No soy tan mala como para dejaros así, sin saber lo que va a pasar. Aqui esta el segundo capitulo
CAPITULO XXV
-¿No me lo dices, Bien. Entonces reza si eres creyente. AVAD…
No podía moverme, en realidad no sentía las piernas, el hechizo que había utilizado contra mi no era un petrifuculus, era otro. Mis piernas no estaban paralizadas, simplemente había perdido la sensibilidad en ellas. Y la cantidad de sangre que seguía perdiendo no me ayudaba en nada, no tenía forma de defenderme.
Cerré los ojos con fuerza, sabiendo que mi vida se terminaba, una multitud de imágenes me llegaron a mi cansado cerebro. Vi a mi hermano sonriéndome, a mis padres adoptivos y a los verdaderos. A Albus animándome, a Harry y sus amigos y … a él. Lo vi a él. Todo fue en cuestión de segundos. Una voz fría y poderosa sonó en el jardín.
-Recoge tu varita y defiéndete, Jiménez.
Volví a abrir los ojos con sorpresa, no estaba muerta. Y Jiménez no tenía su varita, me daba la espalda y miraba con rabia a Snape, que había aparecido de repente y por lo visto le había quitado la varita a Jiménez antes de que pudiera terminar de decir la maldición imperdonable.
Snape…¿Cómo explicar lo que vi en él?. No había viento pero su pelo y ropas se movían por si solas, en un lento vaivén. Allí estaba el verdadero poder de Snape, y era mucho, mucho poder.
Miraba con frialdad a Jiménez, sus ojos en ningún momento se encontraron con los míos.
Y por primera vez vi la sorpresa en el rostro de Jiménez, estoy segura que no se esperaba que Snape apareciera y menos que desplegara tanto poder a su alrededor. Creo que Snape estaba furioso, realmente furioso…bueno no lo creo, lo sé.
Jiménez se acerco con lentitud a su varita que estaba a unos metros de él, la recogió y consiguió sonreír, aunque no con la confianza que tenia siempre, parecía asustado.
-¿Me buscabas Jiménez? Estoy aquí. Ahora puedes atacarme e intentar matarme…, si es que puedes.
-CRUCIO.-la voz de Jiménez sonó aguda y llena de rabia…quizás también con miedo.
No sé quien se sorprendió más, o Jiménez o yo. Pero Snape, con un solo movimiento de varita y con una mueca de aburrimiento desvió el cruciatus.
¿Sabéis que el cruciatus es casi imposible de desviar? Pero Snape lo hizo, sin moverse, sin miedo, con tranquilidad. Realmente parecía aburrido.
El rostro de Jiménez se lleno de odio y rabia. Snape esbozo una mueca cruel.
-Dejemos de jugar.
Fue algo rápido, ambos hombres se enzarzaron en una lucha, Jiménez tenía todas las de perder, Snape jugaba con él, disfrutando en cada momento los intentos de Jiménez de hacerle daño. En ningún momento vi que Snape utilizara su varita para atacar, solo para defenderse. En un momento de la pelea, sus cuerpos quedaron tan juntos, que Snape le propino un puñetazo en el estomago dejando a Jiménez sin respiración.
Después no sé que paso, no lo llegue a ver, simplemente note como una punta de la varita de Jiménez apretaba con saña mi garganta.
-No te muevas Snape o ella terminara muerta ante tus ojos.
Cerré los ojos y los abrí casi al inmediato. Vi a Snape caminando con tranquilidad delante de nosotros, con la varita boca abajo y en su rostro una frialdad absoluta, su vista en el suelo. Parecía que pensaba en algo, que luchaba contra algo, pero luego su rostro se dibujo con una sonrisa maléfica. Levanto su rostro y nos miro. Su mirada prometía la muerte. Jiménez apretó con más fuerza la varita en mi garganta.
-No te muevas Snape¡te lo advierto!.
Lo siguiente fue impresionante, las ropas de Snape empezaron a moverse con fuerza al igual que su pelo, era como si el viento estuviera luchando solo contra él. No una suave brisa como cuando empezó la batalla sino un viento cruel y fuerte. Como si una ráfaga de viento se estuviera concentrando en el solo…. Pero no había ni una pizca de viento, solo un calor pegajoso. ¡Snape estaba dejando que todo su poder controlara su cuerpo, lo de antes no había sido nada.
Fue entonces cuando entendí a Dumbledore cuando dijo que Snape seria más poderoso que él dentro de poco. Pero¿acaso no lo era ya? Realmente no lo sé, nunca he visto a Dumbledore dejar todo su poder, toda su magia desplegarse.
Con la sorpresa no me fije que Snape miraba fijamente a Jiménez, note como Jiménez no presionaba ya su varita en mi garganta y vi como llevaba sus manos a su cuello, volviéndose morado poco a poco¡Se estaba ahogando! Y la causa era Snape.
Jiménez cayo a suelo de rodillas y luego de golpe pareció que recupero la capacidad de respirar.
Vi como Snape levantaba lentamente su varita y murmuraba con tranquilidad.
-Avada Kedabra.
Jiménez termino de caer al suelo, con los ojos cerrados y con una mano en su garganta.
Quizás penséis que allí termino todo. Pero no, no fue así. Las palabras que Snape pronuncio después me produjeron un escalofrió.
-Buenos días, Lord Voldemort….
Al instante Snape salio por los aires golpeado por una fuerza invisible y cayendo a unos metros de donde yo estaba.
-Veo Severus que ya no temes decir mi nombre. Carlos estaba destinado a morir, pero Jiménez…-Voldemort hizo un chasquido con su lengua-Ya me he cansado de observar….
¿O quizás si lo soy? Jejejeje. Espero que os haya gustado y que hayaís disfrutado leyendolo tanto como yo lo he hecho escribiendolo.
Muchos besos.
Muchas gracias por los reviews y perdonar por no contestar...GRACIAS. BESOS.
