Deshonra

.-.-.-.-.-.

Esta historia está hecha sin fines de lucro

.-.-.-.-.

.-.-.-.

.-.-.

.-.

.

- Papá, el señor Wada nos esta visitando, quiere hablar contigo. – Kasumi sonreía al entrar a la estancia.

- Buen día señor Tendo. – hizo una inclinación. – Espero me pueda conceder unos minutos de su tiempo. – sonrió amable el hombre de unos 60 años.

- Mucho gusto señor Wada – respondió Soun un poco confundido, no conocía al hombre, sin embargo haciéndole una seña lo invitó a sentarse.

- Con permiso – mencionó la joven yéndose de la estancia donde se quedaron los hombres.

.-.-.-.-.

- Ra… Ranma… por favor… no puedo más. – suplicó su padre jadeando, era la tercera vez que subían la colina en cuclillas y Ranma parecía con energía suficiente para seguir haciéndolo toda la tarde.

- Descansa tú, si ya estás demasiado viejo para entrenar, no sé para que venías. – en realidad el joven sabía exactamente por que estaba ahí Genma.

No era un secreto que Akane y él no se llevaban demasiado bien, sin embargo, de un tiempo para acá, parecían pelear más que de costumbre y habían tomado la mala manera de romper el compromiso cada que se les antojaba, era como el último argumento a gritar durante la pelea y entonces no se hablaban durante días; por supuesto que aquello preocupaba a los patriarcas, pero, también ellos habían captado el patrón, esperaban uno o dos días, hasta que se les pasara el enojo y luego los obligaban a disculparse el uno con el otro, luego de eso, sin emitir una sola palabra más, el compromiso se restablecía por si solo.

Sin embargo, la última pelea en la que se habían enfrascado, además de terminar, de nuevo, con el compromiso, Ranma había tomado sus cosas, diciendo únicamente un "Me voy", sin ninguna clase de explicación, sin decir a nadie si era un: Me voy, luego regreso; o tal vez un: Me voy, nunca volveré. Por lo tanto Genma, apresuradamente, había tomado apenas un saco de dormir antes de salir tras él, ya fuese para traerlo de regreso… o huir de la furia de Soun. Aquello había ocurrido hace un mes y Ranma no daba señales de querer regresar.

- Oye Ranma, mencionó el hombre, luego de ver que el joven bajaba de la colina por cuarta vez consecutiva. – Ya casi se pone el sol, y estaba pensando en ir a pasar la noche en el hostal que está en el pueblo.

- ¿Desde cuando te volviste tan débil? – dijo de mala manera.

- Bueno, tampoco tiene nada de malo que quiera dormir por fin en una cama y tomar un baño caliente, si quieres pasar la noche en la tienda, allá tú – le dio la espalda, rezando mentalmente con intensidad para que Ranma lo siguiera, Genma necesitaba bajar al pueblo, pero ni loco se iba sin Ranma, ese chico era capaz de irse solo a otro lugar.

- Bien – dijo entre dientes, secando el sudor con la manga de su camisa – pero solo esta noche – aclaró. - mañana viajaremos.

Genma agradeció a Dios por la concesión, sin embargo, también se lamentó mentalmente por tener que viajar de nuevo.

.-.-.

Ranma ya se encontraba profundamente dormido cuando Genma salió con cuidado de la habitación, bajó a la recepción y pidió usar el teléfono.

- Residencia Tendo – contestó la voz

- Nodoka, soy yo – dijo al oír la voz de su esposa.

- ¡Oh Dios Genma! Estaba tan preocupada, hace más de una semana que no llamabas, por favor dime que ya convenciste a Ranma y vienen de regreso.

- Lo siento querida, Ranma está muy enojado, ni siquiera quiere tocar el tema.

- Ay no… no me digas eso, aquí las cosas se están complicando.

- ¿Complicando? ¿Qué pasó?

- Hace unos días vino un hombre, se apellida Wada y es sumamente rico. Ha venido al dojo porque quiere pedir en matrimonio la mano de una de las niñas.

- No me vas a decir que está pidiendo la mano de Akane.

- ¿Tu que crees? – dijo dando un suspiro – A decir verdad, al señor Wada, no le importa quien de las tres sea, pero su hijo, un muchacho de unos 24 parece estar obsesionado con Akane, lo peor es que Soun ya lo está pensando.

- Tienes que hacer algo – tomó más fuerte la bocina

- Claro que lo he intentado, pero las negociaciones son entre Soun y ese hombre, él ha prometido invertir en el dojo y expandirlo además de garantizar una vida resuelta no solo a la prometida elegida, sino a toda la familia.

- Me lleva la…

- ¿Con quien hablas viejo? – Ranma se paró detrás de él, Genma, nervioso decidió decir la verdad a medias.

- Es… es tu madre… no puedo tenerla preocupada por demasiado tiempo.

