"Todos Quieren (Gobernar El Mundo)."

Por B.B. Asmodeus.


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Parejas principales: Kou Seiya (Sailor Star Fighter)/Usagi Tsukino (Sailor Moon). Pre-Kou Yaten (Sailor Star Healer)/Haruka Tenoh (Sailor Uranus).

Parejas secundarias: Menciones de Haruka Tenoh (Sailor Uranus)/Michiru Kaioh (Sailor Neptune).

Personajes originales: Severina Sang Froid (Moira - Sailor Átropos), Príncipe Skýrr "Sky" – El Arquitecto, Rey Frihét, Sailor Star Chaser – Kou Siggy, Sailor Star Developer - Kou Helga, Sailor Star War – Kou Lena, Sailor Star Rage – Kou Brunilda "Bryn", Canciller Erii Gierd, Condesa Schnee Sang Froid, Láquesis (Moira – Identidad de Senshi desconocida).

Rating: Teen/NC-17. H/M (het) & M/M (yuri).

Categorías/Advertencias: Realidad Alterna. Humor, Romance, Drama, Wing!Fic, Acción/Aventura, Lemon, Yuri, Yaoi, Het, Horror, Lenguaje ofensivo, Temas bélicos.

Advertencia especial del capítulo: a) Violencia gráfica. b) Muerte de personaje secundario.

Sinopsis: "Sailor Saturn." Fighter no podía tener la siguiente conversación mirando a Odango. La culpa no se lo permitió. "Dime la verdad. ¿Qué sucedió en la Catedral del Cielo?"

Dedicatoria: Ustedes no lo saben, pero este fic no continuaría si Jinki Asgra (en Fanfiction . net) no me jalara las orejas. Esos son los mejores amigos.


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Línea del tiempo:

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Capítulo i (Día 1): Llegada a Kinmoku.

Capítulo ii (Día 2): Desayuno con los Senadores de Kinmoku/Magnus + Preparaciones para el baile.

Capítulo iii & iv (Día 2): Baile en el Planetarium.

Inicio de Capítulo iv & v (Día 2 / Día 3): Investigación de Healer y Uranus + entrenamiento de las Inners para el torneo.

Capítulo vi (Día 4): Torneo.

Capítulo vii (Día 4): Torneo & Arresto de Fighter.

Capitulo viii / ix / x (Día 5): Boda de Kakyuu / Golpe de estado en Kinmoku. (Estás aquí.)


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Traducciones – Idioma estándar del Sistema Solar Kaito:

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¡ARRE-HINJ!= ¡PROTEJAN AL REY!

¡Diu le senten, Gurii Rubil!= ¡Da la orden, General Rubil!

¡Ope na din ga!= ¡Que abran las compuertas de la Capital!

Saline aros Contness= La Condesa se encuentra aquí.

¿Sadede ano gi, heir?= ¿Sucede algo, Hermano?

Nay. Jou ton, mi Hinj= No. Sólo pensando, mi Rey.

Tas ol' nis= Tiene que ser esta noche.

Cintero ne= Considéralo hecho.


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Glosario:

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Sistema M.I.T. E. R. A./ M.A.D.R.E.: Sistema de seguridad de Kinmoku, consistente en un campo protector de energía. Abarca el 75% de la Capital, desde el Distrito ELEKTRA al Distrito ASTEROPE. Su nombre es inspirado en el griego de la palabra "madre."

1er Anillo – Distrito ALCYONE: Demarcación de la primera población dentro de la Capital de Kinmoku. Mayormente un asentamiento militar formado por la Guardia Real, producción, y compra/venta de armamento para Distritos fuera de la Capital. Este distrito se encuentra apegado a las Murallas Norte de la Capital.

2do Anillo – Distrito MAIA: Demarcación de la segunda población dentro de la Capital de Kinmoku.

3er Anillo – Distrito ELEKTRA: Demarcación de la tercera población dentro de la Capital de Kinmoku.

4to Anillo – Distrito TAYGETE: Demarcación de la cuarta población dentro de la Capital de Kinmoku.

5to Anillo – Distrito CELAENO: Demarcación de la quinta población dentro de la Capital de Kinmoku.

6to Anillo – Distrito MEROPE: Demarcación de la sexta población dentro de la Capital de Kinmoku. Asiento del Sistema Educativo de la Capital de Kinmoku.

7mo Anillo - Distrito ASTEROPE: Asiento de la Monarquía de Flores Doradas del Planeta Kinmoku.

Palacio de Flores Doradas: Corazón administrativo y político de la Monarquía de Kinmoku. Localizado en el distrito ASTEROPE.

Catedral del Cielo: Catedral de más grande importancia para ceremonias Reales. Localizado en el distrito ASTEROPE.

Nota: todos los títulos de los distritos son inspirados en los nombres de las Pléyades de la mitología griega.

Nota #2: Los nombres civiles de las Chibi-Star Lights son inspirados de los nombres de las Valquirias de la mitología noruega. Agregué el prefijo "Kou" como una confirmación de su estatus, al igual que Taiki, Seiya y Yaten.

Disclaimer: Por último, Bishoujo Senshi Sailor Moon no es mío, sino de Naoko Takeuchi. *sniff* Ni tampoco la idea y utilización de los portales "Stargate." Son propiedad de MGM, creados por Brad Wright, Jonathan Glassner y Robert C. Cooper. Yo sólo los tomaré prestados porque son super mega geniales y mi amor por Stargate Atlantis nunca morirá.


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x.

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"Después de todo tengo que

Hacer el trabajo bien

Y con mis manos

Destruir este mal."

- Salome Anjari (versión latina), "Aino Senshi."

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"Todo parecer estar yendo de acuerdo con el plan, ¿no es así?"

Si uno se podía guiar por los gritos y la ola de destrucción, el plan definitivamente estaba en marcha.

Al entrar a la carpa del Príncipe, Sailor Átropos no lució festiva con la próxima victoria. "Necesitas arreglar tus deficiencias, Sky."

Con las piernas estiradas sobre la mesa de estrategias, Skýrr alzó una ceja. "¿Yo necesito arreglar algo? Ah, no. Creo que tenemos nuestros roles equivocados, Átropitos. Si una variable está fuera de lugar aquí—"

"Sailor Moon." Átropos le interrumpió, de un azote tumbando las piezas de la maqueta militar. "Ella no debería estar aquí. Lo sabes. Está poniendo en riesgo todo."

Sky suspiró. Evitó la mirada de la mujer, en favor de servirse más vino. " arréglalo. Seguramente una charla con tu estrellita de mar pondrá las prioridades en orden."

"Sailor Fighter no es la que está fuera de orden aquí. Yo he cumplido con mi parte de la misión, ahora es tu turno."

Ah. El vino entumeció sus sentidos justo como había buscado. Pensó detenidamente unos momentos la propuesta. Mm. Acercarse a Sailor Moon y mandarla a tiempo-fuera de regreso a su planeta. Seguro. Porque ella, y sus amigas, le harían caso sin preguntas hechas. "Le temes a tu propia hija. Mmm. Interesante."

Átropos le quitó el recipiente del vino para servirse su propio trago. Se dejó caer en el asiento frente a él, en el lado opuesto a Sky. "A sus ojos, habré asesinado a Kakyuu yo misma."

"Pero no fue así. La mujer ya estaba muerta cuando apareciste a cortar su hilo del destino. ¿Cómo podría Sailor Fighter saber esa parte?"

"A eso me refiero." Átropos murmuró, aplicando presión a su sien con sus yemas. Sky, por primera vez, comenzó a tomarla en serio. "Hubo testigos."

Sky casi escupe su vino. "¡¿Qué?!" Luego, resumió los últimos diez minutos de conversación y todo tuvo sentido. "Por las Estrellas, ¿Sailor Moon te vio hacer tu maldito trabajo?"

Raras ocasiones, Sailor Átropos se mostraba reprendida. Esta oportunidad fue única. "Fue capaz de verme a través de mis ilusiones, y rompió mi burbuja de tiempo. La chiquilla intervino en el corazón de la batalla. Tenía el plan de borrarle la memoria después de terminar."

"¿Y?"

Átropos tomo más vino. Al concluir, intercaló su mirada sombría con Sky. "Sailor Moon no es la que debería existir. Su poder es inmenso. Completamente anormal. Algo sucedió—"

"Sabemos qué sucedió." Sky se encogió de hombros. "Nueva administración. Te puse al día."

"¡Eso no explica el alcance actual de su poder! La Sailor Moon de esta línea del tiempo no debería traspasar los límites de su henshin Eternal todavía. Tú también lo sabes. Deja de encontrar excusas y haz tu trabajo."

"¿Cuál es el verdadero problema aquí? Te veo respirando frente a mí, sin un solo rasguño. No es como si Sailor Moon te hubiera sacudido tan fuerte. ¡Mírame a mí, Sailor Star Healer clavó su puño en mi bello rostro y sobreviví para contarlo! Deja a la chiquilla en paz. Es Sailor Star Fighter de la que debes preocuparte. Necesitas vigilarla. Estamos muy cerca de concluir la misión, Átropos. Estás permitiendo que te distraigan."

"¿Cómo puedes estar tranquilo? Sus Sailor Senshis también están fuera de orden. Sailor Uranus–"

"Oooh, ya te encariñaste, ¿verdad? ¡Te vi divirtiéndose con ella en el río la otra noche!"

