Descargo de responsabilidad: Los personajes de Harry Potter no me pertenecen. El universo es propiedad de JK Rowling.


Hermione Pov

No he sabido nada de Malfoy desde su aparición en el restaurante. Por el contrario, Viktor me ha mandado notas todos los días. El martes que llegué a mi oficina, vi una carta sobre mi escritorio, cuál fue mi sorpresa al ver que no venía de parte de Malfoy.

No estoy diciendo que extrañe sus atenciones, pero me extraña la falta de ellas, ¿estará bien? Espero que este silencio signifique que ya no me volverá a molestar o insistir con sus constantes propuestas de matrimonio.

Me dispongo a leer el periódico y veo una foto de Rita Skeeter alado de su columna que hoy lleva por título "Hasta pronto mis queridos lectores", eso me pone tan feliz, que por primera vez leeré su artículo con verdadero interés.

Después de unos minutos de lectura, me doy cuenta de que esto es peor de lo que pensaba, ¿quién en su sano juicio convertiría en editora a esa araña?

Y para colmo de una de las revistas que más se alimentan de chismes románticos, si con una columna y un artículo semanal ya me hacía la vida imposible, no quiero imaginar lo que hará ahora estando a cargo de una revista completa. Al llegar al final del articulo y leer el nombre de quien la sustituirá, no sé si sentirme aliviada o asustada...Lavander Weasley.

Al terminar de leer el artículo, muero de ganas por quemar el periódico.

Un sonido en mi ventana llama mi atención y me alegro al ver a Mercurio, el búho real de Malfoy; no es que me alegre el recibir un mensaje de Malfoy pero el ave me agrada mucho; cuando la compró, me dejó nombrarla.

Hermione: Hola Mercurio, tiempo sin verte, ojalá fueras tu quien me visitara más seguido y no tu amo.

Me extiende su pata y le quito el mensaje, como veo que se queda, significa que Malfoy espera una respuesta a su mensaje.

A mi muy bella Dama:

Discúlpame por la ausencia de lo días pasados, no hallaba como expresar mis disculpas por la interrupción cometida la noche del lunes, aún no estoy seguro de que este sea el método adecuado para disculparme pero los días sin saber de ti son una agonía.

He comprendido que no estás interesada en mí, pero espero que eso no signifique que no quieras una amistad conmigo.

Permíteme conocerte como amiga. Te invito a comer en el restaurante que está a la vuelta del ministerio; imagino que no te gustaría alejarte demasiado del trabajo.

D.M.

He leído y releído la carta. No puedo creer lo que leo, ¿a mi muy bella dama? y luego se disculpa. El mundo se ha vuelto loco.

Veo a Mercurio. - ¿Qué opinas? ¿Acepto la invitación de tu amo? - El ave asiente. - Bueno, le diré que sí, después de todo, es la primera vez que Malfoy me invita y no intenta imponerme una salida.

Escribo una contestación rápida, no es tan sentimental como la de él pero no tiene por qué serlo.

Hermione: Adiós mi pequeño Mercurio, espero nos veamos pronto. - Lo acaricio e inmediatamente lo veo partir.

Mi hora se almorzar se acerca así que empiezo a ordenar mi escritorio, no me gusta dejarlo desordenado.

-Toc-toc, ¿puedo pasar?

Miro hacia mi puerta. - ¡Harry, pasa!, siéntate. ¿A qué debo la agradable visita?

Harry: No te había visto desde la boda de Ron así que pensé en invitarte a comer.

Hermione: Aaaah, emmm... Harry, lo siento.

Harry: ¿Pediste algo para comer aquí?

Hermione: No, lo que pasa es que ya me invitaron a comer.

Harry: ¿Quién?

Lo que se viene no será agradable. - Malfoy. - Harry no responde, creo que dejó de respirar. ¿Harry? ¿Estás bien?

Harry: Malfoy, ¿Draco Malfoy? ¿Aceptaste tener una cita con él?

Hermione: No es una cita, acepté salir a comer con él, eso es todo.

Harry: ¿Por qué? Estoy seguro de que él lo verá como una cita.

