Preguntaran porque no he subido el 7 y el 8 también, y eso es porque me he ocupado en otras cosas. Aunque el 7 ya lo había subido y bueno, el 6 también, necesitaba editarlos ya que no me habían convencido del todo como comenté en el fanfic anterior.
Fue mi culpa por no haberlo mencionado aquí por igual, un descuido de mi parte que no se repetirá. El 7 lo subiré en estos días, y posteriormente el 8, ya no serán los 3 de golpe porque este capitulo en especifico transformo en gran medida el panorama para el capitulo 7, si quieren leer como era el capitulo 6, esta en wapatt, ese junto con el que sigue no lo borrare dentro de 4 días (tómenlo como un ligero spoiler ya que se agarrara algunas partes de este como se daran cuenta de este capitulo que agarre de un poco y modifique en su mayoría):'3
El contador de parejas sigue en pie:
Pareja principal:
Taichi x Mimi: 3
Taichi x Sora: 0
Taichi x Meiko: 0
Taichi x Rei: 0
Parejas secundarias:
Hikari x Takeru: 0
Hikari x Yamato: 0
Sora x Yamato: 1
Mimi x Yamato: 0
Mimi x Koshiro: 0
Sin mas que decir, los dejo leer el capitulo, gracias a todos por seguirme leyendo (*inserta corazón*)
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El momento en que iría a las aguas termales se presentó más rápido de lo contemplado, o por lo menos Taichi así lo sentía. Por supuesto, para esto tuvo que tomar medidas preventivas, como lo era el uso de lentillas cafés, entre otros aspectos, aunque muchas de sus preocupaciones no habían desaparecido del todo.
Por mera precaución mantenía sus sentidos bajo un constante estado de alerta, eso implicaba el uso explícito del poder de sus ojos.
La reunión no había sido del todo amena, aunque cargar a Agumón en la maleta lo tranquilizaba considerablemente. No se sentía solo al tenerlo de compañía, y si se lo repetía constante era para su seguridad en sus pasos aumentara ante los desafíos que vivía en su propio mundo.
No obstante, enfrentar a las versiones más maduras de sus amigos y hermana lo veía como un constante reto ante su falta de información, y sus constantes deseos por regresar al tiempo en que todos eran niños venían de cada cuando a punzarle el pecho por lo infantil que era, y porque se sentía demasiado limitado.
Respiro profundamente preparándose mentalmente por lo que habría de venir. Una, dos, las veces que fuera, pero necesitaba calmarse a punta patadas. Eso sí, al permanecer en silencio podía escuchar las conversaciones que tenían, aunque había preferido aislarse quedándose en la parte de atrás y contemplarlos, pensando que estaba bien de modo, porque así podría aprender más de los cambios que se había perdido, o más bien, olvidado. Además, por si no fuera poco, tenía la oportunidad de pensar con mayor claridad qué hacer con lo que había visto en el interior del digimon de Mochizuki que logro acaparar parte de su atención.
—Es un virus—pensó Taichi para sus adentros cuestionando en un dos por tres donde es que Meiccomon pudo contraerlo—Y no cualquier virus, es igual de contagioso como el de los esbirros parásitos—apretó la quijada al recapitular la información almacenada en su cabeza la cual estipulaba que los digimon infectados por este virus no presentaban síntomas hasta que abarcara una cantidad alarmante de datos. Una similitud catastrófica como lo era en pacientes con cáncer—Esto debe ser una maldita broma, no salgo de uno para meterme a otro—gruñe ignorando un creciente hueco en el estómago.
El trago amargo que recibió lo deslizo de manera pausada por la garganta. La cabeza le amenazó con palpitar, suficiente estrés tenia de sus otros problemas, y este le venía a restregarle mas mierdas a la cara.
Entonces volvió a suspirar sobándose esta vez las sienes como presintiendo que alguien pronto vendría a recriminarle por no encargarse de una sentada del problema.
—¿Ahora como se supone que se los tenga que decir sin que suene demasiado sospechoso? —se quejó, manteniendo el impulso de gritarlo por no sabe cuantas veces en el día, aun si tuvo que dejarlo para después puesto que en menos de lo esperado aparecieron en la entrada del local, y segundos más tarde, se encontraban eligiendo el tipo de yukata que usarían cosa que a Taichi no le interesaba en lo más mínimo, pese a que Kōshirō se la paso complicándose por cual elegir, y si el patrón que tenían en sus diseños era el adecuado para él.
