"Todos Quieren (Gobernar El Mundo)."
Por B.B. Asmodeus.
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Parejas principales: Kou Seiya (Sailor Star Fighter)/Usagi Tsukino (Sailor Moon). Kou Yaten (Sailor Star Healer)/Haruka Tenoh (Sailor Uranus).
Parejas secundarias: Haruka Tenoh (Sailor Uranus)/Michiru Kaioh (Sailor Neptune). Pre-Ami Mizuno (Sailor Mercury)/Makoto Kino (Sailor Jupiter).
Personajes originales: Severina Sang Froid (Moira - Sailor Átropos), Príncipe Skýrr "Sky" – El Arquitecto, Rey Frihét, Sailor Star Chaser – Kou Siggy, Sailor Star Developer - Kou Helga, Sailor Star War – Kou Lena, Sailor Star Rage – Kou Brunilda "Bryn", Canciller Erii Gierd, Condesa Schnee Sang Froid, Láquesis (Moira).
Rating de este capítulo: Teen.
Categorías/Advertencias: Realidad Alterna. Humor, Romance, Drama, Wing!Fic, Acción/Aventura, Lemon, Yuri, Yaoi, Het, Horror, Lenguaje ofensivo, Temas bélicos.
Sinopsis: "Se necesita valor para crecer y convertirse en quien realmente eres." - E.E. Cummings.
DEDICATORIA ESPECIAL: Déjenme tener un momento cursi y aclarar que esta obra está dedicada a todas aquellas personas que creen en el amor.
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Soundtrack:
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Tear For Fears - "Everybody Wants to Rule the World." (Opening).
Thomas Bergersen/Two Steps from Hell – "Empire of Angels." (Funeral).
Sailor Moon Memorial Music Box - "Eternal no Ai (Eternal Love)" (Las Promesas de Usagi y Seiya).
The Cranberries - "Dreams." (Tema de Usagi & Seiya).
Ooki Risa – "Initial U." (Tema de Sailor Uranus).
Sarah Brightman - "Eden." (Tema de Yaten & Haruka).
Mis-Teeq – "Scandalous." (Tema de Yaten & Haruka).
LGHTNNG – "Sharks." (Los Riscos de Astreo).
Sailor Moon Memorial Music Box - "Senshi no Shukumei." (El Adiuede Haruka & Michiru).
Madonna - "Frozen." (Tema de Yaten).
Sailor Moon Memorial Music Box - "Kyuukyoku no Ai (Ultimate Love)." (Primer Beso/ "Te Esperaré.").
Tommee Profitt (feat. FJØRA) - "Vagabond." (Tema de Severina/Sailor Átropos).
Bon Jovi – "It's my Life." - Instrumental Epic Orchestra version (Ending).
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Línea del tiempo:
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Capítulo i (Día 1): Llegada a Kinmoku.
Capítulo ii (Día 2): Desayuno con los Senadores de Kinmoku/Magnus + Preparaciones para el baile.
Capítulo iii & iv (Día 2): Baile en el Planetarium.
Inicio de Capítulo iv & v (Día 2 / Día 3): Investigación de Healer y Uranus + entrenamiento de las Inners para el torneo.
Capítulo vi (Día 4): Torneo.
Capítulo vii (Día 4): Torneo & Arresto de Fighter.
Capitulo viii (Día 5): Boda de Kakyuu / Golpe de estado en Kinmoku: Inicio de la Batalla de los Tres Soles.
Capitulo xvii (Día 6): Sistema M.A.D.R.E. es activado.
Capitulo xii (Día 7): El Arquitecto vs Sailor Moon & Sailor Star Fighter.
Capitulo xv (Día 7-8): Fighter vs Magnus. Sailor Moon vs La Condesa.
Capitulo xvi (Día 8): Final de la Batalla de los Tres Soles.
Capitulo xvii (Día 10): Funeral de los Caídos / Banquete para los refugiados.
Capitulo xviii (Dia 11): Primera transmisión entre la Tierra y Kinmoku por medio de la Stargate. (Estás aquí).
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Disclaimer: Por último, Bishoujo Senshi Sailor Moon no es mío, sino de Naoko Takeuchi. *sniff* Ni tampoco la idea y utilización de los portales "Stargate." Son propiedad de MGM, creados por Brad Wright, Jonathan Glassner y Robert C. Cooper. Yo sólo los tomaré prestados porque son super mega geniales y mi amor por Stargate Atlantis nunca morirá.
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Previamente en Saga Me Basta:
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» Durante el Torneo de las Flores Doradas…
Sailor Star Healer: La batalla ha terminado. Puedes dejar el podio.
(Jupiter parpadeó confundida frente a ella, cegada por otro tipo de truco. Una ilusión.)
Sailor Jupiter: ¿Ami-chan?
(La facilidad con la que Jupiter sonrió le hizo sentir algo culpable. La culpa no duró mucho, sin embargo, cuando la cabeza de Sailor Jupiter chocó directamente con la suya.)
Healer: ¡Ow! ¡Eso es trampa!
Jupiter: ¿Qué hay de ti? ¡Engañarme con ilusiones no es lo más honorable que digamos! ¡No sabía que eras capaz de manipular la realidad de esa forma!
Healer: Es sólo un truco que recién aprendí.
..
» Usagi Tsukino: Recuerden lo que prometieron. No pueden decirles ni una sola palabra a las demás.
Mamoru Chiba: Para ser justos, ninguno de nosotros sabía lo que estaba prometiendo al llegar aquí.
Usagi: Nunca te he pedido un favor, Mamoru. Nunca… Te lo estoy pidiendo ahora.
..
» Láquesis: No te preocupes, dolerá solamente al inicio.
Helios: Nnng. ¿Quién—Nnnng—Quién…?
(Conforme la distancia se acababa, y la exposición entre la presencia y su persona ganaba potencia, más clara se convirtió la lectura de auras. Helios intentó mover su cuerpo, girarse sobre su costado. No podía ser. No podía tratarse de…
Manos enguantadas de satín se lo impidieron. Posada encima de su cuerpo lastimado, Láquesis-sama lo saludó con una inclinación de su mentón, formalmente. Helios gruñó con indignación, alcanzando a encajar un puño alrededor de uno de los brazos morenos de su Jefa Superior.)
Helios: ¿Por qué…?
Láquesis: Desearía que hubiera otra manera, Helios-san. En verdad que sí.
(No hubo freno cuando los dedos delgados de la mujer se empuñaron alrededor de la fuente de poder de Helios: su cuerno dorado. Helios comprendió entonces, las horribles intenciones de Láquesis-sama.)
Helios: No, no—¡No, no lo hagas!
(Fue en vano.)
..
» (Sailor Uranus apareció en la orilla del rascacielos, dándole las espaldas, su atención hacia el paisaje de la ciudad a sus pies.
El viento helado acariciaba los talones del uniforme, y el moño trasero del fuku de la Sailor Outer. Al colocarse a su lado, pudo presenciar a la Sailor sonriendo en la quietud de la noche, párpados cerrados. Atenta a las ráfagas de brisa marina que acariciaron sus mechones de cabello.
Sailor Uranus, quieta, mostró una faceta más. Flexionó su cabeza, desnudando ligeramente su gargantilla.)
Sailor Uranus: Siempre quise ser una con el viento.
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xviii.
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"Lo que has dejado grabado en mi pecho
Brilla intensamente en oro."
-Haruka Tenoh/Sailor Uranus.
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Planeta Kinmoku.
15 HRS antes.
Localización: Capital,
Distrito ASTEROPE.
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Yaten tiró su plato desechable al cesto de basura y estiró sus brazos por encima de su cabeza. "¡Eso fue delicioso!" Se tornó hacia su compañía. Rodó sus ojos al notar la nota agria en el rostro ajeno. "¡Ach! Debí adivinar que hasta la mejor muestra de gastronomía de Kinmoku sería equivalente a un plato con cebollas para tu paladar engreído."
"Estuvo bien." Haruka se encogió de hombros. Imitó a Yaten, tirando los restos de pay al recipiente de basura, mientras pausaban su caminata. "Los postres no son lo mío."
"¿Qué te gusta, entonces?"
"Prefiero platillos salados." Haruka murmuró. "Ensaladas, sushi, mariscos, caviar—"
"¡Oh, a mí me encanta el caviar!" Yaten suspiró con nostalgia al tan recordar la última vez que había tenido la oportunidad de probarlo. "¡Uf! De las pocas cosas que hacen de la Tierra un lugar muy peculiar. No tenemos algo parecido en Kinmoku, por más que he buscado. Aw, extraño tanto visitar el restaurante de Humino, ¿lo conoces?"
"Lo he visitado." Haruka comentó. "Aunque recuerdo que hacer reservaciones es un dolor de cabeza."
Yaten sonrió con diablura. "No lo era para los Three Lights."
Haruka le lanzó una mirada petulante. "Supongo que ser ídolos de pacotilla tenía sus ventajas."
Con un sonido de ofensa, Yaten tocó su propio su pecho. "Ah. Ahora recuerdo que tienes un serio problema con los chicos atractivos."
Haruka aceleró sus pasos, dejando a Yaten atrás. "¡Dije que no se lo tomaran en serio!"
"Bueno, ¿entonces cuál es tu problema?" Yaten insistió. "¿Qué te hicimos, aparte de existir? Ese día en la casa de Tsukino fue el primer día que nos dirigíamos la palabra, y no esperaste a dar las buenas tardes, cuando ya estabas atacándonos."
"Ahórrate el aliento. Todos sabemos que ese patán tenían intenciones poco inocentes al estar en la casa de Koneko." Al salir del Planetarium, Haruka se tornó hacia Yaten. "Y ustedes dos lo pensaban también, sino no se hubieran aparecido ese día para acompañarlo."
Buen punto. Tanto Taiki como Yaten no había confiado en Seiya para no cometer estupideces aquel día. Y las amigas de Usagi habían compartido la desconfianza.
Claro, Yaten no lo admitiría en voz alta.
"Aun así," Yaten le guiñó el ojo. "Taiki suele decir que se atraen más enemigos con miel que con hiel."
Por alguna extraña razón, un tono rojizo brincó en las mejillas de Tenoh con la broma.
"No es como si me hubiera agradado ser un ídolo, para que lo sepas. Tienes toda la razón para no estar impresionada; ser chico no es la gran cosa." Yaten rodeó a la Outer para obtener acceso al vestíbulo.
Dio un paso en dirección del oeste.
Pausó.
"Bueno, ¿qué esperas?"
Tenoh se limitó a lazar sonidos poco humanos en su dirección.
Yaten sonrió con inocencia. "No pienso pasar este día miserable por mi cuenta. ¡Tienes mucho que compensar todavía!"
"¿Compensar? ¿Qué rayos—?"
Yaten frenó y torció su perfil. "¿Qué sucede? ¿No quieres pasar más tiempo conmigo?"
Haruka resopló más sonidos indignantes. Al final, la rubia la alcanzó en el medio del pasillo. "Retracto lo que dije, eres una chica malcriada necesitada de atención."
"Eres entretenida." Yaten lo dijo como si el hecho le pesara. Ignoró el pensamiento traicionero queriendo insistir en que la atención de Haruka Tenoh era algo a lo que se estaba acostumbrando. "Sólo por eso, dejaré pasar el insulto a una Sub-Comandante."
"No creas que no me doy cuenta de tus artimañas." Tenoh metió sus manos a sus bolsillos, malhumorada. "Sólo estás intentando distraerme."
-Y está funcionando. Yaten sonrió para sí. Cuando vinculó su brazo con el de Haruka, volvió a disfrutar el efecto no-verbal; el mal tropiezo de zapatos deportivos, y el vacilante intento de querer negar que no encontraban placer en su mutua compañía.
Guio a Haruka hacia el camino que los llevaría fuera del Palacio por el ala de la cocina. "A decir verdad, hay algo que quiero mostrarte."
"Hm. ¿Eso le decías a todas esas chiquillas fanáticas?"
"Para eso tendría que haberles dirigido la palabra."
Encaminó a la terrícola por el ala del servicio de mantenimiento, saliendo por la salida de emergencia de la cocina hasta el patio trasero del Palacio. Porque Tenoh indicó ya haber conocido estas partes del terreno Real de manera tan impaciente, Yaten hizo un espectáculo de enseñarle cada punto atractivo del lugar. El Solar, el lago, así como el espeluznante laberinto que Kakyuu había mandado podar como parte del entrenamiento de las Chibi-Starlights. Haruka fue arrastrada a cada una de las atracciones, lo quisiera o no.
Por un buen rato, Tenoh aguantó cada una de la presentación con muecas y gruñidos. Aunque marcó la raya cuando Yaten quiso presentarle la colección de rosales.
"¿Acaso me viste cara de jardinera?"
"Sé que te gustan, no te hagas del rogar."
"A estas alturas, juro que si veo una planta más, aventaré un Tierra Tiembla por el maldito lugar."
"Un temperamento celestial." Yaten exclamó con melodrama. Terminó de acariciar uno de los rosales amarillos, recordando el rosal que había recibido de obsequio. Pareció ser un acierto pensar en ello, considerando lo que Yaten quería obsequiar de vuelta.
Descalza, por haber mojado los pies en el lago, caminó por el pasto de los jardines sigilosamente. Haruka cargaba con sus botines en acto caballeroso, pegada a un tronco para protegerse del calor de la tarde. Yaten fue la primera en admitir que había perdido noción del tiempo.
Se le unió a la mujer en la sombra del árbol.
"Vaya que eres obstinada. Te dije que aprovecharas el lago. ¡La temperatura estaba justo en su punto!" Yaten había estado a punto de echarse un chapuzón de cuerpo entero, pero la vehemencia de Haruka por que no lo hiciera la había frenado. Ahora, que Yaten podía sentir el sudor naciendo en su hermoso cuerpo, se arrepentía por haberle hecho caso.
"Te lo dije. Los cambios de ropa no aparecen mágicamente de mi trasero."
Yaten golpeó su hombro con el de la Outer. "¿Nunca has nadado a lo natural? Seiya, Taiki y yo solíamos hacerlo todo el tiempo cuando éramos más jóvenes."
"¡No necesitaba saber eso!" Escalofríos notables recorrieron a la Outer, de pies a cabeza. "¿Y qué te parece tan gracioso?"
¡Astros! Era tan fácil exponer a Haruka Tenoh en situaciones vergonzosos. Yaten en verdad deseaba haberlo averiguado mucho antes.
"¿Qué puedo decir? No tenemos los mismos tabúes que la gente reprimida de la Tierra."