"—Sailor Saturn, Sailor Jupiter y Mercury. Todas ellas, deberían estar en la Tierra."

"La Princesa Kakyuu pereció, ¿no es así?" Sky plantó su copa en la mesa. Al ver a Átropos inclinar su cabeza, Sky gesticuló en aprobación. "Pereció por la mano que debía ser la responsable, en el momento que debía ser, bajo las circunstancias que ya estaban prefijadas. Ni Sailor Moon, ni sus Senshis pudieron evitarlo. Porque no pueden. Ni siquiera la Neo Reina Serenity podría revertir este suceso. Justo como la Reina Serenity I no pudo salvar al Milenio de Plata. Hechos fijados en la línea tiempo/espacio, querida. Recuérdalo." Se levantó de su asiento porque ahora que Átropos había irrumpido en su fiesta de pre-victoria, Sky ya no sentía ganas de seguir bebiendo. "Habla con tu hija. Verifica que las piezas caigan como deben. Mientras yo aseguro que el asedio marche como lo acordado."

Átropos sostuvo su mirada, una ligera suplica desprendiéndose de sus faros cobalto.

Ah, no. Sky no caería en sus viejos trucos.

"Ahora si me disculpas," Sky apuntó hacia las diversas personas que habían estado constituyendo la junta militar dentro de la carpa. Sky volvió a su posición debida, justo detrás del Rey Frihét, acomodando su mano en su pequeño hombro. Hizo una mueca para neutralizar su expresión facial y recuperar su expresión de consternación. "Tengo una Condesa que transportar, y a un pequeño Príncipe-Casi-Rey que aconsejar. ¡Chú!"

Rodando sus ojos, la mujer hizo lo indicado. Chasqueó sus dedos.

El tiempo fluyó de regreso.

"Saline aros Contness." El General Rubil reanudó su muestra de los planes de ataque sobre la maqueta del escritorio. No hubo indicio de que alguno de los espectadores hubiera notado algo fuera de lugar. Excelente. Por lo menos, la magia de Átropos seguía siendo impecable con las mentes más mortales.

Al redirigir su atención al punto donde Sailor Átropos había estado de pie, la encontró ausente.

"¿Sadede ano gi, heir?"

Sky retornó a los ojos determinantes del Rey. "Nay. Jou ton, mi Hinj." Luego, se dirigió al General, alentándolo a continuar con su reporte.

Sobre la ruta de Kin-Norte a la Capital, Rubil apuntó hacia el batallón de soldados que la Condesa tenía que movilizar. La mujer arribaría cuarenta días demasiado tarde, si Sky no activaba el Portal Intergaláctico del palacio. Debían facilitarle a la Condesa teletransportar su ejército lo más rápido posible, desde las ruinas del Distrito Froid.

Rubil colocó todo el peso en los hombros de Sky. "Tas ol' nis."

Tiene que ser esta noche. Sky tenía que escurrirse esta noche al palacio.

Sky limpió su anillo con el sello Real contra su jubón. Cuando sonrió, mostró sus dientes. "Cintero ne."


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Tácticas de defensa estaban siendo ensambladas, para cuando arribaron al séptimo anillo. El puente principal que unía la capital al palacio estaba siendo cubierto en costales de arena. Los soldados mostraron esperanza al ver a Yaten, para luego volver a decaer en consternación, al notar su falta de fuku.

Yaten volteó hacia Brunilda. "Guía a Sailor Jupiter hacia la enfermería para que atiendan a Tsukino. A las demás, llévalas a la Sala del Trono para reagruparnos. Las veré ahí."

Brunilda absorbió la orden. "¿Puedo golpear gente inútil si se interponen en mi camino?"

"Sólo evitar brindar concusiones. Ocuparemos todos los cerebros que tengamos a la mano."

Sintió las miradas de las Inners mientras eran dirigidas por Brunilda, pero Yaten tenía un trabajo qué llevar a cabo.

"Oficial Maru, ¿reporte?" Yaten dejó al grupo, apresurándose a la figura de autoridad que coordinaba la operación.

"L-Las murallas del Norte han sido derribadas, Sailor—Comandante."

"Lo noté." Yaten le sonrió, por dentro impaciente. Se forzó a ser simpática con el estado del Oficial. Era joven aún. Verde en batalla. Si lo asustaba de más, no le serviría de mucho. "¿Cuál es el estado de las tropas de defensa? ¿Cuántos anillos han sido invadidos?"

"Recibimos reportes que el primer anillo ha sido violentado, pero es el Canciller quién tiene los detalles de las tropas que están dando frente. Nos ordenó comenzar las tácticas de defensa inmediatamente."

Yaten sintió sospecha instantánea. "¿El Canciller sigue con vida? ¿Por qué está dando órdenes? ¡No es ningún General!"

"Es el próximo en la línea de comando—"

"¡Sólo en el caso que las Sailor Star Lights fueran discapacitadas!"

El joven barrió de manera deliberada el cuerpo de Yaten con su mirada. "¿Q-Qué acaso no… lo han sido, C-Comandante?"

Yaten apretó su quijada con el remarque. "¿Dónde se encuentra ese papanatas?"

"En el Salón del Trono."

"Genial. Sigan con el trabajo duro. ¡Este ataque no se compara con la Invasión de Sailor Galaxia, así que dejen de temblar en sus botas, oficiales! De ahora, en adelante, reportan actualizaciones sólo a las Sailor Star Lights, ¿entendido? Una cosa más. Manda a un soldado a la Torre de la Tempestad de inmediato. Infórmenle a Sailor Star Chaser—o a Kou Siggy en su caso—de la pronta liberación de Sailor Star Fighter. Los cargos contra ella han sido desestimados."

"¿Comandante?"

Healer se tragó su suspiro. "¿Sí, Oficial?"

"La Torre de la Tempestad sufrió un ataque. Kou Siggy se encuentra en la enfermería. Fue encontrada herida en el perímetro—"

"¿Qué pasó con Sailor Star Fighter?" Yaten no se contuvo al sujetar la chaqueta del Oficial. Zarandearlo no le proporcionó respuesta. Solo bastó leer la expresión confusa de Maru para adivinar que el joven no tenía idea. Yaten le dejó ir con un gruñido de frustración. "Olvídalo." Comenzó a retroceder. "Quiero el puente cubierto en menos de dos horas. ¡Las defensas deben aguantar!"

"¡Sí, Comandante!"

Mierda.

-Sigue caminando. No te detengas. Yaten se reiteró, su mirada al frente. Su corazón palpitaba acelerado. Sudor empapaba su rostro. Su cuello dolía por la fuerza que el General Rubil había aplicado para cortarle la respiración. Severina había escapado de la Torre de la Tempestad y era una Sailor—¿Había sido Fighter, quien la había dejado en libertad? ¿Cómo iban a sepultar a Kakyuu-hime, sin un cuerpo?

Yaten se apresuró a una de las columnas más cercanas.

Vomitó su desayuno.

Espasmos estomacales la tuvieron a su merced por un momento, hincada, fuera de la vista de extraños. Así fue como notó los daños de su vestido. Estaba sucio, roto de la partidilla izquierda. No tenía sangre; pero Yaten juró poder olerla en su persona. Aquella rosa blanca que había adornado su cabello en este atuendo se había perdido en batalla.

Yaten se reincorporó, limpiando su boca con su muñeca.

Tenían que mandar tropas para ayudar a la evacuación de los primeros dos anillos. Civiles estaban siendo lastimados por el ejército de Frihét al norte de la capital. Se encontraban justo en el medio del palacio y la línea de fuego. Su gente. Salvarlos, tenía que ser la prioridad.

No tenía tiempo para nada más.

Reanudó la trayectoria a la Sala del Trono, al mismo tiempo que su mente reiteró los planes de emergencia diseñados por Sailor Star Maker en caso de un ataque masivo. Los revisó, descartando los que no podrían ser posibles llevados a cabo por la mera ausencia de Kakyuu-hime, y apartando los que tuvieron el mayor potencial.

Erii Gierd estaba dándole las espaldas, al llegar al punto de encuentro.

Yaten caminó directo a él. Vagamente se percató que se encontraba conversando con Sailor Mercury.

Fue fácil virarlo del hombro. Registró la sorpresa de su carota, antes de que todo cambiara a estupefacción.

El imbécil nunca vio venir el puñetazo a su rostro.

"¡Sa-Sailor Healer!" Sailor Mercury exclamó. Yaten apreció el respeto a su título de Star Senshi, a pesar de su estado civil.

Erii sostuvo su ojo izquierdo con un chillido de dolor. Desde el piso, miró a Yaten con su ojo intacto, su boca colgando en incredulidad.

"¿Sorprendido de verme con vida? No te molestes en negarlo, hijo de perra." Yaten se agachó para quedar a su nivel. "¿Esperas que confíe en ti, después de lo que ha sucedido? Nuestra Princesa forjó alianza con Magnus bajo tu tutela. Fuiste quien la convenció de que aceptara la propuesta de matrimonio del Príncipe Frihét, y fue tu idea el de mantener detenida a Sailor Fighter en la Torre de la Tempestad, mientras la Ceremonia se llevaba a cabo. Me resulta altamente sospechoso." Yaten picoteó la frente del Canciller con su dedo índice. "Erii Gierd, eres removido de tu puesto y arrestado bajo sospecha de conspiración contra la Corona. ¡Guardias, llévenlo a la cámara de interrogación!"

