Los personajes no me pertenecen

Cap 14 y... Advertencia: Si en su comentario van a decir algo sobre la extenso del capitulo, entonces no comenten nada.


Salí de mi departamento y, al mismo tiempo, la Sra. Packard salió del suyo con un carrito de compras.

-Ooh… Hola Anna ¿Cómo estás?- me saludó con una sonrisa muy amable.

-Muy bien ¿Y usted?- saludé cerrando la puerta de mi hogar, detrás de mí.

-Bastante bien- antes de que terminara de cerrar su puerta, puso cara de recordar algo-. Espera un minuto, tengo algo que darte.

Antes de poder saber de qué se trataba, la anciana ya había entrado a su departamento de nuevo. Salió unos minutos después, con el carro, y además con el abrigo que le había prestado cuando se rompió su fregadero.

-Olvidé que lo tenía puesto cuando te fuiste.

Me sorprendí y lo acepté.

-Cielos, yo también me había olvidado de él.

-Me tomé el tiempo de ponerlo a lavar, se ensució un poco cuando lo dejas.

-Genial, no se hubiera molestado.

-Por favor, es lo mínimo que puedo hacer.

Ahora fui yo la que volvió a su casa, pero en vez de entrar, colgué el abrigo sobre el perchero que tenía a un lado de la puerta.

Caminamos juntas hacia el ascensor y fue la mayor la que presionó el botón para llamarlo. Las puertas se abrieron, permitiéndonos pasar. Antes de que llegaran a cerrarse una mano se lo impidió, colocándose entre la abertura que dividía ambas puertas. Se escuchó un suspiro de alivio mientras las puertas volvían a abrirse.

-Lo siento.

Y yo, al igual que la persona que entró, pusimos cara de sorpresa.

-Hola Elsa- saludó la anciana a mi lado muy amablemente.

-Hola- correspondió ella.

Bajé la cabeza sin decir nada. Primero, porque no quería verla a los ojos. Segundo, porque vi que en la mano tenía el peluche de un cocodrilo con un corazón en sus manos que decía te amo, y lo que brotó en mi interior hizo que echara fuego por las orejas. Noté que presionó el botón para bajar hacia la cochera, donde estaban los autos.

-¿Y ese muñeco tan dulce?

"¿Tenía que hacer la pregunta?"

-Es de Gogo- Elsa respondió mirando el fastidioso muñeco-. Se lo olvidó la última vez que nos vimos y me pidió que se lo llevara- se encogió de hombros-. Empiezo a creer que lo hace para que la vaya a ver.

Mi cabeza dejó de obedecerme y miré hacia la señora que estaba sorprendida, pero al final sonrió. Elsa no dejaba de mirar al cocodrilo como si fuera una especie de ángel.

-Eso es muy tierno- comentó la mayor de las tres.

"Cursi"… "Cursi"… "Y yo soy una idiota por seguir tolerando esto"

Me obligué a conservar la calma para no decirle algo de lo que pueda llegar a arrepentirme.

Probablemente su prometida es la persona que más desprecio en el mundo después de mi madre. Aunque si me cruzara alguna vez con ella, no sé si arráncale los ojos o preguntarle qué es lo que hizo para hacer que Elsa fuera una cursi de primera. Hasta parece que lame el piso por dónde camina.

Llegamos a nuestro piso y Elsa continuó su viaje en el ascensor, saludando. Saludo el que, obviamente, ignoré.

Me despedí de la Sra. Packard al salir del edificio, después fui hacia al auto de Ariel que me esperaba estacionada en el frente.

-Hola- saludé, subiéndome en el auto.

-Buenos días- correspondió mientras dejaba su teléfono que había estado usando mientras me esperaba- ¿Por qué esa cara de amargada? Vamos al centro comercial.

-Nada, se me rompió mi taza favorita.

Si bien trato de no mentirles, no me interesa hablarle de que acabo de presenciar el acto más ridículo que vi en mi vida; viniendo de la persona que más quiero y que lo hizo por su prometida. Tratará de darme concejos o ánimos que ya conozco y no me sirven de nada. Ariel sin decir nada, se colocó sus anteojos de sol para manejar.

Mientras estábamos en el auto saqué mi móvil para hablarle a mi hermana y darle señales de vida, pero justo vi un mensaje de Hiro figurando en la pantalla.