Hermione: Porque al fin entendió que no quiero nada con él así que me propuso ser amigos.

Harry: ¿Y de verdad quieres ser amiga de él?

Hermione: No lo sé, primero debo conocerlo.

Harry: ¿No te basta lo que ya sabes? Es un egocéntrico egoísta que te ha intentado forzar a casarte con él.

Hermione: Eso podría pasarlo por alto sino se dirigiera hacía mí.

Harry: Bueno, es tu decisión, pero desde ahorita aparto la cena. Abrieron un nuevo lugar en el callejón Diagon, te encantará.

Hermione: De acuerdo.

Harry: Paso por ti a las 6.

Hermione: De acuerdo, así tendré tiempo suficiente para cambiarme y arreglar mis cosas.

Harry: ¿Tendrás otra cita después de mí? - Pone la mano sobre su pecho de manera dramática.

Siempre consigue hacerme reír. - No, pero mañana temprano saldré a Italia con Viktor. - Los ojos de Harry casi se salen de sus cuencas y un segundo después lo veo mirándome con coqueta complicidad.

Harry: ¿Solos?

Vuelvo a reír, sus caras siempre son las más graciosas. - No es lo que crees, te cuento en la cena.

Harry: De acuerdo, pero con detalles. Nos vemos Mione.

Me da gusto saber que la relación entre Harry y yo no ha cambiado a pesar de la ausencia de Ron. Ellos dos siempre han sido muy unidos, no es que esté celosa, pero siempre sentí que compartían algo que jamás podrían tener conmigo.

Veo la hora y me doy cuenta de que debería estar en camino al restaurante que mencionó Malfoy.

Mientras camino por las calles abarrotadas, pienso en lo que estoy por hacer, ¿de verdad acepté comer con Malfoy? en este punto, eso ya no importa, ya voy camino a encontrarme con él.

Al entrar al restaurante, volteo a todas la mesas buscándolo, lo veo y me acerco a él, ¿se ve nervioso?, descarto la idea de inmediato, eso es imposible.

Hermione: Hola Malfoy. - Se pone de pie y me ayuda con la silla.

Draco: Hola Granger, ¿cómo va tu día?

¡¿Draco Malfoy preguntando por mi día?!

Hermione: Ha estado tranquilo.

Draco: Supongo que "día tranquilo" para ti, significan cientos de archivos.

Hermione: Ahora imagina un día pesado.

Draco: Admiro tu infinita paciencia, yo ya hubiera armado una hoguera en el ministerio.

¿Eso fue un cumplido o un chiste?

Hermione: Siiii, no creo que a los Aurores les agradé eso, hogueras y magos es una muy mala idea.

Draco: ¿Te ha sucedido algo interesante hoy?

Hermione: Pues sí, Harry me ha invitado a comer y no se alegró mucho cuando le dije que no podía y menos cuando le dije que comería contigo.

Draco: Entonces ordenemos algo para que sea oficial que hemos comido juntos. - Lo veo examinar su menú, dudo que haya algo apropiado para el paladar de alguien como él; el restaurante es modesto y sus comidas no son nada extravagantes como los lugares que estoy segura él suele frecuentar. Sus ojos brillan de emoción, llama a la mesera y me sorprende su pedido.

Draco: Salchichas en pudín Yorkshire y pudín de caramelo pegajoso, por favor. - Sonríe como un niño.

No puedo evitar hacer un comentario. - ¿Salchichas y pudín? - Mis dos cejas me llegan casi a la frente.

Draco: Mis favoritos, me emocioné al encontrar a ambos en el menú. ¿Tú que pedirás?

Hermione: Pues…al diablo con la comida sana. - Río ante lo dicho y él se ve asombrado. - Quiero salchichas y puré de patatas con muuucha salsa, por favor y de postre...- Leo y releo el menú, lo cierro. - Lo mismo que el caballero.

Vemos a la camarera alejarse.

Draco: Vaya Granger, sinceramente esperaba que pidieras algo, no sé, más adulto.

Hermione: Lo mismo digo, dude que encontraras algún platillo tan estirado como tú.

