CAPITULO XVIII

Me encontraba arrinconada, no podía moverme sin ser un objetivo fácil de Jiménez, el llanto de un chico a mi lado solo conseguía que mis nervios aumentaran. Mire al chico con enfado, tenia unos 19 años, era su primera misión. Era alto y delgado, su pelo rubio estaba en esos momento húmedo por el sudor y el llanto. El chico se miraba sus manos con miedo, llenas de sangre de su compañero. Seguía vivo por un simple milagro. Suspire con enfado y asome mi rostro para ver a Jiménez. No lo veía por ningún sitio, también estaba escondido. Varios cuerpos estaban tendidos en el suelo. Se suponía que Jiménez no sabia que íbamos a por él, pero al final los sorprendidos fuimos nosotros cuando nos ataco sin previo aviso.

Todo fue muy rápido, note como el chico se levantaba con rapidez y gritando se dirigía al escondite de Jiménez. Me levante con rapidez para seguir al chico y tratar de salvarle la vida, vi como el chico caía con fuerza al suelo y gritaba de dolor mientras su cuerpo empezaba a sangrar copiosamente. Cogi el brazo del chico y lo arrastre con fuerza creando antes un hechizo a su alrededor para protegerlo. Vi como un rayo rojo se dirigía a mi y con mi brazo izquierdo cree otro escudo para mi, mientras me agachaba con rapidez. Sentí un fuerte dolor en mi brazo izquierdo obligándome a soltar la varita, no había suficientemente rápida con mi hechizo escudo. Con un esfuerzo sobrehumano conseguí esconderme junto al chico detrás de una caja.

Las lágrimas del chico surcaban su rostro ensangrentado.

"¡Aguanta muchacho!"

El chico perdía poco a poco el conocimiento, tenia casi diseccionada una pierda y la mano de su brazo derecho no estaba. El chico cerró los ojos y murió, ante mis ojos, llorando….

Me levante con rapidez, cegada por la rabia y corrí en busca de mi varita……


Me desperté, otra pesadilla, pero estaba vez la recordaba, sabia lo que pasaba, él porque de mi odio, de mi miedo, de mi dolor. Me senté en la cama y deje que mis lágrimas cayeran por mi rostro, el chico era un auror nuevo, pero había mentido sobre su edad, solo tenia 17 años. Había sido un estudiante aventajado, había estado estudiando para auror y luego había mentido sobre su edad para que le dejaran trabajar. Solo tenia 17 años, a esa edad debería seguir estudiando en el colegio, pero estaba tres años adelantado. Nunca me perdonare lo que paso ese día.

Me levante de la cama y salí de mi habitación, me sentía muy cansada y la conversación con Carlos solo había conseguido recordarme malos momentos, ni siquiera Jiménez había conseguido que me sintiera así.

Eran las dos de la mañana y los pasillo estaban desiertos, ningún ruido perturbaba el silencio de los pasillos. Me pasee por ellos sin saber exactamente donde me dirigía hasta que me encontré enfrente de una puerta negra, en el calabozo.

No sé cuanto tiempo estuve allí de pie, mirándola. Sin saber que hacer¡eso era una locura¿Qué hacia allí¿Tan necesitada me había vuelto? Me di la vuelta y continué mi camino. Pero una voz me detuvo a mitad del camino.

"¿Por qué no has llamado?"

Note como mis ojos volvían a hervirme por lagrimas que yo no dejaba salir. ¡No delante de él! Ya había llorado demasiado, debía ser fuerte. Sin darme la vuelta y sin responderle seguí mi camino, en silencio. Unos brazos me detuvieron y me dieron la vuelta, encontrándome con su rostro impasible.

Por primera vez desde que trabajábamos juntos desvié la vista de su rostro, sin poder resistirme a sus ojos interrogante.

Me abrazo con ternura y cuidado, al sentir sus brazos fuertes y calurosos alrededor de mi hombros no pude resistirlo. Mi llanto salio con fuerza de mis ojos y mi boca. Me llevo a sus habitaciones y me sentó delante de la chimenea que se estaba apagando. Luego me dio un vaso humeante. Lo mire interrogante.

"Esto te sentara bien, dormirás profundamente."

Me bebí el contenido sin rechistar y me hice un ovillo en el sillón. Recordando ese maldito día, el día en el que deje de dormir con tranquilidad.

"Ven."

Cogio mi mano y me levanto del sillón, la poción empezaba a hacer efecto y yo me sentía flotar. Me acostó en una cama mullida y cómoda, luego me tapo con delicadeza y se dio la vuelta para irse. Yo le coji la mano.

"No me dejes sola."

Escuche un resoplido y luego sentí como se acostaba en la cama, encima de las mantas para luego abrazarme.

Esa noche dormí como hacia años que no lo hacia.


Al despertarme al día siguiente me encontré sola en la cama, me costo saber donde estaba pues esa no era mi cama. Cuando recordé lo pasado me avergoncé de mi estupidez y me levante con rapidez. Salí a la sala de estar pero esta estaba vacía. Snape debía haberse levantado hacia tiempo y me había dejado dormir.

Salí de la habitación sin esperarle y me dirigí a mis aposentos. Me duche y me cambie de ropa.

