La escalada hasta el risco en el que habían visto la columna de humo les llevó media hora, puede que algo más. No habían querido arriesgarse a digievolucionar para no llamar la atención. Ignoraban quien estaba allí o si sería peligroso; así que optaron por el sigilo a la sorpresa. Era más provable, según Izzi que aparecer de repente con digimon evolucionados causase problemas. Gatomon y Agumon abrían la marcha, los seguía Tai; luego iban TK e Izzi quienes estaban conversando. Cerraban la marcha Patamon y Tentomon.

—Sigo pensando que deberíamos haber contactado con Kari. O al menos intentarlo —bufó Izzi. —Pero Tai se mantiene intransigente, no parece dispuesto a dar su brazo a torcer.

—Ten en cuenta que lo que presenciamos fue escalofriante —dijo TK en tono conciliador. —Tu no estabas allí pero la sensación fue como de muerte y oscuridad. Una oscuridad distinta a la de cualquier digimon oscuro. Era algo complicado de comprender entonces, ni siquiera ahora lo comprendo; solo sé que a mi no me inspira confianza.

—Pero si no hemos escuchado que tiene que decir.

—Huyo.

—Si, salió corriendo. ¿Pero le disteis algún motivo para huir de vosotros?. He hablado con Tentomon al respecto, y os pusisteis en posición de ataque.

—No fue algo intencionado. Luego tratamos de buscarla y no apareció. Aunque reconozco que nos estábamos centrando en atraparla antes que hablar con ella. No traté de contactar con ella después de lo acontecido.

—Yo tampoco, y me siento mal por ello. Diga lo que diga Tai. —Suspiró, mirando hacia adelante. —Nunca pensé que le importaría tanto la sangre.

—La sangre es importante. Aunque me parece raro porque en su clase había un par de chicos que están en familias adoptivas y tiene buen rollo con ellos, nunca les ha hecho ningún comentario de "no sois realmente de vuestras familias" o cosas por el estilo. La verdad Izzi, no se porque con Kari es diferente.

—Siempre estuvieron muy unidos. Puede que pensase que ella lo sabía y nunca le dijo nada, o bien...

—¿Bien qué?

—Al principio era él quien la defendía y abogaba por ella, por que habría una explicación para lo sucedido.

—Él y Ken Ichijoji.

—Sí. El caso es que creo que la apoyaba bajo la perspectiva de "somos hermanos y alguien de mi sangre nunca haría algo tan horrible. Nunca usaría la oscuridad"; así que, enterarse que no tienen ninguna relación genética.

—¿Por qué no le enviáis un mensaje? —Preguntó Patamon entrando en la conversación. —Se que Tai se enfadaría mucho y Gatomon también; los demás no lo sé. Tai tiene mucha presencia en el grupo.

—Yo creo que os equivocais con la idea de excluirla —admitió Tentomon.

—¿Y si ella tiene algo que ver? —Preguntó Izzi. —Es algo complicado.

—Solo tenemos que recordar lo que nos dijo Homeostasis hace años: Luz y oscuridad son dos caras de una misma moneda.

—Patamon... puede que tengas razón pero es tarde y ya no hay vuelta atrás —dijo TK girándose a mirar a su compañero. —No confío en Kari. No después de ver eso aunque se que debimos darle el beneficio de la duda. Yo no he mantenido el contacto con ella, ni tampoco lo he intentado y, por lo que se ni Davis ni el resto se han comunicado con ella.

—Yo tampoco lo he hecho... me gustaria hacerlo pero después de... ¿cuanto va ya? ¿siete años?. No creo ni que lo lea.

—Ella nunca me pareció del tipo rencoroso —observó Patamon.

—No sabemos cómo actuará ahora.

La conversación cesó conforme estaban más cerca del risco. Fue Tai quien les hizo el gesto para que callaran. Ambos podían comprender el porqué, si querían acercarse con sigilo esa era la forma adecuada de hacerlo. Diez minutos después llegaron al lugar, ocultándose. Observando el panorama que se abría ante ellos.

