*ADVERTENCIA: LEMON*

Solo es necesario una cama y una casa vacía para obtener una nueva experiencia, y este fue el caso de ambos chicos, planearon todo cuidadosamente para que el padre del escalador no interrumpiera este momento, un día que se marcharon juntos después de clases, ese fue el instante perfecto para compartir su primera vez.

Midousuji le mira intensamente mientras le acorrala en la cama, Onoda le ve sorprendido por el movimiento repentino, está bien, no era para sorprenderse, pero no esperó que Midousuji tomara la iniciativa de esa manera. Y se siente nervioso, nervioso por lo que va a pasar, no es como si no se hubieran preparado antes, sí lo hicieron, compraron todo lo necesario, pero sigue latente ese pequeño miedo a lo desconocido. Onoda extiende sus brazos temblorosos y le estrecha en un abrazo, como si con eso consiguiera disipar el latido acelerado de su corazón o el calor en su rostro. Midousuji se sonrojó ante tal acto y le besó.

—Midousuji-kun...

—Kimo, ¿estás seguro de hacer esto? —Akira sintió como Sakamichi le agarra de la ropa, decidido.

—Sí, quiero hacerlo...

Se besaron otra vez, luego Midousuji algo perdido decidió comenzar besando su oreja, bajó por el cuello dando sonoros besos que le asqueaban, pero a Onoda le estremecían, besó su mejilla provocando una sonrisa en el otro. Midousuji rodeó su espalda e hizo que se sentará en la cama junto con él, Onoda se lanzó un momento a sus labios, regalando varios besos a su novio, sonrió mientras el todoterreno le miró con el ceño fruncido y con un pequeño rubor en sus mejillas, no pretendía estar nervioso en este momento, pero lo está, Onoda notó las manos del otro temblar mientras desabrochaba cada uno de los botones de su camisa, posó sus manos sobre las de él y le sonrió.

—¿Qué pasa? —preguntó con visible vergüenza.

—Nada, solo quería que te relajaras —respondió Onoda para luego reír, tratando de calmar la tensión que yacía en la habitación.

—Estoy relajado —mintió casi susurrando y cada vez fruncía más el ceño.

—Está bien, Midousuji-kun... Si no quieres hacerlo...

—Sí, quiero —aclaró de inmediato, Onoda se sonrojó aún más de lo que ya estaba—, ¡Kimo, haciéndome decir cosas asquerosas!

Midousuji tapó su rostro con una mano mientras la otra seguía agarrando la camisa de Onoda, este le miró avergonzado, pero sintiendo un cosquilleo en su entrepierna, saber que Akira le correspondía y que está dispuesto a vivir esta experiencia juntos, le emociona y le hace perder la poca paciencia que conserva dentro de él. A pesar de que Midousuji tiene fuertemente agarrada su camisa, su brazo se debilita, y le permite a Onoda acercarse, lo abraza sintiendo los homoplatos del chico más alto, este le mira entre sus dedos y lo abraza con su brazo libre.

—Midousuji-kun, ¿puedo quitarte la camisa? —preguntó en un tono nervioso y a la vez ansioso.

—Hentai —contestó de inmediato con una sonrisa, queriendo burlarse de su novio.

—N-No soy... —Midousuji tomó las manos de él entre las suyas y las coloco sobre su pecho.

Onoda desabrochó los botones con cuidado y dejo que la camisa cayera por los hombros de Midousuji, este no quería mirarle a los ojos, pero de inmediato tomó un poco la iniciativa e hizo que Onoda se recostara en la cama, para luego quitarle los pantalones, el chico de lentes levantó las caderas, ayudándole con esa tarea. Midousuji acarició con cariño los muslos del escalador y abrió ambas piernas, sintiendo su confianza elevarse al ver el rostro avergonzado de su pareja.

—Midousuji-kun... Esto, ¿podrías quitarte tu pantalón también?

—Hentai.

—Yo no... —contestó apenado para luego quedarse callado al otro momento, pues Midousuji desabrochó su pantalón y se deshizo de él, incluyendo también la camisa que colgaba de ambos brazos, quedando solamente en boxers.

