No soy propietario de Bully ni de Skullgirls, solo de la historia.
NOTAS DE AUTOR AL FINAL
Es una noche de verano en Bullworth como muchas otras, en los dormitorios de chicos, un joven de 16 años, de baja estatura, cuerpo ancho, cabello pelirrojo rapado, y piel blanca, vistiendo un uniforme escolar algo desordenado: un suéter azul marino, una camisa blanca arrugada con las mangas arremangadas, pantalones beige, y zapatillas blancas, en su cuarto, escribe en una especie de diario.
'Quien hubiese imaginado que acabar en una de las peores academias del mundo me cambiaría la vida para mejor, especialmente después de todo lo que pasó aquí, derrotar a los líderes de cada facción, volverme el rey de la escuela para detener el bullying, haber sido expulsado por culpa de Gary, haberle dado una paliza, salvarme de la expulsión gracias a eso, y terminar con todo en orden otra vez. Pero eso es solo la punta del iceberg de lo que lo que me pasó' escribía mientras pensaba.
Mientras escribe en el diario, oye unos leves golpes en la puerta, se levanta de la silla, camina hasta la puerta, y cuando la abre puede ver a un chico de 15 años, más bajo que él, de cabello marrón rapado, piel marrón, con el mismo uniforme, solo que más prolijo y con camisa rosa.
—Hola, Jimmy —dice el bajito sonriendo mientras hace un leve gesto de saludo con la mano—.
—Hey Pete ¿Qué tal? —pregunta el pelirrojo mientras le ofrece la mano para un saludo—.
Pete aprieta levemente la mano de Jimmy y hacen un choque de hombros.
—Bien, bastante bien, esto de ser jefe de monitores es un tanto agotador, aunque no hubo muchos problemas últimamente.
El bajito observa la habitación un poco.
—Wow, tu dormitorio es muy diferente desde la última vez que lo vi, has estado… ordenando —él suspira y su expresión se entristece—.
El pelirrojo se da cuenta de esto, ya que le parece que dicha conversación ocurriría tarde o temprano.
—Bueno, no puedo dejar que parezca un chiquero para siempre ¿no? —él suspira mentalmente ante su patético intento de humor—.
—Si. Es cierto —Pete sonríe tristemente—.
Él mira al suelo mientras junta valor para hacer la pregunta que tenía en su cabeza desde ayer.
Pero Jimmy se le adelanta.
—Me voy en tres semanas —Dice él —Mamá dijo que se va a tardar un poco más debido a que tiene que conocer el resto de la familia de ese farsante con el que está ahora —.
Pete abre los ojos al oír eso, pero empieza a sentirse un poco mejor, al menos no va a irse mañana, después de todo, el pelirrojo había sido su único amigo real que tuvo desde que entró a este lugar, sería duro decirle adiós.
—Bueno, la otra razón por la que vine a hablar contigo es porque, pasado mañana es año nuevo, y pensé que podríamos jugar a los dardos con Russel, ir a la feria, a ver el circo de fenómenos, la casa de la risa, o algo —.
Jimmy sonríe, y apoya la mano en el hombro de Pete.
—Lo que sea hombre, solo pasémosla bien y ya, un poco de diversión para arrancar el año nuevo después de todo lo que pasó en este no vendría mal ¿no? —ofrece él—.
Luego baja la mano del hombro del bajito y comienza a caminar hasta la puerta, para luego abrirla y que éste lo siga.
Caminan por el pasillo de los dormitorios hasta la sala de recreación hablando de cosas triviales del día a día, se encuentran con un grandulón corpulento de casi dos metros de altura, con corte taza, camisa blanca arrugada con las mangas arremangadas y con el emblema de Bullworth grabado, jeans azules, y botas marrones.
El pelirrojo lo saluda levantando levemente la mano.
—Hey Russel.
—Hola… Russel —saluda Pete tímidamente—.
Él aún no se acostumbra a hablar así con el gigante.
—Hola pequeños amigos, Russel estaba buscándolos para invitar a jugar dardos —Dice el grandote con una sonrisa boba—.
Jimmy sonríe y rueda los ojos, esperándose eso.
Sin más preámbulo, empiezan a jugar a los dardos, un juego que a Russel se le da bastante bien para sorpresa de todos, pareciera que el grandulón no es tan tonto como aparenta, al menos jugando claro está.
Luego de un rato, y de que Russel terminara primero en puntuación, aunque Jimmy se preguntara cómo el gigante era tan bueno en eso, los tres van a sus dormitorios, ya que mañana discutirán como van a festejar el año nuevo.
Al entrar en su habitación, el pelirrojo revisa la hora y ve que son las once y media.
Pensando que aún le queda tiempo, decide terminar de escribir en el diario.