Draco: Heey, hoy me he portado bien, ¿por qué el ataque? - Al verlo de cerca, veo que tiene una linda sonrisa y sus ojos no son tan fríos como siempre he creído.

Hermione: No fue ningún ataque, yo diría que fue una descripción de lo obvio.

Draco: Podrías haber usado la palabra "elegante".

Hermione: ¿Sí? Bueno, para la próxima. - Lo veo formar una de sus sonrisas que me irritan.

Draco: ¿Para la próxima? - Me doy cuenta de lo dicho demasiado tarde. - Vaya, Granger, ¿esa es tu forma de invitar a salir a alguien? - Intento explicarme pero él no me deja. - Sutil pero efectivo. Mándame un mensaje con la fecha y el lugar.

Cubro mi rostro con mi mano y la bajo lentamente. - No veo el cambio de actitud entre amigo y pretendiente. Eres igual de engreído que siempre.

Draco: Van dos ataques en menos de una hora. Qué bueno que ya no te pretendo o me estaría casando con una mujer de los más agresiva.

Abro la boca de asombro por las palabras dichas por mi acompañante. - ¿Ahora me estás despreciando? y ¿qué te hace creer que hubiéramos llegado a casarnos?

Draco: Era cuestión de tiempo, pero como yo he declinado, tu pierdes.

Hermione: ¿Y que perdí exactamente?

Draco: ¿Qué no lo ves? - Lo dice mientras se señala. - A mí, por supuesto, la mejor opción de esposo que una mujer puede llegar a tener. Deja tú el dinero y el apellido, aún sin eso soy asombroso.

No puedo contener la risa, los ojos me lloran y él me sonríe, no sabía lo gracioso que podría ser el hurón desteñido.

Durante la comida, escucho un sonido familiar y me sorprendo al darme cuenta de que proviene de su capa. Lo veo sacar un teléfono y responder un mensaje como si de cualquier muggle se tratara. Vuelve a fijar su atención en su comida, al sentirse observado me ve y levanta una ceja.

Draco: ¿Sucede algo?

Hermione: ¿Tienes un celular?

Draco: ¿No estarás esperando que te muestre mis mensajes, o sí?

Hermione: ¿Qué?

Draco: He visto que a las mujeres muggle tienen tendencia a revisar los teléfonos de sus novios o amigos.

Estoy dubitativa si darle o no la razón, pero no es eso lo que me tiene así.

Hermione: Me refería a que me sorprende el que tengas un aparato muggle y lo uses como si nada.

Draco: Sabes Granger, hay más aparatos que se usan en ambos mundos y no te veo asombrada respecto a ellos, esto. - Alza el teléfono. - No es la gran cosa.

La última frase me irrita un poco. - ¿Qué quieres decir?

Draco: Me refiero a que no es indispensable para "nosotros". - Señala al rededor. - Sin duda nos facilita la vida, es mucho más rápido que mandar cartas o hablar por la flu.

Hermione: Pasaré por alto tu menosprecio hacía lo muggles, solo porque veo que ya no los consideras inferiores o tontos.

Draco: Woow, ¿menosprecio? ¿Acaso no me oíste Granger? Este aparato es sin duda un avance tecnológico increíble, ¿cómo podría menospreciar a quienes lo crearon? Me has entendido mal, simplemente quise decir que no armes tanto escándalo por el uso de cosas muggles tan cotidianas.

Analizo la pequeña conversación desde la aparición de su teléfono y me doy cuenta de que jamás dijo nada para ofender a los muggles, he sido yo quien exageró las cosas, pero no me voy a disculpar.

El resto de la comida pasa tranquilamente, ¿debería decir algo? mejor no, después de todo fue por mi culpa que se tensó el ambiente.

Draco: ¿Me darías tu número?

Hermione: ¿Ah?

Draco: De celular, Granger.

Hermione: Ah, sí, claro.

Draco: Como dije, es más rápido que enviar una carta.

Hermione: Espera, no. - Su rostro se queda inexpresivo y me apresuro a terminar la frase para evitar un malentendido. - Es que no quiero dejar de ver a Mercurio.