Esperar hasta el final había sido a mejor elección, le dio el tiempo exacto de observar a cada uno de los digimon fingiendo ver a los alrededores, o tonteando dirían otros, para ver cuántos de ellos estuvieron en contacto con Meiccomon. Cuando llego su turno, la mayor parte corrió a los vestidores.
—¿Te encuentras bien?, has estado callado durante el camino—pregunto Joe acercándose a tocarle la frente, siendo uno de los que todavía no se enlisto a cambiarse. Se le hizo extraño mas no comento nada al respecto, en todo caso lo dejo ser no mostrándose renuente con su presencia—No presentas síntomas de fiebre.
—Estoy bien— mintió Taichi con naturalidad y sonrisa al pie de la letra—Mejor de lo que pude haber estado desde que regresé—aparto gentilmente la mano de Joe que no se incomodó por la acción.
—Debió haber sido muy difícil para ambos—dice Joe batallando por armar una frase con la que no fuera esquivado, agradeciendo que por suerte ya había hecho su elección de yukata minutos atrás—Me contaron a grandes rasgos lo sucedido, pero, aun así, me pongo a pensar en los obstáculos por los que pasaron.
—Lo fue, hubo momentos en que pensé que moriría—soltó Taichi un poco de sinceridad a la vista y los oídos de su amigo, pese a que creyó que se tambalearía si Joe seguía escarbando, mas pronto aparto esas creencias creándose barreras con las cuales poder protegerse.
—¿Morir? —Joe no pudo evitar cuestionarlo, Gomamon en sus brazos no estaba lejos de lo que sentía.
—Si, morir—afirmo Taichi sin verle, disponiéndose a tomar un numero al azar de la recepcionista a la que pronto agradeció girando sobre sus talones dudoso hacia un compungido Joe—La situación en el digimundo no esta tan pacifica como crees, ha habido circunstancias en las que terminamos heridos de—se mordió la lengua impidiéndose así mismo hablar más de la cuenta, luego de sentir la mirada fija de la recepcionista posada sobre ellos—Hablemos de eso más tarde, ¿te parece? —camino a su lado, deteniéndose brevemente a sostenerle del hombro que libero al momento—Lo mejor será aprovechar que estamos en las termas para relajarnos y dejar de pensar en el pasado, ¿no lo crees? —finalizó emprendiendo sin más que decir a los vestidores, no esperando a que le respondieran de vuelta.
—¡Oye no nos dejes atrás! ¡Taichi! —escucha a Joe gritarle desde atrás, siguiéndole apresurado, habiéndole tomado segundos en sacudirse la impresión—Maldita sea, es rápido.
Taichi ríe por debajo en los vestidores, estando medianamente de buen humor después de la escena que le montó Joe, aun si no quito el hecho de que se vistiera a una velocidad moderada y se encogiera de hombros porque cuanto el de lentes estuvo a su lado, lo sacude en reclamos por haberlo dejado atrás. Las cicatrices las cubrió antes de su llegada, mas no hubo nada que pudiera hacer por las mas pequeñas que apenas y se distinguían en las partes visibles de piel.
Cuanto iban de salida se toparon con Nishijima Daigo en calzoncillos rosados, saludando animadamente con el brazo ligeramente alzado.
—Yagami-san, Kido-san, que alegría verlos.
Joe acepto el saludo calmo, en cambio a Taichi le escurrió sudor por la nuca, además tener un ligero tic en la ceja, ahí se iba el resto de la calma que esperaba tener en las termas.
—¿Qué lo trae por aquí Nishijima-sensei? —pregunto Taichi intentando sonar casual, pero en realidad quería irse cuanto antes, no obstante, su suerte era tan mala que lo hicieron esperarse a que Nishijima se adornara con su yukata.
—Solo una simple visita a las termas, y ya que ustedes estaban dispuestos a ir, Himekawa y yo decidimos anotarnos—explico Nishijima bastante jovial, aunque sus intenciones fueran precisamente otras, más eso no quitaba que disfrutara de las termas.
—Interesante—Taichi torció los labios forzándose a sonreírle—Bastardo mentiroso, te creería más si se trata de una investigación, o simplemente por protegernos de las amenazas externas—las palpitaciones en su cabeza incrementaron, aunque pudo distraerse después reunirse con el resto del grupo, no obstante, no dejo a Agumon irse de inmediato con los otros digimon, sino que aprovechando que no le estaban tomando la debida atención, se alejaron sigilosos en un estanque apartado de ellos donde se encargo encarecidamente a contarle a Agumón del virus se estaba cosechando en el interior de Meiccomon.
