Despertó cuando el cielo comenzaba a clarear, se levantó y comió un bocadillo y bebió agua de su botella mientras planeaba su día mentalmente, podía ir a la escuela para inscribirse y pasar a comprar algunos suministros para la casa, después de revisar el generador y recoger algo de leña. Por ahora tenía dinero pero no quería confiarse lo mejor seria conseguir empleo pronto si bien se podía mover caminando tendría que dejar un pellizco de dinero en gasolina para la casa, calculaba que si usaba la energía solo para el frigo, la parrilla y la pequeña lámpara cerca de la cama, la gasolina podria durar poco mas de 20 dias. salió de la cabaña y se dirigió a la parte de atrás,tiro los restos de comida a uno de los contenedores de basura y le quitó al generador la lona gruesa que lo cubría.
—Parece que está bien, solo le falta combustible- de dijo la joven en voz alta después de revisarlo, se sacudió las manos y comenzó a buscar leña cerca, cuando se llenó los brazos de ramas regreso caminando con cuidado de no caer, al llegar a la entrada sintió como si alguien la estuviera observando, se detuvo y agudizó el oído mientras vigilaba con atención a su alrededor, sacudió la cabeza seguro de que había sido sólo su imaginación. Dejó la leña en la chimenea, tomó su mochila y después de cerrar la puerta tomó rumbo a la escuela. Después de un buen rato andando un coche se le emparejó, elizabeth sintió una pequeña punzada de ansiedad hasta que noto que era una patrulla de policía
—Necesita ayuda señorita?- preguntó el oficial al bajar la ventana algo se quitó en sus recuerdos el mismo rostro unos años más joven.
—¿Señor Charlie?- pregunto la chica. El hombre arrugó las cejas confundido pero tras unos segundos sus ojos brillaron de reconocimiento
—¿Eres Beth no? La nieta del viejo Tristán whitlock verdad?- dijo Charlie
—Si, soy yo- dijo con una sonrisa la joven abrazándose ya que comenzaba a lloviznar
—Caramba niña si ya estás enorme!, pero vamos entra al auto vas a terminar empanada- Beth entró al vehículo a prisa con alivio y Charlie se puso en marcha
—Pero dime muchacha, ¿qué haces aquí? creí que vivíamos en Tacoma- preguntó el policía mirando al frente
— me emancipe, m i tía se fue de casa y no tengo más familia así que vine a vivir aquí- le respondió la joven
—Lamento mucho lo que pasó con tu bisabuelo y tu madre Beth y también lo de tu tía que irresponsable.- Dijo Charlie incómodo
—Gracias, pero estoy mejor así, nunca estuve muy presente…- dijo Beth
—Oye pero si viniste a vivir aquí, ¿dónde te vas a quedar? ¿Tienes dinero para mantenerte? Y la escuela?- de repente Charlie se puso en modo paterno
—Bueno, me quedaré en la cabaña del abuelo, después de todo me la dejo y también dejo un pequeño fideicomiso que pagará mis estudios del instituto así que por eso no hay problema, tengo dinero ahorrado y espero pronto conseguir empleo. En lo referente a la escuela justo iba a escribirme.
—Yo también voy a la escuela, bella vendrá a vivir conmigo y voy a matricularla, la recuerdas?- Charlie parecía contento
—¡Claro que la recuerdo! Pero qué bien, hace tanto que no le veo, me daría gusto ir con ella- Beth se animó, bella era la hija de Charlie, una niña muy tímida a la que parecía no gustarle forks, convivio unos años en las vacaciones con ella y otras dos niñas hijas de otro amigo de su bisabuelo antes de que el hombre muriera Beth siempre tomaron de que la pasarán bien pero por alguna razón las otras chicas terminaban llorando y acabando con las idas de pesca de los mayores.
—Oye Beth la cabaña lleva casi un año sola, no está apta para que vivas allí o si?- pregunto el hombre
—Solo está algo sucia, ya la estoy limpiando no se preocupe- respondió la chica, Charlie suspiró.