Draco sonríe de medio lado. - ¿Te gusta recibir mis cartas?

Bufó ante lo dicho. - Como dirías tú, ¿no me oíste, Malfoy? No quiero dejar de ver a Mercurio.

Draco: Está bien Granger, cuando sea una invitación para comer o algo que no sea de suma importancia, enviaré a Mercurio.

Hermione: Gracias. - Veo mi reloj y me doy cuenta de que ya debo volver al trabajo, al parecer Malfoy también se da cuenta de ello y llama a la mesera. - Yo pagaré lo mío.

Draco: De ninguna manera, fui yo quien te invitó.

Hermione: Muy caballeroso de tu parte, pero no es correcto.

Draco: ¿Qué tiene de incorrecto? ¿Y si lo dejamos a la suerte? - Saca una moneda.

Hermione: De acuerdo, pero que sea con mi moneda, no confió en ti.

Draco: Como quieras. Cara, pago yo, cruz, pagas lo tuyo. ¿Está bien así?

Hermione: Si. - Lanzó la moneda...cara. Lo veo poner una sonrisa de triunfo. - ¿Dos de tres?

Draco: Deudas de juego son deudas de honor Granger.

Hermione: Esta bien, pero la próxima invito yo, esto me hace sentir en deuda contigo.

Draco: ¿Qué tal si volvemos la próxima semana? Hay varias cosas del menú que quiero probar.

No puedo evitar sonreír. - Está bien, envía a Mercurio para confirmar el día.

Salimos del restaurante y cada uno toma su camino de regreso a su trabajo. Fui una paranoica al creer que la comida sería un desastre, Malfoy no es tan mala compañía como siempre asumí, al menos no como amigo.

Draco Pov

No he visto a Granger desde su "cita" con Krum. Esa noche, al regresar a la mansión, encontré a mis padres en la sala de estar, rodeados de cientos de folletos de viajes. Mi padre dormía en un sillón, hacía años que no le veía una expresión tan tranquila.

Di por hecho que mi madre también dormía y cometí la imprudencia de decir lo que pensaba en voz alta. - "Al menos le arruiné la cita a Granger"- No explicaré a cabalidad lo que sentí cuando mi madre me pidió explicaciones por lo dicho, pero aún tengo la sangre helada.

Decidí sincerarme con ella y le conté la cantidad de veces que le he pedido matrimonio a Granger, las muchas veces que ella me ha rechazado y todo lo que ella no sabe que he hecho por ella, bueno y no tan bueno.

Su expresión era estoica, cuando terminé mi relato ella soltó un suspiro, era evidente que de decepción.

Narcissa: Creía, hijo mío, que te había enseñado a tratar a una dama, pero me equivoqué. A partir de mañana, se reanudan tus lecciones como cuando niño y - Caminó hacia la puerta, donde me sorprendió ver que mi padre ya la esperaba. - tu padre y yo te enseñaremos la manera adecuada de cortejar y enamorar a una señorita.

Han sido unos días estresantes, hacía años que no se me regañaba tanto. Según mis padres, no poseo la delicadeza de invitar a una mujer sin segundas intenciones; ¿Qué puedo decir? Soy un negociante nato y me enorgullezco de eso.

Mis únicos momentos de paz han sido aquellos en los que he estado en el trabajo. Tomo el periódico en mis manos y veo la última columna de Skeeter para "El profeta", no me interesa leerlo, sé que a partir de ahora, yo controlo a la prensa amarillista.

La puerta de mi oficina se abre y veo entrar a mi madre, tan elegante y correcta como siempre, me intento poner de pie y me detiene.

Narcissa: No hace falta querido, yo iré hasta tu lugar. Hoy le escribirás una carta a la Srita. Granger.

Draco: Por fin, ¿qué sugieres que le diga?

Narcissa: La invitaras a comer y le ofrecerás ser solo amigos.

Arrugo la nariz. - Yo no quiero ser su amigo, quiero ser su esposo.

Mi madre se sienta frente a mí, creo que la he irritado.

Narcissa: También le ofrecerás una disculpa por tu actitud.

