Pido perdon por no haber escrito antes, pero es que he estado muy liada y no he tenido tiempo. Os dejo dos capitulos que espero que os guste. Hoy no voy a responder a reviews asi que perdonarme. Solo contestare a un anonimo que me pregunta cuando iba a terminar los demás. Bueno desde un principio estan todos terminados excepto este Fic. Pero si me he quedado con alguno colgado o con algun dato sin explicar porfavor decirme cual y yo os contestare. MUchos besos a todos y gracias por leer mi Fics

CAPITULO VIII

Como ya dije, los siguientes meses fueron para mi una tortura muy deliciosa. Las clases seguían igual que siempre, tranquilas. El problema era él y solamente él. Ya no usaba el bastón, de hecho dejo de utilizarlo el mismo día en el que empezó la clase. Ni Dumbledore ni Minerva le riñeron por no llevar el bastón, pues estaba claro que se fatigaba si no lo llevaba. Pero Snape es un hombre muy orgulloso y no iba a dejar que nadie le viera llevando un bastón. ¿Por qué sabíamos que necesitaba un bastón? Por el simple hecho de que en más de una ocasión se detenía en los pasillo y miraba a través de la ventana, y si mirabas su rostro lo veías más blanco de lo normal. También estaba que no iba a comer al comedor, solo daba sus clases. Digamos que incluso él era conciente que sin ayuda de un bastón el llegar al comedor era del todo imposible.

El segundo día que Snape volvió a dar clases me lo encontré en los pasillos, estaba claro que el volvía a sus habitaciones y que por la blancura de su cara en esos momentos no lo estaba pasando muy bien. Trate de cruzármelo sin mirarlo a la cara, aún tenia muy fresco el recuerdo del beso de dos días antes. Pero él me llamo, tuve que detenerme había varios alumnos en los pasillos y no era buena idea insultar a Snape de ese modo. También, aunque no quisiera admitirlo en ese momento me preocupaba su blancura. Me acerque a él y le mire con mi mirada de odio. El me miro con el mismo odio.

El otro día se dejo unos pergaminos de sus estudiantes en mis habitaciones. Debería acompañarme.

Yo me encogí de hombros y empecé a andar delante de él. Snape andaba más despacio de lo normal y con un resoplido reducí mi paso.

Llegamos a las escaleras que llevaban a sus habitaciones y fue allí donde todo ocurrió o por lo menos donde empezó. Yo baje las escaleras lentamente delante de él. Sin mirarle, dándole la espalda.

"Ainoha..."

Me di la vuelta rápidamente al oír la voz débil de Snape. Esta sujetándose a la barandilla de la escalera y tenia su cuerpo doblado. Había subido un fuerte mareo y en esos momentos no tenia fuerza para mantenerse de pie sin ayuda. Corrí hacia este y lo sujete con fuerza, él dejo parte de su peso en mi hombro. Poco a poco bajamos las escaleras y llegamos a su habitación. Lo lleve hasta el dormitorio y allí lo recosté en la cama, pero su peso era bastante considerable y caí encima de él. Cuando trate de levantarme me rodeo con sus brazos con fuerza. Estaba claro que ya se había recuperado del mareo.

Mi rostro estaba a unos solo centímetros del suyo. Sentí su aliento rozar mis labios. Sus labios volvieron a rozar los míos con delicadeza. Un suave gemido salió de mi traidora garganta y fue entonces cuando su beso se volvió urgente, ansioso, apasionado. Me sorprendí a mi misma respondiéndole, besándole con la misma urgencia que el lo hacia. Su mano acaricio mi espalda, notaba su calor recorriendo mi espina dorsal, dibujando círculos en mi espalda que me estremecían de placer. Mis manos, las muy traidoras empezaron a desabrocharle la camisa. Dejó de besar mis labios para mordisquear con suavidad mi cuello produciendo en mi estomago una sensación de peso. Recorrí con mis manos su pecho y bese con amor la famosa cicatriz de su pecho. Un gemido salió de la garganta de el y entonces me dio la vuelta y yo me encontré atrapada por el peso de su cuerpo. Volvió a besarme en los labios con una fuerza y pasión que me volvía loca. Me mordisqueo los labios produciendo que mi cuerpo traidor se arqueara hacia suyo con necesidad, notando como su masculinidad crecía y me producía una ola de placer.

Desabrocho mi camisa con lentitud, entonces dejo de besarme y me miro a los ojos con pasión. Volvió a besarme con pasión, y acaricio mis ya duros pezones con una maestría que hizo que el mundo que me rodeaba diera vuelta. Necesitaba que siguiera que no parara. Me abrace a él con fuerza y le bese el cuello para luego saborear el sabor de su cuello.

Una llamada a la puerta fue lo que nos detuvo. Nos quedamos parados mirándonos a los ojos. Volvieron a llamar, pero nosotros solo nos mirábamos. Esa mirada negra y llena de deseo no me dejaba apartar mis ojos de ellos.

La poca conciencia que recobre en ese momento me devolvió a la realidad¡lo que estaba haciendo era un gran error!

"Es un error, Snape. No podemos."

Su mirada volvió a la frialdad de siempre, pero su cuerpo no se movió, dejándome aun atrapada.

"¿Qué es un error?"

"Esto."

"Los dos somos adultos."

"Pero sigue sin estar bien."

"Yo no veo donde esta el problema. Tu me deseas y yo te deseo. ¿Por qué no disfrutar un poco?"

Esta última frase fue como un jarro de agua fría. Había un pequeño problema en su teoría, yo me acababa de dar cuenta de que no solo lo deseaba, me había enamorado de él. Yo que siempre me reía de eso, que siempre les decía a todos que cuando terminara el deseo ya no quedaría más, que el amor no existía. Solo existía un cariño, más profundo o menos por otras personas¿pero amar tanto como para dar tu vida por otra persona? No lo creía, eso no existía.

Me había enamorado de él, de su forma de ser. De su valentía, de su fuerza, de su cordura, de su inteligencia. De sus ojos, de su boca, de sus frases, de sus movimientos. De todo lo que escondía y que no dejaba ver a nadie.

Le empuje con fuerza, librándome por fin de su cuerpo. Me levante y me abotone la camisa. El se levanto enfurecido, con una mirada de odio absoluto. Me cogió un brazo y me volvió a atraer a su cuerpo con fuerza. Me miro con fiereza. Cogió mi mano y me mostró con ella el estado en el que en ese momento se encontraba.

"Esto es lo que me produces con solo mirarte..."

No deje que terminara, me solté de él empujando y le di una bofetada cruzándole el rostro.

Él se llevo la mano a su cara y me miro con burla. Me di la vuelta y salí de la habitación rápidamente.