Hiro: ¿Dormiste bien, novata?

Anna: Mejor que otras noches.

Tampoco iba a hablarle de la pesadilla y el té. Aunque tenga más confianza con él y me agrade, es otro sermón que no quiero escuchar.

Hiro: ¿Jugamos al Clash Royal? Me falta poco para llegar a los 2000 trofeos.

¡¿Qué?!... Yo apenas tengo quinientos ¿Cómo lo hizo tan rápido?

Sonreí negando con la cabeza, su adicción a los juegos es igual o parecida a la de Elsa.

Anna: No puedo, voy de compras con Ariel. Necesito ropa para la fiesta de la agencia.

Me envió una carita de sorpresa primero.

Hiro: ¿Compraras algo sexy y matador o algo tranquilo con el que puedas verte bien?

Levanté una ceja, dándome cuenta de que no lo había pensado. Recordé la probabilidad de que Esla fuera a la fiesta.

Anna: Quizás la primera opción.

Esta vez envió el monito que se tapaba la boca y uno emoji de fuego.

Hiro: Eso es bien Hot.

Me reí en voz baja.

Anna: Supongo que voy a verte ahí ¿Verdad?

Fue largo el rato que se tomó para contestarme. Prácticamente fue lo que quedó del trayecto. Ariel dejó el auto en el estacionamiento del centro comercial y al bajarnos su respuesta me llegó.

Hiro: No estoy seguro.

Anna: ¿Por qué?

Hiro: Todavía tengo asuntos que arreglar.

Anna: Para con tanto misterio… Quiero conocerte

Hiro: No me has visto y ya siento que te atraigo- envió un gatito sonriendo.

Anna: Quieto ahí galán. Solo lo pregunto porque quiero saber a quién le envío mensajes.

Hiro: Me han dicho que parezco modelo de revistas. Probablemente veas muchos en el centro comercial, si es que vas ahí a comprar ropa.

Negué con la cabeza y levanté la mirada, encontrándome inmediatamente con una imagen de Chris Hemsworth. Corrí hacia donde iba Ariel, que justo entraba a una tienda a mirar unos vestidos.

-Oye ¿Hiro es como Chris Hemsworth?

Ariel empezó a reír a carcajada mientras revisaba unos vestidos.

-¿A acaso estas jugado?- siguió riendo.

Me sonrojé un poco y miré hacia otro lado

-Quiero saber cómo es y el idiota me dijo que parece modelo de revista

-Bueno, hay muchos modelos en el mundo.

-Lo sé, - sacudí la cabeza, regañándome de la tontería que dije- es solo que fue lo primero que pensé.

Sacó un vestido y se lo pegó al cuerpo para luego mirarse al espejo que tenía a un lado.

-No sabía que hablabas con él- me dedicó una mirada curiosa.

Ooh es verdad… creo que Tiana debe ser la única que lo sabe.

-Regina me pidió que trabajáramos juntos y somos amigos desde entonces.

Guardó el vestido y tomó otro para probárselo de la misma manera que antes.

-¿Y no tienes idea de cómo es?

-No… el idiota se hace el misteriosa. Sus redes sociales son privadas y no usa su rostro como foto de perfil.

-¿Y por qué no le envías una solicitud de amistad?...¿Que tú no tienes?- dejó los vestidos para mirarme seriamente-. Ahora que lo pienso, no recuerdo tenerte en alguna de mis redes.

Pasé de estar avergonzada a nerviosa. Sigo firme con la idea de no contarles que me escapé de casa y tengo que encontrar una buena excusa para no decirle la verdad.

-Es que me aburrieron y siento últimamente que se ha vuelto un lugar demasiado toxico.

Aunque no sea la verdad, tengo razón en lo que digo, y dejé bastante impresionada Ariel. Sus ojos parpadearon, mientras su cabeza trataba de asimilar lo que acababa de decir.

-¿Tan raro es?

Su respuesta no fue inmediata. Dejó el vestido y no se molestó en sacar otro.

-No… es solo…-peinó su cabello a un costado-. Es decir, es tu decisión, no puedo ir en contra de eso…eres toda una caja de sorpresas realmente.

Para romper la tensión me puse mirar un par de vestidos.

-No pienses que es porque tengo algo contra ti, o con alguna de ustedes… es solo que….