—Supongo que Meiccomon no es el único infectado —Agumón no dejo escapar las dudas que le iban emergiendo a medida que la conversación avanzaba. Taichi miro en específico a los digimon que estaban jugando juntos en el estanque que estaba a unos cuatro más adelante del suyo—¿Cuántos son aproximadamente?
—Siento ser el portador de malas noticias—murmura Taichi con los ojos notoriamente apagados—Sin contar a Meiccomon, son alrededor de tres, o mejor dicho estos se reducen a tres. Hubiese sido más fácil si solo fuera uno, mas en especifico la fuente de la plaga—continúa sintiendo en eso a Agumón recargándosele en el brazo, filtrando el dolor que le producía hablar con relativa frialdad de deshacerse de Meiccomon—Aun si Mochizuki-san me odiara por no haber podido salvar a Meiccomon, lo toleraría, pero si viene del resto no sabría cómo reaccionar. Contando la intensidad de la infección, en primer puesto esta Patamon, de ahí le sigue Palmon y, por último, Biyomon que casi podía atestiguar que fue Palmon quien se lo traspaso.
—¿Cuándo crees que se manifestaran los síntomas de la infección?
—Bueno…—a lo lejos se oyó que Hikari los llamaba en lo que se aproximaba a encontrarse con ellos, dando a entender que su tiempo se acortaba—Diría que alrededor de una semana y media. Sin embargo, eso dependería de su evolución y que tanto contacto tengan con Meiccomon.
—Ya vinieron a buscarnos—delató lo obvio Agumón con voz tenue, despegándose al momento y levantándose, Taichi le imita dando por terminado la charla borrando todo rastro de dolor y preocupación de la cara.
—Onii-chan te estábamos buscando, Joe me comentó que no estabas cómodo con la visita sorpresiva de Nishijima-sensei, pero no creía que fuese verdad—dijo Hikari una vez que estuvo lo suficientemente cerca como para ser escuchada—¿Es acaso que han formado una especie de enemistad?, anteriormente te comenté que me parecía un buen sujeto.
—No en realidad…—apenas Taichi alcanzo a pronunciar tras lanzarse de improviso a Hikari atrayéndola consigo a escasos metros de un destello metálico que venía del cielo con intenciones de dañarla, sin embargo, el ángulo en el que fue arrojado, todo apuntaba que sus intenciones eran otras.
Si le rasgo la tela por la reacción, no le cobro importancia, aun si solo consiguió rosarle. Lo que le hirvió la sangre era el hecho de que habían atentado contra ella y que no haberla apartado pronto la habrían matado delante de sus ojos. Por fortuna cayeron de pie, mas Taichi no iba alegrarse por algo tan insignificante, se había enfocado mas en inspeccionar la dirección donde el ataque se produjo, afilando la mirada dorada detrás de las lentillas, siendo cuestión de segundos antes de que se produjera una lluvia afilada que los hizo desplazarse todavía mas no teniendo de otra que refugiarse debajo de un árbol.
Por instinto busca a Agumón, encontrándolo debajo de otro árbol que daba al sentido contrario intacto. No obstante, a sus oídos llego que desde atrás los demás procedieron a actuar, unos evacuando, otros dividiéndose en diferentes sitios dispuestos a actuar de carnada en caso de que lo peor pase.
Frunce el ceño en efecto. No quería perdidas y el destino se enfocaba a crearles unas que se aproximaban a su fatídico destino.
No le daría el gusto de hacerse con la vida de ellos, por lo que en todo su esplendor intenta ocuparse de pensar en una estrategia en lo que agudizaba sus sentidos al limite tratando de identificar con quienes contaba obstaculizándole el paso en lo que se encargaba de proteger a Hikari.
—Tengo que sacar a Hikari de aquí—masculló, en eso un tirón de su yukata por parte de Hikari lo regresa a la realidad.
—Onii-chan
—¿Qué sucede Hikari?
—No, no es nada, te escuche que me sacarías de aquí, ¿acaso estás pensando en quedarte?
—Me iré contigo—miente Taichi acariciándole la cabeza creyendo que aquello la calmaría un poco por muy sutil que fuera—Aun si el digimon que nos atacó no sea sencillo de distraer—en su mente revivió la imagen del digimon, encontrando una combinación de metal vaporoso, piel y piedras supurando un líquido caliente que se consumía al salir, además de que todavía conservaba algunos aspectos similares a los de un dragón equipado con dos grandes alas rojas en los costados. No obstante, para ese punto su voz ya era eclipsado por el rugido del digimon
—¡No te entiendo!, me perdí la mitad de lo que dijiste—exclamó Hikari que sintió el impulso de cubrirse los oídos—¡Pero sea quien sea parece muy enojado!