—Lo eres, no dejas de mirarme —mencionó con ganas de molestarle, a pesar de que también se sentía igual de avergonzado.

—L-Lo siento... Es que Midousuji-kun es muy atractivo —susurró lo suficientemente alto para ser escuchado.

—¡PIIGII! Asqueroso. —Frunció el ceño, sonrojado por sus palabras mientras Onoda se recuperaba de la impresión por oírlo gritar de repente.

Sin embargo, no hubo tiempo para ello pues Midousuji se posicionó entre sus piernas y sobre él, teniendo cuidado de no aplastarle, Onoda queriendo un contacto más íntimo lo estrechó entre sus brazos, el todoterreno se dejó abrazar y besó a su pareja mientras mueve sutilmente sus caderas, rozando esas erecciones que aún yacían bajo la ropa interior. Sakamichi se estremeció debajo de él, disfrutando la fricción, se miraron a los ojos una vez que los besos se detuvieron y Akira continuó moviéndose mientras su pareja jadeó sin parar debajo de él.

—Midousuji-kun... —jadeó su nombre mientras sus caderas se movieron sin control no pudiendo aguantar la estimulación.

—Kimoi, más despacio... —habló bajito frunciendo el ceño y luego se acercó a la oreja del otro—, ¿quieres terminar antes de comenzar?

—¡No! —exclamó de inmediato, tratando de controlar su cuerpo y acariciando la espalda de Midousuji—. P-Pero, no me importa si no llegamos hasta el final... —Comenzó a hablar y el todoterreno se separó un poco para mirarlo, Onoda sonrió y posó las manos en su rostro—, solo me importa compartir un momento íntimo junto a ti.

—Eres asqueroso —expresó con aparente desprecio, sin embargo Onoda ya aprendió a leerle, y solo con ver las mejillas sonrojadas de su pareja, supo que mentía.

—Si te parece bien, quiero... quiero correrme contigo ahora.

—¡¡PIGGYAAA!!

Midousuji estampó su cabeza contra la cama, tomando de sorpresa a Onoda, quien colocó sus manos cerca de la nuca del todoterreno, notando que sus orejas están calientes, está avergonzado. De repente notó la mano del todoterreno jalando de su ropa interior, sintió la piel de su virilidad rozar con la de él y se entremeció, cerró los ojos, demasiado nervioso como para mirar lo que ocurría allí abajo. Akira sostuvo ambos falos y masturbó, más rápido, más rápido, más despacio, en un compás que les agradara a los dos, mientras se escuchan sus jadeos en esa habitación, sus cuerpos calientes comenzaron a sudar, sus latidos aumentaron cada vez más y más, ansiando ese climax que muy pronto ocurrió.

Ambos se quedaron estáticos en esa posición, tratando de recuperar el aliento, Midousuji le abrazó mientras Onoda movió una de sus manos y acarició el cabello de su pareja, sintiendo la humedad de su sudor.

—Midousuji-kun...

—¿Mm?

—D-Deberíamos asearnos antes de que llegue tu papá... —susurró con cierta vergüenza por los actos recién realizados.

—De acuerdo —dijo Midousuji de mala gana, no quería separarse de él, pero al final lo hace, evitando la mirada de su novio, como si tuviera algún tipo de pudor en ese momento—... La próxima vez será mejor.

—¿Eh? Ah... E-Esto, para mí estuvo bien... Q-Quiero decir, este momento fue muy especial y se sintió muy bien... —Comenzó a hablar muy de prisa, Midousuji sin darle tiempo a seguir parloteando, colocó su mano en las mejillas del escalador y presionó firme.

—¡Eres asqueroso, Sakamichi! —aclaró con el ceño fruncido y sonrojado.

—L-Lo shiento... —dijo sin poder pronunciar bien las palabras.

Midousuji le soltó y se levantó acomodándose la ropa interior ante la atenta mirada de tu pareja, caminó hacia la puerta y antes de abrir, dijo:

—A mi también me gustó...

Y después de esa confesión prácticamente huyó de la habitación, con la increíble misión de preparar el ofuro, mientras Onoda trató por todos los medios de borrar esa sonrisa tonta en su rostro, pero fue inútil.