Canciones del capitulo:

Everywhere de Fleetwood Mac

Reflecting Light de Sam Phillips

Capítulo 3: Nuevo Hogar

Se dice que en la vida existe, según en qué momento, un punto de inflexión en el cual debes reinventarte.

En el caso de Claire Redfield esa reinvención llegó dos semanas después de ser dada de alta del hospital. El otoño estaba instalado en la ciudad y el aire era fresco, aunque sin ser helador.

Después de descubrir cuando era su habilidad y determinar los pasos a seguir con los mandamases de la BSAA, el Gobierno de los Estados Unidos y la Naciones Unidos pudo comenzar con el traslado a su nuevo hogar.

Aunque ahora se plantea una pregunta: ¿Cómo sería su nuevo hogar?

En el acuerdo de divorcio Claire pidió como única condición poder conservar la casa de sus abuelos, que era donde Leon y ella había hecho su vida marital durante siete años, pensaba reformarla y adaptarla a su gusto, como recomendaban las revistas que había estado leyendo en el hospital sobre la vida después del divorcio.

Aunque esas revistas no especifican los pasos a seguir después de un divorcio y un tiroteo, así que no tenía mucho sentido seguir las recomendaciones de las mismas.

Así que hizo un trato con un compañero de Terra Save y le había vendido la casa de su infancia. El dinero fue para su hermano Chris, el cual se quedó sorprendió ante la cantidad que reflejaba el cheque.

–¿Esto es la mitad que me corresponde de la venta de la casa de los abuelos? –Pregunto extrañado viendo la cantidad que reflejaba el cheque.

–Si –Puso toda su alma en que la actuación saliera bien. –Ya sabes que la zona se ha revalorizado mucho en estos últimos años a causa de que está cerca de buenos colegios, cerca de Washington capital y en fin… a la gente le gusta vivir en los suburbios y eso.

–¿Y no será que me has dado todo el dinero a mi por que ya tienes dinero en el banco suficiente como para que esta porción del pastel te sobre?

–Venga ya Chris, ¿De verdad me crees capaz de hacer algo así?

Chris respondió solo con su mirada, arqueando una ceja y cruzando sus brazos en clara señal de que había pillado su mentira al vuelo.

–¿Cómo lo has sabido?

–¿Cómo puedes mentirme de una manera tan descarada Claire Redfield? –Replicó a su hermana– ¿De verdad pensaba que iba a picar?

–Ya tengo muchísimo dinero, ¿Qué narices voy a hacer con más?

–Vas a empezar una vida nueva en un país nuevo, poca cantidad que puedas reunir es poca para comenzar de nuevo, ¿Y si el sitio al que te mudes necesita una reforma?, este dinero te vendría de perlas.

–Chris–Comenzó Claire, usando su voz de negociadora– Me han dado veinte millones de dólares, No me voy a quedar también con la parte del dinero de la venta de la casa, Ni que fuera una caza fortunas.

–Lo cual me recuerda que debes tener cuidado con los gigolós que te vas a encontrar en Sídney, hay mucho golfo suelto por allí. Si no mira, tal y como te di el cheque conociste al chico ese en el hospital.

Claire suspiró ante la absurda discusión. Aun recordaba el shock inicial al abrir el sobre que su hermano le entregó en su despacho con el cheque… el cual era un mero papel, ya que el dinero ya estaba ingresado en una cuenta bancaria abierta a su nombre.

–¿Hablas de Matt?,¿Crees que Matt es un caza fortunas?

–Nunca se sabe.

–¿Sabes que tu tendrías más posibilidades de ligar con él que yo?

Su hermano no pudo rebatir eso, decidiendo en ese momento parar la irracional discusión que estaban manteniendo en la sala VIP del aeropuerto de La Guardia, donde esperaba que su vuelo fuera anunciado.

–Bueno, cuando me vaya iré al banco a ingresar el talón en mi cuenta bancaria. –Dijo sacando su cartera y guardando el cheque dentro. –Pero que sepas que esto me lo guardo Claire, me vengare.

En ese momento los altavoces de la sala anunciaban el embarco al avión.

–No estoy preparado para decirte adiós hermanito. –Dijo emocionada mientras lo abrazaba.

–Pues no lo hagas, di solo hasta pronto. –Sonrió y la beso encima de la cabeza–Además iré a verte el mes que viene, quiero saber en qué clase de cuchitril vas a vivir.

