CAPITULO XXVII

-Dumbledore…siempre llegas en el momento más inoportuno viejo. –La voz de Voldemort sonó furiosa-Potter nos veremos dentro de poco y prepárate para morir.

Otros Ploff sonaron y en ese momento desapareció Voldemort de mi vista. Luego mire a Snape, tenia los ojos cerrados y su piel blanquecina me asustaba al hacerme pensar que esta muerto. Pero yo misma estaba a las puertas de esa muerte y mi cuerpo al sentir que el peligro había desaparecido decidió dejar de luchar para dejarme entrar en una oscuridad donde por fin podría descansar para siempre. Sin dolores del pasado, sin llantos de un amor no correspondido, sin miedo a que mis seres queridos sufrieran en un mundo donde la oscuridad y la nada serian mis aliadas.


Escuche voces a mi alrededor, pero no llegaba a entender lo que decían. Con un esfuerzo abrí los ojos y una luz cegadora me obligo a volver a cerrarlos.

-Se ha despertado…¿Cómo te sientes?

Volví a abrir los ojos, esta vez poco a poco para que la luz del día no me volviera a cegar. Cuando conseguí enfocar bien, vi una cara arrugada y preocupada. Era Albus y me miraba con miedo en sus ojos, algo que no había visto en él en todo el tiempo que lo conocía.

-Albus¿Qué ha pasado?

Una sonrisa cruzo el rostro de Albus.

-Voldemort os encontró, luchaste contra Carlos y Jiménez…

Afirmé con la cabeza.

-Ya lo recuerdo. ¿Y los chicos¿Están bien?

-Si, asustados por ti, pero están bien. Harry esta algo cansado, su rabia saco todo su poder y eso lo fatigo. Por lo menos ahora, esta seguro de que tiene la fuerza para vencer a Voldemort, solo debe aprender a utilizarla.

Volví a cerrar los ojos con cansancio, recordaba perfectamente el momento en el que Harry reaccionó, su poder era demasiado para un chico de su edad. Harry Potter podía llegar a convertirse en el siguiente Merlín de la historia. Solo era cuestión de tiempo. Pero había una pregunta que me quemaba en la punta de la lengua¿Qué pasaba con Snape¿Estaba bien?.

-Me alegro de que estén bien.

El rostro de Dumbledore mostró en ese momento un dolor y una tristeza que me hizo temer lo peor.

-¿Qué..que hay de Snape?

Dumbledore levanto el rostro y miro a su alrededor.

-Esta bien, tendrá secuelas por el ataque de Voldemort, pero se le pasara en unos meses. Lo que más me preocupa eres tú.

Sonreí con cansancio, sabía a lo que se refería, aún no sentía las piernas, lo había notado al poco de despertar, mis piernas no se movían, era como si no existieran, pero yo sabia que estaban allí.

-¿Qué les pasa a mis piernas?

-No lo sabemos exactamente, parece ser un hechizo muy fuerte, no están dañadas físicamente, pero…

-Es como si estuvieran sin vida¿verdad?. Lo he visto otras veces, era una forma de Jiménez para mantener a sus victimas invalidas mientras él se ocupaba de otras cosas o simplemente las torturaban.

-¿Sabes si alguna llegaron a curarse?

-Ninguna de esas victimas sobrevivió a Jiménez, Albus.

Sonreí para darle ánimos, yo no deseaba hundirme y la mejor forma de conseguirlo era ser optimista.

-Eso no significa que no lo vaya a conseguir. NO te preocupes, hallaremos una forma de que mis piernas vuelvan a ser lo que eran.

Dumbledore volvió a sonreír.

Después de un tiempo de conversación y de que Pomfrey me diera el almuerzo (almuerzo que compartí con el siempre hambriento Albus), volví a sumergirme en la oscuridad.


Me despertó el roce de unos dedos sobre mi mano, ese simple roce me produjo un escalofrió y con el temor de saber a quien pertenecía abrí los ojos. Estaba oscuro y solo la luz de la luna iluminaba la habitación. Al lado de mi cama se encontraba una figura que apoyaba su cabeza en la orilla de la cama. El roce que me despertó era la mano, calida y reconfortante, que reposaba encima de la mía. Observé a la oscura figura, que era nada menos que Snape, se había quedado dormido a mi lado, algo que no me extraño, aún debía encontrarse agotado de la lucha y según Albus iba sufrir las secuelas durante unos meses.