La diversión a las expensas de Tenoh no duró mucho. Cuando Yaten observó a la mujer querer retirarse del tronco, se apresuró a frenar su escapatoria. Tenoh no esperó la agilidad usada en su contra. Sus torsos entraron en contacto—luego, Haruka recuperó el balance.
Los zapatos de Yaten se deslizaron de sus dedos, y la caída no causó sonido alguno.
"De acuerdo, esa fue mi última prueba de tu paciencia por el día de hoy, lo prometo." Yaten suavizó su tono de voz para hacer rendir su intento de bandera blanca. "Quita esa cara de constipada, lo digo en serio."
"Me han dicho que es mi estado natural. Escucha, que bueno que te sientas de mejores ánimos, pero todavía tengo un asunto pendiente con esa idiota de Kou."
"Oh, vamos. Estás divirtiéndote conmigo."
"Define diversión."
Yaten se encogió de hombros. "¿Menos gruñidos, más silencios estoicos? Al menos la vena de tu frente ha dejado saltar. Lo interpretaré como señal que estás sintiéndote con menos ganas de cometer asesinato. ¡No es como si te pudiera culpar, por supuesto! Mi esplendida compañía es capaz de hacer milagros."
Haruka meramente encumbró una ceja escéptica.
Yaten batió una mano al aire. "Estrellas, ya entendí. A Haruka Tenoh no le gusta nadar desnuda, apuntado. No te ofendas."
"Eso no es el prob—" Tenoh se auto interrumpió. "Mi punto es que no he dormido en más de 12 horas y me llama más la atención irme a dormir un rato que seguir dando vueltas en este lugar. Jardines, lagos, pastos, flores—ya lo he visto todo—¿Qué rayos haces ahora?"
Entrelazando sus manos con la de Tenoh, Yaten parpadeó. "Oh, perdón. ¿Decías algo?"
Haruka balbuceó más objeciones que honestamente, Yaten volvió a ignorar.
"Mira, este tipo de habilidad requiere de mucha concentración, así que me ayudará mucho mantener contacto físico contigo, ¿de acuerdo? Así que quédate quieta. ¡Sssh!" Yaten apretó las manos de Tenoh entré las suyas, cerrando sus ojos en acto seguido a la indicación.
En efecto, no pasó mucho tiempo para que su estrella interior se anclara a la presencia de Sailor Uranus, reconociendo el resplandor ajeno.
"Yaten."
El impacto de escuchar su nombre, así de claro—Así de intencional—rompió el trance que apenas comenzaba. La Star Senshi parpadeó del sobresalto.
Haruka Tenoh repitió. "¿Qué haces?"
Yaten lamió sus labios. La intensidad en las facciones de Tenoh la energizó. Le gustaba ser el foco de atención de alguien como ella, aunque no comprendía la razón de ello todavía. "Estoy usando mi transfiguración. Sabes de lo que soy capaz."
Los ojos añil de Tenoh no se liberaron de la confusión.
Yaten le sonrió. "Confía en mí. Cierra los ojos. Déjame hacer esto por ti."
La última ocasión que había manipulado esta habilidad había sido durante el Torneo de las Flores Doradas. Yaten no tenía completamente claras las condiciones a cumplir para que su transfiguración funcionara como un reflector de los deseos de los demás. Su don era instintivo, no lógico. La sensibilidad para percibir emociones y energías más allá de lo normal siempre había sido algo que con lo que Yaten había lidiado, pero difícilmente tenía todas las respuestas de su funcionamiento. La prueba que había hecho con Sailor Jupiter había sido algo descuidada—Yaten se había anclado a los residuos de emociones de la chica para después magnificarlos, estirando dichas emociones en una ilusión mucho más elaborada. Había tenido la suerte de que la ilusión había sacudido la compostura de Sailor Jupiter lo suficiente para distraerla.
Con Haruka Tenoh…
Fue mucho más difícil.
Su mente fue un muro.
No hubo residuos de emociones. No hubo ecos de pensamientos.
Healer refunfuñó. Fue tan difícil como la primera vez que habían intentado vincular sus mentes en aquella cueva.
"Déjame entrar." Yaten susurró, ojos cerrados a pesar de la turbulencia. "Sabes que puedes confiar en mí."
"¿Para qué?"
Yaten decidió dejar de lado las palabras. Su mente embistió contra la de Haruka, sus pensamientos galopando.
ABREABREABREABREABREABREABRE
Haruka no esperó el ataque directo. Yaten, por fin, pudo percibir la confusión y la oportunidad dada. Las defensas de la Outer se descuidaron y sólo una fisura fue suficiente para que Yaten se infiltrara—el aura de su estrella se diluyó, goteando directamente sobre el interior de su compañera. Eso bastó para que Yaten tomara el control, envolviéndolas en una burbuja.
Yaten trajo su mente hacia el Sur; hacia los vaivenes del viento, la gelidez de las Islas de Tracia, así como hacia el mar de Eos, rodeándolas en lo remoto.
Los riscos de Astreo se materializaron bajo sus pies, elevándolas por sobre el nivel del mar. La suavidad del pasto fue cambiada por piedra tosca y vegetación menor; Yaten sintió la incómoda transformación bajo sus pies.
-No importa, Yaten se deshizo de la distracción tan rápido como se manifestó. Se concentró en su meta. En replicar los pocos recuerdos que tenía de su tierra natal. Trató de ensancharlos a un escenario digno, a una ilusión que se volviera creíble. Tan siquiera para ellas dos.
Yaten deseó con todas sus fuerzas, por darles una dimensión lo suficiente viva y tangible, como lo había sido aquella rosa blanca.
La temperatura bajó. Estremecimientos cubrieron a Yaten por todo su cuerpo. El calor de la capital morfó a frescura marina, y gruesas nubes pesadas enfundaron los Tres Soles.
Fue trabajo arduo el duplicar las fuertes ráfagas de viento—pero fue lo más importante.
El viento.
Yaten no podía arruinar el viento.
Su colilla perdió consistencia, impulsándose de su espalda a las alturas, junto al resto de su cabellera.
Abriendo sus ojos, sintió que sin las manos de Haruka sosteniéndola a la superficie montañosa, hubiera salido flotando fuera del suelo.
Su obra fue más de lo que había esperado, Yaten alzó su cabeza a los cielos grises, estirándose de forma precipitada. Céfiros le golpearon sin misericordia, alborotando sus ropas al igual que sus cabellos.
"¡Cuidado!" De repente sus manos ya no estaban sujetadas y los brazos de Haruka se asentaron alrededor de su cintura.
Lentamente, y tras revisar la perfección de su obra, Yaten regresó a la protección de su acompañante. Cuando encontró a la terrícola siendo envuelta en la voluntad de los vientos del acantilado, supo que había tenido éxito en su objetivo.
Todavía envuelta en los brazos Tenoh, Yaten giró en su propio eje, dándole cara al Mar Eos.
Nostalgia le pegó duro.
"¡Este es mi hogar!"
El viento silbó contra sus oídos.
Las manos de Tenoh se acomodaron en la cintura de Yaten para sujetarla más fácilmente. Sonriendo, Yaten giró su perfil, uniendo su mirada con la de la mujer en las alturas.
"¡Recuerdo lo que dijiste! ¡Sobre querer convertirte en el viento!"
Sorpresa se filtró por la expresión de Tenoh.
Yaten regresó su vista al mar, gesticulando al acantilado de montaña de cinco kilómetros. "¡El acantilado de Astreo esreconocido por sus feroces vientos!" Parte de su cabello se introdujo a su boca mientras describió el paisaje. Yaten lo escupió, deseando tener a la mano algún accesorio para sostener sus mechones.
Al no recibir un instantáneo agradecimiento por la gran molestia que se estaba tomando, se torció en los brazos de Tenoh.
La encontró de ojos cerrados, su corto fleco arrastrado por las suaves ráfagas fuera de su frente.
-Oh. Sintiendo que estaba invadiendo una experiencia muy personal, Yaten retornó a su posición inicial. Los sonidos de la naturaleza de Cian los envolvió, entonces. Yaten no luchó contra su efecto.
Debajo del mortal precipicio de roca, la playa fue un poco más nebulosa para sus recuerdos, aunque el sonido de las olas seguía siendo inolvidable. Sólo en una ocasión había visitado este lugar; pero la aislada visita había sido suficiente para permanecer marcada en su mente.
Los brazos de Haruka la atrajeron a su pecho. Yaten se acurrucó involuntariamente, rehuyendo del frio. Se concentró en mantener la ilusión lo más que fuera posible. Permanecer inmóvil ayudaría a no gastar energías en vano.
A sus espaldas, de reojo divisó a Tenoh dejar caer su cabeza hacia atrás, compenetrada. Embelesada por los jalones de los céfiros caprichosos. Su chaleco de mezclilla flotó a la altura de sus hombros, y a la terrícola no le pareció molestar.
Yaten sonrió para sí. Cerró sus propios ojos, encontrando soporte en el pecho de Tenoh. El tiempo transcurrió.
"¿Es esto algo parecido… a lo que habías estado buscando?"
Su pregunta fue una caricia sobre la psique de Haruka Tenoh.
No esperó ser movida por los brazos de su dueña, guiándola cara cara.
Mucho menos, esperó ser contrapuesta con tal expresión vivaz.
Haruka ladeó su cabeza a un extremo, el viento inflando su fleco de una manera bastante atractiva. Tal vez, fue la sonrisa. O el hecho de que Yaten siguiera en sus brazos.
Como fuera el caso, la tentación de correr sus dedos por los cabellos cobrizos de Haruka fue inmensa.
Yaten se acogió de calor con la idea.
El impulso no se frenó ahí. Oh no. Fue apenas el comienzo, una multitud de ideas dándose rienda suelta, una más atrevida que la anterior. La tentación de llevar sus caricias por el arco del cuello de Tenoh le volcó el estómago… La ansiedad por levantarse de puntas y reemplazar aquella sonrisa de misterio con algo más personal…
Un resople fuerte de viento le golpeó el rostro; una artimaña sucia que coincidió con el impacto que Yaten sintió por dentro.
El descubrimiento de lo que estaba pensando—sintiendo—dejó a Yaten flotando sin ancla.
-"No está mal."
Estrellas. La voz de Tenoh fue un relámpago. Yaten no pudo despegar su mirada.
Pestañas gruesas descendieron, fieles a la mirada de Haruka. Fijadas en Yaten.
-"Nada mal."
Yaten detestó la distancia todavía separándolas, la casual respuesta no siendo suficiente.
Yaten tragó saliva.
La ilusión se fraccionó poco a poco. A Yaten no le sorprendió. Su cerebro convirtiéndose en gelatina no podría ser de utilidad para mantener el acto de transfiguración, momentos más. Pronto la roca regresó a ser pasto húmedo. El cielo volvió a resplandecer sobre sus cabezas, tintando la capital en el atardecer.
Ante el regreso a la normalidad, el cabello de Haruka siguió despeinado de lado.
Ante el regreso a la realidad, la tentación no cesó. Yaten no se contuvo un minuto más, levantando su mano derecha. Partió una larga franja de cabello en una caricia.
Ante el regreso a ser quienes eran, al lugar en el que se encontraban, Haruka se lo permitió.
-¿Por qué me ves así? Yaten desesperó por dentro. -¿Por qué siempre me ves de esta forma?
Yaten estiró su rostro sin pensarlo, comenzando a levantarse de puntillas…
Los brazos de Haruka le soltaron.
"Deberíamos regresar al Palacio."
La mano de Yaten, suspendida donde se había estado familiarizando con los mechones de Haruka, cayó de golpe. En tres pasos, un abismo se formó entre sus cuerpos. Mareada por el cambio drástico de atmosfera, Yaten miró a Haruka con incredulidad.
"¿Al… Palacio?"
Haruka asintió. Comenzó a alejarse. "Daré una ronda para ver cómo sigue Shingo Tsukino. Deberías irte a descansar."
Yaten comenzó a seguirla. "¡Oye, espera!"
"No." Haruka le frenó con solo el tono duro de voz. "No me sigas."
Pasmada, Yaten solo le quedó ver a la malagradecida mujer alejarse.
Momentos después, Yaten gruñó con frustración. "¡Es por esto que nunca me molesto con hacer grandes muestras de aprecio!" Arrancó sus zapatos del piso, caminando en dirección opuesta. "¡Ser considerada no lo vale, Taiki!"
[+][+][+]
Quince horas después, Yaten se encontró renegando por razones distintas.
"¿Qué parte de infórmame en cuanto tengamos una respuesta no comprendió Sailor Developer? ¡Usagi y esas niñas debieron despertarnos!"
"Healer, cálmate." Sailor Star Fighter caminó a su lado con una energía de emoción, todo lo contrario, a su compañera. "¡Hicimos contacto! Enfócate en las buenas noticias, y no en tus ganas de arrancar cabezas. Escuchaste el reporte de Sailor Mercury. Todas estábamos descansando."
Healer asintió. Una parte de ella apreció la habilidad de Fighter para tomar control, pero otra parte—la que estuvo dominada por incertidumbre—quiso seguir renegando. No había despertado en el mejor de los humores.
Tomaron el elevador de acceso restringido al laboratorio, ambas suspirando cuando las puertas se cerraron. La cabina no podía moverse lo suficientemente rápido, en su opinión.
De reojo, Healer observó a Fighter cruzar sus brazos. Sintiendo la atención, Fighter dirigió su mirada con la de Sailor Healer.
Le sonrió.
Healer volvió a suspirar.
Llegaron al subnivel. En cuanto se abrieron las puertas deslizantes, Healer y Fighter avanzaron hacia el corazón del laboratorio, ansiosas.
"¿Ya comenzó la transmisión?"
Ami Mizuno tuvo compañía en esta ocasión. Cada una de las Solar Senshis. Usagi, Makoto-san, la niña Hotaru y Haruka. Fighter caminó directamente hacia la Supercomputadora.
"No, Sailor Fighter. Han llegado un poco temprano a la hora acordada."
"¡Esta espera es una tortura, ya quiero ver a las chicas!" Usagi gimoteó desde el grupo de sillas que habían acomodado para todos los que asistían a la transmisión. Descansaba sus codos sobre sus piernas para sostener su propio rostro en amargura. A su lado, Hotaru Tomoe pareció darle aliento al sujetar su hombro.
Al contrario de Fighter, quien hizo un camino recto hacia Tsukino, la atención de Healer fue atraída en dirección opuesta. Caminó hacia la pared justo detrás de las sillas.
