Prompt: Redención - Helsatober de la página Helsa Amor Verdadero.

Clasificación: T, Hurt&Comfort

Oportunidad

Hans corrió por el muelle como el hombre libre que era, tratando de alcanzar a la princesa Elsa antes de que partiera de las Islas del Sur. Tenía que hablar con ella.

La rubia debía suponer que con solo asegurarse que estuviese libre de sus grilletes era suficiente.

Estaba equivocada; le había liberado de diez años de esclavitud con sus hermanos, después de intentar matarla a ella y atentar contra su hermana, pero él no sentía que se hubiese ganado su redención. La antigua reina era un alma compasiva que no creía que él se mereciera el trato inhumano al que lo habían condenado sus hermanos, mas Hans tenía un pensamiento diferente, producto de los años y vejaciones pasadas.

—¡Alteza! —suplicó sin muchas fuerzas, porque su cuerpo no estaba lo suficiente alimentado para la travesía que había hecho. Soportaba trabajo físico, aunque no correr millas para llegar a tiempo, puesto que no tenía una moneda encima, ni nada de valor que dar a cambio de un trayecto en carruaje.

La grácil joven se detuvo como si lo hubiese escuchado y buscó a su alrededor hasta girarse. Él lo aprovechó para llegar a su lugar.

—¿Qué sucede, Hans? —preguntó con el ceño fruncido. Era la primera vez que le dirigía la palabra en una década y él no tenía un título a su nombre, pero su tono fue respetuoso, como se mereció por años.

Humedeció sus labios resecos e inclinó su cabeza suavemente, bajo la atenta mirada de Elsa. Se sintió nervioso al tener esos enormes ojos en su persona; ella tenía fuerte presencia en su contemplación, retándolo a demostrarle que se había equivocado.

Con ese pequeño gesto le fue muy evidente el cambio efectuado debido al escaso contacto humano en años.

—No he podido darle las gracias —pronunció con voz rasposa.

Ella alzó sus cejas un instante.

—Era innecesario encontrarse conmigo —movió una mano hacia su mentón, que él siguió con su vista, atrapado por el gesto—, pudo enviarme una carta.

Él devolvió sus ojos a los de ella y negó.

—Tenía que ser cara a cara.

Su pecho se sintió caliente y tuvo que suspirar para aliviarse. Sin embargo, el respiro no llegó, por lo que apretó los labios.

Los gritos de las personas en el muelle le estremecieron la piel, mientras su mente comenzaba a cuestionarse su nueva realidad.

—¿Por qué? —Habló en un tono tan quedo que se sorprendió cuando ella movió la cabeza en negación, demostrando que le había escuchado.

—No se aflija con mis razones. Disfrute su libertad y tenga una vida respetable a partir de ahora, la merece. —Ella sonrió y parte de la presión en su pecho desapareció. —Cuídese mucho. Debo zarpar a mi reino.

Al ver que no había respuesta, ella inclinó la cabeza y retomó su camino.

Hans se quedó sin palabras, lidiando con una inusitada sensación de impotencia.

No tardó en saber su próximo paso.

—Princesa Elsa —le llamó con un nudo en la garganta y la aludida se giró para observarla de soslayo. —¿Hay un espacio en su tripulación?

Los orbes zarcos de ella se abrieron de sorpresa.

—Puedo trabajar en lo que sea, no tengo nada aquí que valga la pena… —Rió, un sonido ya desconocido a sus oídos, incluso si era un cariz seco. —Me gustaría poder ganarme mi redención.

Y estar cerca de la única persona que había hecho algo de valor por él sin pedir nada a cambio.

Ella no necesitaba protección, pero sentía la necesidad de convertirse en su guardián, al mismo tiempo que demostrarle que él valía la pena.

Las esquinas de los ojos de ella se suavizaron y sus labios se elevaron amablemente.

—Venga, como mi invitado. Recupere su vida y entonces podrá decidir qué hacer para redimirse.

Él trató de imitar la sonrisa de ella, contento, sabiendo que había tomado la decisión correcta.

Tenía el presentimiento que todo iría bien a partir de ese día.

(Años más tarde, rodeado amorosamente por los brazos de ella, resultó evidente que su intuición no había fallado.)

NA: ¡Hola!

Siento que en este le faltó profundidad a Hans, teniendo en cuenta el trasfondo de lo sucedido con él.

Ahora bien, es la contraparte del último drabble por el tipo de tema, pero el prompt no me animaba a algo light. Solo le dejé la esperanza y el final bonito de todo eso. A mí sí me cabe en la cabeza que los hermanos pudieran dejarlo como un esclavo por años, no solo un castigo en los establos.

En fin, ha sido todo por octubre y los prompts que había en la página. Ha sido divertido, aunque sí me deja con ganas de escribir textos más largos. Ya lo haré, la inspiración la tengo :D. Como siempre, el espacio queda abierto a quien desee sugerir una idea, algún día estará publicada.

Besos, Karo.