—¡Eso es lo de menos ahora!, lo importante es salir de aquí—dice Taichi no teniendo de otra que alzar la voz estando en un parpadeo pegados al suelo ante otro ataque de lo que apuntaba que se trataba de un Airdramon que en ese entonces descendía vertiginoso a la superficie expulsando una nueva carga de disparos—No es cualquier cosa—estira la mano a uno de los proyectiles que cayó a centímetros de ellos—Son como estacas más estas son más alargadas y terriblemente filosas de la punta—no se mide en arrancarla y acomodarla a su costado, y luego que por inercia mirar a los alrededores por los ruidos externos que sus oídos atraparon fuera de Airdramon notando a Biyomon con Tentomon escondidos en los arbustos de la derecha.
Un tercer ruido, le aviso que, en el árbol contrario, Agumón tenia acompañante que de algún modo se las arreglo para quedar a su lado. Cuanto quiso revisar de quien se trataba con desazón descubre a Gabumon que no parecía haber sido afectado en su desplazamiento.
—Onii-chan—llamo una vez mas Hikari con la mirada fija en Airdramon, paralizada por el temor que este le producía al no contar ni con Tailmon, ni mucho menos con su digivice. Instintivamente se aferra más a él, cosa que Taichi termina por pasar a segundo plano al grupo y hacer porque se pusiera ella de rodillas y luego de pie hasta que lentamente se colocara delante de su hermana a modo de protección cuando Airdramon se posa delante de ellos desprendiendo aire caliente por sus fosas nasales.
—Hikari, ¿me escuchas? —murmuró Taichi aprovechando el silencio inusual que se instaló y la hipnosis momentánea de Airdramon que no dejaba de verlos.
—Si—Hikari asintió apenas
—A la cuenta de tres huiremos, si tenemos suerte el no atacara en ese tiempo, ¿ambos estamos de acuerdo en eso?
Estaba apostando, y rogaba porque sus predicciones no erraran. Al obtener otro asentimiento avanza sin permitirse vacilar. Hikari necesitaba valor y él se la daría, no podía echarse para atrás.
—Bien, te diré lo que tenemos. Agumón, Gabumon, Tentomon y Biyomon justo ahora están con nosotros—revela, capturando la señal que Agumón le hacía detrás de Airdramon—Agumón me acaba de decir que nos cubrirá con Gabumon mientras escapamos. Haz por no pensar por el después, mientras más pronto tengamos nuestro digivice mucho que mejor.
—De acuerdo.
—Uno…sigue la cuenta.
Lanzó la invitación y le alteraba los nervios que en última instancia lo rechazara.
—Dos…—Hikari lo soltó a medida que también Taichi lo hacía.
—¡Tres! —grita posteriormente de que Agumón lanzara una flama bebe y Gabumon otra azul en las alas de Airdramon quien los salta y se enfoca en sus atacantes en un rugido amenazante.
—¡A correr! —pronuncian a la vez, echándose a correr. Taichi en un principio le sigue el ritmo, alentándola a no detenerse, pero a fin y a cabo fue disminuyendo sus pisadas al asegurarse que no voltearía, mirando como se iba transformando en una mancha de colores escurridizo que le perdió el paso.
—Lo siento Hikari, pero no puedo dejarlos pelear con su cuenta—al momento de decirlo se vuelve sobre sus pasos disparándose al peligro, esquivando y repeliendo con la estaca que cargaba consigo las otras hasta que en una de tantas decide tomar las plantadas del suelo y árboles para saltar a la rama más sólida que se posiciono en su campo de visión solo para saltar proyectado a Airdramon— ¡Ya que me arrepentiría si lo hiciera!—finalizó arremetiendo con destreza a los ojos y mandíbula que uso de base a manera de que su acrobático salto en dirección a Agumón y Gabumon no sufriera de errores además de barrer significativamente la tierra por el impacto.
Airdramon aúlla, grita por el daño infligido, retorciéndose sin control reflejando la imagen genuina de la agonía. Hace por elevar el vuelo, pero ante la falta de luz que alumbrara su camino, chocaba y daba de lleno contra el suelo. Acción que se repetía constante, en un encarecido bucle que Tentomon y Palmon utilizaron como oportunidad para deshacerse de sus antiguas posiciones.