Al llegar a la escuela bajaron del auto y llegaron a la oficina de dirección, Beth tomó asiento dejando a Charlie ir primero, rato después ella pudo matricularse y al salir de la oficina vio a Charlie esperandola
—Sabes, en el carvet café necesita una mesera de medio tiempo, voy a ir a comer algo por si quieres…- le dijo el hombre
—¡Claro! Eso sería estupendo se lo agradezco- dijo la joven emocionada y. Subió de nuevo a la patrulla, el camino de regreso fue rápido, entraron al café y Beth se dirigió a una camarera de inmediato
—Buenas tardes que se te ofrece linda?- saludo la mujer
—Buenas tardes, mi nombre es elizabeth whitlock,vengo por lo del empleo- dijo la joven sonriendo
—¿Tienes experiencia?- pregunto la camarera
—Trabaje 4 años en un pequeño café en Tacoma, así que si, tengo experiencia- hablo Beth segura
—Bueno querida el empleo es medio tiempo, solo los dias jueves, viernes , sabado y ocasionalmente alguno de los otros dias si se necesita mas gente, claro que se te va avisar. La paga no es mucha, ¿Cómo lo ves?
—Perfecto, ¿entonces cuando comienzo?- dijo Beth
—Jaja me gusta tu actitud, entonces te veo el jueves después de las clases y arreglamos todo, por cierto mi nombre es cora
—Gracias cora, nos vemos el jueves- dijo elizabeth y tras despedirse de la mujer busco a Charlie con la mirada, lo encontró comiendo en una mesa y se acercó
—Gracias señor Charlie, comienzo el jueves!- dijo contenta, Charlie sonrió levemente
—Bueno, si es así entonces bienvenida a Forks Beth, si necesitas algo no dudes en llamarme ok? Por cierto bella llega el domingo, seguro le da gusto verte por si quieres pasarte a cenar.
—Claro,y de nuevo gracias- Beth salió del café con el ánimo alto, pareció que las cosas poco a poco caminaban bien, tomó rumbo a la estación de servicio más cercana lo que le llevo más o menos 45 minutos, entró a la tienda y compro algunas cosas básicas, papel de baño, barras energéticas, leche, pan, algunos alimentos enlatados y un contenedor de gasolina, salió de la tienda para llenar el contenedor, mientras esté se iba llenando Beth tarareaba y miraba alrededor, en la toma siguiente llegó a cargar gas un auto plateado, de el bajo un chico alto, tenía la piel palida, el cabello despeinado color bronce y de lejos era el chico más guapo que ella había visto jamás, el joven volteó hacia ella y Beth algo apenada de ser pillada mirando bajo la mirada a su contenedor que ya estaba listo, puso la tapa con cuidado y tomando el contenedor en las manos comenzó a caminar a su casa sin mirar de nuevo al chico del auto plateado.
Claro que este la paso cuando no había andado ni 15 metros, Beth miró al conductor con la sensación de que este la miró a ella de reojo, siguió su camino un poco más lenta por el peso y la llovizna, paro a descansar unas pocas veces y comenzó a estornudar, trato de acortar camino para llegar más rápido a la cabaña, paro una vez más, sintió que su glucosa había bajado, tenía los brazos agotados y ojalá se equivocara pero creía haber cogido un resfriado sacó un trozo de baguette de salami de las bolsas de compras en su mochila y le dió una mordida, tomo la gasolina de nuevo y comenzó a caminar,
—Vamos Beth, ánimo, ya casi llegas y mas te vale no enfermarte que no conviene nada en estos momentos.- se dijo en voz alta, apresuró el paso al distinguir la casita a pocos metros cuando escuchó una rama romperse cerca, se paró en seco y miró a todos lados, no distinguió nada raro así que continuo, lo primero sería echar andar el generador así que camino hacia allí y soltó un grito ahogado sin poder evitarlo, un par de lobos estaban hurgando en los contenedores junto al generador, al Escuche el grito le gruñeron en respuesta, Beth se quedó congelada un momento midiendo las sospechas que tenía de entrar a la cabaña, pero uno de los lobos se movió cortándole esa vía y comenzó a caminar hacia ella, entró en pánico soltó el contenedor y echó a correr sin ver a donde, la adrenalina le hizo olvidar a su cuerpo el cansancio y el malestar,el sonido de las patas y gruñidos la estaban alcanzando, mientras sus ojos comenzaban a ver borroso
—No,no,no Beth, aguanta o serás comida de lobo- sintió un jalón en la mochila y se deshizo de ella con rapidez en su frenesí por salvar la vida no se dió cuenta de dónde pisaba y cayó rodando rápidamente por una colina empinada trato de agarrarse y frenar con brazos,manos o piernas, una piedra destacó le golpeó la frente sacándole el gorro y dejándolo aturdida, entonces alguien la freno sobre ella pudo enfocar unos ojos amarillos, cabello broncineo y piel blanca un ángel la había salvado penso yy todo se puso borroso.