Haruka tenía sus manos albergadas en los bolsillos de su chaqueta de mezclilla. Al notar a la Star Senshi acomodarse a su lado, la mujer únicamente resopló por sus narices y estiró un pie sobre la pared.
Sailor Star Healer unió sus manos sobre su regazo, respirando hondo. "Buenos días."
"Mm-hm."
Conque de regreso a las monosílabas.
"Me sorprende que hayas podido levantarte tan temprano, Usagi-chan." Makoto bromeó desde la silla de un afila enfrente de la rubia.
"Tomó algo de convencimiento y perseverancia." Fighter alargó la broma a expensas de su novia. "Como arrancarle las cobijas."
Usagi sacó su lengua. "¡Estaba teniendo un excelente sueño!"
"¿Estaba yo en él?"
"¡No!"
Fighter se encogió de hombros. "Entonces no era tan excelente."
"¿La Stargate está completamente reparada entonces?" Haruka interrumpió, haciendo brincar un poco a Healer con la potencia de su voz, a tan corta distancia. "¿Segura que todo está funcionando como debería?"
"Afirmativo, Haruka." Ami volteó en su dirección, sonriéndole para aplacarla. "He revisado los protocoles de comunicación cinco veces. Es solo cuestión—"
"¿Como funciona esa parte, ahora que lo mencionas, Ami? Creo que me perdí esa explicación." Usagi-san levantó su mano como si estuvieran en clases.
"Um, Usagi, es algo complicado de explicar, ¿qué tanto sabes de cómo funcionan los satélites?"
"¡Bueno, sé que flotan afuera de nuestro planeta!" Usagi rio mientras sobó su cabeza.
"¡Gracias a ellos puedo ver mis programas favoritos!"
Gotas de sudor corrieron por todos los presentes. Aunque Usagi-san no estaba tan errada. Healer dejó salir una suave risa.
"Estoy segura de que sirven para otras cosas que para ver telenovelas."
"Así es…" Ami Mizuno lució en dificultades, tratando de simplificar la ciencia detrás de ondas de radio. "Existen satélites naturales y artificiales. La diferencia es que estos últimos son los creado por la tecnología humana. Diferentes países han colocados sus propios satélites alrededor de la Tierra a través de los años, para distintos fines—sí, uno de ellos para la transmisión de programas de televisión, Usagi, así como para el uso de comunicación telefónica. En este caso, una ventaja de la Stargate es que tiene un mecanismo dentro que la hace actuar como un satélite a través de otros sistemas solares. Es lo que permitió enviar nuestra señal a la Tierra en primer lugar." La chica sostuvo su mentón. "Pero algo debió haber ido mal. Taiki la captó solo hasta que encendimos la Stargate y no solo su sistema de comunicación. Todavía no me explico cómo..."
La pantalla principal fue iluminada con un cuadro de diálogo.
RECIBIENDO PERMISO DE TRANSMISIÓN DUAL…
"Hora del espectáculo." Fighter declaró, posándose frente a la pantalla. "Podemos seguir con la clase de ingeniería espacial después."
Ami Mizuno se apresuró a teclear comandos.
Primero vino el audio—un enjambre de estática.
"Estoy tratando de activar el video, chicas, sólo denme un momento." Mizuno murmuró, cabeza casi fusionándose con la pantalla. "¡Ajá!"
La mitad de un rostro apareció en una ventana nueva. La imagen no fue excelentemente nítida.
"¡Taiki, creo que el video ya está funcionando!"
El corazón de Healer se abarrotó de afecto.
El rostro se alejó, revelando la versión humanoide de la gatita con la que había entablado la única amistad significante del planeta Tierra.
"¡Luna!" Usagi saltó de su silla directo a la pantalla. "¿En verdad eres tú?"
"¡Usagi-chan!" La mujer se mostró igual de impactada al notar a su dueña. "¡Ami-chan! ¡Sailor Fighter! ¡Me alegra tanto verlas, estábamos preocupadas!"
"Nosotras también. ¡Te extraño!" Los hombros de Usagi comenzaron a tambalear, con lo que Healer podía ver.
Luna estaba sonriendo. "Yo también, Usagi. Vamos, no hay razón para llorar. Estaremos juntas dentro de poco, estoy segura."
"Así es, Odango." Fighter talló los hombros de su novia. "Anímate, apenas comenzamos."
"Mm-hm." Usagi asintió con energía. Terminó acurrucando su cabeza en el pecho de Fighter, quien la alejó del centro de la pantalla, permitiendo que Luna tuviera la oportunidad de saludar a Mizuno y a Kino.
"Taiki no tarda, se encuentra ajustando las conexiones de la computadora. Las chicas están llegando. ¡Oh, Mina! ¡Ya estamos transmitiendo!"
"¿En serio?" Súbitamente, Luna fue empujada por Minako Aino y el gato Artemis, quien colgaba de su hombro. "¡Chicas!"
Y así fue como se repitió otro ciclo de cotilleo entre las jovencillas. Healer sobó su frente, sintiendo los nervios mezclarse con impaciencia. Escuchó el chillido de una silla y volvió a levantar su rostro.
Haruka estaba jalando dos sillas, tras abandonar su posición en la pared. Healer no dudó en aceptar la invitación no verbal y plantarse en uno de los asientos. Tras estirar sus piernas, las cruzó con desdén.
Frente a ellas, Hotaru se dio la vuelta en su asiento. "Haruka-Papa, anoche no te escuché regresar a la suite."
Healer parpadeó. A su lado, Tenoh fue una caja fuerte, sin embargo. No perdió de vista el don especial compartido entre la joven y la ogra, de comunicarse a medio de largas miradas.
"No podía dormir. Tomé una caminata. Cuando volví ya estabas dormida profundamente." Haruka se cruzó de brazos, sin dar indicios de querer divulgar más detalles. Healer aguantó el impulso de golpearle el hombro para que dejara de ser tan hermética.
Sailor Star Healer aun no tenía claro que había hecho para merecer el trato indiferente, de la noche a la mañana.
Tomoe no tuvo las mismas limitaciones. Analizó a su tutora y después deslizó su concentración a la misma Yaten.
"¡Michiru y Setsuna ya llegaron también!"
La atención de las tres fue capturada al instante con el anuncio de Aino. De regreso a la pantalla de la computadora, Healer y compañía descubrieron que ya se tenía una vista más amplia del Templo Hikawa. Aunque Yaten no recordaba la existencia del quiosco en el que se aglomeraban en esos momentos la Sailor Senshis. Vegetación podía divisar a las espaldas de todas las presentes. Luna, Minako, Setsuna y el gato Artemis se mostraron tomando asiento en un semicírculo, el sol de Tokio haciendo contacto con la pantalla.
En menos de dos segundos, una melena aguamarina se les unió, la figura alta de Taiki sumándose también.
Healer aspiró, cientos de sentimientos golpeándola, al por fin—
"Taiki." Sailor Star Fighter le lanzó un vistazo desde el frente de la computadora. Yaten miró sus emociones ser reflejadas en su líder. "Astros, es tan bueno verte. ¿Estás bien?"
A pesar de que la resolución no era la mejor, la compostura de su compatriota se ablandó de forma considerable con la pregunta tan idiota. El pecho de la castaña se infló de una respiración honda.
"Yo debería estar haciendo esa pregunta, Sailor Star Fighter."
"Quise decir…"
"Taiki." Healer chilló a lo bajo. Se levantó de la silla para atraer la atención de su hermana simbólica.
La expresión de Taiki se ablandó mucho más, al divisarla. "Yaten, lo siento. Por todo lo que ha transpirado y de lo que nunca tuviste idea."
Impactada por el consuelo solemne dirigido directamente a ella, los labios de Healer se apretaron juntos por un momento. Aclaró su garganta para recuperar su balance. -No, Taiki. No puedo hablar de esto frente a todas estas personas.
"Estoy bien." Farfulló entre dientes. "Aunque estaremos mejor cuando vuelvas. Fighter apesta para las negociaciones de víveres. Sabes que odia la política."
La mirada amatista se clavó en Fighter. "Sailor Fighter, las tres hemos tomado los mismos estudios, no comprendo porque siempre se te dificulta—"
"¡Creo que tenemos mejores asuntos que platicar que mis pobres habilidades de negociación!" Fighter interrumpió con un gemido infantil.
"¿Qué ha pasado en la Tierra?" Haruka Tenoh demandó sin levantarse de su silla. El comando de su voz logro el cometido de traer de vuelta seriedad a la junta. "Será mejor primero comenzar con su versión de eventos, ya que estoy segura de que será la más corta de las dos."
Taiki compartió miradas con Luna y Minako. "Tiene razón, Tenoh-san. Le cederé el lugar a Aino-san, ya que me parece que sería la más indicada en esta situación."
"¡Oh! Mmm, claro." Minako se deslizó entre sus acompañantes, pausando solo cuando quedo en el centro de la pantalla. Healer rodó sus ojos al notar a la chica extraer un pequeño bloc de notas de su bolso. "Veamos… veamos. Cielos, ¿por dónde empezaré?"
"Dicen que primero es mejor comenzar con las malas noticias, Mina." Kino quiso alentarle.
Minako se congeló, una extraña expresión acaparando su rostro. "Uh, bueno. No creo que sean malas noticias exactamente, Mako-chan. Complicadas, ¿posiblemente épicamente retorcidas, pero malas?"
"Mina, concéntrate." Artemis apareció con la chica. "Vete a nivel de prioridad, se te será más fácil."
"¡Bien pensado, Artemis!" Minako asintió y respiró hondo. Levantó un puño decidido. "Mamoru no está aquí todavía, pero chicas, deben saber que Elysion ha sido despertado de forma oficial. Con la ayuda de Sailor Galaxia, el Príncipe Endymion logró establecerlo en el Templo Hikawa."
"Eso es… Genial, Mina." Usagi comentó, rascando su nuca. "Aunque no estoy segura de que signifique eso."
"Helios está aquí." Minako siguió adelante. "Fue atacado por Láquesis y pidió ayuda a Mamoru. Fue como Elysion terminó aquí. Al parecer esa loca le ha hurtado el Cristal Dorado de los Sueños Hermosos. Sin el Cristal, Elysion estaba desestabilizándose en la realidad alterna en la que se estaba albergando."
"¡Eso es terrible!" Ami expresó, compartiendo su sorpresa con Usagi y Makoto mientras Healer y Fighter permanecieron en la oscuridad. "¿Para qué querría Láquesis el Cristal Dorado?"
"Al menos Láquesis ha sido arrestada."
Minako parpadeó. "¿Qué dices?"
Makoto bateó sus manos. "¡Oh, perdón! ¡No quise interrumpir, creo que sería esperar a que nos contaras lo demás para luego darte nuestra propia actualización, Mina!"
Así, fue como transcurrió una hora de explicación profunda sobre la existencia de Elysion, la capital del Antiguo Reino de la Tierra durante el Milenio de Plata. Al parecer, ese tal Helios había sido un sirviente de aquel Reino por un largo tiempo y había sido un antiguo aliado de las Inner Senshis en el pasado. Aunque Haruka aclaró que ninguna de las Outers había entrado en contacto con él, previamente.
Usagi Tsukino, junto con sus amigas, no se frenó con su descripción del Pegaso que las había auxiliado en un sin número de ocasiones. Según el rápido resumen sobre la existencia del Dead Moon Circus y la Reina Nehellenia, las Inner Senshis habían recibido un nuevo henshin gracias al famosillo chico. Por un largo tiempo, Helios había optado por disfrazarse de un corcel blanco para entrar en lo sueños de otros y poder comunicarse. No obstante, era un chico en su verdadera forma, vistiendo una apariencia congelada en tiempo de un adolescente de la edad de Shingo-kun.
-Sólo otro día en la vida de ser Senshi. Star Healer pensó para sí, invadida por la absurda realidad. Definitivamente, una hora de su vida que nunca iba a recuperar. -Aunque si ese sujeto puede cambiar de forma, tal vez no sea la única con el don de la transfiguración.
Usagi se dirigió a Fighter, en un punto de la conjugación de relatos. "Desde un inicio Helios se albergó en los sueños de Chibi-Usa en forma de Pegaso, así que eran muy cercanos."
Fighter parpadeó con la mención de la infame ex hija que Tsukino hubiera tenido con Chiba. Hasta Healer alzó una ceja.
"Estoy segura de que Helios tendrá muchas preguntas cuando nos volvamos a ver." Usagi pareció estar pensando al aire.
Healer aplaudió, rompiendo el inicio de tensión en el laboratorio. "¡Me disculparán, pero un caballo que podía vivir en los sueños de otras personas suena de lo más perturbador!"
Usagi se torció en su asiento, incrédula. "¡No era un caballo! ¡Era un Pegaso, Healer!"
"Lo que fuera. ¡Si llegar a encontrarme con un animal mágico-pervertido, lo patearía fuera de mi cabeza—o de mis sueños—sin pensarlo! ¡Estrellas, que confiadas son todas ustedes!"
Fighter tapó su boca para esconder su risa de Tsukino. Makoto no se molestó con la misma cortesía, dejando airear su carcajada con buen humor.
Dirigiéndose a Minako, Tsukino continuó. "¡Uy, como iba diciendo! Me alegra que Mamoru estuviera ahí para auxiliarlo. ¿Se encuentra bien?"
"Está reposando. Tuvo un par de días algo agitados. ¡Aunque está fuera de peligro, no se preocupen!" Minako consoló, todavía viendo sus notas. "Um, Rei ha estado acompañándolo y cuidándolo."
"Oh, Rei. Es cierto, ¿cómo se encuentra? ¿Por qué no está ahí con ustedes?" Makoto preguntó.
Una risa singular tomó posesión de la rubia del otro lado de la pantalla. "¡Rei está de maravilla! ¡Nada de qué preocuparse, se los aseguro! ¡Como les dije, está cuidando de Helios! ¡Oh, cambiando de tema! ¿Sabían que ya tenemos nuestra propia Stargate?"
Healer estuvo de pie, desde antes de que su mente se percatara del impulso. "¿Qué dices?"
"¡Mina! ¿Esa parte la iba a explicar Taiki! ¡Te estás adelantando!"
"¡Uy, perdón!" Aino siguió riéndose de manera anormal, colmando la paciencia de Yaten.
"Oye, basta de bromear. Sé clara, ¿a qué te refieres conque tienen su propia Stargate? No puede ser posible. ¿Cómo demonios sabes de su existencia en primer lugar?"