-Hay cosas de tu vida privada que prefieres dejarlas en privadas- adivinó con algo de ironía.

-Por favor, compréndeme un poco- tragué saliva.

Ariel apoyó su hombro contra la pared y puso su mano en la cintura, tamborileando sus dedos contra ella.

-Es que tu hermana tampoco fue muy específica contigo y… ¿No tiene algo que ver con ese prometido tuyo, verdad?

-¡No!… No, te aseguro que él no tiene nada que ver con eso.

Hans era un cretino, infiel, pero no era acosador.

Miré entre los vestidos y encontré uno hermoso de color verde marino.

-Creo que este se te verá bien.

Forma tonta de cerrar una conversación, pero qué más da a estas alturas. Ariel aceptó y se lo probó contra el espejo.

-No está mal, tiene buen ojo- comentó, con sonrisa amigable.

Suspiré de alivio, sabiendo que ella estaba dispuesta cerrar la conversación.

Dimos vueltas por casi todo el centro comercial, por más de una hora. Eso era porque, además de que yo todavía necesitaba mi vestido, compramos zapatos, algo de joyería y además aprovechamos a ver otras tiendas solo para pasar el tiempo.

Luego del agitado recorrido, decidimos sentarnos en una cafetería. Ariel pidió un brownie con helado y un licuado de fresas. Yo pedí un cheesecake y un frappé. La camarera que nos atendía dejó nuestro pedido en la mesa y me guiño el ojo.

Me sonrojé y bajé la cabeza, sonriendo como una tonta cuando se fue.

-¿Bueno y eso?

Me quedé con la cuchara de mi delicioso postre en la boca.

-¿Qué?- dije haciéndome la indiferente, bajando mi cubierto.

Se acercó más con los brazos sobre la mesa. Esa posición me incomoda, cualquiera se daría cuenta de que estamos secreteando.

-No te hagas la tonta… te coqueteó.

-¿Y?- bebí de mi frappé.

Ariel puso cara de frustración y se puso derecha de nuevo.

-¿La vas a dejar pasar?

-No sería la primera.

-¿Anna, hace cuanto no sales a divertirte?

"Desde mi aventura con la secretaria"

-No lo recuerdo.

-Es solo una manera de decir: "muuuucho tiempo".

-Aunque fuera cierto, no le veo el problema. Además, no tengo interés de conocer a nadie.

-¿Por qué?¿Por tu vecina?... Entiendo que lo que sientes por ella es fuerte y siento si lo que te voy a decir es algo entrometido, pero… no te habla- levantó las manos hasta la altura de su cabeza, en señal de desesperación- ni siquiera sabes si ella hace lo mismo por ti o si piensa en otra persono.

Mientras ella hablaba, bebía de mi frappé para no estallar en ira a causa de que recordé la maldita sortija de compromiso que había visto en la mano de Elsa y de la ridícula situación en el ascensor.

-Lo hago por mí también- la interrumpí, apoyando el vaso de plástico casi bruscamente sobre la mesa-. No estoy interesada en nadie y aunque le dé una oportunidad sé que todo resultará igual que siempre.

-Suenas como una aguafiestas que no cumplirá con lo que dice.

Suelo ser impredecible así que no me sorprendería si eso sucediera.

Flashback

Los días que siguieron después que atendí a Elsa, cuando peleó con Helga, habían sido más agotadoras de lo normal. Le había prometido a Elsa que no volvería a insistir con ella y así lo cumplí. Tal vez sea lo mejor, después de mucho tiempo le confesé que las cosas en casa no era lo que se imaginaba y la verdad es que me estoy arrepintiendo. Me salí de mis casillas cuando se lo dije, pero también pensé que si se lo decía ella se abriría más conmigo. Otra equivocación, obviamente, para mi colección.

Sigo preocupada por lo que vi. Ya la había visto pelear otras veces y visto hasta donde llegan sus enojos habituales, pero no se comparaban en nada a su reacción de esa noche. Era irreconocible. Tanto me sorprendió que ni siquiera tuve el valor de entrar a la habitación cuando me despedí de mi novio, necesité de tiempo para animarme. En el fondo me sentía muy culpable, si yo no le hubiera dicho a Helga lo de su padre, no me habría golpeado y Elsa no habría salido lastimada. Trato de entender, también, qué la hizo estallar. Lo que ha mantenido mi cabeza ocupada y mis dibujos no eran suficiente para tenerlos de escapatoria.

