"Todos Quieren (Gobernar El Mundo)."

Por B.B. Asmodeus.

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Parejas principales: Kou Seiya (Sailor Star Fighter)/Usagi Tsukino (Sailor Moon). Kou Yaten (Sailor Star Healer)/Haruka Tenoh (Sailor Uranus).

Parejas secundarias: Menciones de Haruka Tenoh (Sailor Uranus)/Michiru Kaioh (Sailor Neptune). Ami Mizuno (Sailor Mercury)/Makoto Kino (Sailor Jupiter) (ando experimentando).

Personajes originales: Severina Sang Froid (Moira - Sailor Átropos), Príncipe Skýrr "Sky" – El Arquitecto, Rey Frihét, Sailor Star Chaser– Kou Siggy, Sailor Star Developer - Kou Helga, Sailor Star War – Kou Lena, Sailor Star Rage – Kou Brunilda "Bryn", Canciller Erii Gierd, Condesa Schnee Sang Froid, Láquesis (Moira).

Rating general: M/Adult/R/Lemon. H/M (het) & M/M (yuri).

Categorías/Advertencias: Realidad Alterna. Humor, Romance, Drama, Wing!Fic, Acción/Aventura, Lemon, Yuri, Yaoi, Het, Horror, Lenguaje ofensivo, Temas bélicos.

Sinopsis: Endymion busca propósito. Encuentra algo más. Sailor Moon es valiente. ARQ y Átropos no son buenos para las despedidas.


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Soundtrack:

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Bring Me The Horizon – "In The Dark."

Nirvana - "Smells Like Teen Spirit" - Epic Emotional Version por Samuel Kim.

Sailor Moon Eternal The Movie Ost – "Outer Sailor Guardians Theme."

Stage On – Sailor Starlights/Three Lights Full Album.

Bonnie Tyler – "Holding Out For A Hero" – Masters of the Universe: Revelations Epic Version.


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Fun facts:

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#1 – En mi mente escucho la voz de Simba Adulto como la voz de ARQ (Arturo Rivera), y el honor de la voz de Sailor Átropos/Severina se va a la actriz de Brienne of Tarth de GOT (Irene Jimenez). Mmm, sexy.

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Línea del tiempo:

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Capítulo i (Día 1): Llegada a Kinmoku.

Capítulo ii (Día 2): Desayuno con los Senadores de Kinmoku/Magnus + Preparaciones para el baile.

Capítulo iii & iv (Día 2): Baile en el Planetarium.

Inicio de Capítulo iv & v (Día 2 / Día 3): Investigación de Healer y Uranus + entrenamiento de las Inners para el torneo.

Capítulo vi (Día 4): Torneo.

Capítulo vii (Día 4): Torneo & Arresto de Fighter.

Capitulo viii (Día 5): Boda de Kakyuu / Golpe de estado en Kinmoku.

Capitulo xii (Día 6): Sistema M.A.D.R.E. es activado.

Capitulo xiv-xv (Día 7): El Arquitecto vs Sailor Moon & Fighter.

Capitulo xvi (Día 7): Estás aquí.


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Glosario:

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Sistema M.I.T.E.R.A. / M.A.D.R.E.: Sistema de seguridad de Kinmoku, consistente en un campo protector de energía. Abarca el 75% de la Capital, desde el Distrito ELEKTRA al Distrito ASTEROPE. Su nombre es inspirado en el griego de la palabra "madre."

1er Anillo – Distrito ALCYONE: Demarcación de la primera población dentro de la Capital de Kinmoku. Mayormente un asentamiento militar formado por la Guardia Real, producción, y compra/venta de armamento para Distritos fuera de la Capital. Este distrito se encuentra apegado a las Murallas Norte de la Capital.

2do Anillo – Distrito MAIA: Demarcación de la segunda población dentro de la Capital de Kinmoku.

3er Anillo – Distrito ELEKTRA: Demarcación de la tercera población dentro de la Capital de Kinmoku.

4to Anillo – Distrito TAYGETE: Demarcación de la cuarta población dentro de la Capital de Kinmoku.

5to Anillo – Distrito CELAENO: Demarcación de la quinta población dentro de la Capital de Kinmoku.

6to Anillo – Distrito MEROPE: Demarcación de la sexta población dentro de la Capital de Kinmoku. Asiento del Sistema Educativo de la Capital de Kinmoku.

7mo Anillo - Distrito ASTEROPE: Asiento de la Monarquía de Flores Doradas del Planeta Kinmoku.

Palacio de Flores Doradas: Corazón administrativo y político de la Monarquía de Kinmoku. Localizado en el distrito ASTEROPE.

Catedral del Cielo: Catedral de más grande importancia para ceremonias Reales. Localizado en el distrito ASTEROPE.

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Disclaimer: Por último, Bishoujo Senshi Sailor Moon no es mío, sino de Naoko Takeuchi. *sniff* Ni tampoco la idea y utilización de los portales "Stargate." Son propiedad de MGM, creados por Brad Wright, Jonathan Glassner y Robert C. Cooper. Yo sólo los tomaré prestados porque son super mega geniales y mi amor por Stargate Atlantis nunca morirá.

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Previamente en Saga Me Basta:

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»Rei: Estoy embarazada.

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xvi.

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"¿Y si la tormenta termina?"

-Snow Patrol.

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Planeta Kinmoku.

1 HR PREVIA.

Localización: Distrito Froid

(Las Ruinas).

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Por un momento, Sailor Moon no pudo negar temer que no aparecería del otro lado de la Stargate.

Desconocía el funcionamiento del extraño portal, aunque confiaba plenamente en Sailor Star Fighter.

Un leve hormigueo acarició su cuerpo al atravesar el campo viscoso. Luz golpeó su visión, y Sailor Moon cubrió su rostro con su antebrazo. Avanzó a semiciegas, su mano opuesta sosteniendo con fuerzas su Eternal Tiare.

"¡AING HE!"

"¡Oigan, esperen!" Sailor Moon actuó en instinto, saltando fuera del camino. No contó que los tacones de sus botas se hundieran en la nieve al aterrizar en un punto nuevo. Un poco desbalanceada, se sostuvo en cuclillas. Levantó su cabeza para analizar sus alrededores.

La punta de una lanza crujió frente a su rostro, chispas eléctricas brotando. Le sorprendió distinguir a una mujer sosteniendo el arma, su armadura resplandeciendo con la blancura de la nieve en un azul cobalto. Cabello oscuro era recogido en un moño, desnudando el rostro de ángulos toscos de la guardiana.

"¡Soy Sailor Moon! ¡Por favor, escúchenme!" Sailor Moon extendió su cetro lunar en defensa. Algo que había olvidado tomar en cuenta había sido la barrera de los idiomas entre ella y los habitantes de Kin-Norte. Sin embargo, si Seiya había sido capaz de entender el japonés, ¿qué tan difícil podía ser el hacerse entender?

Sailor Moon se levantó.

Deslumbró al ejército con ojos engrandecidos. Soldados—hombres y mujeres—en atuendo similar a la combatiente frente a ella desfilaban, a una breve distancia de la Stargate que la había traído hasta aquí. A sus espaldas, se percató del lago congelado, donde la Stargate se encontraba incrustada

"Busco hablar con la Condesa, por favor." Pidió con calma. Unió su mirada con la mujer atosigándole. "Sé que es difícil comprender lo que intento decirte, pero mírame." Apuntó hacia su atuendo Eternal. "Soy Eternal Sailor Moon. Soy amiga de Sailor Star Fighter, por ella estoy aquí."

Chispas siguieron tronando de la lanza. La guerrera no cambió su aura hostil. Dio pasos lentos hacia Sailor Moon, levantando la lanza en preparación.

"¡Ep!" El cetro lunar no era un arma hecha para este tipo de combate. La lanza se onduló sobre ella. Ciegamente, Eternal Sailor Moon impulsó el mango para frenarla.

Iluminación dorada surgió del cetro. Energía se manifestó, aventando a la enemiga en retroceso. La frente de Sailor Moon liberó calidez, la luna creciente pulsando. Agarrando valor, Sailor Moon avanzó. Su cetro giró en sus manos, consolidando en una posición a la altura de su pecho.

Descubrió que la guerrera se había sostenido a la nieve con su lanza para no ser derribada. La observó recuperarse, pero esta vez, Sailor Moon no rehuyó.

"¡Mortimer, eche ane!" Una voz resonó por las espaldas de la guardiana. La mujer no se frenó, lanzándose sobre Sailor Moon de nueva cuenta.

"¡Silver Moon Crystal…!"

"¡Silver Thunder!"

Un escudo protector se formó alrededor de Sailor Moon. Las estocadas de la lanza encontraron sólo impedimentos, al querer lastimarla.

"…¡Power Kiss!"

En esta ocasión la oleada del poder de purificación fue más allá que una sola enemiga. Las ráfagas de polvo cósmico fue una larga cortina que se extendió por la tierra desolada que les rodeaba.

Sailor Moon se concentró en mandar el mensaje de la misma forma que los Three Lights lo había logrado, durante su búsqueda de Kakyuu-Hime. Transmitió imágenes, sentimientos. Pensó en Seiya, en el sufrimiento que le carcomía al haberle fallado a su gente. Quiso transmitir la importancia de encontrarse con la Condesa—de encontrar una solución pacífica a esta guerra.

"SERA-MUN." Resonó por su cabeza en rugir mental. Sailor Moon gimió de la sorpresa.

La nieve despareció, en un instante siendo arrastrada a un mundo abstracto y lejos de Kin Norte.

Colores fueron un remolino, pronto combinándose en imágenes y sonidos. Las estrellas. El universo. Kinmoku, visto desde el espacio, floreciente y azulado. Tres soles gravitando a su alrededor, de menor tamaño al gran astro del Sistema Solar de la Vía Láctea. En caída libre, Sailor Moon gritó mientras sintió el escenario succionarla de regreso al planeta de Flores Doradas.

Recuerdos pasaron por sus ojos. Reconoció a Seiya en muchos de ellos. En su nacimiento, sus primeros pasos, el primer vestido que había destruido, la primera riña con sus primos, su enorme sonrisa cuando le había dado la bienvenida a la criatura nómada de Severina después de sus largas ausencias—los recuerdos continuaron.

