Aclaración: Los personajes no me pertenecen, son de la genialidad y creatividad de Rumiko Takahashi. La historia es mía, y uso los personajes para saciar mi mente de escritora frustrada.
-En este capítulo se habla de un Osni, que es un objetivo submarino no identificado.
-Todas las frases entre comillas antes de comenzar los capítulos son de Alejandra Pizarnik.
Disfruta la lectura.
"Desperté viéndome con un cuerpo sin piel"
El secreto de la isla
Capítulo 1: ¿Un Osni?
Kagome llevaba pocas horas recorriendo el lugar desde que su vuelo había aterrizado. Cuando descendió y sus pies tocaron el suelo de la isla Kirinji una sensación de soledad y libertad plena se expandió en su ser al instante de manera contradictoria.
La joven había revisado el centro del pequeño pueblo rápidamente, contempló las vitrinas de los locales y cuando tuvo suficiente, decidió que quería sentir el mar, en su teléfono buscó apresuradamente en la aplicación google maps qué camino la dirigiría a la playa más cercana, una vez el satélite direccionó su camino, ella apretó el botón "iniciar" comenzando su paso apresurado.
Kagome avanzó por una avenida llena de árboles frutales a cada costado de la pista de automóviles, le asombró tal imagen, en el agitado Tokyo era impensado el acceso a árboles de fruta por las calles, sin embargo, esta isla que había elegido al azar desde que bajó la había asombrado con su simpleza y naturalidad. El pueblo estaba lleno de verde y los pequeños cerros destacaban con cascadas que se lograban divisar a lo lejos, las casas eran de madera de diferentes colores con amplios ante jardines y variados árboles, algunos con frutas y otros repletos de flores amarillas, rosas, azules y rojas que la hacían sentir en un sueño. El centro del pueblo no había sido muy distinto, construcciones de tiendas y locales de madera con variados colores, adornados en sus paredes con enredaderas o flores bajo las vitrinas.
Kagome sentía que estaba justo donde necesitaba estar mientras seguía avanzando por el camino que le indicaba google maps, ella había tomado esa decisión apresurada, ahogada por todos los hechos recientes de su vida que la estaban consumiendo.
Tres días atrás había decidido que ya no podía más, por un momento la idea de acabar ella misma con su vida había emergido, cuando se vio contemplando esa posibilidad fue que se dio cuenta que necesitaba urgentemente hacer algo para recuperarse a sí misma, aún no sabía cómo, pero todo su instinto le gritaba que debía salir de ahí.
Por lo que, hace tres días había decidido que renunciaría, simplemente despertó y se dijo a sí misma "basta", tomó un viejo mapa que había dejado tiempo atrás su madre allí, cuando le había comentado que le gustaría que viajaran juntas, el deseo que ella no le pudo cumplir. De todas maneras se esforzó por esquivar ese pensamiento, simplemente buscó moviendo su dedo inquietamente por los continentes e islas hasta que eligió una sin informarse más allá de cómo era, quería sorprenderse a sí misma, realmente sabía que necesitaba sorprenderse de manera positiva aunque fuera por una vez después de tanto tiempo.
Entonces ese mismo día que lo decidió, ella llegó al trabajo que la tenía asqueada, le entregó la carta de renuncia a su repugnante y acosador jefe, luego fue a la inspección del trabajo a denunciarlo por acoso laboral, prosiguió luego de eso rumbo a un santuario en donde podría tener más tranquilidad. Revisó en su teléfono para comprar su vuelo, debía hacer una escala antes de llegar, pero no le importó, tampoco se molestó en comprar un pasaje de regreso, estaría por tanto tiempo pudiera donde sea que iba, había ahorrado lo suficiente para mantearse por un año sin necesidad de trabajar. Se había esforzado tanto trabajando y ahorrando para poder cumplir unos sueños de su querida madre…
Ella simplemente hizo una pequeña maleta con lo necesario, si le faltaba algo lo compraría donde estuviera, quería irse sin necesidad de sentir apego. Ni siquiera le había dicho a sus amigos exactamente a dónde se iba. Solo empacó, tomó el taxi hacia el aeropuerto, envió un mensaje breve a su amiga Sango para decirle que estaría un tiempo fuera y que no se preocupara, retiró el chip del teléfono y colocó otro.
De alguna manera aunque fuera egoísta, quería sentirse desconectada de todo y poder descubrirse nuevamente en este viaje.