—¿Q-Que fue? ... ¿cómo fue que tú?... —preguntaba a medias Gabumon en su asombro, no creyendo lo que acaba de suceder.
—¿No te lastimaste Taichi? —miro fijo Agumon al castaño que todavía empuñaba dos estacas de metal como si se tratara de un arma con el cual pudiera defenderse.
—Lo estoy, ¿y ustedes? —regreso Taichi la pregunta posando su mirada sobre los dos digimon.
—Igual
—¿Y tú Gabumon?
—¿Eh?, ¿yo? —se apuntó Gabumon confundido despertando de su estupor—Igual bien… ¿Qué demonios ocurrió ahí?, ¿Cómo es que tú? ... ¡eso!
—Me alegra—sonríe Taichi descartando sus preguntas descarado, no parecía particularmente afectado que lo adornara con ellas, aunque por dentro quería que Gabumon dejara de incriminar su comportamiento—En ese caso, hay que terminar con este Airdramon de una vez por todas, no tardara en que ese viejo cascarón vacío deje de quejarse—volteo a monitorear a su presa borrando aquella expresión en un santiamén.
—¿Por qué?...
—¿Taichi ya tienes pensando un plan no es cierto? —interviene Agumón descolgando a Gabumon
—Si lo tengo, pero mi fuerza actual no es suficiente, ni siquiera conseguí inmovili—Taichi por inercia se muerde la lengua cortándose y se hace ligeramente hacia atrás repeliendo apenas con las varas el ataque sorpresivo curvo de la cola de Airdramon que, al estar compuesta de supuraciones naranjas, cosa que consigue, más las estacas le chirriaron en consecuencia las manos—¡Agh!, ¡¿es en serio?! —reclama adolorido no teniendo de otra que soltarlas y presenciar en ese lapso a Tentomon distraerlo.
—Taichi—
—Tranquilo, esto no es nada comparado con lo que nos hará sino hacemos por detenerlo.
—¡Él es más fuerte que nosotros!, ¡¿Y dices que no es nada?!, debiste irte con tu hermana y dejar esto a nosotros —Gabumon estalla no estando de acuerdo de que continuara exponiéndose—Pero aun siendo así…—gruñe apretando los puños tragándose el orgullo de que un humano hiciera mas que los digimon que estaban luchando, por si no fuera poco, la determinación que exteriorizaba le daba a entender que no retrocedería por más que se le ordenara—Tienes el conocimiento del que nosotros carecemos. Aceptare el plan que nos propongas en lo que los demás vienen.
—En ese caso no hay vuelta atrás, así que escuchen atentos que no lo repetiré dos veces—Taichi lo ve de reojo durante unos instantes con expresión indescifrable procediendo a explicar su plan que si bien no era muy elaborado le daría la ventaja de atentar a las aberturas restantes que había estado localizando. Dando a entender que se arrepentía de que participaran de carnada, cosa que ambos digimon comprendieron, siendo Agumón que le dejo entre ver que todavía podía usar esa técnica que aprendió en el digimundo sin dar demasiados detalles al respecto, pero los esenciales para que Taichi recobrara la razón de que tenía un as bajo la manga que no había puesto en función.
En ese lapso aparece Palmon que parecía terriblemente afectada, aunque más que eso estaba enojada y preocupada por lo que estuvo presenciando, independientemente de los aullidos de Airdramon que no hacían más que atormentarla.
—¿Por qué te fuiste contra él de la nada? pudo haberte lastimado de gravedad, fue una fortuna que no fuera tan grave, ¡pero no es excusa! —cuestiona Palmon declinándose hacia Taichi que no hace más que ignorarla visualmente—¡¿Me estas escuchando?!
Agumón y Gabumon se miraron entre sí, como dudando si entrar o no hasta que Palmon les llama la atención también a ellos al no obtener ninguna respuesta por parte del Taichi.
—Y ustedes—siseó apuntando al dúo dinámico— ¿Por qué ustedes no hicieron nada para detenerlo?
—Entiendo a donde quieres llegar Palmon—responde Gabumon oyendo a Tentomon llamándolos temeroso de que lo hayan siquiera abandonado—Pero ninguno de nosotros estamos en posición de negar que Taichi-san nos ha ayudado bastante.
—¡Eso no tiene ningún sentido!, nosotros estamos para protegerlos, ¿han perdido la razón?
—Me iré adelantando—comenta Taichi a tiempo que hace un gesto con la mano corriéndose al costado derecho, saltando y maniobrando cuanto las raíces de Palmon reaccionaron en su contra al ver que se le adelantaban oponiéndose a sus inquietudes.