- ¿Ah si? – dijo sarcástico y le arrancó el teléfono de la mano. – Hola, mamá – remarcó pensando que era mentira.

- Hola Ranma – contestó enojada.

- Ma…mamá… yo… ¡Es que este viejo… - intentó excusarse.

- Ahórratelo niño, mira, aprovechando que te dignaste a hablar conmigo… - suspiró para soltar la frase… - Creo que Soun va a comprometer a Akane.

- Ja, ja, ja… que graciosa madre… si vas a inventar algo, mejor…

- No es mentira Ranma.

- ¡Él no puede comprometerla, es mi prometida!

- Si mal no recuerdo, tu rompiste la última vez el compromiso.

- Eso es algo entre Akane y yo, y nadie tiene por que meterse – intentó caminar con el teléfono, pero este era de espiral, cuya base estaba anclada al mostrador y se dio un buen tirón de regreso – Así que dile a Soun que mantenga sus asuntos lejos de ella.

- No.

- ¿No? ¿Cómo que no? – ofendido más que sorprendido

- No, si ya estás lo bastante grandecito para tomar tus cosas y decidir irte, pues también tendrás que ser lo suficientemente mayor para regresar a casa y resolver lo que según tú no es un problema. – Ranma se quedó callado, anonadado por las palabras de Nodoka - ¡Ah! Y por cierto, además de apresurarte, más vale que vengas con una muy buena razón para que el señor Tendo te elija para darte la mano de su hija, porque los Wada, tienen dinero hasta para tapizar el cielo y tú, lo único que tienes, son tus berrinches. – y colgó.

Ranma se quedó con el teléfono en la oreja por varios segundos más, sin creerse que su madre le hubiera dado la espalda como si no le importara, ¿No era ella la que pregonaba que Akane sería su hija?

- Maldición… - rechinó los dientes, colgando por fin el aparato.

- Ran… Ranma, hijo… ¿Todo bien? – preguntó Genma apropósito.

- Toma tus cosas, regresamos a Nerima. – el hombre sonrió burlón.

.-.-.-.-.

Tres días después Akane estaba sentada en la mesa con Soun y sus dos hermanas, en realidad no parecía preocupada, ya no tenía 16, no iban a poder controlarla como en aquellos tiempos.

- Como ya sabrán, el señor Wada me ha hecho una petición para unir a las familias. Tras varias reuniones con él y en estás últimas con su hijo Yuji, he decidido otorgarle la mano de una de mis hijas. – Kasumi seguía conservando la sonrisa de siempre, Akane a su lado solo rodó los ojos y Nabiki, en la otra orilla se pintaba las uñas. – Yuji tiene una petición muy particular para su elección de esposa pero, antes de tomar una decisión quiero escucharlas primero.

Kasumi volteó a ver a Akane, Nabiki volteó a ver a Akane, luego, ambas se miraron entre si y pusieron al mismo tiempo sus manos en los hombros de la menor.

- ¡Akane es la más indicada! – dijeron unísono y la de pelo azul volvió a rodar los ojos, sin decir nada, esperando para ver con que salía su padre.

- Bien, siendo esa su elección – dijo el hombre un poco nervioso.

- Un momento – sacudió sus hombros quitándose molesta las manos de sus hermanas – yo no he dicho que si. – casi con calma habló.

- Bueno hermana, Yuji está muy interesado en ti, ha expresado abiertamente su deseo por convertirte en su esposa. – Kasumi seguía sonriendo pero de manera más superficial.

- Además – comenzó Nabiki – Está interesado en las artes marciales como tú y es más educado que Ranma y guapo, no te va costar quererlo.

- Ya… que consideradas ustedes, ¿pero adivinen qué? Yo ya tengo prometido. Que lastima, va a tener que ser una de ustedes dos.

Kasumi perdió la sonrisa, por su lado Nabiki, suspiró y dijo.

- Tú y Ranma, pasaron a la historia, ¿No lo recuerdas? Él rompió el compromiso, mejor cásate con Yuji y haz rica a esta familia Akane – se miró las uñas como si nada.

- Eso es algo entre Ranma y yo, a ustedes no les incumbe. Así que si piensan que me van a echar por delante en esto, se equivocaron. El hijo de Wada podrá estar interesado en mi, pero realmente no sería un problema si cualquiera de ustedes dos ocupa el puesto en el compromiso, lo único que les importa es emparentar con el mundo de las artes marciales por que son aficionados, nada más, ¿Cierto padre?

- Bueno, si… - ambas hermanas perdieron color.

