"Pociones"
Disclaimer: Todos los personajes aquí presentes son de J.K Rowling.
Yo me limito a degustarlos.
oooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo
"Pociones"
"Conversaciones"
Era tan triste saber lo que era la realidad, que las lágrimas se le caían sin remedio, como ríos surcando sus mejillas. Ese ambiente oscuro rodeándola la estaba amargando por segundos, consumiéndola en una solitaria mujercita que aparte de recibir el puñetazo duro de la realidad, estaba preñada de gemelos.
Había regresado hace dos día a casa, que seguía todavía a medio terminar, con humedad saliendo de las paredes, trayéndole dolor de huesos, como si fuese poco el peso de su abultado vientre.
¿Su razón por estas esos instantes sola? Jah.
Muy simples.
Una discusión con Mathew respecto a su situación había causado que desde ayer estuviese sobreviviendo sola pues éste no aparecía por ningún lado de la casa, ni siquiera el maldito gato se había quedado a hacerle compañía.
¿Era acaso eso la verdad de su existencia?
No quería aceptar que nadie la aguantase, no quería admitir que sus amigos se habían olvidado de ella, no le entraba en la cabeza que nadie, absolutamente nadie de sus conocidos, se acercase a ayudarla, porque a estas alturas Malfoy ya habría difundido su paradero. Maldita sea.
Y ella seguía llorando en el sofá donde se había sentado cuando Malfoy le vino a ocasionarle casi un aborto, pero no lo logró, al muy cretino no se le volvería ocurrir regresar por esos rumbos. Rayos.
Había instantes en que una rabia súbita emergía desde sus entrañas cuando pensaba en Draco Malfoy, pero tan rápido como venia, desaparecía.
Era inexplicable, pero podía llegar a sentir pena por ese ser que se había criado entre las habitaciones oscuras de su Mansión Malfoy, de ese niñato racista que fue durante toda su estancia en Hogwarts. Él no tenía toda la culpa de ser como era, su personalidad se había forjado así como la de ella gracias al ambiente en que vivían…
Esperad, ¿qué?
Hermione se detuvo mentalmente un momento, acababa de comparar a Malfoy con ella. Sintió que el aire se le atoraba en los pulmones al igual que sus lagrimas pararon de sopetón.
Nunca, nunca, nunca llegaría a perdonarse si sus hijos crecían en semejante círculo tan desolado como el que tuvo Malfoy. Ella se haría cargo de que sus niños no tuviesen que preocuparse de saber lo que era un padre, ella valía el doble, triple, y más de lo que suponía Malfoy.
Se levantó del sofá y se dirigió a su habitación con pasos arrastrados, uno de las pocas habitaciones remodificadas para vivir.
Su morada era espaciosa y armoniosa, un hecho que no pegaba ni con cola con su estado de ánimo, aún así, se acerco suavemente a la cama, extendió los brazos, dando la espalda al lecho, y se dejo caer.
La frescura y suavidad de la cama la reconfortó, se restregó por el edredón, sintiéndose rejuvenecer durante unos segundos, pero a la vez dándose cuenta de lo cansada que estaba, y es que estar en cinta la hacía agotarse más fácilmente.
Si pudiese ser así toda la vida...
Puso su cabeza sobre la almohada de plumas, los miles de nervios que existían en su nuca le dieron una pequeña alegría, sentirse algo relajada entre toda la tristeza aplastante alrededor de ella.
Pensó que quizás todas las penurias que estaba pasando no hubiesen sucedido si ella se hubiese prevenido aquella trágica noche. Si bien decía su madre: "Mejor prevenir que lamentar".
Hermione cerró los ojos fuertemente. Su cara adquirió un tono bastante similar al del pelo Weasley.
"Carajo, ¡deja de pensar mal, Hermione!"
Se retorció aún más sobre la colcha, aguantándose las ganas de gritar, porque a veces la vergüenza podía llegar hacerte sentir encogida o presionada.