—¡Espera!, ¡no te vayas, así como así! —suplica exasperada Palmon no teniendo demasiado existo de evitar su huida.
—¡Vayan de acuerdo al plan y hagan que Palmon coopere con ustedes!, ¡aclárenle que tipo de enemigo es al que nos enfrentamos! —ordena Taichi más retirado y lejos del digimon tipo planta, empuñando alguna estaca que tomó por ahí, conteniendo algunos quejidos al sentir que tocaba con la zona afectada, lanzándola al momento de aplicar algo del aura naranja en él, que comenzó a rodearlo en algún punto, encestando al ala izquierda de Airdramon el cual perfora sin ninguna dificultad, aun sabiendo que aquello no alcanzaría a otorgarle una victoria sobre el esbirro, y que debía de ejecutar pronto otro ataque.
Por lo menos, gracias a esa distracción, había sido canalizado por Airdramon y agarrado como nuevo objetivo.
Espera, en realidad convertirse en su nuevo objetivo no era nada bueno.
Esto se desviaba de su plan inicial.
Mierda
Por si no fuera poco notaba como se grababa su olor y se guiaba también por el oído para perseguirlo claramente furioso con cola y estacas puntiagudas de las que desarrollo un mejor control sobre ellas, algo poco predecible, puesto que estas ya no se espacian desordenadas, sino que prácticamente lo señalaban con su mortal filo que brillaba debajo del sol.
Y se preguntaran, ¿Qué ocurrió con su trabajo perfecto de equipo?, bueno, esta no funciono tal cual, solo empeoraba la pila de maldiciones en el momento en que ni las llamas de Gabumon y Agumón no mosquearon a Airdramon que parecía ser iluminado por una entidad superior que le indicaba que él era la potencial amenaza a la que había que desaparecer.
—¡Taichi no funciona! —gritó Agumón del otro extremo—¡Airdramon no quita la vista de ti!
—¡Lo se!, ¡¿alguna otra idea?!, ¡acepto sugerencias! —contesta de regreso Taichi que a los segundos ya esquivaba la jornada de estacas metálicas, moviéndose de un lado al otro, cogiendo dos de repelente, extrañando su báculo y la baraja de alternativas que tenía con este, con el que podía realizar un adecuado contraataque. La cola fue la parte más tediosa de lidiar, mas no espero que Airdramon pusiera un efecto caótico en sus alas, por más dañada que estuviera una, al ocasionar una corriente de aire que lo manda hacia atrás unos cuantos metros que lo estrella contra alguno de los árboles que cae derribado ante tal fuerza bruta.
Pudo haber resistido y luchado contra la marea, pero grande fue su desconcierto al verse autosaboteado en fracción de segundos, segundos que ahora sus músculos protestaban en dolor. En lo que tarda en reincorporarse los oye gritarle preocupados y a Airdramon aproximándose, no así, extrañamente, en lo que menos pensó que era lo que retrasaba a sus amigos que no acudían a ayudarlo para continuar montando su farsa.
Lo que si admitía era que se estaba descuidando un poco y que se estaba cansando de tontear a ser el débil en este combate. Cargando mas aura naranja a expensas de lo que significaba abusar de ella, y no habiendo dejado caer en ningún momento las estacas, a centímetros de que lo emboscaran salta a la mandíbula atrofiada del digimon que utiliza de trampolín imponiendo su propio peso que lo mando de una sentada al suelo y a él a girar en un circulo completo en el aire antes de atravesarlo con las estacas luminosas que cargaron sobre más áreas carnosas y prácticamente a su disposición.
Lástima que no calculó bien donde aterrizaría, de lo contrario no se le hubieran prendido las sandalias en fuego y no se hubiese desprendido de ellas sacudiéndolas.
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Taichi se hallaba agotado en el comedor pellizcando la comida, rodeado de rostros conocidos y mas retirados se hallaban otros con expresiones viejas y adustas de hombres infiltrados que trabajaban a la par con Himekawa Maki y Nishijima Daigo, aun asimilando lo sucedido y que de no ser porque Beelzemon apareció en el último minuto habría invocado un arma mas adecuada para acabar con Airdramon.
¡La suerte difícilmente le sonrió por asomo!, aunque el muy desquiciado se propasó desintegrando a Airdramon con su más mortífera técnica la cual nombraba a todo pulmón como estrella del caos la cual no debía ser tomada a la ligera. Luego de eso se había encaminado con cuatro pequeños digimon al local no sin antes despedirlo adecuadamente, descalzo, pies ardiendo con cada pisada que daba y con dolores musculares en distintas partes del cuerpo si descartaba el escozor de las palmas de las manos y la ropa hecha un desastre.