Era un campamento muy bien organizado y Kari estaba allí junto a otros cuatro chicos y tres Digimon. Intercambiaron una mirada inquietos tratando de escuchar de qué hablaban, lo que les resultaba difícil. No podían acercarse más, eso los delataría. Por otra parte, les inquietaba esa coincidencia. ¿Qué hacía Kari allí?. Uno de los chicos parecía peligroso, tenía un algo en la mirada de "no te metas conmigo". Otro de los chicos parecía el típico chico que causaba estragos en clase y... ¿estaba jugando con una bola de fuego?. El tercero de los chicos tenía un aspecto tenebroso y una espada con un mortífero brillo atada a su cintura. Kari parecía serena y relajada, preparando la comida y al mismo tiempo siguiendo la conversación.

Tai miró de nuevo a sus compañeros y sacó su D-terminal, decidiendo que se comunicarían mediante eso. Era un método seguro y sobretodo silencioso. Izzi se fijaba en su mirada, era de total desprecio e ira; sabía cuanto le estaba costando a Tai contenerse. También miró hacia TK, quien fruncía el ceño con desconfianza. Pasó de mirar a sus amigos a mirar a los digimon. Agumon tenía una mirada parecida a la de Tk y Gatomon a la de Tai, eso no podía ser bueno si significaba lo que pensaba que significaba. Patamon y Tentomon estaban tranquilos y relajados. De todos ellos, a Izzi le preocupaba la reacción de Gatomon. ¿Se volvería en contra de Kari al punto de atacarla o permanecer impasible si corría peligro?. Ese era su temor. Miró hacia Tentomon, su propio compañero Digimon y supo que estaba pensando algo similar.

(***)

Mientras Tai, Izzi y Tk se iban a recopilar información, Matt se quedaba a cargo del resto del grupo. Frunció el ceño pensativo. Él no se consideraba adecuado para ser un líder, pues prefería actuar la mayor parte de las veces por su cuenta. No era un líder natural como Tai y no sabía hasta que punto los otros confiaban en él. Se quedó mirándolos; Tai había dicho que montasen el campamento, pero no era lo único que había por hacer. Finalmente se decidió.

—Sora. Tu y Mimi id a buscar leña. No traigáis ninguna rama que este verde o tardará en prender, en el peor de los casos. Llevad con vosotros a uno de los vuestros compañeras, o a Biyomon o a Palmon. Quien se quede de las dos ira a buscar junto con Gabumon comida. Nadie se alejará más de dos kilómetros del lugar.

—Yo no entiendo porque tenemos que separarnos.

—Pronto anochecerá, Mimí —razonó Palmon. —Lo mejor será que sea yo quien vaya con Gabumon, con mis habilidades podré coger cosas de los árboles de forma más fácil.

—De acuerdo. Vuena suerte, chicas. —Les dedicó una sonrisa y se volvio hacia Joe. —Tú y Gomamon ir a ver si conseguis algo de pesca. Sois los adecuados para eso.

—Por supuesto, Matt. ¿Y tu qué harás?

—Montaré las tiendas y prepararé el hueco para la hoguera. No sabemos cuanto van a tardar Tai y el resto en volver así que mejor que tengan algo que comer cuando regresen. Ya hablaremos de los turnos de guardia cuando estemos todos.

Sacó los materiales y se dispuso a montar las tiendas. Eran simples y no requerían mucho más que desplegarlas y afianzarlas bien al suelo. Tenían un total de tres tiendas. Una para las chicas y las otras dos para el resto. No tendrían demasiado espacio libre pero tampoco estarían hacinados. Esa era la ventaja de haber podido medio-planear aquel viaje. Suspiró, revisando su tarea tantas veces como fuese necesario para asegurarse que no habría ningún problema con las tiendas. A fin de cuentas, era quien estaba familiarizado con ir de acampada. Luego comenzó a cavar un pequeño agujero para dejar la leña y prenderle fuego. Todo listo. Escudriñó el bosque y también miró en dirección a Joe, parecía estar bastante bien. Desvió la mirada hacia la columna de humo que habían visto antes. ¿Cómo les estaría yendo a los demás?