Edward Cullen había salido a vigilar la zona el día anterior Alice había tenido la visión de una chica humana llegar a una cabaña no muy lejos de su casa, pensaron que tal vez se iría después de esa noche así que no le dieron mucha importancia pero por si acaso Edward fue a echar un vistazo la mañana siguiente, la vio salir de la casa la visión de Alice estaba muy oscura pero en ese momento Edward pudo distinguir bien a la joven llevaba un gorro negro tejido del cual salía una mata de cabello aún más negro y llegaba por debajo de los hombros también traía una chamarra del mismo color junto con unos pantalones a cuadros blanco y negro y botas industriales, los colores la hacían ver a un más blanca y destacaban tremendamente el color de sus ojos la sacar ir a la parte de atrás de la cabaña.
—Parece que todo está bien, solo le hace falta gasolina- la escucho decir,para después comenzar a juntar leña cerca, cuánto tomó suficiente camino de nuevo a la casita, justo a la entrada se detuvo mirando a todos lados como si se sintiera vigilada , Edward se quedó quieto, la chica sacudió la cabeza, decidiendo que no era nada, entró a la casa y después salió con una mochila a la espalda
—No parece que se valla a ir pronto- se dijo Edward
—Por qué se metería a vivir allí?- Pensó algo intrigado y después se fue a su casa por su auto, le había dicho a Esme que el iría a comprar alimentos para guardar las apariencias. Ni siquiera se fijó bien en que llevaba pero lo que fue cumplió con el objetivo, la cajera le pidió que le mandara saludos a Esme y el salió del supermercado empujando un carrito lleno, metió todo rápido al coche y echó andar a su casa un poco fastidiado, en la estación de servicio a unos metros vio a la joven de la cabaña de la tienda y se acercó a una bomba de gas para llenar un depósito portátil, sin pensarlo paro a llenar el tanque del auto, después de todo ya le hacía salir del coche sintió una mirada en el pero nada más, extrañado por no escuchar lo que estaba pensando levantó la mirada,ya había pasado poco más de una hora, sería que la chica ya había llegado a la cabaña? Tal vez estaba agotada a la mitad del camino por llevar a cuestas la gasolina o con problemas por la llovizna,tal vez podría ir a dar un vistazo rápido antes de que llegaran los demás, se dijo y salió de su cuarto
—Enseguida regreso esme- dijo al salir, antes de echar a correr su teléfono timbró, era Alice
—Alice- dijo a modo de saludo
—La chica de la cabaña va a ser atacado por lobos justo fuera de su casa- fue todo lo que dijo Alice, Edward colgó y comenzó a correr no paso mucho tiempo cuando la vio corriendo despavorida un lobo le dió alcance a su mochila y ella con destreza de deshizo de ella, entonces la chica resbaló y comenzó a rodar por una colina Edward corrió rápidamente frenado a la chica antes de que llegara a una zona llena de piedras, los lobos que la seguían al percibirlo a él habían escapado, apenas pudo observar los ojos color Avellana de la chica antes de que los cerrará aturdida la lluvia se intensificó comenzando a empaparlos, la joven parpadeó con dificultad luchando por enfocar algo
—¿Eres un ángel? - Pregunto confuso.