'Sí, todo eso es solo la punta del iceberg de lo que pasó, aunque si vale la pena destacar algo, es que, por fin en mucho tiempo pude ser feliz sin engañarme a mí mismo, saber que tengo amigos de verdad, y aunque fuese grosero con algunos de ellos antes, aun así, me han ayudado y soportado en mis peores momentos durante estos meses. Voy a extrañarlos, Pete, Russel, Zoe, Sr. Galloway, Srta. Phillips, incluso Edna, si, ella también'.
Jimmy mira hacia afuera desde la ventana, y luego de unos segundos pensando para sí mismo, vuelve a escribir.
'Aunque, pese a todo lo que pasó, aún me mantuve en breve contacto con Gary, por Pete, porque si no, con mucho gusto olvidaba a ese desgraciado, me pregunto qué le estará pasando a ese infeliz, la última vez que escribió, dijo que lo iban a pasar a un ala con gente más estable en el hospital psiquiátrico Happy Bolts, no lo extraño ni nada, aún lo odio, Pete también, pero tampoco le voy a andar deseando la muerte, solo espero que tome sus malditas medicaciones, aunque dudo mucho que deje de ser un imbécil, espero que cambie un poco para mejor allá, pero eso es todo lo que le deseo, que más podría pensar de la persona que me manipuló, aprovechándose de mi necesidad de tener amigos, y luego me traicionó para ser "el rey de la escuela" según decía él'. Escribe el pelirrojo, algo molesto.
El joven se detiene un tiempo para contemplar su habitación, todos sus logros en esta escuela, desde los "trofeos" que él tiene de ganarse el respeto de las facciones de la escuela, su juego de química, el escudo de la academia en la cabecera de su cama, las fotos que le dieron algunas chicas con las que estuvo, y muchas otras cosas.
Él pasa página y luego sigue escribiendo en la otra carilla de ésta.
'Cambiando un poco de tema, todavía me es duro procesar el hecho de que tengo que irme, sí, mi madre me dijo que luego de un año me venían a buscar ella y ese anciano ricachón farsante más viejo que mi abuelo con el que estaba, y digo estaba porque hubo unos cambios de los que no me gustaría escribir ahora, pero, en resumen, ella tiene un "amante" con el que está ahora. Eso, es lo que no le dije a Pete ni a nadie aún, tampoco cambia el hecho de que debo marcharme, espero que me escriban desde aquí, ya que yo sí lo haré, incluso volveré de visita cuando pueda'. El pelirrojo termina de escribir, se levanta, y estira los brazos y piernas un poco.
Ve que son las doce y media de la noche, así que por ahora decide ir a acostarse para mañana celebrar el nuevo año.
Se acurruca en la cama, y deja que el sueño lo lleve, mientras recuerda el porqué de la visita de Pete.
8 horas antes…
Es una tarde de verano en Bullworth, Jimmy está sentado en una banca con Zoe y Pete.
—Jimmy, aún me cuesta creer que tienes excelentes notas en muchas materias sin estudiar tanto ¿Cómo lo haces? —Pregunta Zoe cruzando los brazos —.
Ésta es una chica pelirroja que viste una camisa de mangas cortas con el emblema de Bullworth, falda de estilo escocés de color naranja, calzas grises, mangas de encaje negro que cubrían sus brazos hasta debajo de la camisa, muchos anillos en sus dedos, y sus uñas pintadas de negro.
—¿Me creerías si te dijera que muchas veces no tengo idea de lo que hago y solo adivino? —contesta el pelirrojo alzando los hombros.
La pelirroja apenas contiene la risa, si estuviera bebiendo algo, lo hubiese escupido cómicamente.
—¿Enserio? —pregunta ella con una sonrisa burlona.
Pete se acomoda en su sitio, se percata de que ella lo mira expectantemente a él ahora, como si estuviese exigiéndole confirmación.
—Si, es enserio, eso mismo me respondió a mí cuando le pregunte cómo aprobó un examen del profesor Hattrick solo contestando con la tercera opción en todos los enunciados —contesta él riendo levemente—.
Zoe no puede más y estalla de la risa, acto que luego es seguido por Jimmy y Pete, el pelirrojo realmente podría acostumbrarse a esto, pasarla bien, sin bullying, sin problemas grandes que involucren peleas, realmente disfruta de su vida ahora.
Pero de repente escuchan un ruido de los altavoces del campus.
—¡Que Jimmy Hopkins se reporte ahora mismo en la oficina!
El mencionado se levanta de la banca con un gruñido, y estira un poco los brazos.
—Bueno, será mejor que vaya ¿Qué querrán de mí esta vez? —pregunta molesto—.
Él no recuerda haber hecho nada malo desde su duelo con Gary.
—Quizás sea porque quieren avisarte sobre algo importante, siempre me llaman a mí para eso debido a mi puesto como jefe de monitores. —dice el bajito levantándose él también—.
—Bueno, yo tengo que ir a hacer unas compras a Old Bullworth Vale, nos vemos después —dijo la pelirroja mientras saluda con choque de puños a ambos, y se va caminando—.