"¿Qué hay de ti?" Erii se dejó levantar por los guardias. El bastardo tuvo el descaro de aparentar ofensa. "Fuiste tú quien juraste protegerla y le fallaste. ¡Por segunda vez!"

Yaten quedó atónita con la acusación. Su cuerpo se congeló, adherido al piso.

Los guardias viraron al Canciller en dirección opuesta a Yaten, frenando sus forcejeos de libertad. Erii siguió escupiendo acusaciones, un hilo de sangre decorando su boca.

Si Yaten no había tenido el placer de dejarle el ojo morado, el segundo puñetazo cumplió el cometido.

Sailor Star Fighter no se midió, y por experiencia propia, Yaten conocía el gran alcance de daño que su fuerza bruta podía causar. Erii gimió sobresaltado, al no haber estado listo para un segundo asalto, tan rápido.

"¡Mira, ahora tienes el juego!" Fighter le sonrió al tipo, antes de dirigirse a los guardias. "Amordácenlo. No quiero escuchar su estúpida voz, ni un minuto más."

"¡Roger, Sailor Fighter!"

Ver a Fighter a salvo le trajo alivio—su pecho respiró con más facilidad. Desafortunadamente, fue muy breve. Yaten sobó su nuca, ensimismada por la culpa de sus previas acciones.

Sailor Mercury no mostró la misma ambivalencia, rodeando a la Star Senshi en un cálido abrazo.

"Sailor Fighter, me alegra saber que estás bien." Al separarse, la peliazul, suspiró. "¡Usagi estuvo preocupada por ti toda la mañana! No podía encontrarte por ninguna parte."

"Sí." Fighter le lanzó una mirada a su compatriota. "Es una larga historia. Pero, he vuelto. Puede regañarme ella misma cuando tengamos el tiempo. ¿Dónde está? ¿En su suite?"

Mercury no dio una respuesta inmediata, intercambiando una mirada primero con Yaten. "Usagi-chan se encuentra en la enfermería en estos momentos. Lo sucedido en la Catedral del Cielo… fue muy traumático para ella. Estuvo a punto de perder el control del Cristal de Plata… Sailor Saturn tuvo que actuar."

"¿Actuar de qué forma?" Fighter gruñó. "Odango se encuentra bien, ¿cierto?" Entonces, Fighter se dirigió directamente con Yaten.

Honestamente, Yaten no tenía ni la menor idea. Pero, tanto Fighter como Kinmoku-sei tenía mayores problemas con los cuales tratar. "Sobrevivirá. Lo cual no puedo decir de nosotros, si no movemos nuestros traseros a contraatacar—Espera. ¿Cómo puede ser que tu henshin siga activado? ¿Por qué no lo perdiste?"

"Quiero verla." Fighter retrocedió su mente siendo reemplazada por sus malditas hormonas.

"¡Fighter, espera!"

Fighter hizo caso omiso. Yaten recordó su comportamiento impulsivo en la Tierra; rehuyendo de ellos en cada oportunidad, sólo por ir a ver a esa chiquilla. ¿Cuándo maduraría Seiya lo suficiente, para dejar estos arranques? Yaten necesitaba su ayuda—Kinmoku las necesitaba.

Yaten no podía hacerlo todo, por su cuenta.

"Yaten-san, tal vez deberías asistir a la enfermería también." La mano de Sailor Mercury la tomó desprevenida. El momento dificultoso no pareció afectarle a su buena naturaleza. "También sufres heridas que, aunque menores, pueden llegar a infectarse."

Lo último que Yaten deseaba, era someterse a más críticas. Fighter encontraría una forma de culparla por el estado de Tsukino-san. Tenía la certeza. "Nah. Tengo mis propias curaciones en mi habitación. Puedo encargarme de estos raspones yo sola, Mercury."

Mercury le sonrió. "Perfecto. Entonces, puedo ayudarte si prefieres más privacidad."

Un parpadeo de Yaten fue su respuesta. "D-Demo…"

"Vamos, muéstrame el camino. También será una oportunidad para que Fighter-san y Usagi tengan un momento a solas. Sailor Jupiter y Sailor Uranus tardarán en regresar, pero cualquier información que puedan recolectar, nos ayudará más en formar un plan."

Mercury estiró su brazo con cordialidad, invitando a Yaten a señalar el camino a su suite. "¿Jupiter y Uranus? ¿A dónde diablos se fueron?" Conque Sailor Uranus se encontraba en una pieza, también. Le sorprendió no sentir indiferencia con la noción.

"Creo que, de todas nosotras, ellas dos son las más inclinadas a estar en movimiento constante, ¿sabes? A Sailor Jupiter le es imposible permanecer en un solo lugar, cuando sabe que hay una batalla cerca. Sailor Uranus, por su parte, no soporta estar en una situación donde no tiene control. Al no haber trabajado juntas con tanta frecuencia, era difícil analizar sus personalidades actuando de cerca, pero últimamente… El entrenar juntas ha ayudado mucho para conocernos mejor. ¿Cómo dice Setsuna? ¡Oh, si! ¡Si quieres una buena ofensiva, usa a Uranus y a Jupiter!"

Los elevadores estaban en funcionamiento. Por fin, algo de buena surte. El sistema de electricidad del Palacio no había sido afectado. Hasta ahora. Yaten activó la cabina, presionando el botón que las llevaría a su piso. Permitió que Mercury entrara primero al elevador, para luego seguirle.

"¿Estamos usando esa ofensiva en estos momentos? ¿A eso te estás refiriendo, Sailor Mercury?"

La joven le sonrió. "Tan pronto Usagi estuvo segura en la enfermería, nos encontramos con Sailor Uranus en el pasillo. Sailor Fighter había estado ocupada con los prisioneros que rescataron de la Torre de la Tempestad. Casi de inmediato, ambas se ofrecieron de voluntarias para explorar las áreas vecinas. Es desconcertante que nadie sabe nada con certeza de lo que sucede, ¿verdad? Regresarán, te lo aseguro Yaten-san. Y estaremos mejor preparadas."

El optimismo le recordó a Tsukino-san. Yaten comprendió lo que la terrícola intentaba ofrecerle. Consuelo. Solidaridad. Algo que Yaten había buscado con Sailor Fighter.

Yaten la aceptó; conmovida hasta el centro de su estrella interior.

"Hai. Arigatou, Sailor Mercury."

Una vez en su alcoba, Yaten se disculpó por el desorden. Decidió tomar una ducha rápida, antes de ser vendada. Limpiar sus heridas primero, sonaba lógico. Al salir de la ducha en shorts y una blusa holgada, notó como Mercury había encontrado el kit de Emergencias de Sailor Maker, acomodando sus contenidos sobre el escritorio que Yaten había tenido cubierto de ropa descartada.

Dándole un vistazo rápido a su recámara, Yaten rodó sus ojos. "Ustedes los doctores no pueden aguantar ni un calcetín fuera de lugar, ¿cierto?"

"Lo siento, Yaten." Mercury se sonrojó, una risilla culpable saliendo de su boca.

"No te apures. Taiki es igual. Normalmente, no llego a estos extremos, pero las preparaciones de la Boda—" Yaten se tornó hacia su closet, un puño de acero apretando su pecho. -No. No pienses en ella. Respiró hondo; apretó sus parpados hasta que las lágrimas se regresaran al éter. "No he tenido mucho tiempo libre últimamente, es lo que quiero decir."

"Por supuesto, lo entiendo."

Yaten huyó de regreso al baño de su suite en favor de intercambiar sus shorts por pantalones más resistente y ropa interior. Ambas, compras terrícolas.

Al volver a la alcoba, Yaten tomó asiento en la silla opuesta a Mercury.

Ofreció su brazo dominante. La primera cortada se mostró irritada, tanto por el shampoo y los tallones fuertes que Yaten había sometido a su cuerpo entero.

El olor a desinfectante perduró en su alcoba, por un largo rato. La terrícola trabajó de forma eficiente, segura de sus acciones. Sus conocimientos médicos brillaron a atender sus raspones, manteniendo sus cuidados concisos y profesionales. Los cumplidos de Taiki habían estado basados en verdad. Algún día, Mizuno-san sería una buena Doctora, si así lo escogía la niña prodigio.

-Mmm. Yaten achicó su mirada en contemplación. -Y no solo es un prodigio en Medicina, ahora que lo recuerdo.

"¡Listo!" Mercury declaró. Yaten le ayudó a tirar al cesto de basura los algodones sucios.

"Dime algo, Sailor Mercury." Yaten enunció con dulzura, porque más moscas se atraían con miel que con hiel. "En una escala de 1 al 10, ¿qué tan competente te calificarías para hacker Firewalls de Sistemas de Seguridad?"

Mercury, de pie, colocó sus manos en su cintura. Lució energética con la pregunta.

Al sonreír, la joven activó su visor.

"11."


[+][+][+]


"¡La lastimó!"

Fighter apretó su mano alrededor de la mano inerte de Odango. La piel estaba cálida. El tubo de suero intravenoso estorbaba para entrelazar sus dedos juntos, pero la enfermera había insistido en proveer a Usagi de fluidos. Sus mejillas ciertamente habían recuperado color y más vitalidad, con el cóctel de vitaminas. "Shingo-kun, tranquilo."