—No, trata de mantenerte despierta, te llevaré a un hospital- le dijo él quitándole el cabello de la cara, tenía la temperatura muy alta y una herida en el nacimiento del cabello que le obligó a aguantar la respiración.
—¡No por favor! Hospital no!- soltó con voz rota pero angustiada
—Necesitas atencion medica- dijo Edward extrañado
—Te lo suplico no,no…- la joven quedó inconsciente Edward la miró confundido, parecía realmente angustiada de que la llevara al hospital, con una mueca la tomo bien en brazos y echó a correr a casa de su familia, Carlisle podría atenderla perfectamente, mientras corría, comenzó a escuchar algo cerca, como el sonido de una radio con problemas para sintonizar una estación
—Dijiste algo?- pregunto Edward a la chica pero estaba inconsciente, Llegó en unos minutos, justo como cabía esperar Alice ya les había dado aviso. Esme estaba en la puerta.
—Carlisle está esperando en tu habitación Edward- dijo con semblante preocupado-
—Gracias Esme.- entró rápidamente con Esme tras él y la dejó en la cama que alguien había metido en su cuarto, el médico los esperaba
—Esme voy a necesitar que le quites la ropa mojada, hay que subir a la calefacción-, Esme la desvistió rápidamente los tres vampiros intercambiaron una mirada, la piel de la joven tenía cicatrices antiguas casi en todo el cuerpo además de los raspones y golpes por la caída reciente, Esme le puso un pijama calentito y Carlisle comenzó a revisar, al levantar la ropa dentro Esme noto con sorpresa de la chamarra había una fotografía desgastada de una pareja, el hombre era muy atractivo, blanco, con el cabello muy negro y ojos color miel, la mujer era muy parecida a Esme salvó por los ojos Avellana.
—¿Mamá? Murmuró la joven mirando a Esme
—Está delirando, tiene fiebre alta y algunas contusiones y raspones, también parece que no tiene buena alimentación tal vez tenga anemia, por eso le puse el suero ya le puse medicamentos y suplementos en el, solo curare sus magulladuras y tratemos que este comoda, Esme podrias traer agua? Si despierta tendrá la boca seca- dijo el médico, Esme asintió pero antes de que se moviera la chica la tomo de la mano, sus ojos no podrían estar abiertos mucho tiempo pero se sentía angustiada
—No se te vayas mamá, no te vayas de nuevo- sollozo Esme conmovida se acomodo cerca de ella
—Tranquila cariño no me iré, descansa- le susurro cariñosamente mientras peinaba su cabello con dulzura
—Un ángel me salvó mamá, quisiera verlo de nuevo - murmuró la chica antes de que la medicina le llevara a la inconsciencia nuevamente. Edward la miró sintiéndose extraño.
—Yo traeré el agua ahora regreso.- Salió de la habitación rápidamente y entró a la cocina donde tomó un par de botellas de agua y se apoyó en la barra. En ese momento Alice y Jasper llegaron con el
—¿Cómo está?- preguntó ella
Tiene fiebre y algunos golpes, pero Carlisle dice que se pondrá bien.
—Si, mañana en la mañana estará consciente- dijo Alice y sonrió al ver la cara de alivio de Edward
—Esme estará muy pendiente de ella- murmuró Jasper mirando a las escaleras en referencia a la joven. Edward suspiró
—Ya lo imagino, pero es normal, creo que su madre murió hace tiempo y era muy parecida a Esme y con la fiebre tan alta la confundió- Edward les mostró la foto
—Wow-dijo Jasper
—Si que se parecen.- Alice miró detenidamente la fotografía
—Iré a llevar esto arriba y regreso- dijo el de cabello bronce y se fue, entro al cuarto y dejó las botellas en el buró
—Por ahora sólo queda que el medicamento haga efecto, dejémosla descansar- dijo Carlisle, Esme se mordió el labio. Cubrió con mimo a la joven con la frazada y tomando la mano de su esposo camino a la salida, Edward iba tras ellos cuando escucho ese ruido de nuevo, más fuerte, volvió sobre sus pasos sentándose al lado de la cama.
