Hola... etto... bueno ahora sí el cap. 10, lo siento pero es que en el sumary puse que ya lo había subido pero en realidad no fue así la maquina no quiso leer mi disco¬¬ pero aqui esta! por fa dejen reviews... de eso vivo O¬O

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-¿Oyes, Kumagoro? Shu toca majestuosamente –envuelto en las penumbras de la habitación, Ryuichi descansa sentado en la cama con la espalda recargada en la cabecera –es una lastima que su interpretación se la dedique a alguien mas y no a nosotros… no a mi, y sabes que es lo peor… que jamás lo hará… -pone mas atención a la música –es preciosa… simplemente preciosa…

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En el gran salón, los últimos acordes de la pieza musical inundan el lugar dando paso a un admirable silencio que es barrido por los aplausos de los asistentes que han quedado mas que maravillados por la perfecta ejecución de su majestad, este pide un poco de clama

-Gracias, me agrada saber que disfrutaron la pieza, gracias de nuevo. Ejecutada en honor a nuestro invitado. –señala a Tatsuha, quien no cabe en su asombro y que permanece callado; Shuichi se acerca a él, ofreciéndole una pluma -¿me regalaría el primer autógrafo de su gira por este pequeño país?

-¡Por supuesto, su majestad! Es lo menos que puedo hacer por tan agradable y excelso recibimiento… algo que definitivamente no me merezco.

-Alguien con su carrera y potencial debería recibir algo mejor –sonrisita

-Ya no siga o hará que me sonroje –continúan platicando. A distancia un par de ojos dorados los observa detenidamente con una serna voz de fondo

-¿Sucede algo Eiri-san¿te molesta que todo haya salido perfecto?

-Si ya lo sabes…

-Pero si aun falta la cereza del pastel, o ¿acaso Yuki Eiri se marchara sin coronar esta perfecta fantasía de su majestad?

-Desde luego, en cuanto esto termine, Tatsuha regresara al hotel y no saldrá de ahí hasta la firma de autógrafos en el domo comercial

-¿Y quien esta hablando de Tatsuha-san? –se aleja llegando a donde Sakano, Eiri lo observa intentando comprender sus palabras

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Una vez terminada la gala, poco mas de medianoche, los habitantes del castillo descansan en sus respectivas habitaciones, todos excepto Shuichi que por mas que lo intenta no puede conciliar el sueño, después de dar vueltas y vueltas en la cama se pone en pie y decidiendo tomar un poco de agua se dirige a la mesita donde descansa la jarra… sin el liquido. Algo molesto sale de la habitación con dirección a la cocina; ahí, sin detenerse bebe un gran vaso de agua suspirando totalmente relajado al sentirse mejor. Con una gran sonrisa en el rostro regresa a su habitación, sin poder evitarlo, fija su mirada en la puerta de Eiri, descubriendo algo en común entre su profesor y su ídolo

-No me había dado cuenta antes pero Eiri-sensei se llama igual que Yuki-sama –de pronto la puerta se abre dando paso a un par de manos que lo llevan al interior del lugar, cerrándose la puerta cautelosamente. Una vez adentro Shuichi se encuentra apresado entre la pared y el cuerpo de su mentor quien le sujeta fuertemente de las muñecas, uniendo su respiración a la del pelirrosa, habla quedamente

-Sí, así es, tu idolatrado escritor y tu amable profesor comparten el mismo nombre, y no, no es una simple coincidencia…- se acerca aun mas, susurrándole al oído –Uesugi Eiri y Yuki Eiri son la misma persona… algo muy conveniente para su majestad ¿cierto? – clavando su felina mirada en los violetas ojos de Shu espera a que este le conteste; sin saber que opinión dar acerca de lo que se le ha revelado Shuichi solo atina a hacer algo: dejar libres sus sentimientos, con respecto al rubio, en forma de un beso apasionado que a Eiri no parece desagradarle en lo absoluto