"Cuidaste de Seiya, lo sé. ¡Me lo contó!" Sailor Moon gritó al éter. "Eres su tía. Estoy segura de que la aprecias mucho. ¡En el fondo, sé que no la deseas lastimar!"

El pacto firmado entre Kakyuu y la Condesa. El día que Seiya dejo de ser una Sang Froid para convertirse en lo que siempre fue destinada.

Sailor Moon aterrizó en suelo firme.

El salón en el que se encontró le fue desconocido. Estandartes con diferentes insignias decoraban la parte alta, enormes ventanales dejando ver la rara vista de la primavera. Al fondo del salón, una mesa opulenta mostraba a una ocupante.

"¿Acaso tú eres…?" Sailor Moon comenzó a acercarse.

"La gente de la luna no cambia." Dos largos mechones blanquizcos delinearon el rostro maduro de la mujer. A diferencia de Severina y de Seiya, ojos lilas le juzgaron desde su aposento. Una corona peculiar sostenía el resto de su cabellera, aparentando dos cuernos en la parte frontal de su cabeza; dorados. Feroces. "Nunca se andan con sutilezas. Invade mi tierra sin permiso, SERA-MUN."

Sailor Moon tragó saliva. La postura de mujer le recordó a Mamá Ikuko. "Bueno verá… No tenía mucho tiempo para mandarle un telegrama o algo así—Usted es la Condesa, ¿verdad? Uh, ¿debería inclinarme?" Una risilla nerviosa salió de su boca, agachándose para mostrar respeto como era usual en Japón. Lo último que quería lograr era ofender a un personaje tan crucial.

La Condesa le sorprendió al levantarse de su asiento e imitar la reverencia. "SERA-MUN. La Vencedora del Caos. Soy Schnee Sang Froid." Un acento marcado hizo del japonés un idioma más tosco y arrastrado. La mujer siguió observándola. "¿Qué sucedió con Skýrr?"

-Wow, directa al grano. Sailor Moon mordió su labio. ¿Por dónde comenzar?

Decidió proyectar los hechos en imágenes, considerando que brindar una narración detallada llevaría horas. Tiempo que no tenían.

"Ya veo." La Condesa sostuvo su cabeza de forma sutil, la única señal delatadora de lo que había recibido. "Astros, su mente es una caja de música escandalosa."

"Debe cambiar su trayectoria, Condesa. Sailor Star Fighter desea mantener a salvo a los sobrevivientes de la Capital, por eso evitó que utilizaran la Stargate. El Príncipe Skýrr la ha engañado todo este tiempo junto con el Príncipe Frihét."

"Estaba consciente de que nos manipulaban para su ganancia. ¿Por qué creen que no estaba dispuesta a cederle el trono a ese chiquillo, al final de todo? Nunca confié en Magnus, o en sus descendientes. Sin embargo, tenía mi rol en el gran diseño y lo he llevado a la perfección. Ahora, una Nueva Era se aproxima. La Casa Froid reinará por sobre todas las Casas. A la cabeza, Seiya Sang Froid traerá prosperidad al continente."

Sailor Moon abrió su boca. "¿Qué dijo? ¿Seiya? ¿A la cabeza?" -¡Conque ese había sido el plan original! Reemplazar a Kakyuu… ¿con Seiya? Cielos, que turbio.

"Severina tuvo una visión al momento del nacimiento de Seiya. Ya había sido profetizado que mi sobrina sería pieza clave en nuestro triunfo. Nuestro símbolo de la Revolución."

"¿Revolución?" Sailor Moon pensó en lo parecido que las palabras de Schnee Sang Froid eran a las del Arquitecto. El Agente del Tiempo no había mentido. La rubia batió su cabeza con descontento. "¡Severina mintió, sólo la estaba manipulando!" Sailor Moon se atrevió a acercarse lo suficiente a la mesa para colocar sus manos en ella. "Severina… Ella es… No es lo que cree, Condesa… Es una Moira."

La Condesa empujó su asiento para alejarse. "Cuidado. Está refiriéndose a mi hermana."

"Lo siento, pero digo la verdad." El recuerdo del asesinato de Kakyuu fue mandado con insistencia y desesperación. Reveló justo quién había sido el verdugo. "Su verdadera identidad es Sailor Átropos. Es un Agente del Tiempo junto con el Príncipe Skýrr."

"No comprendo." La Condesa fue directa con su confusión. "¿Por qué estás aquí? ¿No deseas que Seiya triunfe? Eres su concubina, ¿qué no?"

Las mejillas de Sailor Moon probaron poder llenarse de calor, a pesar del plano astral en el que se encontraban.

"Mmm, ¡n-no la llamaría así! Somos… Quiero decir, ¡estamos juntas!" Echándose viento con su propia palma, Sailor Moon se obligó a volver al punto. Respiró hondo. "Seiya y yo… Estamos unidas en el mismo objetivo justo en este momento. ¡Por eso estoy aquí, Condesa! No vamos a permitir que gente inocente salga lastimada. No vamos a permitir que Magnus gane tampoco. Existe otra manera de solucionar este conflicto, sin derramar más sangre."

Un suspiro rompió con la compostura de la Condesa. "La Historia no miente, entonces. Tus antepasados fueron todos iguales. Nociones de paz. Siempre confiando demasiado en otros, y temerosos de ensuciarse las manos. Tus antepasados nunca supieron de confrontar enemigos cara a cara. Pensé que tu serías distinta, al haber enfrentado a Salor Galaxia en la batalla contra el Caos."

Sailor Moon no supo por dónde comenzar a sentirse ofendida. "¡Es lo correcto buscar una reconciliación! ¿No preferiría ganar, sin tener que colocar a su gente en más riesgo? ¡Acorrale a Magnus por la retaguardia, en vez de hacerlo por la capital! ¡De esa manera los podemos obligar a rendirse! ¡El campo protector en ELEKTRA no les permitirá paso hacia adelante!"

"¿'Podemos'? Ahora entiendo." La Condesa se puso de pie. "Si busca reemplazar a la Corona de las Flores Doradas con una Corona Plateada, le soy clara que eso nunca sucederá. Froid no volverá a someterse a otra monarquía. Kinmoku no lo hará. He escuchado suficiente, SERA-MUN. Mi sobrina aprenderá que el día para madurar es hoy, y eso incluye no mandar a su novia a hacer el trabajo difícil por ella."

Oh.

Oh, eso caló.

Sailor Moon apretó sus puños.

Suficiente.

Usagi había tenido suficiente de gente obstinada el día de hoy. Cerró sus ojos. "Gomen nasai."

La Condesa emitió un sonido curioso. "No comprendo ese término."

"Es una forma de ofrecer disculpas en mi país. No fue mi intención faltarle al respeto, Condesa… Pero, Kakyuu-Hime ha perecido. Y verá… Ella y yo éramos amigas a cierto grado. No fuimos extremadamente cercanas, lo admito. Enfrentamos a Sailor Galaxia juntas. Ella confió en mi para mantener a sus Sailor Starlights a salvo, y en encontrar la Luz de la Esperanza. El día de su Boda, estuve con ella en sus últimos momentos… Por esa razón, en su nombre, me he prometido proteger su planeta. Proteger a su gente." Su fuku resplandeció a niveles cegadores, al compás de sus palabras. "¡Así que no permitiré que algo tan siniestro como el orgullo, o la codicia, se interpongan un momento más!"

Las ataduras de aquel plano imaginario se rompieron. El salón, la bella primavera, los estandartes—todo fue desterrado.

En sus manos, el Cetro Lunar reapareció—la nieve, y el frío por igual. La longitud del centro creció hasta convertirlo en báculo. Fue el nacer de un nuevo poder; Eternal Sailor Moon percibió la evolución.

"En el nombre de la Luna…" Eternal Sailor Moon pidió al Gunzioush por su auxilio una vez más. Por algo extraordinario. Rayos luminiscentes dispararon del corazón de su centro, envolviendo a filas y filas de soldados. "¡Reclamo el comando de este ejército!"

El Cristal de Plata se apretó desde el interior de su pecho, siendo llevado al límite de lo que se le exigía.

"¡Silver Moon Crystal Eternal Power!"

En lo vasto de la galaxia, Sailor Moon tenía la certeza que siempre encontraría aquella-estrella-que-brillaba-especialmente-para-ella.

La encontró, a miles de kilómetros de distancia, en el corazón de Kinmoku. El Cristal de Plata se ató a su ubicación, y encontrando un objetivo, inició la Teletransportación Lunar.

La noción del tiempo transcurrido no fue clara. Sailor Moon se concentró en que los soldados fueran movilizados sin daño alguno, al lugar deseado. La tarea ocupó cada pensamiento de su ser.

Uno a uno, cada cuerpo fue retirado de la tierra nevada al Distrito MAIA.

No solamente eso, cuando el Cristal de Plata extendió su estalle de poder por el Distrito del Norte, Sailor Moon hizo un alarmante descubrimiento: restos de energía maligna continuaban existiendo en su alrededor. En la tierra, el agua, en el aire, en el lago congelado y sus profundidades; en la nieve contaminada.

Kin-Norte permanecía presa de la huella del Caos todavía, y por ello, la vida se rehusaba a volver a crecer.

-Que terrible. Este es el hogar de Seiya. No debería continuar en este estado. Sailor Moon evocó los relatos divertidos que Seiya había compartido con anterioridad de su infancia. Aunque todavía era un lugar muy privado en su corazón, amor siempre teñía sus aventuras compartidas con su novia.

Sailor Moon ofreció lo único en su alcance: purificación absoluta.


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Planeta Tierra.

10 HRS. PREVIAS.

Localización: Elysion

(Dentro del Templo Hiwaka).

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"¿Qué no lo ves, Mamoru? ¡Helios está muy débil aún!"

Rei empujó a Mamoru con su usual temperamento de que las cosas se hicieran a su antojo, o al diablo lo demás.