—Qué pasa?- preguntó carlisle extrañado por la actitud del joven, Edward no respondió, se concentró en el sonido, era la mente de la chica, pudo verla de niña siento peinada por la mujer de la fotografía que traía en la ropa, la imagen cambió a esa mujer en cama los ojos fijos y un llanto de niña, cambió de nuevo a un hombre cambiando una bofetada que la tiró al suelo *tú me sacarás del problema, después de todo que acogí cuando tu madre se murió, no eres nada mío y siempre le has gustado a Mickey, seguro me perdona las deudas a cambio de ti* eso cambio una última vez un joven de cabello rubio tratando de forzarla, la joven lloraba
*Vamos si cooperas seré gentil*le dijo mientras ella forcejeaba, después ella le dió una patada entre las piernas y aprovechó para escapar, su mandíbula se cerró con un chasquido seco.
—Edward qué pasa?- Pregunto de nuevo Carlisle tomándolo por el hombro
—Vamos para abajo allí les explico- dijo y salió de prisa de la habitación. bajaron a la sala donde estaban sentados Alice, Jasper, emmett y Rosalie. La ultima tenia un gesto molesto
—¿Qué es eso de que Edward ha traído a una humana a la casa?- espetó la rubia mirando al aludido con molestia este frunció las cejas
—Tuvo un accidente rosse por favor- dijo Carlisle tranquilo
—¿Es decir que ahora nos dedicaremos a rescatar humanos y cuidarlos? Muchos se accidentan a diario además pudo llevarla al hospital- soltó ella cruzando los brazos
—Es una niña que necesita ayuda Rossalie, pero no te preocupes no será tu trabajo atenderle.- soltó Esme con algo de dureza, todos la miraron con sorpresa
—Tranquilos por favor, Edward que es lo que paso?- carlisle miro a edward
—La vi esta tarde cargando gasolina en un contenedor pequeño, tenía duda sobre si ya estaba en la cabaña, la lluvia anunciada y me sentí algo culpable de no ayudarla a llegar así que salí a echar un vistazo, Alice me llamó en ese momento, me dijo que la chica había Sido atacada por unos lobos y corri hacia allí, ella resbaló por una colina y se golpeó, me acerque ayudarla y ella me pidió que no la llevara al hospital, parecía muy angustiada así que la traje aquí... En la tarde me pareció que no podía leer sus pensamientos pero hace un momento si que pude hacerlo- dijo Edward algo tensó-Me parece que huyó de su casa,para evitar ser regalada a un...tipo a cambio de perdonarle las deudas a la familia, creo que es por eso que vive en esa cabaña.- término Edward
—Hay mucha angustia en ella- murmuró Jasper mirando la escalera.
—Pero qué horror- murmuró Esme impactada. Mientras carlisle acariciaba su brazo consolandola.
—Bueno sólo queda esperar a que la chica reaccione y se irá, así que calmemonos todos- terminó el patriarca mirando a Rossalie, está rodó los ojos molesta y salió de la casa junto con emmett
—Bueno, Jasper y yo saldremos un rato, la chica despertara alrededor de las 9 am por cierto despertara agitada, creo que es mejor que alguien esté allí- dijo Alice mirando a Edward.
