"Nunca te dejaré solo"

cap. 16: Pero siempre sale el sol

El reloj marcaba las tres cuando Kyu llegó a la casa de Pluto. Se detuvo frente a la casa por unos segundos. Había un par de guardias como era de esperarse.

--------

-Ya está todo listo.- informó uno de los oficiales presentes en la reunión.

-Muy bien.- Dan comenzó a ir hacia la puerta lo más rápido posible. Los demás lo siguieron.

--------

Estaba vacío, totalmente vacío. Ya no tenía que pensar en nada ni en nadie. Ya no valía la pena estar vivo. El joven dragón veía la sangre brotar de los cortes de ambas manos. También sentía un líquido tibio en su mejilla izquierda. De seguro también se había lastimado allí.

-Kyu…-

La última vez que pronunciaría esa palabra, ese nombre que tanto significó para él, esa persona que tanto quiso… y que tanto daño pudo producirle.

--------

Ya estaba dentro de la mansión, la cual permanecía a oscuras excepto por la luz que despedía una parte de la casa. Kyu se acercó sigilosamente, tal vez Ryu estaría allí.

Escuchó un par de voces que hablaban. Una era la de Anubis, y la otra… no podía reconocerla.

-Bueno, creo que ya es tarde.- se oyó la voz del rubio junto con el cierre de un libro.

-Yo me quedaré esta noche vigilando que el príncipe no salga de su cuarto y trate de escapar nuevamente. Aunque lo dudo.- Cerberos rió a lo último.

-Tienes razón.- coincidió Anubis.

-Mañana tenemos que reunirnos a última hora con Hades para comunicarle que el plan ha salido perfecto.- sonrió. –Hasta mañana-

Anubis se puso de pie y caminó hacia donde estaba Kyu quien al sentirlo venir se escondió detrás de una mesita en el pasillo.

-Así que Ryu está en el su cuarto que de seguro…- miró a los alrededores.- está arriba.-

Kyu esperó a que Anubis subiera y desapareciera de la vista. Luego comenzó a subir las escaleras cuidando de no hacer ningún ruido. Las maderas de los escalones estaban viejas y por lo tanto hacían un poco de ruido. Aún así nadie lo escuchó. Ahora se encontraba frente a un pasillo, con un montón de puertas. ¿Detrás de cual de todas ellas estaría Ryu?

De repente escuchó un fuerte ruido proveniente de una de las habitaciones de la derecha, probablemente era la tercera. Ruido de algo golpeándose contra el suelo. Se acercó y apoyó una de sus orejas en la puerta.

-¿Alguien…está llorando?- pensó tratando de agudizar su sentido de la audición.

-Kyu…- susurró una voz.

El bicolor abrió inmediatamente la puerta. Esa era la voz de su Ryu, no podía estar equivocado.

Kyu se encontró con una escena que nunca pensó presenciar. Ryu estaba de rodillas frente a un espejo roto. Los pedazos del mismo estaban esparcidos alrededor del joven detective quien tenía una mirada perdida.

-Ryu- llamó acercándose al mismo, pero sin respuesta alguna. –Ryu- insistió nuevamente, arrodillándose frente a él y sacudiéndolo levemente. –Soy yo, Kyu.-

El joven dragón giró su cabeza hacia donde estaba aquella persona.

-¿K…Kyu?- pudo pronunciar con la voz baja. –No puede ser. Yo te asesiné.-

-¿Qué es lo que estas diciendo? estoy acá, vivo ¿ves?- dijo tomando el rostro del otro con ambas manos para que pudiera verlo y sentirlo.

-Es mentira, yo mismo te maté… yo… te asfixié con mis propias manos.- insistía con la mirada perdida.

Kyu no podía más soportar verlo de esa forma.

-No pudiste matarme, no se quién te haya dicho eso, pero es mentira. Por favor… escúchame.-

-Eso es, eres un espíritu que trata de hacer que pierda completamente la razón. Un espíritu…un espíritu- repetía una y otra vez.

Kyu tomó ambas manos del dragón viéndolas llenas de sangre.

-¿Por qué hiciste esto?- preguntó al ver las heridas.

-Un espíritu….tan solo…-

-Ryu escúchame, por favor.- Al no obtener respuesta alguna se acercó lentamente a los labios de Amakusa y los besó. –Si fuera un espíritu, no podrías sentir esto.-

Ryu se quedó callado por unos momentos, pensativo. De repente, su mirada vacía desapareció y miró por un momento a Kyu quien ahora estaba llorando en silencio con la mirada baja ya sin saber qué hacer.