Suspiré agotada, bajando los escalones de la entrada de la escuela para emprender el camino a casa. Estoy deseando irme a la Universidad pronto para irme a vivir con mi hermana.

Cuando bajé el último piso de la escalera escuché John Smith llamarme.

-¿Qué ocurre John?- ya dije que conocíamos a la misma gente, por lo que no me es extraño que me hable.

-Necesito tu ayuda- contestó algo nervioso-. Quiero invitar a salir a Elsa.

Ahora sí, había logrado dejarme sin habla.

-¿A… Elsa?- ignoré como apreté con fuerza la manga de mi mochila.

-Si – contestó emocionado-, sé que son amigas ¿Algún concejo?

-Eeeh yo… bueno… no…. es decir… sé- mierda, no comprendo porqué soy incapaz de formular una frase- ¿Has pensado en algo ya?

-Bueno- miró hacia al cielo, colocando su mano en su barbilla- pensaba en invitarla, regalándole una rosa.

Lo miré, sin decir nada, con los ojos bien abiertos. ¿Debo sentir lastima? ¿O debo reírme?

-Si valoras lo que hay en tu entrepierna, abandonaras la idea de la flor de inmediato- fruncí el ceño, haciendo que ponga una sonrisa nerviosa.

-¿No crees…?- detuvo la pregunta al notar que negaba con la cabeza, confirmándole que no exageraba.

-Solo sé tú mismo- contesté.

-¿Yo mismo?

-Sí, olvida que eres el chico más guapo de la escuela. Ella confiará en ti si ve que no tienes malas intenciones- presioné un dedo sobre su pecho en señal de advertencia-. Y si llego a enterarme que usas esa información para hacerle algo malo, yo seré la que le que extirpe lo que hay en tu entrepierna con una cuchilla.

Él levantó las manos, asustados.

-No lo haré, lo prometo- dijo nervioso.

Se despidió de mí, dejándome regresar a casa. Al llegar, fui directo a la cocina para comer algo y me encontré con Kai.

-Hola Anna ¿Qué tal la escuela?

-Normal- respondí dejando la mochila sobre el suelo y tomando asiento- ¿Me haces un sándwich?

-Enseguida- pero antes de voltearse a buscar los ingredientes, abrió el saco de su uniforme y buscó en su bolsillo interno una carta que tenía adentro para entregármela.

-Me aseguré de tomarla antes de que su madre la viera, señorita.

Ver el sello de la universidad en la carta apenas me dio tiempo de procesar todo. Casi le arranqué la carta de la mano, abriéndola con brusquedad, solo para llevarme la peor decepción de mi vida y darme cuenta de que no había entrado.

Fin del Flashback

El día de la fiesta había llegado, y mi teléfono no paraba de recibir mensajes. Emma, Ariel y Tiana tenían un largo debate entre vestidos, collares y maquillaje. Además, como yo todavía no lograba familiarizarme con todas las calles de la ciudad, Emma se ofreció a llevarme para que no gastara en taxi y estuviera más segura. Estuvo recordándome el horario constantemente porque, o lo cambiaba, o podía tardarse, o regresaba al horario que había puesto antes hasta que recordaba porque lo cambió. Ariel también se había ofrecido, pero su esposo Eric iba a ir a la fiesta con ella y sinceramente me iba a sentir un poco incómoda. Sobre todo porque no quería escuchar algo de querer un bebe y formar una familia.

Me miré al espejo para ajustar los últimos detalles de mi maquillaje. Mi vestido era rojo, corto, con un escote tipo de corazón, y tiras en los hombros, que seguían por mi espalda en forma de x hasta un poco antes de llegar a mi cintura y era bien apretado a mi cuerpo. Como último detalle, dejé mi pelo desatado, ya que me lleva menos tiempo que los peinados.

Emma llamó al timbre, justo cuando estaba colocándome el brazalete que mi hermana me había regalado. Antes de salir, busqué una chaqueta negra para protegerme del frio.

Para mi sorpresa, me encontré con Tiana sentada el asiento de acompañante del auto cuando llegué.

-¿Lista para la acción, novata?- dijo Emma, acomodó su espejo retrovisor y se puso en marcha.