"¡Estoy harto de que me digan qué hacer!" El adolescente frente a ellos dio otra vuelta por el área que se había consignado para el cuidado de Odango. Desde que había llegado, Fighter no lo había convencido de plantar su pequeño trasero en una de las sillas para las visitas. "¿Cómo puedes actuar tan calmada? ¡Sailor Saturn debería ser castigada por lo que hizo!"

Fighter no tenía la paciencia para esto. "Suficiente, Alejandro Magno. Sailor Saturn actuó como creyó necesario."

Shingo se abalanzó sobre la camilla de su hermana. "Cortó. Sus alas."

"No literalmente." Fighter sostuvo su mirada. "Y un escenario peor pudo haberse desarrollado, si Saturn no lo hubiera impedido. Lo último que tu hermana hubiera querido sería lastimar a gente inocente, al liberar su poder sin freno. Créeme, Usagi ha trabajado muy duro para alcanzar el control que tiene actualmente. Ahora, por última vez, siéntate y tómate tus aspirinas. No creas que no te mandaré a un merecido tiempo-fuera, Shingo-kun."

A regañadientes, el mocoso hizo caso. Con la mirada dura que siguió recibiendo, hasta bebió del elixir que la enfermera le había preparado para tranquilizar sus nervios.

"Bien." Fighter aprobó. A sus espaldas, le indicó a Sailor Saturn acercarse a la camilla. "En segunda, ustedes dos ocupan hacer las paces. Ahora mismo."

"¡Claro que no!"

"Sailor Fighter, no creo que sea—"

"Dije." Fighter levantó una mano enguantada. "Hagan las paces. ¿O quieren seguir desperdiciando mi tiempo en estas tonterías? Gente allá afuera…" Fighter apuntó hacia la ventana. "…tiene verdaderas dificultades, no como esta riña infantil. Sailor Saturn, si te disculpaste conmigo, no veo problemas para que le brindes a Shingo la misma cortesía."

Saturn solía ser una joven tan civilizada. Le extrañó la aversión que mostró, al tener que disculparse. Fighter culpó la mala influencia de Sailor Uranus. "Eres nuevo en nuestro circulo, Shingo. Hay mucho que no entiendes de nuestra manera de luchar."

"No significa que sea un idiota." Shingo levantó su mentón en desafío. "Ni un niño bobo. Lo que hiciste fue sucio."

"Fue una ventaja estratégica que tenía que aprovechar. Usagi-chan no está lastimada de alguna otra forma. Me aseguré de que fuera así. Cortar sus tsubasas no fue un daño físico."

"Ah, ¿sí? Y dime, ¿por qué se encuentra inconsciente, si sabes tanto?"

"Se recuperará." Saturn insistió. "Despertará cuando esté lista."

"¡Vaya! Si esta es tu disculpa… ¡Déjame decirte que apesta!"

"De acuerdo. Que conste que les di la oportunidad." Fighter se puso de pie. "Fuera, Shingo-kun. A tu recámara. Y no pienses en escabullirte a otro lugar del palacio; estacionaré guardias en tu suite hasta que madurez un poco."

Coraje se manifestó en el rostro rojo del muchacho. Sus mejillas rechonchas resaltaron, de todas las groserías que se tragó. El joven hizo ruido todo el camino a la salida del Enfermería. Fighter lo escoltó hacia el pasillo exterior, y cumplió su promesa, asignando al Oficial en turno que llamara por dos guardias para llevarse a Shingo.

A solas, Fighter pidió disculpas a las enfermeras que atendían a los demás heridos. Caminó de regreso al ala este, donde una cortina separaba a Usagi Tsukino de los demás.

Sailor Saturn se había acomodado a los pies de la camilla.

"¿La verdad duele, huh?"

"No decidas mezclar las circunstancias, Sailor Fighter. En esta realidad, no hay ningún tipo de vínculo emocional entre Shingo-kun y mi persona, del cual especular. Mi problema con él no es personal, por ende. Si no, circunstancial."

Fighter se dejó caer en la silla, regresando a su vigilia. Rascó su cuello. "Seguro, seguro. Y yo saqué a Odango a nuestra primera cita porque en verdad no tenía nada qué hacer en un domingo."

"Actuar condescendiente conmigo no cambia mi punto de vista."

"No me importa." Fighter rodó sus ojos. "Cual sea tu problema con él, tendrás que arreglarlo, tarde o temprano. Mientras tanto, evita ser arrastrada a sus berrinches. Shingo está preocupado por su hermana. Tiene razón para estarlo. No me malentiendas sólo por haber aceptado tu disculpa. Lo que hiciste, Sailor Saturn… fue tremendamente jodido y torcido."

Saturn permaneció un lapso observando la figura dormida de la rubia, manos descansando en su regazo. Fighter creyó haber reconocido ligero remordimiento en su rostro. "Serenity-hime confió en mi con esta pieza de información, porque sabía que sólo yo podría ser capaz de acatar su orden." La chica meneó su rostro hacia Fighter. "No significa que haya obtenido placer de mis acciones."

"Lo sé." Fighter exhaló. A veces, se le olvidaba la edad verdadera de la joven, y se dejaba llevar por su temible trasfondo de Sailor del Holocausto. "Por eso te perdono. Sailor Moon confió en ti. Respetaré su decisión. Por ahora." Tallando su sien, Fighter volvió a exhalar, ahora con cansancio. "Necesitamos una mejor solución. No podemos recurrir a esto, si el poder del Cristal de Plata se vuelve inestable otra vez."

"Estará en manos de nuestra Princesa." Sailor Saturn acarició la pierna cubierta de manta. "No debemos perder la esperanza."

"Sailor Saturn." Fighter no podía tener la siguiente conversación mirando a Odango. La culpa no se lo permitió. Se concentró en la ventana. Atardecería muy pronto. Sailor Jupiter y Sailor Uranus todavía estaban allá afuera, ¿por qué tardaban tanto? "Dime la verdad. ¿Qué sucedió en la Catedral del Cielo?"

"Kakyuu-hime." La voz de la muchacha fue blanda, y a la vez directa. "Fue rápido. Nadie pudo haber actuado a tiempo, Sailor Star Fighter."

"¿Cómo lo hizo?" La pregunta traspasó su boca con veneno. "¿Cómo por fin, logró Severina salirse con la suya? Ha querido la cabeza de Kakyuu en una estaca toda su vida."

Hubo una pausa.

Luego, la mano de Saturn se posó sobre la suya para atraer su atención. La chica fruncía su ceño.

"Creo que hay un malentendido, Sailor Star Fighter. Su madre no fue quien acabó con la vida de su Princesa."

"¿N-Nani?"

"El Príncipe Frihét tenía todo planeado. Esperó hasta que la Boda se llevara a cabo. Tan pronto como el Sacerdote hizo la unión matrimonial oficial, el Príncipe actuó en contra de Kakyuu. A eso me refería. Estaba tan cerca de ella, que nadie más tuvo oportunidad de impedirle el asesinarla. Utilizó una daga para apuñalarla en la garganta."

La descripción gráfica de los hechos le endureció el corazón. "Pero… Pensé…" La cabeza de Fighter giró con las posibilidades de este nuevo escenario. ¿Qué había pensado, exactamente? Que Severina fuera responsable, había sido la opción más obvia para ella. De no ser verdad, ¿por qué Healer no se lo había aclarado?

Ah, claro. Fighter había estado muy ocupada pintándole el ojo morado a Erii Gierd.

Healer había intentado hablar con ella, en retrospectiva. Para variar, Fighter había estado demasiado enfurecida.

Con Erii-san, por haberla encerrado en una celda.

Con la misma Healer, por ser tan manipulable.

"Demonios." Fighter reenfocó sus pensamientos. "La mató después de ser declarado Co-Soberano. El bastardo." Saturn tenía razón, este había sido objetivo de Magnus desde el primer día. "Ahora su objetivo será el Trono. Se dirigirá directo hacia nosotros."

"Usagi parece haber tenido un presentimiento que esto sucedería. Fue la primera en intentar detener al Príncipe Frihét. Fue en vano, lamentablemente. Presenció todo justo frente a la Princesa Kakyuu. Fue por ello… Fue entonces cuando perdió control. El trauma fue demasiado para ella. Trato de…"

"Traerla de regreso a la vida."

Saturn asintió.

Fighter tragó saliva con dificultad. Un golpe de sentimiento le revolvió el estómago.

Kakyuu-hime estaba muerta.

En verdad había sucedido.

"Hay más."

-Astros, hasta habla igual que Uranus-baka. Fighter limpió la lágrima que había estado a punto caer por su rostro. "No me digas."

El sarcasmo voló por sobre la cabeza de la chica. "Así es. Sin embargo, debo investigar más al respecto, antes de conversar de este tema en particular con todo el equipo."

"De acuerdo. Investiga." Fighter carraspeó su garganta. "Esperaremos otra hora por Uranus y Jupiter. Si no regresan para entonces, comenzaremos una conferencia sin ella. ¿Entendido?"

"Hai, Fighter-san." Saturn se levantó de la cama. "Los dejaré solos."

"Gracias."

La cortina fue colocada alrededor del ala y los tacones de Saturn marcaron su trayectoria fuera de la Enfermería. Después de eso, sólo los quejidos de los heridos fueron distinguibles. Entre ellos, Fighter había visto a Sailor Star Chaser descansando, completamente sedada, y fuera de su henshin.