Draco: ¿Disculparme? Pero si no he hecho otra cosa más que cuidarla.

Narcissa: Pero eso ella no lo sabe y lo que si dejas ver es una actitud de acosador. Ahora, escribe, no tengo todo el día.

Intento 1

Granger, disculpa mi actitud egoísta, nunca fue mi intensión el acosarte.

Seamos amigos, te espero a la 1:00 P.M. en La cuisine.

D. M.

Se la entrego a mi madre, la arruga entre sus pequeñas manos y me la arroja a la cara. - De nuevo y esta vez, esfuérzate.

Intento 2

Hola Granger.

Me gustaría invitarte a comer, ¿te parece La cuisine a la 1:00 P.M.?

Quiero ser tu amigo, disculpa mi actitud y acciones anteriores.

D.M.

Nuevamente le acerco la nota a mi madre. - Mejor que la anterior pero no deja de ser horrible. - Veo como arde la nota entre sus manos. - ¿Sabes a qué hora la dejan salir a almorzar o estas imponiendo hora y lugar a tu gusto? Y con una carta como esta, no le das oportunidad a que ella te responda. Piensa hijo, ¿qué no estas enamorado? ¿qué le gusta a ella?

Después de 3 intentos más de mi parte y la intervención de mi madre, por fin tuve una carta medianamente aceptable a los ojos de mi madre.

Narcissa: Esperaré su respuesta.

Draco: Ella nunca me ha respondido.

Narcissa: Esta vez lo hará.

Draco: ¿Por qué estas tan segura, madre?

Narcissa: Porque esta vez, tu carta no fue una orden, sino una invitación. A la joven le gusta tomar sus propias decisiones, cosa que tú no le has permitido.

Draco: Bien.

Narcissa: Hoy, intentarás crear una rutina, de manera sutil entrarás en sus planes semanales.

Draco: No entiendo madre.

Narcissa: Eres idéntico a tu padre. Lo que quiero decir, hijo mío, es que crearás en ella, una necesidad de salir contigo, una vez a la semana, por ahora, al menos hasta que ella se sienta cómodo con tu presencia.

Draco: ¿Cómo haré para que ella acepte salir una segunda vez conmigo si ni siquiera he salido una primera vez con ella?

Narcissa: Hoy saldrás con ella y confío en tus habilidades para qué crees el camino para una segunda vez.

Cuan grande ha sido mi sorpresa al ver que Mercurio, mi búho, traía consigo una respuesta de Granger.

Gracias por las disculpas, intentemos ser amigos.

Te veo a las 2:00 P.M. en el lugar que elegiste.

H.G.

Draco: ¡¿Eso es todo?! ¿Para eso me maté escribiendo una carta?

Narcissa: Estas viendo y no ves. - Capta mi atención. - Es la primera vez que te responde y aceptó tu invitación. - Veo a mi madre ponerse de pie. - Me retiro, tu padre está esperándome. Te veo en la noche querido.

Draco: Espera madre. - Me mira sin decir nada. - ¿Qué debo hacer? ¿De qué hablaremos?

Me sonríe con ternura. - Sé el chico encantador que sé que puedes ser. Olvida todas las ataduras sociales y muéstrate como eres. Permítele conocerte.

Decido llegar media hora antes de la hora acordada, sigo sin creer que esta es mi primera cita con Granger, ¿de qué se supone hable con ella? No quiero hablar de trabajo, es aburrido, quiero conocerla. Mi padre me dijo que antes que cualquier compromiso, se debe entablar una amistad, así que eso haré, hoy me haré amigo de mi futura esposa.

La veo entrar al restaurante y buscarme con la mirada, espero no note que estoy nervioso. Se ve incomoda, ¿siempre se pone así con mi presencia?

Le retiro la silla para que se siente. - Hola Granger, ¿cómo va tu día?

Hermione: Ha estado tranquilo.

Draco: Supongo que "día tranquilo" para ti, significan cientos de archivos.

Hermione: Ahora imagina un día pesado.

Draco: Admiro tu infinita paciencia, yo ya hubiera armado una hoguera en el ministerio.