Mamoru permaneció firme, cero intimidado, porque a estas alturas no había otra solución. Helios, detrás de la sacerdotisa, se levantaba del lecho que Rei le había preparado, vistiendo la ropa de civil como segunda piel. No había puesto ninguna objeción en cuanto la petición había salido de los labios de su soberano. Sólo Rei era la que insistía en presentar trabas.

"Rei, esto es serio. Desearía que las circunstancias fueran diferentes, pero en verdad necesitamos la ayuda de Helios." Mamoru tomó las manos de la chica para retirarlas de su camiseta, tratando de no ser tan frío. Rei sólo buscaba el bienestar de Helios, después de todo.

"Está bien, Señorita Hino. Me encuentro mucho mejor. No puedo negar mi deber al Príncipe."

"¿Tu deber, dices? Más bien me suena a glotonería por sufrir." Rei resopló por sus narices, cruzándose de brazos. "De acuerdo, pero yo lo acompañaré."

"Como quieras." Mamoru se dio la media vuelta, impaciente por comenzar la búsqueda. "Sirve y te pongo al tanto de lo que te has perdido."

Así, fue como embarcaron camino a las profundidades de Elysion por más de cinco horas. Mamoru brindó de su energía cuando Helios estuvo cerca de volver a colapsar, insistiendo en que encontrar algún rastro de la Stargate era vital. Sailor Venus y Sailor Galaxia habían formado un equipo, mientras que las Sailor Outers restantes se habían visto a la tarea de formar otro grupo de búsqueda.

"¡Ay! ¿Qué es eso? ¿Hay bichos en este lugar?" Rei espantó una de las pequeñas esferas luminosas fuera de su rostro. Rápidamente, una de las luciérnagas voló hacia Mamoru, flotando cerca de su hombro.

"No tengo idea. Vienen y van."

Recibió una sonrisa de parte de Helios mientras caminaron por el bosque. "Ojo de Pez indica haberlo extrañado, Príncipe."

Calor se concentró en el rostro de Mamoru. "¿Qué dices?"

Rei comenzó a carcajear. "¡Vaya, vaya!"

Helios parpadeó extrañado. "Fueron buenos amigos, ¿qué no? Para que su alma te persiga así es que tuvo un apego con usted en su forma anterior."

"Uh, bueno…" Recordando la insistencia de la chica—¿chico?—a salir con él, Mamoru tragó saliva. Por Dios, ¿cómo Usagi había manejado algo tan confuso como esto?

"Ja, apego es una forma de llamar lo que Ojo de Pez quería de Mamoru."

"Rei." Mamoru siseó en advertencia, alejándose ligeramente de la luz centinela. "Era una persona muy dulce por lo poco que hablé con ella… Aunque algo intensa."

Helios dejó salir una risa suave. "Ahora que Elysion está en preparación para ser restaurado, tanto Ojo de Pez como sus dos compañeros podrían tomar una nueva forma para habitar en su reino."

Mamoru rio con nervios. "Mm. Una cosa a la vez."

Caminaron por una hora más, antes de que Helios admitiera no percibir ninguna señal de la Stargate. Se resignaron a volver al punto de encuentro, donde Luna, Artemis y Taiki Kou permanecían. Durante el trayecto, Helios se mostró más vibrante y abierto a conversar.

"La activación de una Stargate es algo que no se ha hecho desde el inicio de la vida en esta reencarnación, Su Majestad. Aun si encontráramos el artefacto, no estoy seguro…"

"Hemos recibido noticias que otras civilizaciones están siendo capaces de activarlas." Mamoru leyó entre líneas. "¿O quieres decir que yo no tengo suficiente poder para reactivarla, Helios?"

Helios suspiró. "Si contáramos con Sailor Moon, tal vez…"

"Según recuerdo, el Reino de Elysion no era dependiente de lo que la Reina Serenity hiciera."

Rei le aventó una mirada poco grata. Mamoru no pudo evitarlo, sin embargo. Estaba hartándose de las infinitas discriminaciones. Era increíble que tanto su relación con Usagi había definido a Mamoru Chiba. No era justo.

"No podremos depender de Sailor Moon, Helios. Ya no. Ella ha logrado reinventarse—De igual forma, debo hacerlo yo también."

Helios lució contemplativo, pausando para mimar un trío de rosales amarillo-pálido. "Por generaciones en Elysion el poder fue compartido en triadas. Similar a ello, el futuro predestinado de Tokio de Cristal había sido regido en el mismo modelo. Dos soberanos y un heredero."

-Usagi, Chibi-Usa y yo. Mamoru arrugó su entrecejo con la denominación de modelo. Cada vez más, se sentía que tanto Usagi como él, habían sido piezas en un juego. En un diseño perfecto y terriblemente conveniente para el Cosmos.

""El poder reside sólo donde los hombres creen que reside. Una sombra en la pared, por ejemplo. Pero las sombras pueden matar. Y muchas veces un hombre muy pequeño puede proyectar una sombra muy grande."" Mamoru recitó, metiendo sus manos a sus bolsillos en defensa.

"Poder es poder. Lo tienes, o no. No hay punto medio, en mi opinión." Rei añadió a lado suyo.

Mamoru apretó su quijada.

Aprovechando que Helios seguía prestándole a los rosales una atención muy personalizada, la Sacerdotisa se le arrimó. "¿De eso se va a tratar tu relación con Sailor Moon? ¿Vas a competir con ella, de hoy en adelante?" La chica sacudió su cabeza con una risa sarcástica. "Y yo que creía que Usagi era la inmadura."

"¿Se supone que debo permanecer con los brazos cruzados, mientras el mundo se desbarata? ¿Ese será mi rol? ¿Esperar a que Sailor Moon arregle mis problemas? No lo creo, Rei." Mamoru rodó sus ojos. "Míranos justo ahora. ¡Tratando de limpiar otro desastre sin tener idea de cuando nuestro planeta puede ser el siguiente en ser atacado por Magnus! ¡Ni siquiera tenía idea que la mayoría de las chicas se habían ido!"

"¿Pues por qué no preguntaste?" Rei rezongó de vuelta. "¡No podemos decirte cosas importantes si no estás alrededor para escucharlas, Mamoru!"

"Tú sabes…" Mamoru aceleró el paso, la necesidad de huir bastante fuerte. "Tú sabes mejor que nadie por qué guardo la distancia."

"Oh pfff. Sí, Kou Seiya existe. ¡Ya supéralo!"

El mentón de Mamoru se abrió en shock. Un contrataque quedó a medias en su garganta, calor corriendo por su rostro. Se detuvo en seco, volteando a ver a Rei. Quien únicamente se dignó a levantar una ceja en desafío.

Increíble.

"Seiya no es una mala persona. Lejos de ello. Es lamentable lo que sucedió mientras no estabas, 'Ru, pero…" La chica caminó hacia él. Prosiguió a picotear el centro de su pecho con su larga uña pintada. "¿No te has puesto a pensar que, si Usagi se enamoró de Seiya, fue porque algo carecía de tu parte?"

Mamoru cerró su boca.

"No fue fácil estar en medio, ¿sabes?" Rei le dijo con firmeza. "El tener que escoger entre cumplir con tu deber como Guardiana del futuro, o entre ver a tu mejor amiga sufrir. Traté de ser firme por Usagi. Intenté recordarle de lo que estaba en riesgo. Aun cuando por dentro sabía que debía dejar a mi amiga seguir su corazón. No fue cómodo para nadie, Mamoru." Rei suspiró. "Sé que es muy fácil culpar a Seiya de todo. Lo hice por un tiempo. Pero, la verdad, creo que Seiya es la que menos merece ser culpada… Cuidó de Usagi, Mamoru. Cuando nadie de nosotros pudo."

Mamoru reanudó su caminar. "La hace feliz. Más que cuando estaba conmigo. Creo que es lo que más me agobia."

Rei le siguió. "Desde el primer momento, esos dos se llevaron muy bien. Bueno, mal, pero de buena forma—Ach, tú me entiendes. Seiya se portaba como un niño para llamar la atención, y Usagi caía en el anzuelo siempre. No puedo decirte cuando su amistad llegó a algo… más." La chica aclaró su garganta. "Pero, ninguna de nosotras estuvo sorprendida de que Usagi desarrollara sentimientos por Seiya. Fue muy evidente después de que reveláramos nuestras identidades como Sailors, unas a las otras."

Mamoru jaloneó del suéter de Helios para que se les uniera. Le sonrió al verlo sonrojar, obviamente atrapado en el proceso de estar espiando en la conversación.

"Bueno, no es toda mi culpa. Es bastante claro que yo no soy persona grata en los ojos de Kou Seiya."

"Sí." Rei hizo una mueca. "Ponte en su lugar, no contestabas las cartas de Usagi. Lo más probable es que creía que eras un patán que la estaba engañando del otro lado del mundo."

"Eso fue en aquél entonces. Me refiero a la actualidad. Siempre busca la forma de evadirme en las pocas reuniones que tenemos todo el grupo."

"Mmm, bueno. ¿Alguna vez has hablado con Seiya a base de palabras y no con gruñidos? ¡Quién sabe! ¿Puede que tengan cosas en común si conversan?"

Mamoru le arrojó una mirada irónica. "Creo que tener gustos en común fue lo que nos metió en esta situación en primer lugar, Rei."

Rei le sacó la lengua. "No seas cabeza dura." El humor entre los dos perdió pesadez. Mamoru colocó sus brazos detrás de su cabeza, respirando hondo para liberar tensión de su cuerpo.

Kou Seiya.

Sailor Star Fighter.

Un enigma.

"¿Conque usar mis palabras y no gruñidos? Lo intentaré la próxima vez." Mamoru murmuró con resignación.

Rei le dio una palmada suave a su hombro. "Vamos, si Haruka puede ser civilizada, todavía hay esperanza para ti."

Pensar en Haruka Tenoh le llevó a recordar lo que Michiru Kaioh había echado en su cara durante la presentación de Taiki. Mamoru torció sus propias facciones en una agria mueca. Poco sabía Rei del comportamiento deplorable en el que las Sailor Outers lo habían encontrado en previos meses durante fiestas en común de la Universidad. Era producto de inmensa vergüenza para Mamoru. Sin embargo, muy en el fondo, no sentía que tuviera que disculparse por ello. Había tenido derecho a asimilar un corazón roto de la forma que a Mamoru le diera la gana.