(***)

Kari había terminado de hacer la comida mientras seguían la conversación sobre cómo organizarse y qué hacer ahora; tal como estaban no tenían más información de lo que sucedía. Solo que ese mundo los necesitaba para salvar el mundo de los humanos y que la parte mitologica de ese mundo estaba implicada en lo sucedido. Sino, no se explicaba el que Percy, Nico y Leo fuesen nuevos elegidos.

—Tendríamos que explorar los alrededores, hablar con las criaturas que aquí vivan a ver si podemos sacarles más información —Observó Percy.

—Lástima que no conozca esta isla. Me gustaría saber más de la misma pero cuando llegué aquí por primera vez los otros elegidos ya la habían explorado.

—¿Y si la cartografiamos? —preguntó Leo. —Sabemos hacia donde quedan las ruinas aquí hay un risco y una playa a parte del mar. Si hay alguna respuesta puede que esté aquí.

—O puede que no —dijo oscuramente Nico. —Tu lo que quieres es explorar la fábrica.

—Touche. Sería muy feliz haciéndolo —reconoció Leo.

En ese punto se apartó de la conversación, centrándose en su D-Terminal. Tenía un mensaje de Ken. Parte del grupo de elegidos había viajado hasta allí y era probable que se encontrasen con ellos. En su mensaje le daba la lista detallada de quienes eran los que participaban en aquello. Se lo podía esperar. La profecía era clara en ese punto. Lo que le preocupaba era como podía ser el choque entre ambos grupos. Semidioses y elegidos. Así como la reacción a su presencia.

—Ellos han llegado ya aquí. Los otros siete —Informó a sus compañeros con gesto serio.

—No pareces contenta —observó Percy.

—Ellos la rechazaron —dijo Nico. —Si hubiesen podido la habrían linchado en su momento. Por como reaccionaron, no estarán muy contentos de verla.

—¿Como sabes eso? —preguntó Leo.

—Yo se lo conté. —Kari suspiró pensativa. —Ya cruzaremos ese puente cuando debamos cruzarlo —respondió mientras terminaba de responder a Ken y dándole algunas ideas que podían aplicar en cuanto a la defensa de la ciudad.

—Pues me parece que va a ser más temprano que tarde —dijo Percy. Estaba señalando hacia abajo. —¡Mirad!. Los van a atacar.

Kari se levantó y se acercó a mirar, frunciendo el ceño. Tenían que actuar rápido. Se colocó el carcaj y el arco. No había tiempo para estrategias. Escogió un par de flechas que al impactar generaban enrredaderas. Las usaría contra las blemias, eso las retendría un poco. Entonces apuntó y las lanzó hacia ellas derribandolas y disfrutando de que forcejeasen entre ellas. No solo había blemias, también el minotauro.

—Percy. Encárgate tu de saludar al cara cuernos —dijo elevando la voz. Proyectándola para que los monstruos la oyesen. Eso también hizo que Matt, Sora, Joe y Mimi mirasen hacia ella. Los miro con serenidad, aunque no sabía si podían o no captar su mirada.

—Dame el arco y las flechas y coge mi espada, Kari —dijo Nico. —Os cubriremos.

—Si. Yo prepararé de una de las esferas de arquimedes —coroboro Leo.

—Vamos Kari. Saltemos al mar, yo me encargaré que no pase nada. Ya sabes. Se me da bien el agua —dijo con gran disposición. Eso hizo que su dispositivo digital brillo, haciendo que su compañero Lopmon digievolucionase y se convirtiese en Turiemon.

—Subiros a mi espalda, yo os llevaré abajo —Afirmó Turiemon.

—De acuerdo, pero mantente al margen a menos que se nos vaya de las manos —le pidió Percy a su compañero. — No sabemos como puede afectarse un ataque de esos seres.

Ambos, Kari y Percy se subieron a la espalda de Turiemon. El digimon salto de lo alto del precipicio hacia el centro del problema.

