertada. "¿Perdón?"

"Bueno…" Taiki aclaró su garganta. "Es obvia su lealtad por Sailor Moon. Creen en ella. Pero, seamos honestas, raramente la han tratado con respeto."

El silencio que prosiguió pudo calificarse como gélido.

Taiki no le temió a la adversidad y expandió su punto de vista. "Sailor Pluto nos compartió sobre el futuro de Tokio de Cristal. Sobre la heredera al trono después de la Neo Reina Serenity. Así que comprendo la conexión entre Pluto y Sailor Moon. Aquella hija futura había sido importante para Pluto. Lo mismo puede suponerse con Sailor Saturn. Y analizando a Sailor Uranus… Desconozco mucho de su pasado con Sailor Moon, pero es obvio que la aprecia. A su modo." Estaban cerca del distrito del Templo. La tormenta seguía produciendo centellas doradas en el cielo. "¿Qué hay de usted, Kaioh-san? ¿Qué es lo que piensa de Sailor Moon? ¿Qué es lo que la motiva a cuidar de ella, más allá de ser su guardiana?"

Taiki estacionó el automóvil con sumo cuidado. Al apagar el motor, se tornó hacia el asiento del copiloto.

Lo encontró vacío, con la puerta semiabierta.

Asombrada, Taiki se apresuró a salir del auto.

Sailor Neptune se encontró en la planta baja de los escalones al Templo Hikawa. En su mano derecha, su espejo resplandecía con alarma. La lluvia empapándola no pareció molestarle.

"La energía ha aumento sus niveles considerablemente. Será mejor apresurarnos."

Justo frente a sus ojos, Neptune se desvaneció entre las sombras.

Taiki suspiró. "Yaten tiene razón, por esto no tengo amigos."

Activó su henshin de inmediato.

Al llegar al Templo, Eternal Sailor Venus estudiaba el campo de energía que los rodeaba con la misma intensidad que Artemis, Luna y Hino-san. Al verla llegar, la rubia sonrió con entusiasmo, saludándola con alivio palpable.

"¡Sailor Star Maker! ¡Qué bueno que llegas!"

"Buen día, Sailor Venus. ¿Tienen alguna idea a qué se deba este fenómeno?"

Fue Luna la que proporcionó una respuesta. "Tenemos una fuerte sospecha."

"¿Sobre?"

De cuatro patas sobre una de las estatuas del Templo, la gatita corroboraba con sus propias ecuaciones en su computadora portátil. "De casualidad, Sailor Maker, ¿alguna vez ha escuchado de Elysion?"

Maker se cruzó de brazos. Pensó por un momento. "¿La mitológica tierra de los Sueños?"

"Ni tan mitológica, Maker." Venus intervino. "¡Elysion existe! De ahí proviene el Pegaso Helios."

"Maker no conoce a Helios, Sailor Venus." Hino jaló del cabello de la rubia para regañarle. "Y dudo que siga siendo un Pegaso. ¿Qué no recuerdas que cuando nos despedimos de él, era humano?"

"Oh, sí. Perdón." Venus sobó su nuca.

Sailor Maker respiró hondo. Siempre requería de mucha paciencia para lidiar con Sailor Venus. "Así que Elyson existe. Correcto. ¿Qué tiene que ver con lo que está sucediendo?"

"Elysion." Luna retomó el protagonismo de la conversación. "Era la antigua capital de la Tierra, claro, remontándonos a los tiempos del Milenio de Plata. Sé que conoces esta parte de la historia, porque te he compartido mis notas, Sailor Maker. Después de la guerra contra la Reina Beryl y la devastación tanto de la Tierra como de la Luna, Elysion pasó a ser alojada en otra dimensión para proteger los sueños de las personas."

"Así es." Hino-san continuó. "Hace un par de años conocimos al guardián de Elysion, Helios. Primero se mostraba en forma de Pegaso porque su verdadero cuerpo se encontraba secuestrado por otro fuerte enemigo. ¡Pero, en fin! Para no alargar la historia, al final lo ayudamos a recuperar su cuerpo y a mantener a Elysion a salvo."

"Sin embargo…" Luna brincó de la estatua para caminar hacia ellas. "Hay algo que ni ustedes saben, chicas."

"Luna, no otra vez." Rei-san murmuró entre dientes.

"Lo siento, la información no me incumbía compartirles si es que no era necesario."

"¡Habla entonces!" Venus se hincó frente a la gatita.

"Elysion simboliza el regreso del Rey Endymion al poder. Por ello… se esperaba que, al ser construido Tokio de Cristal, Elysion regresaría a la Tierra."

Sailor Venus se fue directo contra el gato blanco. "¡Artemis! ¿Tú también sabías esto?"

"¡Venus, cálmate!"

"¡No, no me voy a calmar! ¿Qué significa todo esto entonces?"

"Elysion se aproxima, chicas." Luna concluyó. "Está siendo transportada a la Tierra… justo en estos momentos."

Atónita, Venus soltó a Artemis de sus manos, dejándolo caer al piso de piedra, sólo con su propio trasero peludo de amortiguación.


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Usagi gimió adolorida, masajeando su estómago con cuidado.

"¡Usagi!"

Se incorporó rápidamente al escuchar la voz de Ami. Pronto, miró a las chicas acercarse. Al voltear hacia ellas en el pasillo del palacio, les regaló una sonrisa que esperó fuera convincente. "¡Hola, chicas!"

"¿Cómo te sientes? ¿Mejor?" Ami fue la primera en tocar su frente para revisar por señales de fiebre.

"¡Mucho mejor! Gracias por la medicina, Ami. Me ayudó mucho." Usagi se adelantó hacia la dirección del elevador, siendo seguida inmediatamente por Makoto y Shingo.

Ami rio ante su entusiasmo. "Usagi, con calma. ¿Cuál es la prisa?"

"¡No puedo evitarlo!" Usagi aplaudió para sí con emoción. "Este Torneo suena a que será fenomenal."