–Procuraré que no sea enano, lo prometo.

En ese momento un chico se unió a ellos. Era alto, de pelo bien cortado y ropa informal pero elegante, consistente en un jersey de cuello pico negro con una camiseta gris debajo, pantalones vaqueros oscuros desgastados y botas por encima de los mismos. Una sonrisa de cine y los ojos miel mas bonitos que Claire había visto. Todas las miradas femeninas de la sala se volvían.

–La dejo en tus manos Matt, cualquier cosa que necesitéis no dudéis en hacérmela llegar. Espero que lo llevéis todos.

–Tranquilo Capitán Redfield, estará segura a mi lado, se lo prometo. –Matt miró sus bolsillos y apago el móvil que sacó de ellos. – Apaga tu teléfono antes de embarcar.

–Si hermanito. –Le respondió Claire riéndose de el.

–Buena suerte a ambos con la instrucción. No va a ser un camino fácil, pero confió en que ambos os ayudéis mutuamente en este camino que vais a iniciar juntos.

Claire se emocionó, volvió a abrazar a su hermano y luego tomó su bolso de mano, dirigiéndose a la puerta de embarque acompañada por su nuevo amigo.

En el momento que desapareció por la puerta de embarque se permitió emocionarse por el hecho de que no la tendría cerca de el como hasta ahora, pero era un sacrificio necesario para que ella estuviera a salvo.

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Comida y bebida. Música y risas.

Hacía mucho tiempo que Leon no disfrutaba de una velada informal. Tampoco había tenido muchos motivos de celebración en los últimos meses como para organizar algo.

Pero ahí estaba, rodeado de compañeros y amigos celebrando que las obras de su nueva casa estaban acabadas y el ascenso que había recibido la semana anterior.

Estando en el salón charlando con una de sus compañeros del servicio. Secreto, Helena Harper, se dio cuenta de lo poco que había solidarizado los últimos años.

Había hecho vida social con Claire cuando estaban casados, bastante para una persona como el que no era muy dado a relacionarse mucho con la gente por el trabajo que tenía. Pero ella siempre lo obligaba y era buena en ello.

'' La vida no es solo trabajo Leon, hay que socializar de vez en cuando''

En esos momentos veía esas incursiones como algo molesto, pero luego se animaba y acababa pasándoselo bien. Y ahí comprendía que Claire tenía razón, pues acabo teniendo una buena base de amigos.

–¿En que piensas Leon? –Le pregunto Helena mientras se servía una copa y le daba otra a el.

La miro, la pregunta lo había sacado de sus pensamientos.

–En que esta obra se acabo por fin.

–A Michelle le ha encantado trabajar aquí sin que tu dieras muchas opiniones, le encanta los clientes que le dan libertad para hacer realidad la visión que tiene en su cabeza de como debe ser la decoración final.

–Le augura un buen futuro en este sector. –Respondió mirando a la decoradora al otro extremo de la habitación, la cual estaba charlando con Ark.

–Me ha dicho que le has causado muy buena impresión también.

–No me digas que tu también vas a intentar hacer de cupido por favor. ¿Es que nadie entiende que acabo de salir de un divorcio difícil y necesito reponerme antes de lanzarme de nuevo a los brazos del amor?.–Pregunto un poco exasperado.

–Ha pasado ya casi tres meses desde que firmaste la separación. No sabemos mucho de tu exesposa, solo que te hizo pasar un infierno por lo que percibimos en tus palabras. –Helena tomo un sorbo de su copa–Yo también Salí de un divorcio difícil y ahora mantengo una relación sana con Peter. Así que si yo pude… que soy la persona mas cerrada del mundo, tu también te puedes empezar a animar a salir de citas. Y mi amiga no es un mal comienzo.

El teléfono de Helena comenzó a sonar, esta se excuso para atender la llamada, dejando a Leon con sus pensamientos.

Aparte de Hunnigan y Sherry, nadie en el trabajo conocía nada de su vida privada. Lo que en esos momentos era muy adecuado. Nadie tenia que conocer sus miserias.

Noto que alguien la abrazaba por detrás, al volverse vio que era Sherry.

–Holaaaaa. –Sonrió ampliamente ante el gesto cariñoso de su pequeña. –Has podido venir al final.

–Si, y me he traído esto de Groenlandia. –Saco de la caja una planta que coloco cerca de una de las ventanas–Dicen que si la cuidas bien viven mucho.