Hermione: Siiii, no creo que a los Aurores les agradé eso, hogueras y magos es una muy mala idea.

La idea me gusta por el simple hecho de armar un alboroto medieval en las barbas de los Aurores.

Draco: ¿Te ha sucedido algo interesante hoy?

Hermione: Pues sí, Harry me ha invitado a comer y no se alegró mucho cuando le dije que no podía y menos cuando le dije que comería contigo.

Draco: Entonces ordenemos algo para que sea oficial que hemos comido juntos. - ¡¿Me ha elegido por encima de San Potter?! No lo puedo creer, me cubro la cara con el menú, no puedo disimular mi emoción, he tener una expresión muy rara en la cara. Llamo a la mesera para disimular, mientras hago mi pedido, me siento observado, más bien juzgado, por mi acompañante.

Hermione: ¿Salchichas y pudín? - Se ve incrédula.

Draco: Mis favoritos, me emocioné al encontrar a ambos en el menú. - No miento, eran mis favoritos cuando niño y aún me gustan. - ¿Tu que pedirás?

Hermione: Pues…al diablo con la comida sana. - ¿Hermione Granger diciendo groserías? Creo que es la primera vez que la oigo reír frente a mí. - Quiero salchichas y puré de patatas con muuucha salsa, por favor y de postre... Lo mismo que el caballero. - Despide a la mesera con una linda sonrisa.

Draco: Vaya Granger, sinceramente esperaba que pidieras algo, no sé, más adulto.

Hermione: Lo mismo digo, dudé que encontraras algún platillo tan estirado como tú.

Draco: Heey, hoy me he portado bien, ¿por qué el ataque? - ¿Qué clase de trato es este? Se siente tan natural.

Hermione: No fue ningún ataque, yo diría que fue una descripción de lo obvio.

Draco: Podrías haber usado la palabra "elegante".

Hermione: ¿Sí? Bueno, para la próxima.

No puedo evitar sonreír ante la victoria. - ¿Para la próxima? Vaya, Granger, ¿esa es tu forma de invitar a salir a alguien? Sutil pero efectivo. Mándame un mensaje con la fecha y el lugar.

Hermione: No veo el cambio de actitud entre amigo y pretendiente. Eres igual de engreído que siempre.

Draco: Van dos ataques en menos de una hora. Qué bueno que ya no te pretendo o me estaría casando con una mujer de los más agresiva. - Si ella me trata como amigo, dejaré que así me conozca.

Hermione: ¿Ahora me estás despreciando? y ¿qué te hace creer que hubiéramos llegado a casarnos?

Draco: Era cuestión de tiempo, pero como yo he declinado, tu pierdes.

Hermione: ¿Y que perdí exactamente?

Draco: ¿Qué no lo ves? - Me señaló mientras le sonrió. - A mí, por supuesto, la mejor opción de esposo que una mujer puede llegar a tener. Deja tú el dinero y el apellido, aún sin eso soy asombroso.

Disfruto verla sonreírme y lo disfruto más porque sé que esta vez soy yo quien causa su sonrisa; debí haber pedido la ayuda de mi madre desde un principio, tal vez a estas alturas ya tuviéramos un pequeño rubio rizado.

A mitad de la comida, escucho que mi celular empieza a sonar, sabía que debía haberlo silenciado. Lo saco de mi capa para leer de quien es el mensaje que interrumpe mi primer salida con Granger y me sorprende leer que es de parte de Theo.

De: Theodore Nott

Necesitamos hablar, te esperaré en tu oficina.

No te gustará la noticia.

Le respondo de manera breve y lo guardo en mi bolsa, es muy poco común que Theo envíe mensajes, lo que tenga que decir, debe ser muy interesante. Siento una extraña y ya familiar sensación, alzo mi vista y encuentro los ojos de Granger examinándome, en serio le pesa la mirada a esa mujer.

Hermione: ¿Tienes un celular?

Draco: ¿No estarás esperando que te muestre mis mensajes, o sí?

Hermione: ¿Qué?