—¿Te acompaño? —pregunta Pete.
—Seguro, no hay problema —responde el pelirrojo mientras empieza a caminar.
Cuando llegan a la oficina de la señora Danvers, la secretaria del director, ambos logran ver un sobre blanco con algunas estampillas, bordes dorados y un sello rojo con una "M" al medio, encima del escritorio.
—Hey Señora ¿Quería verme? —pregunta el pelirrojo con curiosidad—.
—Si Jimmy, es por esto —señala el sobre en su escritorio— Es correspondencia de tu madre para ti.
El pelirrojo toma el sobre y lo examina un poco, se ve muy ostentoso, demasiado para su gusto, pero asume que probablemente el viejo farsante tuvo la idea de usar eso, ya que su madre no es muy de detalles como estos en sus cartas, tampoco es que enviase muchas en primer lugar, pero, aun así, es extraño.
—Eso es todo, márchense de mi oficina, que tengo trabajo que hacer, el señor Crabblesnitch no espera a nadie —Interrumpe Danvers mientras voltea para atender el papeleo—.
—Bueno, mejor vámonos, no la molestemos más —Dice el bajito mientras toca con el codo al pelirrojo—.
Éste simplemente asiente con la cabeza, y ambos parten rumbo al dormitorio de chicos
Los dos caminan en silencio, ignorando los ruidos de los otros estudiantes a su alrededor. Luego de un minuto de silencio incómodo, Jimmy se queda mirando el sobre con mirada sospechosa, y Pete decide romper el silencio.
—¿Y… que crees que pueda ser? —pregunta él—.
—Pues una carta, dah —Responde el pelirrojo con burla mientras alza los hombros—.
—No, me refiero a lo que puede tener la carta escrito —Corrige el bajito—.
—Ah eso, la verdad no lo sé —responde Jimmy alzando los hombros otra vez—. Tendré que leerlo cuando lleguemos al dormitorio y ver qué tal.
Pete asiente, y ambos continúan en silencio durante el resto de su trayectoria.
Llegan a los dormitorios, y Pete decide darle privacidad a Jimmy para leer la correspondencia.
Cuando el pelirrojo llega a su cuarto, abre el sobre, saca la carta, y se pone a leer.
'Jimmy, espero que estés pasándola bien allá en Bullworth, a mí me han pasado muchas cosas, pero trataré de ser lo más breve posible, Miller y yo nos separamos'.
El pelirrojo suspira brevemente, él tenía razón respecto a ese anciano.
'el viaje en crucero fue muy corto, conocí a otro hombre con el cual estuve charlando por el resto del recorrido, resultó ser alguien muy comprensivo y amable, luego de que bajamos del crucero, estuve el resto del año rentando un apartamento en Liberty City, da la casualidad de que él estaba allí por un viaje de negocios y me ayudó a conseguir un empleo por el resto de la estadía, luego de un tiempo empezamos a reunirnos más seguido, y ahora estamos juntos'.
Jimmy estrecha la mirada, no gustándole donde está yendo esto.
'lo que quiero decir, es que somos amantes desde hace un tiempo y fui a conocer al resto de su familia en la ciudad de New Meridian, del Reino Canopy. Todavía estoy conociendo el lugar y al resto de la familia, pero me gusta mucho, hay gente agradable, buena vivienda, excelentes lugares para conocer y disfrutar. Así que luego de un tiempo, finalmente decidí que nos iremos a vivir aquí, estaré allá el 20 de enero para traerte a tu nuevo hogar, ve empacando y preparándote hijo, te veo luego'.
El pelirrojo esta sin palabras después de lo que acaba de leer, aunque en el fondo, sabía que esto era inevitable, después de todo, su madre le había dicho que iban a venir a buscarlo luego de un año, solo que, nunca pensó que sería tan duro recibir la noticia de que debe marcharse. Luego de reflexionar un rato, continúa leyendo lo que queda de texto.
'Posdata: casi lo olvido, su nombre es Vitale Medici por cierto, no lo andes llamando como llamabas a Miller ¿eh?'.
El pelirrojo tira la carta en su escritorio y se hecha en su cama mientras suspira pesadamente.
—Supongo que debo hacerle saber a Pete y los demás —dice él con expresión deprimida.
Se levanta levemente para sentarse y logra divisar su diario en el escritorio.
—¿Ya qué? —Jimmy alza los hombros, se va de la cama y se dirige a escribir.
Actualmente…
El sueño de Jimmy es interrumpido por un ruidoso despertador, causando que éste abra los ojos de golpe, sintiéndose algo mareado, cuando mira el reloj ve que son las ocho e intenta dormir de nuevo, pero se le hace imposible. Así que se levanta, va al baño del dormitorio, se lava los dientes, y decide ir a desayunar a la cafetería, en el camino se encuentra con Pete, Zoe, y Russel, se saludan los cuatro, y parten para la cafetería sin decir mucho.