"Al menos, Taiki no es difícil de llevar. Es una mujer con una mente brillante."

Rei rodó sus ojos. "¿Tu tipo?"

Mamoru tropezó. "¡Oye, no me refiero a eso!"

Rei resopló por sus narices. "Ajá. ¿Por eso siempre te has llevado tan bien con Ami?"

Mamoru se sintió ofendido. "Para nada, Rei. Ami es como una pequeña hermana. Disto de llenar sus requerimientos de compañía romántica, además."

Las orejas de Rei se pararon como las de un duende. "¿Ah sí?"

Fue el turno de Mamoru para sacar la lengua. "Olvídalo. Nunca lo sabrás." Justo entonces, su cuerpo chocó con el más pequeño de Helios. "Oh, Helios, lo siento, ¿te pisé?"

Helios permaneció inmóvil por un momento. Rei y Mamoru se miraron con extrañeza por la falta de reacción.

"¿Helios? ¿Te sientes bien?" Rei agachó su rostro con preocupación.

"Estamos de pie sobre ella."

Silencio.

Rei no se libró de la confusión. Mamoru frunció su ceño—su mentón cayó.

"¿Te refieres…?"

Helios se tornó hacia ellos. Asintió. "La Stargate está reaccionando. Aunque no al linaje que rige el planeta Tierra. Un oleaje de energía purificante está cubriéndonos desde un punto lejano en la Galaxia en estos instantes."

Justo en ese momento, la silueta de Rei comenzó a resplandecer, un aura carmín delineando su figura. La chica inspeccionó sus manos en sorpresa. Su fuku se activó, apareciendo su uniforme de Super Sailor Mars sin ser llamado en acción.

Mamoru cubrió sus oídos, un zumbido naciendo por todo el lugar. El suelo tembló bajo sus tennis. "¡¿A qué te refieres, Helios?!"

Helios no indicó ser presa del pánico. Giró sobre su eje analizando una dimensión fuera del alcance de Mamoru. Ráfagas de viento los golpearon a todos.

"¡Príncipe! ¡Debes usar el Cristal de Tellus que yace en tu interior, para activar la Stargate a tu llamado! ¡Úsalo ahora para probar que es usted el linaje dominante en Elysion!"

-¿Dominante? ¿Cristal de Tellus? Mamoru cerró sus ojos. Se concentró. La armadura de Endymion se materializó, abriendo sus ojos de nueva cuenta. A la distancia divisó las figuras de las demás Sailor Senshis apresurándose en su dirección.

-El Cristal en mi interior. Endymion evocó la existencia de su semilla estelar. ¿A eso se refería Helios? Tenía entendido que era la fuente de poder de cualquier ser vivo—ciertamente era el caso con Sailor Moon y el Cristal de Plata.

Su fascinación con el descubrimiento de este recurso de viaje intergaláctico se mezcló con la determinación de Endymion por ayudar a sus amigas. Esperó que fuera suficiente…

Hizo todo lo posible—empujó todas sus fuerzas hacia un núcleo en su interior, queriendo traer al descubierto su cristal interior.

El Cristal despegó de su pecho como la bala de un arma. Un diamante, tintado del cobrizo del atardecer.

Del suelo, una circunferencia apareció alrededor del territorio. Un delineado plateado.

"¡NO ESTÁ FUNCIONANDO!" Helios entonces sí lució consternado.

"¿Estás certero? ¡Yo diría que sí!" Endymion apuntó hacia el arco de luz creciendo, partiendo el suelo.

"¡No!" Helios lo miró con algo muy parecido a disculpa. "¡La Stargate está reaccionando a un linaje superior al suyo, Príncipe!"

Endymion sintió un vacío en su estómago, teniendo una sospecha sobre la identidad de dicho linaje. El presentimiento creció rápidamente, conforme una sensación de calidez le cubrió. Una calidez ajena a ellos. Entre el viento y las vibraciones bajo sus pies, Endymion se tornó hacia Sailor Mars.

"Sailor… Moon." Sailor Mars abrió sus ojos, juntando sus manos sobre su pecho. "¡Este poder le pertenece a Sailor Moon!"

Helios lució asombrado. No fue para menos. "¡Príncipe! ¡Debe oponerse a su dominio! ¡Si realmente desea ser soberano de Elysion, debe luchar por su derecho!"

Endymion tragó saliva. Por un momento, pensó en seguir la instrucción. En rechazar el llamado que un alma tan tierna y dulce como la de Usagi, estaba inyectando sobre ellos desde otra Vía Láctea.

"Helios." Endymion meneó su cabeza de un costado a otro. "Nunca podría luchar en su contra."

Helios mostró empatía en su pálido rostro, una delicada sonrisa suavizando sus facciones.

Atados a una sintonía de aliados, ninguno vio venir las llamas nacer de la circunferencia de luz rodeándolos.

"¡Puedo ayudar! ¡No te des por vencido tan rápido!"

Fuego rojo se encendió con ferocidad.

Endymion se tornó a Sailor Mars, sus labios partiéndose en incógnita.

"Yo… puedo ayudarte." De las manos de Sailor Mars, un resplandor multicolor mostró estar siendo contenido. Cuando Endymion buscó por el rostro de la Senshi, la mujer le dirigió un gesto difícil de interpretar, tejido de dolor físico y un tipo de angustia más profundo. "Lo siento… Desearía habértelo dicho con anticipación."

Las manos de Sailor Mars se abrieron.

Dos corazones cristalinos se liberaron, chispas de llama cubriéndolos.

El Cristal de Endymion llamó a los rubís incandescentes a su misma órbita. Antes de que Endymion pudiera oponerse, los Cristales se conjugaron en el mismo espacio, bosquejando un triángulo.

De la unión cósmica, un báculo se manifestó frente a Endymion, largo y plateado. El ornamento en la parte superior le dejó impactado. Puesto que fue un símbolo que Endymion recordó de la mano de su propio padre, Dionysus, en una civilización que había considerado su hogar.

Endymion fue guiado por instinto neto, a extender su mano derecha.

El báculo voló a su palma.

Al empuñarlo, el Cristal de Tellus se incrustó en el centro.

El resto, Endymion lo recordó.

Elysion palpitó con corazón propio, uno gemelo al del Príncipe.

Limites en su mente se quebraron. Recuerdos de su vida pasada fueron una marea libre, corriendo por su psique. Nombres, lugares, una cultura perdida por entero—Endymion había estado equivocado en el pasado, al creer que su despertar había sido un evento completo. El Cristal de Plata no le había entregado todo todavía, durante el enfrentamiento contra Beryl. Su legado había sido devuelto a medias.

Ojo de Tigre, Ojos de Halcón, Ojo de Pez. No eran las únicas almas merodeando por Elysion sin forma corpórea. Endymion percibió muchos más seres centinelas reposar en las profundidades del bosque. Esperando…

Endymion se obligó a centrarse. -Habrá tiempo para eso, después… Primero…

Alzó el Geo Tiare. En instantes, tomó a Helios y a Sailor Mars afuera del perímetro de la Stargate escondida bajo la tierra, aplicando teletransportación a corta de distancia.

Las llamas se limpiaron.

La esencia de la Stargate encontró empuje para destrozar obstáculos entre las dimensiones que controlaban a Elysion. Encajó cada candado para liberarse con la llave correcta.

Endymion le llamó a resurgir.

La Stargate obedeció.

Se elevó sobre las cabezas y ojos de todos los presentes con velocidad, llevándose ramas y vegetación en el proceso.

Endymion casi cayó de rodillas, su báculo sosteniéndole. Sintió dos pares de manos queriéndole dar soporte. Pero, Endymion no tenía ojos para nadie más. Observó la estructura metalúrgica instalándose de vuelta a donde había pertenecido y sonrió, incrédulo y extasiado. Escuchó su nombre—su nombre civil, ser repetido a la lejanía.

Su visión se opacó lentamente, su identidad reprimiéndose de vuelta a la persona de nombre Mamoru Chiba. Su cuerpo perdió fuerzas. Vértigo pronto lo superó.

Supo lo que estaba por ocurrir, desde antes de cerrar sus párpados cansados.

La voz de Helios, no obstante, fue omnipresente durante su viaje a la inconciencia.

-"Dos soberanos y un heredero… Por generaciones en Elysion, el poder fue compartido en triadas."


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Planeta Kinmoku.

27 MIN. PREVIOS.

Localización: Capital, Distrito MAIA.

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Gritos. Alaridos de alarma.

Frihét salió de su escondite bajo la mesa de estrategia. Estiró su brazo hacia la capa del General. Sangre fluyó por el piso segundos después, el cuello degollado su más leal servidor, abriéndose en ofrenda al piso. Los culpables se movilizaron con velocidad del lugar, creyéndolo vacío.

La carpa en la que el Soberano había sido instalado en preludio a la victoria, estaba siendo rasgada por lanzas y espadas.

El General le pidió huir antes de desfallecer. Escapar.

Frihét no reaccionó como lo deseable. Se arrastró por la tierra teñida, acurrucándose a las espaldas del General. Afuera, un combate decisivo nacía de las entrañas de la rebeldía de la gente del Norte.

Frihét sintió la furia dejarle. No dejó que le abrumaran sentimientos que solo podrían empeorar la situación. Frihét había sido adoctrinado mejor que eso.

Frihét no había sobrevivido hasta ahora, siendo impulsivo.

"Ater nama." Susurró al cuerpo enfriándose, deseándole paz en su viaje.

Se levantó.

El olor a combate era fresco, un rocío carmín.

-El linaje de mi gente no perecerá este día, mientras un Lune-Noire siga con vida. Frihét caminó hacia la salida de la carpa, sabiendo lo bajas que eran las probabilidades de su supervivencia si permanecía en el campamento.

Sus rodillas tambalearon al encontrarse con el escenario del exterior.

Cuerpos tumbados en el piso formaron un obstáculo para circular. Frihét quiso patearlos fuera de su camino, pero de nuevo, reprimió el deseo tan rápido como nació.