Draco: He visto que a las mujeres muggle tienen tendencia a revisar los teléfonos de sus novios o amigos. - Intento hacer una broma pero veo que no funciona.

Hermione: Me refería a que me sorprende el que tengas un aparato muggle y lo uses como si nada.

Draco: Sabes Granger, hay más aparatos que se usan en ambos mundos y no te veo asombrada respecto a ellos, esto. - Le muestro mi teléfono. - No es la gran cosa. - Creo que no me di a entender, pues ella se ve ofendida; y también se oye porque su respuesta me deja como un intolerante.

Hermione: Pasaré por alto tu menosprecio hacía lo muggles, solo porque veo que ya no los consideras inferiores o tontos.

Draco: Woow, ¿menosprecio? ¿Acaso no me oíste Granger? Este aparato es sin duda un avance tecnológico increíble, ¿cómo podría menospreciar a quienes lo crearon? Me has entendido mal, simplemente quise decir que no armes tanto escándalo por el uso de cosas muggles tan cotidianas.

Creo que la he molestado, pues no ha vuelto en dirigirme la palabra, demonios Granger, ¿por qué tienes que ser tan recta? ¿qué se supone que haga ahora? A este paso puedo irme olvidando de una segunda salida.

Draco: ¿Me darías tu número? - Se ve confundida. - De celular, Granger.

Hermione: Ah, sí, claro.

Draco: Como dije, es más rápido que enviar una carta.

Hermione: Espera, no.

Sabía que me rechazaría pero no de esa manera, ¿por qué le daría su número a quien la incómoda?

Hermione: Es que no quiero dejar de ver a Mercurio.

El alivió me consume. - ¿Te gusta recibir mis cartas?

Hermione: Como dirías tú, ¿no me oíste, Malfoy? No quiero dejar de ver a Mercurio. - Se ve tan graciosa intentando imitarme.

Draco: Está bien Granger, cuando sea una invitación para comer o algo que no sea de suma importancia, enviaré a Mercurio.

La veo checar su reloj, seguramente ya debe volver al ministerio, llamo a la mesera para pedir la cuenta y su linda boca dice justo lo que no quiero escuchar.

Hermione: Yo pagaré lo mío.

Draco: De ninguna manera, fui yo quien te invitó.

Hermione: Muy caballeroso de tu parte, pero no es correcto.

Draco: ¿Qué tiene de incorrecto? -La veo fruncir el ceño. - ¿Y si lo dejamos a la suerte? - Saco una moneda.

Hermione: De acuerdo, pero que sea con mi moneda, no confió en ti. - Muy lista de su parte.

Draco: Como quieras. Cara, pago yo, cruz, pagas lo tuyo. ¿Está bien así?

Hermione: Si. - La moneda cae en cara y no tuve nada que ver, el destino está de mi parte. - ¿Dos de tres?

Draco: Deudas de juego son deudas de honor Granger.

Hermione: Esta bien, pero la próxima invito yo, esto me hace sentir en deuda contigo.

¡La próxima vez! ¡Victoria para Draco Malfoy! Mi interior está hinchado de orgullo.

Draco: ¿Qué tal si volvemos la próxima semana? Hay varias cosas del menú que quiero probar.

Hermione: ¿Mas platillos a base de salchichas?

Draco: También vi unos con tocino. - Que hermoso es oírla reír y que satisfactorio es ser yo quien lo provoque.

Hermione: Nos vemos Malfoy, debo volver al trabajo.

Draco: Adiós Granger.

La veo caminar en dirección al ministerio y vienen a mi memoria recuerdos de cuando la veía caminar en Hogwarts, me aterraba acercarme a ella pues me asustaba el que los demás se dieran cuenta que ella realmente no me desagradaba, en ese entonces no sentía lo que ahora siento por ella pero nunca la odié, ni a sus orígenes.

Camino a mi oficina, mi mente iba rememorando de principio a fin lo que había sucedido durante el almuerzo con Granger, sonreía cada que recordaba el hecho de que ella hubiera aceptado volver a salir conmigo.

Al sentarme frente a mi escritorio me descolocó el encontrarme con un par de ojos verdes mirándome divertidos.