-¿De verdad… eres Kyu?- preguntó levantando tímidamente una de sus manos y acercándola a la cara del otro para poder acariciarla.

-Sí….- dijo al sentir a Ryu. –Vine a buscarte. Vamos a casa.-

Ryu asintió con la cabeza. El bicolor no pudo contener la emoción y se abalanzó encima del otro abrazándolo.

-Nunca voy a dejarte solo.- le susurró al oído.

En ese momento un estruendo se escuchó y la puerta se abrió. Era Tatsumi.

-¡Los encontré!- le gritó a los demás.

-----------

-Buenos días- saludó el profesor Dan al entrar al salón de clases.

- Buenos días.- saludaron los cinco alumnos de la sección Q poniéndose de pie.

Así fue como el problema se solucionó al fin. Todo volvió a la normalidad, o más bien, mejor de lo que estaba antes.

Pluto fue arrestado y la mayoría de sus miembros fue encarcelada. La organización finalmente se disolvió. Anubis y Cerberos habían tenido una gran pelea con los profesores Tatsumi y Nanami, por lo que habían resultado gravemente heridos y fueron llevados al hospital. Pero lamentablemente, Cerberos pudo escapar. Nadie sabe cómo, aunque algunas personas dijeron ver a una hermosa doctora de ojos dorados caminando por los pasillos.

Nanami entró a su oficina. Sobre su escritorio había un ramo de rosas violetas que lo sorprendieron mucho. También encontró dentro de ellas una nota. La leyó y sonrió. En ese momento entró Tatsumi.

-¿Qué es eso?- preguntó al ver el ramo de rosas en las manos del detective.

-No es nada importante. Un regalo de un viejo conocido.- dio media vuelta y se dirigió con las rosas hacia la puerta donde estaba Tatsumi.

-¿Son de él?- preguntó más serio de lo normal.

-¿Acaso estas celoso?- le susurró al pasar rozándolo. –Voy a buscar un florero para ponerlas. Un regalo nunca se desprecia.- dijo mientras caminaba por el pasillo con una sonrisa triunfante.

En cuanto a los demás, Ryu les dijo que había pertenecido a Pluto. Todos estaban sorprendidos, pero no le dieron mayor importancia ya que después de todo era su amigo.

- Bueno, entonces el domingo vamos todos al parque de diversiones ¿les parece?- quiso confirmar Megumi.

-Por mi está bien- respondió Kazuma ya listo para irse.

-Claro, será muy divertido.- estuvo de acuerdo Kyu.

-Tenemos que festejar.- dijo Kintaro.

-Sí.- se limitó a responder Ryu.

Todos se dieron vuelta a mirarlo. Hubo un breve silencio.

-Me encantaría.- terminó la frase Amakusa con una sonrisa. Todos rieron felices.

En cuanto a Ryu y yo, estuvimos de acuerdo de mantener nuestra relación en secreto. Por lo menos por ahora.

-Bueno, nos vamos.- Kyu tomó sus cosas y salió del salón luego de saludar con la mano.

-Adiós- saludó Amakusa siguiendo a su compañero de clases.

-Ryu, más vale que cuides a Kyu, sino no te lo perdonaré.- dijo en tono medio broma medio en serio Kinta, al acercarse al dragón para que los demás no pudieran escuchar.

-No tienes que decírmelo.- respondió serio.

Kyu que había escuchado lo dicho por sus compañeros, rió feliz.

Aunque realmente, ya todos lo saben en cierto modo.

Fin


n.a.: eso es todo. Realmente no me gusta como quedó el final, esta medio abierto, pero me estaba tardando demasiado en subirlo, por lo que no me quedó otra.

Muchas gracias a todos los que me tuvieron paciencia y leyeron hasta acá (si es que aún queda alguno). Espero que les haya gustado a pesar de todo, y que no se enojen demasiado por la insinuación de TatsumixNanami (no pude resistirme D).

Si hasta ahora estuvieron leyendo pero no dejaron ningún review, pues qué esperan? Este es el último capítulo, no sean vagos que me gusta saber que piensan sobre lo que escribí n.n

Hasta pronto

TatiaKa

27/06/06