Saltó sobre dos cuerpos. Al tercero, tropezó.

No pudo avanzar más que eso, ya que dos soldados en la cercanía de la carpa lo detectaron de inmediato. Frihét reconoció los uniformes de las tropas de Froid.

"¡Llévenme con su líder!" Demandó, viéndolos correr hacia él.

La bofetada fue una sorpresa. Dolió más de lo normal por la dura manopla cubriendo a los soldados. Fue sometido sobre sus rodillas, en acto seguido.

"Perderás la cabeza como la que arrancaste, Frihét." Uno de los soldados jaló de sus brazos en dirección a su espalda, para inmovilizarle.

"Llévenme con Sailor… Star… Fighter… Deseo comunicar… mi redención."

"¿Ahora muestras honor?" El segundo soldado le escupió.

"¡Alto ahí! ¡No más violencia, por favor!"

Una dulce calidez invadió el cuerpo de Frihét, quieto en el piso.

La calidez se avecinó, y con ella, un resplandor dorado.

Los soldados cayeron inconscientes.

Botas entaconadas caminaron en su dirección.

Una mano cubierta en guante blanco se asomó en su línea de visión.

"¿Estás bien?"

Frihét relamió sus labios, comprendiendo el idioma extranjero de la Guerrera. Sus lecciones del idioma terrícola no habían sido enteramente consistentes, pero sabía que era capaz de comunicarse. "Sailor Moon. Pensé que no era partidaria de este tipo de justicia."

"No recae en mí, poder controlar la falta de moral en las demás personas." Sailor Moon lo impulsó para levantarlo. "Al final, son ellos los que tienen que decidir hacer lo correcto, no puedo hacerlo por ellos."

Detrás de las alas pulcras de Sailor Moon, más soldados se movilizaron a su silencioso comando, apurándose a detener la guerrilla de manera pacífica. Eran los números que Sailor Star Fighter había hurtado de la Condesa. No había duda al respecto.

"Habrá placer en mi ejecución de parte de Sailor Star Fighter. ¿Está lista para presenciarlo?"

Escandalo se reflejó en foránea Senshi Lunar. "Fighter no sería capaz. Es una persona justa, no obtiene gusto de ser cruel de manera innecesaria, Príncipe."

"¿Luchar por mi país lo crees innecesario?" Frihét arrancó su mano del dominio de Sailor Moon. "¿Qué sabes tú? Eres una forastera, no entiendes nada. ¡Si desean colgar mi cabeza en un juicio, la misma gente de Kinmoku debería acompañarme!"

Sailor Moon lo contempló con seriedad. "Es obvio que tienes un sufrimiento profundo guardado dentro de ti."

Frihét odió que sus ojos humedecieron. Pero, el coraje que le invadió fue colosal. "Estás pisando un Reino de asesinos y traidores, Sailor Moon. ¡Yo simplemente llevé el juego a otro nivel superior!"

Sailor Moon se hincó frente a él. En primera estancia, Frihét rehuyó de sus manos queriendo sostenerle con suavidad. No necesitaba lástima.

"Comprendo que estar en una posición de poder puede corromper a cualquier, Príncipe Frihét. Sé que la Princesa Kakyuu no fue inocente, cometió errores, y sus antecesores también. ¿Pero cómo puede ser que quitarle la vida a alguien haya sido la única solución? ¡Pudieron haber unido fuerzas con buenas intenciones!"

"Fue una deuda de sangre. Era mi responsabilidad vengar…" Su furia explotó en un sollozo. "Fue una deuda…"

Los forcejeos fueron superados por la determinación de la extraña mujer. Frihét fue traído al pecho de Sailor Moon, haciéndole estremecer con la cercanía. Por un instante, esperó a recibir el mismo tipo de trato que le había dado a Kakyuu; ser atacado cuando la guardia estaba en su punto más bajo.

No vino.

"Estoy segura de qué podemos encontrar un punto medio dentro de este conflicto." El pecho de Sailor Moon vibró con la seguridad de su declaración. "Todavía no es tarde. Nunca se debe perder la esperanza."

Frihét comenzó a alejarse, tallando su rostro con la manga de su jubón militar.

¿Cómo podía conservar algo, que Frihét nunca había tenido?

"¡SAILOR MOON!"

Ambos se miraron con sorpresa. La voz de su hermano Sky se filtró por los altavoces del distrito MAIA. Uno de los paneles más cercanos a ellos se encendió con la imagen de Sky flotando en el aire, un chico de cabellos rubios en su posesión.

"¡No te hagas la tímida, ven a saludar a Papi!"

Frihét vagamente reconoció al sujeto como el hermano de Sailor Moon.

Maravilloso simbolismo.

La aclamada cayó en la trampa emocional de a una. "¡Oh, no, Shingo!" El susurro fue horrorizado.

Confusión se entremezcló con cierta emoción de victoria en Frihét, analizando la imagen del comm. Reconoció la ventaja que Sky estaba presentando en contra del enemigo más poderoso de todos. Siendo calculador, sin embargo, Frihét sabía que sin los números de la Condesa sería imposible ser un oponente contra la Corona. Provocar a Sailor Moon de esta forma no los llevaría al cometido que Frihét había querido cumplir.

Era demasiado tarde.

Además, presenciar a Sky materializar habilidades extraordinarias como levitación le desconcertó. Su hermano había perdido la usual actitud despreocupada que lo caracterizaba a través de la imagen del comm. Frihét lo encontró desconcertante.

Frihét levantó su frente. "Sailor Moon, si acuerdas que la Corona mostrará misericordia con mi gente cuando la hora del juicio venga, convenceré a mi hermano que muestre lo mismo en estos momentos."

Sailor Moon fue transparente con su preocupación y su deseo de cesar fuego entre ambos bandos. Frihét la miró inclinar su cabeza en promesa firme. "Es un trato."

Frihét levantó su mano. "Llévame con Sailor Star Fighter."


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ACTUALIDAD.

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"Yo, Frihét Lune-Noire del Planeta Magn-Hús, Co-Soberano del Planeta Kinmoku y Regidor del Sistema Solar Kaito, me rindo a los términos de Sailor Star Fighter."

Átropos sintió las estrellas congelarse en su recorrido por el universo por tres segundos.

Tres Segundos.

El Espacio Ilimitado pausó en su constante ritmo de creación y destrucción.

El Tiempo pausó la aguja.

Por Tres Segundos.

Sailor Átropos sostuvo la respiración en compañía del éter.

La tela delicada entre dimensiones fue estirada, estirada, estirada…

1.

2.

3.

Así se percibió un Punto Fijo siendo dislocado.

Y la Creación volvió a andar.

"Un chasquido en el universo." La ominente declaración fue dirigida al manto estelar de Kinmoku. El Arquitecto aspiró una bocanada de aire nocturno, sin duda, atento de la misma permutación a través del tiempo y el espacio.

"¡Ya suéltame, raro!" La carga del Agente jaloneó de su saco blanco de manera caricaturesca. ARQ dio una palmada sobre la cabeza de Shingo Tsukino para apaciguarlo.

Sailor Átropos buscó por Sailor Fighter con su mirada.

Un sentido de urgencia le atravesó el esternón, desconcertándole.

Estaba teniendo dificultad para mantenerse inmutable. Miraba a Sailor Fighter y Átropos sólo podía visualizar recuentos entre-cortados de un pasado transcurrido. Un pasado nulo.

(Seiya corriendo. Seiya ensuciada de lodo, pescando en el lago.)

ARQ expulsó un resoplido gigantesco por su boca. "¿Así es como todo termina, no con un bang, sino con un gemido de cerdito yendo al matadero? Vaya."

"¿De qué hablas?" La energía resentida de Sailor Uranus era perceptible hasta en las hendiduras profundas del Universo. Sailor Átropos se tornó en su dirección, sospechando que esa energía se volvería una marca que siempre le perseguiría. Átropos no sentía culpa por sus acciones contra la Sol Senshi. La misión había sido imperativa. Sailor Uranus no le había dejado otra opción al involucrarse en esta batalla.

"El Punto Fijo… ya no existe."

Uranus sonrió con malicia. "Perfecto."

"No lo entiendes—algo como esto nunca ha sucedido antes. Habrá consecuencias."

"Oh, estrellas y meteoritos. Esto se pondrá bueno." El Arquitecto flotó más cerca del piso firme, sujetando a Shingo Tsukino todavía.

"¡Arquitecto! ¡Déjalo ir en este momento!" Sailor Moon corrió hacia el grupo.

"Pff." ARQ arrojó a Shingo hacia el suelo con despreocupación. El terrícola emitió una serie de alaridos de sorpresa y terror al comenzar su descenso por los aires. "Vamos, sólo estaba jugando. ¡Relájate!"

"¡Oi! ¡Con más cuidado! ¡Shingo!" Tanto Sailor Star Fighter, como Sailor Moon, unieron sus fuerzas para atrapar al muchacho. No fue una acción llena ni de gracia, ni de mucha coordinación. Pero, al menos, el chiquillo no se rompió el cuello.

"¡Uy! No tienes idea de las ganas inmensas que tengo de hacerte sangrar." Sailor Star Fighter gruñó por debajo de las piernas del joven.

Sailor Moon ya tenía a su hermano menor en sus brazos, atrayéndolo a pecho con ferocidad, a pesar de que el resto de sus extremidades siguieron enredadas entre sí.

"¡Sailor Moon, estoy bien! No me aprietes tanto, quiero respirar…" El chico dio suaves palmaditas en los hombros de la Sailor Lunar.

Cambiando de enfoque al lado sur de la explanada, Átropos confirmó la derrota de Magnus de la forma más humillante: Sailor Star Healer tenía al Príncipe Frihét bajo arresto. El pequeño cuerpo había sido postrado de rodillas en el suelo, con Sailor Healer sujetando sus brazos detrás de su espalda para inmovilizarlo como marcaba el protocolo militar.

"Deberíamos correr." ARQ caminó hacia Sailor Átropos. "Y con deberíamos, me refiero a…" ARQ alzó una mano y un túnel interdimensional fue creado con facilidad. "Ahora mismo."