–Me traes una planta, sabes que la voy a matar.

–Confió que, al venir el regalo de mi, la planta no muera y te esfuerces en que viva mucho. ¿Qué tal todo?, el dúplex ha quedado genial.

–Pues bien, la verdad. Estoy contento de haber dejado el hotel y al fin tener un sitio al que llamar casa. –Miro alrededor de nuevo, captando de nuevo que Michelle no le quitaba la vista de encima. – Ya todo esta en su sitio y solo queda establecer una nueva rutina con los nuevos cadetes que van a formar parte del servicio secreto en estos días.

–Con lo poco que te gusta a ti entrenar a gente nueva. –Rio Sherry–No se como has aceptado ese trabajo.

–Fácil, Adam me obligo por que según el debo de salir de mi zona de confort y relacionarme mas con la gente, aprender a confiar en ella y esas cosas.

Sherry miro a Leon, no se le había escapado el detalle. Había captado parte de la charla que Helena estaba manteniendo con Leon sobre comenzar a salir con otras mujeres. Helena siempre le había caído bien… pero en esos momentos la hubiera dejado inconsciente, ¿Cómo se atrevía a insinuar eso a Leon?

En ese momento vio como Leon se iba a cercar a la decoradora, así que para cortarle el paso y las ideas decidió sacar su móvil y agarrarse a su brazo.

–¿Adonde crees que vas? –Pregunto de forma inocente. –¿No te vas a sacar una foto conmigo para conmemorar la inauguración del piso?

–Claro que si. –Le sonrió.

Le pidieron a uno de los invitados que hiciera las fotos, le hacia ilusión comenzar a tener fotos con sus compañeros. Así que lo que comenzó siendo una solo foto con Sherry se convirtió en todo un reportaje fotográfico con todos sus compañeros.

Pero en un momento en el que Sherry se dirigió a la mesa donde estaban las bebidas esta fue interceptada por Helena.

–Veo lo que estas haciendo Sherry.

–¿Y que estoy haciendo?, ¿Servirme una copa?.–Pregunto inocentemente.

–No conozco bien la historia de Leon y Claire, no la conozco a ella si quiera, pero si se han separado no ves justo que Leon tenga la oportunidad de comenzar a salir con otras chicas. ¿No lo vas a dejar rehacer su vida?

–El ama a Claire. –Se defendió– Esta separación es temporal, lo se.

–Puede que, si o puede que no, eso no puedes saberlo ahora. Pero creo una cosa: Si quieres a Leon deja que sea el quien se de cuenta de lo que quiere. ¿No te parece?.

Sherry solo pudo asentir. No podía revelar nada mas sin desvelar el secreto de Claire. Así que solo se quedo impotente viendo como Leon se acercaba a la decoradora y comenzaba con ella una amistosa charla.

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Sídney, una semana después…

–¿Y dices que la casa esta por aquí?. –Pregunto Matt mientras andaban por la playa a la luz del atardecer.

Desde que llego a Sídney le obsesiono la idea de encontrar una casa, ya que en esos momentos se encontraba compartiendo un amplio piso con Matt.

Su llegada a Sídney había estado rodeada de fanfarria: El ser los nuevos eran la novedad en todo. Matt por ser portador del virus verónica y ser capaz de usar perfectamente sus habilidades pirománticas y ella por ser la primera escudo que ponía los pies en la sede de Sidney.

–¿Y por que no te gusta el piso?.–Pregunto Matt.– ¿ O es que no te gusta vivir conmigo?

–Me gusta vivir contigo, nunca había vivido con nadie que fuera ordenado. Es toda una novedad.

–¿Tu ex era desordenado?.–Pregunto curioso.

–Algo era, aunque era culpa mia por que no le daba oportunidad de limpiar ni nada. Estaba más centrada en ser la perfecta ama de casa que en ser lo que el necesitaba: Una compañera de vida.

–Claire, yo mismo acabo de salir de una relación difícil, pero no puede ser que toda la culpa recaiga en ti solamente. – Dijo convencido.

–Claro que lo culpo a el también, hasta que no ha pasado esto no me entere que él me había estado ocultando información Matt. Si hubiera revelado ciertos detalles de su investigación tal vez nada de esto nos hubiera ocurrido. Tu también fuiste una víctima en todo esto. –Comento mientras continuaban el paseo por la playa.