"¿Dónde está Seiya-san?" Shingo bostezó, entre medio de su hermana y Ami.

"Se ofreció a ayudar a la seguridad de la arena. Será una gran multitud la que asistirá el día de hoy al Torneo. La pobre de Healer ocupa toda la ayuda posible. Oh, pero… ¿dónde está Haruka?"

"Hotaru y ella se levantaron temprano a entrenar. Dejaron una nota que nos verían en la arena también."

"Oh." Usagi ignoró los ligeros retorcijones de su estómago. No. No dejaría que los síntomas la derrotaran. Quería ver el Torneo a como diera lugar. "¡Todas ustedes tuvieron oportunidad de prepararse! ¡No es justo!"

"Como si en verdad te fueras a dedicar a hacer ejercicio, floja." Shingo murmuró.

Usagi intentó pisarle el zapato deportivo de su hermano. El enano cambió de lugares de inmediato, y con ciertas habilidades ninja que Usagi no había visto antes.

"¡Hum!" Usagi se cruzó de brazos. "No importa. Verás cómo después te comerás tus propias palabras, mocoso."

"¿Eh?" Makoto giró hacia ella con ojos engrandecidos. "Quieres decir que—"

"Así es." Usagi le guiñó el ojo. "¡Yo también participaré!"

"Pero, Usagi-chan, ¿cómo piensas participar si no te has transformado de manera estable desde que enfrentaste a Sailor Cosmos?"

"Eso crees tú, Ami." Usagi disfrutó inmensamente de las caras de sus amigas. "Pero, no diré más, porque es un secreto. ¡Tendrán que esperar a la hora del espectáculo!"

Justo como Seiya había advertido, antes de marcharse por la mañana muy temprano, pronto descubrieron que la capital estaba a reventar. Dejaron el palacio en una de las carrozas Reales porque caminar, simplemente, tardaría mucho tiempo.

Ami y Makoto tomaron fotografías por las ventanas del carruaje durante el recorrido, admirando los coloridos bazares de ropa y de comida de la nación, acumuladas por las calles de la capital. Había música acústica y risas por todas partes. La gente se mostró excitada por las festividades. Usagi saludó a las Chibi Starlights, al divisarlas cuidando el perímetro alrededor de la entrada a la arena. Sailor Star Rage le devolvió el saludo.

Al bajar de la carroza, Usagi sintió a Shingo jalarle de la manga de su vestido.

"¿Sí? ¿Qué pasa?"

Shingo sacó una botella de agua de su mochila. "Si no quieres hacer el ridículo frente a todos cuando vayas a participar, mantente hidratada."

Usagi aceptó la botella con incredulidad. "¡Aw, mírate! ¡Preocupado por tu hermana mayor!"

"¡Ni lo pienses!" Shingo escapó de su intento de abrazarlo. Usagi lo hostigó por un buen rato hasta que el muchacho tropezó con una piedra, y fue el piso quien terminó recibiéndolo.

"¡Usagi! Ya déjalo en paz. ¡Es por aquí, vamos!" Mako-chan les gritó desde el lado oeste de la arena, donde los participantes al parecer debían registrarse. Shingo, ahora cubierto en tierra, siguió las indicaciones de Makoto con una cara gruñona. Usagi fue incapaz de aguantarse las risas, y se le fue arrojado los contenidos de la botella de agua en represalia.

"¡Ay, ahora verás!" Mojada, Usagi apretó sus puños al cielo de coraje.

"No tienen remedio, ustedes dos." Makoto la empujó hacia la parte trasera de las gradas. "¡Usagi, no pareces para nada a una chica que está a punto de entrar a la Universidad!"

"¡Él empezó!"

"¡Vaya, que madura respuesta!" Shingo les sacó la lengua a dos metros delante de ellas, escondiéndose detrás de las personas entrando y saliendo simultáneamente del corredor principal.

"Uuuuuy, vas a ver…" Usagi se dejó jalonear por Ami y Makoto hacia la dirección de los vestidores, una vez que fueron apuntadas por una de las Sailor Starlights de la nueva generación. "Ese pequeño diablo de niño. No sé de dónde saca tanta energía para molestar a su pobre hermana—¡Oh, hola chicas!"

Pasando los vestidores había una carpa en el exterior donde habían habilitado un lugar especial para seguir entrenando. Haruka paró de hacer abdominales, al mirarlas llegar.

"Ya era hora."

Usagi corrió hacia ella para abrazarla.

Luego, la misma Usagi hizo una mueca, al oler de sudor traspasarse a su nariz. "Aaaay."

Haruka frunció el ceño. "¿Aaaay, qué? ¿Estas insinuando que mi olor natural es ofensivo, Koneko?"

"Eh, um. Cla-Claro que no, quiero decir." Usagi luego suspiró. "Estás tomándome el pelo de nuevo, ¿verdad?"

Haruka sonrió, enigmática.

"Usagi-chan, ¿no deberías estar en las gradas con los espectadores?" Hotaru estaba igual de sudada que su entrenadora, vestida en ropa deportiva casi de manera idéntica a Haruka. Fue lo más adorable que Usagi había visto en mucho tiempo.

"Usagi dice que participará." Ami interceptó, sonando igual de dudosa que la plática en el elevador.

Usagi no apreció las expresiones aprehensivas de su equipo. "Quiten esas caras, y tengan algo de confianza en mí, ¿quieren? Les prometo que tengo todo bajo control."

Siempre y cuando Usagi recordara lo que Sailor Healer y Sailor Galaxia le había enseñado, Usagi sabía que podría canalizar el Cristal de Plata.

Después de haber creado la pluma de transformación para Luna, su poder había sido más fluido. Sus tardes secretas de entrenamiento con Sailor Galaxia estaban ayudándole a tomar control de su henshin, de una manera más acelerada de la que sus amigas hubieran imaginado.

Usagi se los demostraría.

Les mostraría lo fuerte que se había convertido.