Átropos se negó con toda fibra de su ser. "Mi deber es enfrentar los cargos."

"¿La ruta del martirio? ¡Que estúpido de tu parte! Rompimos la Regla de Oro del Consejo, Átropitos: fallamos. Déjame ser franco. Cualquier tipo de castigo que puedan imponernos, el tuyo será el peor. Sailor Star Fighter era la pieza más importante en este plan. El Consejo no perdonará tu pobre manejo de la pieza elemental."

"¿Así que se verán en problemas?" Sailor Uranus se metió en la intervención, levantándose del piso. Sailor Saturn había vuelto en sí y permanecía hincada a su lado. "No saben cuanta alegría me da saberlo."

Los comentarios de Uranus, sin embargo, había servido para llamar la atención de Sailor Moon y de Sailor Fighter.

"No tenemos tiempo." ARQ la tomó de los hombros, empujándole en dirección del túnel. "¡Vete tú primero, ahora! ¡Es una orden!"

"¡Mamá!"

"Tal vez ellos puedan arreglarme." Átropos se contuvo a los forcejeos de su Superior. "¡No lo entiendes! ¡Mi juicio ha sido fracturado, el Consejo podrá arreglarlo!"

"Oh, lindura." Toda broma desapareció del rostro del Arquitecto. "Sigues con la ilusión que eres alguien irremplazable. El Consejo no te arreglará. ¡Presionarán el botón de reinicio en tu pequeña cabeza—y si eso no funciona, sólo encontrarán a alguien más para hacer tu trabajo!"

"¡Mamá! ¿A dónde vas?" Sailor Fighter quiso acercarse. Un campo de energía creado por ARQ se lo impidió. "¡Rayos! Mamá, ¿es verdad? ¿Estás en peligro?"

"Hablas con familiaridad." Átropos le acusó a su Jefe. Alguien que había seguido al pie de la letra, por más de una década de su existencia humana, y quien ahora le pedía ignorar órdenes precisas. Arrancó las manos de ARQ de su armadura. "¡Como si algo como esto hubiera sucedido con anterioridad, pero eso es imposible!"

"Tiempo y Espacio son infinitos. En 981 años he visto cosas que no creerías, querida." ARQ le guiñó el ojo. "Aunque el Consejo mostrando piedad, no es una de ellas."

"¡Oye, tú! ¿Puedes protegerla?" Fighter golpeó el escudo con sus puños. "¡Mamá, haz lo de dice! ¡Huye! ¡No te quedas ahí parada sin hacer nada!"

Átropos sostuvo su pecho, aquel impulso de atravesar la protección del campo de energía casi llevándola a realizar la acción.

No deseaba…

No deseaba dejar este lugar sin despedirse.

Era imposible.

Imposible, todavía sentir un vínculo con su vida pasada…

Átropos sintió su pecho calentarse, una forma de vida tiritándose todavía en su interior.

"Oh, no." Átropos miró a ARQ, pasmada. "La semilla estelar."

ARQ permaneció apacible aun en confusión. "¿Qué hay de ella?"

"Sigo atada a ella a pesar de haberla liberado al Cosmos, ¿cómo puede ser?"

Una mueca se manifestó en las facciones galantes. ARQ rascó su nuca. "Genial. ¡No ha sido reciclada! Sigue con vida. Por eso la percibes. Debes de sentir sus ecos." Átropos fue empujada con insistencia. "No hay tiempo para eso. Vete ya. Yo me encargo de la limpieza."

Detrás del hombro de ARQ, su mirada se cruzó finalmente con la de Sailor Star Fighter. En conflictivo contraste, fortaleza y resignación fueron comunicadas en el porte de la Star Senshi. Sus puños apretados se mostraron suspendidos en ambos costados de su cuerpo: una muestra falsa de control.

("Lagartijas no vuelan, pero por suerte, también eres una estrella, Seiya.")

Átropos giró su cuerpo, un tacón dando el primer acercamiento al agujero de gusano.

Aplausos resonaron.

Átropos se quedó quieta.

"Un espectáculo sin igual, querida hermana. Muy noble."

Átropos suspiró.

El agujero de gusano fue desactivado por una fuerza ajena a ARQ.

Eternal Sailor Moon no tuvo idea del ente alejándose de su abrazo; irguiéndose del piso con hilos invisibles solo detectables para las Moiras.

Los aplausos se repitieron dos veces más.

ARQ se posicionó frente a Sailor Átropos. "Regresa a tu cueva, anciana. Pretende que no has visto nada."

Shingo Tsukino sonrió. Colocó una mano en su cadera, empujándola hacia el frente con gracia femenina.

"¿Shingo?" Sailor Moon manifestó más cautela de lo que Átropos le hubiera dado crédito, considerando su usual ingenuidad. La Moon Senshi contempló a su hermano con preocupación.

"Siempre veo los principios, más no los finales. Debo decir que me satisface haber sido testigo de este." Shingo estudió sus ropas con baja apreciación. "Claro. Hubiera preferido otro dummy." El enfoque del jovencillo se reajustó a los Agentes del Tiempo. "Oh, ARQ. La has jodido en esta ocasión."

"¿Qué está sucediendo?" Fighter gruñó en dirección de Átropos. "¿Shingo-kun?"

El joven en cuestión se teletransportó lejos de Sailor Moon.

Apareció detrás de Sailor Átropos, su brazo enredándose alrededor del cuello de su hermana en fracción de segundo. Ímpetu sobrenatural no originaria del humanoide se manifestó, para así competir con la estamina y resistencia de una Moira.

"La ultima vez que llevé la cuenta, 500,000 hilos de vida fueron tejidos con el propósito de ser eliminados el día de ayer. Imaginen mi sorpresa cuando… simplemente no sucedió. Esperé, esperé… y esperé."

"Cloto, no seas ridícula. Déjala ir." Átropos sintió más presión. El Arquitecto se percató de la desobediencia. "Soy tu superior, Cloto. Te ordeno que la sueltes."

"No sigo las órdenes de fracasados. ¿No has escuchado las noticias? Estamos bajo nueva administración."

"No creo que haya cambiado tanto que el Consejo le permita el placer de rectificarnos a una lacaya." ARQ se acercó a ritmo mesurado. "Tendrás que alargar los hilos de la población de la Capital unos años más. Hubo…" ARQ deliberadamente les arrojó un vistazo rápido a Sailor Moon y a Sailor Star Fighter. "…un cambio de planes."

"Para que el balance funcione entre vida, muerte, energía, materia, transformación y destrucción, no debe existir un peso de más en la báscula, Arquitecto. Lo sabes. 500,000 vidas ciertamente están hundiendo un lado fuera de orden."

ARQ rodó sus ojos. Apuntó hacia Fighter y Sailor Moon con énfasis casi infantil. "¡VEN! ¡Se los advertí! ¡Se los dije! ¡Te metes con las reglas del Cosmos y esto es lo que sucede!"

"Besa mi trasero." Átropos escuchó provenir de Sailor Star Fighter.

Sailor Átropos exhaló mentalmente. Sabía que Severina Sang Froid hubiera desaprobado del crudo lenguaje.

ARQ regresó su atención a ambas Moiras. "¿Qué solución propones, Cloto?"

"Yo no propongo nada. El Grend Meister quiere una reparación y eso es lo que recibirá."

"¿Él fue quien te ha mandado aquí?"

"Puras preguntas, que aburrido." La voz humanoide de Cloto añadió un tono de enfado juvenil. "Mira, ARQ, no es nada personal, ¿de acuerdo? Siempre me agradaste. ¡De todos los superiores que hemos tenido, has sido el más entretenido! Pero seamos honestos, siempre supimos que el nuevo puesto te quedaba algo grande."

ARQ conectó su mirada con la de Átropos a través de la corta distancia. La naturaleza calculadora de su Jefe se reflejó en las irises cerúleas.

"¿Qué clase de lección enfermiza es ésta, entonces?" ARQ se volvió a dirigir a Cloto. "Todo se fue al demonio, sí. Tomo total responsabilidad como Líder de esta misión."

"No es tan sencillo. De acuerdo al Grend Meister, ésta era tu tercera oportunidad. Las últimas dos ocasiones que intentaste intervenir en Puntos Fijos todavía residen en tu récord. ¡La tinta sigue fresca!"

Átropos supo disimular su sorpresa. Guardaría esa pieza de información para deshebrarla en otro momento.

El Arquitecto ciertamente actuó como si la acusación fuera agua deslizándose de sus hombros. "¿Y eso qué? Aprendí mi lección desde entonces."

"No lo suficiente, si has permitido que Sailor Moon te pase por arriba. La historia se repite. El cicle no se ha roto. El vínculo a tu Creación sigue afectándote—"

"Oh, por favor. ¿Cuál vinculo?" ARQ resopló por sus narices. "Usé todas las tácticas en mi bolsa mágica para mostrarle a estas dos el curso correcto de los hechos. ¡No escucharon! ¡Además, Sailor Moon no debería estar aquí! ¡No debería poseer este nivel de poder! ¡Esa anomalía es algo de lo que yo no tuve control! ¿Qué tiene que decir el Grend Meister al respecto? ¿Huh? Este desastre no comienza conmigo."

"ARQ, no importa." Átropos aclaró su garganta. "Esta es la forma de repararlo. ¿No ves? Ahora lo comprendo."

ARQ en respuesta deshizo el campo de obstrucción que había mantenido a Sailor Star Fighter y a Sailor Moon apartadas. "De nuevo con el martirio, Átropos. Prefiero cuando estás cortando cabezas. O ya sabes, torciendo el tobillo de Sailor Uranus como hobby."

"Para alargar los hilos de 500,000 vidas, Cloto necesita compensar la adquisición con una pérdida que lo equivalga. Una Moira es una criatura compuesta de elementos más antiguos que la vida misma. Si liberan la energía del Cosmos residiendo en mí, podría ser suficiente para darle espacio a todas esas nuevas vidas."

Cloto suavizó su tono. Fue extraño tener a Shingo Tsukino aspirándole encima. "Ésa es la lección, ARQ. Saber el precio por hacer lo correcto y aceptarlo. Tu aprendiz por la solución a esta misión. Tal vez esta ocasión, puedas librarte de sentimentalismos a la hora de cumplir tu deber."