Con ese pensamiento en mente llegó a la playa, se retiró sus sandalias para sentir la arena, a diferencia de la arena de Japón, esta era excesivamente suave, fue como un masaje para sus pies mientras se aproximaba a las olas de la orilla.
Libertad.
Por un momento la culpa de estar viva emergió, sin embargo, eligió respirar profundo, recordó las palabras de su Psicóloga, "Si fuera por ti habrías salvado a todos, esto no fue tu culpa, respira conmigo Kagome, tu jamás quisiste que eso ocurriera, tu jamás le harías daño a tu familia, los amas infinitamente".
En ese momento Kagome recordó que no le había avisado a la profesional de su huida, se sintió indecisa por un momento, quizás debería haberla contactado, pero ella realmente no quería conectar su otro chip, temía ver mensajes que la abrumaran con preguntas de dónde estaba. Recordó que a modo de emergencia una vez le entregó el número de Sango a la profesional, supuso que, cuando los días pasaran quizás se contactaría con ella. Volvió a sentir la culpa de su egoísmo, pero se obligó a bloquearlo.
-No pienses más, basta de pensar, solo quiero sentir este presente…-Murmuró para sí golpeándose gentilmente las mejillas.
Despidió los pensamientos cuando sintió el agua cálida y salada rodear sus pies.
Agradable sensación.
Kagome observó las olas ir y venir, de ese mismo modo quería por todo lo que pudiera dejar ir los pensamientos que la atormentaban.
Ella levantó la cabeza y fijó la vista en el infinito del mar, podía observar como las boyas que marcaban el límite a los bañistas flotaban en calma, afortunadamente no había nadie en esa pequeña playa lo que la hacía sentir más a gusto.
-Realmente elegí un buen lugar-Le asombraba que una isla tan bella fuera poco concurrida.
Kagome se cruzó de brazos cómodamente mientras seguía su vista perdida contemplando, pudo ver que algo más allá de las boyas aparecía, un manchón confuso y luego desaparecía. Frunció las cejas y estrechó los ojos para enfocar mejor, siempre había tenido una excelente vista pero quizás tantas horas en el computador la habían afectado.
Ella nuevamente vio ese manchón que pudo identificar plateado aparecer y sumergirse. Tragó duro nerviosa, miró a su alrededor, la playa continuaba tan solitaria como antes, quizás ya no le estaba gustando estar sola ahí en ese preciso momento.
-¿Qué…?-Kagome avanzó unos pasos llegándole el agua hasta las rodillas, sintió el cosquilleo de la arena bajo sus pies. Lo que sea que fuera había vuelto a emerger-¿Un osni?-Sintió erizarse los bellos de sus brazos, si a algo le temía era a cualquier cosa que incluyera ovni y osni gracias a películas de la temática que a su abuelo desde que era niña le encantaba ver.
Kagome decidió que mejor se iría antes de que volviera a aparecer, sin embargo, no lo logró, abrió sus ojos grandemente, su boca soltó un pequeño gritito y su sangre se heló cuando captó nuevamente el manchón, pero esta vez había pasado las boyas y estaba más cerca de ella, Kagome estrechó nuevamente la vista y entonces se dio cuenta que era una persona… una persona de extraña apariencia que parecía estar intentando flotar, no estaba segura pero podía apreciar el agua algo roja a su alrededor.
Por un momento dudo, pero luego al lograr comprender que esa persona estaba a punto de ahogarse tomó coraje y comenzó a nadar rápidamente hacia la figura, agradecía que de adolescente la mandara su madre a clases de natación, también agradeció que las olas estuvieran en calma, ella fácilmente se aproximó, pero cuando la persona vio que se acercaba le gritó palabras que ella no comprendió, notó que era un hombre de cabello plateado, ojos de un místico color dorado y tenía el rostro con moretones, de su cabeza, extrañas protuberancias que parecían orejas puntiagudas de perro se extendían a cada costado.
Tuvo miedo, pero también sintió que una extraña adrenalina se expandía por su cuerpo.
-¡No te acerques, no dejaré que me hagas daño!-Pudo escuchar cuando avanzó, su voz había sido casi un alarido tembloroso y agitado entre el ruido del mar.