"¿Estás segura de que es una buena idea?" Haruka le susurró un rato después, ya que las demás chicas estuvieran distraídas mirando desde el backstage hacia las gradas. "Podrías lastimar a tu oponente, si es que no a ti misma, si no tienes control sobre tu poder."

Usagi resopló para sí, decepcionada. "Haruka, no me digas que también dudas de mí."

"Sólo soy precavida. Qué bueno que le hayas perdido miedo al Cristal de Plata. Sin embargo… Sería bueno tener un plan de contingencia en caso de que algo saliera mal. No olvides que estaremos enfrentando gente desconocida en este torneo. No todos están acostumbrados a ver de lo que Sailor Moon es capaz."

El puchero de Usagi pronto se suavizó a una sonrisa conspiradora. "Supongo que tienes razón. ¿Qué sugieres que hagamos?"

"Dame una señal." Haruka dijo solamente.

"¿Una señal?"

"Así es." La rubia acarició su colita. "Cuanto creas perder el control, dame una señal y ahí estaré para detener la contienda."

Los retortijones regresaron, pero esta vez Usagi dudaba que fueran provocados por su indigestión. "Uh, de acuerdo. Pensaré en algo, entonces."

Usagi perdió cualquier cosa que hubiera sido la respuesta de Haruka con el nuevo escándalo que comenzó por el gimnasio.

"¡Dejen de husmear! Ya casi es hora de comenzar." Sailor Star Healer apareció junto a Sailor Star Fighter, luciendo bastante fastidiadas. "¡Necesito que todos los participantes hagan una fila! Está por determinarse quién se enfrentará a quién en el primer round de eliminaciones."

"¿Odango?" Fighter parpadeó al verla. "¿Y tú qué haces aquí?"

Usagi fingió no escuchar su pregunta, prefiriendo hacer fila junto a los demás.

Sailor Healer sostuvo su mentón. "Mmm. No funcionará."

"No." Fighter respaldó misteriosamente, tras inspeccionar a las tres Inner Senshis, las dos Outer Senshis, y las tres Chibi-Sailor Starlights que se habían apuntado a participar, Sailor Star Chaser, Sailor Star Developer y Sailor Star War.

"¿A qué se refieren?" Makoto se mostró nerviosa, mirando el punto en su estómago que Healer analizaba con intensidad. Usagi no perdió de vista como su amiga sumió su vientre en un intento por verse más delgada.

"Ocuparemos que se transformen." Healer, tan mandona como siempre, no dio detalles.

Ami fue la primera en actuar. Siempre dando el buen ejemplo. Sacó su pluma de transformación y la levantó sobre su cabeza. "¡Mercury Crystal Power! ¡Make Up!"

"¡Jupiter Crystal Power! ¡Make Up!"

Fue una reacción en cadena, siguiendo con Sailor Uranus y Sailor Saturn.

En menos de lo esperado, todos los ojos se concentraron en Usagi.

Usagi parpadeó. "¿Eh?"

"Te estamos esperando." Healer golpeó su frente exasperada. Todas las demás parecieron compartir el sentimiento, sobando sus nucas.

"Está bien, está bien, que desesperadas." -Aquí voy. Usagi imaginó que pedirles que cerraran sus ojos sería mucho que pedir. Los nervios le llegaron, aunque no quisiera. Culpaba la inmensa atención puesta sobre su persona. -No, no te pongas nerviosa. Recuerda el consejo de Galaxia.

-"No vivas del pasado. No imagines el futuro. Concéntrate en el momento presente."

Usagi permitió sus párpados caer para una mejor concentración. Su broche pulsó al ritmo de su palpitar, y Usagi sabía que el cristal estaba preparándose para surgir a su comando. Su cuerpo se sintió ligero por unos momentos, sujeto por la fortaleza de sus alas.

El Cristal de Plata preguntó: ¿Qué deseas?

Serenity respondió con una imagen mental. Un recuerdo guardado con mucho cariño, y del que quería revivir del olvido.

Para reinventarlo.

Las alas la envolvieron. Usagi pudo escuchar exclamaciones de asombro viniendo de sus espectadores, al poder conocerlas en el plano físico. Era raro que Usagi las mostrara a tan largo número de personas.

Un calor se manifestó por su cuerpo, listones rosados tejiéndose por sus extremidades en activación de un nuevo henshin. Polvo cósmico se desprendió minutos posteriores, y cuando Sailor Moon abrió sus ojos, parpadeó con curiosidad.

"Oh, pero si es…" Escuchó a Sailor Jupiter exclamar.

Sailor Moon estiró sus brazos para examinarlos. "¡Sí! ¡Justo como lo imaginé!"

En lugar de presentarse como Eternal Sailor Moon, talones azules habían reemplazado a sus faldas multicolores amarillo, rojo y azul oscuro. Sus botas blancas brillaron carmín, acompañadas de dos medias lunas bastantes conocidas en las puntas superiores. Las alas decorativas de su pecho habían regresado a ser un moño rojo, uno de los principales símbolos de la primera versión de su henshin. Con excepto de detalles menores, Sailor Moon estaba segura de que estaba vistiendo justo lo que había pedido.

"¿Tanto alboroto para un disfraz de marinera?" Healer rodó sus ojos. "Fighter, estaba pensando en separarlas por… ¡Fighter! ¡Deja de babear!"

"¿Nani? ¡N-No estoy babeando, idiota!"

"¡Fue con ese uniforme que nos conocimos, Sailor Moon! ¿Luce linda, no lo crees, Sailor Uranus? ¿Justo como lo recuerdas?" Saturn se le acercó sonriente, guiñando un ojo. Sailor Moon se sonrojó.

Uranus aclaró su garganta. "No sabría decirlo. Apenas lo noté la primera vez."

"Pues lo estás notando muy bien ahora." Fighter se apresuró a agregar.

Sailor Moon se atravesó entre Uranus y Saturn para evitar que el Torneo comenzara en el lugar equivocado. "Pensé que algo como esto, sería mejor opción. Algo que aprendí de las últimas batallas, es que las alas pueden llegar a ser muy difíciles de cargar a todas partes."

