CAPITULO XIII
El día X llego, Dumbledore me dio permiso para hacer le viaje, el también lo creía conveniente. Los chicos debían aprender a llevarse bien. Pero Dumbledore es sabio, quizás demasiado para mi gusto y me obligo a aceptar la compañiade Snape en mi viaje. Mi querido hermano también vino.
Imaginaros, dos traidores de Voldemort, el niño que vivió, un hombre lobo y yo en la calle, dirigiéndonos a una casa destartalada en las afueras de Hogesmade. No llamamos mucho la atención, nos vestimos para la ocasión.
Al llegar a la casa los chicos seguían sin entender cual iba a ser su castigo. La verdad es que no les dije cual iba a ser, ni tampoco que en realidad no era un castigo...creo que sonreí al llegar a la casa porque Snape me miro como si estuviera loca... No os extrañéis por eso... Nadie quiere entrar en ella y menos acompañado. Pocos saben lo que pasa en ella, pero el miedo a lo desconocido es lo peor que puede haber.
En esa casa nació Merlín, parece ser que antes de morir, enfadado y angustiado por el odio que reinaba a su alrededor hechizó la casa.
El ministerio de magia y muchos magos poderoso han intentado destruirla, prohibir la entrada, pero la magia que hay dentro no lo permite, no deja que se haga nada en ella.
Además de eso, no todo el mundo puede entrar, solo aquellos que deban aprender por el bien de la comunidad muggle y mágica. Es un poco difícil de explicar, yo jamás conseguí entrar y no porque no lo intentara...sabia como funcionaba, sabia que era lo que hacia a las personas que entraban, eso lo sabia todo el mundo, aunque nadie ni siquiera tratando de intentar comprender a sus enemigos consiguió entrar sino no era realmente necesario. Yo sabia que eso chicos lo iban a conseguir. Lo sabia y no me equivoque.
No os voy a explicar exactamente que era y es lo que hace esa habitación, pero si os contare lo que me paso a mi en ella. A mi y a Snape. Pero todo poco a poco.
Los chicos me miraron sorprendidos, Harry miro la casa extrañado y Draco me miro asustado, sin saber que decir. Estoy segura de que él sabia que era esa casa.
Abrí la puerta de la casa y con un movimiento de cabeza le indique que entraran.
"Profesora...esta casa...¡no creo que debamos entrar en ella!"
Cuando me disponía a hablar Snape me interrumpió.
"No te preocupes Draco. No te pasara nada. De hecho si no es necesario ni siquiera podrás entrar."
El chico afirmo con la cabeza y entro seguido de Harry.
La verdad, me dio la sensación y hoy en día estoy segura de ello de que Draco Malfoy tiene una confianza ciega en Severus Snape. Al mirar a ese hombre lo primero que piensas es que no le dejarías tu vida ni loca, pero cuando hablas con él sin que este te mire con odio, o llegas a saber un poco su forma de ser...¡jamás dudarías en dejar tu vida en su mano! Yo eso no lo iba a reconocer claro esta¡jamás!
Snape y yo no nos miramos el tiempo que los chicos estuvieron en la habitación. Mi hermano hacia un esfuerzo por aliviar la tensión, pero no lo conseguía. En realidad consiguió llevarse una mirada de odio profundo de mi parte y un "Cállate Lupin" de Snape.
A los diez minutos los chicos salieron, cada cual más blanco que el otro. Ninguno se miraba a la cara y parecían ansiosos de volver al castillo. Harry lo más seguro para encerrarse en su propia habitación y Draco para...¡no tengo ni idea de lo que hace el chico en sus tiempos libres!.
Cuando nos disponíamos a irnos, mi queridísimo hermano me cogió del hombro.
"Aún no hemos terminado Noa."
Lo mire extrañada¿qué quería decir?
"Os toca a ti y a Severus."
"¿CÓMO?"
Fuimos los dos aludidos los que gritamos, asombrados ante lo que decía mi hermano.
"Yo no pienso entrar allí Lupin. ¡Y menos con tu hermana!"
"Yo tampoco pienso entrar, Remus. No es necesario que nosotros entremos."