- Además, siguiendo la lógica con la que me comprometieron la primera vez… - pareció pensarlo un poco – Tiene la edad de Kasumi y comparten el gusto por la buena comida, serán una buena pareja. – la aludida abrió los ojos como platos, aterrorizada de que fuesen a comprometerla, sobre todo cuando Soun se llevó un dedo a la barbilla pensándolo. – Por otro lado Nabiki ama el dinero y los negocios, creo que también serían una buena pareja. – la mediana la miró como si se estuviera burlando de ella.

- Creo que no lo había visto de esa manera – habló Soun.

- Además ninguna de las dos tiene un compromiso, tampoco novio, vaya, que ni siquiera salen con alguien, son completamente libres para ser comprometidas en ese bonito acuerdo – ironizó.

Kasumi se puso de pie y fue hasta su padre dejándose caer a su lado.

- Pa… papá, no puedes comprometerme a mi, ¿Quién atendería la casa si me voy? Sé que el señor Yuji quiere que su esposa lo acompañe en sus viajes de negocios y no podría visitarte.

- ¡Pues yo tampoco me voy a comprometer! – Nabiki exigió con las palmas en la mesa.

- ¿No acabas de decir que era educado y guapo Nabiki? – Akane la miró con autosuficiencia.

- ¡No para mi! Me gusta el dinero, pero no voy a atarme a un hombre por eso, por lo menos no de manera permanente. – encogió los hombros explicando lo último.

Soun, viéndose en una encrucijada, miró a Akane quien regularmente para evitar peleas era la que cedía, sin embargo ella, cansada agregó.

- Escucha papá, piénsalo un momento, me comprometiste a Ranma, incluso antes de nacer para que se unieran las dos escuelas de combate libre, si me caso con otro, eso se perderá, luego está el hecho de que no habrá quien me ayude a dirigir el dojo porque Yuji no practica artes marciales, además si voy a estar viajando con él, ¿Quién se va a hacer cargo del salón de entrenamiento cuando tu ya no puedas hacerlo? – Soun pareció pensarlo, antes de que dijera algo más, la joven volvió a hablar - ¡ah! Claro, sin contar que si me comprometes, no me vas a volver a ver ni el polvo.

Luego salió de la habitación.

.-.-.-.-.

Al día siguiente, dentro del dojo Soun se encontraba sentado en la duela con sus tres hijas a su lado, comenzando desde la más chica. Frente a ellos, la familia Wada reposaba contenta esperando la confirmación del compromiso. En la puerta corrediza, Nodoka se encontraba de pie viendo el evento con un nudo en la garganta.

Wada Yuji, miraba a Akane cada tanto con cierto aire coqueto.

- Bien, comencemos con esto de una vez – dijo Tendo después de un silencio incómodo.

- Quiero que sepa señor Tendo que estamos muy felices por consolidar la unión de nuestras familias. – Nodoka ante esto, se llevó a la boca el pañuelo que siempre cargaba y lo apretó con los dientes. – Así que yo…

- ¡Yo me opongo! – Gritó con fuerza Genma al entrar al dojo – Nodoka pareció respirar de nuevo al ver que no venía solo y que su primogénito apartaba a su padre para tomar la palabra.

- Viejo ridículo… - susurró

- Siempre quise decir eso – le dijo bajito a su esposa.

- Pero… pero… tú… ¡¿Qué insolencia es esta Ranma?! – Soun se paró de su lugar

- Señor Tendo. – dijo de manera formal, tratando de no exaltarse al notar las intenciones del hombre por comprometer a su prometida. – Solo vengo a recordarle… - respiró hondo – que nuestras familias ya tienen un compromiso desde hace ya muchos años, desde antes de que Akane y yo naciéramos incluso, y espero que lo respete. – habló carraspeando un poco pero con seguridad.

Akane intentó acercarse, al fin y al cabo, ella ya se había encargado del problema, pero su padre lo impidió y en su lugar habló, a saber si realmente quería saber las claras intenciones de Ranma o solo quería darle una lección por haber abandonado la casa.

- Dame Ranma – se le acercó como si fuese un buitre protegiendo a sus crías – una sola razón – lo tomó de la sucia camisa roja – para que yo – le dio una sacudida – quiera regresarte la mano de mi Akane en matrimonio.

- ¡¿Si porqué?! – el joven Wada se levantó y se puso en un lado de Soun, seguro de que nada de lo que dijera ese muchacho harapiento de trenza podría ser una razón de peso para vencerlo. – Yo soy rico, de buena familia, un joven prometedor – el chico se señaló a si mismo con orgullo – la trataría como a una reina cumpliéndole todos y cada uno de sus caprichos. Mejor aléjate perdedor por que la señorita Tendo Akane será mía.

Ante este último comentario, Ranma sonrió viendo como el pobre iluso se daba la vuelta para sentarse confiado, entonces habló viendo a Soun a los ojos.

- Porque yo, Ranma Saotome, heredero de la dinastía de combate Saotome, mejor peleador del combate libre…

- ¡Cálla… - Akane viendo hacia donde iban sus palabras intentó callarlo desesperada pero todos la ignoraron.

