¡Hola!
Me alegro mucho que os esté gustando este fic, yo me lo estoy pasando genial escribiéndolo y lo mejor es que como son capítulos muy cortitos los escribo en nada jejejejeje. Así que mientras pueda, a ver si puedo ir actualizando cada semana. La semana pasada no pude porque era la feria de aquí y los sitios cerraban así que no pude ir al aula de ordenadores ni al ciber ni nada, pero bueno, espero que así cojáis este capítulo con más ganas XDDDDD.
Ya veréis lo que tengo preparado XDDDD, dios es que se me ocurre cada chorrada para este fic XDDDDD.
Al igual que el capítulo de Amores Perros, dedico este capítulo a mi amiga Sammy Bella, y espero que aunque sólo sean unas líneas, te hagan reír y recordar que no me olvido de ti.
CAPÍTULO 4: CONVIVENCIA O… SUPERVIVENCIA
Después de dos semanas de luna de miel llena de excesos, volvimos a la que sería nuestra nueva casa como matrimonio, una enorme mansión propiedad de la familia Black. Nada más cruzar el umbral de la puerta nos dimos cuenta de que todo iba a ser muy diferente a lo que estábamos acostumbrados. Ahora sólo estaríamos Bellatrix y yo, y ninguno de los dos habíamos vivido solos antes, con toda la problemática que eso conllevaba.
Después de media hora, en la que cómo no, tuvimos que "estrenar" el fastuoso sofá de piel de basilisco que presidía el salón, los dos estábamos tirados en el mismo, sin saber qué hacer.
- Sirius, tengo hambre.- dijo Bellatrix, bostezando y con la cabeza apoyada en el brazo del sillón.
- Pues come.- dije yo, en la misma posición que ella.
Se incorporó mirándome con una ceja arqueada.
- ¿Insinúas que me haga yo la comida?
- ¿No eres tú la que tiene hambre?
- ¿No sabes cocinar nada?- me preguntó.
Y yo ya me estaba imaginando por dónde iban los tiros… y conociendo mi total inexperiencia en cocina, preferí eludir cualquier responsabilidad. No quería ni imaginar lo que pasaría si Bellatrix tuviese que comer alguna bazofia cocinada por mí.
- No, lo único que sé hacer son bocadillos, y seguro que tú también sabes hacer eso.- dije yo.
- ¿Bocadillos?- exclamó, como si la sola idea de alimentarse de bocadillos le causase un trauma.- No pienso comer eso. ¿Y la langosta termidor de mi madre¿Y el soufflé de ternera con pasas?
- Creo que estamos un poco mal acostumbrados.- murmuré yo.
- ¿Acaso pretendes que tu esposa muera de hambre?- me dijo, poniéndome ojitos.
- No, claro que no.- bufé yo, acercándome a la chimenea.
- ¿Qué haces?
- ¿Estamos conectados a la red flu?- pregunté.
- Claro, nuestras madres no podrían vivir sin tener noticias nuestras a diario.
Lo que me faltaba, tener todos los días a mi madre y a mi suegra allí dando el coñazo.
- Voy a pedir una pizza por red flu.- dije yo.
- ¿Pizza¿Esa repugnante comida de muggles?- me dijo, haciéndose la ofendida.
- No se me ocurre ningún sitio donde repartan a domicilio langosta termidor ni soufflé de ternera con pasas.- respondí.- Así que si tienes hambre, es lo único que hay.
Intentó quejarse, pero viendo que el ruido de su estómago era mayor que el sonido de su voz, pareció asumir que mi idea, como plan de emergencia, tampoco había sido demasiado mala.
Dos semanas después, el panorama era más parecido al piso de soltero donde vivía James que una casa decente. Me desperté notando que Bellatrix se había levantado de la cama y decidí levantarme porque las sábanas aquellas comenzaban a darme asco. ¿Cada cuanto tiempo había que cambiar las sábanas? La verdad es que no tenía ni idea, ni tampoco pretendía preguntarle a Bellatrix, porque no lo sabría y me insinuaría que lo hiciera yo.