"Ese traje trae buenos recuerdos." Jupiter se les unió, junto con Mercury. Sailor Moon se dio una vuelta entera, descubriendo que sus alas habían desaparecido junto con su magia.

"Sí, parece que la vida era más sencilla en la Secundaria, ¿no chicas?" Mercury dijo pensativa. "Es una lástima que ni Sailor Mars, ni Sailor Venus, hayan podido asistir a este Torneo. Entonces si hubiéramos sido el equipo completo."

"Está bien, basta de distracciones." Fighter comenzó a aplaudir sus manos con fuerza para atraerlas al centro del gimnasio de nueva cuenta. "Hemos decidido que la primera ronda será entre Healer, Sailor Mercury y Sailor Star Developer."

"¿Cómo decidieron eso?" Chaser masculló. Sailor Moon le echó una mirada, registrando los tonos naranjas de su fuku. El uniforme tradicional de una Starlight, no la versión de Magnus.

"Tranquila, Chaser. Es un Torneo, no una batalla a muerte." Fighter se cruzó de brazos. "El propósito de este evento es entretener a los invitados de honor del planeta Magnus antes de la Boda Real. Nada más. Para ser justas por esta ronda, hemos medido los resplandores de sus estrellas para que todas podamos pelear aproximadamente al mismo nivel. No sería justo, ni entretenido, que colocáramos a alguien mucho más fuerte con alguien de nivel menor."

"Que patrañas. ¿Cómo nos midieron, según ustedes? ¿Con una regla mística de auras?"

"Por supuesto, Uranus. En Kinmoku nos gusta estar equipadas para toda ocasión." Healer chilló con sarcasmo, causando una risa salir de la boca de Sailor Moon. "No pienso complicarme la existencia dándoles gusto a todas. Este será el primer grupo, lo toman, o lo dejan. Ahora, escuchen bien…"

Fighter levantó su mano enguantada ya lista. "Reglas: #1, solo se permiten ataques primordiales de Sailor Senshi, o de Star Senshi en su caso. Nada de puñetazos directos, o patadas. También pueden utilizar armas que formen parte de su henshin, siempre en cuanto la otra persona tenga un arma de igual uso. #2, habrá un límite de tiempo de 25 minutos. Después de eso, si ambos contrincantes quedan en empate, la Princesa escogerá quien pasará al siguiente nivel desde el estrado. Finalmente, #3, les recuerdo que en el momento que pisen fuera del podio de la arena antes del tiempo límite, quedarán descalificadas de forma automática. Aparte de eso, todo se vale."

"Les recuerdo, no se maten entres ustedes." Healer sonrió. "Esperen hasta después del Torneo."

Para la sorpresa de nadie, Sailor Uranus prosiguió con sus quejas. "¿Para qué patear mañana, lo que puedes patear hoy?"

"Dije… Nada de patadas." Fighter renegó de nueva cuenta. "¿Todavía no comenzamos, y ya estás rompiendo las reglas, Sailor Uranus?"

"¡Como sea, como sea!" Sailor Moon rio nerviosamente. "¿Cuándo comenzaremos?"

Healer sonrió. "Ya lo hicimos."


[+][+][+]


El estadio estaba repleto de espectadores. Shingo había corrido con suerte al hacerse amigo de unas cuantas doncellas que había conocido en el Palacio para tener uno de los mejores lugares: junto al frente de la arena, dos filas por debajo del balcón donde la Princesa Kakyuu ahora se asomaba a inaugurar el Torneo de Senshis.

"¡Gente de Kinmoku!"

Las masas respondieron con furor, apasionadas.

Shingo torció su cuello para tener un mejor vistazo de la Princesa de las Flores Doradas. No fue una sorpresa descubrir que la mujer resplandecía en otro atuendo elegante. Con su cabello completamente suelto, Kakyuu-hime se mostró igual de emocionada. Una malla dorada cubría su cabeza y parte de su frente. El escote de su largo vestido reflejó un tipo de sensualidad que Shingo no había visto antes. A su lado, el niñito—Ejem, el Príncipe Frihét—se mostró muy a gusto, sentado en su pequeño trono.

"¡Por generaciones nuestros antepasados han celebrado la fortaleza interna de nuestros corazones! Mi padre solía decir que el alma se purificaba por la acción de afrontar retos y vencerlos. Creo solemnemente que hoy, el Torneo de las Flores Doradas, quedará claro que podemos haber sido sometidos por enemigos en el pasado… ¡Pero nunca seremos verdaderamente DERROTADOS!"

Shingo hizo una mueca, intrigado por el mensaje de la soberana. Esperaba que los subtítulos fueran fieles a lo que estaban traduciendo. Admitió que también se sintió contagiado con el entusiasmo del estadio. -Es como vivir las peleas de los antiguos gladiadores.

"¡QUE COMIENCE EL TORNEO!"

Fue entre el resonar de alaridos de la multitud que sobre la arena se abrieron las compuertas de los lados opuestos.

"¡SÍ!" Shingo alzó sus propios brazos al reconocer a Sailor Mercury adentrarse primero. "¡Wuju! ¡Vamos, Sailor Mercury!"

La multitud fue una mezcla de desaprobación y curiosidad, al ver a una Sailor Senshi terrícola. Cuando Sailor Star Developer apareció en el extremo derecho, sin embargo, fue claro de qué lado las masas estaban.

En lenguaje extranjero para Shingo, una voz comenzó a narrar desde las bocinas instaladas alrededor del estadio. No fue hasta momentos después, que Shingo entendió que se trataban de las reglas del duelo, ahora repetidas en japonés.

"—solo se permiten ataques primordiales de Sailor Senshi, o de Star Senshi en su caso. Nada de puñetazos directos o patadas."

"Ugh, que aburrido." Shingo sostuvo su mentón con sus manos, rodando sus ojos al seguir escuchando solo peores reglas seguirle a la primera. ¡Ni en riñas del jardín de niños se jugaba tan limpio!

