En los siguientes días, Darcy conoció a varias de las principales familias de Meryton, y de los alrededores. Eran en su mayoría personas muy amables, y las haciendas cercanas eran mucho más pequeñas que Pemberley. Netherfield era la hacienda la más importante de la zona.

Durante el día visitaba a los inquilinos de la hacienda, y las veces que detectaba algún problema de mantenimiento o cosas que se debían mejorar, las reportaba directo al administrador.

Una de las cosas que lo alegro fue que no había ninguna familia que estuviera pasando hambre, pero, por otro lado, varios de los niños e incluso adultos no sabían leer y escribir.

Dado que realmente se preocupaba por el bienestar de su comunidad, y quería contribuir a que tuvieran una mejor vida – sobretodo los niños – decidió agregar unas sillas en la sala que estaba al lado de la iglesia y armar un aula de clase donde podía enseñarle a leer y escribir a quienes quisieran.

El siguiente domingo planteó su propuesta después de la misa, y para su sorpresa, solo la mitad estaba realmente interesada en aprender, una cuarta parte eran escépticos de los beneficios, y el resto genuinamente pensaban que no les iba a aportar nada aprender a leer y escribir..., habían vivido de esa manera hasta ese momento, y nunca les había faltado nada.

La noticia que el nuevo párroco de Netherfield quería abrir una 'escuela' en la iglesia círculo muy rápido en la pequeña comunidad, y Darcy ganó aún más popularidad entre los vecinos.

Unos pocos días después, fue a Meryton a comprar lápices y papel para la escuela, cuando se encontró por segunda con la Srta. Bennet y una joven que parecía ser unos años mayor que ella.

Elizabeth al verlo sonrió ampliamente, había escuchado los rumores que iba a abrir una escuela y lo aprobaba completamente...

Darcy sonrió, "Buen día, Srta. Bennet. Es un gusto verla nuevamente." Miró a la otra joven, "¿sería tan amable de presentarme a su amiga."

"El gusto es mío, Sr. Darcy. Ella es la Srta. Charlotte Lucas."

"¿Es usted la hija de Sir William?"

"Efectivamente." Sonrió, "¿Recibió la invitación de mi padre?"

"Si, la recibí ayer en la tarde; si es tan amable, podría decirle a su padre que con gusto acepto la invitación."

"¿Eso significa que usted va a ir al baile mañana?" Preguntó curiosa Elizabeth.

"Si, es una excelente oportunidad para conocer mejor a mis vecinos." Hizo una pausa, "aunque reconozco que no soy buen bailarín, pero, ¿me harían el honor de bailar una pieza conmigo?"

Elizabeth río, "Sólo si me promete solemnemente que no va pisarme. ¿Y tú Charlotte, estás dispuesta a correr el riesgo y bailar con el Sr. Darcy?"

"Sera un placer Sr. Darcy." Sonrió, "Lizzy, tenemos que regresar ahora para llegar antes de la hora del almorzar..."

Las dos amigas saludaron a Darcy y se fueron rápidamente. Por unos instantes Darcy se quedó mirando alejarse a la Srta. Bennet.

PPP

Como solía ocurrir en Longbourn los días que había un baile, la Sra. Bennet muy nerviosa daba órdenes contradictorias a las dos doncellas para que ayudaran a preparar a sus hijas.

La prioridad era que Jane luciera muy hermosa, ya que además de ser su hija mayor, – a su criterio - era la joven más linda de Meryton, después debía seguir con Mary que era la que seguía en edad y por último Kitty.

Como a una de las doncellas le pagaba Lizzy el salario, primero se ocupaba que su patrona estuviera pronta, y después ayudaba al resto de las señoritas Bennet a aprontarse.

Media hora antes de la hora del baile, las cuatro bajaron las escaleras. Jane tenía un vestido nuevo color celeste que resaltaba el color de sus ojos y un moño atado con cintas que hacían juego, Mary y Kitty estaban vestidas de blanco, y Elizabeth tenía un vestido amarillo pálido con bordados dorados y el cabello con medio moño y cintas doradas.

Lydia las miraba con el ceño fruncido, y hasta último momento estuvo protestando porque su madre no la dejaba ir, con la esperanza de convencerla para que cambiara de idea...

"Mamá, soy la más alta de mis hermanas y además se bailar muy bien. ¡No entiendo porque no puedo ir con ustedes! Conozco a la mayoría de las personas que van a estar en el baile."

"Lydia, mi amor, te prometo que enseguida que cumplas quince años vas a entrar en sociedad. Además, vas a tener una fiesta muy bonita, como tuvieron tus hermanas…"

"¡Pero falta todavía cuatro meses!"

El Sr. Bennet como era costumbre se quedó en Longbourn leyendo uno de sus libros de filosofía; eran muy pocos los momentos que la casa estaba así de tranquila y quería aprovecharlo al máximo. Enseguida que se fueron, Lydia se acostó en su cuarto y la casa quedó en silencio...