- ¿A dónde vas?- pregunté, viendo que Bellatrix miraba el armario.
- Tengo que salir, pero no queda ropa limpia. Voy a pedirle a Narcisa que me deje algo.- dijo, saliendo de la habitación para dirigirse a la bendita chimenea, que de tantos apuros nos estaba sacando.
Yo la seguí, dispuesto a pedir algo de ropa a mi hermano. A veces me tentaba la idea de decirle a mi mujer que, si tan lista era y tan buenas notas había sacado en Hogwarts, cómo era posible que no supiera hacer un simple hechizo para limpiar la ropa. Pero era mejor no tentar a la paz y tranquilidad de la vida matrimonial.
- Por Dios, Sirius, esto parece una pocilga.- dijo, observando a su alrededor las cajas y cajas de pizza y botellas vacías que cubrían el carísimo sofá de piel de basilisco.
- Yo lo veo… acogedor.- dije, jamás admitiría que me daba asco vivir allí entre la inmundicia.- Pero si tan horrible lo ves, no sé, podría preguntar a Lily si le importaría venir a echar una mano, por un módico precio, claro, ella es una maestra en eso del orden y la limpieza.
Ups, no debí decir eso. Bellatrix estaba arrugando en su mano la túnica planchada y que olía a limpio que le había pasado Narcisa por red flu.
- ¡Esa sangre sucia no va a pisar esta casa así nos estén comiendo las cucarachas¿Y qué estás insinuando¿Qué yo soy una inútil al lado de ella?- gritó Bellatrix.
- No, no, cariño mío. Yo sólo proponía algo para que tú seas feliz y no vivas en este estercolero.- dije yo, saliendo del paso como pude.
Bellatrix se puso la túnica de Narcisa, la verdad es que le quedaba un poco estrecha.
- No puedo seguir comiendo esa porquería, aparte de que engorda debe ser malo para la salud, no es normal que acabe vomitando todos los días. ¡Y no puede ser que la túnica de Narcisa me quede pequeña!- gritó.
- Yo creo que te queda genial.- dije, sin querer mirar cómo se le marcaba el culo para no reírme.
- Necesitamos un elfo doméstico.- me miró con ojos entrecerrados.
Yo me eché a sudar. Dios, que no me mirara así porque me daba miedo lo que podría venir a continuación.
- Pídele a tu madre que nos preste a Kreacher mientras encontramos otro elfo doméstico.- me dijo.
Y yo suspiré aliviado. Por un momento temí que pretendía que yo hiciera de elfo doméstico. La idea de tener allí a Kreacher me repugnaba, pero más me repugnaba la idea de que en un ataque de locura, Bellatrix me hiciera limpiar todo aquello.
- Sí, sí, ahora mismo hablo con ella.- respondí yo con rapidez y una sonrisa.
Cuando Bellatrix se fue, yo aparté las cajas de pizza y me tumbé en el sofá, admirando la capa de polvo que cubría los muebles. Ya hablaría con mi madre más tarde, mientras tanto tenía que disfrutar de los últimos momentos de paz e intimidad que me quedaban. Seguro que cuando ese bicho estuviera en mi casa, iría cada dos minutos a informar a mi madre de todo lo que hacíamos Bellatrix y yo.
Dos horas después, mi vida dio un giro radical, y no sólo porque mi madre me dijera que al día siguiente tendría allí a Kreacher para sacarnos del pozo sin fondo donde habíamos caído, sino porque Bellatrix regresó y se fue corriendo hacia el dormitorio.
Creía yo que todo era normal hasta que oí la voz de Bellatrix llamándome en su forma más típica, un "Siiiiiiiiiiiiiiriuuuuus" que iba acompañado de un tonillo cantarín que no indicaba nada bueno. Acudí raudo y veloz, pues me imaginaba que mi mujer estaría esperándome en la cama con un picardías de encaje negro que acababa de comprarse, pero no, la cama estaba revuelta y con las sábanas asquerosas de siempre, y la voz de ella provenía del baño.
- ¿Qué pasa¿Se acabó el papel higiénico? Podrías usar el hechizo convocador, no te vas a herniar por usar la varita.- murmuré yo, de mal humor.