"Las participantes podrán utilizar armas que formen parte de su henshin, siempre en cuanto la otra persona tenga un arma de igual uso. Regla #2, habrá un límite de tiempo de 25 minutos en cada duelo. Después de eso, si ambos contrincantes quedan en empate, la Princesa Kakyuu escogerá quien pasará al siguiente nivel desde es el estrado. Finalmente, Regla #3, en el momento que pisen fuera del podio antes del tiempo límite, quedarán descalificadas de forma automática."

Cuando por fin, la letanía llegó a su desenlace, Shingo se agarró de sus propias rodillas en anticipación.

Sobre sus cabezas, se elevaron pantallas gigantes dignas del tamaño del estadio. Seis de ellas.

El mentón de Shingo se soltó de su quijada.

En cuestiones de segundos, tuvo el rostro de Mercury en alta definición justo en sus narices. Shingo contó las respiraciones hondas que emitió la chica en preparación. En otra de las pantallas, el rostro de la Star Senshi mostró incertidumbre. El sudor ya formado en su frente.

"¿Pantallas gigantes? Pensé que no tenían esta clase de tecnología." Shingo se murmuró para sí. "Buena suerte, Ami."

En otra de las pantallas, enfocada en el Balcón Real, la Princesa Kakyuu soltó un pañuelo rojo al aire—la señal oficial de que la primera contienda podía comenzar.

Veinticinco minutos.

Lo siguiente que pasó, fue confuso.

"¡STAR PERILAMPROS CHAINS!"

El ataque cegó las pantallas de golpe.

Hubo un estruendo de cadenas ajustándose a un objetivo. Cuando la definición regresó, Shingo miró que Sailor Mercury había saltado fuera del camino del ataque. Las cadenas cósmicas se habían enredado en uno de los postes de seguridad que hacían guardia al podio de la arena.

"¡SHABON SPRAY!"

Una niebla inmediata nació alrededor del estadio. Shingo se levantó de su asiento.

Se escuchó un grito. Otro estruendo.

La niebla se disipó.

Shingo se jaló los cabellos.

Mercury se mostró en el piso, a la merced de una espada—el arma de Sailor Star Developer.

En las bocinas, la voz extranjera había regresado, al parecer actuando de comentarista. Shingo mordió su labio en frustración. "Vamos, Ami. ¡Levántate!"

Sailor Star Developer mostró que sus piernas habían comenzado a congelarse por el ataque previo de Mercury. Sin embargo, el ataque no había suficientemente fuerte para inmovilizarla.

"¿Te rindes?" Se escuchó de parte de la Star Senshi.

"SHINE AQUA…" Fue lo que se escuchó en respuesta.

Agua explotó por el podio.

"¡ILLUSION!"

Sailor Developer salió volando con la fuerza del torrente acuático.

Voló directo y fuera del límite del área, quedando descalificada automáticamente.

"¡SÍ!" Shingo brincó de su asiento, invadido por la adrenalina. "¡LO LOGRASTE, SAILOR MERCURY!"

La victoria, desgraciadamente, fue opacada por una ola de abucheos. Los locales no apreciaron perder en el primer round. Shingo les sacó la lengua a algunos.

"¡VICTORIA A SAILOR MERCURY DEL PLANETA TIERRA!" Kakyuu-hime aclamó desde su podio, aplaudiendo con gracia.

En la arena, Sailor Mercury les sonrió a las cámaras, ligeramente sonrojada. Hizo una ovación, a pesar de la negatividad de público.

"Sin embargo, aún queda una oportunidad de vencer, ¿no es así, Canciller Erii?"

En una de las cuatro pantallas, el rostro del tipo fue revelado. "H-Hai, Kakyuu-hime. El segundo asalto definirá quién pasará al siguiente nivel. ¡Que se muestre el siguiente oponente!"

La compuerta derecha se abrió.

Sailor Star Healer causó alivio entre su gente. Aunque no tanto furor como Shingo había esperado.

"Demonios." Shingo se dejó caer a su asiento de regreso. Acarició su frente pensativo; calculando las probabilidades contra Ami.

Healer les aventó un beso a los espectadores. Subió al podio con facilidad, comenzando a rodear a Sailor Mercury. Para Shingo, lució como una cazadora.

Kakyuu soltó otro pañuelo.

Sailor Mercury levantó sus manos sobre su cabeza. "¡MERCURY… AQUA RHAPSODY!"

Healer no se movió. El ataque acuático se fue directo ella, cubriéndola por entero.

Exclamaciones de shock inundaron el estadio.

Sailor Mercury se mostró igual de sorprendida.

Los efectos del ataque se desvanecieron. Sailor Healer había desaparecido.

Shingo parpadeó.

En ese parpadeo, una sombra apareció a espaldas de Sailor Mercury.

"¡STAR SENSITIVE—!"

"¡Cuidado!" Shingo no pudo controlar su boca, a pesar de que Ami no lo escucharía.

"¡—INFERNO!"

Una esfera de electricidad golpeó a Mercury en un ataque a quemarropa.

El cuerpo de Sailor Mercury no resistió el ataque; flaqueó y se arrastró por la arena.

El gemido de preocupación de Shingo se perdió entre el escándalo producido por los habitantes de Kinmoku.


[+][+][+]


Uranus observó el cuerpo caído de Sailor Mercury por la pantalla. No le sentó bien a su orgullo que una Sol Senshi fuera derrotada tan fácil y rápido. "Vaya, vaya. La que dijo que nos midiéramos."

"¡No es justo, Fighter! ¡Dijiste que el Torneo era para entretener, no para duelos tan brutales!"

"Sailor Jupiter, lo siento. Pero Healer miró la oportunidad y la tomó de manera limpia."

"No te quejes." Sailor Uranus interceptó, apoyada en la pared de la sala de espera donde aguardaban por su turno. "¿No ves que todo fue planeado?"

Sailor Jupiter, claro, actuó obtusa. "¿A qué te refieres, Uranus?"

"3… 2… 1… ¡Sailor Mercury queda fuera de la contienda! ¡Sailor Star Healer es la ganadora!"