Al llegar al sitio, todos comen directamente de las canastas de fruta, ya que la comida de Edna es un asco. Los cuatro se sientan en la mesa y mientras comen platican de diferentes cosas que podrían hacer para festejar año nuevo, pero el pelirrojo no está prestando mucha atención, ya que aún sigue un tanto triste por tener que marcharse, una mano en su hombro interrumpe sus pensamientos
—Hey amigo ¿Qué ocurre? —dice Russel preocupado —Se te ve algo deprimido.
El pelirrojo mira a su alrededor y ve que Pete y Zoe también lo ven con expresiones preocupadas.
—Nada, solo estoy aún procesando un poco lo de tener que irme, ya pasará —contesta él agitando levemente la mano en negación—.
—Uh, era eso, Russel lo siente mucho por molestar —dice el ex brabucón—.
—No, no te preocupes grandulón, no es tu culpa, además estamos aquí para decidir lo que haremos ¿verdad? Solo divirtámonos por el momento —contesta el muchacho sonriendo, y golpeándolo suavemente en el hombro.
Al ver a su amigo levantando un poco el ánimo, Pete y Zoe sonríen.
—¿Saben qué? Creo que tengo una idea de lo que podemos hacer hoy —dice la pelirroja con una sonrisa astuta.
—Yo también tengo una idea —propone el bajito levantando la mano.
Discuten hasta el atardecer sobre lo que harían, luego parten todos a Old Bullworth Vale a comprar las cosas para sus preparativos, se toparon con algunas caras familiares en el camino, como Derby, Pinky, Algernon, Bucky, Ricky y Johnny entre otros más.
Tras haber conseguido lo que necesitaban, y haber terminado de planificar todo, al caer la noche, los cuatro adolescentes se marchan para sus respectivos dormitorios, guardan todo en sus mochilas, y parten para la casa del señor Hattrick. Una vez allí, le ponen un balde sujetado con unas cuerdas encima de su puerta aprovechando que no se encuentra en casa, una vez instalan todo, salen a esconderse.
Pasan solo unos minutos hasta que éste llega a la mansión, baja de su auto y se dirige a la puerta, y tal y como como los jóvenes habían planeado éste la abre y queda bañado en polvo pica pica. Los adolescentes se echan unas buenas risas mientras observan todo desde una distancia segura donde no pueden oírlos los vecinos, ni el ex profesor.
Al amanecer del día del año nuevo, van donde sale a correr el señor Burton, lo encuentran haciendo estiramientos antes de correr, y le hacen lo mismo que le habían hecho Zoe y Jimmy el mes pasado, los cuatro destruyen los retretes móviles que están alrededor, dejan uno intacto en la colina, donde éste procede a ir hacer sus necesidades, cuando entra, cortan los barandales con un cortafierros, y empujan entre todos el retrete móvil donde se encuentra el ex profesor, provocando que caiga rodando por la colina, al terminar de caer, sale abriendo la puerta estando lleno de mugre.
Los jóvenes ríen mientras huyen hasta la academia.
Luego de una larga caminata a pie, llegan a su destino, una vez allá dejan las cosas que sobraron de su anterior travesura y deciden matar el tiempo practicando un poco de tiro con tirachinas, disparándole a latas que ellos mismos acomodaron en el taller de Bullworth con el permiso de los macarras.
Una vez que empieza a oscurecer un poco, Jimmy guarda el tirachinas en su bolsillo como siempre suele hacerlo, los demás los guardan en sus dormitorios y se van todos a la feria, pasan el resto de la tarde en la casa de la risa, viendo el circo de fenómenos, y otras atracciones más.
Al caer la noche, los cuatro vuelven a sus dormitorios en bici, toman el resto de cosas que compraron para celebrar, y se van a un sitio apartado en las afueras de la ciudad a prender los fuegos artificiales.
Los adolescentes se quedan viendo el espectáculo de explosiones una vez que los prendieron.
Se quedan sentados en silencio observando el espectáculo por unos momentos, hasta que Russel rompe el silencio
—Russel desea poder hacer esto más seguido.
—Si lo hiciésemos más seguido perdería la gracia —responde Zoe sonriendo—.
—A decir verdad, aunque esta es la primera vez que celebro así el año nuevo, voy a extrañar esto, y a ustedes también —confiesa Jimmy con una sonrisa—.
La pelirroja apoya una mano en el hombro de él.
—No te preocupes hombre, aún faltan casi tres semanas para eso —contesta ella con una sonrisa calmada.
—Puedes venir de visita cuando quieras —anuncia Pete con una leve sonrisa—.
—Russel prometer escribir, aunque tener muchos errores de horticultura y no ser muy bueno con signos de puntería.
Los otros tres se ríen ante la confusión de palabras del grandote, y éste se ríe con ellos poco después.