-Supongo- contesté- ¿En la escala del uno al diez, que tan aburrido es esa fiesta?

Hice la pregunta para saber si eran igual a las que me tenía acostumbrada mi madre. Mucha charla, etiqueta y tragos, igual a aburrimiento total.

-Pues… eso depende de cada año. La jefaza se esfuerza mucho para que sea mejor que la fiesta anterior- respondió la que estaba al volante.

-Sep, y se pone a aburrida tendemos a hacerla divertida.

-Como la vez que al dj se le ocurrió poner una música de vals y yo lo interrumpí para ponerme a cantar una canción de Cyndi Lauper.

-Regina por poco te cuelga en público- recordó Tiana haciendo que Emma se encogiera de hombros y chasqueara la lengua.

-Tiene como mil problemas, necesita ver algo de diversión de vez en cuando.

-¿Y tú como sabes eso?- decidí preguntar.

Emma me observó por el espejo retrovisor.

-Se parece un poco a ti.


Es todo hasta aquí queridos míos, y personalmente este capítulo costó para que saliera y el que sigue también me está poniendo mal así que bueno, hasta que lo tenga listo, regresaré.

3 cosas:

1- Supongamos que decido irme porque me aburrí. Entonces mi perfil desaparece y las historias también, punto. Solo digo, no se desesperen, no me voy a ir. Enserio, no hagan drama. Solo es un comentario.

2- Quiero ofrecerles esta historia, Torment de Williams West. Está aquí en fanficitión. Es muy buena y personalmente siento que más personas deben conocerla. Aunque les advierto que puede ser un poco dura. Ojalá le den una oportunidad. Es Elsanna, obviamente ;)

3- Si son muy seguidores de Frozen, y leen historias por amor a la película, independientemente del ship que sigan, ósea no Elsanna, aprovecho a recomendarles dos historias más. Una mía, Por la corona de Arendelle, que podrán verla en mi perfil. Va a ser corta y los capítulos no son muy largos. Es una manera de hacer otra cosa mientras recupero la inspiración para esta. Y aunque las hermanas no tendrán un vínculo más que amistoso, ellas serán el foco de interés. La otra historia, Confía en tu viaje de Lira12, también en fanficition. Es buena, y me gusta como escribe, merece que más personas la lean y le den su review.

Chat'de'Lune: Hola y gracias. Saludos como siempre :D

ANONIMUS07: Siempre es un gusto contar con tu opinión y la de los demás. Saludos.

Celes-cz: Ojalá la puedas ver, de cualquier manera. Saludos.

LauraRock: Sigo aquí, y gracias por seguir la historia.

Chel: Mira, es para hacer varias hojas las cosas que hay para criticarle en lo personal. Anna está como muy demás, pero Frozen siempre se ha centrado en ella y en su hermana, porque siempre fue su intención. Y si, admito que se ve pesada, pero por un lado siento que esa forma protectora que tiene con Elsa es porque ya vio que estuvo a punto de perderla y porque estuvieron separadas mucho tiempo, lo que la afecta verla en una situación de riesgo. Sus nuevos personajes parecen innecesarios, Ryder tenía que robarse a Kristoff para que nuestras hermanas estén solas, Matias y Yelena son… digamos, su finalidad es para decir que hay gente en el bosque. Honeymaren, no me gustó, es inútil, la historia hubiera sido lo mismo sin ella, lo que ella le dijo a Elsa tranquilamente se lo podía decir Yelena, o Pabbie. Siento que lo pusieron para generar falsas expectativas a las que realmente esperaron que Elsa tuviera novia. Olaf es cargoso, pero, lo que veo en él, es el vínculo que mantiene unido a Elsa y a Anna. Yo adoro a Kristoff, siempre lo quise, y me rio con sus imitaciones de la voz de Sven, pero no tiene mucha química con Anna, y como que se vio forzada en los cortos y en la nueva peli. Siento que Disney quiso hacer lo mismo que hicieron con Eugene y Rapunzel, y no lo consiguieron, ellos se ven mucho mejor y (Opinión personal) su ship ya es oro. No espero un Frozen 3, si te soy sincera, me gustaría que tuviera una serie como enredados, donde se les dé más importancia a los personajes y podamos ver su desarrollo, y sus historias personales. Hasta aquí llegué jaja, disculpa si fue extenso. Saludos.