Sailor Fighter suspiró frente a la pantalla, dándoles las espaldas. "Odio darle la razón, pero no se equivoca, Sailor Jupiter." La Star Senshi se tornó hacia Júpiter con una ceja alzada. "Después de todo, ¿qué no querías una revancha?"

Jupiter por fin, pareció captar el mensaje. La furia en sus facciones sólo se identificó. "Es una manera sucia de obtenerla."

En la pantalla se observó a Sailor Moon atravesarse en el camino de los socorristas, quienes ayudaban a Sailor Mercury a levantarse de la arena. La chica ya había vuelto a la conciencia. Sonreía a pesar de su derrota. Hasta aceptó la mano enguantada de Sailor Healer para reincorporarse. Sailor Moon acompañó a Mercury en su regreso a la parte trasera de la arena.

De las bocinas se anunció un breve descanso.

Jupiter se dio la media vuelta y se retiró de la sala de espera, de seguro en busca de Mercury.

A solas, Uranus, Saturn y Fighter se dejaron sumir en una atmósfera peculiar.

"Sólo por curiosidad, en este plan de ustedes, ¿quién tienen pensado para que pelee contra Sailor Moon?"

"Sailor Moon no se suponía que debía participar." Fue la respuesta malhumorada de Fighter.

Uranus alzó una ceja. "Pues lo hará. ¿Ahora qué?"

"Es una cruel ironía que ninguna de nosotras se atrevería a pelear contra Sailor Moon bajo estas circunstancias, pero en el pasado, cuando el costo ha sido más alto, no nos hemos tentado el corazón para lastimarla."

Uranus miró a Saturn, sintiendo una punzada de traición. "No es lo mismo, Sailor Saturn."

Fighter se tornó hacia ellas, intrigada. "Ah, ¿sí? ¿Cómo, exactamente?"

Uranus endureció su porte. "Anteriormente, Sailor Moon nunca había sido considerada una bomba de tiempo."

Fighter bajó la mirada. "Odango dice que está en control."

"Si estuvieras segura, no lucirías tan preocupada como todas nosotras."

"¿Qué quieres que haga? ¿Prohibirle participar?"

"Debemos tener fe en Sailor Moon." Saturn se levantó, interponiéndose entre ambas. "Chicas, seamos honestas. Si pelear por pequeñeces no nos ha funcionado antes. ¿Por qué ahora causaría una diferencia? Debemos aprender a trabajar como aliadas, ya no como enemigas."

Fighter y Uranus entrelazaron miradas. Fue Fighter quien cedió primero. "Sailor Saturn tiene razón."

Suspirando, Uranus regresó su atención a la pantalla. "Trueno contra trueno."

En la arena, las actividades se habían reanudado. Sailor Jupiter estaba siendo presentada como la siguiente contrincante.

Sailor Saturn sobó su mentón, entretenida. "Me pregunto quién será más hábil en esta pelea. La naturaleza de los poderes de ambas son bastantes similares."

"Supongo que todo dependerá de los frutos del entrenamiento de Sailor Jupiter. Estoy segura de que es más de lo que Healer ha hecho por su figura últimamente."

"Mm." Uranus rebuznó para sí. Sus ojos se situaron en la figura de Healer. En la pantalla, la Star Senshi se mostró provocadora. Era una excelente actriz, acostumbrada a ser el centro de atención de sus fans. Lanzó besos a los espectadores. Cuando una cámara se fijó en ella, un ojo esmeralda guiñó en coqueteo.

Por alguna razón, la acción le incomodó a la Outer Senshi, percibiendo a Healer través de la pantalla como si la distancia entre ellas no existiera.

La Princesa Kakyuu volvió a aparecer desde su cabina privada. No tenía un pañuelo esta ocasión, sino un rosal blanco entre sus dedos.

"Esta contienda es muy especial para mí." La voz de la mujer fue cálida con cariño. "Sailor Star Healer forma parte de mi familia. Mi pequeña naisen."

"¿Naisen?" Saturn acudió hacia Fighter.

Fighter rodó sus ojos. "Se refiere a un viejo apodo. En términos terrícolas, se podía traducir a pequeño cometa. Siempre ha llamado a Healer de esa forma. Ash, ¡sólo mírenla pavonearse por el lugar! ¡Healer, no te desconcentres! ¡Olvida tu ego por un momento!"

Saturn soltó una risilla.

Uranus frunció su entrecejo.

Kakyuu-hime llevó la rosa a su nariz. "Este duelo será distinto, porque el precio será mayor. Quien sea la campeona, recibirá esta rosa blanca, símbolo de la pureza de los corazones de mi nación."

-Tonterías. Uranus rodó sus ojos, ante la locura que lo dicho desató con los espectadores.

"¡Todos a sus lugares!" La voz del Canciller Erii interrumpió. "¡Sailor Star Healer y Sailor Jupiter de la Vía Láctea, recuerden las reglas! ¡Peleen con honor!"

-No. Uranus pensó. -Jueguen sucio. Era la verdadera manera en la que se podía ganar cuando las probabilidades de éxito iban en tu contra.

En preparación, Sailor Jupiter adoptó una posición de arte marcial frente a Healer.

Un periodo de quietud se amplió en el duelo.

Sailor Star Healer se mantuvo igual de silenciosa. Relajada, brazos flanqueando sus costados. Su mentón se meneó ligeramente en reto, luciendo arrogante.

"¿Estás esperando por una invitación?"

La atención de las cámaras se movió a Sailor Jupiter. La joven estaba sonriendo. "Es una lástima que no podamos luchar cuerpo a cuerpo, ¿no crees?"

"¿Para qué así pudieras noquearme en seco, como querías hacerlo aquella ocasión? Jupiter, vamos. Ya es hora de que superes viejas heridas. ¡Tú fuiste quien atacó primero!"

"¡Porque estabas comportándote como un bravucón!"

Uranus caminó hacia la pantalla con más interés. Fighter se había sentado al lado de Sailor Saturn, brazos detrás de su nuca.