ARQ apuntó hacia Sailor Star Fighter con mentón. "Díselo a ella."

Shingo Tsukino giró al este.

La estrella de combate fue apuntada hacia ambas Moiras.

Cloto rio, presumida. "No te animarías a lastimar este recipiente."

Fighter achicó su mirada en amenaza.

"Pero yo sí."

Un gemido ahogado acarició su oreja, y luego el peso con el que Cloto la había sostenido desapareció. Átropos giró sobre su eje—se encontró con la imagen del Arquitecto sosteniendo en sus brazos a un Shingo Tsukino inconsciente. Sailor Moon apareció detrás de Sailor Fighter, apresurándose hacia su hermano menor.

"Déja-vú, ¿eh?" ARQ cedió el cuerpo del chico a la Guardiana. "Estará bien. Con suerte, Cloto no puede poseer a un mismo niño dos veces—"

La bofetada cortó al Arquitecto en plena oración.

Sailor Átropos parpadeó, perpleja con la acción cometida.

ARQ buscó enderezarse. "Whoa."

La bofetada se repitió, ahora en dirección opuesta.

Átropos tragó saliva. Hasta Sailor Star Fighter, Sailor Star Healer y Sailor Uranus lucieron sorprendidas.

Eternal Sailor Moon tomó a Shingo Tsukino en sus brazos. "¿Acaso todo es una broma para ti?"

ARQ, lentamente, rectificó su postura, sobando su rostro.

"Las vidas de todas estas personas—nuestras vidas. ¿Son un juego para ti? ¿Una fuente de entretenimiento de un poder superior? Las Moiras, , hablan de lo que debería ser y lo que no, sin pensar que sólo nosotros debemos ser dueños de las decisiones que nos rigen. ¡No necesitamos que ustedes decidan cuando debemos nacer, crecer o morir! ¡La forma en la que esa Moira hubiera escogido intercambiar 500,000 vidas por la vida de Sailor Átropos es despreciable! ¿Qué clase de personas son ustedes? ¡Nunca hubiera imaginado que una Institución así de despiadada y cruel como el Consejo del Tiempo fuera el que controlara este Universo!"

ARQ blanqueó su rostro de toda expresión.

"Ustedes dos dicen que sólo siguen órdenes. Pero me parece que sólo es una excusa." Eternal Sailor Moon miró a Sailor Átropos con el mismo juicio duro. "Cuando las cosas no salen como lo planeado, ¿entonces qué? ¿Sólo escogen escapar y dejar a los humanos arreglárselas solos? ¡Fueron sus acciones las que nos llevaron a este punto! Todas las vidas que perecieron en este conflicto, ¿para qué?"

"Es la manera en la que siempre se ha regido, Sailor Moon." Átropos levantó su mentón en defensa. "Desde el momento de la Creación."

"No lo permitiré más." Sosteniendo la cabeza de su hermano bajo su mentón, Sailor Moon concretó la promesa con valor.

"No es así de fácil." Átropos enfatizó, impaciente con la falta de perspectiva de la Guardiana. "Todavía hay un precio que pagar, Sailor Moon."

Observó a Sailor Fighter caminar hacia su novia, y Átropos percibió un abismo abrirse entre ellas. Seiya, dispuesta a enfrentar cualquier enemigo por las mujeres a las que les entregaba su corazón.

"Las Moiras somos responsables por el flujo de vida en el universo. Cloto teje los hilos del destino a cada semilla estelar nacida, Láquesis asigna los destinos y yo…"

El rostro exhausto de Fighter se volcó hacia ella, tristeza oscureciendo su expresión.

"Yo, Átropos, me encargo de darles fin. Mi hermana, Cloto, no mentía. El método es de mal gusto, pero es el único que tenemos. Debe de existir un espacio para esta suma inesperada de nuevas almas en el Cosmos. Es la Ley del Balance."

"Sailor Moon tiene razón. No debería ser tu elección." Sailor Uranus se les unió. Apareció en la periferia de Átropos. De su mano, Sailor Saturn caminaba con apoyo de la mujer. "De ninguno de ustedes, fenómenos."

"No lo sería por mucho tiempo." ARQ, revivido de su shock, apartó su mano de su rostro. "Puesto que ese hubiera sido el propósito de la Nueva Era del Milenio de Plata, la Neo Reina Serenity y el surgimiento de Tokio de Cristal… Al asumir el trono, la Neo Reina se encargaría de ese tipo de elecciones y ya no tanto del Consejo prehistórico."

Sailor Moon lució terriblemente horrorizada.

"Al llevar el poder del Cristal de Plata a su máximo nivel, purificarías las almas de la Tierra y de todos aquellos entes que desearan unirte a tu dominio. Acabarías con la raíz de la maldad en sus corazones y les darías una vida larga y próspera a los seres dignos. Por lo menos, ése era el plan."

"Como en esa horrible visión." Sailor Moon susurró. "No, esa tampoco era una solución. Podemos encontrar otra forma… estoy segura."

"Supongo que, si alguien pudiera lograrlo, esa persona sería Sailor Moon." ARQ suspiró. "Pero ten en cuenta que el cambio que buscas no se realiza en momentos o instantes. Lo que propones tomará tiempo y esfuerzo." Átropos lo observó hincarse levemente frente a Sailor Moon. "Ésa chispa." Un sonido suave escapó de sus labios. "Me has recordado a alguien que había olvidado." Colocó un dedo en la frente de Shingo, ganándose un gemido de sobresalto de la hermana mayor. "Tranquila. Sólo coloco un sello para que Cloto no pueda poseerlo de nuevo. ¡Listo!"

El Arquitecto se levantó. Echó un largo vistazo por MAIA; así como a las últimas personas de pie. Las ruinas. El desenlace de una misión fallida.

"Por ahora, puedo concederte este favor, Sailor Moon, y esperar que te ayude en tu Revolución."

Detrás de Átropos, un soplido anunció la activación de un agujero de gusano abriéndose camino entre dimensiones.

"De la Sangre. De la Estrella. De la Creación, el Destino y el Corte Final."

Sailor Átropos fue cubierta en potentes escalofríos, aquel Llamado Sagrado del Arquitecto siendo un canto magnético para su ser. No importó el hecho de estar a metros de su presencia.

"¡Ven a mí, Servidora!" ARQ demandó con el trueno en su voz. "¡Puesto que soy tu Amo. ¡Cuando te Invoco, debes Aparecer!"

"¿Nani?" Sailor Moon no pudo ponerse de pie con su hermano todavía siendo su carga. Lo intentó, aun así.

"¿Ahora qué? Ma', ¿qué estás pasando?"

Sailor Star Healer, quien había pasado el cargo del Príncipe Frihét a dos soldados del Distrito Froid, se sumó a su Líder.

Láquesis fue halada por el Comando de su Superior, atravesando el portal de manera apurada.

"¡Ya voy, ya voy! ¿Cuál es la maldita prisa?"

El agujero de gusano murió detrás de la recién llegada.

Habían trascurridos cerca de 105 años desde que Átropos la había tenido en su cercanía. Su hermana ciertamente mostró haberse reinventado desde entonces.

"Tsk, tsk." ARQ se colocó en medio de Sailor Moon, las Sailor Starlights, y el punto donde Láquesis había aterrizado. "¿Es así como saludas a tus mayores?"

Láquesis era analítica por naturaleza. Su largo cabello púrpura voló lejos de su rostro, mostrando cicatrices nuevas en su tez morena. Su traje de combate presentaba rasguños.

"Estaba en medio de algo importante." Laquesis suspiró impaciente. "Algunos de nosotros trabajamos de verdad."

"Sí, ya oí." ARQ le sonrió. "Buscas el punto de inflexión. La dimensión a la que todo se fue a la mierda, ¿eh?" Gesticuló a su alrededor. "¿A la Sailor Moon original?"

Láquesis entendió al instante. "Santas estrellas." La Moira fue entonces consumida por una expresión ávida.

Dio unos pasos al frente.

"Óh, óh. No tan rápido." ARQ la ató al punto donde se encontraba, cadenas producidas por metalurgia cósmica manteniéndola cautiva de piernas y brazos. "También me han dicho que te has portado mal."

"Sailor Moon, ¿en serio fuiste tú?" Láquesis buscó por la Sailor Lunar con afán. "¿Tú fuiste la que rompió mi Destino?"

"Oye, pero que pésimos modales." ARQ interrumpió de nuevo antes de que Sailor Moon confirmara o negara la verdad. "Ojos a mí, Láquesis. ¿Es cierto, o no, que has estado destruyendo dimensiones sin tener la autoridad para ello?"

Láquesis pausó. "Tengo la autoridad para rectificar el estado del Destino que asigné originalmente."

"No a este nivel. No es como si fueras un Arquitecto, querida. Protocolo dictaba que esperaras mi regreso después de esta misión y me dejaras a mi lidiar con este problemilla."

"Átropos, libérame." Láquesis dictó con frescura. No lució verdaderamente preocupada por su predicamento.

"ARQ…" Átropos se movió frente a su hermana. "Espera."

"¿Esperar?" ARQ repitió, frío. "No veo sentido en ofrecer algo que Láquesis no mostró con todas aquellas vidas eliminadas. Mundos enteros, ¡hechos puff!"

"Esas líneas alternas eran sólo eso. Alternativas mundanas. Si las destruí fue porque eran indignas, variaciones cancerosas."

"¿Tú eres Láquesis?" Sailor Moon trasladó a Sailor Fighter el cuidado de su hermano, tropezándose en su apuro por correr en dirección del grupo de Moiras. "¿Tú fuiste la que le pidió a Sailor Cosmos que destruyera la Matriz del Tiempo?"

ARQ y Átropos compartieron la misma incredulidad, ante lo dicho.

Láquesis se encogió de hombros. "Era necesario. Dark Sailor Cosmos era una corrupción, al menos fue útil para algo."

ARQ dirigió a Sailor Moon. "¿Entraste en contacto con Dark Sailor Cosmos? ¿Cuándo? ¿En cuál dimensión?"