Ese sitio tenia la tranquilidad que ella buscaba… sin tan solo pudiera encontrar la casa que le habían indicado los compañeros de la sede de Sídney todo en su vida sería más perfecto.

Y hasta que no llegaron a la zona de Coogee Beach no vieron lo que estaban buscando desde hacia dos horas y el ambiente fresco en la costa lo que obligó a ambos a subirse el cuello de sus chaquetas de la BSAA pero al hacerlo consiguieron encontrar la casa.

Era blanca, desde el exterior se adivinaban los tres pisos de los que estaba compuesta. Un balcón daba a la zona de la playa donde ellos estaban, al igual que la piscina exterior con sus hamacas.

Rápidamente subieron las escaleras de la misma, viendo en todo su esplendor la parte que estaba cubierta con el paquete externo de un color blanco algo más roto que el de la propia madera que cubría la casa.

Muchos ventanales mostraban el interior, el salón vacío de muebles se veía amplio.

–¿Puedo ayudarles en algo?

Ambos miraron hacia la zona del garaje, de donde procedía la voz de mujer que los había sacado del éxtasis de todo lo que estaban viendo.

–Buenas tardes. –Se acerco Claire a la mujer. – Me llamo Claire Redfield, hable con una tal Milred Strauss. Estoy interesada en esta propiedad.

–Oh, señorita Redfield es un placer conocerla. ¿ Y usted es?.–Preguntó la agente inmobiliaria a Matt.

–Oh, soy Matthew Callum, acompaño a Claire en su visita.

Claire quería creer que Matt no se daba cuenta de su sex appeal, pero si que se daba cuenta y solo podía sentir lastima por la pobre criatura, hombre o mujer, que se cruzara con esa sonrisa cegadora.

–Bueno si me permite, los guiaré por la propiedad. Creo que puede ser la adecuada para usted Señorita Redfield, mucha gente de la zona es de Estados Unidos y se mudaron aquí enamorados de la tranquilidad de la zona. Eso si, deberá pasar una prueba si está realmente interesada en la casa.

–¿Una prueba?.–Preguntó extrañada.

–La dueña de la casa, una mujer que enviudó hace poco, le gustaría saber quien será la persona que compre su casa, que la convierta en un hogar. Aquí la gente piensa que una casa debe estar llena de risas y amor… y esta casa hace mucho tiempo que no lo esta.

Esa mujer le había leído la mente, por que ella misma quería que su casa se convirtiera en eso.

En la casa donde vivió con Leon ya hacia mucho tiempo que no se sentía asi y era una sensación que ella echaba de menos en un hogar.

–Bueno si me permiten les enseñare el interior mientras que la Señora Emily llega desde su casa de Sídney.

Compuesta de ocho habitaciones y seis cuartos de baño, una cocina gourmet con lo último en equipamiento, dos salones (Uno formal y el otro más de día a día cerca de la cocina), y una suite en el último piso con un ventanal que daba directamente a la playa.

Si, aquella casa era todo lo que Claire quería para su nuevo hogar.

–Necesitaría algunas reparaciones, lleva cerrada un tiempo y por ello hay algunas zonas que se han deteriorado y necesitan alguna restauracion, pero creo que…

–Quiero hacer una oferta por ella. –Contestó Claire sin querer escuchar nada mas.

–¿Estas segura Claire?, es un poco grande para ti sola. –Comentó Matt preocupado, pero comprendiendo los sentimientos de la chica por aquella propiedad.

Claire camino hasta el salón de la casa y miró a su alrededor.

–La quiero por que esta como yo ahora mismo. Esta casa está triste como yo y creo que ambas necesitamos restaurarnos y recuperar nuestro resplandor. Yo puedo realizar los arreglos, la casa es habitable y puedo realizarlos mientras vivo aquí. Y se que va a costar un dinero, pero me da igual. La he encontrado Matt –Sonrió a su amigo y a la agente. –Este sitio es mi nuevo comienzo. Puedo verme en la cocina cocinando para todos vosotros, hacer barbacoas los sábados o algo así, una excusa para reunirme con la gente que quiero. –Se dirigió a la cocina y toco el granito de cuarzo de la encimera y sus muebles blancos. – Hace mucho que no me sentía así, puedo visualizarlo todo. Incluso en el jardín puedo hacerme una pequeña zona de lectura o ir a la playa a correr todas las mañanas.