Actualmente el silencio los consumía, cuando hace unos instantes su hermana lo acaparo con replicas mientras retenía algunas lágrimas, y las que se le escapaban las podaba con la manga.
Si Joe trato sus heridas en ese breve espacio, lo desatendió.
Las disculpas y justificaciones que les dio de forma grupal no las sintió verdaderas, no del todo, pero se conformaba con que le rectificaran su historia porque apareció Sakuyamon decidida a no dejarlos avanzar trayendo con ella la esperanza de que Beelzemon ya había ido a auxiliarle. A esos dos los conoció por accidente durante su primera ida a Rusia, mas por los libros que le impuso leer Ophanimon, visualmente reconocía por su aspecto a Beelzemon quien era temido por oscuro origen como uno de los siete grandes señores demonio.
La idea de mandar todo al demonio e irse a casa, le era cada vez más plausible, más si después de pasar por un incremento de adrenalina la espalda y otras partes del cuerpo le palpitaban en conjunto con la cabeza. Sino se le astillaron o rompieron los huesos, se debía a que impacto no había sido tan brutal como aparentaba, mas ese detalle en especifico no se lo guardaría solo para él y algunos cuantos digimon afectados que requerirían de terapia a excepción de Agumón.
Un sonido proveniente de Kōshirō que tamborileaba los dedos en la mesa de madera inquieto, destacaba por la ausencia de voces independientes de los adultos que Taichi pretendía no cobrarles interés. Casi juraba que el cerebro del pelirrojo estaba trabajando a máxima capacidad aun cuando este día de aguas termales abarco elementos escasamente satisfactorios, por no mencionar, nulos.
Muy sutil, se apreciaba a Mimi jugaba con sus palillos, al fondo Sora suspiraba como derrotada, Yamato estaba dentro de sus propias cavilaciones, Takeru acariciaba la mano de Hikari en apoyo, y Meiko calmando su inquietud abrazando a Meiccomon que veía todo con ojos muy abiertos sin pescar ni una sola de lo que causaba tal denso ambiente. Los digimon no emitían ni un pitido, y era anticlimático que Agumón se contuviera a no pinchar la comida, no hasta que él lo hiciera.
Taichi entonces lo miró largo, mas en especifico a su compañero, quien le regresa la mirada con preciosas jemas verdes y brillantes como preguntándole de su siguiente movida, todo ante un atento Nishijima que tampoco hizo el ameno de comer a quien borra de su campo de visión al darle repentinamente la espalda tras coger su plato y atragantarse de comida.
Agumón parpadeo al principio confundido, pero no tardo en emprenderse a imitarlo, despertando con aquello miradas curiosas que cayeron puestas sobre ellos.
—Veo que alguien se estaba conteniendo—comentó Patamon algo risueño rompiendo con el silencio. Hikari se sonríe por el comentario animándose a dar el primer bocado, Sora un poco cohibida da el otro sonrojándose por la descarga de sabores invadiendo su boca invitando a Biyomon a que lo probara.
—¿Qué yo que? —Agumón ladea la cabeza con las mejillas regordetas salpicando algo de arroz a la mesa.
—Que comas con la boca cerrada—regaña Tailmon con un paquete de palillos sin abrir y que Mimi recoge ofreciéndose a destaparlos.
—Si viejo, o apunta para otro lado—acota Gomamon inclinándose a engullir dos peces enteros de su plato, sobresaltándose por el vacío que hizo ver Taichi del suyo.
—¡Comí delicioso! —estiro Taichi los brazos al aire
—No es una competencia de ver quien acaba más rápido—Yamato descubre, llevando mas de la mitad avanzado—Y para estar herido, supiste sobrellevarlo, es un terrible habito.
—Solo tengo un nivel alto de tolerancia—excusa Taichi desviando los ojos al vaso de té disimulando su ansiedad, no planeando que hiciera un efecto cadena y los despertara a todos, en especial a Yamato.
—Mientes.
—No, no miento.
—Si lo haces, y no sirve si lo que pretendes es no estropear este viaje como lo hizo Airdramon.
—No sabes nada sobre mi—Taichi se pone de pie cogiendo el vaso e ingiriendo de golpe el té, depositando el traste encima del plato y ambas manos en los costados.