En la mañana siguiente, el pelirrojo se levanta de la cama en el horario habitual con mucha más energía de lo normal, va a desayunar, y se da cuenta de que el cielo está bastante nublado, él alza los hombros y va a verse con sus amigos como de costumbre.
Se encuentra con ellos en la cafetería, y se sientan a comer tomando algunas frutas de las canastas.
—Qué raro, se suponía que iba a estar despejado toda la semana, parece que se equivocaron los del pronóstico —anuncia Pete levantando la ceja levemente.
—No sería la primera vez que lo hacen —contesta Zoe alzando los hombros.
—Vamos, no se preocupen, de seguro se despejará pronto —contesta Jimmy despreocupado—Aunque estoy empezando a sentir algo de frío ¿estará muy fuerte la ventilación?
Russel alza los hombros.
—Russel no creer que sea así pequeño amigo, clima estar más frío desde la mañana.
—Probablemente se deba a la humedad o algo, seguro no es nada —niega Pete—Por cierto, cambiando de tema.
Los jóvenes platican de diferentes tópicos mundanos, hasta que terminan de comer y deciden seguir charlando afuera, su conversación no dura mucho, porque al empezar a sentir más frío, Pete, Jimmy y Russel van por unos abrigos ligeros a sus dormitorios.
Cuando ellos llegan allá, Jimmy logra ver a Algie, un chico obeso, de cabello pelirrojo corto, y un poco peinado, vestido con el suéter verde del club de astronomía, shorts de jeans con la bragueta constantemente abierta, botas marrones hasta el tobillo y grandes lentes circulares.
Mientras Algie está viendo la televisión, por curiosidad, Jimmy decide echar un vistazo a ver qué hay en la tele mientras espera al grandulón y al bajito.
Estando puesto el noticiero, anuncian que hay un viento increíblemente fuerte, y lo que parece ser unos potentes relámpagos en el cielo en Old Bullworth Vale, y se ve ¿Unos esqueletos y cadáveres saliendo del cementerio y flotando en el aire?
El reportero no llega a decir más ya que la transmisión se corta y se muestra estática.
Jimmy empieza a ponerse nervioso tras ver la noticia, algo anda mal aquí, él está seguro de eso. Ve que Algie se levanta del sillón y le dirige una mirada preocupada.
—¡¿J-jimmy v-viste eso?! —tartamudea él.
—Lo acabo de ver —contesta Jimmy abriendo un poco los ojos—.
Se escucha un trueno fuerte y se corta la luz, Algie salta gritando del susto.
—Tengo un muy mal presentimiento de esto —Dice el pelirrojo con calma disimulada—, mira al estudioso temblando y mordiéndose los dedos nerviosamente.
—¿Acaso crees que sea-?
—¡HEY VENIR A VER ESTO TODOS! —Grita Russel desde la entrada del dormitorio.
Las puertas de algunas habitaciones se abren y salen estudiantes guiados por la curiosidad hacia la puerta.
Jimmy y Algie van caminando hacia la puerta, el segundo aun temblando del miedo, y se encuentran con Pete en el camino.
Al llegar a la entrada del dormitorio, ven a Russel afuera señalando unos relámpagos extraños de color celeste en las nubes sobre la entrada de la academia por curiosidad, o por estupidez, todos deciden ir a ver un poco más cerca lo que ocurre.
Jimmy logra ver a las chicas saliendo de sus dormitorios, a los profesores, monitores, la cocinera, y hasta el director saliendo del edificio principal del campus en esa dirección, todos hablando entre ellos y preguntándose qué está ocurriendo, de repente el viento se intensifica, Jimmy logra acercarse un poco más, sin que nadie se moleste en detenerlo por causa de la distracción del espectáculo de luces que ven, logrando dar unos pasos más hasta que un rayo cae a unos pocos metros de él, asustando y encandilando a todos los presentes. Cuando se recuperan de la conmoción ven con los ojos abiertos a una muchacha de baja estatura, cabello blanco atado en dos coletas gemelas, ojos rojos, piel blanca pálida, y que viste un viejo uniforme de criada.
El pelirrojo queda atónito al ver esto ¿una chica con ropa extraña saliendo de un rayo? Él cree que con esto ya ha visto todo en cuanto a cosas extrañas, pero no puede evitar aún sentirse nervioso, hay algo en esa chica que le da escalofríos y no solo por el hecho de que apareció de la nada.
Sin decir ni una sola palabra, ella observa lentamente cada una de las personas presentes con mirada inexpresiva y penetrante, como si estuviese examinándolos a todos. Tras un largo minuto, ella rompe el silencio.
—Saludos —dice ella con voz tranquila y monótona—.
El viento y los relámpagos se detienen, durante un momento todos los presentes se mantienen en silencio absoluto.
—Em… hola… ¿qué tal?... Soy Jimmy Hopkins —saluda el pelirrojo logrando juntar el valor para formular unas palabras—.