Matt sonrió a su amigo, veía como transmitía su entusiasmo y veía como los engranajes de su mente funcionaban haciendo planes a toda mecha.

Entonces una mujer apareció en la sala de estar. Iba elegantemente peinada y vestida con una chaqueta cannel y unos pantalones de pata ancha. Debía rondar los sesenta años, pero parecía mas joven.

–Veo que la joven esta entusiasmada con la casa.

Claire se acerco a ella y la miro a los ojos antes de presentarse adecuadamente.

–Buenas tardes señora, me llamo Claire Redfield y adoro su casa.

–Bueno, eso puedo intuirlo en su voz y en sus planes, pero me gustaría saber una cosa sobre usted.–Miro fijamente a Claire mientras formulaba su pregunta.–¿Ha estado enamorada?

Aquello la pillo completamente de sorpresa. De todas las posibles preguntas que una mujer como ella, que daba toda la imagen de mujer sofisticada, no imagino que le haría precisamente la pregunta que menos quería escuchar.

–Lo he estado y lo estoy señora.–Respondio tomando la política de la sinceridad.

–¿Y por que esa respuesta?

–Por que he pasado unos meses muy complicados que me han alejado del amor de mi vida, de mi hogar y de mi familia. Y me veo obligada a comenzar de nuevo para encontrarme a mi misma.

–¿Y crees que la casa te dara lo que necesitas?

–Con verla ya me lo esta dando señora, estoy dispuesta a pagar mas por ella que el precio de venta que pone en los folletos.

La mujer se dirigio al salón, concretamente a una chimenea que Claire no había visto y que estaba tapada con una sabana. Al quitar la sabana pudo comprobar el cuadro que había encima de la chimenea.

Era ella con dos niños y un hombre.

–Este es Richard, me dejo hace seis meses y aun me estoy encontrando a mi misma. Esta casa la construyo con sus manos y eso le dio la perspectiva para dedicarse a la construcción y restauración de casas en toda la zona de Sídney. Esta casa para el era su hogar, su verdadero hogar. – Acaricio el cuadro y una lagrima escapo de sus ojos–Pero desde que el se fue ya no la siento como un hogar, por eso me he mudado y he comenzado de nuevo.

Claire sentía la pena en las palabras de la mujer ya que eso era lo que sentía ella misma con todo lo que ha pasado.

–¿Cuidaras de su legado Claire?,¿Ayudaras a esta casa a ser un hogar de nuevo?

Ella solo pudo acercarse y abrazar a esa alma herida.

–Se lo prometo, esta casa volverá a ser un hogar. La convertiré en un hogar de nuevo.

Y al decir esas palabras se dio cuenta de cual verdaderas eran para todos los que estaban presentes en ese momento.

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Dos semanas después

–Dios mío Claire esta quedando preciosa. –Suspiro Sherry al ver a través de la video llamada como estaba quedando la casa por dentro.

–Así es, tengo a Matt alicatando el baño de mi suite y algún obrero mas por aquí cambiando las ventanas y pintando. Es un poco caos todo, pero creemos que en un mes toda la obra estará acabada.

–Me alegro tanto de que hayas encontrado tu nuevo hogar. No puedo esperar para ir a visitarte y pasarme todo el día en la piscina o la playa, relajándome.

–Cuando quieras ya sabes, esta también es tu casa–Sonrió la joven. –¿Y como va todo por ahí?

–Oh, ya sabes, como siempre.

Sherry no quería decirle que Leon había comenzado una relación con Michelle, la decoradora de su piso, no quería entristecer a Claire bajo ningún concepto. Aunque no calculo los poderes de madre que ella había desarrollado.

–¿Por qué será que no me convences con tus palabras? –Pregunto

–¿Cómo te has dado cuenta?

–Te estoy viendo y además estás poniendo voz de bambi.

–No tengo voz de bambi, deje de tener voz de bambi a los trece años.

–Siento decirte que la tienes–Comentó mientras se servía otra taza de té–¿Es por Leon?

Sherry permaneció en silencio al formular ella la pregunta, lo cual hacía que Claire dedujera dos cosas: Que Sherry no le contaría nada y que lo que está ocultando sobre el le haría mucho daño.

Así que solo había una respuesta a la pregunta.

–Ha empezado a salir con otra mujer, ¿Es lo que no me quieres decir?

Sherry solo se limitó a asentir.