"Dumbledore me ha pedido que lo hicierais...de todas formas si no es necesario la casa no os dejara entrar¿verdad?...Oooo ¿es que estáis demasiados asustados como para entrar?"
"Ese truco no funciona conmigo Lupin...¡buscaros a otro para vuestras locuras!"
"Ya...pero si no entráis Dumbledore se enfadara y cuando Dumbledore se enfada de verdad...bueno ya sabéis lo que pasa."
Mire a mi hermano enfadada, yo sabia lo que pasaba cuando Dumbledore se enfada, lo sabia muy bien. Me dirigí a la puerta y la abrí. Mire a Snape con burla. Creo que eso fue lo que le empujo a entrar.
¿Cómo explicaros lo que sentí cuando entre y Snape cerro la puerta detrás de mi? Sentí miedo por lo que iba a pasar. Había un pasillo muy largo que llevaba a una sala azul. Seguí mis pasos con lentitud y poco a poco empecé a sentirme enfurecida y asustada muy asustada. Cuando entre en la habitación me di la vuelta y vi a Snape que estaba justo detrás de mi. Fue de golpe, justo en ese momento cuando sentí que yo ya no era yo. Era otra persona, otro ser.
Sentí miedo, mucho miedo. Odio. Cansancio. Soledad. Me sentí tan triste, tan..¿cómo explicarlo?...vacía...si eso seria la explicación. Me di cuenta que mi vida no tenia sentido, que deseaba que un día de estos la muerte me llegara. Sentí un odio tan profundo, tan real...un odio hacia mi. Me odiaba con todo mi corazón. Sabia que había hecho cosas horribles y que jamás iba a poder pagarlas...sentí que la única forma de remediarlo era luchando por la libertad, por lo familiares de esas personas a las que dañe. Me sentía sucia y cansada. Sin fuerzas. Llena de...de desesperación. ¡Quería morir con todas mis ganas! Pero ni siquiera a eso tenia derecho, no un ser tan horrible con yo. Debía pagar.
Poco a poco estos sentimiento se fueron menguando, volví a sentirme yo misma. Todo ese dolor, toda esa desesperación, todos esos sentimientos de alguien sin esperanza para él, desaparecieron. Yo era yo, nadie más.
Estaba de rodillas en el suelo, encogida y con lagrimas en los ojos. Había llorado. Snape estaba de pie, mirándome. Asombrado, blanco. Entonces fue cuando me di cuenta, cuando supe lo que había pasado. Ese ser, esa vida destrozada, era él. Era Snape. Había sentido sus miedos, sus pesadillas. Todo.
Me levante y lo mire al rostro. Él también entendió lo que había pasado. El también debió sentir lo que eran mis miedos.
Se dio la vuelta y se alejo de la habitación, yo seguí sus pasos secándome el rostro para que los demás no vieran que había llorado.
Me sentía destruida sin fuerzas¿cómo era posible vivir con tanto dolor como el lo hacia¿Cómo lo conseguía?...
Justo cuando salimos de la casa supe que algo no iba bien. Remus, Harry y Draco habían desaparecido. No estaban por ningún lado. Saque mi varita con rapidez y busque un sitio para poder protegerme de un posible ataque, en concreto detrás de un pared bastante alta. Me quede quieta, sentí rabia y miedo cuando escuche esa risa tan fríae inpersonal. La risa de Jiménez el negro. Mire a mi alrededor y vi que Snape se había cobijado también detrás de una pared semi destruida. El me miro con seriedad, concentrado. Sentí que estaba concentrando todo su poder. Lo notaba, se sentía.
Me concentre e hice lo mismo. Mi mente se enfrió, ya no sentí miedo. Estaba preparada para utilizar todos mis conocimientos y mis fuerzas. Escuche la voz de Jiménez.
"¿Te escondes de mi¿Tanto miedo te doy? Pensaba que eras valiente, que estabas a mi talla...pero veo que no..."
Escuche unos pasos suaves, volví a mirar a Snape, él estaba mejor situado que yo, podía ver sin tener que exponerse a que su cabeza recibiera un buen surtido de magia.