La muchacha le dirige su atención.
—Bien, soy Marie, Marie Korbel, y estaré aún mejor si todos los presentes aquí cooperan —.
Jimmy arquea una ceja. ¿Cooperar con qué exactamente? Es lo que se pregunta él.
—Les pediré que entreguen a todos los que se apelliden Medici, o si saben de sus paraderos, me lo digan inmediatamente, no está de más decir que ni se les ocurra mentirme —demanda ella estrechando la mirada—.
El pelirrojo comienza a sentir un terrible escalofrío ante esa mirada, se da la vuelta levemente y ve que nadie hace ni dice nada, todos están completamente aterrados ante la mirada de la albina, cuando le dirige la mirada a la muchacha otra vez, logra distinguir unas siluetas con forma de cráneo en sus ojos, y una especie de aspiradora con aspecto óseo y dientes en el cepillo.
—No me hagan repetirlo —Advierte Marie fríamente—Confiesen ahora, y eviten muertes innecesarias, o serán eliminados. El resultado no cambia mucho para mí.
Todos los demás presentes se alarman, aterrados y temiendo por sus vidas tratan de hacer memoria, muchos alumnos en Bullworth generalmente se saltan clases, y el hecho de que no haya muchos presentes en ellas, hace que olviden muchos nombres de éstos, sin saber que un chico con chaqueta de cuero y cabello engominado que está detrás de la multitud empieza a sudar mientras se aleja lentamente, tratando de no ser visto. Tras unos momentos de silencio, Jimmy logra mantener un poco la calma mientras piensa en ese apellido, e inmediatamente recuerda el nombre que leyó en la carta el otro día, ¿con qué tipo de persona se juntó su madre? Es una de las cosas que él piensa. Logrando calmarse luego de unos segundos, acaba considerando decir que no sabe nada, pero tiene luego el presentimiento de que si lo hace solo va a empeorar las cosas, por lo que, sin muchas más opciones, da un paso al frente y la albina lo mira expectantemente.
—Creo que sé algo de un tipo llamado Vitale Medici, tal vez —dice el pelirrojo conteniendo el nerviosismo—.
Ella abre los ojos sorprendida.
—Habla —demanda ella apenas sosteniendo la impaciencia—.
—Pero no tengo ni idea quién podrá ser realmente, solo que parece ser alguien con mucho dinero —Jimmy da un paso atrás— ¿Por qué quieres saber exactamente? —pregunta dando otro paso atrás—.
Cuando el pelirrojo intenta dar otro paso más, choca con algo, al darse la vuelta salta de la sorpresa al ver una mujer alta con ojos cerrados y vestida con un largo manto de monja.
—Digamos que la mafia Medici es la causante de muchos crímenes y tragedias —responde la monja con una leve sonrisa—.
—Y yo busco venganza contra todos ellos, jamás perdonaré lo que han hecho —continúa la albina—, ahora, se los diré por última vez, confiesen, o sufran las consecuencias —frunce el ceño—.
Mientras Jimmy se aleja lentamente de la monja, y se coloca en frente de la multitud. El señor Crabblesnitch, un señor mayor vestido de traje marrón algo anticuado, de cabello marrón oscuro y canoso, da un paso al frente.
—L-lo siento p-pero le aseguro que aquí no se encuentra ninguna persona con ese apellido señoritas —niega él tartamudeando—.
La monja sonríe de nuevo, y abre los ojos, estos son completamente blancos, sin pupilas ni irises.
—¿Enserio? —pregunta ésta arqueando una ceja— entonces ¿Por qué veo a un muchacho tratando de escapar siendo cubierto por otros? —señala en dirección a la multitud—
Al escuchar esto, todos miran hacia donde señaló, y divisan a los macarras, un grupo de jóvenes con cabello engominado y chaquetas de cuero, pero sobre todo uno que está más apartado del grupo, éste comienza a huir, la multitud queda con la boca abierta cuando unas manos esqueléticas brotan del suelo y toman de los pies al joven, éste se tropieza, y más extremidades lo atrapan, evitándole escapar.
Jimmy voltea a ver a Marie y nota que esta tiene su brazo con la mano abierta en dirección al muchacho atrapado y una extraña energía brillando en ésta. Ahora comprende exactamente qué ocasionó la catástrofe en Old Bullworth Vale.
La albina mira en dirección hacia el director Crabblesnitch con mirada molesta y estrecha la mirada.
—¡¿Te atreves a mentirme?! —Questiona ella frunciendo el ceño—¡¿A mí?! ¡¿La Skullgirl?! —las marcas de cráneo en sus ojos brillan—.
Crabblesnitch, temblando del miedo, empieza a retroceder lentamente.
Jimmy ve a Marie levantando otra mano en dirección al director, y ve que su mano empieza a brillar más fuerte que la otra. Pese a que su mente le dice que corra, que escape, siente que sus piernas se mueven solas, y antes de darse cuenta empieza a correr en dirección al señor mayor.
