¡Hola!

He vuelto muy pronto, jejejeje. Ya veo que os está gustando el fic y ¡estoy muy feliz! Este capítulo lo escribíel otro díamuy deprisa, y la verdad es que tampoco estaba muy inspirada, pero necesitaba hacer cuanto antes este cap para poder empezar cuanto antes lo realmente interesante de la historia. Como estaréis imaginando, es el capítulo de la boda. Me lo podría haber saltado, pero me hacía ilusión escribir algo de la boda XDDDD, lástima que no estuviera muy inspirada ¬¬

Bueno, pues nada, que espero que os guste aunque sea un poquito. ¡Y espero vuestros comentarios! Quería haberlo subido la semana pasada pero no pude ¬¬.

CAPÍTULO 3¿SÍ, QUIERO?

Admito que nunca en toda mi vida habría pensado que me casaría algún día. Yo tenía más que asumido que mi futuro sería de eterno soltero picaflor, y no porque ser un cuarentón solterón fuera la ilusión de mi vida, sino porque mis amigos habían conseguido que terminara creyéndomelo. Después de todo, tenían algo de razón, ninguna novia me había durado más de dos semanas.

Pero tuvieron que tragarse sus palabras, aunque luego me enteré de que hicieron maliciosas apuestas a mis espaldas, todos ellos deseando que el noviazgo con Bellatrix tampoco me durara más de dos semanas. La apuesta más esperanzadora fue la de Remus, que nos dio un mes, porque decía que al menos necesitaría ese tiempo para obtener una identidad falsa y un búnker recóndito donde esconderme en algún país de Europa del Este.

Al final no hizo falta ni lo uno ni lo otro. Enfrenté con valentía Gryffindor lo que se me avecinaba, puesto que nada más volver a Hogwarts me di cuenta de lo que me esperaría a partir de entonces.

Por lo pronto, una de las cosas era acompañar a Bellatrix a todos lados, y en parte intuyo que era porque quería que todo el mundo viera que ahora éramos novios. Acompañarla a todos lados significaba tener que llevarle los libros a clase, acercarle la silla cuando se sentara, abanicarla cuando tenía calor… vaya, que lo único que me faltaba era tener que masticarle la comida antes de que se la tragara. Ante ese preludio conyugal que fueron los últimos meses en Hogwarts, ya estaba yo imaginándome que cuando nos casáramos me obligaría a llevar delantal y cofia como las criadas. A pesar de todo, mis esfuerzos eran luego muy bien recompensados cuando caía la noche, jijijiji.

Así, justo después de graduarnos, nos casamos. ¡Y sólo teníamos dieciocho años! Si es que estas aberraciones sólo ocurren en mi familia.

Por supuesto, me prohibieron expresamente invitar a mis amigos. Al único que me dejaron invitar fue a James porque era sangre limpia y su madre era Black, pero claro, yo no esperaba que asistiera a la ceremonia sin Lily, porque estaba claro que si Lily aparecía allí, aquello no sería una boda, sino un funeral.

Así que allí estaba yo, frente al altar esperando a la novia y viendo la iglesia llenarse de gente que me caía muy mal. Tan triste y solo como se aventuraba mi vida de casado, sin mis amigos, y viéndoles la cara a los repugnantes amigos Slytherin de Bellatrix y a los patéticos miembros de mi familia.

Observaba con curiosidad cómo alguien ofrecía a la entrada de la iglesia una copita a los invitados. ¿Por qué a mí no me habían ofrecido nada? Me habría venido muy bien algo de alcohol, pues así quizás no estaría tan preocupado y no habría intentado desaparecerme dentro de la iglesia. Sí, es que estaba desesperado, pero no lo conseguí, puesto que parecía que mi familia ya había previsto medidas de seguridad de ese tipo e hicieron algún hechizo para que no pudiera desaparecer de la iglesia. Es que yo lo único que era capaz de pensar era que sólo tenía dieciocho años e iba a casarme ¡Si esa idea aterra a todos los hombres de todas las edades con mayor razón a un muchacho que casi era un adolescente!

Intenté correr, pero me di cuenta de que los zapatos nuevos me habían producido rozaduras y ampollas y me dolía mucho. Traté de escapar al lavabo, pero aquella iglesia arcaica no tenía baño ni ninguna otra habitación donde esconderme. Deseé que cayera un rayo, pero el día era espléndido y sin nubes. Ya pensar que la tierra me tragara era el remate de lo imposible. En fin, que el destino estaba contra mí, y no me quedaba otra que aguantarme.

Y entonces apareció ella. Y Dios, me sentí fatal por haber pensado todas aquellas cosas horribles. Estaba más guapa que nunca y mi corazón se aceleró sin quererlo. Y yo no la estaba viendo como una tía buena viciosa, sino que parecía incluso inocente vestida de blanco. ¿Cómo no iba a querer casarme con ella¡Era un sacrilegio no hacerlo! En ese momento sólo tenía ojos para ella y habría hecho cualquier cosa por casarme con ella. Sí, todas aquellas cosas que dije aquella noche en su habitación sin pensar, ahora las estaba pensando de verdad. Dios, estaba preocupándome por mi salud mental, pero no podía hacer otra cosa que amarla.