Una vez que había estado segura del diagnóstico estable de Odango, Fighter se había acercado a la enfermera a cargo del cuidado de Chaser para pedir su estado. Las noticias habían sido poco gratas. Su pierna derecha había sido fracturada en tres partes, al intentar investigar la conmoción en la Torre de la Tempestad. Escombro había caído sobre ella—Fighter supuso por la implosión causada por Severina y Sailor Uranus. Necesitaría un largo tiempo para sanar apropiadamente.

Tiempo que no estaban seguros de tener.

Rayos.

Fighter sobó su pecho. La dualidad de las dos mujeres más influyentes en su vida se cruzó por su mente, y su corazón, con el filo de dos espadas. La Severina de sus recuerdos de infancia, contra la visión criptica que Fighter había experimentado con su Ex-Princesa.

-¿Acaso esa fue tu manera de despedirte de mí? Fighter rumió para sí. -¿Por qué no pudiste solamente decirlo tal cual? Kakyuu…

Había derramado lágrimas por Kakyuu con anterioridad.

La última ocasión que la habían perdido, la Soberana había actuado en defensa de sus Senshis y la Luz de la Esperanza. Elegida por la misma Sailor Galaxia, para extraerle la semilla estelar. Como Saturn había descrito la tragedia del día de hoy, aquella noche en la Tierra, todo había sucedido con extrema rapidez. Las Sailor Star Lights no habían podido intervenir entre dos poderes más superiores que ellas. Ni siquiera el poder de Eternal Sailor Moon había marcado una diferencia contra Sailor Galaxia…

Había sido desgarrador; después de un año buscándola, y de apenas haberla tenido de regreso…

Fighter descansó sus brazos cruzados sobre la orilla de la cama, hundiendo su rostro sobre ellos.

Esta ocasión, su duelo fue distinto. Kakyuu había realizado decisiones antes de morir, que le habían afectado a Fighter a nivel personal. Se había metido en una profunda riña con la familia de su ex guardiana, había descartado la antigua lealtad de Fighter cuando ya no le había servido de mucho, y había maniobrado a Sailor Star Healer para encubrir la mayoría de sus planes políticos con el Planeta Magnus, colocando su profunda hermandad en jaque.

Había puesto a Fighter bajo arresto.

Y aunque, desconocido para la población en general, Kakyuu había roto varios de sus juramentos como gobernante.

"¿Qué haces cuando sabes cual es la decisión correcta, pero temes de las consecuencias, Bombón? Abrir mi boca podría empeorar las cosas, en vez de mejorarlas."

Usagi Tsukino, murmuró dormida. Algo sobre albóndigas asadas. Una buena señal.

Fighter abofeteó su propia frente. "¡Que tonto de mí! Si tuviste que hacer la más grande de las decisiones y mírate ahora, encarando cada consecuencia. Debería aprender de ti… Debería dejar de ser una gallina."

Decidida, Fighter se reincorporó en la silla. Acarició la frente de Usagi, un pequeño beso haciéndole sombra. "Descansa. Recupera tus energías, cariño." Dejarla fue un desafío que Fighter tenía que enfrentar. Sailor Moon no podía pelear sus batallas. Fighter tenía que contender contra sus demonios por su cuenta.

Odango tenía sus propios problemas, con los cuales cargar de momento.

Fighter tenía que encontrar a Yaten.

Al integrarse al pasillo llevando al Salón del Trono, Bryn la divisó y se apresuró a llamarle, Helga pisándole los talones. Fue obvio que se habían tomado una ducha, optando por sus uniformes de Iniciadas, ropas que se suponían debían dejar, al recibir sus henshis.

"¡Sailor Fighter! ¡Las Solar Senshis han regresado! ¡Te esperan en la Sala de Estrategia!"

Fighter asintió. "¿Sailor Healer ha sido informada de su regreso?"

"Afirmativo. La Comandante se encuentra en camino junto a Sailor Mercury."

Conque Comandante. Bien por ella. "Helga, adelántate a nosotras. Extrae todos los mapas de la Capital y de la estructura central M.A.D.R.E. Quiero todos los planos disponibles de los Anillos y sus Distritos. Tenlos listos en la Sala de Estrategia para exponer en la Matriz. ¡De ya!"

Roger, Sailor Fighter!"

Fighter se tornó a la otra soldado. "¿Cuál es el estatus de Sailor Star War? No la vi en la enfermería, ni en la construcción de las defensas del Puente."

Brunilda, tomando el flanco derecho a lado de Fighter, torció su nariz. "Lamiendo sus heridas. Se ofreció para la vigilancia de Shingo Tsukino, y con tal que no estuviera estorbando, la dejamos."

"Habla claro. Nunca te has detenido antes, Bryn-san."

Brunilda rodó sus ojos. "Todos saben que era la consentida."

Fighter alentó el paso. "¿Refiriéndote a…?"

"Kakyuu-hime." Brunilda murmuró. "Tenía favoritas, Comandante. War era siempre seleccionada para las tareas personales de la Princesa. Hasta para las guardias nocturnas. No que le haya servido de mucho, meh. Debí saber que brincaría a la primera oportunidad de hacerle la barba a Serenity-Hime para conseguir trabajo nuevo."

"No seas cruel." Fighter enunció. Se colocó frente a la Chibi Starlight, parándola en pleno pasillo. "Estás hablando de tu hermana de combate. Muestra compasión. ¿Por qué Helga y tú la considerarían una distracción?"

Así de sencillo, se encendió la mecha dentro de Brunilda. "¡Saltó a la defensa del Canciller, en cuanto pudo!" La joven resopló con sarcasmo. "¡No dejaba de quejarse de la injusticia de su arresto y hasta quiso ponernos de su parte! ¡Su ego se ha vuelto insoportable! ¡Por si fuera poco, nunca ha tomado en serio los comandos de Sailor Star Healer! ¡Siempre encuentra una forma de desacreditarla, aun con lo obvio en su narizota!"

Fighter, fue entonces, inspirada. "Genial. Entonces, dale lo que quiere. Encuentra un reemplazo para la vigilancia de Shingo-kun. Quiero a Kou Lena en la Cámara de Interrogaciones para velar al custodiado. Dile que la reasigné yo misma."

"¿Qué-qué? ¡¿La vas a premiar?!"

"Sailor Star Rage." Fighter enfatizó el título en ese tonito que sabía que Rage asociaba con todas las veces que Fighter le había pateado el trasero en los entrenamientos. Se acercó a la chica. Le dio satisfacción verla retroceder. "Criticas a tu compatriota por no ver lo obvio, pero debo decir que a ti también te falta confiar en la experiencia de tus superiores. Acata mi orden y regresa a la Sala de Estrategia al terminar. ¿Queda claro?"

Brunilda le recordó a Shingo, pies pisando fuerte por el pasillo en preparación de obediencia.

"Roger, Sailor Fighter." Fue el gruñido de confirmación que obtuvo, para después arrancar a los elevadores.

La Star Senshi rodó sus ojos al cielo. "Niños. En serio, que día." Eventualmente, concretó su ruta a la Sala de Estrategia, sin más pauta.

La puerta ya estaba abierta. La atravesó con hombros erguidos.

En el centro de la Sala, la Matriz estaba encendida, un holograma con la Cresta Real de la Casa Fleurs Dorées flotando para los espectadores.

Helga estaba estacionada en el panel de control de las proyecciones, murmurando para sí mientras organizaba las diapositivas de los mapas y planos que Fighter le había comisionado.

"Ya era hora."

Fighter le guiñó el ojo a Uranus. "No finjas que no me extrañaste."

"¿Cómo se encuentra Usagi?" Sailor Jupiter se encontraba sentada a lado de Uranus, ansiosa.

"Lo peor ha pasado." Fighter tomó posición de exponente alrededor de la Matriz. "Estoy segura de que se nos unirá pronto. El Cristal De Plata… bueno, ya lo conocen. Esa batería nunca se apaga. ¿Helga, lista?"

"C-Casi, Sailor Fighter."

Fighter le dio una prórroga a sus esfuerzos; todavía faltaban de llegar Sailor Mercury, Saturn, y Yaten.

"En cuanto esté despierta, deberán llevársela."

Sailor Uranus mostró ser afectada por el cansancio, puesto que no captó de inmediato el mensaje. Fue Sailor Jupiter quien saltó de su asiento.

"Te refieres… ¿a la Tierra?"

"¿Dónde más?" Fighter fijó su mirada en el holograma. "Es lo que han estado pensando todo este tiempo, ¿no? Odango estará más segura de vuelta en casa. Ustedes también. No tienen que estar involucradas en esta pelea."

Silencio.

Extrañada, Fighter levantó su mirada.

Jupiter se retorció un poco. "Verás… Hicimos una prueba, Sailor Fighter." La admisión fue incómoda. "No fue posible para ninguna de nosotras teletransportarse de regreso a la Tierra."

"Hay un campo electromagnético bloqueando la entrada y la salida del planeta, chicas."

Fighter tuvo tiempo de sobreponerse de la admisión de Jupiter, con la entrada de Sailor Mercury. Yaten entró justo detrás, siendo Sailor Saturn, la última en integrarse.

"¡Íbamos a regresar!" Jupiter manoteó la mesa con énfasis. "El plan era remover a Shingo-kun del peligro primero, luego regresar con el resto de las chicas para ayudarles."