Corrió las mantas y se metió dentro, sintiendo a Morfeo cerca de ella, para abrazarla y alejarla de todos los pensamientos negativos en los que se encontraba sumiso su cerebro.
¿Negativos?
Lo único bueno de todo lo malo que le había pasado eran sus retoños, unos niños que la harían feliz, sin duda alguna.
Hermione bostezó sonoramente, con sus mejillas algo menos rojas.
Y así fue, Morfeo la atrapó antes de que Hermione llegase darse cuenta.
ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo
La oscuridad inundaba en el recinto, pero la luz lunar que atravesaba por los agujeros del tejado delataba las dos figuras andantes.
Los pasos enfadados de Draco hacían eco por todo el pasillo.
-"¿Draco? Haz el favor de caminar como la gente normal, ¿quieres?".
Blaise lo miró algo extrañado, nunca había visto a Malfoy tan inquieto como ese día. Seguro Granger le había puesto negro. Volteó la vista al frente, sonriendo disimuladamente.
Llegaron a una puerta de ébano, sin manija, donde en el centro había un mango de plata, debajo de ello brillaban inscritas runas antiguas, desconocidas para ambos jóvenes.
Tocaron la puerta tres veces.
Esperaron.
Nadie les abrió.
Draco resopló impaciente, cogió el mango de plata y volvió a tocar tres veces.
-"Me parece que nos esta diciendo educadamente que nos vayamos a tomar por-"
-"No digas tonterías, Blaise. No puede darnos la espalda" sentenció el rubio, con los nervios crispados.
Blaise sonrió malicioso.
-"Si nos da la espalda, le podemos tocar el culo" Blaise rió suavemente, mientras el rubio lo miraba irritado.
-"Dime, Zabinni, ¿cuándo piensas madurar?" Draco rodó los ojos en blanco, chasqueando la lengua.
Blaise paró de reír, boquiabierto ante la actitud del rubio.
El mal humor no era amigo de Malfoy, y al verlo tan asqueado tan sólo le incitaba a una cosa: fastidiarlo hasta sacarlo de sus casillas.
-"Cuando deje preñada a mi peor enemiga" siseó el moreno, poniéndose recto, con la mirada fija en la portezuela.
Draco le envió una ojeada asesina, Blaise ni se inmuto. Absorto con las runas antiguas.
-"Repite eso, Zabinni, y te arrepentirás" chistó el rubio.
Y también le hubiese pisado un pie a Blaise sino fuese porque la puerta se abrió ante ellos, mostrando una cara adormilada.
-"¿Se puede saber que desean, señores?" la voz de la persona enfrente de ellos sonó ronca, acababan de fastidiar una noche de sueño.
-"Disculpadnos, querida señora, pero necesitamos su ayuda" informó Blaise, dando una reverencia.
La señora los miró algo desconfiada, tapándose con la bata sin discreción. Draco no supo muy bien cómo descifrar el gesto, quizás para protegerse de ellos o de evitar enseñar su cuerpo de anciana, que era piel y huesos.
-"Cualquier tipo de ayuda que os de no os saldrá gratis, niños" la anciana cambió su cara desconfiada a una fingida dulzura, pues los jóvenes presentes no vestían como cualquier persona, sus túnicas destilaban elegancia y sobriedad.
Blaise hizo una mueca rara, miró a Draco. Éste entendió lo que quería decir el moreno, no le tocaría el culo a esa rancia ni aunque le pagasen por ello.
A ver que se creía esta vieja, a ver si pensaba que con esas pintas podría ligar.
Draco bufó con disimulo.
Blaise carraspeó al notar la rigidez del aire.
- "No se preocupe, mi dulce señora, nosotros sabremos recompensarle su ayuda" Blaise sonrió mostrando todos sus nacarados dientes.
La anciana admiró unos segundos la resplandeciente dentadura del moreno.