Yo estaba obnubilado, incapaz de pensar cosas malas, cuando el sacerdote dijo aquella famosa frase de: "Si alguien se opone a esta unión, que hable ahora o calle para siempre."

Entonces se oyó algo. Me di la vuelta a averiguar qué era pero no se veía nada, así que la ceremonia continuó. Luego me enteré que James había ido solo a la boda y cuando trató de oponerse al enlace se atragantó y le dio un ataque de tos, además de ser efectivamente placado por Lucius Malfoy, y por eso no lo vi cuando me di la vuelta, porque el pobre estaba casi asfixiado en el suelo.

La siguiente frase famosa fue la de: "Sirius Black¿aceptas a Bellatrix Black como esposa¿Honrarla y respetarla hasta que la muerte os separe?" Vamos, precisamente esa era la intención del casamiento, evitar que la muerte nos separara o mejor dicho, que ella me matara.

Y yo, juro que no lo dije así a propósito, pero respondí:

- ¿Sí, quiero?

Pero bueno, nadie me hizo caso, yo creo que nadie se dio cuenta de que no había afirmado sino preguntado porque seguramente toda mi familia estaría pensando en ese momento que hacíamos una pareja preciosa, que los dos éramos Black y a ver cuándo aumentaríamos el tapiz familiar con una docena de niños que continuaran el linaje.

Menos mal que después del "yo os declaro marido y mujer" venía lo de "ya puedes besar a la novia" y ya con eso me relajé un poco porque si no me veo que todavía estaría en shock asimilando lo de "os declaro marido y mujer."

Después vino el banquete, y la verdad es que me lo pasé bien, quizás fuera por la cantidad de copas que llevaba encima, porque por lo visto yo no me acuerdo pero me subí a bailar encima de una mesa e intenté hacer un striptease. Es normal, es lo que solía hacer cada vez que me emborrachaba y aún no había asimilado que estaba casado.

Cuando Bellatrix arrojó el ramo fue muy cómico porque Narcisa, usando su varita, despejó de gente un radio de 5 metros a su alrededor y, obviamente, fue la única que pudo atraparlo. Dios mío, en ese momento no era consciente de lo que significaba… Pronto no sólo tendría a Lucius Malfoy como cuñado, sino también ¡mini-Malfoys como sobrinos! Y no sé qué cosa de las dos era peor.

Efectivamente no me equivoqué en una cosa. A mi familia no le faltó tiempo para hacer comentarios innecesarios sobre la inminente noche de bodas, todo el mundo deseando que pronto tuviéramos pequeños Black correteando por Grimmauld Place. ¡Aún no había aceptado que estaba casado y ya querían convertirme en padre! Aunque al final de la noche, cuando los comentarios sutiles se fueron acentuando, empecé a tomármelo un poco mal. ¿A qué venía tanta insistencia¿Es que acaso no me consideraban suficientemente hombre como para dejar preñada a mi mujer?

Tenía un poco de miedo a que mi primera relación después de casados fuera diferente y menos pasional. ¡Pero qué va! Y dicen que el alcohol no ayuda en estos casos… Si no hubiera bebido nada no sé cuantas veces lo hubiéramos hecho en esa misma noche… Si era bebido y pudimos probar todas las posibilidades del dormitorio, desde el salto del tigre desde encima del armario, a la bañera, a la encimera del baño, a la alfombra, al balcón, a la cómoda, a la cama en cuatro o cinco versiones distintas… Total, que hasta perdí la cuenta.

Pero había una cosa que yo no sabía, y que me enteré mucho tiempo después. Aquella sospechosa copita que tomaban los invitados a la entrada de la iglesia, no era otra cosa que Felix Felicis. Sí, sí, tal era la confianza que mi familia tenía en mí, que tomaron la dichosa poción antes de la boda para que todo saliera a la perfección. Seguro que pensaron que trataría de escapar… bueno, lo intenté, pero después comprendí que no pude hacerlo porque era un efecto de la poción. A ellos les tenía que salir todo bien. ¿Sería por eso por lo que de repente vi a Bellatrix en el altar como la cosa más tierna y pura sobre la faz de la tierra¿Sería por eso por lo que James se atragantó cuando intentó intervenir y por lo que el alcohol no me afectó en mi noche de bodas? No, eso seguro que no. Sirius Black, incluso bebido, funciona a las mil maravillas, y si no que se lo pregunten a Bellatrix, mi mujer.

¿Qué tal? Jujujuju, adoro las múltiples utilidades del Felix Felicis jiji, da mucho juego esa poción XDDD. Y bueno, supongo que ya todos imaginaréis qué es lo que va a pasar en el siguiente capítulo, muajajaja, XDDDDDDDD.

Pues nada, que espero escribirlo y subirlo pronto. Muchísimas gracias por sus reviews a: Carly McKinnon, rBLs, Amny saga ex Ignis, Joanne Distte, Sara Morgan Black, Paddy Pau, Sammy Bella, Angelica malrry, Paddly y aSyl.l.

¡Espero vuestros comentarios!

Besitos

Ak