"Si me permites, Aino-san…"
"Oh, claro, Taiki."
Taiki movió a Aino de la cámara. "Yo les conté todo, Yaten."
Yaten se cruzó de brazos. Fighter lució pensativa.
"Apoyo la pregunta de Healer, Taiki. ¿Cómo es posible?"
Taiki se dirigió a Fighter. "Luna me reveló que las Stargates son artefactos que datan de tiempos prehistóricos. No son propiedad exclusiva de Kinmoku y Magnus. En la destrucción final que dio conclusión a la Era del Milenio de Plata, todas las Stargates del Sistema Solar de este punto de la galaxia fueron guardadas en estado durmiente. Después de aprender esa información proporcionada, Chiba-san decidió intentar buscar la Stargate que debía, en teoría, estar durmiendo en la Tierra."
"¿Lo logró?" Ami Mizuno se acercó a la pantalla. "¿Así de fácil?"
Taiki miró a Mizuno de manera indescifrable. "Requirió un… esfuerzo considerable. Pero lo logró, al final. Está exhausto. Por eso no se encuentra presente, debe estar recuperándose todavía." La mujer suspiró. "Podrá lucir una decisión algo precipitada. Sin embargo, deben comprender que buscar por la Stargate era el único plan tangible que teníamos a la mano. Lo hicimos con el propósito de poder comunicarnos con ustedes, de viajar a Kinmoku si era necesario. No teníamos forma de saber si el escudo Anulador de Formas de Vida estaría desactivado y no podíamos arriesgarnos a utilizar la teletransportación."
"Me alegra que no lo hayan intentado." Fighter gruñó. "Hubieran terminado como meteoros perdidos en el espacio. Magnus lo tuvo activado todo este tiempo. Buenos instintos, Taiki."
"¿Entonces, esa cosa en Elysion funciona?" Haruka regresó al punto. "Porque si es así, no veo por qué no podemos usarla para regresar a casa."
"Es cierto." Mizuno se mostró fascinada con la noción. "¿Taiki, es posible?"
Otro brote de discusión se abrió las dos nerds con la posibilidad. Sailor Healer suspiró, no logrando entender ni una pizca de las ecuaciones de física que Mizuno comenzó a escribir en su libreta para enseñárselas a Taiki.
"No sabía que tuvieras tanta prisa." Murmuró a lo bajo. No esperando una respuesta, Healer clavó un tacón al piso.
A su lado, la silla opuesta crujió.
"Tengo responsabilidades. Todas nosotras."
Healer tragó saliva con la áspera contestación. -Que bruta. Como si pudiera olvidar todo el maldito trabajo que me espera. No le agradó la sensación en su estómago con la idea de quedarse por su cuenta. ¿Se iría Fighter también, o se quedaría con ella? ¿Cuándo volvería Taiki a Kinmoku?
"Necesitaremos las coordenadas de la Tierra—pero no veo porque no podría abrirse un agujero de gusano desde Kinmoku."
"No será así de sencillo, Ami. Como Luna nos advirtió, el activar una Stargate para hacerla totalmente funcional, se requiere de un inmenso conducto de poder eléctrico. No lo tenemos." Taiki acarició su frente, llevándose cabellos de su fleco entre sus dedos.
"Como lo tenemos aquí, quieres decir." Fighter concordó, tomando mentón. "Que pueda recordar, preparar e instalar una Stargate no se logra en un día. A Kakyuu le tomó años."
Mizuno no se mostró derrotada. "Podríamos revisar los documentos de la investigación de la Corona para averiguar que fuentes de poder podrían funcionar. Estoy segura de que los científicos a cargo de este proyecto debieron aprender mucho, a prueba y error."
Taiki sonrió y asintió. "Tienes razón. Es una opción y la exploraremos, chicas. Pero no creo que debamos poner toda nuestra fe en un solo método. ¿Por qué no han podido teletransportarse ustedes mismas a la Tierra?"
Fighter apuntó a Usagi. "Su Stargate no es la única que está fuera de servicio, me temo."
"¡Oi, ya me siento mucho mejor!"
"No lo suficiente, Odango. Tienes que descansar más tiempo para tan siquiera pensar en intentar teletransportarnos de aquí." Fighter se redirigió a Taiki. "No pienso poner a Sailor Moon en riesgo en ninguna circunstancia. Podemos ser pacientes."
Taiki frunció su ceño.
"Nuestra Princesa es fuerte." Haruka Tenoh contratacó. "Y no la usaríamos de batería ambulante como lo hicimos en el viaje hacia aquí. Para eso nos tendría a nosotras y nuestro poder, Sailor Fighter. Deberíamos intentarlo, lo más antes posible."
Fighter giró en dirección de Tenoh en fría incredulidad. "¿Estás hablando en serio?"
"Chicas, no peleen." Usagi se interpuso entre Fighter y la fila de sillas de vacía que la detenía de no ahorcar a Tenoh-baka. La rubia sobó los hombros de su novia en un intento de relajarla. "Estoy segura de que Ami y Taiki encontrarán una mejor solución, ¡ya verán! Además, no podemos viajar hasta que Shingo también se sienta mejor. Mi madre me mataría."
"Deberíamos establecer un estimado de tiempo para nuestro regreso, entonces. No podemos permanecer en un estado de limbo." Haruka gruñó a la pantalla. "¿Setsuna, estás ahí?"
Taiki se hizo a un lado para darle espacio a la Outer de cabellos verdosos.
"Sé lo que estás pensando, pero dudo que mis contactos en el Instituto de Investigaciones Físicas y Químicas RIKEN puedan ser suficientes en este tipo de situación." Setsuna Kaioh se mostró tan neutra como Taiki en sus mejores días.
"Pídeles asistencia de todas maneras. No he hecho donaciones cada año para nada. Si necesitas encender ese maldito artefacto en la Tierra, deberías comenzar por ahí. Tienen miles de laboratorios, tal vez puedan conectar esa cosa a alguna de las fuentes de energía que usan en sus experimentos de la maldita NASA."
Setsuna Meioh suspiró delicadamente. "Veré que puedo hacer. Mientras tanto, no es tan erróneo seguir el consejo de Sailor Star Fighter. No hay ninguna emergencia de momento, Haruka. Todo está en orden. No hay señales de enemigos. No hay ninguna anomalía que enfrentar. Pueden teletransportarse cuando estén al 100%."
"¿Para qué tentar al destino?" Healer creyó escuchar a Haruka murmurar.
"Recomiendo contactar a mi padre."
Yaten frunció su ceño, girando su rostro un poco en la dirección de Hotaru Tomoe.
Usagi y sus amigas se miraron entre sí, un poco consternadas.
En la pantalla, Meioh indicó analizar muy bien lo dicho por Tomoe. "Las instalaciones del Colegio Mugen han sido destruidas, Hotaru."
"Pero él fue quien las construyó. Fue el arquitecto detrás de la obra física. Su inteligencia no fue un síntoma de ser poseído por entes malignos, así que parte de su mente brillante podría ayudar a construir una fuente de energía para la Stargate. Sé que aún posee planos de los laboratorios que construyó para el Faraón 90. Contáctenlo, Setsuna. Confía en mí."
Sombría, la mujer asintió.
Haruka se levantó del asiento. "Necesito tomar aire. Este lugar es claustrofóbico."
Todos los ojos se posaron en la figura de Haruka. Healer mordió el interior de su mejilla, confundida con el impulso de querer ir tras el rastro de la Outer.
Healer aclaró su garganta. "No está equivocada, la siguiente parte que vamos a compartir no va a ser nada bonita, deberíamos darnos un descanso, Fighter."
Fighter observó a su alrededor. Distinguió los diferentes estados de ánimos y se encogió de hombros. "De acuerdo. Veinte minutos. Tomen aire, vayan al baño. Levantaremos sesión en un rato más."
Usagi se estiró de todas las formas posibles. "¡Excelente! Me muero por ir al baño." La chica comenzó a seguir a sus amigas hacia la salida. Pausó, al notar a Fighter todavía en la misma posición.
"¿Fighter, no vendrás?"
Fighter le sonrió. "Tú ve. Me quedaré con Taiki."
Usagi miró a Fighter por unos instantes más. Luego, pareció percatarse que Healer también había permanecido en el laboratorio. "¡Oh, muy bien! Te traeré algo, ¿qué quieres? ¿Agua? ¿Jugo?"
"Lo que tú no quieras. Escoge por mí." Fighter fue totalmente asquerosa con su dulzura.
Healer estiró sus piernas en el respaldo de la silla frente a ella. Observó a Tsukino introducirse a la cabina del laboratorio justo a tiempo para no ser dejada atrás. En cuanto las compuertas se cerraron, Healer fue la primera en hablar.
"Primero que nada, ustedes dos son unas imbéciles."
Taiki hizo una mueca. Fighter suspiró.
"¿Desde cuándo has estado hackeando mi computadora personal?"
"Sailor Healer—"
"Ni te molestes." Healer talló sus uñas en su chaqueta. "No tienes idea de lo humillante que fue ser la última en enterarse de la conspiración entre la Corona y Magnus. Dime, Taiki, ¿sabías que Fighter había vendido a su propia familia a Magnus desde hace años? ¿Sabías de la existencia de la Stargate en Froid?"
Taiki parpadeó con desasosiego al recibir el ataque verbal. "Bueno, sospechaba algunas partes, Yaten. Sailor Fighter, ¿es eso cierto?"
Fighter miró a Taiki, la oscuridad en su expresión alcanzando tinieblas. "Estaba bajo juramento."
Taiki mordió su labio inferior, uniendo piezas invisibles en sus cabezas. "Así fue como Kakyuu y Frihét lograron infiltrarse a Froid para encontrar la Stargate desde tiempo atrás."
"Desconocía que Magnus estuviera involucrado en el asunto hasta que me enteré de la boda." Fighter talló su sien. "Cuando Kakyuu me pidió negociar con mi Tía para tener una alianza, lo hice creyendo que sería bueno para la nación. Froid también se beneficiaría, ¡creí que les había hecho un bien!"
Healer sacudió su cabeza de un lado a otro, la bofetada de la realidad siendo directa y dura.
"Kakyuu nos engañó a todas. Increíble." Se volvió a dirigir a la pantalla. "Tu nueva posición como Embajadora, ¿crees que esa parte fue planeada también?"
"Sí. Siempre sospeché que había razones alternas a las que la Princesa decía para mandarme a la Tierra. Lo más posible es que Kakyuu-Hime haya considerable mejor estrategia mantenernos separadas."
Frustración montó de nuevo por la garganta de Healer. "¡Y nunca me dijiste nada!"
"No estaba segura, Healer."
"Déjense de excusas. No soy ninguna chiquilla. Ustedes dos debieron haber sido honestas desde un inicio. Fighter, desde el momento que llegaste a Kinmoku, ¿por qué no abriste la boca? ¡Inclusive después de que comenzó la guerrilla, tuviste la oportunidad de ser honesta y no lo fuiste!"
Fighter le dio cara, y sorprendió a Healer con la convicción de su respuesta. "Fui honesta cuando el momento lo ameritó."
Healer abrió su boca.
Fighter examinó el laboratorio detenidamente. Caminó hacia el centro de la computadora, queriendo creer un espacio intimo entre las tres.
"Mis decisiones pueden no ser de tu agrado, Healer, pero sí hubiera compartido información sobre las negociaciones de la Corona con Froid durante nuestra conferencia, hubiera afectado la poca estabilidad que teníamos a nivel militar y de moral. Piensa en Sailor Star Developer y en Sailor Star Rage. ¿Qué crees que hubieran pensado, al conocer este lado de Kakyuu? ¿Crees que la verdad hubiera ayudado a mantenerlas fieles a la Corona? ¿Fijas en su objetivo de sobrevivir esta batalla con Magnus? No podría arriesgar que terminaran uniéndose al bando opuesto, sólo porque se llegaran a sentir traicionadas por su propia Princesa. Sailor Star War de por sí, ya estaba tambaleando en la cuerda floja."
Healer intercambió una mirada con Taiki. La castaña se mostró impactada por las connotaciones que Fighter dejó a la luz, involucrando las circunstancias vividas en su ausencia.
Sailor Star Fighter contempló a ambas de sus compañeras. "Son decisiones calculadoras, Healer. ¿Pero adivina qué? Para eso estoy aquí. Por esto estoy en la posición que siempre he estado… Es lo que significa ser Comandante. Tú misma lo admitiste aquella noche del arresto de Severina. Tus manos estaban atadas, en caso de que Kakyuu me considerara una traidora. Traté de hablar con ella antes de la boda, ¡lo hice!" Fighter enfatizó, al notar el escepticismo de Healer. "Le pedí que te contara la verdad. Fue su decisión no hacerlo. Eso no es mi culpa. Kakyuu estaba vendida con la idea de avanzar la economía del planeta con su alianza con Magnus. No estaba dispuesta a mirar atrás."
Taiki suspiró con fuerzas. "Quise protegerte de igual manera. La información que extraje de tu computadora era delicada. Rompí protocolos de la Corona que me hubieran mandado a una sentencia seria. Si eso hubiera llegado a transpirar, no quería que te vincularan a mi traición, Sailor Star Healer. Si te contaba mis dudas, mis sospechas… te hubiera convertido en cómplice de mis acciones."
Healer analizó a las dos mujeres por un largo momento.
"Para que lo sepan, no hubiera tomado su lado." Healer alejó un mechón de cabello de su sien. "Si me hubiera obligado a escoger… Kakyuu hubiera salido perdiendo."
"Genial." Fighter sujetó su mentón. "Lo recordaré la próxima vez que me arrestes."
"¿Nani? ¡Healer!"
"¡No tuve elección! ¡Fighter atacó al Canciller frente a todos y Erii presentó cargos!"
"Fighter."
"¡Se lo merecía!" Fighter se defendió. "Oi, estabas regañando a Healer, no me mires a mí. ¡Soy la víctima, Taiki!"
"Uy, no es como si en verdad hubiera permitido que permanecieras ahí el resto de tu vida, Fighter." Healer resopló. "Estaba haciendo tiempo para que la boda siguiera su curso."
"¡Ajá, eso es lo que dices ahora!"
"¡Es la verdad, tonta!"
"Ustedes dos no tienen remedio." Taiki acarició su sien. "Como fuera el caso, debemos superar estas asperezas. Lo que haya sucedido, ya está hecho. No podemos remediarlo. No podemos permanecer reacias a dejarlo ir. Sailor Healer, me disculpo. Tienes razón. No eres ninguna niña. Nunca dudé de tu lealtad, pero debo admitir que ha habido momentos… donde creí que eras muy ingenua para saber manejar esta situación complicada con Kin-Norte y Magnus. En verdad creí que estaba haciendo lo correcto en dejarte seguir tu deber de Sailor Star Light sin mi influencia."