- He deshonrado a su hija señor Tendo y vengo a cumplir como hombre mi afrenta.

Soun se desmayó, Genma levantó el puño en señal de victoria, Nodoka dio un grito de alegría, Nabiki ya estaba grabando la escena y Kasumi palmeaba sonriente el hombro de Akane, esta por su lado, noqueó a Ranma antes de salir furiosa del dojo.

.-.-.

Horas después, Ranma yacía aún desmayado, el señor Tendo le había dado una golpiza y aún no despertaba, sin embargo ya estaba hablando con un sacerdote para reservar una fecha en la iglesia más cercana, mientras que Genma y Nodoka habían ido al ayuntamiento juntos a conseguir un juez.

Luego de un rato, Akane se compadeció de su prometido y fue a verlo a su habitación. Tenía un ojo morado, la camisa rota y la trenza… ya no era trenza.

Ranma, despertó cuando sintió el toque frio de la gasa limpiando sus heridas y de un solo movimiento se sentó, volteó alrededor como si estuviera buscando y dijo.

- ¿A dónde se fue ese idiota? – incluso intentó ponerse de pie, pero Akane lo detuvo.

- Supongo que en su casa, quédate quieto – le riñó y lo siguió limpiando. – El señor Wada se ofendió con tus palabras y decidió que no quería emparentar con nosotros.

- Oye… ¿Qué te pareció mi entrada? – preguntó sonriendo

- Eres un idiota Ranma – ni siquiera lo volteó a ver a la cara.

- ¡Oh vamos! ¡Llegué justo a tiempo! Incluso aunque el viejo me ganó la frase, llegué imponiendo mi presencia, ¿a qué si? – Akane paró lo que hacía y lo miró molesta.

- ¿Por qué lo hiciste Ranma? Tu y yo habíamos quedado en que…

- No, no, no – la interrumpió – tú fuiste la que no querías que nadie se enterara, yo nunca estuve de acuerdo.

- Bien, si, pero – respiró antes de gritarle - ¡¿Tenias que contar nuestras intimidades?!

- ¡Pues si! – le rebatió enseguida - ¡No vas a estar jugando conmigo Akane! ¡Te vas a casar conmigo quieras o no!

- ¿Eres retrasado? ¡Yo nunca dije que no quisiera casarme! ¡Solo que no quería hacerlo antes de terminar la universidad! ¡Mas bien tú eres el que siempre me chantajeaba con terminar el compromiso si no me casaba! ¡Incluso te fuiste durante un mes! ¡Estoy cansada! – Ella se levantó dispuesta a irse pero él la tomó de la muñeca y la jaló a su regazo, abrazándola en el proceso.

- Lo… lo siento… de acuerdo… yo solo… entré en pánico Akane. – suspirando ella lo abrazó

- Siento que nadie me respeta… - habló torciendo el gesto.

- Prometo de ahora en adelante hacer lo que tú digas – la soltó y levantó la mano derecha en señal de promesa, Akane le golpeó el hombro.

- ¡Que fácil ahora que ya te saliste con la tuya! Idiota…

- ¡Claro que no! No me has querido dar un mini Ranma.

Soun y Genma se sentaron en la duela fuera del comedor a observar el atardecer, Tendo suspiraba cada tanto, aun deprimido por el reciente descubrimiento.

- Yo… yo siempre la cuidé bien Saotome… ¿En que momento pasó? - Se lamentó el hombre. El del turbante solo palmeó su hombro, ni loco le decía que había pasado hace más tiempo del que se imaginaba, ya decía él que esa sonrisita que Ranma se cargaba cada tanto no era normal.

- Usted es un buen padre Tendo – el estruendo del techo rompiéndose se oyó mientras veían como Ranma pasaba a ser parte del firmamento.

Fin

.-.-.-.-.-.

.-.-.-.-.

.-.-.-.

.-.-.

.-.

.

11 de Diciembre. Pues aquí estoy de nuevo con esta ocurrencia. No se preocupen, "La Esencia del Amor" pronto será actualizada, solo decidí sacar otra historia aleatoria para variar jeje.

Saludos a todos los que me apoyan, especialmente a:

- SARITANIMELOVE (x3)

- Psicggg

- Juany Nodoka

- Guest (01)

- Carol FVargas

- Benani0125

- Iselaglezcam

- Alicia

- lunita18

- Sary Topai

- Akanita87

- Vero Guti

- PaoVedder

- Nina

- Bealtr

- 1Andrea11

- Arianne Luna

- Hanya

- kariiim

- AbiTaisho

- hinatacris

- Korei

- Guest (02)

- Zue san

- Felicius

- Guest (03)

- paulayjoaqui

Nos leemos mañana, de este lado del ciber mundo, AkaneMiiya.