Libre mi mano de la suya y ese movimiento le despertó, levanto con rapidez la cabeza y se quedo mirándome, estoy segura que en esos momentos enrojeció, aunque la oscuridad no me permito comprobarlo.

Luego se levanto y antes de que pudiera irse le agarre la mano.

-No te vayas por favor.-Se sentó silenciosamente, sin soltar mi mano de la suya-¿Cómo te encuentras?

-Bien.-Su voz sonó ronca y rota. Se hizo un silencio en la habitación, ninguno de los dos sabias que decir, pero yo no quería que se fuese.

-Pensé que habías muerto y… y me pregunte¿a quien le voy hacer la vida imposible¿Con quien me voy a pelear?-Trate de bromear, romper la tensión que había entre los dos.

-Estoy seguro que encontrarías a alguien.

-No como tú. ¿Quién me sacaría de los apuros en que me meto¿Quién me ayudaría cuando lo necesitase?

-Has vivido muchos años sin mi presencia, has sido una gran auror y has sobrevivido. No necesitas a nadie.

Note como mis ojos se llenaban de lagrimas, era la primera vez que hablábamos sin odio, sin rencor…. Y él seguía sin abrirse, odiándome. Pero yo lo amaba y él debía saberlo, debía entenderlo.

-Tu lo has dicho Severus, "Sobrevivir". Pero yo estoy cansada de sobrevivir, quiero vivir, quiero sentirme feliz.

-¿Y crees que eso te lo puedo dar yo?

-Si.

-Te equivocas, yo solo traigo desgracia a las personas que se acercan a mí. Solo transmito dolor y rabia, pues es lo único que siento. Yo jamás podría hacerte feliz, conmigo tendrías que sobrevivir para siempre.

-¿Sientes algo por mi?

Su mano apretó con fuerza la mía, luego se la llevo a los labios y la beso con ternura, produciéndome un escalofrió.

-No importa lo que yo sienta o no sienta, sino lo que tú te mereces.

-¿Quién crees que eres para decirme que es lo que yo me merezco¿Para elegir por mí¿Por qué te haces esto? Sino me quieres, sino sientes nada por mi lo entenderé, te dejare en paz. Pero si sientes algo, aunque no sepas que es, debes dejarme ayudarte.

-Sabes lo que le pasó a la última persona que se permitió el lujo de amarme. Sabes cual será tu final si te dejo estar cerca de mí.

-Sí, sé cual será el final, y no es el que tú piensas. No moriré bajo tu mano, no te odiare, te amare siempre y eso no puedes evitarlo. Ahora, deja de ser un niño y respondeme¿Qué sientes por mí?

Otro silencio se hizo en la habitación, cuando vi que se levantaba de la silla mi corazón se detuvo¿acaso nunca tendría un hueco en su corazón¿Incluso después de lo sucedido?

Para mi sorpresa me hizo aun lado en la cama y se acostó a mi lado para luego abrazarme.

-Cuando te vi en el suelo, indefensa y malherida sentí que moría por segunda vez en mi vida. Cuando todo termino y me desperté aquí lo primero que pensé fue en ti. Sentí la rabia apoderarse de mi cuerpo cuando Dumbledore me dijo lo de tus piernas y desde entonces vengo todas las noches para vigilarte. Deseo ayudarte a recuperar la movilidad de las piernas, la sensibilidad en ellas. Y el solo hecho de pensar que fue por mi culpa…

-¿Tu culpa?-Sentí la rabia subirme por la garganta¡tenia que culparse de todo lo malo ocurrido en este mundo!

-Si no me hubiera marchado, sino…sino te hubiera dicho lo que dije en la cocina. Yo podría haber evitado lo que te ha pasado.

-No puedes evitar que las cosas ocurran, no fue tu culpa, me salvaste la vida. Recuperare la sensibilidad en las piernas, solo necesito apoyo.-Lo abracé con fuerza, dándole a entender que no había nada que perdonar, que él no tenia la culpa- Pero no vuelvas a desviar la conversación¿Qué es lo que sientes por mi?

Me abrazo con fuerza y pude sentir el calor que desprendía su cuello, el calor que emanaba de su cuerpo me reconfortaba.