Healer mordió su labio inferior. Había esperado una disculpa. Fue otra cosa muy distinta recibirla. Había olvidado que Taiki siempre era la perceptible. Siempre atinaba en distinguir lo que Healer en verdad necesitaba escuchar para sentirse mejor. Era lo que la hacía la más sensata de las tres. Taiki nunca se andaba con rodeos.
"De acuerdo. Disculpa aceptada." Healer se dejó acomodar de vuelta en la silla de la primera fila, abrazándose a sí.
"Yo…" Fighter atrajo la atención de sus compañeras. Healer alzó una ceja, disfrutando el presionarla. "Lo siento por dudar de ti. Seré franca, tus sentimientos por Kakyuu… A veces, me preocupaban."
Incómoda, Healer se abrazó con más fuerzas. "Baka. Ustedes dos son mi familia. Moriría por ustedes."
"Afortunadamente, no tuvimos que llegar a eso." Taiki volvió a suspirar. "Deberíamos reiniciar sesión. ¿Por qué no me cuentan sobre la condición de las nuevas Starlights?"
Fighter fue quien dio el reporte de las pérdidas de las tres Star Senshis que habían caído en batalla durante el ataque en la Catedral del Cielo—Sailor Star Entropy, Sailor Star Genesis y Sailor Star Phobia. Taiki se mostró inmensamente sorprendida con la revelación de que Sailor Star War había cometido traición contra la Corona junto con el Canciller Gierd, puesto que, por su propia admisión, no había encontrado pistas de algo así en su investigación.
Usagi y sus amigas retornaron pocos minutos de cumplirse el plazo establecido por Sailor Star Fighter, trayendo con ella galletas recién horneadas por los cocineros del Palacio. Healer observó a Haruka Tenoh reintegrarse en último lugar a la conferencia, acompañada de Tomoe. Volvió a retomar su viejo lugar al fondo del laboratorio, sin una mirada en la dirección de la Star Senshi.
"Oh, Chiba-san ha llegado también." Taiki comentó, mientras las Inner senshis terminaban de acomodarse.
A Sailor Star Fighter pareció que le habían indicado que tendría firmar autógrafos por ocho horas. Healer disfrutó de su sufrimiento.
Taiki movió la computadora portátil sobre, lo que Healer asumió, fue una mesa, y se alejó de la cámara para que fuera posible interactuar con las demás presentes. En efecto, Mamoru Chiba recién llegaba, gafas oscuras cubriendo la mitad del rostro. Las amigas de Tsukino se esparcieron por el quiosco que fue más visible, cada una de ellas inmersas en sus propias cabecitas. Hino fue la única que siguió ausente.
Luna, de vuelta en su forma gatuna, se estiró sobre el barandal del quiosco, acompañada del gato blanco.
"Bueno, todas estamos aquí." Taiki dio un breve reporte a Mamoru de lo que habían compartido a Kinmoku hasta ahora. El Príncipe retiró sus lentes en un punto de la conversación.
"Me alegra que estén bien, chicas." Chiba les saludó con meneo de su mano. "Todos estábamos preocupados."
Mizuno ya tenía la boca abierta, pero su oportunidad de responder fue hurtada por la fuente menos esperada.
"Mamoru, gracias por intentar ayudarnos."
Usagi, estando en la primera fila, privó a las filas posteriores de evaluar su expresión. Su voz fue bastante firme, no obstante.
"Minako nos contó el gran esfuerzo que realizaste al activar el Stargate de Elysion. Gracias… Espero estés sintiéndote mejor."
"Seguro, Usako." El vaso de líquido caliente, que Chiba había estado a punto de empinarse, pausó su trayectoria al escuchar a su ex. Fue obvio que ni el hombre había esperado la emboscada. "Me siento mejor, sí." El hombre aclaró su garganta. Una sonrisa moldeó sus facciones. "Supongo que ahora entiendo cómo te sentías después de todas aquellas batallas. El sueño pesado y la enorme hambre. Son muy desconcertantes."
"¡Oh, sí!" Usagi sobó su cuello. "Cuando uso el Cristal de Plata es muy común. Pero no te preocupes, pasa después de un par de días."
"Desearía poder hacer más. Pero creo que para usar la Stargate tendremos que dejarles el trabajo a los expertos." Chiba meneó su recipiente desechable en dirección de Taiki.
"Ya estamos trabajando en ello, Mamoru." Mizuno comentó, sus ojos ya distraídos con las notas de su libreta.
Healer arrojó su fleco hacia atrás con impaciencia. "¡De acuerdo, no tengo todo el día! ¿Podríamos comenzar? Fighter, no podemos seguir posponiendo la sesión del Consejo, empiecen ya."
Sailor Star Fighter rodó sus ojos. "Gracias a los Astros que hice una presentación."
Tomó más tiempo de lo que Healer había estimado para ponerse al corriente. Aunque fue poner los humores de los miembros del Consejo a prueba, la sesión se tuvo que posponer al día siguiente. Sailor Developer fue pasada la responsabilidad de dar seguimiento a ese dolor de cabeza.
¿La conspiración de Kakyuu con Magnus para infiltrar Froid? Check.
¿El Plan del Príncipe Frihét de usurpar la Corona al asesinar a su Princesa? Check.
¿El neutro resumen de la matanza en la Catedral del Cielo? Check.
¿La Invasión de los primeros distritos de la Capital? Check.
¿La Misión de Rescate de refugiados? Check.
El listado mental en su cabeza fue cubriéndose de palomitas, conforme Fighter ponía a la Tierra al tanto de todo, llegando tan lejos como mostrar videos de los comms de la batalla contra Sailor Átropos y el ejército de Magnus.
Como fue de esperarse, las Inners se mostraron algo traumatizadas con las acciones crueles de un simple adolescente. Que la madre de Seiya fuera revelada como una Moira tuvo a Setsuna Meioh con el ceño torcido de forma permanente, más ningún comentario salió de su boca mientras Fighter avanzó con su reporte.
Fue hasta que se toparon con el tema del coma de Sailor Moon y la activación del Sistema M.A.D.R.E., que Fighter no fue de mucha ayuda. Inevitablemente, Usagi Tsukino tuvo que volverse el centro de atención para tener mejores respuestas.
"¿Estás segura de que te sientes mejor, Usagi-chan?" Luna saltó frente a la pantalla. Con escuchar la palabra coma, la gata se había esponjado, preocupada. "Un coma no es como recuperarse de un resfriado."
"Lo prometo, Luna." La rubia se retorció un poco en su asiento, por lo que Healer podía divisar. "Um. Chicas, sé que sonará como una locura, pero fueron ustedes las que me ayudaron…"
"¿A qué te refieres?" Makoto-san se agachó a lado de su amiga desde su lugar.
"Cuando Sailor Cosmos transfirió su poder, parece que también transfirió lo negativo. Había energía del Caos viviendo dentro de ella. Por eso he tenido tantas dificultades para control ese poder. El Caos me había estado contaminando todo este tiempo."
"Dios mío, Usagi."
"¡Pero ya estoy bien, no se preocupen!" Tsukino levantó una mano para frenar a sus amigas de más interrupciones. "El poder de los cristales interiores de las Sailor Scouts que sirvieron a Sailor Cosmos seguían atrapados en mi por igual. Fueron ellas las que me ayudaron a limpiarme de rastros del Caos. Fueron ellas… las que me explicaron lo que estaba sucediendo."
"Cuando dice que te ayudaron…"
Tsukino se encogió de hombros. "¿Qué crees tú, Luna?"
"Así que se… ¿sacrificaron?" Makoto continuó.
"No sé exactamente cómo lo hicieron. Me dijeron que querían descansar. Sentí el calor de sus estrellas… luego, ya no."
Sailor Healer admitió sentir un poco de pena por las circunstancias. Aunque le costara creer que los fantasmas de Senshis muertas pudieran vivir dentro de alguien. Escalofríos le recorrieron con la mera idea. "Creo que sentí algo de eso."
Usagi flanqueó su rostro hacia atrás. "¿Nani?"
"Fue extraño. Un momento no podía entablar nada contigo, y al siguiente instante, estabas gritándome en la oreja—bueno, oreja mental." Healer se encogió de hombros. "No sé cómo explicarlo, ya sabes que todo este asunto entre nosotras no viene con instrucciones."
Usagi se terminó de voltear, hasta sentarse al revés sobre la silla. "¡Sé que a te refieres! ¡Pude escucharte, Sailor Healer! Tu presencia también fue de gran ayuda para despertar del coma, créeme. Sailor Saturn…" Tsukino le echó un vistazo a Tomoe. "La otra Sailor Saturn, quiero decir, dijo que me anclara a ti para poder liberarme del Caos y funcionó. ¡Fue así como pude entender tu mensaje de encender el escudo!"
"¿'Asunto' entre ustedes? ¿Cuál 'asunto', Usagi?" Luna fue empujada por Minako, tapando la pantalla con su rostro brillando con interés.
Gotas de sudor fueron compartidas por las amigas de Tsukino. "Mina, cálmate. No es nada sórdido." Kino intervino. "Se trata de una habilidad que tiene Sailor Star Healer. Ha sacado a Sailor Moon de muchos apuros, porque trabajan muy bien juntas."
Healer hizo una mueca, no agrandándole atraer la atención a su habilidad. Pudo sentir la mirada láser de Taiki desde la Tierra. "Bueno, trabajar juntas es una exageración. Tsukino siempre me deja a mi hacer todo el trabajo pesado."
"¡Aw, eso no es cierto, Healer! Encendí el Sistema M.A.D.R.E. cuando me lo pediste, ¿qué no? ¡No fue cualquier cosa, déjame decírtelo!"
"¿Cómo lo encendiste?"
Tanto Usagi, como Healer, se tornaron a Haruka.
"Oh, verás, Haruka… Como Healer mencionó que el escudo necesitaba una fuente de energía que no se agotara fácilmente, usé la Copa Lunar."
"¿La Copa Lunar? ¡Pensé que había sido destruida!"
Usagi hizo una mueca al ser asaltada por los chillidos de Aino, Luna y Artemis. "Hai. Hai… ¿Olvidé mencionar que la restauré?" Una risilla nerviosa salió de sus labios. "O por lo menos, hice una muy buena copia."
"Fue destruida de nuevo, de todas formas." Hotaru compartió, sonriendo en la dirección de Usagi. "Pero hablar de esa parte sería adelantarnos. Sigamos adelante, ¿no creen? Todavía hay mucho que contar."
Usagi se mostró aliviada por la ayuda de Tomoe. Una parte de Healer lo estuvo también. No le gustaba ser disectada enfrente de todas estas chiquillas escandalosas. Mucho menos con Aino actuando como sabueso.
"Siguiendo con lo que Odango mencionaba, pueden imaginarse que Magnus no estuvo nada contento con la activación del Sistema M.A.D.R.E. Obviamente, esperaban que con el asesinato de Kakyuu-Hime, esa parte no sería un problema en sus planes." Fighter se separó de la pared del laboratorio en que se había estado alojando. "No pasó mucho tiempo para que mandaran a la caballería."
Minako había sido retirada de la pantalla. Las sombrías expresiones de las Senshis de la Tierra se mostraron pendientes de cada silaba.
Fighter intercambió una mirada con Usagi Tsukino. "Sailor Pluto, ¿qué sabes sobre la existencia del Arquitecto?"
"Espero que sepas bastante, considerando que se trata de tu Jefe." Haruka interceptó antes de que Meioh proporcionara una respuesta. "¿Y cómo olvidar la parte donde habías mandado a Koneko en una búsqueda inútil por ese desgraciado, sin compartirlo con el resto de nosotras?"
"Haruka, no te molestes con ella, ya te lo dije, todo fue mi plan—"
"No, Koneko. Ahórrate las excusas." Tenoh hizo un enfermizo eco al capricho del día anterior. "Vamos, estamos siendo honestas, ¿qué no? Anda, Setsuna, comparte con el resto de la clase lo que sabes de ese sujeto y porque nuestra Princesa está conectada a él."
Mamoru Chiba dejó salir un suspiro. "No la ataques, Haruka. Usagi tiene razón, si quieres estar molesta con alguien, tendrás que estarlo con todos los involucrados. Acepté ser parte de los planes secretos de Usako sin que nadie me obligara."
"De acuerdo, todos ustedes pueden irse al cuerno por igual. Sin discriminaciones."
"¿Planes secretos?"
Healer tragó saliva. Fue la primera ocasión que la voz de Michiru Kaioh hizo presencia. En la pantalla, la mujer miraba a Setsuna con acusación.
Haruka se extendió por la silla como si estuviera tomando sol en la playa. Era una actuación, sin embargo. Healer podía percibir su furia en olas. "Sólo para acelerar el caso, resulta ser que Sailor Cosmos le reveló una fecha importante a nuestra Princesa antes de perecer. Una fecha que al parecer involucra los planes de Láquesis. Por decisión propia, sin embargo, Koneko no quiso decírnoslo para no interrumpir nuestros estilos de vida como civiles. Es una fecha bastante adelante en el futuro. Con la excepción de Setsuna, Chiba y Sailor Star Fighter, ¡todas nosotras hubiéramos seguido con nuestras vidas sin saber que una gran amenaza se aproximaba!"
Healer, entretenida, sostuvo su mentón con atención. Disfrutó observar a Usagi y a sus cómplices retorcerse. "Oh, Fighter, ¿dices? ¡Me cuesta creerlo! Fighter no sería capaz de algo así."
"Podríamos discutir todo el día y no haría alguna diferencia. La conclusión sería la misma." Setsuna Meioh meramente suspiró. "Los deseos de nuestra Princesa rebasan lo que tú quieres, Haruka. Si ella no quiso compartir esta pieza de información por ahora, no era nuestro lugar hacerlo por ella. Además, estábamos… apenas investigando sobre esta supuesta amenaza. No planeábamos mantenerlo en secreto si resultaba ser una amenaza con suficiente fundamento."
"¡No deja de ser una decisión estúpida!"
"Ya es suficiente." Sailor Star Fighter inyectó. "No estamos aquí para recibir tu abuso verbal, Sailor Uranus. Si no estás lista para comportarte como adulta, deberías ir a darle la vuelta al Palacio para bajar tus sumos."