-Mentiras blancas. Fighter se encogió de hombros. "No tienes que explicarte, Sailor Jupiter."

"Oh, quita esa cara. Sailor Moon no te desertaría, así nada más, idiota."

Uranus estiró sus piernas, acomodándolas en la orilla de la mesa de estrategia.

"Incluso si de alguna forma, la lográramos arrastrar de regreso a la Tierra sin ser convertidas en polvo cósmico, Sailor Moon nunca nos lo perdonaría. Su lealtad conoce no límites y su naturaleza pura no soporta el sufrimiento. No abandonaría este planeta, sin hacer el intento de auxiliarlo."

Fighter tragó saliva. "Y ustedes… ¿Permanecerían con ella?"

"Es nuestro deber." Uranus enunció con voz ronca. "Piensa lo que quieras de nosotras, Fighter, pero danos algo de crédito. De hecho, poseemos un sentido de honor. Ustedes protegieron nuestro planeta, y a nuestra Princesa, cuando nosotras no pudimos. Al tener los roles invertidos, no lo olvidaríamos—regresaríamos el maldito favor."

Al sentir a Yaten posicionarse en su costado derecho, Fighter se apresuró a conectar sus miradas. La otra mujer compartió su estupefacción. Que lo dicho viniera de alguien como Sailor Uranus, redoblaba el impacto.

Fighter ya se había resignado al peor de los casos—Muy aparte de las bromas cotidianas, las Solar Senshi no habían presentado ningún tipo de juramento, o acuerdo claro de extender su lealtad a Kou Seiya, sólo por ser la pareja de su Princesa. Seiya podía venir de una Casa Noble, pero no era realeza; no era ningún antiguo Príncipe terrícola que mereciera la atención.

"Así que, ése era el plan." Uranus gesticuló con su mano enguantada al aire. "Traer refuerzos. Porque a este paso, los vamos a ocupar."

La declaración trajo a todos a una dura realidad. La tensión en la Sala fue tangible.

"¿Qué vieron?" Yaten levantó su mentón.

Uranus y Jupiter intercambiaron un vistazo.

Jupiter se sostuvo de la mesa. "Una masacre."


[+][+][+]


El holograma se expandió, mostrando los Siete Niveles de Seguridad de la Capital, conocidos como Anillos. Los primeros dos anillos se amplificaron en tono rojo, marcando el estado fatal en el que se encontraban.

"El primer anillo ha sido arrasado por una ola de infantería del Planeta Magnus. 45% del Distrito ALCYONE fue evacuado al segundo anillo con éxito, mientras que el restante 55% fue presa del asedio de las Murallas del Norte. El ejército de Frihét está siendo trabado conforme hablamos, dentro del segundo anillo, MAIA. Tenemos civiles aun movilizándose por el puente que conecta los distritos, al tercer anillo, ELEKTRA. Según los reportes que Sailor Jupiter y Sailor Uranus recabaron del General Lycus en su misión de recon, el propósito es tener a todos los sobrevivientes en ELEKTRA, antes de la media noche. Está consciente, que una vez que el escudo sea activado, no habrá acceso libre para más refugiados."

"¿Cuál escudo, Sailor Developer?" Mercury no despegó su atención del holograma, analizando la anatomía de la Capital con sumo cuidado.

"Lo llamamos M.A.D.R.E." Yaten respondió. "O El Gran Problema, como lo he subtitulado en mi cabeza."

"Es un escudo que, en situaciones de invasión a la Capital, debía activarse para frenar el paso a terceros, ya fueran enemigos, o aliados. Es una estrategia para cortar el mal desde la raíz. Su funcionamiento fue diseñado por Sailor Star Maker, después de todo lo que aprendió de la tecnología terrícola. Helga, corre la simulación, por favor."

Frente a ellos, un demo brindó detalles en video del funcionamiento hipotético de la M.A.D.R.E. Fighter apuntó hacia la presentación. "El escudo es una manifestación de mayor escala de los escudos de laser que cubren las celdas de la Torre de la Tempestad—o como ustedes lo han visto con sus propios ojos—distintos puntos del palacio de acceso restringido. Es un arma masiva, por ello debemos estar completamente seguros al momento de activarla. Encendida, succionará toda fuente de electricidad del palacio."

"¿De cuánto es su alcance de protección?"

"En teoría, el radio comenzaría en MAIA, abarcando hasta el séptimo anillo, ASTEROPE. Mejor conocido como…" Fighter gesticuló hacia la Sala de Estregia. "… el palacio."

"En teoría, ¿dices?" Uranus gruñó, su atención también dedicada a la Matriz.

"Sólo habíamos realizado pruebas iniciales cuando dejé Kinmokusei." Fighter volteó hacia Yaten.

"Funciona. Nos ganamos 3 apagones, pero funciona." Yaten cruzó sus brazos. "Aunque, no se emocionen. Esas pruebas duraron no más de ocho horas. Kakyuu-Hime no podía sostener el escudo por un tiempo más prolongado. La M.A.D.R.E. es sólo una protección temporal, una ventaja que le damos a los civiles para escapar por los túneles subterráneos del tercer anillo, al resguardo del palacio."

"Dices que Kakyuu era quien sostenía este sistema." Mercury continuó. "¿Cómo lo hacía?"

Fighter suspiró. "Con el poder de su semilla estelar."

Las Inner Sailors se mostraron asombradas por la noción.

"No directamente." Yaten elaboró, carraspeó su garganta. "La ayudé. Le enseñé a canalizar su energía a un objeto especifico—en este caso a un Cetro nacido de su henshin." Dicho cetro apareció en la siguiente diapositiva. El báculo era similar al utilizado por Eternal Sailor Moon, con solo modificaciones estéticas más originarias de la Cresta de Flores Doradas. "El objeto era cargado al pedestal del sistema M.A.D.R.E… ¡y voilá!" En la Matriz, la simulación mostró en manera general la energía del báculo, siendo conectada por la red de circuitos instalados alrededor de los cinco anillos.

"Guau, Yaten. ¡Que impresionante!" Sailor Mercury casi escaló la superficie de la Matriz con su entusiasmo. "Este tipo de estructura es muy parecida a la que se usaría para el futuro Tokio de Cristal."

Fue el turno de Fighter de sentir asombro. "¿E-En serio? ¿Cómo lo sabes, Mercury-san?"

Mercury asintió. "Bueno, para salvar el futuro Tokio de Cristal un par de años atrás, tuvimos que viajar a él, Sailor Fighter. Aprendí mucho de la estructura que el Rey Endymion usaba para controlar los alrededores de Tokio, cuando tuve los momentos disponibles. La diferencia aquí es que su sistema se manejaba en el perímetro de una estructura en forma de estrella alrededor de la ciudad, al contrario de anillos."

"¡Sailor Mercury, nunca mencionaste que recordaras detalles así del viaje al futuro!" Jupiter exclamó con escándalo. "¿Qué no se supone que estaríamos haciendo trampa, al saber eso antes de tiempo?"

"Gom-men-nasai." Mercury sobó su nuca. "Nunca lo mencioné en caso de que Sailor Pluto quisiera borrarlo de mi memoria, o algo por el estilo. ¡Oh, Sailor Uranus! Por favor—"

"No es como si importara hoy en día, de todas maneras." Uranus refutó con desdén, desde su asiento. "Y Pluto puede tener muchas habilidades especiales, pero borrar recuerdos no es una de ellas. Relájate, Sailor Mercury."

"Pero…" La voz de Yaten interrumpió. La mujer examinaba la Matriz con su ceño fruncido. "Sólo puede tratarse de una coincidencia, ¿verdad? No podría significar algo más. ¿O acaso creen…?"

"Tal vez, Kinmoku influyó en el futuro Tokio de Cristal, Yaten-san." Jupiter le sonrió. "Si fue así, eso significó que seguimos en contacto aún en el futuro, ¿no creen?"

Fighter le retornó la sonrisa. Eso hubiera significado que aquel Kou Seiya hubiera mantenido contacto con Odango. Su amistad hubiera perdurado más allá que una despedida en la azotea de la preparatoria Juuban. La noción… fue algo agridulce. "Ojalá hayamos sabido cobrarles las regalías."

Mercury y Jupiter se permitieron liberar una ráfaga de risas. Ayudó a ventilar la tensión por un momento.

"Lo que haces." Sailor Uranus extendió sus brazos sobre los soportes de su silla. Su mirada giró hacia Yaten por completo. "Es transfiguración."

De reojo, Fighter observó el rostro de Yaten llenarse de color. Pocas veces, apreciaba Yaten ser examinaba sobre su habilidad más privada.

"Me sorprende que conozcas la palabra."

Uranus no cayó en la trampa. "Es el truco que le enseñaste a Sailor Moon a hacer en el Torneo."

Fighter parpadeó, pasmada.

"¿Es eso cierto, Yaten?" Jupiter le sonrió.

"Yo…"

"Se lo mencionaste al echarle porras. Luego, brillaste como pirotecnia. Sailor Moon te utilizó para canalizar el poder del Ginzuishou."

Hasta Fighter no podía creerlo. Se volcó hacia Yaten con la boca abierta. "¿En serio? ¿Cuándo se lo enseñaste?"