Decidido a llegar hasta donde el pelirrosa le permitiera, Yuki recorría cada rincón de la mentolada boca de Shuichi, dejándole de cuando en cuando respirar, en tanto una de sus manos se deslizaba desesperadamente debajo de la camisa del pijama alcanzando su pecho, tomando entre sus dedos uno de los rosados pezones jugando con el; no resistiendo mas lo despojo de la prenda bajando desde los labios hasta su torso donde se dedico a saborear los delicados botones, considerándolo suficiente bajo un poco mas hasta llegar a su ombligo dedicándole unos segundos de lascivas lamiditas, siguiendo su recorrido por el nervioso cuerpo de su majestad por fin atracó en su destino: la erguida y extasiada virilidad del chico; separando un poco las piernas de este dirigió una lujuriosa mirada al miembro, apoderándose de el, comenzó a degustar cada palmo de aquella parte. Aunque su deseo era mas grande que su razón Yuki se contuvo, su intención no era la de darle una mala impresión al chico, aun no, lo mejor era ir despacio, como si se tratase de su primera vez aunque ya estuviera mas que toqueteado por el loco del conejo además no tenía prisa, recordando lo que Tatsuha le había contado de "eso" era necesario permanecer mas tiempo en aquel país, sí aquello era lo mas conveniente aunado a que ya empezaba a tomarle algo de estima al ingenuo príncipe de cabellos rosas.

Shuichi aun no salia de su asombro, su profesor y el escritor que él admiraba eran la misma persona, en algo tenían la razón las palabras de Eiri: eso era algo muy conveniente para él ya que desde hacia tiempo el rubio no le era indiferente y esto quedo mas que demostrado muchas veces al actuar de manera tan extraña cada que le tenía cerca; fueron muchas las veces que se imagino siendo poseído por su mentor y por fin eso se hacia realidad. Por mucho que lo intentaba no podía contener sus gemidos, las demostraciones de Yuki le estremecían en exceso, sentir sus labios besando sus pezones, su lengua jugar en su ombligo y esa libidinosa mirada que se centro en su parte lo hizo clamar porqué lo tomara ya, le era imposible esperar un segundo mas y su desesperación creció al notar que este cataba sin apuro su erección; con expresión suplicante exigió que pasara a lo siguiente.

Cumpliendo su exigencia y sabiéndolo listo, Yuki lo tomo por el torso girándolo bocabajo dirigió su virilidad hasta la estrecha cavidad que Shu le ofrecía entrando lentamente; al sentir la erección de Eiri, Shuichi no pudo evitar querer apartarse y mucho menos dejar escapar débiles quejas que en vez de frenar al rubio parecía incitarlo mas; sin prestar atención a las protestas del pelirrosa Yuki decidió sentirse completamente adentro de una vez, en un solo movimiento lo penetro haciéndolo arquear su cuerpo de dolor quejándose sin disimulo, para callarlo llevo un par de dedos a la fina boca del príncipe, ahogando toda protesta. Moviendo pertinentemente su cadera, Eiri lo embestía de manera tranquila mientras su mano, la que tenía libre, masajeaba el miembro del chico…

-Aaaah Ei-Eiri-san… aah y-yo… aah, sí, estoy… estoy a punto de… aaaah

-No, aun no Shuichi… no es el…

-Aaaaah… Yu-Yuki y-yo me… me corr... ¡aaaaaah!

-¿Terminar antes que yo? Eso no es nada educado su majestad, recuerde que antes de pensar en usted debe de pensar en su pueblo –se aparta, volviéndolo quedan frente a frente lamiendo su barbilla hasta llegar a su boca juega con la lengua de Shu –por eso… -lo hala a él obligándolo a que le monte –tiene que ser castigado por el pueblo.

De nueva cuenta inicia la faena, con miras a no concluir hasta que su libido este mas que satisfecho.