Intuía el dolor en ella y por ello, aunque en realidad por dentro se estaba rompiendo, decidió anteponer la tranquilidad de su hija a su propio bienestar mental. Ya tendría tiempo de llorar después.

–Bueno, tiene derecho a salir con quien quiera Sherry–Comenzó, aclarando su voz– El y yo ya no estamos juntos y dudo que volvamos a estarlo alguna vez.

–¿Por qué dices eso?,¿Ya no lo amas?

–Lo amo Sherry, pero también soy realista cariño. Estamos divorciados y eso ya es irreversible. Le hice mucho daño con mi comportamiento y solo me queda desear que vuelva a ser el Leon de siempre, un Leon feliz que vuelva a enamorarse y que continúa con su vida.

–Pero te estaban drogando y eso el no lo sabe. Va a empezar una nueva vida que estará cimentada en secretos Claire, Eso no es justo ni para él ni para ti. Aquí tu sigues siendo la mala, la que le arruinó la vida.

–No va a cambiar nada…

–Y un cuerno que no, lo cambia todo y lo sabes…

Claire no tenia ganas de volver a discutir el tema de Leon. Bastante tenía con lo suyo. No pensaba preocuparse por el también.

–Sherry–Comenzó con su tono de voz conciliador– Déjalo estar, te lo ruego. Solo quiero que por favor respetes mi decisión. Necesito sanar de todo lo que ha ocurrido en tan poco tiempo. –Suspiro–Solo deseo ser feliz… y dejar que el sea feliz también.

Entonces se escuchó un enorme grito en el piso de arriba, obligando a Claire a cortar su llamada con Sherry.

–Debo irme, creo que Matt se ha encontrado con algo arriba.

–¿Ese grito era de Matt? –Preguntó Sherry–Pensaba que habías contratado a una decoradora y esta había gritado por algo.

–No, es Matt–Sonrió–Debo conseguir que deje de gritar de esa forma, sino no encontrare un buen novio para el.

Sherry sonrió ante las palabras de Claire, en la capacidad que tenía para desear que a todos los que estaban en su órbita fueran felices. Incluido Leon, aunque esa felicidad no la encontrara con ella.

–Muchos besos para ti y Matt, hablamos pronto.

–Muchos besos a ti también, hablamos pronto.

Claire cerró la tapa del portátil y un par de lagrimas caían por su rostro.

Leon ya había comenzado a avanzar hacia delante sin ella, ya no había vuelta atrás.

Rogó al buen Dios que la ayudara a seguir adelante, porque ahora mismo se moría de dolor al imaginarlo con otra mujer.

Pero aquello no importaba ya. Solo importaba ella. Por primera vez sentía que estaba haciendo cosas para ella misma.

Necesitaba volver a enamorarse de ella misma, mimarse y quererse, y consiguiendo aquello podría empezar a plantearse el volver a dejar entrar el amor en su vida.

Pero de momento se conformaba con las promesas que esa casa le daba sobre que rumbo tomaría su vida a partir de ahora.

–Claire sube, aquí tienes un batallón de arañas en tu baño de la suite, ¿Qué hacemos con ellas?

Bueno, aunque de momento la promesa de la casa era que un batallón de arañas se merendarse a su amigo.

Pero con esos pequeños defectos seguía sintiendo lo mismo que dos semanas atrás al entrar en ella.

Sentía que por fin estaba en su hogar.

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Bueno quería escribir un nuevo capítulo 3 contando un poco como había sido la búsqueda del nuevo hogar de Claire en ese recóndito lugar de Australia. Este fragmento de historia no estaba en el original, así que espero que os guste.

En cuanto a mi ausencia solo puedo pedir disculpas. Los estudios me han tenido absorbida… y para no variar también hemos tenido problemas familiares.

En octubre mi tía sufrió un grave accidente en su casa al caerse encima de ella un portón de acero de unos cuatrocientos kilos, dejándola con una fractura de costillas y vértebras de las que aun le queda un camino para recuperarse.

Espero ser más constante en las actualizaciones, añadiendo lo que creo que la historia necesitaba para ser mejor y espero llegar al punto de subir los capítulos que tengo escritos y listos para el momento en el que alcancemos el capítulo 10.

Muchas gracias por vuestra paciencia. Feliz 2021 para todos y nos vemos en la próxima actualización.

Muchas gracias por leerme ^^