—Yo puedo quedarme con ella- dijo Esme a edward
—No te preocupes Esme después de todo es mi responsabilidad, gracias.- Edward subió a su habitación en silencio lo mejor sería que se cambiara de ropa así que tomo prendas limpias y se dirigió al baño, al salir se acercó a la cama y por fin le puso atención a la joven, era bonita muy bonita, sus mejillas estaban ruborizadas por la fiebre, y su cabello algo húmedo por el sudor, tomo una toalla pequeña y la humedecio, se acerco a ella y le limpió el rostro con suavidad sensible el calor de la suave mejilla buscar el frescor de su piel y sus dedos le dieron una sutil caricia Edward se alejó rápidamente sorprendido de su manera de actuar, se regañó mentalmente por tomarse esas libertades con una chica a la que podría matar sin fijarse, resopló y se sentó en un sillón frente a la cama, tomando un libro para leer,aunque paraba cada par de minutos para echar un vistazo a la joven inconsciente y refrescarle un par de veces.
Estaba en un lugar cómodo y calentito, sobre una superficie tan suave, se dió la vuelta tomando una posición más cómoda cuando sintió un pinchazo en el brazo trato de rascarse pero sus dedos se toparon con una manguerita, extrañada abrió los ojos para mirar su brazo , y al darse cuenta que estaba conectado a un suero y en una habitación extraña se sentó de golpe, la cabeza le dió vueltas un momento
—Dond..?- trato de decir pero su garganta estaba muy seca, vio a su lado unas botellas de agua pero al tomar una está se resbaló y cayó al suelo.
Escucharon movimiento en la planta alta, Esme y Edward subieron rápidamente con carlisle tras ellos, Esme abrió la puerta, la joven estaba tratando de salir de la cama para tomar una botella de agua en el piso
—tranquila querida no te levantes aun- dijo Esme entrando al cuarto, la joven respingo y al ver a Esme se puso palida
—hay por dios- soltó de manera floja y se llevó las manos a la boca
—Buenos días soy el doctor Carlisle Cullen, me imagino que debes estar confundida, ella es Esme mi esposa. nuestro hijo Edward te trajo aquí ayer, tenías fiebre y unos cuantos golpes Dime cómo te sientes señorita?- pregunto el medico amablemente entrando a la habitación, la joven se sentó de manera temblorosa en la cama miro a las personas frente a ella con una mezcla de suspicacia y miedo, su mente y piel vibraron de entendimiento, esas personas no eran normales, recordó vagamente las palabras de su madre, "las personas como nosotras nacemos con sensibilidad para reconocer lo sobrenatural cariño, al desarrollar crecermos aún más habilidades"entonces sus ojos se toparon con Edward que estaba en la puerta muy quieto, la joven soltó un suspiro de alivio al verlo el la había salvado así que decidió confiar y volvió su mirada al doctor - yo, yo me llamo Elizabeth... me siento mejor muchas gracias, l-lamento los inconvenientes que les estoy causando- dijo apenada
—no te preocupes cielo, es un placer poder ayudarte, iré por algo para que comas, no tardó.- dijo Esme con cariño y salió de allí, elizabeth la miró con anhelo y después sacudió la cabeza discretamente, la mujer se pareció mucho a su madre.
- bueno Elizabeth ahora sí no te molesta me gustaría checar que todo esté en orden está bien?- preguntó carlisle tomando su estetoscopio la joven miró a Edward nervioso y moviendo el brazo del suero incomoda, el joven entró al cuarto y tomó asiento en la cama
— El suero tenía medicina y vitaminas, tenías fiebre,ahora Carlisle solo tomara tu temperatura y escuchará tu corazón y cómo estás respirando si todo va bien te quitará eso, no tardará nada.- le dijo a la chica que está lo miró fijamente y se tranquilizó , ¿sería que le tenía tanta confianza por haberle salvado? Se preguntó la joven después miró a Carlisle de nuevo
—está bien doctor Cullen, puede revisar- Carlisle la osculto sin demorar al terminar le saco el suero con cuidado
—bien pues parece que todo está en orden, pero un estás débil por lo que tienes que estar en reposo,comer bien y tomar vitaminas, ¿quieres que llamemos a alguien?- preguntó amablemente el doctor
—¡no! En r- realidad yo vivo sola, no tengo familia no se preocupen, p- pero cuando perdí mi mochila dentro tenía mis tabletas de glucosa, tengo hiperinsulinismo y …- comento la chica tomándose las manos nerviosas.