(***)

Tai, Izzi y Tk se quedaron estaticos al escuchar aquello. Estaban atacando a sus compañeros, y aunque no le quedaba muy clara la intención de Kari y los otros tres extraños muchachos. No parecía que se fuesen a sumar al ataque aunque la situación era extraña. La expresión sombria de uno de los chicos, pero sobretodo la fría determinación analítica en el rostro de Kari.

—Tenemos que detenerlos, son nuestro enemigo —dijo Gatomon. —Usanan esos tres digimon en contra de nosotros. No entiendo como Lopmon se ha hunido a ellos. Es un digimon sagrado, supongo que lo estarán corrompiendo. Hagurumon, es una maquina. Las maquinas no piensan. Pero Impmon es un digimon oscuro. Hay que detenerlos. — Sin decir más se lanzó tras ellos, derrivando al chico que intercambiado su espada con Kari.

—Mierda —rigió Tai — Gracias a Gatomon nos han descubierto —Los otros dos chicos miraban en su dirección. El que estaba trasteando en una esfera metálica desconcertado; el otro con el ceño fruncido. No se lanzaron a por ellos, pero los que parecían sus compañeros digimon si que se plantaron delante entre ambos grupos, comenzando a brillar y digievolucionando. El tal Impmon se convirtió en Dobermon y Hagurumon en Guardromon. Se notaba que estaban tensos.

—Parece que Gatomon tenía razon —dijo Agumon —¿Digievoluciono en Wargreymon y los machaco?

—No. — La voz de TK se mostraba intransigente en ese aspecto. —Al actuar Gatomon así ellos nos han considerado una amenaza. Ademas, mi hermano y los demás están en peligro.

—Es mejor que vayamos a ayudarles —sugirió Izzi.

—Id vosotros. Greymon puede con estos. —Tai estaba completamente cegado por la rabia. —Vamos, Agumon.

Izzi y TK se miraron desconcertados antes de comenzar a alejarse del lugar. A ninguno de los dos les gustaba el matiz que estaba tomando todo aquello. Izzi hizo que Tentomon se convirtiese en Kabuterimon. Pocos segundos después contemplaron desde el aire tanto lo que ocurría en la playa como a Greymon usando su megallama sin que los otros atacasen de ninguna manera. De hecho se veían muy sorprendidos. Lo ultimo que vieron antes que el fuego alcanzase a los dos amigos de Kari y sus digimon fue ver al que estaba jugando con el fuego cubrir al otro chico llevandose la mayor parte del golpe.

(***)

Kari y Percy llegaron abajo en cuestión de segundos, enseguida se percataron que aquel grupo de cuatro personas amenazado por las criaturas había tratado de enfrentarlas y habían perdido. Sus compañeros digimon estaban heridos. Percy se situó frente al minotauro, Kari corrió a enfrentar a las blemias.

—¡Eh!¡Me echabas de menos! —le gritó Percy al minotauro.

El minotauno no se tomo aquello con mucha tranquilidad. Decir que se había puesto furioso por ver ante él a quien lo había derrotado en dos veces anteriores. Percy desplegó anaklusmos, la espada que lo había acompañado desde los doce años, y enfrento al minotauro con una sonrisa sarcástica ante la mirada atónita de los que estaban en la playa sosteniendo a sus digimons.

Tanto Matt como Sora, Mimi y Joe, estaban sorprendidos por la aparición de Kari y ese otro chico; Gatomon los había seguido pensando que iban a atacarlos pero se quedó estática al ver que se habían puesto en posición de cubrir a sus amigos, de defenderlos.

—¿Que ha ocurrido? —le preguntó a Matt al tiempo que los miraba a todos.

—Nos atacaron de repente. Nuestros compañeros no tuvieron oportunidad contra ellos. Sus ataques no les hacian efecto.

Percy luchaba contra el minotauro, más bien parecía entretenerse completamente con él. También se notaba que tenía la situación completamente controlada. Kari en cambio miraba a las blemias con pose relajada mientras estas luchaban por desenredarse de las enredaderas en las que las había atrapado. Podía parecer que así podía acabar con ellas fácilmente, pero nada más alejado de la realidad. Eran más fuertes y resistentes de lo que parecía. Enfrentar a una con la espada que le había prestado Nico podría resultar; pero no contra cinco. En esa circunstancia era mejor recurrir a la astucia. Rodando los ojos corto las enredaderas, provocando un gran asombro a los cuatro elegidos que se encontraban en el lugar y una mirada nada amistosa por parte de Gatomon.