—Aun así, me imagino que estas cansado y adolorido, aunque no lo admitas porque Yamato está en lo correcto—ingresa Joe cauto teniendo un leve encogimiento por ver la falta de tacto en los movimientos de manos de Taichi—Y antes de que digas de que estoy de su lado, no estoy de lado de nadie, pero como estudiante de medicina, esa es mi opinión al revisar tus quemaduras. Deberías de cuidarte más.
—Me cuido—soltó escueto Taichi
—No lo que yo quisiera—hiere Hikari en alto—Onii-chan baka
—Auch—musita Takeru en tono malicioso y vengativo—¿Quién da más?
—Ya chicos, no creo que se merezca estos agravios—intercede gentil Nishijima
—Agravios que se merece por abandonar a Hikari-san—rechazo con gentileza similar Sora disfrazada de rencor, siendo un pinchazo extra en el corazón de Taichi quien acude a Mimi en apoyo y que tal vez ocurriera el milagro de que desviara el rumbo de la conversación.
—Mimi, tu no has dicho nada, ¿también estas de acuerdo con Sora y Hikari?
—…— la Tachikawa lo medita y sorbe de su té, refrescándose la garganta—Es preocupante que no te cuides, aunque no niego que lo que hiciste fue un acto honorable y arriesgado a la vez. Palmon me conto lo que sucedió desde su punto de vista y creo que al que hay que culpar es a Beelzemon por no inmiscuirse desde que Airdramon los ataco a ti y a Hikari-chan.
Bien, estaba cambiando el rumbo, pero en la dirección opuesta a la que deseaba.
—Mimi-san tiene un punto—se adelanta Kōshirō—Perdona sino hable antes, estaba reorganizando los hechos. Pero en si no puedo olvidar la impresión que me lleve al enterarme que te habías enfrentado a Airdramon y que Beelzemon no apareciera hasta después. Son dos hechos que no cuadran entre sí, es como si se retardaran a propósito ya que se supone que Airdramon se les había escapado por relato de Sakuyamon.
Taichi respira pausado francamente sorprendido de que Kōshirō le haya omitido información.
—Eso no me lo dijiste.
—Tenía mis dudas—razono Kōshirō quien era el único que tenia su comida intacta—Las palabras de Sakuyamon en lugar de relajarme me dejaban con una sensación abrumadora que creció luego de que regresaras.
—A mi igual me causo una sensación similar—Yamato percibía que la lengua se le volvía filosa—No confié en ella en lo absoluto, de no ser porque no estaba Gabumon conmigo me habría marchado de inmediato. ¿Tu no confías en ellos o si Yagami?, tu reacción me hace creer que los conoces de algún lado.
—Preguntas como si sospecharas de mi—Taichi suspira dejando filtrar el cansancio que Joe expresó en su momento—Pero si esto te satisface, si, si los conozco de un lado, y no, no confió en ellos, tengo poco de haberme relacionado con ellos, y que me digan que a propósito permitieron que Airdramon viniera hacia nosotros no me tiene nada contento—la mando una mirada herida que sustituyo por enojo y fastidio.
—No creo…no creo que Ishida-san desconfié de ti Yagami-san—pronuncia la Mochizuki intentando no sonar vacilante y tímida como lo era su carácter habitual.
—¿Estas insinuando que Ishida se preocupa por mí?
La de lentes asiente con firmeza aun si hacía por encorvarse por lo intimidante que Taichi y Yamato le parecía por la vibra que desprendían.
—Puede que Ishida-san reniegue de ello, pero e-es lo que percibo.
Taichi la oye removerse en el cojín en silencio sopesando la respuesta que no era mala en sí, pero estaba con la cabeza caliente y que ella metiera sus narices lo incomodaba. Su paciencia no estiraba más, por lo que desaloja el comedor con Agumón siguiendo lo por detrás.
— Gracias por la invitación al Osen. No se preocupen por mí, disfruten del resto del recorrido me iré a descansar.
Hikari alarmada se levanta e intenta ir tras él, mas Takeru le sujeta de la muñeca, cosa que la altera.
—¡Onii-chan!, ¡¿A dónde vas?!, ¡Onii-chan!, suéltame Takeru, necesito ir tras él.
Taichi la oye, pero aun así no detiene su marcha, sabia lo mal que le caería a Hikari, pero en su estado actual no era más estable que una nube siendo empujada por el viento. Quedarse ahí implicaba muchas cosas que Nishijima y Himekawa tenían porque enterarse, ni siquiera Mochizuki Meiko quien poseía cierto apego por Himekawa.
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