—muy bien no te preocupes,si sientes alguna molestia solo llámame ok? Esme no tardará con tu comida- dijo el médico con una sonrisa
—muchas gracias doctor,- dijo la joven sonriendo
—llámame Carlisle, bueno me retiro, descansa.- salió de la habitación dejando a los dos chicos a solas, edward se levantó de prisa de la cama
—es mejor que descanses para que te recuperes- dijo y se dió la vuelta, Elizabeth lo tomó de la mano, estaba frío.
—espera, no te vayas aún- dijo e hizo una mueca de dolor Edward se sentó de nuevo cuánto a ella
— te duele algo? Llamaré a Carlisle- dijo ella sonrió
—solo me arde un poco las manos- dijo mostrándole sus palmas raspadas
Edward arrugo las cejas
— no tengo como agradecerte el que me ayudaron sin llevarme al hospital.- Elizabeth le sonrió agradecida, Edward no entendía como esa niña podía sonreír así con la vida que tenía.
—Bueno traje estofado de ternera y verduras, espero que tengas hambre- Esme entro al cuarto con una bandeja con comida, algo de pan y té. Puso la bandeja sobre las piernas de la joven
—Muchas gracias ma- señora- Elizabeth se puso colorada Esme le sonrió. Al tomar los cubiertos hizo una mueca
—¿Qué pasa querida? Si no te gusta la comida puedo preparar otra cosa- dijo Esme preocupada
—No no no eso no es eso- dijo la joven apurada
—Las manos le duelen por los raspones Esme, creo que lo mejor será que le ayude a comer- dijo Edward tomando la cuchara de la bandeja Elizabeth se puso aún más roja
—No es necesario yo puedo no duele tanto- chillo la chica muy agudo por la vergüenza Esme soltó una risita
—Qué te parece si te ayudo yo?- ofreció la mujer, Elizabeth asintió, Edward se levantó algo herido por el rechazo
—Bueno yo me retiro tengo cosas que hacer- dijo y salio por la puerta, no habia avanzado mucho cuando escucho la voz de elizabeth
—Espero que Edward no se moleste, pero me pondría muy nerviosa, estoy casi segura que le pregunté si era un ángel, debería pensar que soy tonta-
—Claro que no elizabeth, Edward no pensaría algo así, pero entiendo tus nervios, ¿es guapo verdad?- preguntó Esme con buen humor
— Bueno si la verdad si - dijo la chica con una risita nerviosa. Edward bajó al salóncito de mejor humor.
Al día siguiente Elizabeth se sintió mucho mejor Esme le dió su ropa, ya limpia y planchada, diciéndole que podía ducharse si quería, así que se había apresurado a lavarse, salió del baño sintiéndose una persona nueva, hace cuánto que no tomó un baño caliente ? Casi un mes se recordó, ¿Hace cuánto no comía tres veces al día? Desde que su madre había muerto tenía suerte de comer dos veces, pero ni de lejos tan bien como en esa casa, suspiro y después se sintió avergonzada, seguramente les estaba causando muchos problemas a los Cullen, sobre todo a Edward, se había dado cuenta que esa habitación era de él y eso la apenaba,así que una vez cambiada, arreglo la cama y mientras doblaba cuidadosamente la pijama que le habían prestado alguien tocó a la puerta.