En el escenario, Healer se cruzó de brazos. "Sí, bueno. Ése Yaten estaba hasta la coronilla."

"¿Y ahora? No tenías que vencer a Sailor Mercury tan precipitadamente."

Healer sacudió su cabeza con impaciencia. "De acuerdo, si lo único que harás es sermonearme—" Su estrella de combate fue revelada en su mano enguantada. "¡Star Sensitive—"

Fighter golpeó su frente. "¿Tan rápido? Healer, eres una tonta."

Uranus alcanzó a distinguirlo: la aparición de la antena, naciendo de la tiara de Sailor Jupiter.

"–Inferno!"

Sailor Jupiter endureció su cuerpo para recibir el ataque. Cabizbaja, la Inner Senshi absorbió la esfera de energía eléctrica para sí.

Momentos posteriores, un enjambre de electricidad se formó alrededor de la silueta de Sailor Jupiter, su antena funcionando de viaducto para manipular el ataque de la Star Senshi a su ventaja.

Sailor Healer aventó una franja de su fleco hacia atrás. "Buen truco."

"Deberías rendirte ya." Jupiter declaró, raramente arrogante. Sus brazos permanecían en posición de contención sobre su pecho. "Sigues mojada del ataque de Mercury. Un solo lanzamiento de mi Centella Relampagueante, y arruinarás tu peinado, Sailor Healer."

Fighter carcajeó. "Bravo, Jupiter."

Sailor Healer volvió a levantar su estrella de combate, obviamente impaciente. Uranus quiso suspirar en decepción por su actitud, pero se contuvo en el último minuto.

"Inténtalo de nuevo." Jupiter le provocó. "Ningún tipo de relámpago me puede lastimar."

Healer pareció pensarlo mejor. Dejó caer su brazo. "¿Qué esperas entonces? ¡No la hagas de emoción, lanza tu energía, Jupiter!"

Uranus intercambió una mirada con Saturn.

En el televisor, Sailor Jupiter extendió sus extremidades con la libertad de una flor, y centellas de energía bañaron el estadio.


[+]+[+]


La lluvia de rayos eléctricos persiguió a Healer por todo el podio. No hubo escapatoria para evitar los relámpagos, que no involucrara saltar del ring. Sailor Jupiter lo sabía. Healer ahora comprendía en verdad su objetivo—acecharla.

Sin otra opción, Healer saltó entre las ráfagas.

Gimió cuando las centellas fueron muchas para evitarlas al mismo tiempo. Sintió la energía traspasar su torso con el contacto, y Healer sólo pudo aguantar. Se teletransportó de manera acelerada por el podio, aun entumecida de la mitad de su cuerpo.

No perdería.

Las ráfagas de electricidad perdieron potencia eventualmente. Al final, permaneció de pie, jadeando por la fortaleza física que tomó aguantar el asalto de Sailor Jupiter.

Abrazada de sí, Healer asomó su rostro por detrás de sus brazos cruzados en protección sobre su pecho.

"Debiste aprender ya, Sailor Jupiter, que se necesita más que eso para vencer a una Star Light."

De su puño izquierdo, una espera de luz blanca se liberó. Healer la lanzó al piso directamente.

Luz cegó el estadio por completo, producto del efecto reflector de luz que su ataque ocasionó.

No siendo afectada, Healer caminó hacia Sailor Jupiter, quien había caído de rodillas, sujetando sus ojos.

Cuando Healer habló, sabía que su voz no sería la que la Sol Senshi percibiría.

"Puedes dejar el podio, Makoto."

"¿N-Nani?" Jupiter frotó de su rostro.

Healer tomó la cabeza de la Sailor entre sus manos enguantadas. Le sonrió con lo que esperó resultara dulce, o cerca de un tono seductor. "La batalla ha terminado. Puedes dejar el podio."

Jupiter parpadeó confundida frente a ella, cegada por otro tipo de truco. Una ilusión. "¿Ami?"

Ah. Interesante.

Healer alzó una ceja. "¡Así es, sólo salta, Makoto! ¡Ya podemos irnos!"

La facilidad con la que Jupiter sonrió le hizo sentir algo culpable.

La culpa no duró mucho, sin embargo, cuando la cabeza de Sailor Jupiter chocó directamente con la suya.

"¡Ow!" Healer sostuvo su rostro con reproche. "¡Eso es trampa!"

"¿Qué hay de ti? ¡Engañarme con ilusiones no es lo más honorable que digamos! ¡Ami nunca me llama por mi nombre completo!"

¡Sugoi! ¿Cómo había Jupiter resistido a su magia?

La luz de su ilusión dejó de funcionar para los espectadores también. Healer escuchó la variada reacción de todos, viéndola en el piso, adolorida por el tremendo cabezazo que acababa de recibir.

"¡No sabía que eras capaz de manipular la realidad de esa forma!"

A pesar del dolor, Healer le guiñó el ojo. "Es sólo un truco que recién aprendí. No te preocupes. Tu pequeño secreto está seguro conmigo."

"¿Qué?" El rostro de Jupiter se enrojeció al instante. "¿De qué estás—?"

Demasiado tarde. Healer ya estaba en acción. Levantándose de manera súbita del piso, Healer corrió hacia Jupiter con propósito.

"Star Sensitive…" Susurró, su puño situándose en la cercanía del abdomen de Jupiter. Para cuando su contrincante se percató de lo que estaba por suceder, ya no hubo forma de defenderse. Sus cuerpos se encontraban a una extrema corta distancia. "¡INFERNO!"

La explosión de electricidad pegó directo. Jupiter gruñó por el shock del ataque, su cuerpo ya respondiendo a la fuerza de éste.

No obstante, Healer cometió el error de sobreestimar de nuevo a esta chiquilla.

Cuando el cuerpo de Jupiter fue volado fuera del podio, la arena le suavizó la caída. A Sailor Healer no tanto, puesto que terminó comiéndose una buena parte de ésta, al caer cara abajo.

Del estadio, sin número de gemidos de decepción calaron hondo.