"¿Todo es una broma para ti?" Haruka arrojó con veneno.
Fighter visiblemente se contuvo a reaccionar a la provocación.
"Haruka, este no es el momento." Michiru Kaioh intervino. La frialdad de su mirada pareció actuar como agua sobre el fuego.
Healer quiso evitar prestar atención a la forma en la que el temperamento de Haruka fue tranquilizado, así de fácil. No pudo decir que haya tenido mucho éxito. Las volteretas de su estómago sólo empeoraron.
"Volvamos al punto. El Arquitecto. ¿Quién es, Setsuna? ¿Por qué es relevante?" Kaioh retomó el control.
Aunque Sailor Star Healer ya había escuchado esta parte, presenciar la manera en la que Sailor Pluto describió el origen de El Arquitecto, le agregó diez grados más de naturaleza tétrica.
Recordó las palabras de Sailor Átropos.
"Quizás tu caída, será lo que ascienda a Sailor Star Fighter a su lugar predestinado."
Healer estaba segura de que las recordaría por siempre. Maldita vieja loca.
Roles predestinados. Puntos Fijos en la continuación Tiempo/Espacio. Moiras vengativas.
Healer dejó de prestar atención en la mitad de los hechos narrados entre Fighter y Tsukino-san. Cuando su cabeza comenzó a molestarle, no estuvo segura si aguantaría más tiempo encerrada, inmovilizada, cuando había tanto trabajo que hacer…
Una mano acarició lo bajo de su espalda, el gesto pasando desapercibido entre el respaldo de su asiento.
Healer cerró sus ojos. Respiró hondo.
Haruka no retiró su mano.
"¡Wow, esto es demasiado!" Aino exclamó, una hora después. La chica había atado su largo cabello en un enorme chongo, presa del calor del verano terrestre. "¡Siento que mi cabeza está a punto a explotar!"
"Creo que hablas por todos, Mina." Chiba, desde el punto inferior en el que se había sentado, levantó su lata de refresco para enfatizar el punto. A su lado, Taiki le acompañaba, junto con los gatos lunares, sentada en el piso del quisco con sus piernas anormalmente largas extendidas. Todos, tanto en la Tierra como en Kinmoku, lucieron exhaustos después de la larga conferencia. "Es mucha información para asimilar en un solo día."
"Bueno, al menos, como dije antes, Láquesis fue arrestada por su Jefe." Makoto Kino había abandonado su silla desde hacía tiempo, y ya tenía una zanja marcada por el piso del laboratorio de todas vueltas que había hecho. "¿Eso es bueno, no? Significa que esa fecha que Cosmos le dio a Usagi ya no es válida. Un problema menos."
"Eso espero." Sailor Star Fighter ahora ocupaba el lugar de Kino, prestando su hombro a la cabeza adormilada de su novia. "Aunque, no sería mala idea que alguien se asegurara de que esa loca en verdad haya sido encerrada."
Todos los ojos se posaron en Setsuna Meioh.
"Veré qué puedo indagar." La mujer ofreció. Dio un sorbo a su propio refresco. "¿Esto es todo lo que debemos saber?"
Fighter suspiró. "Hai, hai."
"¡Gracias a los dioses, no puedo sentir mi trasero!" Minako rebotó del piso, estirando sus brazos. "¡Mmmm! Cuando regresen, chicas, deberán hacer sufrir a Rei de la misma manera. No creo que mis notas vayan a ser suficientes."
Michiru Kaioh, recargada en el brandal del quisco, aclaró su garganta. "Sólo para recapitular… Entonces, ¿no tenemos idea de donde pudieran estar el Arquitecto y Sailor Átropos?"
"Es muy posible que hayan regresado a la Terminal del Tiempo, Michiru." Meioh añadió. "Como dije, averiguaré lo que pueda. Ahora que el Arquitecto ha salido de su larga etapa de inactividad, habrá conmoción por todos los departamentos de la Estación del Tiempo."
"¡Buena suerte!" Hotaru le mandó un beso al aire a su tutora. "¡Dile a mi padre que le visitaré pronto!"
"Odango, no te quedes dormida." Fighter sacudió a Tsukino.
Mizuno se estiró por igual. "Sonaré como Usagi, pero creo que nos perdimos la hora del almuerzo y ahora mi estómago lo está resintiendo."
"Debo regresar a la Facultad. Tengo clases." Mamoru se levantó. Ayudó a Taiki a levantarse por igual, así que al menos el tipo tenía modales. "Hay que mantenernos informados, Ami. En cualquier forma que pueda ayudar a activar la Stargate, pueden contar conmigo."
"Agenda otra sesión rápida para mañana, por favor." Fighter ya estaba ayudando a Usagi a levantarse. "Sólo para compartir noticias. Si yo no estoy disponible, Healer o Developer pueden dar seguimiento, Taiki."
"Por supuesto." Taiki asintió.
Healer vaciló entre levantarse para salir de la caja de zapatos que ya no soportaba, o no moverse. No deseaba dislocar la mano de Haruka de su espalda. Se sintió ridícula por querer prolongar el contacto... Pero después de la forma en la que había concluido su último momento juntas…
Haruka hizo la decisión por ambas. No solo retiró su mano al notar el alboroto de las chiquillas, sino que se levantó de la silla de forma apurada.
"Mizuno, no rompas la conexión todavía." Healer observó a Tenoh acercarse a Ami con curiosidad. "Me gustaría hablar con Michiru unos minutos, a solas."
Ah.
Healer se levantó con la velocidad de un disparo.
"¡Oye, mira por dónde vas!" Fighter se quejó, cuando fue rebasada por la otra Star Senshi. Cuando se percató que Healer ya estaba presionando el botón del elevador para descender sola, aceleró el paso. "¡Healer, no seas egoísta! Cabemos muchas en la cabina—¡OI!"
Las puertas del elevador se cerraron frente a cuatro caras perplejas.
Healer se sujetó de la pared del elevador.
-¿Qué esperabas?
Healer dejó caer su cabeza contra la superficie del elevador.
"Reacciona, ¿quieres? Esta es la realidad, hora de volver a ella."
El reflejo del metal del techo de la cabina torció sus facciones.
¿Cómo pudo olvidarse de la existencia de Michiru Kaioh?
De repente, lo que casi había sucedido el día de ayer rellenó a Healer de coraje, creyéndose burlada de algún modo. ¿Qué clase de juegos eran estos? ¿Frio y caliente, arriba y abajo? Un minuto Haruka Tenoh estaba dando discursos que mandaban a Yaten volando lejos del suelo firme, y al siguiente…
¿Quién se creía esa idiota que era, para causarle tanta confusión?
Al llegar al nivel de la superficie, Healer salió del elevador y lo mandó de vuelta al laboratorio.
¿Quién se creía Haruka que era, para hacerla sentir…?
Healer gimió escandalosamente, asustando a unos cuantos trabajadores en el proceso. Jaloneó de sus propios cabellos por unos momentos, sabiendo que estaba armando un berrinche muy anti-profesional. No le importó.
Prendió su intercomunicador.
"Developer, por favor dime que hay una crisis que pueda resolver a gritos y maltrato psicológico."
Una pausa.
La voz de Developer entonces ofreció una opción. "Bueno, ¿creo que es buen momento para mencionar que el Canciller Erii está en huelga de hambre? Ha estado incitando a los demás prisioneros a hacer lo mismo."
Oh, perfecto.
"Yo me encargo. Gracias."
Poco sabía Erii-baka de lo que le esperaba.
Dentro de poco, Healer lo haría comerse sus propios calzones.
Con sal y pimienta.
[+]+[+]
Tres días transcurrieron y el Consejo no dejó de ser un circo ambulante.
"¡Todos quieren opinar, pero no ceden ni un poco! ¡Así nunca lograremos nada!"
Taiki hizo un sonido meditativo por el intercomunicador, un privilegio que Ami había descubierto al saber desviar la transmisión de la Stargate a un canal privado.
Seiya le metió otra patada al dummy del gimnasio.
"Algo así toma tiempo. ¿Creías que en una sesión se decidiría el destino de una nación, con tiempo para tomar una siesta y el almuerzo? Sé realista, Seiya."
"¡No sé qué esperaba, la verdad! ¡Al menos, menos lloriqueos de esos políticos de pacotilla! Están pidiendo que Erii Gierd sea dado una sentencia menor en lugar de un juicio, ya que solo es considerado otra persona manipulada por Kakyuu y no un cómplice."
"¿Hay razón para creer lo contrario?"
Seiya siguió maltratando al dummy. "No si quiero… verme hipócrita… y servir la misma sentencia que… ¡ese idiota en un juicio!"
"Bueno, Gierd estuvo en una posición muy similar a la tuya. Si decides convertirlo en el chivo expiatorio, estarás colocándote el mismo blanco en tu espalda. ¿Qué clase de sentencia menor están sugiriendo?"
"Ser despedido de su puesto y servir tres años de arresto domiciliario en la capital."
Taiki suspiró. "Tendrás que liderar por el ejemplo. Cede, si ello ayudará a poner a los demás miembros del Consejo en una disposición conciliativa."
Seiya ya había llegado a la misma conclusión. Por ende, su visita al gimnasio. Tras terminar una ronda de ataques de ofensiva, Seiya paró, recargándose sobre el dummy para reponer sus energías.
"Mi tía no está facilitando las cosas."
"¿Oh?"
"No tomó a bien no ser invitada al Consejo. Ahora está intentando usar sus influencias para introducir a representantes de Froid en su lugar. Sin olvidar que esparce mala publicidad de Sailor Moon en cada oportunidad que tiene. La mujer es obstinada."
"Quizás sea beneficioso que le permitas unirse, entonces. Todavía desconocemos mucho de las circunstancias del pueblo de Froid. Si Sailor Star Healer encontró sólo las ruinas, ¿dónde se ha restablecido tu gente?"
Seiya caminó a la banca, recogiendo su toalla. Golpeteó su rostro con el material suave. "Migraron a las Montañas Plateadas. Específicamente en la boca del fiordo Sverd. Alzaron un campamento desde nuestro regreso de la Tierra. Mi tía prácticamente vendió la tierra de Froid a la Corona para que se pudiera encontrar la Stargate."
"Ahí está." Taiki sonó satisfecha. "El móvil de la Condesa por vencer a Magnus en su propio juego, puede estar relacionado a un intento por recuperar su territorio."
Seiya suspiró. "Aye, había pensado lo mismo."
"Si la Condesa hubiera tenido éxito, ciertamente hubiera alzado a Froid a un nivel de poder político inimaginable. Estoy segura de que su derrota, no la superará pronto. Por ende, estará desquitando su decepción con Sailor Moon."
"Lo digo ahora y lo diré siempre: detesto la política." Seiya gimió para sí. "Hablaré con mi tía, aunque no prometo nada."
"Inténtalo de todas formas. Si no funciona, lo siento, sé que no es lo que quieres escuchar, pero para tener un Consejo funcional, deberás incluir representantes de Froid de una forma u otra. Sólo no permitas que la Condesa manipule sus propias piezas, Seiya. ¿Qué tal tus primos? Eran numerosos, según recuerdo. Escoge uno al azar y extiende la invitación."
Huh. Para nada una mala idea. "No puedo esperar a que regreses, lo juro…"
"Eso dices ahora." Taiki estaba trabajando, aun cuando debía ser muy tarde en la Tierra. Seiya podía escuchar los clics de su computadora portátil. "Cambiando de tema, tengo una pregunta que hacerte. Es para el bien de mi documentación, te lo aseguro."
"Seguro."
"Me has contado como reactivaste tu henshin. ¿Pero de casualidad Yaten ha compartido lo que desató su propia transformación?"
"Ya sabes como es." Seiya se dirigió a los baños del gimnasio, acomodando su toalla alrededor de su cuello. "No le gusta hablar de asuntos personales si lo puede evitar. Después de nuestra pequeña intervención, no ha sido la presencia más dulce que digamos."
"Estaba en la compañía de Sailor Uranus, si mal no recuerdo."
"Pfft. ¿Y?"
Un suspiro. Los clics pausaron. "Nada en particular, solo pensando en voz alta."
"¿Qué importa que Uranus haya estado con ella? Ésas dos no se soportan."
"Estaba bajo la impresión de que habían peleado juntas contra Sailor Átropos."
"Exacto. Pelearon juntas. Fuera de eso, las dos mantienen su distancia. Creo que solo nos podemos llevar bien con Tenoh cuando estamos en peligro." Seiya resopló por sus narices, comparando su propia experiencia con Uranus. ¿Qué rayos podrían tener esas dos en común? "Tengo que irme, Taiki. La ducha me llama."
"Mm."
"¡Descansa! Se que Mizuno y tú se están quemando las pestañas, pero de nada nos sirven si lo único que las mantiene funcionando es cafeína y barras de granola."
"Mm."
"Bye." Seiya cerró el canal privado, retirando su intercomunicador de su oreja, momentos después.
No fue hasta que terminó su ducha, que Seiya pensó con más detenimiento en la línea de cuestionamiento de Taiki. Se sintió algo idiota por no darse cuenta, de que muy probablemente, la razón por la que la mujer deseaba detalles era para saber cómo reactivar su propio henshin.
"Quizás Odango tenga razón. Me vendrían bien unas clases de sensibilidad." Seiya sonrió frente al espejo del gimnasio, vestida en el cambio de ropa casual que había guardado en su casillero. Peinó sus cabellos con sus dedos, apresurada. Usagi la regañaría por no usar un peine, estaba segura.
Recorrió el camino fuera del gimnasio, desembocando en la planicie del campo de entrenamiento externo. Cientos de carpas habían sido alzadas en el campo para el refugio de la gente de Elektra. Ver de frente a las personas que se habían salvado de un horrendo final a manos de Magnus, le apretó el corazón.
Con el atardecer cayendo, muchos de los refugiados cocinaban a fuego vivo sus cenas. Niños y niñas corrían por el perímetro del campo, entreteniéndose en juegos que Seiya alguna vez había disfrutado con sus primos.
Cinco de ellos, para ser exactos.
Ywen, siendo el más cercano a la edad de Seiya, nunca había dejado de ser un bruto amante de los duelos y la fuerza física. Difícilmente se le había podido inyectar algo de gusto por la diplomacia de la Casa de Froid, por más que su Tía lo había intentado. Ywen siempre había encontrado la manera de escabullirse de sus lecciones para irse a entrenar con su espada. Seiya lo sabía porque la mayoría de las ocasiones ella misma había sido acompañante en tales escapadas.