—Adelante- dijo Beth colocando las prendas dobladas en la cama
—Buenas tardes, Esme me pidió que te preguntara si tenías apetito, la comida está lista- Edward habló desde la puerta, Beth lo miró y asintió sonriendo, los dos bajaron juntos las escaleras dónde encontraron a Jasper y Alice entrando a la casa, Alice se acercándose a ellos ignorando la cara de advertencia de Edward
—Hola, mi nombre es Alice y este es jasper- se presentó la chica dando un beso en la mejilla de Beth, está sonrió
—Mi nombre es Elizabeth, pero pueden llamarme Beth mucho gusto Alice y también a ti jasper- dijo tendiendole la mano, el la miro con duda mientras Edward se tensaba a su lado
—Vamos Jas no seas timido- dijo Alice, Jasper tomo la mano de Beth en un saludo suave y rápido. Beth sintió que lo conocía de otro lugar.
—Mucho gusto- dijo tras el breve apreton de manos
—Vamos al comedor, no es bueno que te mal pases- dijo Edward llamando la atencion de Beth
—Si, claro, me dio gusto conocerlos- dijo la chica
—A nosotros igual, nos veremos- dijo Alice subió con Jasper las escaleras. Edward y Beth entraron al comedor Esme y carlisle estaban allí
—Oh Beth siéntate, hice pasta a la boloñesa espero que te guste- dijo Esme sirviendo le un plato generoso de pasta mientras
—Muchas gracias, seguramente está deliciosa- respondió la chica y se puso a comer
—Ya comieron ustedes?- pregunto al ver que Esme, carlisle y Edward no la acompañaban
—Nosotros comimos mientras te duchabas, lamento no esperarte- dijo el doctor, Beth sonrió como si recordara un chiste privado
—No se preocupen, la pasta está deliciosa señora cullen.- dijo la chica terminando de comer y se levantaba a lavar su plato
—Llámame Esme Beth y deja el plato así, ya me encargo yo- dijo la mujer quitándole el plato de las manos, Beth suspiró derrotada y salió al comedor donde aún estaban Edward y Carlisle.
—Quiero darles las gracias por todo lo que han hecho por mi,si no fuera por ustedes seguro no la contaba,No quiero molestarlos más,ya me siento muy bien y creo que es momento de que me vaya. No tengo como pagarles de verdad muchas gracias- dijo la chica.
—Pero, ¿estarás bien sola?- pregunta Esme preocupada
No se preocupen, estaré bien. De verdad.-
—Muchas gracias por la atencion- dijo a Esme
—Fue un placer querida, come bien y si necesitas cualquier cosa solo llama- respondió esto
—Doctor, muchas gracias por atenderme de verdad- dijo Beth a carlisle
—No fue nada,Sigue el tratamiento para eliminar cualquier remanente del resfriado y recuerda checar tus niveles de azúcar a diario, si sientes cualquier molestia que puedas ir al hospital allí te atenderé con gusto- respondió el doctor Cullen con una sonrisa, por último volteo con Edward
—Ya que estás tan decidida a irte déjame llevarte- dijo él antes que ella abriera la boca
—No tienes que molestarte- dijo Beth
—Insisto- dijo Edward mirándola seriamente ella solo asintió, salió de la casa, Edward se adelantó un poco para abrir la puerta del auto a Beth y después él tomó asiento, tardó unos minutos en llegar a la cabaña.
—¿Cómo sabías dónde?- preguntó ella al bajar del auto
—No está muy lejos de donde caíste, mis hermanos y yo vinimos a buscar tus cosas- respondió Edward y después abrió la puerta de atrás del auto, de donde saco un par de bolsas de comestibles y la mochila de Beth ya reparada
—Encontramos esto tirado, Alice pudo reparar la mochila y la gasolina está junto al generador tras la casa- dijo Edward entregandosela
—Muchas gracias!- Beth tomó la mochila y le regaló a Edward la sonrisa más luminosa que hubiera visto
—Si, puedo ayudarte a llevar la comida adentro- dijo el carraspeando, Beth tomó un color rojo pero su rostro reflejaba bochorno
—No es necesario, las bolsas casi no pesan- las tomo de prisa apenada de que él pudiera ver la carencia con la que vivía - muchas gracias de nuevo y lamento las molestias
—Muy bien, entonces me retiré , suerte- Edward dijo serio, subió a su auto y tras una última mirada se fue de allí.