Yaten elevó sus manos, exasperada. "Una persona a la vez, ¿de acuerdo? La primera ocasión sólo decidí ayudarla porque se trataba de un regalo para Luna, lo juro. ¡Nada más!"

"¡Ah!" Reconocimiento brillo en el rostro de Mercury. "La pluma de transformación. ¡Así fue como Usagi-chan pudo crearla y ayudar a Luna a cobrar su forma humana! Tú la ayudaste."

"Sí, sí. ¡No fue planeado! Sólo… sucedió. ¡Ayudó a Sailor Moon a la larga, así que, de nada!"

"Es una habilidad difícil de encontrar en este vasto universo." Sailor Uranus añadió, la intensidad de su mirada nunca flaqueando de la figura de Yaten.

Yaten batió una mano al aire. "Sí, así soy de especial. ¿Podríamos regresar al tema principal, por favor? No tenemos todo el día."

Fighter levantó una ceja ante el extraño intercambio. Guardó el tema de sus lecciones clandestinas con Odango para más tarde. "Regresamos al mismo problema. No tenemos… la estrella de Kakyuu para arrancar el sistema M.A.D.R.E. El escudo no podrá ser activado. Los civiles que esperan protección en el tercer anillo serán aniquilados, sino armamos una misión de rescate nosotras mismas."

Helga escogió activar la diapositiva que mostró la ruta de evacuación del anillo en cuestión. El Distrito ELEKTRA.

"A pie, toma seis días normalmente llegar al Palacio por los túneles." Helga elaboró. Cuando se dirigió a sus superiores, se notó su incertidumbre. "Sin nuestros henshis, no podremos llegar a tiempo. Las tropas de Frihét invadirán a ELEKTRA primero."

"La melee de Frihét no está dando descanso." Fue la primera vez que Sailor Uranus tomó liderazgo. "Tu Capitán fue especialmente enfático en que la infantería del lado Norte estaba superada en números. Dos mil de parte de Kinmoku, contra cuatro mil seiscientos, aproximadamente. Tu Princesa ordenó que las murallas Este y Oeste fueran cubiertas de ballestas en caso de ataques laterales, ya que al parecer, ¿son las murallas más vulnerables?"

"Todavía falta finalizar la reconstrucción de ambas." Yaten suspiró. "Si hubiéramos esperado un ataque a la Capital lo hubiéramos esperado por esas murallas. El Río Plateado se extiende desde las afueras de las murallas del norte, siguiendo por el distrito ELEKTRA, hasta el nuestro, y los hacen fácil de invadir por las cloacas."

"No es fácil atravesar el Río, sin embargo." Fighter añadió.

Uranus le pidió a Helga repetir la diapositiva del mapa de ELEKTRA. "¿Qué tan apegados están a ese puente?"

Yaten y Fighter compartieron otra mirada. "¿Por qué?"

Uranus jugó con el holograma. Mostró habilidad para manipular el mapa, expandiendo el área del puente en cuestión. Estaba revisando los cimientos, Fighter cayó en cuenta. "Porque, después de la evacuación de los refugiados, tendremos que volarlo en pedazos. Tenemos que cerrarles el paso a Magnus, si el sistema M.A.D.R.E. está fuera de servicio."

"Mmm." Jupiter se acercó al diagrama. "Suena simple. Únicamente tenemos que darles tiempo a los refugiados para cruzar el puente. Luego, destruimos el puente… Rayos, si tuviéramos a Sailor Mars y a Sailor Venus sería fácil unir nuestros poderes, crear nuestro escudo de protección y así bloquear a la infantería del Príncipe Frihét nosotras mismas."

¿Las Solar Senshis podían hacer tal cosa? Fighter engrandeció sus ojos, tratando de imaginarlo. "¿Cómo?"

"Lo hicimos una vez, nos posicionamos en cuatro puntos cardinales alrededor del Colegio Mugen para crear una barrera—larga historia, pero funcionó. Sailor Mercury, ¿decías que hay un campo electromagnético bloqueando la teletransportación?"

"Así es." Mercury se apresuró a conectar su computadora portátil con la Matriz. Muy lista, esta chica. "Obtuve señales de su existencia desde esta mañana. En el momento, no sabía exactamente lo que estaba registrando mi computadora. Apenas tuve tiempo de analizar su composición al regresar al Palacio y sólo puedo compararlo a un campo electromagnético. Es muy potente. Aun trabajo en encontrar su punto de origen. Hasta ahora, su alcance va más allá que la Capital de Kinmoku."

En efecto, las lecturas de la computadora de Mercury no delimitaban la cobertura completa del campo electromagnético, sólo anunciaba su existencia, encontrando la Capital como sólo una porción del planeta siendo cubierto.

Fue como una bofetada para Fighter. -Tú podrías tener una idea, ¿no es así?

"Bueno, chicas, suena lo más congruente a un plan. Aunque todavía queda por descifrar el cómo transportarnos a ELEKTRA, en menos de seis días."

"Quizás no podamos teletransportarnos fuera del planeta. ¿Pero, qué hay de un lugar a otro?"

"¿Sucede algo, Sailor Fighter?"

Fighter se ubicó de vueltas a las preparaciones. "No, sólo pensando. Jupiter, tu idea tiene mérito. ¿Creen poder teletransportarnos hasta allá?"

No fue Jupiter quien respondió. "No veo por qué no. El otro día, Sailor Star Healer y yo fuimos y venimos de Kin-norte sin dificultad."

Los músculos de Fighter se tensaron. Para Sailor Uranus no tuvo repercusiones el lanzar el comentario al aire, su mirada todavía analizando el terreno del tercer anillo. Para Fighter, las consecuencias tuvieron un rostro y un nombre, sin embargo. El fantasma del pasado, volviendo para morderle el trasero.

"¿Qué hacían… en Kin-norte?" Masculló en dirección de Yaten.

La mujer había puesto distancia entre las dos, conforme los planes habían tomado forma en la conferencia. Yaten no lució preocupada que Uranus las hubiera descubierto. Al contrario, la peligris se acomodó en la esquina opuesta a Fighter, viendo los hologramas por encima de su hombro.

"Ya sabes, explorando."

Incrédula, Fighter repitió la excusa. "¿Explorando con Sailor Uranus?"

"¿Por qué el interés? Sólo fue un patrullaje rápido." Yaten le lanzó un vistazo a Uranus. "¿Cierto?"

Pendiente de lo que la idiota fuera a deliberar, Fighter se apoyó en sus manos hacia el otro lado de la Matriz, su lenguaje corporal dando el mensaje claro de su impaciencia.

Sailor Uranus atravesó el holograma con su mirada; se encontró directo con Fighter.

"Hai. Estaba aburrida." Uranus escupió, sin inflexión en su voz. "No que mi situación haya mejorado. Sólo vi nieve en todas partes. Para eso, me hubiera quedado en Japón."

-Dile. La presión no tuvo misericordia. Fighter mordió el interior de sus mejillas, saboreando sangre poco después. -Díselos ahora.

"Claro, eso fue antes de que se activara este misterioso campo electromagnético." Yaten suspiró. Sobó su frente por un momento, despeinando su fleco. Se reincorporó con una expresión decisiva. "No hay tiempo para hacer pruebas. Funcionará, o no funcionará. Voto por cerrar sesión y comenzar a preparar la artillería necesaria para esta misión. No podemos dilatarnos un momento de más. Nuestra gente nos necesita."

Al unísono, todas las presentes se tornaron a Fighter por la decisión final. Esta parte, Fighter no había extrañado de su Comando.

Bueno, primero las decisiones difíciles. "Sólo las Sailors que tienen un henshin intacto podrán teletransportarse, Yaten."

"No preocupes tu cabeza dura con eso, tengo otras opciones."

"Oh, no, no, no."

"¡Sí, sí, y !" Yaten golpeó la mesa. "Es lo único que las Chibi Star Lights y yo podemos usar en estos momentos. ¡No pienso despreciar recursos sólo por tu paranoia, Fighter!"

"Los trajes que Magnus fabricó no pueden ser de confiar." Fighter volteó hacia las Inners y Uranus. "¿Algo de ayuda, quieren?"

Jupiter y Mercury rieron inciertas.

"Fácil para ti decirlo. ¡Tu propio henshin todavía funciona! Lo cual no has explicado para nada—Ja, ¿sabes qué? No me digas. No estoy de humor para escuchar sobre como Kakyuu dejó a su favorita bien protegida, mientras Maker y yo hemos sido mandadas al retiro obligado."

"Yaten." Fighter sintió calor juntarse en su rostro. Nunca le había gustado airear sus problemas personales de esta forma con las Solar Senshis. Y hablar mal de Kakyuu no se sintió decente. "No tengo idea de qué hablas. Y no tengo idea de por qué sigo siendo Sailor Star Fighter, créeme. Cuando lo averigüe, serás la primera en saberlo. Si pudiera…" Fighter caminó hacia Yaten, sosteniendo su hombro. "Si pudiera cambiar lugares, o compartir esta habilidad con ustedes, sabes que lo haría—Hey, esta es mi chaqueta de cuero."

La sonrisa de Yaten estuvo complementada con una buena dosis de maldad. "No la estabas usando."

"Oi, la acabo de… comprar." Fighter apretó sus dientes juntos. -Paciencia, paciencia. Si una maldita chaqueta le daba algo de satisfacción a su hermana en este horrendo día, Fighter sabía que debería no hacer tanto escándalo. "Quiero decir…"

Prosiguió a darle un zape en la cabeza.