"¡Girle dane fut, Seiya!"
-Las niñas no pelean. Seiya había amado demostrarle lo contrario, trancazo a trancazo.
Los hermanos más altos en la línea de sucesión de Ywen, Owain y Ewein habían sido mocosos la última vez que Seiya los había visto. Se preguntó si seguían con vida. ¿Estarían en las Montañas Plateadas? ¿Qué había sucedido con Eógan? Al ser el heredero en turno, debía estar bien protegido. Dudaba que la Condesa hubiera arriesgado a su hijo mayor en las manos de Magnus.
Cuando se apareció en la suite del Palacio reservada para la Condesa, Mortimer no estuvo impresionada.
"Aparece sin anunciar, Comandante."
Seiya se cruzó se brazos. Analizó a la mujer de pies a cabeza. La armadura de la Guardia de Froid había sido rayada del pecho. Aun así, la terca mujer se rehusaba a arreglar el daño, mostrando desconfianza en cada pequeña acción.
"La Condesa es una huésped en el Palacio de las Flores Doradas. Por lo tanto, está sujeta a lo que yo crea suficiente etiqueta."
"La Condesa está descansando."
Seiya resopló por sus narices. "Respeto tu devoción. En verdad. Pero, ni la Condesa ni sus Guardias personales están en posición de ponerse difíciles." Avanzó sobre Mortimer hasta que sus torsos rozaron. "Hazte a un lado, quiero hablar con mi Tía."
"La Condesa." El gruñido fue acompañado de un ligero empujón. "Está descansando."
Seiya no explotó como lo hubiera hecho dos semanas atrás. Su piel se había vuelto más gruesa desde entonces. "De acuerdo. ¡Guardias! Por favor, escolten a la Teniente Mortimer a las celdas."
Los dos Guardias se comieron con la vista el uno al otro, probablemente algo inseguros por el gran tamaño que Mortimer se cargaba. A pesar de eso, abandonaron su punto en las puertas de la Suite para cumplir la sentencia.
Mortimer actuó en instinto. Su mano derecha voló a su espada.
Seiya fue más rápido, deteniendo la muñeca de Mortimer con su propia mano. "No hagas tonterías."
"¿Qué está sucediendo?" La puerta de alcoba se abrió, rechinando en el proceso. Su Tía se asomó, vistiendo su bata de descanso. Su usual estilo de peinado estaba desecho y largas franjas blanquizcas le cubrieron como velos. "¡Mortimer, en descanso!"
Mortimer apretó sus dedos alrededor de la empuñadura. Al conectar su mirada con Seiya, coraje aclaró su mirada por un segundo.
Soltó la espada. Dio un paso atrás.
"Sí, Condesa."
Seiya levantó su mano derecha para detener a los guardias. "Falsa alarma, chicos." Decidió no prestar mucha atención a las expresiones de alivio de los Guardias. Gallinas. Seiya rodeó la figura gigante de Mortimer, caminando directamente a su Tía. "Sólo venía a desearte buenas noches, alhe nine."
Schnee Sang' Froid resopló por sus narices. "Y a causar problemas." No se opuso a que Seiya se le uniera en su alcoba, al menos.
Adentro, su Tía cerró la puerta de la alcoba con seguridad. En el centro de la alcoba había dos divanes y una mesa baja para almorzar. Descubrió que su Tía había estado en el proceso de terminar su cena.
Con un suspiro petulante, Seiya se dejó caer en el diván opuesto. "¡Siempre piensas lo peor de mí, querida tía!"
"Problemas te siguen." Schnee se reincorporó a su asiento con movimientos desganados. Seiya tomó nota del nivel de esfuerzo que la mujer requirió para una tarea, así de sencilla. "¿Ahora qué?"
"No vine a discutir." La mujer no lució impresionada. "¡En serio!" Vaya, que poca fe. Seiya había estado en su mejor comportamiento hasta ahora, ¿qué no? "¿Sería mucho pedir conversar sin los títulos en medio? ¿Podríamos actuar como familia por un rato?"
Schnee saboreó la pierna de pollo con dedicación. Arrancó lo que había quedado de carne y piel con sus dientes. Seiya desvió su mirada por respeto. Las masticadas fueron menos escandalosas que las de Odango.
"Habla." La Condesa apuntó a Seiya con el hueso de pollo. Luego, lo arrojó a su plato.
Seiya se acomodó en el diván con más soltura. "Sin máscaras."
La mirada gris de Schnee atravesó la distancia, cabellos empalidecidos cayeron por su pecho.
Seiya no había creído que su Tía en verdad se sentiría abierta a una verdadera conversación; esperó encontrarse con más renuencia de parte de la mujer. Por eso, nadie estuvo más estupefacta, cuando en el rostro de la Condesa, la finesa fue reemplazada por pliegues de piel. En segundos, chispas doradas volaron por la figura de la Condesa, dejando atrás la realidad.
Justo frente a sus ojos, la tonalidad plateada de la cabellera perdió grosor.
Humilde por la voluntad de su Tía a confiar en ella—todavía; lo suficiente—Seiya bajó su mirada a su regazo. "Gracias."
"Las máscaras son armas." La voz fue más ronca, un crujir bastante diferente a la voz de la usual ilusión que su Tía vestía todos los días.
"Porque siempre tendrás el elemento de la sorpresa." Seiya complementó, recordando sus lecciones. "¿Ves? Sí ponía atención."
"Nadie es exento de mentir, ya sea para protegerse a sí mismo, o para sacar provecho de otros. Yo las utilizo a mi favor porque mi posición lo requiere. Froid no acepta ser gobernado por débiles." La Condesa tenía arrugas en sus manos, así como pecas.
Debilidades, antes los ojos de su país, como la Condesa bien lo resaltaba.
Seiya acogió una de ellas con la suya, queriendo sentir el pulso debajo.
"Te eché de menos."
Schnee produjo un sonido ofendido. "Sigues encontrando confort en las mentiras por igual, Seiya."
Un nudo nació en su garganta.
En efecto, Seiya recordaba su facilidad para aceptarlas. Mientras había crecido, su Tía había mentido sobre el paradero de Severina constantemente, y Seiya lo había asumido como hecho, porque hacer lo contrario había sido muy complicado. Severina había sido su Madre, la figura que admiraba.
La aventurera; la rebelde que Seiya había querido llegar a ser.
Tiempo después en los inicios de su pubertad, Tía había comenzado con discursos sobre sueños proféticos y una grandeza que se aproximaba. Seiya había preferido irse a buscar mejores aventuras en otro lugar. Sus primos, su Tía—Seiya no los había podido reconocer como su familia, después de ser expuesta a tantos disparates.
Así que, Seiya había huido al Sur. Porque las mentiras de los labios de Kakyuu habían sido aún más dulces de escuchar.
"Estoy tratando de ser… mejor." Seiya en verdad lo estaba intentando. "Me debes recordar como la niña que se aterrorizaba de cualquier tipo de responsabilidad referente a su familia. Astros, a los trece años, la mera idea de tomar la mano de una chica me hacía correr en la dirección opuesta."
"No estabas lista." Schnee tomó una galleta del plato de porcelana. La mordió con gula. "Cuando quise compartirte la importancia de tu herencia. Lo entiendo ahora. Debí haber esperado. Así no hubieras huido a convertirte en…"
"Tía." Seiya suspiró. "Lo que soy ahora, es el resultado de mis decisiones. Créeme, ser Sailor Star Fighter es algo de lo nunca me arrepentiré. Esas visiones de las que quisiste hablarme en mi adolescencia eran inventos… Ya te lo dije. Severina te manipuló. Nos manipuló a todos."
"Es lo que sigues diciendo." Migajas cayeron por la mesa durante mordidas. "Pero yo cambié los pañales de Sev, sé lo que fue real, y esa nena gritona en mis brazos fue más real que las tetas de Sivigny."
La carcajada estalló de Seiya. "¡Astros, hace tanto que no escuchaba esa expresión!"
"Severina es tu madre. Te dio vida, estuve ahí—"
"Aye, aye, lo recuerdo." Avergonzada, Seiya se recostó sobre el diván.
"—casi la partiste en cuatro!" Schnee sacudió su cabeza en decepción. "Esa noche Sev arruinó mi otomana de piel de lom. ¡Le arrancó los pelos con sus propios puños, chillando! Actuando como—"
"¡Ghoul en temporada de celo, lo recuerdo!"
"¡Chilló, chilló y chilló! ¡El castillo casi cayó sobre nuestras cabezas!" Las manos de la Condesa volaron sobre su cabeza para enfatizar su punto. "No podíamos huir del martirio, lo peor de todo. Naciste en plena tormenta de nieve, ¿a dónde podíamos correr?"
"¡Sí, me los has dicho cien veces ya!"
"Una noche muy fría. De las más frías de ese año. Tsk, tsk, nunca tuve una otomana de lom de nuevo. Tragedia."
"Sí, una total molestia que los pobres se hubieran atrevido a extinguirse por la caza excesiva."
Su Tía achicó su mirada. "Tu boca no ha mejorado."
"Depende a quién le preguntes." Seiya le guiñó un ojo.
"Bromas." Tía chasqueó sus labios en desaprobación. "Deflexión. Distracción. De tal madre, tal hija."
"Oye, no hay necesidad de golpes bajos." Seiya sintió calor llenar su rostro, ese navajazo rozando demasiado cerca de la verdad. "Debo tener una personalidad enigmática. Atrae a las masas. Si fuera un libro abierto, no estuviera aquí el día de hoy. Viva."
Seiya desvió sus ojos a la chimenea. Los alaridos de su gente, muriendo a las manos de Galaxia, se unieron a los más recientes dentro de su cabeza…
Deflexión.
Distracción.
La farándula, la creación del grupo musical Three Lights, el disfraz de Kou Seiya como ídolo para atraer a la población femenina—todas esas estrategias habían sido fruto de su habilidad para desviar el foco de atención de su persona, hacia su misión.
Taiki siempre había mostrado incomodidad con tener el reflector en su vida personal. Pero, por encontrar a Kakyuu-Hime, lo había aprendido a sobrellevar. Aunque no sin pasar crisis de fe en el transcurso. Dudas que habían sido difíciles de digerir en su momento.
Ahora, examinando el pasado, Seiya se daba cuenta que difícilmente había podido culpar a Taiki por sus dudas. Kakyuu había escuchado su mensaje desde el primer concierto, y había decidido no aparecer. Sin el llamado de Chibi-Chibi para rescatar a Usagi, Seiya no estaba segura por cuanto tiempo más hubieran tenido que esperar.
Yaten, por su parte, siempre había sido extremadamente vocal con su disgusto por ser figura pública, vistiendo un cuerpo masculino, viviendo en un planeta desconocido, lidiando con niñas demasiado emocionales para su gusto. Para alguien que poseía una habilidad única con las ilusiones y el cambio de materia, Yaten solía ser alguien que prefería la honestidad y transparencia.
¿Qué decía de Seiya, entonces, el haberse adaptado a su estancia en la Tierra con más facilidad?
-Que tengo habilidades natas de actuación, por supuesto. Seiya trató de consolarse. La broma se sintió hueca, sin embargo. -De acuerdo, puedo admitir que, con el tiempo, escudarme en Seiya como figura famosa fue convirtiéndose en algo más.
¿Cómo se hubiera acercado a Usagi Tsukino, sin haber usado el disfraz de ídolo?
-No. Odango quiso acercarte a ti aun siendo Sailor Moon. Si lo hubieras permitido, la chica se hubiera escurrido por tus defensas de Sailor Senshi por igual.
Rayos, ¿a dónde quería llegar con este conflicto interno?
Seiya talló su sien, escuchando a su Tía hablar, sin en verdad poner atención. Su mirada siguió los movimientos de Schnee al prepararse su taza de té. Manos que escondía con Magick para verse tersas, intocables de los efectos del tiempo.
Le molestaba.
Algo, que antes no había examinado con detenimiento, ahora le molestaba.
El arte innato de engañar.
Actuar en un rol a la perfección, que hasta ella misma se había creído el papel asignado.
Tenerlo en su genética. En su sangre.
-"De tal madre, tal hija."
"No puedo invitarte al Consejo."
Schnee paró en la mitad de su critica de la decoración de su Suite. Así de fácil, sus facciones se afilaron. Las garras se asomaron.
"¡Froid debe tener un asiento!"
"Lo tendrá." Seiya se obligó a enfocarse en la razón de su visita. La crisis de identidad podía dejarse para otro día. "Aunque solamente esté yo enterada, la verdad no cambia: eres una traidora no sólo de la Corona, pero de la gente de la Capital. No juegues a la inocente."
"Inocencia nunca ha sido mi cometido." La mujer resopló. "Mis manos sangran desde el día que asumí el gobierno de Froid. Esta guerra no era un juego de niños, Seiya. Esta guerra era guerra."
"Extenderé la invitación a Eógan Sang' Froid exclusivamente."
"¿Mi hijo?"
"Y tendrás a Lena de vuelta. No la quiero en mi escuadrón un día más." Seiya prosiguió a servirse té. "No finjas que no te agrada el prospecto. Es tu única hija. Felicitaciones en criar un ménir, por cierto."
A partir de este momento, Kou Lena volvería a ser Lena Sang' Froid y la existencia de Sailor Star War sería tachado de los libros de la historia. Lena podría seguir lamiendo las botas de Erii Gierd cuando lo mandaran a su exilio. Kakyuu muy probablemente había aceptado a Lena en primer lugar, para usarla de espía. Los comentarios de Brunilda sólo cementaban las sospechas de Seiya al respecto.
"Tómalo, o déjalo." Seiya le sonrió. "Eres una mujer lista, Tía, sé que no querrás ser mandada de vuelta a las Montañas Plateadas con las manos vacías. Por medio de Eógan podrán tener un voto en cuanto a las decisiones que se tomen en el Consejo."
Por primera vez, Schnee se mostró sorprendida. "¿Me dejarás… regresar?"
Seiya dio otro sorbo. "Como dije, sólo yo y otros cuantos conocemos las verdaderas intenciones que tuviste en mente." Deslindó un hombro en aire casual. "Pero legalmente, no hay razones para arrestarte por un delito que no fue cometido. Mi gente se rebeló contra la milicia de Magnus y tu ejército fue clave para ganar el enfrentamiento final. Ante los ojos de Kinmoku, Froid se ha consolidado como aliado a la Corona. Un aliado en el que todavía no podemos confiar completamente, pero aun así… Un aliado."
Su tía aspiró lentamente. Sosteniendo su taza, dio dos sorbos meditativos a su té.