—Gracias por liberarnos, has sido muy amable —dijo una de las blemias, parecía la portavoz de todas ellas. —Ahora, prepárate para morir.

Eso era mejor, significaba que era la más lista de las que había allí, con lo cual si lograba llevarla a su terreno tenía la partida ganada. Observo a las otras cuatro blemias, una de ellas era musculosa y tenía una doble espada. Se notaba que era quien más fuerza física tendría. Si su plan salía bien probablemente tendría que enfrentarse a ese monstruo. Pero la inteligencia podía ganar a la fuerza física.

—Si, bueno... será un placer morir y todo eso. Y os agradezco la cortesía de avisarme de ello. ¿Podría tener algo de tiempo para componer mi epitafio?

—Epi... ¡No! —La blemia la miró con el entrecejo fruncido. —Te burlas de mí.

—Nunca lo haría. Eso no sería muy cortes y la cortesía esta siempre ante todo.

—Si, muy cierto. Ahora preparate para morir.

—¿Sabéis cual es otra norma de cortesía?

—No, cual.

—Los sentenciados a muerte, antes que se les aplique la sentencia tienen una última comida. Lamentablemente yo ya he comido. Pero me gustaría pediros un último favor...

—¿Qué favor? —Con esa pregunta que quedó claro que la blemia lider había mordido el anzuelo.

—Un pequeño entretenimiento último. Un espectáculo con el que pueda disfrutar sabiendo que he sido la persona más feliz del mundo. Vosotros sois muy fuertes, hábiles y resistentes y yo, solo soy yo —dijo con calma y un tono completamente educado. —Así que solo haría falta uno de vosotros para acabar conmigo. El mejor de todos. ¿Que tal un pequeño torneo entre vosotros y que me mate el último que quede en pie?

—El resto moririamos.

—Si, no lo niego. Pero lo haríais como héroes y seriáis eternamente recordados. Es un buen trato.

—Vale entonces. El ultimo de nosotros cinco que sobreviva sera el que te mate.

—Me parece correcto.

Con esas palabras las blemias comenzaron a enzarzarse en una pelea entre ellas. Kari sabía que a parte de su constante obsesión con la "educación", eran demasiado literales. Así que no se detendrían hasta matar a sus compañeros con tal de que uno quedase completamente en pie. Solo con ese movimiento ya había obtenido una ventaja. Podía escuchar los susurros al respecto de Matt, Sora y Gatomon; mientras Joe ayudaba a Mimi a manejar la crisis de ansiedad en la que se encontraba.

Un rugido de rabia junto a una explosión le indicaron que Percy había logrado derrotar al minotauro. Se giró unos instantes para ver a Nico y Leo caer desde lo alto del acantilado con llamas en la ropa y a los compañeros inconscientes de ellos hacia el mar. Extendió el brazo que tenía libre hacia uno de los árboles haciendo que creciesen las ramas de forma que actuasen de amortiguador para evitar que sus amigos se llevasen un buen golpe, sabía que el árbol permitiría que cayesen al suelo con seguridad. Percy también había reaccionado y se había metido en el mar para poder rescatar a Impmon y Hagurumon, tras lanzarle su espada. Kari alzo la mirada hacia el risco, viendo allí a Tai. Frunció el ceño, sabía que la estaba mirando. Apretó el puño alrededor de la empuñadura de la espada de Nico tratando de controlar la rabia que sentía hacia Tai en ese momento. Él los había atacado, lo tenía bien claro. Ni Nico, ni Leo eran de los que atacaban en primer lugar. Como semidioses nunca iniciaban una pelea, menos contra un mortal. Eso era completamente claro. Vio como Tai se subía en Greymon y saltaba hacia Turiemon. Iba a atacarlo como había atacado a los otros.

