Hola otra vez! He cambiado el capitulo 20 porque me habia equivocado y baje otra vez el 19, ya podeis leerlo, aunque no es nada de este mundo.
CAPITULO 23, empieza otra vez la acción, ahora viene lo bueno, espero que os guste este capitulo. Los tres anteriores eran muy aburridos pero tenia que escribirlos para explicar un poco porque Harry era tan frio, y porque realmente cuando los escribi no sabia que decir. Tampoco puedeo decir mucho sobre Harry Y Draco porque la historia es sobre el punto de vista de Noa y no de Harry o cualquier otro.
Bien, espero que os guste un poco más este.
Aviso, en los siguientes capitulos (no estoy segura si van a ser tres o cuatro) Snape dejara ver a Noa su verdadero poder y Harry...¿despertara al final los suyos?.
Muchas gracias por lo reviews, me hacen mucha ilusión recibirlos. No voya responder ninguno, espero que me perdoneispor ello, pero os doy las gracias a tods y os envio un besazo.
CAPITULO XXIII
Pensareis que el despertar del siguiente día fue amoroso y lleno de caricias y perdones. Pues no. Las cosas con Snape no son tan sencillas ni tan fáciles…y menos a lo referente al amor.
Pues bien, como recordareis nos quedamos los dos acostados en la cama, abrazados. Snape borracho y yo sin creerme todavía que me dijera "Abrázame"…aunque estuviera como una cuba.
Desde luego ese verano estaba resultando de lo más extraño.
Primero Harry terminaba por abrirse tras un año infructuoso por parte de sus amigos y después Snape…aunque este no se abrió por propia voluntad a mí.
A la mañana siguiente cuando abrí los ojos me encontré a Snape sentado en el ella, dándome la espalda y apoyando sus puños en su dolorida cabeza.
-¿Cómo…como te encuentras?-Fue lo único que se me ocurrió decir.
No me respondió, se levanto de la cama con furia y miro la habitación, todo seguía tirado en el suelo. Yo me levante también y me acerque a él….en ese momento cometí un grave error, puse mi mano en su hombro tratando de darle fuerzas. Se dio la vuelta hecho un basilisco y su mirada llena de odio me atravesó. Estaba fuera de si.
-¿QUIEN TE CREES QUE ERES PARA ENTRAR ASI EN MI MENTE?-Yo¿como no? di un paso atrás, no me esperaba esa reacción-¿Cómo te atreves a entrar en mis habitaciones sin permiso? –Lo mire asustada-¡RESPONDE!
El último grito me hizo retroceder un poco más, jamás lo había visto así, estaba fuera de si, no parecía él.
-Yo…yo…
-Yo…yo…-se burlaba de mi- ¿Solo eres capaz de decir eso? Yo…yo…Eres una maldita niñata¿Quién te da derecho a entrar en mi mente sin permiso? …¿QUIEN?
Yo, recupere mi genio después de pasada la sorpresa, me enfade.
-Escuche ruidos, de cristales rotos, de muebles volcados y pensé que te estaban atacando.
-Eso no explica porque LECHE ENTRASTE EN MI MENTE.
-Yo solo quería ayudarte, dijiste que era tu culpa que tu la mataste…estabas perdido en el recuerdo y yo solo quería ayudarte, entenderte. Saber que te había llevado a emborracharte esa noche o a perder los estribos.
-ESA NO ES UN EXCUSA, LUPIN.
-Deja de gritar, no vas a solucionar nada gritando.
-GRITO SI QUIERO. HAS INVADIDO MI INTIMIDAD…¿Por qué?
-Ya te lo he dicho, quería ayudarte, entenderte…al igual que has hecho siempre tu conmigo.
-Estupida niñata…eres repugnante al igual que tu hermano. Os creéis con derecho a todo y cojeéis todo lo que queréis…-Ahora se había pasado de la raya, se había metido con mi hermano.
-¡ESTUPIDA!…MI HERMANO SIEMPRE TE HA ESTADO DEFENDIENDO DE LOS DEMÁS.
-Asiiiii, pues yo no lo he notado. Lo recuerdo muy bien, allí de pie con una sonrisa en su rostro mientras sus amiguitos me tendían una trampa.
-No hablo del colegio…hablo de ahora.
Snape me miro con rabia, se dio la vuelta y se agacho par acoger una botella vacía, la miro y luego con furia la estampo contra la pared.
-El alcohol no es bueno para olvidar Snape.
Me miro con rabia, yo sabia que trataba de calmarse, de recuperar el control. Seguía furioso, furioso de que yo hubiera entrado en su mente, furioso de haber dejado ver otro Snape a mis ojos.
-Mira quien habla…la señorita "Estuve a punto de dejar caos a tres niños borrachos solo porque me sentía desbordada"
Eso me dolió, fue un golpe bajo de su parte, ambos sabíamos que fue su intervención lo que salvo a los chicos de mi rabia, pero creía que habíamos hecho un trato silencio. Ninguno de los dos lo mencionaría y ya había pasado bastante tiempo de esa noche.