—¡DESAPARECE! —grita Marie enojada—.
De una luz celeste a su derecha sale un cráneo enorme con cuernos y dientes afilados que va directo hacia Crabblesnitch con la boca abierta, él cierra los ojos esperando lo peor, pero el abre los ojos al escuchar una voz muy familiar.
—¡CUIDADO! —grita Jimmy lanzándose hacia el director—.
Éste logra apartarlo de ahí impactando contra el adulto, haciendo que ambos caigan al suelo. Pete, Russel y Zoe acuden en su ayuda, levantando al director, logrando que éste salga corriendo junto a la multitud. Los tres adolescentes corren en la misma dirección, pero, al ver a Marie alzar ambas manos y un grupo de esqueletos que surge del suelo atrapando a Russel, estos se detienen en seco, cuando Pete y Jimmy van a intentar ayudarlo ven que los esqueletos comienzan a brillar intensamente, ambos abren los ojos ante esto. Pero antes de que puedan hacer nada, los cadáveres explotan.
Ambos adolescentes quedan impactados, luego del estallido se ve a Russel en el suelo, con su uniforme calcinado, con los ojos cerrados y serias quemaduras en la piel.
—¡RUSSEL! —gritan ambos al unísono—.
Ellos corren a socorrerlo, cuando lo levantan ven a Marie a unos metros de distancia. Ésta invoca a un par de esqueletos que van corriendo hacia ellos, justo cuando piensan que van a morir, Zoe aparece, y empuja a los esqueletos de una embestida con el hombro.
—¡Con mis amigos no, perra! —dice Zoe enojada— ¡vámonos de aquí!
Los tres levantan al grandote como pueden y lo arrastran sosteniendo su peso entre los tres, pero Jimmy ve que se aproxima un grupo de cráneos voladores no muy grandes y envueltos en llamas azules hacia ellos, si no dejan a su amigo atrás no tienen escapatoria, y el pelirrojo no está dispuesto a hacer eso, pero ¿qué puede hacer? Piensa él. En un momento de duda el siente algo en su bolsillo, cuando lo saca ve que aún lleva el tirachinas, no es el mejorado que él llevaba antes, pero es lo que hay, su decisión ya está clara.
—¡Vayanse, llévense a Russel lo más lejos que puedan! —ordena Jimmy sacando el arma —.
—¡JIMMY, NO! —grita pete intentando alcanzarlo—.
Pero ya es demasiado tarde, el pelirrojo corre hacia el peligro. Probablemente todos van a morir, es lo que él piensa, o tal vez podría haber salvado su vida si solo hubiese huido, abandonando a sus amigos, sin mirar atrás, o eso hubiese pensado si él fuese quien era al principio de su estadía en Bullworth, pero ahora, las cosas han cambiado, él no los abandonará.
Jimmy dispara con el tirachinas a algunos de los cráneos y esquiva como puede otros, pero por cada cráneo que él esquiva o destruye, aparecen cinco más, eventualmente comienzan a abrumarlo, golpeándolo de lleno, forzándolo hacia atrás, él baja la cabeza, se cubre con los brazos y aprieta los dientes soportando las quemaduras y el dolor.
Todo esto es observado por alguien desde las sombras, la figura hace una mueca ante tal espectáculo.
—Creo que encontré un potencial conejillo de indias— murmura para sí misma—.
De repente el asalto se detiene, empieza a sentirse muy entumecido, quemado y cansado, pero aún sigue de pie, los brazos apenas le responden, el tirachinas cae al suelo, él queda mirando el suelo con impotencia.
—Parece que subestimé tu persistencia —dice Marie con mirada fría y monótona—.
El pelirrojo levanta la mirada, y siente un dolor agudo en el abdomen y algo frío perforando, acaba de ser apuñalado por un esqueleto con cuchillo, el agresor remueve el arma de ahí y el pelirrojo cae al suelo de rodillas, comenzando a desangrarse lentamente mientras cubre la herida con una mano y apoya la otra en el suelo.
Marie pasa de él, y se dirige lentamente en dirección a las demás personas escapando.
—Aún vive ¿Qué harás con él? —Pregunta la monja apareciendo de repente a unos pasos de la albina.
—Un cadáver más o uno menos no hace diferencia para mí—responde Marie desinteresada—, haz lo que tú quieras con él.
Al oír esto la monja hace una mueca, abre la boca y de ésta salen algunos tentáculos que se dirigen hacia Jimmy.
—Espera Double ¿enserio vas a comértelo? —Interrumpe una voz detrás de la monja—.
Los tentáculos regresan a la boca de la monja que se hace llamar Double y ésta le dirige una mirada molesta.
—¿Qué quieres Valentine? —Pregunta ella.