-"Pasad, queridos, no os quedéis fuera, con el frío que hace…" la vieja entro dentro de la vivienda.
Blaise y Draco se volvieron a mirar entre si unos instantes, con incertidumbre, después entraron en la oscuridad del lugar.
Oooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo
-"¡Ni lo sueñes!" exclamó el joven, soltándole las gafas de un manotazo a su mejor amigo.
Harry sorprendido, las recogió. Ron le dio la espalda, sonrojándose violentamente.
Cruzó los brazos, negándose con rotundidad a lo que pedía el ojiverde.
-"Por favor, Ron, esa actitud no nos lleva a ningún lado" replicó el niño que vivió, sintiendo un poco de cólera hacia el pelirrojo.
Ron se giró y lo miró fastidiado.
-"Harry, ¿te crees que ella pensó en nosotros cuando se enredó con la sabandija de Malfoy?" preguntó Ron, con un ale de inocencia fingida.
Sus pecas se marcaban más debido al color granate en su tez.
-"¿Cómo iba a pensar algo con lo borracha que estaba?" respondió el moreno a modo de respuesta.
-"Esa no es ninguna excusa, Harry. Bien podía no haber bebido si sabe que no puede controlarse".
Ron pateó el suelo.
-"Estaba con Zabinni. ¿Crees que eso no es ninguna buena razón?" razonó el moreno, soltando una risa irónica.
El pelirrojo, siendo tan alto como era, se levantó y sus ojos azules pudieron enseñarle a su amigo cómo se sentía en realidad.
Ron cerró sus parpados, cansado, y al abrirlos le volvió a dirigir una mirada agria.
-"Ella se lo buscó. No tenemos porque molestarnos, ella sabe lo que hace con su vida".
Harry se acomodó las gafas, sin poderse creer que Ron tuviese todavía reacciones de un niño pequeño. Le hubiese metido una colleja, pero se contuvo.
Se acercó al pelirrojo, y puso una mano sobre el hombro de éste. Ron dio un respingo al sentir la mano de su amigo.
Sus ojos hablaban por ellos mismos. Tenían que ayudar a su amiga.
El pelirrojo soltó un bufido, ¿por qué todos se salían con la suya menos él?
Harry le sonrió, acomodándose de nuevo los anteojos. Ron alzó la vista.
-"Harry, perdona por haberte doblado las gafas" dijo Ron algo cohibido.
-"Tranquilo, amigo, cuando Hermione las vea no dudará en arreglarlas" rió el héroe del mundo mágico, dando unas palmadas en la espalda de su amigo.
Ron masculló algo incomprensible.
Harry cogió las llaves de la oficina.
-"Vamos, Ron, tenemos que ir a buscar a Malfoy. Ya sabes lo que dijo Dumbledore, que sólo el hurón sabría el paradero de Hermione".
Harry salió sin mirar atrás, y menos mal, porque su pecoso amigo parecía a punto de morderlo.
Ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo
La tensión del lugar podía cortarse con un cuchillo.
La presión, la impaciencia y la humedad del ambiente chocaban fuerte contra la mascara inexpresable del profesor.
Snape no le quitaba los ojos de encima, ni McGonagall dejaba su mirada retadora.
Dumbledore se aclaró la garganta.
-"Señores, calmémonos. Snape ha hecho lo que creía conveniente…"
-"¿Conveniente, Albus? No me puedes estar hablando en serio. ¿Cómo has podido permitirle fabricar una poción para destruir a-"
-"Minerva, yo no fui informado de ello. Severus es libre de hacer lo que desee".
McGonagall hinchó sus fosas nasales, delatando su incredulidad. Snape sonrió mentalmente con satisfacción al verla tan enfadada.
-"Minerva, fue una petición del joven Zabinni para ayudar a Granger" siseó malicioso el grasiento profesor.