Me mostró cuatro dedos de su mano y la dirigió a la derecha, dándome a entender que a su derecha había cuatro. Luego de la misma forma me dio a entender que de mi lado habían tres.
¡El juego empezaba!
"Hola Jiménez...¿qué tal anda tu trasero? Has podido sanarlo o aun lo tienes lleno de agujeros."
Si Jiménez pensaba que me iba a asustar estaba muy equivocado, en ese momento yo era la auror, no era Noa. Sabia que esta ultima frase le iba a enfadar, en la ultima batalla recibió un buen hechizo justo en el trasero. ¿Adivináis quien le dio?
No me contesto. Cerré los ojos. Debía concentrarme en lo que me rodeaba. Cuando sentí todos los músculos de mi cuerpo tenso y preparados. Sonreí. Ya estaba lista. Ahora era la hora de la lucha.
"Dime vejete¿porque te escondes detrás de los mortifagos?. ¿No será que ya no estas tan seguro de ti mismo sobre quien es el más fuerte?"
No me respondió, yo sabia que empezaba a enfadarse, el principal problema de Jiménez y lo que un día de estos significaría su muerte era la impaciencia.
Mire a Snape, su rostro era frió y despiadado, yo sabia que él estaba tan o más preparado que yo para esa batalla.
Algunas veces te compenetras tanto con una persona que sabes lo que piensa y lo que quiere hacer. Supe que había llegado el momento al mirarlo. Supe que el lucharía con los cuatro mortifagos de su derecha y que yo debía hacerlo con los otros tres. Supe que terminaría enseguida con ellos y que estaría a mi lado para luchar contra Jiménez...y fue así exactamente como paso, aunque todo paso demasiado rápido y no llego a ayudarme.
Salimos los dos de nuestro escondite con gran rapidez, pareceríamos solo sombras. Los dos teníamos un sexto sentido para la lucha, un sexto sentido para sobrevivir. Habíamos nacido para la guerra.
Note la presencia de un hombre a mi derecha, otra a mi izquierda y un tercero un poco más alejado. Observando, ese era Jiménez. Yo sabia que él no haría nada, que esperaba a que yo terminara mi trabajo con los dos primeros para luego ser él quien acabara conmigo. Jiménez nunca trabaja acompañado, yo sabia que lo mas seguro esos mortifagos estaban allí porque Lord Voldemort le había obligado a ello.
Fue más fácil de lo que yo creí, con un movimiento de mi varita deje inconsciente al de mi derecha que era el que estaba menos sorprendido por mi súbita aparición. Me di la vuelta para atacar al segundo justo a tiempo para no dejarle terminar de pronunciar el hechizo que deseaba usar.
Me quede allí de pie, mirando a Jiménez con una sonrisa burlona. Este me miraba divertido. Estaba relajado, no había conseguido enfadarlo y eso para mi era una desventaja porque Jiménez relajado es muy peligroso. Normalmente dicen que cuando una persona se enfada es más peligrosa porque utiliza todo su poder, pero...yo prefiero quemis enemigos loestén, si están relajados es porque tienen un "as" guardado en su manga.
"¿Cómo va el trasero?"
"¿Cómo va tu brazo?"
Lo mire burlonamente, la última vez que luchamos me hirió en el brazo izquierdo. Nadie lo sabe, nunca nadie supo que mi brazo izquierdo era tan potente como el derecho, a todos les sorprendería este dato, pero Jiménez lo descubrió y aunque estoy segura que quería hacer otra cosa me consiguió herir. Ahora no tenia tanta fuerza en ella como antes, pero seguía siendo una ventaja.
"Me molesta algunas noches, pero me avisa siempre de los cambios de temperatura, se puede decir que es un buen regalo. Gracias por interesarte."
Cualquiera que nos viera pensaría que éramos unos amigos que hacia tiempo que no se veían, pero no era así. Las varitas en las manos soltando chispas y el hecho de que no nos acercaramos daba a entender que no lo eramos. Él me estaba midiendo y yo estaba haciendo lo mismo con él. En realidad no hacia falta porque ambos sabíamos como era el otro, sabíamos donde estaba su punto débil y su fuerza, pero jamás te fíes de lo que sabes porque puede ser que estes equivocado.