-Lo que siento no es algo nuevo, aunque si que lo es para mi. No es algo que haya llegado ahora, me he sentido atraído por ti desde el principio del curso, desde la primera vez que nos vimos en el bar, ambos cubiertos por nuestras capas. Pero poco a poco se fue convirtiendo en algo más fuerte, tenia que protegerte. Cuando entramos en esa casa embrujada y sentí tus miedos, tus esperanzas, comprenda que tu sentirías las mías, que tendrías pena de mi. Y eso, eso era algo que no podía soportar, te deseaba pero no me bastaba con una noche, quería más. Algo que no podía ni puedo permitirme……Emma, a ella la ame, estaba loco por ella y nunca me perdonare lo que hice…. Pero por ti, es diferente lo que siento, no sois las mismas personas, no puedo sentir por ti lo mismo que por ella. A ella la amaba por ser ella…a ti Ainoha-Un escalofrió recorrió mi cuerpo a escucharle decir mi nombre y sus siguientes palabras me llenaron de esperanzas -…te amo por ser tú. Si te ocurriera algo no podría seguir hacia delante, el saber que estas bien me llena de esperanzas. Pero sé que si me acerco a ti terminaras por sufrir, terminare por destruirte como lo hice con ella. Sí, te quiero, te amo si esa palabra puede abarcar todo lo que siento por ti…Pero no es posible…

-¿Por qué?

-Ya te lo he explicado, te destruiría.

-Lo harás, lo harás si no me dejas estar a tu lado. Abrazarte y besarte…pelearme contigo una que otra vez…Severus te necesito. Dices que me destruirías si te quedas a mi lado, pero estos últimos meses, desde el momento que me di cuenta que te amaba han sido los peores de mi vida porque no te tenía a mi lado. Ahora te necesito, necesito que estés a mi lado. Tengo miedo, miedo de no poder andar nunca más, de ser una carga para mis seres queridos y sé que sin tu apoyo no lo conseguiré.

Mis lagrimas caían por mis mejillas y mojaban el cuello de Severus, me abrazo aún con más fuerza para luego separarme de él y besarme con ternura y amor.

Sé que le estaba haciendo chantaje, pero como una vez dijo Dumbledore, "Hay que saber que tuercas apretar y lo consigues todo de él". Era mi última esperanza, ahora sabia que me amaba y debía jugar todas mis cartas. Fue un movimiento desesperado, pero funciono. Cuando dejo de besarme murmuro en mi oído.

-Estaré contigo, te apoyare y te daré todo mis fuerzas para que lo consigas….Pero puede ser que te arrepientas de esto algún día…y entonces me destrozaras.

-Jamás te haría daño…

Lo bese, contenta y feliz. Por fin podría estar con él, por fin podría dormir por las noches.


Y aquí termina mi relato, estoy recuperándome poco a poco de mi parálisis. Ya ando con un bastón y Severus es quien me ha ayudado a conseguirlo, sin él me hubiera sido imposible soportar todo este año de rehabilitación. Sigo dando clases de DCAO, al principio en un silla levitante (es un especie de silla de ruedas muggles, pero esta es mágica, no tiene ruedas, estas levitando medio metro de el suelo y si quieres puedes hacerla levitar hasta un metro y medio¡es muy útil para las escaleras y el campo!). Cuando deje la silla continué con el bastón.

Harry y los chicos se encuentran muy bien, aunque Harry sigue siendo el chico taciturno que conocí… pero ahora sonríe. Creo que esta enamorado de Ginny, la hermana pequeña de Ron, aunque no quiere tener nada con ella por miedo a que ella sufra…¡cada vez se parece más a Severus!

Lucius Malfoy escapo de Azkaban, por lo que Draco se encuentra algo asustado, pero el apoyo de Severus y de la Orden le consuelan, sabe que su nueva familia somos nosotros aunque eso le duela. Sigue con Hermione que siempre le esta ayudando. En cuanto a Voldemort, bueno este sigue haciendo lo mismo, creando terror en la sociedad mágica y muggle. Pero la Orden lucha y estábamos seguros que un día de estos ganaremos, tenemos un As escondido¡tenemos a Harry Potter y a Severus Snape!.

En cuanto a Severus..¡Cuan equivocado estaba!. ¿Cómo voy a arrepentirme de estar a su lado? Lo amo cada día más y su sonrisa, besos y abrazos consiguen llevarme al paraíso. Sigue siendo el mismo, pero yo, al igual que Albus, tengo el lujo…no, no el lujo... ¡el mejor regalo que podían darme!…Conocer al verdadero Severus Snape que se esconde detrás de tantas mascaras.