Jimmy logra ver detrás de la monja a una enfermera de cabello azul, piel blanca pálida, un ojo rojo con pupila en forma de cruz, el otro tapado por un parche de gasa, cuerpo voluptuoso, ropa médica ajustada y desabrochada en la zona del pecho, piernas vendadas de las rodillas hasta los tobillos con unas cruces médicas en los costados de cada pierna como si fuesen shurikens.
—¿No podrías dejarme éste a mí? —pregunta ella con sonrisa burlona—siempre eres tú la que se divierte con los que se quedan atrás, sería justo que lo haga yo también ¿No crees? —Apoya una mano en el costado de la cadera—.
Double suspira pesadamente.
—Bien, como quieras, solo apresúrate —responde ésta—.
La monja se marcha en la misma dirección que Marie. Cuando la enfermera ve que se alejan lo suficiente, se acerca al pelirrojo, el cual no podía ni moverse, se arrodilla en frente de él y lo mira a los ojos.
—Muy bien, seré breve, tu herida es demasiado profunda, y el resto de tu cuerpo está en un estado muy deplorable —advierte Valentine con su mueca burlona—.
Jimmy limpia un poco de sangre de su boca mientras la mira fijamente, la enfermera sonríe y se pone de pie.
—Pero, si aún quieres vivir otro día, y ser lo bastante valiente, o estúpido como para intentar enfrentarte a la skullgirl otra vez.
Ella deja una jeringa con un extraño color fosforescente en frente del pelirrojo, éste la ve con incertidumbre mientras sus fuerzas flaquean cada segundo por el sangrado.
—Necesitarás esto —continúa ella—, es un antídoto que aumentará tus capacidades regenerativas, te curará por completo y restaurará la sangre que hayas perdido, tendrá efectos secundarios por supuesto, pero nada tan peligroso ¿qué harás? —sonríe astutamente—.
Se escuchan unos disparos en la dirección a la que Marie y Double habían ido, Valentine observa atentamente y logra divisar unos vehículos militares con el logo de un paraguas abierto.
—Oh, parece que nuestro tiempo acabó —su expresión se torna seria—, si tomas la decisión correcta, busca a las garzas negras, no olvides ese nombre, son los que podrán explicarte muchas cosas, ayudarte con esto, y más, hasta que nos volvamos a ver —su expresión vuelve a sonrisa astuta—.
Valentine arroja una bomba de humo y desaparece inmediatamente, Jimmy toma la jeringa del suelo considerando rápidamente sus opciones, él sabe que no puede confiar en ella, pero aún si pide ayuda, lo más probable es que no puedan tratarlo a tiempo, sintiéndose muy débil, frío y cansado por la pérdida de sangre, y su visión está empezando a nublarse.
Sin nada que perder y sabiendo que morirá por sus heridas de todas formas, él está dispuesto a arriesgarse por sus amigos, tomando la jeringa con todas sus fuerzas el procede a inyectársela en el cuello hasta vaciar el contenido de ésta. Durante un par de segundos no ocurre nada, pero antes de que se diera cuenta, él siente calor regresando a su cuerpo, y cuando ve sus heridas, estas ya se están regenerando rápidamente, hasta que se restaura por completo, el pelirrojo se levanta del suelo.
Pero de repente siente un ardor insoportable en la piel, el dolor es tan grande, que él termina en el suelo agonizando. El observa sus brazos y ve unas burbujas saliendo y reventando en su piel, como si esta fuese agua en estado de ebullición.
—¡¿Qué... qué me está pasando?! —pregunta entre gruñidos y gritos—.
Tras otros instantes de agonía el empieza a cerrar los ojos, y escucha unos pasos de gente corriendo hacia él.
—Chicos. lo siento.
Jimmy queda inconsciente.
Hey, que tal, espero que hayan disfrutado este capítulo, no tengo mucha experiencia escribiendo, así que si pueden dejarme sus opiniones y/o sugerencias en las reviews, se los agradecería mucho.
Tras haber leído muchos fanfics en esta plataforma y otras, me inspiré a escribir uno yo, y viendo que no hay muchos fanfics crossover de Bully, decidí aportar mi grano de arena, ya que este es de mis videojuegos favoritos junto con Skullgirls, así que ¿Porqué no juntar los dos? pensé yo, aparte, es algo con lo que puedo entretenerme y mejorar escribiendo en el proceso y no me aburro tanto en esta cuarentena de mala muerte XD.
Y para los que no sepan quién es Miller, pues ese es el nombre que me inventé para el padrastro de Jimmy, ya que hasta donde yo se, no hay un nombre confirmado para éste, por mas que busqué y busqué, así que me tomé la libertad creativa de darle uno.
No sé cada cuanto podré subir más capítulos, pero trataré de continuar la historia, y si es posible, TERMINARLA, no puedo prometer nada, pero lo intentaré.
Sin mucho más que decir, me despido, les deseo un buen día, y hasta el siguiente capítulo.
Dolca fuera ;).