-"¿Estás loco, Severus? Esa poción acabara con la vida de un ser humano, ¿te parece normal?" gritó la profesora de Transformaciones.
-"¿No era ella muy inteligente? Pues si no quería tener a esos niños, ¡no debió meterse con Malfoy!" exclamó el otro, empezándose a molestar de verdad.
McGonagall le miró sorprendida durante una fracción de segundo.
-"¿Cómo que niños?" susurró ésta, sintiéndose muy cansada de repente.
Snape entonces sonrió astuto.
Dumbledore pudo oler la secuela de esa pregunta. Se adelantó al profesor de Pociones.
-"Moody los vio. Eras dos criaturitas muy bonitas, aunque no determinó si serían niños o niñas…" Dumbledore dibujó una sonrisa ancha ante las caras sobrecogidas de los profesores.
Snape bufó, McGonagall no lo resistió. Se acercó tambaleándose a la primera silla que encontró y se sentó. Dumbledore le rodeó por los hombros.
-"Minerva, nosotros no podemos hacer nada para impedirlo. Todo queda en las manos de Hermione Granger y el joven Malfoy, ellos sabrán si tenerlos o no."
Una sonrisa bailó en los ojos celestes de Albus Dumbledore.
Snape, indiferente, miró a ambos y sin despedirse, salió de la habitación.
McGonagall habló.
-"Esos niños no se merecen eso, Dumbledore. ¿No se dan cuentan de que ya son personas vivas aunque no nazcan todavía?". McGonagall empezó a sollozar.
-"Tranquilizate, Minerva. Ya veras como la señorita Granger hace lo que debe" le sonrió tranquilizador a la anciana mujer.
-"Eso espero, Dumbledore, porque nunca creí que esto le llegara a suceder a mi alumna favorita…" gimoteó McGonagall.
Los ojos de Dumbledore brillaron alegres, arrullando a la mujer que había estado a su lado durante tantos años.
Ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo
La oscuridad volvía a invadirlos.
-"No te preocupes, Draco. Todo saldrá a la perfección. Granger picara como un pececito" Blaise sonrió satisfecho, Draco lo miró preocupado.
-"No creo que trague el anzuelo, amigo. Con todo lo que ha pasado me he dado cuenta de que Granger es muy dura de pelar…" Draco se estremeció ante el recuerdo.
Blaise rió alegre, Draco Malfoy estaba acojonado. ¿Quién lo hubiese dicho?
-"Tranquilo, hombre. Si la vieja de Lauck no lo logra entonces es cuando deberás empezar a preocuparte" Blaise disfrutaba como un enano agobiar al rubio.
Draco paró en seco, haciendo que Blaise chocase con su espalda.
-"Hemos cometido un error, estúpido. ¡Has cometido un error, Zabinni!" empezó a gritar Malfoy, tirándose del pelo.
Blaise abrió los ojos enormemente. ¿Malfoy se había vuelto majareta?
-"¿Cuál error, Draco? Dejamos todo bien conciso."
-"Si, pero no le dijimos que lo hiciese anónimamente." Blaise le miró con el rabillo del ojo.
-"Malfoy, estás realmente mal. ¿Quién conoce todos los que han pasado por aquí a pedirle ayuda sucia a esa viaja maloliente?" preguntó elocuente el moreno, peinándose el pelo revoltoso con la mano.
Draco observó la tranquilidad del rostro sereno de Zabinni, y se aquietó.
-"Tienes razón, Blaise. Tan sólo estoy algo estresado con todo esto… Yo no sé si sería un buen padre haciéndole beber esa poción a Granger… Quizás esté obrando mal…" murmuraba el joven Malfoy, al lado de un estupefacto Blaise, que lo miraba sin poder creérselo.
Blaise olfateó entonces que aquellas cavilaciones del rubio tan sólo lo llevarían a arrepentirse de su negocio con la vieja Lauck.
Votó por desviarle el tema.