"¡Increíble, Kakyuu-hime!" La voz enfadosa de Erii le llegó a sus oídos aturdidos.

Healer no quería escuchar lo que seguía.

"¡Ambas contrincantes volaron fuera del podio… por lo cual ambas terminan DESCALIFICADAS de manera automática!"

"Maldición." Healer se apresuró a jalar su brazo de regreso de donde Jupiter se había intentado frenar. "¡No puedo creer que me acusaras a mí de jugar sucio!"

Sobre la arena, Sailor Jupiter la sorprendió otra vez, ahora con sus fuertes risas.

"¡¿Qué tiene de gracioso?! ¡Tengo arena por todas partes!" Malhumorada, Healer comenzó a sacudirse. Le ayudó a ignorar los abucheos de los espectadores. Ni siquiera se atrevió a dirigir su vista al balcón de la Princesa Kakyuu.

"Lo siento—Es que tu… tu rostro, Sailor Healer."

Healer escupió arena de su boca, solamente empeorando las risas de Sailor Jupiter.

"¡Una lástima!" Vino de las bocinas amplificadoras. La voz de Kakyuu-hime. "Aunque, aun así, fue un espectáculo digno de admirar. ¡Gracias, Sailor Jupiter y Sailor Star Healer! ¡Sus poderes son, sin duda, extraordinarios!"

Fue obvio que Kakyuu estaba haciendo un esfuerzo por neutralizar los abucheos de su gente. Para Healer fue una patada directa en su hígado. Los aplausos que siguieron al discurso de la soberana fueron más bien obligados; una cortesía, más que una verdadera felicitación.

Jupiter se levantó con más gracia que la Star Senshi y le ofreció su mano para ayudarle a levantarse. "Tiene razón. Fue un honor luchar contra ti, Sailor Star Healer. Gracias por la revancha."

Healer sintió sus mejillas calentarse por la solemne expresión de la Sol Senshi. Se dejó ayudar, soltando a Jupiter de inmediato. "Sí, bueno. Lo mismo digo."

Ambas fueron dirigidas fuera de la arena, de regreso a los bastidores por los coordinadores del evento.

"¡Chicas!" La voz de Sailor Moon puso los nervios de Healer de punta. No quería ninguna muestra de lástima. "¡Ambas estuvieron sorprendentes!"

Healer batió una mano, tratando de ahuyentar a la chiquilla, una vez que la miró acercarse para recibirlas. "Sí, sí. Me iré a dar una ducha."

Sailor Moon abrazó a Sailor Jupiter. Luego se tornó hacia Healer. "Pero te perderás la siguiente batalla, Sailor Healer."

"Pfft. Las siguientes batallas son más de relleno. No me perderé de nada emocionante."

No permaneció en el vestíbulo lo suficiente para esperar más lloriqueos de Sailor Moon. No había mentido. En verdad quería una ducha.

"¿No te quedarás a verme pelear? Que mala educación."

Healer se detuvo camino al gimnasio adjunto, donde descansaban las duchas públicas. En dirección contraria, Sailor Uranus venía hacia ella. Porque así era su mala suerte el día de hoy.

"Por favor. No finjas que no pulverizarás a Sailor Star Chaser imaginando que es el rostro de Fighter."

Uranus estaba ajustando su guante derecho, sonriendo engreída. Al detenerse frente a ella, la inspeccionó de botas a cabeza arenada. "Hmm."

Healer intentó rodear al chimpancé en su camino.

Uranus la bloqueó. "Si en verdad quieres esa fea flor, la puedo ganar por ti."

Más calor brotó al rostro de Healer. ¿Con qué hasta Sailor Uranus estaba encontrando un sentido del humor a sus expensas? "Haz lo que quieras." Esta ocasión, tuvo éxito en escabullirse de la grandulona. Se apresuró a las duchas, queriendo estar a solas con su orgullo dañado.

Una vez bajo el espray de agua caliente, Healer dejó salir todas las maldiciones que conocía del idioma japonés.

Luego, prosiguió con el kinmokusiano.

Masajeó su cabellera con más fuerza de la necesaria para deshacerse de residuos de arenas, y el resto de su cuerpo recibió el mismo trato.

Cuando por fin se sintió completamente limpia, abrió la cortina de baño y prosiguió a envolverse en una de sus toallas favoritas. Descalza, caminó hacia el espejo asignado a ella para revisar el estado de su cutis.

Nop, todavía no había nada de arrugas alrededor de sus ojos. Fiu.

A lo lejos, se escucharon los gritos da la multitud, disfrutando de los siguientes duelos.

Después de secarse, se acercó a su mochila, guardada en su casillero desde esta mañana. Buscó por su desodorante y su aceite de jazmín. Concluyó el proceso revitalizante al encender su henshin.

Regresó al espejo.

Parpadeó perpleja, al notar el reflejo de la banca detrás de su cuerpo.

Se dio la vuelta, caminando hacia la banca con su boca colgando.

Sobre la banca, una rosa blanca descansaba.

Al tomarla—acercarla a su nariz para cerciorarse de su autenticidad, Healer aspiró el perfume de Kakyuu-hime.


[+]+[+]

Fin de Parte vi.

[+]+[+]


NdA: Lo confesaré, no pude decidirme si dejar ganar a Sailor Star Healer o a Sailor Jupiter. ¡LAS AMO A AMBAS!

Trivia time:

¿Quién creen que peleará contra Sailor Moon?

¿Algún día la pobre de Taiki tendrá amigos que no sean Seiya-baka o Yaten-diva?

...Y más importante aún...

¿QUÉ HACES, HARUKA? ¿QUÉ. HACES?

NO SE PIERDAN EL SIGUIENTE EPISODIO DE HOW TO TRAIN YOUR (PSEUDO) DICK.

¿Ya en serio, que tienen en común Michiru y Usagi? No me puedo acordar de ningún momento en el anime donde se haya resaltado que esas dos tengan algo común aparte de las dos conocer a la tonta de Haruka.