Draco: ¿Se te perdió algo Theodore?

Theo: ¿Theodore? Hace unos días era Nott para ti.

Draco: ¿Qué es eso tan importante que querías decirme? - Veo que una sonrisa burlona se forma en su rostro mientras alza una ceja. - ¿Cuánto me costará?

Theo: Lo mismo que la última vez más un 10%.

Draco: De acuerdo.

Theo: Krum. - Se me amarga la boca al oír ese nombre. - Invitó a Granger a un fin de semana en Florencia.

Draco: ... Explícate. - Lo digo entre dientes.

Theo: Pues veras. - Se reclina en la silla. - Tu amigo Krum, quiere abrir un bar en Bulgaria y quiere que sea de bebidas muggle. Así que ha invitado a Granger a que lo acompañe a las catas y una de ellas será el sábado en la noche y dos el domingo.

Draco: ¿Sabes dónde será?

Theo: Sé hasta donde se hospedarán.

Draco: ¿Juntos?

Theo: Me desagrada el que creas eso de Hermione. Pero no, en habitaciones separadas.

Draco: No lo creo de ella, pero ese simio podría forzar la situación para un acercamiento.

Theo: ¿Acaso crees que todos usan los mismos medios que tú?

Draco: Los medios que "nosotros" usamos, amigo, son porque queremos asegurarnos de que las cosas tomen el rumbo que deseamos.

Theo: Ahógate en tu veneno. - Dice mientras intenta ponerse de pie.

Draco: ¿Y la información?

Theo: En la carpeta frente a ti. Espero mi pago.

Cuando Theo sale de mi oficina, me propongo leer el contenido de la carpeta, ¿cómo es que obtiene toda esta información? Ese hombre debería ser investigador privado.

Decido retirarme temprano, no sé qué hacer o cómo actuar, mis celos dicen que vaya directamente a su oficina y le diga que no se atreva a viajar con ese tonto, mi "nuevo" yo, dice que vaya a casa y le pida un consejo a mi madre.

Al llegar a la mansión me recibe un pequeño elfo uniformado al que le pregunto por mis padres.

Eru: Bienvenido joven amo, los amos se encuentran en la biblioteca.

Al entrar en la habitación, veo a mis padres tomados de la mano mientras cada uno se encuentra en su sillón leyendo.

Narcissa: Volviste temprano hijo, ¿cómo te fue?

Draco: Estupendo, aceptó comer conmigo la semana siguiente. Prácticamente ella lo sugirió.

Narcissa: ¡Magnifico! - Dice esto mientras forma una enorme sonrisa en su rostro la cual hace a mi padre sonreír. - Nunca dude de ti.

Lucios: Entonces, ¿qué es lo que hizo que volvieras temprano a la mansión?

Narcissa: No quiso esperar para contarnos las buenas noticias, es obvio querido.

Dudo sobre la forma en que le daré la noticia. - Aaah... no es del todo errónea la pregunta de mi padre. - Los ojos de mi madre se posan en mí, su rostro se inclina con duda y puedo leer en sus ojos que me explique. - Viktor Krum invitó a Granger a una cata de licores este fin de semana en Florencia y ella aceptó acompañarlo.

Lucius: ¿Acaso olvidaste decirnos que ella tiene novio?

Draco: Ella NO tiene novio, ella lo ve como un amigo, él es otro asunto.

Mi madre suspira. - Hijo, si vas y te le apareces, quedarás como un acosador, igual que en la cena que les interrumpiste.

Lucius: Tu madre tiene razón. - Lo dice mientras lee un folleto que apareció entre sus manos. - Así que esté fin de semana iremos a Florencia, los tres.

Mi madre y yo hablamos al mismo tiempo. - ¿Qué?

Lucius: Saben que no me gusta pasar mucho tiempo en casa y está es una excelente oportunidad para que salgamos los tres juntos. ¿Italia mágica o ¿Italia muggle?

Respondo de manera autómata. - Muggle.

Mi padre frunce ligeramente el ceño. - Bueno, siempre hay una primera vez para todo.