-"¿Qué tal si nos vamos a tomar unas copas para despejarnos?" preguntó nervioso el moreno.
Draco levantó sus irises grises al cielo. Acababan de salir de esa cloaca.
Cansado, asintió con la cabeza.
Zabinni sonrió ansioso.
-"¡Ya veras que bien te sienta, amigo mío!" lanzó contento el moreno, desapareciendo de su lado.
-"Eso espero, Blaise, eso espero" susurró antes de desaparecer en las sombras de la noche.
ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo
Hola de nuevo, amigos.
Hola de nuevo, amigos.
He escrito muy relajada este capitulo, espero que haya sido de vuestro agrado. Está dedicado a todos los que me han dejado reviews, en especial a LaBelle Evans, mi buena amiga. Y a todos los demás que os habéis tomado tiempo leyendo este fic, muchas gracias.
Aquí os contesto los reviews que me habéis escrito:
Nadeshiko Malfoy: Eres un cielo, gracias por tus preocuparte respecto a la vida de Draco, la verdad es que casi lo mató de un infarto cardiaco, (risa angelical). Ya veras qué le pasan a esos retoños "marca" Granger, jajaja... Espero que este Cáp., algo mas largito que los demás te de alguna pistas, aunque he intentado que no se note nada de nada, pero siempre me pillan... Gracias por tu review. ¡Besos!
Ahgness Black: Puedes estar tranquila que no diré muchas veces 'tripa' para referirme al vientre Hermione, jajaja, es que desde siempre digo tripa, y la costumbre normalmente termina por ganar... Gracias por tu comentario, me gusto mucho. Me encanta hacer notar que el 'amor' entre ellos es difícil, porque son enemigos desde siempre, pero tampoco puede ser imposible, porque bien hicieron un par de gemelos... Jajaja. Cuando tenga más tiempo, me leeré con tranquilidad tu fic. Te dejare un review. Muchas gracias por leer, ¡besos!.
Hitomi Felton - Zaira Malfoy: Tu favor concedido, no he matado a los niños, después de todo, ellos no tienen la culpa de las hormonas grangerinas y malfoinas de sus padres. Gracias por el review, guapa. ¡Besos!.
Vani-Shadyloves: Gracias por tu comentario, guapa. La verdad es que a mi también me encanta la versión que hago de Draco Malfoy, demasiado irresistible, como a mi me gustaría que fuese mi chico (aunque algo menos capullo), jajaja. Te agregaría mi MSN, pero no se cual es tu email, ¿es el mismo nombre que el de tu alias?. Gracias por leer, ¡besos!.
LaBelle Evans: Amiga mía, ¿qué te puedo decir? Que muchísimas gracias por tu review tan extenso, que se me han saltado los coloretes, y que te estimo mucho y que no tengo palabras para describir todo el apoyo que he recibo de tu parte. Espero que este capitulo que alegre un poco mas tu día, y que sigamos en contacto. ¡Muchas gracias y besos, Danita!.
Laila Doremi: Entiendo que a veces Snape se pase de cretino, pero.. ¿no es acaso eso un atractivo más a su personaje? jajaja. Me encanta que me escriban las sensaciones que provocan mis fics, por ello te agradezco de corazón que me lo digas, me chifla saberlo, en serio. Y eso no quiere decir que sea una retorcida mental, eh! jaajaja (bueno, quizás un poquitoo jeje...). Gracias por leer, cariño, y ¡besos!.
Afrodita - Coral: Me encanta tu alias, es precioso, Afrodita el que más. Bueno, muchas gracias por haberte leído mi fic y que te haya gustado, espero que este capitulo te guste más que el otro. ¡Besos!.
Muchas gracias a todas y todos, es un placer escribir y saber que será leído.
oooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo
Las conversaciones siempre son peligrosas si se quiere esconder alguna cosa.
Agatha Christie
oooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo
Besos,
Genesys