Seiya aclaró su garganta. Se fue por el premio mayor.
"Y cuando el momento venga, y esté en mis manos el poder ayudar a devolverte Kin Norte… Lo haré."
Los ojos cerúleos de Schnne engrandecieron.
"¿Por qué? No te importa tu patria."
Whoa.
Eso sí dolió.
"Me importa lo suficiente." Masculló con dificultad. "Más que a Severina, eso sí."
"Mn." Schnee apretó sus labios. "Es una competencia, ¿entonces?"
"¡Para nada!" Seiya estrelló la taza en la mesa, moviéndose al frente con urgencia. "Astros, ¿en verdad piensas tan poco de mí? ¡Por supuesto que me importa mi pueblo, y mi patria-"
"¿Qué debo pensar?" Schnee le interrumpió. "Habitas en un país ajeno, a millones de años luz de este punto de la Galaxia, actuando bajo el dominio de una Princesa extrajera. Por elección propia."
"Sailor Moon no es mi soberana." Seiya gruñó.
"¿Qué es, entonces? ¿Otra amiguita con la que disfrutas jugar en la oscuridad? Concubina fue un término que ella mismo negó—"
"¡Tampoco somos eso!" Seiya gimoteó. "Espera, ¿cuándo llegó eso a la conversación entre ustedes dos? Oh, olvídalo." Enrojecida, Seiya volvió a aclarar su garganta. "Sailor Moon no está sobre mí; yo no soy su súbdita. Somos iguales." Ante la dureza de voz, la atención de su Tía fue completamente robada. "Te diré quién es exactamente: la persona por la que tu semilla estelar fue restaurada. Sin Sailor Moon, el Caos no hubiera sido vencido. Sin su intervención, hubieras sido recordada por tu gente como una asesina en masa. Estuvieras en una celda, y no en una cómoda suite, tomando té." Seiya se levantó del diván. "Así que, hazme el favor de mostrarle el respeto que ella se merece."
Su Tía se acomodó más a fondo en el respaldo del diván. "Imagino que tendremos que hacer este contrato de manera pública para que sea oficial."
Seiya inclinó su mentón, su mirada anclada a la de Schnee Sang' Froid. "Así es. Con testigos y el sello de la Casa Froid de por medio."
Su Tía regresó a su té. Magick se activó, volviéndola a cubrir en la careta de La Condesa. "Mandaré por Eógan. Te lo advierto, no es el chiquillo que recuerdas."
Seiya caminó hacia la salida, tomando como consumada la visita.
"¿Quién todavía lo es, hoy en día?"
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Planeta Kinmoku.
4 días después.
Localización: Capital,
Distrito ASTEROPE.
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"¿Está lista para usarse?"
Ami suspiró. "No, Haruka. Estoy diciendo precisamente que necesitamos hacer pruebas. Las fuentes de energía que el padre de Hotaru adaptó sólo serán suficientes para encender la Stargate una corta ventana de tiempo. Primero debemos asegurarnos de que las coordenadas hayan sido determinadas correctamente—"
Sailor Star Healer ya estaba suspirando en su mente, recién llegando al laboratorio.
"Entonces, optemos por la teletransportación. Este proceso está tomando demasiado tiempo."
Mizuno falló espectacularmente en esconder su decepción por tener que dejar el laboratorio. Tenoh lo vio tan claramente como la misma Healer.
"¿Qué pasa con todas ustedes? ¡Parece como si nadie quisiera regresar a casa!"
"No es eso—"
"¿De qué se trata esta terquedad? Todas tenemos vidas a las cuales regresar."
"El trabajo que estoy realizando con Taiki es fascinante, la mera ciencia detrás de este tipo de tecnología es algo que no encontraré en la Tierra, solo quiero—"
"Puedes seguir jugando con tu proyecto escolar en la Tierra."
"No de la misma manera. Además, estoy ayudando al Consejo a ponerse al día con el funcionamiento de la Stargate-"
"Juro que si escucho esa maldita palabra una vez más-"
"Excelente día, a lo que veo." Sailor Healer intervino, deslizándose entre Tenoh y la pobre chica peli-azul. "Mizuno, vengo a darte el mensaje que dos Tsukinos muy hambrientos te esperan para almorzar. Deberías tomarte un descanso. Sailor Star Rage vigilará la Fortaleza mientras no estés." Apuntó hacia la chica a pasos atrás de ellas, saludándoles con una inclinación de su mentón.
Ami estuvo tan desesperada por alejarse del humor oscuro de Tenoh que cedió a la invitación sin pensarla. Dejando su bata detrás, la chica se apresuró al elevador. Ni siquiera esperó a ver si Tenoh desearía utilizar el elevador también.
A semi-a-solas, Healer se acercó al escritorio de Mizuno, ayudando a acomodar sus libretas de notas.
"Deja de torturar a estas pobre chicas. Tsukino Jr. está a punto de ser dado de alta, así que obtendrás tu deseo muy pronto." Había sido por ello que Shingo había querido tener a Mizuno en la hora del almuerzo, para contarle la noticia él mismo. Por más que Usagi mostrase la misma reluctancia que Mizuno a dejar Kinmoku, el chico ya no paraba de quejarse por querer regresar a su planeta.
Las despedidas se aproximaban. Con, o sin, Stargate.
"Así que pronto podrás seguir evadiéndome a 72 millones de años luz lejos de aquí."
"Veamos si será suficiente."
El gruñido liberado entre dientes dejó a Healer helada.
Fue todo lo que se ocupó.
"Rage, revisa el perímetro del subnivel de la Stargate, por favor." Healer pidió con dulzura falsa. Rage se encogió de hombros, dirigiéndose a las escaleras. Healer esperó a que la Starlight desapareciera en el camino al subnivel, para darse la media vuelta.
"¿Quién te crees que eres?" Siseó directo en el rostro de Haruka Tenoh. Disfrutó tomarla con la guardia baja. "¿Qué demonios te hice para tratarme de esta manera?"
Observó a Tenoh cerrar los ojos, dejando caer su rostro. "No es a lo que me refería-"
"Te di la ventaja de la duda. Te di tu espacio. Esperé. ¡Justo como dicta el manual de Como Lidiar con Amigas Idiotas! Aun así, nunca te dignaste a mostrar tu rostro para disculparte. ¿Luego, tienes el descaro de admitir que -de hecho- haz estado evadiéndome? ¿Qué clase de cretina eres? ¿Piensas antes de abrir la boca, o dices cosas para lastimar a otros de forma natural?"
Tenoh cubrió su frente con su mano derecha, tirando de la piel.
"¡He sido amigable contigo! Más amigable… de lo que he sido toda mi vida con alguien de otro planeta. Lo que hice la última vez que nos… ¡Pensé que sería algo que te gustaría experimentar!"
"Ese no es el problema."
"¡No, no lo hagas!" Healer amenazó con su dedo enguantado. "¡No te atrevas a decir algo lindo o considerado cuando todo lo que quiero hacer es seguir gritando!"
"Ahórrate la rabieta, no vine aquí buscando un sermón." Haruka siseó de forma recíproca. Se abalanzó a Healer hasta que sus cuerpos casi rozaran. "Sabes muy bien cuál es el problema."
Healer permaneció con sus labios partidos, tratando de pulverizar a Tenoh con su mirada. Excusas pasaron por su cabeza. Había muchas por donde escoger para desmentir lo que casi había sucedido el otro día…
Pero las excusas nunca había sido su estilo, ¿o sí? El cerebro de Sailor Star Healer escogió ese momento para recapitular lo que Tenoh había dicho con más detenimiento, en vez de escoger la salida fácil. Healer estaba harta de sólo comprender las acciones y comportamiento de esta mujer de manera superficial. Quería llenar los huecos. Quería respuestas.
La rosa blanca. El viaje a Froid.
Sailor Uranus acudiendo a su auxilio en más de una ocasión.
Listones ambarinos cubriéndola…
Todo lo que recientemente había salido de la boca de Tenoh, hasta este momento. Los gestos compartidos…
Entra más se esclareció el misterio y la incertidumbre, más presión sintió Healer en su pecho.
"Te gusto."
Para su crédito, Haruka encaró el eco de una antigua revelación, frente a frente.
Healer se acercó un paso más. "Te gusto… en serio-en serio."
Haruka rodó sus ojos. "¿Acaso tenemos 13 años?"
"Cierra la boca, estoy procesando." Healer no comprendió la sensación de euforia corriendo por su ser. Fue confuso. A pesar de la cáustica orden, las orillas de sus labios insistían en querer curvearse en dirección convexa. Ugh, ¿y por qué su estómago se comportaba así de extraño? "¿Pero, por qué huiste? Me tenías en charola de plata—Muy bien, no importa. Sé que eres muy extraña."
"No tenemos que hablar al respecto. Sólo mantengamos nuestra distancia." Haruka estaba sacudiendo sus cabellos con su mano, evadiendo verla.
-No, Señor. Healer tomó el brazo que se atravesaba en su camino y lo apartó del rostro de Haruka. "Tengo un serio problema con ese plan." Cuando estuvo lo suficientemente cerca para rodear el rostro cabizbajo de Tenoh con sus guantes, algo dentro de Sailor Healer se aflojó en placer. "Esto de las distancias me ofende profundamente."
Haruka finalmente enlazó sus miradas. Lució atrapada. "No puedo permanecer aquí para siempre."
-Podría ir tras de ti. Healer se pasmó con el primer pensamiento que cruzó su mente.
¿Ir tras Haruka Tenoh? ¿De regreso al Sistema Solar de la Vía Láctea? ¡Claro que no! Había tanto trabajo que hacer en Kinmoku, y la Tierra no era su verdadero hogar… Healer no tenía razones para querer regresar a esa roca si no involucraba alguna misión… ¿cierto?
Haruka alzó la punta de su pulgar, picoteando el mentón de la Star Senshi en suave jugueteo.
"No vale la pena decir algo, cuando las probabilidades están en contra de lo que quieres. Puedo verlo en tu rostro. No sabes qué hacer conmigo. Y déjame decirte que, si crees que soy complicada ahora, tan solo estás viendo la punta del iceberg. No soy agradable, Yaten. No soy amigable." Su mentón fue elevado. La voz de Haruka sopló suavemente sobre sus labios. "No hago las cosas a medias. Cuando quiero algo, me aviento a obtenerlo al cien por ciento… pero solamente si la otra persona estará allí para lanzarse con el mismo impulso."
El aliento de Haruka se alejó de golpe, así como el calor entero.
"Todo está en orden, Sub-Comandante." La voz aburrida de Rage destanteó a Healer, haciéndola frenar sus pasos, cuando lo que deseó fue seguir el rastro de Haruka.
"Uh, bien." Sailor Healer murmuró. Se cruzó de brazos en autoprotección. ¿Estaba jadeando? ¿Por qué se sentía sofocada? "Permanece aquí." Se apresuró a alcanzar a Haruka en las puertas del elevador.
Justo cuando se cerraban, la mano de Healer les impidió el paso.
"Deberías decirlo, de todas maneras. Quiero oírlo."
La mano opuesta de Haruka se aferró de la compuerta por igual. Cuando habló, ferocidad se esculpió en cada silaba.
"Me gustas, Yaten. Mucho." Healer tragó saliva, su oreja recibiendo la confesión. "Me gusta cómo eres. Me gusta cómo luces, cómo peleas. Cómo te sientes en mis brazos. Cómo suenas…" Un resoplido se mezcló, con sabor a incredulidad. "Sé que me gustarían muchas otras cosas si me diera el gusto de averiguarlas, pero no soy ninguna ingenua. Hay mucho en riesgo si cruzo esa línea y tú no sientes lo mismo."
Astros y Estrellas.
Por un momento, Sailor Star Healer pudo percibir cada hueso en su cuerpo tambalear.
Sumó de mucho esfuerzo para dar un paso atrás, encontrando estabilidad con el tacón de una bota. Frente a ella, la expresión mercurial de Haruka viajó a puntos extremos, y Healer le sonrió para buscar tranquilizarla.
"Pensaré en las probabilidades muy, muy, muy en serio, entonces. Antes de darte una respuesta." Tenoh lució perpleja. Healer dejó salir un sonido de ofensa. "¿Qué pensabas? ¿Qué no obtendrías una, cabeza hueca?"
Haruka parpadeó con notable retraso mental. "No se me cruzó por la mente."
Con semejante estreñimiento emocional que se cargaba, a Sailor Healer no debió sorprenderle. "¡Hum! Pues vas a obtenerla, lo quieras o no. ¡Es cortesía! Una declaración de ese tipo no se toma a la ligera en nuestra cultura. ¡Tradición dicta que te dé una respuesta y así será!" En el último instante, Healer se adhirió al umbral del elevador, de nueva cuenta. "Así que, ni pienses en irte antes de escuchar lo que tenga que decir, ¿queda claro?"
El cerebro de Tenoh indicó estar fuera de servicio con este inesperado giro de acontecimientos, así que, aunque Haruka no hizo una muestra explicita de otorgar un sí, Healer tomó su falta de negación como suficiente respuesta.
Satisfecha, Sailor Star Healer finalmente permitió que el elevador se cerrara.
De manera contrapuesta, sin embargo—desde el fondo de su ser—sintió como miles de nuevas posibilidades…
…se abrieron.
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Fin de Parte xviii.
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Referencias:
(1) Los Riscos de Astreo de Kin-Sur están inspirados en el acantilado montañoso de Fair Head, originario de Irlanda. Ver imágenes totalmente inspiraron la escena entre Yaten y Haruka, y creo que será una de las escenas que más adoraré haber escrito.
(2) El Instituto de Investigaciones Físicas y Químicas RIKEN, de hecho, existe en Japón. No cuesta creer que Setsuna trabaje allí, ni que la ricachona de Haruka haga donaciones para tener ventajas sobre la tecnología que se desarrolla en el Instituto. Además, es verídico que trabajan con la NASA.
(3) Esa crisis existencial de Seiya tiene su objetivo y seguiremos explorándolo en la siguiente parte de la Saga para ver el resultado. Crecer es difícil, folks.
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Traducciones:
Alhe nine: Querida Tía.
Lom: animal muy peludo, equivalente a un oso terrestre.
Ghoul: mamífero equivalente a una pantera terrestre.
Ménir: ave de Kinmoku famosa por ser traicionera y repetir todo lo que escucha de otras personas.
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NdA: Creo—creo—que un capítulo más y esta fiesta llega a su fin, queridos/as. Stay tuned!