Me quede mirándolo con rabia, unas pequeñas lagrima empezaban a recorrer mi rostro, furiosa por ser débil y aún sin entender como me había enamorado de una persona que sabía como hacerte daño a la mínima oportunidad.
-¿Ahora señorita "soy la mejor auror" me va a explicar quien le dio derecho a entrar en mi mente?
-Ya te lo he dicho, solo quería ayudarte.
-PUES LA PROXIMA VEZ NO ME AYUDES¿ENTENDIDO?
No pude evitarlo, grite con todas mis fuerzas y como bocazas que soy dije lo que me había prometido no decir.
-NO, NO LO ENTIENDO. TU SIEMPRE HAS ESTADO ALLI Y YO LO VOY A ESTAR PARA TI. PORQUE QUIERAS O NO YO TE AMO. NO SE PORQUE, PERO JODER TE AMO.
Me di la vuelta y salí corriendo de la habitación, pero antes de cerrar la puerta con fuerza una mano de hierro cogio mi brazo y me dio la vuelta violentamente. Choque contra un cuerpo duro y al instante unos labios furiosos se posaron en mi boca.
Fue un beso lleno de urgencia y rabia, ambos necesitamos eso, ambos deseábamos eso. Yo le respondí con la misma rabia. Me empujo con fuerza con la pared, sus manos subieron mi camisón, dejándome solo con mis bragas y sujetador, que desaparecieron con una velocidad increíble. Yo le ayude a quitarse la ropa con urgencia y necesidad. Necesitaba tocarlo, besarlo, sentirlo. Y fue eso lo que hice, lo bese, le mordí. Mi rabia y amor hacia él me hacían actuar así. Sus manos se posaron en mis nalgas y de un suave empuje me elevo lo suficiente para que yo entrelazara mis piernas en su cadera.
Y por fin, después de tanto tiempo, lo sentí dentro de mí. Parecíamos dos animales, deseando más. Nuestros jadeos solo conseguían excitarnos más, hacer que sus va y vienes fueron más fuertes, con más fuerza.
Por fin llegamos al clímax y yo me abrace a él, gritando su nombre.
Al poco estábamos los dos en la cama, abrazados, y yo besando con cariño la cicatriz del pecho, la cicatriz que tanto empezaba a amar.
Me quede dormida y solo llegue a escuchar.
-Ayer fue el día en que la mate…no lo vuelvas hacer.
A las pocas horas me desperté en mi habitación, algo que me entristeció. Me vestí y traté de abrir la puerta que daba a su habitación, pero estaba cerrada.
Baje las escaleras y no lo vi. Harry y Draco estaban viendo la tele, por fin Harry se tomaba un poco de respiro. Pensé en lo que había pasado esa mañana y en nuestros gritos y di gracias a que nuestras habitaciones estaban en la otra punta del pasillo y que insonoricé la habitación al entrar y ver a Snape borracho.
Lo vi al poco, sentado en la cocina con un periódico muggle, no me miro, ni siquiera se digno a levantar el rostro del periódico.
Cuando al final se levanto y salio de la cocina me dirigió las palabras más dolorosas que nadie pudo haberme dicho.
-Todo ha sido un error, profesora Lupin. Espero que no monte un numerito.
Me dolió y mucho, pero…yo ya le había dicho lo que sentía y no había marcha atrás, no podía arrepentirme, no iba a solucionar nada.
Habíamos hecho el amor…no, mejor seria decir que lo que hicimos fue practicar salvajemente el sexo. El me deseaba y por fin me había probado. Ya estaban todas las cartas en la mesa.
Pero en esos momentos no me hacia una pregunta que hoy en día considero crucial¿Por qué si podía haberse acostado conmigo mucho antes no lo hizo? Quiero decir, él podría haberse aprovechado de mi y no lo hizo. Y fue bajo la rabia y los gritos cuando al final…bueno cuando al final nos acostamos…si se le puede decir acostarse a la forma que nos….digamos jugamos a los enfermeros…
Pero yo no me daba cuenta de eso, solo sentía que él había conseguido lo que quería y ya estaba saciado. Sentía que antes me había deseado pero que después de una noche el deseo ya había sido saciado.
Y fue entonces cuando apareció Jiménez.
Recuerdo que habían pasado solo un día desde que encontré a Snape borracho, estaba en el jardín, regando los rosales. Los chicos estaban dentro de la casa, en la sala especial para entrenarse, y Snape había salido sin decir nada a nadie.
Estaba perdida en mis pensamientos cuando escuche una voz fría y llena de crueldad me sorprendió.
-Vaya, vaya. ¿Jugando a ser jardinera?
Me di la vuelta con rapidez, pero mi sorpresa no fue solo al encontrar a Jiménez frente a mi, sino que Carlos, el muy traidor también estaba allí. Mirándome con burla.