—Tai, detente. No los ataques —gritó Matt en cuanto Greymon llegó a tierra y se preparaba para atacar. —Nos han protegido.

—Miraos como estáis. Son monstruos y como dice Gatomon usaran a estos digimon en nuestra contra.

—En eso te equivocas. En ambas cosas —dijo Kari con calma absoluta y una mirada fría. Por el rabillo del ojo se percató que Nico corría hacia ella y le devolvió su espada lanzandosela por el aire, así podría empuñar la que le había pasado Percy con mayor comodidad.

—Turiemon. Tan solo defiendete. No hieras a nadie —Percy acababa de salir del agua, con los dos digimon heridos y los enseres de los cuatro. Por suerte estaba todo bien. Percy miraba a Tai ceñudo. Kari sabía que al igual que ella se estaba conteniendo.

Kari se volvió hacia la blemia superviviente, era la que había previsto. Miró a Nico que estaba ya a su lado. Ambos asintieron. Atacarían juntos, era la mejor forma de proceder. Además que ellos dos no era la primera vez que jugaban en equipo. Lo primero era lograr deshacerse del arma del enemigo, después ya vendría su destrucción.

—Greymon, ataca —Ordeno Tai. —Son nuestros enemigos.

—Tai, detente —rogaron Izzi y Tk que venían volando en Kabuterimon. Tanto Kabuterimon como Patamon fueron a cortarle el paso a Greymon. Tenían que parar esa pelea. Sabían que Tai había atacado a los otros sin ser atacado primero. —No puedes actuar de esta manera.

Kari hacía un sobresfruerzo para no desconcentrarse. Tai la había liado pero bien, y no podía encargarse de eso ahora. Si se distraía, aquella criatura atacaría al resto. Con Leo fuera de combate por cortesía de Tai y Percy desarmado. Si Nico y ella caían, entonces solo quedaba Percy y sus poderes acuáticos hasta que Anaklusmos regresase a él. Golpeaban, esquivaban, golpeaban y volvían a esquivar. Iban bastante bien. Habían sacado la idea de pelear de esa forma, en equipo, de cuando estuvieron viendo las películas de Star Wars. Probaron de forma experimental en el pasado y pronto habían visto que tenia sus ventajas hacerlo de ese modo. Así usaban sus fortalezas y se cubrían en sus debilidades.

Con un golpe separaron el arma del blemia, dejándolo sorprendido. Kari y Nico intercambiaron una nueva mirada de forma fugaz antes de desarmarlo al mismo tiempo, alejando ambos filos del arma y con un rápido movimiento lo destruyeron. No tardó en convertirse en polvo. Como lo había hecho el resto. Al girarse hacia donde estaban los otros elegidos y sus compañeros semidioses pudieron ver que la mayoría los contemplaban con asombro. Tai no, este miraba con molestia a Izzi y Tk por haberle impedido atacar y haber hecho que Greymon regresase a la etapa de Agumon.

Kari se acercó a Percy, que estaba junto con Joe tratando a Leo de un hombro dislocado. Joe se lo había recolocado pero no quería que Percy le diese nada sin saber que era y, Percy se negaba a decirle que tipo de medicamento guardaba en el termo. —Gracias compañero. —Le dijo a su primo con una sonrisa devolviendole la espada. —Tengo suerte que Clarisse me enseñase a utilizar todo tipo de armas. —Lopmon, que había regresado a esa etapa al haber pasado el peligro los miraba con curiosidad.

—Siempre me pareció rara vuestra amistad —reconoció Percy con una sonrisa.

—Digamos que le gusto la forma en que esquivé a cierta persona con mi bicicleta.

—¿Qué persona?.

—Luego te cuento. —Miró hacia donde estaba Tai, quien miraba a todos como si lo hubiesen traicionado. Por la discusión que este tenía con Izzi y Tk, su sospecha se confirmaba. Tai había atacado sin provocación previa. Caminó hacia ellos. —¡Tai! —Sin esperar respuesta, nada más este se giró hacia ella, le dio un puñetazo derribandolo. —Eso por intentar matar a uno de mis primos y a mi mejor amigo. Tienes suerte que estén bien.