-Te quiero ayudar, te llevaré a la orilla-Dijo finalmente ella flotando a su lado, pudo apreciar que alrededor de él efectivamente el agua estaba manchada en…sangre. Kagome sintió un tirón en su corazón doloroso y como su cuerpo comenzaba a temblar, sabía que era el comienzo de un ataque de pánico- Mierda…-Se obligó a cerrar los ojos por un momento y enfocarse en su respiración entre la intensa emoción irracional que quería surgir justo ahí-Ahora no…-Ella logró empujar el temor que amenazaba por apoderarse inhalando profundamente.
-No…puedo más…-Gruñó el joven débilmente. Kagome abrió los ojos abruptamente observando cómo se desmayaba, su cuerpo reaccionó y logró sostenerlo antes de que se sumergiera.
-¡Oye, no, no, despierta!-Kagome se apresuró a colocarlo sobre su espalda para que su cabeza se mantuviera elevada sobre el agua y evitar así que se ahogara mientras estaba inconsciente, comenzó a nadar de regresó con gran habilidad sintiendo el golpe de adrenalina volver.
Había algo más allá empujando en ella, algo que hace tiempo había estado dormido, descubrió lo que era cuando caminaba con él sobre ella con esfuerzo y lo colocaba de manera poco delicada en la orilla de la playa.
Se sentía útil, después de tantos meses finalmente se volvía sentir útil, y también poder salvarlo era alentador para su corazón.
Kagome contempló unos segundos al joven misterioso, su cabello largo platinado se extendió en la arena, sus cejas eran espesas y negras, su torso estaba llenó de cicatrices, así como heridas que aun sangraban, solo tenía un bóxer desgastado puesto, además de esas particulares orejas, pudo notar que de sus dedos se extendían pequeñas…¿Garras?.
-¿Qué eres…?-Ella salió de su trance y decidió actuar, primero le dio unas palmaditas en su mejilla para que reaccionara pero no funcionó. Kagome recordó los primeros auxilios que aprendió en su voluntariado en el hospital que hace años había realizado.
Ella acercó su mano temblorosa a la nariz de él y la tapó presionando sus dedos, llenó los pulmones de aire y rodeó con sus labios la boca de la persona, sopló lentamente por dos segundos para luego separarse y esperar que el aire saliera de él por cinco segundos. Kagome volvió a repetir el procedimiento, una y otra vez. Un nudo de angustia empezó a surgir en su estómago, tras reiterados intentos la frustración emergió, ella estaba haciendo su último intento desesperada y con pocas esperanzas.
Otra vez no, otra vez no quiero ver a alguien…
Entonces finalmente ocurrió, él hizo un sonido opaco desde su garganta, escupiendo agua, Kagome lo ayudó a enderezar un poco su espalda para que devolviera el agua que había entrado en su cuerpo.
El joven tenía sus ojos cerrados apretados y lo observaba desorientado mientras terminaba de escupir lo último que quedaba en su ser. Kagome gentilmente lo acomodó nuevamente en la arena.
La persona abrió los ojos lentamente logrando enfocar su vista en la figura femenina, intentó mover sus brazos para protegerse ante el miedo que fluyó alertándolo, pero no consiguió nada, su cuerpo no le obedecía, estaba exhausto.
-Tranquilo, no te haré daño… te quiero ayudar-Le dijo ella suavemente apreciando como la expresión asustada de él se acentuaba cuando notó que la inconciencia otra vez lo rodeaba.
Continuará…
Algunas aclaraciones:
-La isla Kirinji no existe más que en mi imaginación, el nombre se lo coloqué porque así se llama un grupo de música japonesa que me encanta y los paisajes los pensé inspirados en Caleta Tortel y Puerto Bertrand (Sur de Chile) pero con un clima más cálido al real.
Tenía mucho tiempo queriendo retomar la escritura pero la vida adulta combinada con el trabajo no me lo permitía. En este año 2022 me propuse a escribir completa una historia, asique aquí estoy concretando lo que me prometí. Cuando comience a publicar este fanfics será porque ya avance lo suficiente en los capítulos en Word, de este modo publicaré un capítulo por semana.
Gracias por leer, espero dejes un review ya que es la única forma de apoyar, motivar y conocer tu opinión del fanfics.
Que tengas un lindo día.
Fecha en la que terminé de escribir el capítulo: 02-01-2022.
Pd: Un breve recordatorio, yo solo público en fanfiction, si llegas a ver alguna de mis historias en otras plataformas te agradecería me avisara para tomar las medidas correspondientes.