En el comedor me senté al lado de Dumbledore, Snape estaba al final de la mesa y no me dirigió la mirada. Eso me hizo daño¿tanto le molestaba haber pasado una noche conmigo? Recordé su resoplido de impaciencia la otra noche y me arrepentí de haber ido, lo había puesto en una situación difícil y me había aprovechado de él, sabiendo que no me echaría de su lado, porque jamás lo había hecho.

"¿Qué te pasa, Noa?"

Dumbledore me miro profundamente.

"Nada, solo la conversación de ayer con Carlos."

"Ya, de eso vamos hablar después del desayuno. Pero creo que en realidad te pasa algo más profundo. Estas como diría…ausente del mundo. ¿No será por lo de anoche?"

"Mire a Dumbledore con los abiertos como platos."

"¿Anoche?"

"Sí anoche, me quede hasta muy tarde trabajando."

"No sé que paso anoche."

"Noa, nunca me has escondido nada. ¿Por qué lo haces ahora?"

Mire mi tazón de leche con detenimiento.

"No sé porque fui, me arrepiento mucho de ello. No paso nada….Creo que esta enfadado porque le he utilizado."

"¿Utilizado?"

"Si, anoche pude recordar parte de una mis pesadillas y…no sé porque busque sus brazos."

"Severus siempre ha sido así. No te preocupes por eso. Él no piensa así, es solo que…"

"¿Qué que?"

"Que Severus es una persona aun más difícil que tú Si él te dejo entrar en sus aposentos y te dio consuelo fue porque él quería y lo sentía así. Aunque no esperes que él se abra."

"Creo que…siento algo especial por él."

"Yo también le tengo mucho cariño."

Albus me miro y me sonrió con una de sus sonrisas picaras. Luego se levanto y me dijo que cuando terminara mi desayuno fuera a verle.

Cuando termine mi desayuno me levante y me dirigí al despacho de Dumbledore. Al llegar a la gárgola, Snape estaba allí, esperando que esta terminara de desplazarse del todo. No me miro y entre con él en las escaleras.

"Gracias por lo de anoche.-No me respondió-Por lo de dejarme quedarme y hacerme compañía."

"Si no lo hubiera hecho Dumbledore se hubiera enfadado….La próxima que deambule por los pasillos no haga tanto ruido…¡Parecía un elefante bailando!"

Lo mire atónita, sin saber que decir ni que hacer. ¿Por qué me decía eso? Por primera vez no le respondí y me calle. Estaba claro, él me odiaba. ¿Las razones? Quizás por lo ocurrido en la casa, por crearle problemas, por ser quien yo era y …quien más sabe. Empecé a comprender que me odiaba. Su mirada irradiaba crueldad y odio, su rostro era impasible.

Llegamos al despacho de Dumbledore y yo me senté en una silla recobrando mi rostro impasible, con una ligera sonrisa en mis labios…como siempre.

"Dime Albus ¿que has pensado?."

Albus me miro y luego miro a Snape que se había acercado a una ventana y mira a través de ella.

"No me fío de Carlos, esta siendo investigado en secreto por las autoridades secretas de España. No me preguntes como, pero sabes que tengo muchos amigos poderosos en ese país. No te preocupes por las amenazas de este, no te pasara nada. Quizás dentro de un mes recibas la carta comunicándote tu muerte, es lo que suelen hacer según mis fuentes. Están también investigando las misteriosas muertes de muchos de tus excompañeros que dejaron de trabajar para Carlos."

"Aunque eso me preocupaba, sabia que tu te ocuparías Albus, muchas gracias."

"Eso no es todo Noa. Las vacaciones se acercan, no quiero que nadie sepa donde van a estar Harry y Draco. Necesito que desaparezcan y que ambos continúen sus estudios este verano, la batalla final se aproxima y quiero que Harry este preparado."

"¿Y Ron y Hermione?"

"Ellos se quedaran con la Orden, también estarán vigilados y recibirán clases extras debido a su proximidad a Harry y a sus ansias de seguir a su amigo hasta el final."

"Lo veo muy bien. ¿Qué quieres que haga?"

"Quiero que tú desaparezcas con ellos, junto con Severus."

Mire a Snape, quien seguía mirando por la ventana impasible. Él debía saber ya la noticia, sino hubiera reaccionado, estoy seguro.

"También os ocupareis de ayudarles en sus estudios. Estaréis en un barrio muggle, os diré "donde" llegado su momento. Solo yo conoceré ese lugar."

Mire a Albus y el brillo divertido en sus ojos me dio a entender que tramaba algo.

"¿Qué me escondes Albus?"

"Deberéis pasar como un matrimonio con sus sobrinos."

Mi mirada de sorpresa pasó de Albus a Snape, quien se había dado la vuelta y lo miraba con los ojos como platos. De golpe me entro la risa, era la primera vez que veía el rostro de Snape demudado del todo por la sorpresa.

Su mirada pasó de Dumbledore a mí, pero esta vez con enfado.

Con un esfuerzo me puse seria y mire a Albus.

"¿Eso es todo Albus?"

Este me miro divertido y afirmó con la cabeza.

"La última semana de clase os diré como se organizara todo. Los chicos ya lo saben."

Salí del despacho conteniéndome la risa y no pude evitar soltar una risa nerviosa cuando escuche un rugido proveniente del despacho.

"¿ESTAS CHALADO?"

Una carcajada fue el continué al grito.


Muchas gracias por los reviews, espero que este capitulo os haya gustado. La próxima vez responderé a los reviews porque hoy no tengo mucho tiempo. Besos para todos.