"X342c." Láquesis proveyó con orgullo. "¿Te divertiste? ¡No puedo creerlo! Caíste justo en la dimensión que menos esperé. De haber sabido…"

"No fue divertido." Sailor Moon se mostró indignada con la actitud de la Moira. "¡Fue horrible!"

"¿Por qué el Consejo no te ha detenido, hermana?" Sailor Átropos no podía creerlo. El daño que la Cruzada de Láquesis estaba causando en la Continuidad Espacio/Tiempo podría considerarse de igual urgencia que un Punto Fijo siendo dislocado.

Láquesis rodó sus ojos. "Oh, por favor. Como si esos ancianos fueran a levantar sus traseros de sus asientos. Sólo desean esperar a que todo termine y así disfrutar de sus pensiones. ¡Hablo en serio! Sí creen que ha habido algún cambio significativo en la política del Consejo mientras ustedes jugaban en esta piedra lejana, estarán decepcionados. ¿Puedes soltarme ya, ARQ? Exponer tus fetiches fue divertido al inicio, pero ya me estoy entumiendo, querido."

La forma pícara en la que Láquesis guiñó un ojo le recordó a Átropos de los rumores que siempre habían involucrado al Arquitecto con su hermana; rumores que habían implicado una posible relación carnal.

"Mm."

Sailor Moon, manos en su cintura, se acercó al Arquitecto con curiosidad. "Mm, ¿qué?"

Sosteniendo su mentón, ARQ achicó su mirada en dirección de Láquesis. Luego, hacia Átropos.

De vuelta a Láquesis.

De vuelta a Átropos.

Luego, a Sailor Saturn.

ARQ carcajeó con jugueteo. "¿Estás pensando lo que estoy pensando, Cloto?

Espantada, Sailor Uranus soltó la mano de Saturn. "¡¿Nani?!"

Sailor Saturn se cruzó de brazos, profundo descontento apareciendo en su rostro delicado. "¡No es justo! Es una solución aburrida."

ARQ tronó sus dedos. "¡Pero brillante!" Se aceró a Láquesis con propósito, recargando su brazo en el hombro de la Moira con familiaridad. "Linda, apegándonos a las cifras… Mientras disfrutabas de tu Purga Intergaláctica, digamos que mmm, más o menos… todas aquellas dimensiones eliminadas darían un total de aproximadamente… ¿500,000?"

Láquesis resopló sus narices. "500,000 sería una mínima suma de los 358 mundos que he eliminado."

"Dios mío…" Sailor Moon susurró, con el mismo horror que Sailor Átropos experimentó. "¿358?"

ARQ acarició el mentón de Láquesis. Su hermana se infló como felino con la atención. "Gracias." Cariño pareció escurrirse por el Superior de Átropos por un instante. Cariño. Otra predisposición que los Agentes del Tiempo no deberían sentir. "Con esa pérdida considerable de vidas, espacio debe sobrar en el Universo en estos momentos. Cloto, ¿no lo crees así? Ve y reporta al Grend Meister que la deuda ha sido pagada. Aunque el Punto Fijo ha sido dislocado, los efectos en el Cosmos deberán ser mínimos."

ARQ soltó a Láquesis. La distancia mostró desconcertarla. "Pero qué… ARQ, ¿qué esperas? ¡Retira tus cadenas!"

"La Gente de Kinmoku-sei ha sido salvada, Sailor Moon." ARQ se inclinó formalmente frente a la aclamada. Luego, repitió la acción con Sailor Star Fighter y Sailor Star Healer. "El día de hoy, el Libre Albedrío ha ganado una. Felicidades."

"¿Qué sucederá ahora?" Sailor Healer fue suspicaz hasta la médula.

"Sigan viviendo sus vidas. Sigan… perseverando." ARQ aplaudió para sí. "Puntos Fijos seguirán rompiéndose, o tal vez no. La verdad no tengo idea. ¡Estamos viviendo en un nuevo tablero!"

"El Grend Meister no estará conforme." Cloto quejumbró.

ARQ caminó en su dirección.

"'El Grend Meister quiere una reparación y eso es lo que recibirá'." ARQ imitó con burla la línea anterior de la Moira. Elevó su dedo índice, y a centímetros de la frente de Sailor Saturn, le sacó la lengua. "Anda, basta de husmear, anciana." El piquete dejó a Saturn en la inconsciencia, aunque libre de la posesión.

Sailor Uranus estuvo lista para acoger a la chiquilla en sus brazos, de nueva cuenta.

Al final, ARQ enlazó su mirada con Átropos. "Es hora de regresar a casa."

Átropos asintió. "A casa."

ARQ apuntó hacia Láquesis. "Ah, sí. Y tú estás bajo arresto por todos los crímenes listados por tu propia boca."

"¡¿Qué?!"

"Con la autoridad que tengo asignada como el Jefe de las Moiras, encuentro tus acciones repulsivas, Láquesis. Serás llevada frente al Consejo para darle cara a cada una de las ofensas viniendo de tu mano." ARQ se dirigió a Sailor Moon. "La Matriz del Tiempo, ¿dices que ha sido reparada?"

Sailor Moon parpadeó. "Sí-Sí, Sailor Cosmos… Ella me brindó su poder para reparar la matriz automáticamente. Me dijo que todo se remediaría en el momento que abandonara aquella dimensión."

Sailor Átropos golpeó su frente ligeramente con su palma. "¡Así que eso fue lo que sucedió!"

ARQ hizo una mueca. "Uy."

"¿Qué? ¿Por qué me ven así?" Sailor Moon se abrazó a sí misma, sonrojándose.

"¿Esperen, Dark Cosmos está muerta?" Láquesis reclamó. Fue ignorada. ARQ agregó una obstrucción sobre su boca.

Sailor Moon se avivó con urgencia renovada, apuntando hacia Láquesis. "¡Oh, sí! ¡Además, Cosmos me contó sobre una fecha! Algo importante que sucederá en diez años y para lo que debo prepararme."

"¿Qué dices, Sailor Moon?" Uranus gruñó.

Sailor Moon brincó del susto. "Uy… Se me olvidó que estabas aquí, Sailor Uranus."

"¿Estás manteniendo secretos de mí, Koneko?" Uranus se levantó junto con Saturn en sus brazos. "¿De qué maldita fecha estás hablando?"

"Chicas. No creo que sea la hora…"

"Oh, y de seguro tú sí estabas enterada, ¿o no?" Sailor Healer empujó a Fighter de forma brusca, lanzándola a volar de regreso al piso junto con Shingo Tsukino. "¡Clásico de ti, Fighter! ¡Manteniendo secretos de todas nosotras!"

"¡Oye, no es para tanto! ¡Además, le prometí a Sailor Moon no decir nada hasta que se sintiera lista!"

"¡Wow, Sailor Fighter! ¡Gracias por echarme toda la culpa!" Sailor Moon gritó con voz chillona en dirección de las Starlights. "¡Lo haces sonar como si te hubiera puesto una pistola en la cabeza!"

"Pues—¡Casi, casi!"

"Cielos, que escándalo." Shingo Tsukino volvió en sí sosteniendo su cabeza. Al percatarse de estar en los brazos de Sailor Fighter, el chico fue un remolino de codazos y patadas al aire. "¡O-Oi! ¿Qué una Tsukino no te basta, pervertida?"

ARQ bateó una mano al aire. "Niños."

Átropos suspiró. "Lo que hiciste… ¿Fue otro plan improvisado?"

ARQ colocó sus manos detrás de su espalda, entretenido con los pleitos juveniles. "Digamos que… Fui inspirado."

"¿Por las bofetadas?"

ARQ empujó su labio inferior en puchero. "Déjame decirte que Sailor Moon tiene una mano de acero. Siento pena por su descendencia." ARQ pausó. Luego, sus cejas danzaron. "Y por la tuya, supongo."

Sailor Átropos, por primera vez en mucho, mucho tiempo, sonrió con sosiego. "¿Te despedirás?"

ARQ le regresó la sonrisa.

"¿Lo harás tú?"


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Fin de Parte XVI.

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NOTAS:

(1) O una de dos opciones: recibiré guirnaldas, o tomates con este capítulo xD. Escribir el clímax de cualquier historia es muy, muy difícil.

¡Dios, que viaje!

¿Sabían que este fic fue publicado por primera vez el 17 de noviembre del 2014? REPITO. QUE. VIAJE. Se me está saliendo la lagrimita, no les miento. Nunca pensé que llegaría al final de esta parte. La convicción, siempre la tuve, pero ver la pronta conclusión materializarse es otra historia.

(2) Tomé libertades creativas con la vida pasada de Mamoru. Tanta mitología y Naoko no la supo aprovechar. Por cierto, su báculo no es el juguete de Fisher Price que sale en ambos animes. Todavía no encuentro un buen modelo, pero imagínense algo más badass. Asimismo, su armadura de Endymion sufrirá otro upgrade por igual. Y hablando de Mamo-Bruto…

(3) EL BEEEEBBBBÉÉÉÉ. ¿Cuánto dinero hubiera ganado si hubiéramos hecho una apuesta, ¿eh? No olviden, sin embargo, que siempre le pongo un giro extra a las cosas…

(4) FYI. El báculo de Eternal Sailor Moon evolucionó al de la versión de la película Eternal/Manga. Es cute.

(5) El poder reside sólo donde los hombres creen que reside. Una sombra en la pared, por ejemplo. Pero las sombras pueden matar. Y muchas veces un hombre muy pequeño puede proyectar una sombra muy grande. -Varys, Game of Thrones.

(6) Mentí, el siguiente capitulo todavía está en progreso. Maldito trabajo. Grrr. Esperen muchos cabos sueltos por fin amarrarse. Ejem—HARUTEN. ¿QUIÉN SE DECLARARÁ PRIMERO, HARU-REPRIMIDA? ¿YATEN-INGENUA? ¿QUÉ PASARÁ CON LOS CUERNOS DE MICHIRU? ¿ENDYMION SE CONVIRTIÓ EN CARD CAPTOR O QUÉ?

No se pierdan el próximo capitulo (que todavía no sé si será el último o penúltimo)…