"¿NANDES-KAS? FIGHTER-BAKA."

Fighter le sonrió. "…eso fue por arrestarme, enana." Después, suspiró. "Como quieras, pero a la primera señal de algo fuera de lo normal, quiero que desactiven esas cosas, ¿entendido? ¡Y mantengas abiertos sus canales de comunicación todo el tiempo!

Hasta Helga no pudo contener su emoción. "¡Roger, Comandante!"

Por su lado, Yaten aceptó su penitencia con algo de dignidad, aunque sus murmullos no fueron aptos para todos los públicos.

"Sailor Saturn, ¿algo que quieras agregar? Haz estado callada toda la conferencia."

Ser puesta como el foco de atención por su propia tutora no debía ser agradable. Saturn no rehuyó, sin embargo. Se puso de pie, analizando la Matriz, y luego a cada una de las integrantes de la junta.

"Tengo entendido, que en el momento que el Príncipe Frihét ponga un pie en la Sala de Trono se coronaría como Soberano absoluto de Kinmoku." La joven alzó su mano derecha. Su Guadaña se materializó en sus dedos. "Sailor Star Fighter, Sailor Star Healer… Les pido que me permitan encargarme de impedírselo. Permítanme ser la Última Línea de Defensa, si ustedes no logran detener sus fuerzas."

Vaya, cuanta intensidad. "Sailor Saturn, aprecio el entusiasmo, en serio. Sólo recuerda que la prioridad será evitar más derrame de sangre-"

"-Córtale la cabeza." Yaten siseó con intensidad. "Tienes todo nuestro permiso."

Fighter emitió un gemido de alarma. "¡No, nada de cortar cabezas! Sólo… enciérralo en una celda, si llegamos a ese punto, ¿de acuerdo, Saturn? Por los Astros."

"¿Qué hay de Sailor Moon?" Sailor Mercury intervino con desasosiego. "No debe quedar desprotegida en su estado."

"No lo estará." Yaten sonrió. "Fighter se quedará con ella."

"¿Ah, sí? ¿De acuerdo con las órdenes de quién?"

"Fighter." Fue el turno de Yaten de aplacarla con una mirada fulminante. "Conoces de memoria el protocolo que Sailor Star Maker diseñó. Es imperativo que la Líder de las Sailor Star Lights permanezca en el Palacio—"

"Exactamente mi punto. Ya no soy la Líder de—"

"¡No me interruptas! Debes usar a los peones en combate primero, no aventar tus defensas más grandes a los pies del enemigo. Escucha, tú eres…" La mujer se dio un freno a su propio monólogo, en favor de tocar su pecho, como si algo sumamente doloroso para su ego estuviera a punto de salir de su boca. "Mira, nunca me he creído algo que no soy… La gente te sigue a ti. Que te hayas ido a la Tierra no lo ha cambiado."

"No estoy aquí para sabotearte, Yaten."

"¡Lo sé! Pero, seamos honestas. Todos te respetan como General. Te estás buscando a ti para que los guíes justo ahora, no creas que no me he dado cuenta… Debes permanecer en nuestro Distrito, y coordinar las tropas porque nadie más hará un mejor trabajo. Además, Sailor Moon es más fuerte que un arma nuclear en estos momentos. ¿Quién mejor que tú para custodiarla?"

"Debo admitir que estoy de acuerdo con Yaten. Si aprendí algo el día de hoy, es que ustedes dos son más fuertes juntas, que separadas una de la otra, Sailor Fighter." Jupiter rascó su nuca con carisma irremediable.

Fighter tiró la toalla. "No son sólo peones." Se dirigió a Yaten. "Ni tú, ni Maker, ni las demás Sailor Star Lights. Nunca serán sólo eso—Lo que has hecho en nuestro lugar, Yaten… Es una labor digna de mi respeto. Nunca lo dudes. Serás una excelente Comandante algún día."

Algo más vulnerable se aflojó del porte de Yaten. Luego, la chica adoptó sus usuales mecanismos de defensa. "Me conformo con ser Segunda en Comando en estos momentos. Es demasiado estresante mandar a tanta gente. No es bueno para mi piel."

"Confío en ti." Fighter enfatizó. Luego, hizo una mueca melodramática. "Sólo no me pongas en una celda de nuevo."

"¿Ya acabamos, entonces?" Uranus ladró, ya cerca de la puerta. "Quiero ver esa artillería yo misma."


(…)


"¡Usagi, no repitas porción! ¡Todavía falta tu padre de cenar!"

"¡Aww, pero Mamá! Las albóndigas asadas son mis favoritas."

"¡Dije que no, Usagi!"

"No hay problema, Mamá." La voz de Kenji Tsukino irrumpió por el comedor. El hombre le sonrió de oreja a oreja. "Puede servirse un poco más, no la regañes. Mi Usagi es una niña en crecimiento, después de todo." Dejando su maletín en la silla vacía del pequeño comedor, Kenji tomó a Usagi de la suya. La alzó en sus brazos para jugar al avión. "¿No es así, Usagi-chan? ¡Mi pequeña conejita!"

Usagi se hundió en risas. Estiró sus brazos, amando la sensación de volar. "¡Más alto, Otosan! ¡Más alto!"

"Kenji, vamos. La comida se enfría, amor. No zarandees a Usagi tan fuerte, se le revolverá el—¡Oh!"

Kenji se detuvo en seco, compartiendo su alarma con Usagi, quien seguía por los aires. "¿Mamá Ikuko? ¿Pasa algo?" En tiempo récord, padre e hija se hincaron a los pies de Ikuko. El corazón de Usagi se infló de emoción, al ver a su madre sostener su estómago hinchado.

"Ya sabes, este pequeño anda muy activo últimamente." Ikuko sobó la parte baja de su vientre con una mueca. "No puedo esperar a que llegue. Extraño alcanzar a ver mis pies."

"Shingo, Shingo." Usagi tocó el estómago de su mamá, fascinada. "Sal de ahí hermanito para jugar."

"Pronto, Usagi." Kenji carcajeó. "Bueno, Mamá. Usted no se preocupe y vaya a descansar. Nosotros nos encargamos de limpiar la cocina."

"Pero, Kenji, todavía falta desempacar muchas cosas."

"¡A la cama, he dicho!"

"¡Cama!" Usagi repitió, apuntado hacia el segundo piso al unísono que su padre.

Ikuko le sonrió al final. Kenji bajó a Usagi al piso para ayudarla a subir las escaleras al dormitorio. ¡La nueva casa era enorme! A veces, Usagi temía que se perdería. ¡Pero había tanto espacio para sus juguetes, y golosinas! Su propio cuarto estaba repleto de sus peluches porque su Otosan siempre se los traía de sus viajes de trabajo. Mamá Ikuko se quejaba todo el tiempo, que a este paso la casa estaría invadida de recuerdos y no habría lugar para Shingo-kun.

Usagi no entendía el problema; podía compartir sus peluches con su hermanito, sin problema.

"Mmm, no son tan ricas como pensé. No entiendo el alboroto."

"¿Nani?" Usagi parpadeó. Volteó su cuerpecito del recibidor, regresando al comedor.

Un huésped sin invitación había reemplazado el lugar de su Okasan. Curiosa, Usagi se abrazó del marco de la entrada.

"Demasiada sal."

A sus cuatro años, la mesa era muy alta para ver bien a la nueva presencia. Usagi saltó, estirando sus piernas lo más que pudo.

No funcionó.

Bueno.

Usagi volvió a saltar, esta vez, su cuerpo creciendo y creciendo, arriba, arriba, arriba.

La persona persiguió un poco del jugo de albóndiga que restaba del plato de Mamá Ikuko. Introdujo su dedo a su boca, inmersa en su evaluación. Chasqueó sus labios múltiples veces y prosiguió a sacar su lengua con desaprobación. "Sólo piensa en toda la grasa que se está yendo directo a tus caderas, querida."

En shock, Usagi parpadeó múltiples ocasiones para borrar la imagen frente a ella.

No cambió.

La mujer no había acabado con sus experimentos. Le dio un sorbo a la lata de refresco abandonada por su madre. Eructó con sorpresa, unos segundos después.

"Upsie."

Usagi se sostuvo del marco de la entrada, por segunda vez. "¿Q-Qué haces…? ¿Qué haces aquí?"

Sailor Cosmos le guiñó el ojo. "Tú dímelo a mí."


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Fin de Parte X.

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NdA: Chan chan chan.

No me vengan, por favor, con preguntas de que si me inspiré con WandaVision para este pequeño viajecito mental que tendremos en el siguiente episodio. La trama de este fic fue delineada desde mucho atrás. Aunque, hot damn, que buena serie.

Dejen review/comentarios/feedback. Este fic es un enorme monstruo y requiere mucha, pero mucha dedicación (investigo mucho, señores). Cualquiera tipo de retroalimentación es bien apreciado.

¡Ahora, sí! ¡Teorías falopas, vengan a mí!

¿Cómo les saldrá la misión a nuestras heroínas?

¿Quién es en verdad este Príncipe Sky y por qué es tan compa de Átropos?

Y hablando de Severina, ¿hablará con Fighter para otorgar más respuestas?

Una cosa si lo pueden tomar por seguro: EL. HARUTEN. SE. APROXIMA.

¡Gracias por leer!