- Sirius… estoy embarazada.- dijo, de pie frente al espejo y sosteniendo una prueba de embarazo que mostraba un rotundo positivo.
- Oh, eso es…- no sabía qué responder, estaba confuso y en shock.
De repente me vi como si estuviera flotando en la nada y me rodearan imágenes de bebés, chupetes, pañales y biberones… Dios mío, iba a ser padre… Padre a los dieciocho años de un bebé que seguramente sería una mezcla explosiva de maldad y belleza. En ese momento me preguntaba en qué coño habían basado las estadísticas de fiabilidad de los métodos anticonceptivos. Si reúnes varios métodos anticonceptivos cuyas fiabilidades oscilan entre el 80 y 99 la probabilidad se reduce a casi imposible, pero claro, cuando toda tu familia toma Felix Felicis para que todo salga a la perfección, no hay fiabilidad ni estadística que valga. Había un heredero en camino y no había más remedio que aceptarlo.
Yo ya pensaba que cuando el niño tuviera veinte años, y yo, que seguramente conservaría mi atractivo a los treinta y ocho, quizás incluso podríamos salir de marcha juntos sin que se notara mucho que era su padre y así tenerlo vigilado…
Un momento… ¡Estaba pensando como un padre responsable!
Miré a Bellatrix, y no sabía si su expresión era de tristeza o de felicidad. Y yo… increíblemente, me sentí feliz. Iba a tener un hijo con la mujer que, pese a todo, amaba. ¿Por qué iba a estar triste? Un hijo de Sirius y Bellatrix Black¡qué tiemble Hogwarts y todas las chicas del mundo mágico!
- Eso es… maravilloso.- dije yo, besando a mi mujer, y ella sonrió débilmente.
- Supongo que es lo que todos esperaban.- dijo.
- ¿Y tú no?- dije yo, intentando que se sintiera mejor.- Un hijo nuestro puede ser la bomba. Imagínatelo, con mi belleza y tu inteligencia…
- ¿Y por qué no que saque mi belleza y tu…? Bueno, será mejor así, que saque mi inteligencia y tu belleza.
- Bueno, con nuestra belleza y nuestra inteligencia, la de los dos por igual… doblemente Black… Oh…- me quedé callado, un poco asustado.- ¡Dios mío¡Tú y yo somos primos¿Y si el niño sale deforme? Dicen que esas cosas pasan cuando los padres son parientes.
Bellatrix me sonrió, comenzando a desabrocharme la camisa y empujándome hacia la ducha, haciendo que el agua empezara a caer sobre los dos.
- Tus padres son los dos Black, son primos, y…- su dedo se deslizaba sobre mi cuerpo desnudo y su voz sonaba muy sensual- Yo no veo que tú seas deforme, más bien todo lo contrario…
- Tienes toda la razón.- dije yo, besándola y arrinconándola contra la pared de la ducha.
Había sido buena idea hacerlo en la ducha en vez de en la cama, odiaba que aquellas sábanas repulsivas se me pegaran al cuerpo.
Bueno, espero que os haya gustado XDDDD. La verdad es que me imaginaba así el comienzo de la convivencia de Sirius y Bellatrix XDDDD, teniendo en cuenta que los dos son un poco niños de papá y que seguramente jamás se habrían preocupado de las tareas domésticas, me los imaginaba como un poco desastres y sin que ninguno de los dos quisiera mover un dedo XDDDDD.
Uhh, Bella embarazada, qué peligro XDDDDD. ¿Cómo irá el embarazo? Muajajaja.
Quiero agradecer los reviews del capítulo anterior a: MJ Minako, Carly McKinnon, Amny Saga ex Ignis, Lia Du Black, Joanne Distte, Sara Morgan Black, Danybel, Angelica Malrry, PaddyPau y Lily Lestrange. ¡Espero que sigáis dejándome vuestras opiniones, que me hacen muy feliz!
Bueno, yo me despido con la intención de subir la semana que viene el siguiente, así que eso, a ser buenos y dejadme muchos reviews XDDDD.
¡Besitos!
Ak