Fue algo rápido, empezamos a desplazarnos, a movernos con rapidez. Maldiciendo con la maldición de la muerte, con cruciatos. Ninguno de los dos daba en el blanco. Todo ocurrió en cuestión de segundos, aunque para mi fueron horas. Él me venció, sí me venció.
Recibí un Cruciatus, en pleno pecho. Podría haber sido un Avada Kedabra, pero no lo fue. Tuve suerte. Caí en el suelo. Sujetando con fuerza la varita. Debo deciros que recibir un cruciatus significa la muerte, porque no puedes moverte. Tu cuerpo deja de pertenecerte, solo actúan los nervios. Puedes pensar, puedes evitar gritar, pero no puedes evitar que tu cuerpo se encoja. Pero...algunas cosas se aprenden a base de encontrar la muerte tantas veces delante de tu rostro.
Me concentre con todas mis fuerzas y con un suave "Ploof" desaparecí de la vista de Jiménez y por tanto el cruciatus se corto, llegue al mismo sitio donde había estado escondida al principio.
Escuche el grito de rabia de Jiménez y luego varios "Ploof". Mi cuerpo temblaba, el cruciatus había sido muy potente, llego un momento cuando aún recibía el cruciatus que pensé que no conseguiría trasladarme, pero lo hice.
Oí gritos y supe que era la Orden que había llegado. Respire profundamente y obligue a mi cuerpo a no temblar. Salí de mi escondite tapándome totalmente con la capa dejando ver solo mi rostro y mire a mi alrededor. Jiménez había desaparecido los demás mortifagos excepto dos también habían desaparecido. Eran los que se habian enfrentado a Snape...creo que necesitaron un buen tiempo de reposo en el hospital antes de poder ser llevados a la carcel.
Mi hermano estaba allí de pie mirando a su alrededor. Me acerque a él y le abrace. Por un momento pensé que le habían atrapado.
"¿Y los chicos?"
"A salvo en el castillo los lleve con el trasladador cuando note la presencia de varias personas a nuestro alrededor. Este luegar suele estar vacio... ¿estas bien?"
Afirme con la cabeza, di gracias a llevar mi capa larga y negra, porque notaba mi brazo sangrar. ¿Cuándo leche me había herido Jiménez? No fue con el cruciatus¿cuando fue entonces?
Dumbledore se me acerco con el rostro serio.
"Noa vuelve al castillo con Severus. La Orden se encargara del resto más tarde."
Normalmente me hubiera quejado, pero notaba que mi cuerpo dejaba de reaccionar a la velocidad que mi mente le pedía.
Me dirigí al castillo sin mirar atrás. Snape estaba a mi lado. La lucha había durado unos minutos escasos. Yo había estado solo dos minutos con Jiménez. Pero parecía que había sido una hora.
Al llegar al castillo me dirigí a mi habitación sin mediar una sola palabra con Snape, pero notaba su mirada clavarse en mi nuca.
Llegue a mi habitación y cerré la puerta. Al quitarme la capa, vi que mi brazo sangraba por una herida cercana a la antigua...
Perdon por haber tardado tanto en actualizar el fic. Besos a todos.
Miss-adreina-snape: Me alegro que te haya gustado el capitulo. Dentro de poco sabremos lo que paso realmente entre Draco y Hermione.
Amps14: Espera y veras lo que pasa, jejeje. Creo que ahora voy hacer que sea ella quien trate de hacer algo con Snape y sea este el que no quiera. Lo que ha pasado en este capitulo nuevo va a afectar mucho a nuestros protas.
Tchaikovsky: Espero que te haya gustado este capitulo.
Nocrala: No te impacientes, en el siguiente capitulo veras lo que pasa. Muchas gracias por leerme.
Sabi: Gracias, gracias por todo.
Silence-messiah: Espero que te guste este capitulo nuevo y los siguientes
Wolfgang-Snape: En realidad ellos son muy parecidos, pero totalmente diferente. Ambos son peligroso como enemigos, pero muy fieles. Ambos tienen un genio de mil demonios.
